El tamaño importa y el grosor también
Conoí a Alex y me aficioné a los penes anchos.
Voy a contar una aventura que me ocurrió hace no mucho tiempo.
Era sábado. Quedé con una amiga (Sandra) para cenar. Cenamos juntas y nos fuimos a tomar algo a un pub en el centro. Estuvimos charlando un rato y Sandra compartió miraditas con un hombre bastante atractivo de unos 30 y tantos. Este hombre iba acompañado de otro de la misma edad. No muy guapo ni atractivo. Era un poco rellenito pero no gordo. Al cabo de un rato se acercaron y comenzaron a charlar con nosotras. Yo sabía que a Sandra ese hombre le gustaba así que charlaron entre ellos enseguida. No tenía más remedio que charlar con su acompañante. Se llamaba Alex. La verdad es que era muy gracioso y me lo pasé bien. Después de un rato, Sandra y su nuevo amigo se despidieron y se fueron juntos. Me quedé sola con Alex. Nos lo pasábamos bien. Siempre bromeaba con que acompañaba a su amigo y nunca ligaba él. Decía que se contentaba con que luego le contara lo que habían hecho o que le dejaban mirar. Claro era una broma. Bromeaba con que esperaba a última hora para encontrarse con la última desesperada.
La cuestión es que me tenía que ir y así se lo comuniqué.
_ Bueno, pues nada, dijo él. Yo me quedo a ver si pesco a la más fea desesperada dentro de un par de horas. Es que hoy tengo ganas de ya sabes. Jajaja.
El caso es que me dio pena, no sé porque y además me lo estaba pasando bien. Ya no le veía tan feo.
_ Bueno,…. Y si me invitas a mí a tu casa.
Hubo un silencio. Se echó a reir.
_ Nooo me lo creo. Dijo.
_ Pues nada le dije. Me voy entonces.
_ No, no espera pago y nos vamos.
Estaba algo nervioso. De camino me dijo que no se lo podía creer. Hoy no he ligado con fea.
Llegamos a su casa y me preparo un gin tonic. Lo tomamos sentados en el salón.
Al cabo de un rato se lanzó a besarme y me dejé.
Me besó los labios y fuimos más allá con un beso de lengua. Le desabroché la camisa y le besé el cuello y bajé hasta su pezón. Lo lamí.
Mientras me desabrochó la cremallera del vestido que llevaba.
Me puse de pie y me dejé quitar el vestido. Me quedé en sujetar, bragas y medias. Se quitó la camisa. Le desabroché los pantalones y se los bajé . Se quedó en calzones con un bulto.
Me lancé a su pezón y descendí con mi lengua hasta el estómago. Le bajé los calzoncillos y apareció. Un pene normal de largo pero descomunalmente grueso. Eso me excitó mucho. Sentía picores allí abajo.
Pasé la lengua alrededor de su polla. Yo creo que palpitaba. La punta estaba humeda de excitación. Pasé la lengua por la punta. Noté esa textura suave y ese sabor un poco amargo. Abrí la boca y me la metí en la boca. Era muy gorda. Me llenaba toda la boca. Como no era muy larga me la metí entera pero gruesa era mucho y notaba la boca llena.
Me tumbó en el sofá. Me bajó las medias, me las quitó y me quitó las bragas. Hundió su cara contra mi coño. Notaba el aire de su respiración caliente en mi coño. Me succionaba el coño con ansia. Me atrapaba el clítoris entre sus labios y succionaba. Yo gemía de placer. Tenía el coño empapadísimo así que debió tragar mucho líquido. Me abría con su mano los labios y metía su lengua en mi coño. Me metía lengua y me follaba con ella.
De repente acercó su pene a mi clítoris y me masajeo con él. Me excitaba mucho. Hizo un movimiento y me clavó su polla dentro. Me llenó el coño de polla. Era tan gruesa que me sentía llena.
_ Qué buena estás. Me decía. Joder qué coño más caliente y húmedo. ¿Te lo lleno?
_ Si le dije. Qué polla tienes.
Eso le debió animar porque comenzó a decirme cosas burdas que me ponía más cachonda.
_ Te gusta mi polla eh? La quieres dentro?
_ Siiii
_ Mira cómo te lleno el coño de polla.
Mientras me sobaba los pechos. Yo gemía cada vez más. Tenía el interior de los muslos empapados.
_ Uffff me voy a correrrrr
_ Yaaa? Le dije.
_ Siiii.
La sacó de golpe tan desesperado que mientras salía comenzó a soltar esperma. Me lleno el vello púbico de leche. Me dio mucho morbo pero estaba muy cachonda.
Espera, dijo de sopetón. Así no te quedas. Se lanzó con su boca a mi coño y me lo succionó, lamió, de todo hizo. Se tragó su propio semen.
Me puse de tal manera que me introduje su polla flácida en mi boca mientras me comía el coño. El 69.
Mientras aceleraba el ritmo. Su polla comenzó a hincharse en mi boca. Que suave era la piel de su pene, que gruesa. Me excito de recordarlo. Al cabo de un rato, gritó: me voy a correr. Pero yo no me aparté y continué con su polla en mi boca. Comenzó a retorcerse y a descargar en mi boca. Qué rica leche. Notaba las pulsaciones de su orgasmo mientras sus sacudidas envianban leche a mi boca. Continuó chupando mi coño hasta que me corrí de gusto mientras con su dedo me frotaba el clítoris.
Nos quedamos tendidos un rato.
Estaba de espaldas a él. Habían pasado bastantes minutos cuando noté su polla por detrás. Ahuequé las piernas y me la metió en la vagina pero por detrás. Me empujaba con su cuerpo y su polla me llenaba el coño. Se oían los gemidos en mi cuello mientras empujaba sosteniéndome por la cintura. Mientras me masajeaba el clítoris con su mano. De pronto gimió más fuerte. Me voy a correr. La sacó y me inundó el trasero de esperma aplastando su pene contra mi mientras me masturbaba y llegaba al orgasmo.
Ufff fue fuerte.
Con Alex he quedado alguna vez más. Cada vez lo hacemos con más soltura. Su nueva meta es hacérmelo por detrás.
Espero, os haya gustado.