El tanga

De cómo un tanga puede cambiar una família entera.

El relato que les voy a explicar a continuación ocurrió hará unos años atrás, cuando yo tenía unos 39 años, igual que mi mujer Sarita, y teníamos 2 niños. Una preciosa mujer de 19 años y un  niño en la adolescencia con sus 15 añitos.

Yo era un hombre de familia normal, castaño, pelo cortito, ojos verdes, unos 180 cts. de altura y unos 75 Kg. Iba 2 o 3 días por semana al gym, y aunque no estaba corpulento, si que estaba algo fibrado, pero sin llegar a notarse demasiado. Mi mujer sarita, una preciosidad de mujer… a sus casi 40 años, seguía con su belleza de juventud, con esa melena larga y rubia, esos ojazos azules que han iluminado cada noche de mi vida, con su espectacular cuerpo de chica joven, con su cinturita estrecha, sus 95 de pecho bien puesto y bien firme, un culo que es la envidia de mi pueblo, y con lo sexy que solía vestir, era raro el día que no la miraban los vecinos.

Sus pantaloncitos ajustados, sus vestiditos cortos, sus minifaldas aun mas cortitas… Era increíble!! Era la mujer de mi vida, y sin hablar del tema sexual. Era una autentica loba en la cama, que le gustaba probar cosas nuevas y siempre abierta a posibles novedades.

Nosotros teníamos nuestros juegos eróticos, que intentábamos esconder a nuestros hijos, aunque supongo que alguna vez nos habrían pillado…. Éramos como 2 novieces al principio de la relación. Siempre intentábamos sorprender al otro en el sexo, nos íbamos excitando, excitando cada uno al otro con diferentes juegos. Y era algo realmente fascinante, porque no habíamos perdido ni una gota de esa pasión que desde los 15 años nos tenían juntos.

Ese día el juego lo iba a empezar yo… Estaba en la ducha planeando el ataque o juego para esa noche, y no se me ocurría nada, o lo que se me ocurría era demasiado “peligroso” sexualmente… jejejeje.  Vamos que era una opción arriesgada por lo que pudiera pensar mi mujer, aunque como era tan sexualmente activa en la cama, tenía la duda si le gustaría o no.

Así que con mi lío en la cabeza, salí de la ducha, y me dirigí a un pequeño patio que tenemos en la cocina, donde tenemos la lavadora, y un pequeño canasto para la ropa sucia. Abrí el canasto para dejar mi ropa sucia cuando vi algo que encendió la bombilla de mi cabeza.

Allí habían unas braguitas, mejor dicho un tanga, de color blanquito. Lo recogí y dejé mi ropa en el canasto. Mis 2 hijos se fueron cada uno al instituto y a la universidad respectivamente, y mi mujer se había ido al trabajo hacía unos 30 min, habían salido todos juntos. Todos se habían duchado antes que yo. Y aquel tanguita estaba húmedo. Se lo acababan de quitar.

Cuando pude desliarlo, sobretodo de las gomitas, pude ver que estaba muy mojado, y algo amarillento en la zona del coño. Pase un dedito por dentro del tanga y estaba muy mojado. Tenía un liquido encima, y enseguida noté que se habían masturbado y se habían corrido con él puesto. Empecé a excitarme al notar mi polla empezar a crecer. Al separar el dedo del tanga, una especie de hilito nos mantenía unidos, era muy pringoso, y cuando se cortó, la yema de mi dedo había recogido parte de ese líquido, así que sin dudarlo y con la excitación que llevaba, me lo dirigí hacia la boca y lo chupé. Pase mi lengua con insistencia intentando llevármelo todo a la boca. Hasta que conseguí meter el dedo en mi boca y saborearlo todo. Estaba riquísimo!!

Con lo caliente que me había dejado esa situación, no pude evitar volver a dirigirme al lavabo, y empezar a masturbarme con aquel tanguita en mi mano. Mi mano agarró mi polla, que ya estaba dura, que medirá unos 18 o 19 cts., pero tiene unos 4 deditos de ancha, dicen que es bastante gorda, aunque esa es la opinión de alguna de las mujeres que la han visto, pero supongo que para otras será normal. La cuestión es que empecé a masturbarme, con aquel tanguita en mi mano, olía a sexo, era un aroma embriagador, estaba súper excitado mientras olía y de vez en cuando pasaba mi lengua por la humedad del tanguita, mientras mi mano se dejaba llevar por la situación y batía y batía mi polla sin esperas.. No tardé en correrme delante del wáter, intentando guiar mi semen hacia el agujerito.. pero si ya nos cuesta apuntar al mear, con ese espasmo y ese calentón que llevaba, no logré que todo fuera adentro, así que al final me tocó limpiar.

Ese tanguita sería el inicio de mi juego, así que lo metí en una bolsita y lo guardé. Lo tuve una semanita guardado, en la que más de 2 veces lo había cogido para masturbarme. Ya tenía poquita humedad y había poco flujo de lo que las había usado…

En esa semana estuve pensando a ver cómo podría empezarle el juego a mi mujer.. No sabía si decirle que me encontré esas braguitas en la escalera, como si fueran de alguna vecina, aunque supongo que las conocería, o hacerle ver que fue un vecino que me las dio pq se le cayeron a ella algún día al subir a tender la ropa al terrado. No sabía muy bien cuál sería mi juego, hasta aquel día.

Ese día en el que todo cambia, sin saber muy bien porque, (yo sí sabía muy bien porque había cambiado), pero seguramente no quise reconocerlo o no quise asumirlo. Estando un sábado por la noche tumbado en mi cama, leyendo un libro, y mi mujer viendo la tele en el comedor. La habitación nuestra da pared con pared con el comedor, y mi mujer siempre se quedaba un ratito viendo la tele mientras yo leía en la cama.

Yo estaba leyendo el libro, cuando noto que abren la puerta del comedor y uno de mis hijos empieza a hablar con mi mujer, ya que ella había aflojado el volumen de la tele, yo podía escuchar la conversación. Supe que era mi hija Laia. Seguramente le diría que se iba a la discoteca y que volvería tarde, que no la esperáramos despierta. Pero nada de eso, lo que le preguntó a mi mujer hizo que se cambiara el gesto de mi cara:

LAIA : Mamá, has visto mi tanga blanco?? Es que llevo una semana sin verlo y no sé donde lo he podido dejar!!

SARITA : Pues no lo sé Laia!! Has mirado bien en tu cajón de la ropa interior??

LAIA : Sí mamá, y allí no está!! Tú no te acuerdas de haberlo lavado o haberlo dejado en algún otro sitio, A lo mejor lo has puesto en el tuyo sin darte cuenta!!

SARITA : Voy a mirar, espérate un momentillo, a ver si tu padre está dormido y no lo despertamos..

Al escuchar esto, dejé el libro como pude en la mesita, y me hice el dormido. Pero como ya sabréis no podía dormir. Y menos en aquel momento, cuando mi cabeza no podía dejar de pensar en que aquel tanga, aquel tanguita blanco, tan húmedo y tan mojado, con el que yo había tenido 2 o 3 orgasmos, era el de mi HIJA!!!!!!

En ese momento noté la presencia de mi mujer en la habitación, escuché abrir un cajón y empezar a rebuscar dentro. Al ratito, escuché cerrar el cajón y que mi mujer se dirigía hacia el comedor, donde estaba mi hija.

SARITA : Pues Laia, aquí no está, en mi cajón no está!!

LAIA : Y que hago mamá!! Voy a ponerme este pantaloncito blanco y no quiero que se me note nada!

SARITA : Espera un momento, a ver que podemos hacer…

Volví a notar la presencia de mi mujer en la habitación, volver a abrir el cajón, remenar un poquito, pero esta vez más rápido, y volver a salir.

SARITA : Pues como no quieras ponerte este mío, no sé qué hacer!!

LAIA : Bueno mamá, me pondré el tuyo hoy, pero a ver si sale el mío, que le he cogido mucho cariño.

SARITA : Tranquila Laia, no puede estar muy lejos!!

Y noté como mi hija salía del comedor cerrando la puerta, y mi mujer volvió a darle volumen a la tele. Todo seguía igual. Todo, menos mi cabeza. No dejaba de pensar en que aquel tanga no era de mi mujer, era de mi HIJA!!! Me dio un pequeño mareo y no sabía qué hacer.. Que era lo que había hecho?? Me había estado masturbando y excitando con las braguitas de mi hija. Hasta aquel momento nunca había visto a mi hija como una mujer, sinó como a una hija. Pero en ese momento empecé a pensar en mi hija.

Una niña muy bonita, con una carita de ángel, rubia, con los ojos verdes, mediría unos 168 cts. ya que era más bajita que yo. I por primera vez en mi vida, empecé a imaginar sus pechos grandecitos, una 95 o 100. Muy delgadita y con un culito igualito que el de su madre. Pensándolo bien, era como mi mujer pero en pequeñita y más joven. No pude evitarlo y tuve una erección terrible. Mi polla se estaba poniendo dura como nunca. Y estaba vez me sentía mal. Porque hasta ahora vale que había estado masturbándome con las braguitas de mi hija, pero yo pensaba que eran de mi mujer, pero esa noche, esa noche me puse cachondo y empalmado pensando en mi HIJA!!!!

Aquella noche tuve que relajarme y estar un buen rato pensando en blanco, intentando olvidar todo lo que había pasado, y después de un rato bastante largo conseguí dormirme.

Al día siguiente, nada más levantarme, cogí la bolsita donde guardaba el tanguita y me fui para la cocina,  lo saqué de la bolsa y lo metí entre la lavadora y el canasto, haciendo ver que se habría caído allí. La bolsa la tiré a la basura y así me deshice de todo lo que habría hecho que me pillaran.

Los días iban pasando. Yo teniendo sexo como loco con mi mujer, casi todos los días. Pero siempre aparecía mi hija en mi mente. Parecía que era como una obsesión. Pero pude ir ocultándolo y olvidándome de ella.

Una tarde en el trabajo, un jueves, tuve que quedarme a acabar un trabajo que tenía que dejar sobre la mesa del encargado antes de las 8 de la mañana. Así que llamé a mi mujer y le dije que llegaría tarde, que me había salido unas complicaciones y tenía que quedarme. Que ya la avisaría a la hora que saliera. Sobre las 12 de la noche la llamé y le dije que me quedaban unas 2 horas tranquilamente, así que si quería podía irse a dormir.

Sobre las 2 y media acabé el trabajo. Se lo dejé en la mesa del encargado y me fui para casa. Al llegar estaban todos acostados durmiendo. Me dirigí a la habitación de mi pequeño Danny, estaba durmiendo tranquilamente, le besé en la frente, acabé de taparlo bien, le día las buenas noches y salí de la habitación.

Me dirigía a la habitación de mi hija, a darle las buenas noches. Realmente estaba muy nervioso. Cuando entré en la habitación, la vi ahí tumbada en su cama, como muchas otras noches en las que había llegado tarde. Pero nunca la había mirado como mujer, sinó como a mi hija. I aquel día no era mi hija, la miraba como a una mujer. Esta con la sabanita por las piernas. Tumbada de lado con la cara hacia a mí. En el otro lado de la cama tocaba la pared. Está en una forma como un 4, y llevaba su camiseta de tirantes escotada sin sujetador y unas braguitas. No pude evitar mirarle el escote durante un ratito y admirar esa belleza que tenía delante mío.

Empezaba a excitarme y notaba mi polla crecer dentro de mí. Estaba nervioso, aquello no estaba bien, me podía pillar mi mujer, o mi hija si se despertara, pero aquella situación de morbo me excitó aún más. Tenía la polla durísima, y no os engañaré!! QUERÍA FOLLARME A MI HIJA!! Lo deseaba!! Pero no podía, era mi hija. Así que intentando poner otra vez la mente en blanco, fui a coger la sabana con mis manos para taparla y salir de allí, cuando al tocar sus piernas, noté su piel suave. Era increíble como de aquella simple caricia había despertado tanto deseo en mi. Mientras pensaba eso, se ve que al rozarla, ella se movió y se puso completamente bocarriba.

Yo me asusté por si se despertaba y me pillaba allí, pero de momento no se despertó. Al poner bocarriba, pude contemplar la barriguita tan morenita y tan bonita que tenía, deseaba acariciarla. Y entonces fue cuando me fije en sus braguitas.. estaban algo mojadas y movidas.. y podía verle algo de vello púbico. Eso me excitó muchísimo más. Y no pude evitar pensar en aquel tanga que tan feliz me había hecho. Y baje mi cara hasta sus braguitas. Tenía mi boca a escasos centímetros de su entrepierna, y mi nariz se acerco a su vello púbico y empezó a aspirar. Ese olor tan reconocible que tan bien me lo había hecho pasar. En ese momento estaba poseído, quería follármela y que fuera mía, así que de golpe le puse la lengua encima de las braguitas.. notando su humedad y mi mano fue directa a aquellos pechos sin sujetador. Notaba en medio de mi mano su pezón, así que no pude evitarlo y se lo agarré con dos dedos, pellizcándolo un poquito.

En ese momento se volvió a mover, hizo un ruido extraño con la boca, como si fuera entre tos y un gemido. En ese momento separe mi lengua de ella, quité mi mano de su teta y vi como empezaba a abrir los ojos. Cogí las sábanas con mis manos, y mientras la tapaba, le decía tranquila preciosa, duerme, no pasa nada!! Ella medio abrió los ojos y me dijo: Vale papá, muy buenas noches y descansa tu tbm. La tapé le di las buenas noches, la besé en la frente y salí de su habitación. Más caliente que nunca y con una erección de caballo.

Me fui a la cama y allí estaba mi mujer. Me quedé en calzoncillos y me arrimé a ella poniéndole el bulto entre su culito y masajeándole las tetas. Se despertó y me dijo:

Si que vienes caliente hoy no?? A lo que le respondí, no te lo imaginas, te deseo cariño!!! Y empezamos a follar como dos locos poseídos, menos mal que tenía a mi mujer y pude saciar algo mi deseo, pero mi hija no salía de mi mente.

A partir de aquel día, ya empecé a buscarme escusas continuadas para poder llegar algo tarde a casa y buscar la situación de morbo y erotismo con mi hija. Al día siguiente que era viernes volví  a llamar a mi mujer poniéndole una escusa para llegar tarde y poder encontrarme con la misma situación del día anterior. Sobre la 1 y media o así ya estaba en casa, no podía esperar más y ya llevaba esperando mucho tiempo en la oficina.

Entré como de costumbre a la de mi hijo primero, le arropé como siempre, bueno algo más rapidito de lo normal, le besé en la frente y le di las buenas noches. Salí de su habitación y me dirigí excitado a la habitación de mi hija… Y cuál fue mi sorpresa… que al entrar…… No estaba mi hija!!! Era Viernes y se había ido de discotecas con sus amigas y no estaba allí en su habitación.

Hasta el lunes siguiente ya no podría volver a intentarlo, así que aquel finde se me hizo más largo de lo normal. Pero por suerte tenía a mi mujer para regalarme maravillosos momentos de placer!!

Por fin llegó el lunes, volví a forzar la situación para llegar tarde. Y cuando llegué lo primero que hice fue entrar a la habitación de mi hija, y la vi allí. Por fin hoy sí podría repetirlo. Primero entré a la de mi hijo, la arropé, le besé y le di las buenas noches. Y me fui ya medio excitado y con la polla dura hacia la habitación de mi hija. Y allí estaba ella, igual de sexy que siempre, con su camisetilla de tirantes sin camiseta y sus braguitas.

Esta vez fui directo a su coñito, se lo acaricie por encima de las braguitas, luego le pase un dedito por dentro de las braguitas notando sus labios vaginales. Ella hizo el gesto de despertarse, así que la saqué rápido, la tape, le di las buenas noches y me fui para mi cama, contento con lo que había pasado.

Así fueron pasando unas 3 semanas… Llegando de 2 a 3 días tarde a casa para encontrarme con mi hija. Cada día me sentía más y más agusto. Y cada día subía el morbo al hacerle cosas nuevas. Un día le pasaba la punta de mi polla por sus braguitas… otro día le pasaba la lengua por dentro de sus braguitas.. otro día le pasé la punta de mi polla por dentro de sus braguitas.. y hasta un día me atreví a pasarle la puntita de mi polla por sus labios, por su boca, dejándole juguitos míos entre sus labios.

Uno de esos  días después de venir del trabajo, llegando tarde a casa, ya casi como norma general, y excitado por lo que me esperaba, me dirigí a la habitación de mi hija directamente a ver si estaba o no, al verla allí, fui como siempre a la de mi hijo, le hice su ritual y salí con ganas de encontrarme a mi hija. Cuando me planté delante suyo, algo me llamó la atención… Estaba tapada hasta la barriguita, y no llevaba su camiseta de tirantes, llevaba un top que solo le cubría las tetas. Estaba más sexy que nunca.

Pero cuando me dirigí a bajarle la sabanita para poder acariciarle aquel coñito que ya me tenía loco, me llevé una gran sorpresa. Estaba durmiendo sin braguitas y se había depilado el vello púbico, se le veían algunos pelillos, supongo que por la inexperiencia de depilarse, pero aquello me dejó muy caliente…

Empecé a acariciárselo con mi dedo, por encima de sus labios vaginales..bajé mi boca a pasarle la lengua por encima de aquellos labios como siempre había hecho, pero esta vez depilada, así que por primera vez pude meterle un poquito más la lengua dentro de su coñito, a lo que mi hija respondió con otro “entre medio suspiro y media tos”, así que le volví a subir la sabana y sólo le deje fuera de la sábana la cara. Ella continuaba durmiendo, no se había despertado, así que decidí para despedirme por aquella noche, volver a pasarle la polla por su boca. Me saqué la polla ya dura de mis calzoncillos y se la empecé a pasar por esa boca, por esos labios que iban recogiendo mi flujo pre seminal.

Yo estaba súper caliente y excitado, con la polla durísima, notando sus labios en mi puntita, cuando de repente deje de notar sus labios en mi polla. Algo estaba fallando, yo estaba con los ojos cerrados disfrutando de esa situación, cuando de golpe dejé de notar esos labios. En el tiempo de abrir los ojos, volví a notar esos labios en mi polla.. pero esta vez ya no era en la puntita, era más adentro. Y cuando abrí los ojos del todo vi a mi hija, con mi polla en su boca, con una mano en mi polla tbm, masturbándome y chupándome la polla como una autentica puta.

En ese momento se me olvidó que era mi hija, sólo la veía como a una mujer.. así que mientras ella me la estaba chupando, yo volví a bajarle la sábana y empecé a masturbarla con mis dedos… Estaba masturbando a mi hija mientras me hacía una de las mamadas más sabrosas y más excitantes que recordaba que me hubieran hecho.

Mi hija sacó mi polla de su boca, se puso de rodillas en la cama, se abalanzó sobre mí, y me dio un morreo con lengua como si fuera su novio. Se separó y me dijo al oído:

LAIA : Papá te quiero mucho, y desde hace dos semanas he estado despierta mientras me hacías esas cositas que me encantaban tanto..

Yo rojo como un tomate, tanto por la misma situación como por lo que había dicho mi hija de que estaba despierta estas 2 últimas semanas mientras le metía mano, no sabía bien dónde meterme y le respondí:

YO: Lo siento hija, siento habértelo hecho, no tendría que haberlo hecho, pero realmente eres preciosa y te deseo. Y desde que me masturbé con tu tanguita.. No te he podido sacar de mi mente…

LAIA: Con que eras tú el que tenía mi tanguita?? Y te masturbaste con él? Pensando en mí??

YO: Sí Laia!! Eres una mujer hermosa, aunque cuando lo hice pensé que eran de tu madre, pero cuando me enteré que eran las tuyas me puse nervioso pero me excité muchísimo, y hasta aquí he llegado por mis deseos de tenerte!!

LAIA: Papá a mí también me ha gustado mucho lo que me has hecho estos días, así que quiero que seas tú el que lo haga conmigo la primera vez!!!

YO: Eres virgen? Aún no lo has hecho?? Pero si me has chupado la polla casi mejor que tu madre!!!

LAIA: Porque eso se lo he hecho a mi novio varias veces, pero aún no lo hemos hecho, hemos estado a punto, pero desde que noté el primer día tus jueguecitos, sólo quería hacerlo contigo!!

Diciéndome esto, cogió mi polla con sus manos y volvió a chupármela. Estaba en el paraíso, le cogí por la cabeza y empecé a acompañar su cabeza con mi mano. Al rato separó de nuevo su boca y me dijo:

LAIA: Fóllame papá!! No puedo más!! Deseo tener esa polla dentro de mí!!!

Así que tumbé a mi hija boca arriba y yo me desnudé. Me tumbé encima de ella, y mientras le besaba por el cuello y le acariciaba las tetas, con mi mano le fui encarando mi polla hasta su coño, hasta que noté como mi polla quedaba en la entrada de su coño. Le pregunté si estaba preparada, me dijo que sí, y empecé a hacer fuerza para metérsela. Ella gemía y me repetía : Me duele, me duele mucho, pero no pares, sigue papá!!!

Yo continuaba empujando, pero no entraba, costaba mucho, así que se la saqué y me puse de manera que tenía su coño a la altura de mi boca. Empecé a pasarle mi lengua por sus labios vaginales, y metiéndosela poquito a poco más y más dentro, mientras ella iba arqueando el cuerpo buscando el placer. Cuando noté su primer orgasmo en mi boca. Menuda corrida, que me tragué sin pensarlo y seguí con mi lengua en su coñito.

Luego la subí un poco más hacia su clítoris, y a la vez que jugueteaba con su clítoris en mi lengua, le iba metiendo poquito a poco un dedito más y más adentro, luego fueron dos y ya luego fueron tres. Que entraban y salían cada vez más fácilmente. En un momento mi hija me dijo que estaba a punto de correrse por segunda vez. Así que separé mi lengua y mis dedos, me puse sobre ella, y le apunté la polla contra la entrada de su coñito, ya muy húmedo. Mi polla empezaba a entrar dentro de su coño, mientras yo le acariciaba las tetas y besaba su boca, cuando noté sus manos en mi culo y me dio un apretón hacia ella que consiguió metérsela entera hasta el fondo, dando un pequeño chillido, algo fuerte para mi gusto, pq podrían despertarse mi hijo y mi mujer.

Pero ya tenía la polla dentro y no iba a parar aunque me pillara el mismísimo Papa de Roma!! Cuando empecé a sacársela para empezar con las embestidas, ella me agarró por el culo y me dijo:

LAIA: Papá por favor, no me la saques aún, me gusta sentirla dentro!!

Así que volví a meterle el trocito que había empezado a sacar y se la volví a dejar adentro de todo. Mientras la tenía dentro, ella empezaba movimientos sensuales, notándola en cada rincón de su interior, se notaba que estaba pasándolo bien, cuando escuché: Fóllame!!

En ese momento no lo dudé y se la empecé a sacar y meter como si fuera mi mujer!! Estaba follándome, ahora sí, a mi hija!!!!  A los 5 min le dije que no podía más, que tenía que parar porque estaba a punto de correrme, a lo que ella me respondió:

LAIA: Yo también papá, y ahora no quiero que pares!! Córrete dentro!! Llevo 2 semanas tomándome las pastillas esperando este día!!

Así que continué con mi mete saca, notando como ese coñito estrecho, apretaba más mi polla y me daba una sensación increíble. En ese momento noté como ella se medio desmayaba al sentir el orgasmo y yo al momento la inundé con mi semen dentro de su coño. Fue una corrida brutal dentro de aquel maravilloso coño, nos quedamos abrazados, mirándonos con mi polla aún dentro de su coño, mientras se iba volviendo a su estado natural. Y estábamos besándonos mientras.

Cuando ya dije que tenía que irme a la ducha y que teníamos que parar para que no nos pillaran. Me levanté y me puse a coger mi ropa del suelo, cuando mi hija encendió su luz de la mesita para ayudarme a recogerla toda. Y allí estaba ella tumbada, casi desnuda, goteándole semen por el interior de sus muslos y con una pequeña mancha de sangre en su piel y su sábana. Me miré la polla y también la tenía llena de sangre, y parte de mi barriga.

No cabe duda de que la desvirgué aquella noche. Me fui para la ducha, me duché y fui para la habitación de mi mujer que estaba allí dormida, me eché a su lado, la abracé por detrás y le dije el te quiero de todas las noches. A lo que ella me contestó:

SARITA: Que?? Te acabas de follar a nuestra pequeña Laia verdad?

YO: Sí, llevo unos días que no paro de excitarme con ella, y no he podido parar hasta que por fin hoy lo he conseguido…

SARITA: Eres un cabrón!!! La próxima vez avísame y no te la quedes para ti solito….

Hasta aquí llega el relato de hoy. Espero que os haya gustado y pediros perdón al que le haya parecido largo, no era mi intención, pero he ido escribiendo disfrutando y no me he dado cuenta que ha salido un poco largo. Espero comenten si les ha parecido bueno o malo, para poder seguir escribiendo más a vuestro gusto, y me gustaría que me dijeran las cosas que no os gustan para poder corregirlas. Por todo lo demás muchísimas gracias por leerme!! Él último relato con mi suegra, ha superado ya los 40.000 lectores, y estoy súper nervioso y súper contento. Así que muchas gracias a todos!!

Especialmente a los autores que me van comentado, que son maravillosos, gracias a ellos sigo escribiendo, porque un comentario, aunque parezca una chorrada, hace mucha ilusión a la persona que escribe. Así que desde aquí un saludo muy especial a:

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