El tamaño importa - 3

Menudas vacaciones con las vecinitas rubias, increíble. Ni en los mas maravillosos sueños sobre las vacaciones se hubiese imaginado Dani lo que viviría esos días...

El tamaño importa - 3

Esa noche en la disco cuando me dejaron solo, intente ligar con alguna chica, pero no hubo manera, solo aguantaban conmigo cinco minutos, después de forma sistemática recordaban que tenían algo urgente que hacer dejándome tirado. Lo que hacía entonces es no desanimarme y volver a ponerme en posición de buscar una nueva presa, como digo, era un completo desastre, y para terminar de arreglarlo mis dos nuevas amigas inglesas pareció que no perdieron detalle de mis intentos. A la hora de irnos, cuando íbamos por la calle de camino al hotel, ambas me sometieron a toda una batería de preguntas incomodas, de hecho a cual más incomoda sobre lo que hable o deje de hablar con mis intentos fallidos, partiéndose de la risa cuando se lo conté.

Las dos decidieron que al día siguiente volveríamos a la discoteca para que yo ligara, y ellas se encargarían de asesorarme. Si os digo que me hizo gracia mentiría, más que nada porque se enteró mi hermanita al día siguiente y para qué queremos más con el cachondeo. No os cuento que forma de pincharme con ello, a tal extremo llego que me enfade de verdad y tuvo que venir al rato a disculparse, podéis creerme si os digo que para que mi hermana retroceda en algo conmigo, es porque ya tengo que estar enfadado con ella, pero enfadado, muy, muy enfadado, de no ser así se limitaría a dejar que pasase y las aguas volviesen a su cauce.

El resultado es que mis padres se marcharon por ahí como todas las noches, y antes de que supiese qué coño era lo que pasaba, me encontré con mis dos rubias junto con mi hermana eligiéndome la ropa, mi hermana se apunto en plan serio a modo de disculpa por el cachondeo anterior, que era justo lo último que quería yo allí, a mi hermana, de modo que la mande a divertirse con sus amigas tras darla el besito de "te perdono, no pasa nada" de rigor entre nosotros. El problema es que la ropa que ellas me eligieron era perfecta, pero insistieron en una ropa interior que no me pondría jamás con ella, ya que dejan a mi primo excesivamente suelto y eso en una discoteca con tanta tía buena es muy peligroso, seria ya lo único que me faltase, ir con una carpa impresionante para intentar ligar.

Al final no me quedo otra que hacer lo que me dijeron, pero como se tuvieron que salir para vestirme ya que me puse en plan ultimátum, cambié el bóxer que ellas querían que me pusiese, por otro tipo de ropa interior que me la tendría bien sujetita si le daba por despertarse, algo que estaba seguro que sucedería. Con unos bóxer mi amiga va suelta, con unos slips la puedo llevar hacia abajo de modo que si me empalmo el mismo slip la sujeta tranquilita y sin dar el espectáculo. Cuando estuvimos listos nos fuimos de nuevo hacia la discoteca, pero esta vez parece que al saber mi hermana que íbamos a ir allí, tanto ellas como sus amigas decidieron probar suerte en un sitio donde no tuviesen a nadie para controlar lo que hiciesen, algo de lo que no sabéis bien como me alegré.

Como primera práctica me mandaron a por una chica de pelo castaño y bastante mona, un record, seis minutos y medio antes de que se largase de mi lado con una gran sonrisa y cara de estar pensando que era medio imbécil. Cuando conté lo que dije y como entré, se desternillaban de risa las dos. Entonces decidieron darme una serie de consejitos sobre cómo abordar y como hablar con una chica para interesarla sin que salga corriendo de mi lado a los cinco minutos. Esta vez fue un éxito, aguanto a mi lado quince minutos de amena conversación y risas, justo hasta que apareció su novio con cara de pocos amigos al vernos juntitos. Su novia le explicó y algo se suavizo la cosa, mas aun cuando mis dos rubias vinieron al rescate, dándome un pico cada una, pidiéndome disculpas por haber tardado en llegar.

Lo cierto es que eso si estuvo divertido de verdad, porque fue el punto de inflexión, cuando llegaron las dos a por mí. El chico las miraba que parecía que quisiese comérselas, las dos al verlo se pusieron de lo mas melosas para disgusto ahora de la novia, lo malo fue cuando Angy, la más mayor de las dos, aunque solo por un año, le dio por pasarme su manita por donde mi primito debería de haber estado de ir con el bóxer y no lo encontró. No dijo ni media, pero se las apaño para meter la mano por mi bragueta y dar con el en todo su oculto esplendor. Creo que fue la conversación más vergonzosa de mi vida la que tuve con ella, me miro muy sorprendida y me preguntó…

  • ¿Veinte?

  • Por ahí, –dije tragando saliva y cortado como no os hacéis idea, sin saber muy bien ni porque había contestado siquiera.

  • ¡¡Joder!! -no pudo reprimir la exclamación.

  • ¿Que pasa Angy? -dijo Pam

  • Que Dani nos ha estado ocultando cosas,

  • ¿Cosas?

  • Si, de unos veinte centímetros, puede que incluso más… -me miro divertida para añadir mientras tocaba a conciencia-, no, seguro, mas de veinte, y muy gordita por lo que noto.

  • ¿Tu nos has hecho eso Dani? ¿Nos has ocultado semejante maravilla? –preguntó Pam, pasándose la lengua por los labios con una pinta de viciosa que acojonaba.

No os digo la cara de tomate que tenía que tener con la conversación, sobre todo porque de repente parecía que la chica y su novio no existiesen, pero seguían allí y muy pendientes de toda la conversación, pero que muy pendientes, sobre todo ella. Aclarándome la garganta y sacándole la mano a Angy de mi bragueta, momento en que los otros tres se dieron cuenta de porque había dicho esta aquello, dije que esos eran temas privados para tratar en otro lugar, y no allí. Después de eso de lo de ayudarme a ligar se olvidaron las dos, es más, nos separamos de la parejita muy rápido, las dos tiraron de mi llevándome con ellas a un sitio mucho mas intimo que pensé era para poder hablar, ingenuo de mi. Por cierto que la chica en cuestión no pareció perderme de vista mucho que digamos, pese a estar con su chico, o eso fue lo que una de ellas dijo por lo menos.

Cuando estuvimos aparte y pudimos hablar más o menos tranquilos, Angy, lo primero que hizo fue preguntarme el porqué de no ponerme la ropa interior que ellas me dijeron, contestación mia obvia, que porque si me ponía eso que ellas querían con el pantalón que llevaba, en cuanto me empalmase iba a ser un escándalo. Si la vez anterior fue Angy, en esta ocasión fue Pam quien metió la mano para ver el material que ocultaba mi pantalón de ese modo, también por cierto, se quedo bastante asombrada con lo que tocó. Entonces pasó lo que yo pensé que era una suerte, apareció mi hermana con sus amigas, prima de estas dos incluida, pero que lejos de ser una suerte y poder dejar de lado el asunto, creo que fue en si el empujoncito que selló el resto de mis días de vacaciones…

  • ¿Quien? -preguntó Angy

  • ¿Quien qué? -repuse sin entender nada

  • Tu, al fin y al cabo lo "viste" la primera, yo mientras me encargo de estas -contesto Pam con voz maliciosa señalando con un leve gesto a mi hermana y sus amigas.

  • Vale, anda Dani, vente conmigo cielo,

  • ¿Adónde?

  • Tú no preguntes y vente, te aseguro que no te vas a arrepentir, -dijo Angy con la voz cargada de promesas.

Tras esta conversación de la que no entendí nada, o más bien no quise hacerme ilusiones con lo que creía entender, me fui de la disco con Angy, y por la dirección vi que nos dirigíamos directos al apartahotel donde nos alojábamos. Cuando le dije que aun era muy pronto para irnos a dormir, ella me dijo que tenía toda la razón en eso, y que por ese mismo motivo no íbamos a irnos a dormir aun. Cuando entramos en el apartahotel me cogió de la mano en cuando hice amago de irme hacia mi apartamento, y me llevo directamente al suyo, haciéndome entrar delante en el, supongo que para evitar que me pudiese echar atras.

Una vez dentro no se anduvo por las ramas y directamente me hizo pasar a la habitación grande, en la que estaba la cama de matrimonio, cuando me di la vuelta Angy se estaba desnudando y muy tranquila me dijo que hiciese lo mismo, que esa noche además de clases de ligue, iba a recibir clases de sexo, todas las que fuese capaz de aguantar hasta que llegaran las demás y tuviésemos que dejarlo, aunque para eso según ella, aún quedaban más de tres horas. Cuando me iba a quitar el pantalón Angy me lo impidió arrodillándose desnuda ante mí, ella misma fue quien me lo bajó junto con el slip, sujeto ambos a la vez, me miro a los ojos y tiro de ellos, dejando salir disparada mi polla al verse privada de su sujeción. Entonces bajo la vista, vi como se la comía con los ojos cuando pareció en todo su esplendor ante ella.

Lo de comérsela con los ojos le duro poco, ya que a los pocos segundos en lugar de los ojos, ya estaba empleando su lengua y su boca en dicha acción. Se metió casi media polla en la boca hasta que le dieron arcadas y no pudo mas, luego se la sacó. Cuando recuperó el resuello se entretuvo chupándomela y lamiéndomela todo a lo largo del tronco, ensalivándola bien ensalivada, ya que según ella misma, se moría de ganas de tenerla dentro, pero primero debía de prepararla y prepararse para poder metérsela. Intentó lo de todas las demás, tenderme en la cama y ser ella misma quien empezase a metérsela para de este modo controlar la entrada en su coño, solo que esta vez no lo permití. Me revolví contra ella, que terminó debajo de mí sobre la cama, abierta de piernas y con la cabeza de mi polla entrando lentamente en su coño, muy despacio, mientras ella gemía y daba grititos al sentir como la iba abriendo lentamente.

Cuando tuve la mitad de la polla en su interior, empuje de un solo golpe hasta el fondo, lanzando un grito, al que le siguieron varios más cuando empecé a moverme con fuerza y rápido dentro suyo. Se aferro a mí con todas sus fuerzas mientras recibía embestida tras embestida por mi parte. Solo unos minutos después rotamos, me hizo rodar para quedar encima de mí, se incorporó en el acto y empezó a moverse rotando las caderas, subiendo y bajando a un ritmo también bastante fuerte. Cada vez gemía más alto, estábamos casi apunto cuando se descabalgo de mi, pidiéndome cambiar de postura por el cansancio.

Vi como se incorporaba y se ponía a cuatro patas encima de la cama, como se agarraba con fuerza al cabecero moviendo el culito mientras me miraba con una cara de golfa que no os imagináis. Dirigí mi polla de nuevo a su coño, metiéndosela otra vez de un solo golpe, haciendo que de nuestras gargantas escapase un gemido de placer. Por mi parte, en esa posición sentía mejor aún como su coñito estrujaba mi polla a placer, era increíble. Estuve dándola con todas mis fuerzas hasta el momento de corrernos ambos y caer sobre la cama, medio muertos, jadeantes, agotados. Angy se incorporó un poco…

  • ¿No pensaras que con esto ya esta, verdad?

  • No, aún tengo fuelle para mas, pero podremos descansar un poquito, ¿no?

  • Jajajajajaja, si, mejor será que recuperemos fuerzas, aunque parece que tu polla no esté muy de acuerdo con eso -dijo mirando como poco a poco volvía a alzarse

  • Ya, pero es que ella piensa sola, esa no está cansada, lo que está cansado es el resto de mi cuerpo.

  • Jajajajajajaja, eres muy gracioso Dani, pero también eres un buen tío, créeme que cuando Pam y yo terminemos contigo serás todo un conquistador.

  • Segura de eso, ¿no será que lo que quieres decir es que cuando terminéis conmigo quedare para el arrastre? -dije en tono malicioso

  • Bueno, eso también, que esta -dijo cogiéndome la polla- tiene que darnos muchas alegrías en estos días de vacaciones que quedan, -se la metió en la boca.

No os digo lo que sentí otra vez según se la metió en la boca. Esta vez hice que se moviese de forma que nos situásemos en forma de hacer un 69. Nada más tener su coñito a mi alcance me entrega con entusiasmo a lamérselo, a degustarlo, a conseguir que se derritiese de placer con mi lengua. Era la primera vez que me volvía a comer un coñito desde que deje de estar con Gloria, tanto Maite como sus amigas lo único que querían era polla, o polla a lo bestia, pero nada de caricias de ningún tipo, solo follar, metérsela hasta el hígado y follar hasta quedar reventadas a pollazos.

Con Angy confirme que una de las cosas que más me gustaban, era lograr que una chica se derritiese viva solo con mi lengua, sin necesidad de tener que usar mi polla, conseguir que se corriese a lo bestia solo con mis manos y lengua. Angy se corrió como una loca, dando auténticos alaridos mientras se convulsionaba un poco cuando alcanzo el orgasmo. Tenía la lengua medio dormida por el constante movimiento a que le había sometido dentro del coñito de Angy hasta que se corrió, y luego con el lamer los jugos que escapaban de su sexo en medio de su corrida.

Mi polla sigua alzada en su máximo esplendor y toda congestionada por la mamada inacabada de Angy. Llego un momento en que no pudo evitar dejar mi polla tranquila para limitarse a recibir las sensaciones que su sexo le transmitía por culpa de mis dedos y mi lengua, no podía hacer otra cosa que gemir. Cuando se medio recupero intento seguir sin que yo se lo permitiese, lo cierto es que había estado apuntito de conseguir que me corriese por segunda vez, pero por fortuna no lo había conseguido, con lo que ahora estaba a mi merced.

Dada la hora que ya era me decidí por lo más obvio, follàrmela en la ducha. La puse contra la pared mientras abría el agua, mientras esta caía sobre nosotros le introduje de nuevo mi polla por el coño de un solo empeñon, arrancándola un nuevo gritito, pese a haberme tenido ya dentro un buen rato durante la noche. Estuve dándole de nuevo todo lo que pude mientras nos mojábamos. Me pegué contra su espalda, pasando uno de mis brazos por su cintura y otro por su hombro mientras seguía fòllandomela, ella volvió la cabeza y busco mis labios con los suyos. Fue genial, también era de las pocas veces desde que lo deje con Gloria que follaba con alguien con quien me besaba sin problemas o sin que me rechazase. Solo unos minutos después terminamos corriéndonos ambos de nuevo, terminando de ducharnos luego entre risas y juegos.

Después de eso me fui directo a nuestro apartamento, llegue a meterme en la cama unos quince minutos antes de que regresase mi hermana de su noche de diversión. Por el cachondeo que se trajo conmigo al día siguiente sobre que me había tenido que volver malito de la tripita supuse que Pam se inventaría algo para justificar las ausencias de Angy y la mia. Por una vez los puyazos de mi hermana me la sudaban, era de esas ocasiones en que me importaba un pimiento lo que pensase u opinase sobre algo. Yo había estad encantadísimo de la vida con haberme puesto "malito" y poder volver corriendo a casita.

La siguiente noche Angy también se las apaño para ser ella quien se fuese conmigo a su casa a volver a follar, pero la tercera no coló, en esa ocasión Pam no se despego de mi para nada, siendo los dos los que nos fuimos mientras Angy se quedaba controlando que su primita o mi hermana no regresasen antes de tiempo y nos sorprendiesen en plena juerga. Pam era tan explosiva y ardiente como Angy, pero quizá por aquello de que su amiga había estado ya dos noche conmigo quiso hacer algo diferente, después del primer polvazo me pregunto si con Angy lo había hecho por detrás, ante mi respuesta negativa se levando al servicio de donde regreso con un botecito de lubricante, y no, no pregunté por ello, suponía lo que quería de mi.

Estuvo muy pacientemente explicándome como hacer para que le dilátese bien el culito antes de metérsela por él, entre sus consejos y los que ya me dio mi vecina Gloria en su día, se puede decir que me fui perfeccionando con esto. Cuando entró el tercer dedo haciéndola gemir, estuve moviéndolo un poco dentro de su culito junto con los otros dos, entonces Pam consideró que ya estaba suficientemente dilatado para recibir la visita de mi polla. Aun así, note como su esfínter se oponía a la invasión, teniendo que hacer algo de presión en serio para forzarlo, haciendo que de los labios de Pam escapase algún que otro gemidito ahogado de dolor, también algún que otro comentario cuando sintió como le abría el culo de ese modo…

  • Uhmmmm, cabròn, tres dedos enteros hasta dentro y aun así todavía casi me lo rompes, joder que polla tienes, me estas matando, ¡¡¡AUHHHH!!! ¡¡¡QUE POLLA CABRONAZO, QUE POLLA!!!.

  • Si quieres te la saco –dije irónico.

  • Y te mato, si haces tal estupidez te mato, ahhhhhhhh, joderrrrrr, que gustazoooooooo,

Cuando empezó a gozar de tener mi polla dentro, fue cuando empecé a moverme despacio para ver cómo reaccionaba a mis embestidas. Únicamente necesite que empezase a gemir y a dar grititos de placer, a pedirme más, para yo iniciar movimientos más contundentes al moverme. Empecé a follàrmela cada vez más fuerte, y cada vez más rápido, quería que se corriese y correrme yo en el interior de su culo. Pam estaba tendida sobre la mesa del salón, que tenía una altura perfecta, me dejaba su culito en una posición envidiable, dudo que de buscarlo hubiésemos encontrado un sitio mejor que ese. Cuando por fin nos alcanzó el orgasmo haciéndonos gritar y gemir de placer a ambos, escuchamos tras de nosotros unas palmadas. Ni nos molestamos en mirar, ya que nada más salir el primer bravo de su boca supimos que era Angy que ya había vuelto. Tras recuperarnos, esta vez tuve que volver a casa sin poderme duchar siquiera, ya que habíamos tardado más de la cuenta los dos. En esos días entre ambas me enseñaron como sodomizar a una mujer y a la vez usar una mano para follarla el coño con incluso hasta cuatro dedos mientras usaba el pulgar para machacarle el clítoris, para de ese modo conseguir que las dos tuviesen unos orgasmos increíblemente fuertes.

Los dos días siguientes me exprimieron entre las dos bien exprimido, ya que se empeñaron en montarnos tríos, en los que tuve sesión Anal con ambas de obligado cumplimiento, y por lo que me dijeron, más me valía darles la talla, a lo que por cierto no me negué. Con todo esto con ambas y oír lo de por la cuenta que me traía, poco a poco aprendía a medir mis fuerzas para conservarlas en lo posible en vistas a aguantarles. Los dos días con las dos resultaron devastadores para mi, acabe medio muerto del cansancio. El siguiente creo que con el fin de darme un poco de tregua, decidieron que volveríamos a la discoteca para que ligase, o que al menos lo intentase. Lo malo fue que esta vez me tocó ponerme exactamente lo que ellas dijeron, como estábamos solos en mi casa, y después de follar lo de vernos desnudos no nos preocupaba mucho que dijéramos, estuvieron conmigo hasta que termine de vestirme. Con solo unos bóxer bajo el pantalón, era consciente de que como me empalmase, se notaria la tienda de campaña si o si.

Siguiendo sus instrucciones entramos en un local y me situé a solas en una esquinita de la barra, mirando tranquilamente a la parroquia, comprobando que chicas iban solas, o solas pero únicamente con amigas y cuáles no. Después y siguiendo de nuevo mas consejos de ambas, intente discernir de entre las posibles, quienes parecía que tuviesen interés en salir de allí con alguien, o al menos de ser receptivas a los intentos de ligué de algún chico. Acerté con mi blanco a la tercera intentona, las dos primeras se saldaron con sendos fracasos. El primer intento fue total y absolutamente desastroso, me mandó a freír puñetas a los dos minutos, la segunda resultó que tenía el mismo tipo de interés sexual que yo y ambos mirábamos a las mismas presas, lo que se saldó con un fracaso divertido, separándonos entre risas y deseándonos buena caza mutua.

Por fin con la tercera di en el blanco, era una chiquita jovencita de pelo castaño y mirada picara. Me situé junto a ella mientras pedía y entable conversación en voz baja, haciendo alguna gracia con la que logré arrancarle una sonrisita de diversión. Cuando siguiendo las instrucciones de mis profesoras empecé a pincharla con cuidado, ella me siguió la corriente devolviéndome algún que otro pinchacito también. En un momento dado me dijo que se tenía que volver con sus amigas, que porque no me iba con ella y me las presentaba, fue entonces cuando emplee la artillería tal y como me indicaron mis estimadas rubias, aunque debo de confesar que yo más me esperaba un guantazo que otra cosa con lo que iba a hacer, pero bueno, probé…

  • Me gustaría ir, pero en estos instantes me es imposible, -le dije.

  • Ahhhh, entiendo, estas esperando a algún amigo o amiga, ¿no?.

  • No exactamente, es un problema con un amigo, si, pero no lo que piensas, -me incline hacia ella bajando el tono de voz- ven, acércate.

  • ¿Que te ocurre? –repuso.

  • Pues que con todo el cachondeo, tengo un amigo que se ha despertado y daría un espectáculo, -me miro con sorpresa.

  • Jajajajaja, ya será para menos, solo inclínate un poquito y ya.

  • Que no, que de verdad que no, que se notaria enseguida, – la voz me salió apurada- que esto no lo tengo nada fácil de ocultar.

  • Jajajaja, ¿pero tan grande es? -dijo divertida- ¡¡venga ya!!, anda que no eres fantasma.

  • Mira y toca -por sorpresa le cogí la mano poniéndola sobre mi polla- ¡¡que!!, es o no es como para que se me note si me levanto, ¿dime?.

  • Pero qué coño… -se exalto un poco haciendo ademan de retirarla.

  • Tranquila que nadie puede ver lo que haces, lo tapamos todo entre los dos al estar hablando tan juntos, -parece que la convenció porque la regresó un poco reticente, aunque senseguida empezó a mover la mano a lo largo de mi polla.

  • ¡¡¡Joder!!!, ¿tío, todo esto es tuyo? -vi que me miraba con los ojos muy abiertos.

  • No, de mi primo, que me prestó también la suya para que pareciese más grande –respondí irónico, haciéndola reír-. ¡¡Bueno que!!, te das cuenta de que no me puedo levantar tal y como estoy.

  • No claro, así no puedes, joder que tamaño -seguía moviendo la mano encima.

  • Bueno, quizá puedas hacerme un favor.

  • ¿El que? -pregunto sin soltar, con los ojos fijos en el bulto.

  • Pues el hacerme de pantalla, donde mejor lo veas, o hacia el servicio o hacia la salida para que pueda llegar a fuera a relajarme un poquito para ver si esto se baja.

  • Mejor te acompaño fuera, espera que aviso a mis amigas -vi como mandaba un mensaje con el móvil a alguien- Venga, vámonos, tu pégate bien a mí, vale.

  • Tranquila, que procurare no separarme mucho -avance como me dijeron mis rubias, sin tocarla.

  • Venga, sujétame por la cintura para que no nos separen -dijo alzando y pegando su culito contra mí.

Salimos de allí conmigo un poco encorvado contra ella, pasando mi polla a lo largo contra su culito, que por cierto parecía no parar quieto restregándose contra mí. Cuando llegamos a la calle me pregunto por lo que pensaba hacer en esos momentos, le dije que ir a algún parque cercano a sentarme un ratito a que se me pasase, sin mediar palabra se colgó de mi brazo y me dijo que me acompañaba y así podíamos seguir hablando. Cuando llegamos al banco ya sabía que era catalana, concretamente de Lleida, que estaba de vacaciones allí con unas amigas y que tenía veinte años. De mi me saco algunas cosas, pero evite cuidadosamente decir mi edad y de donde era con exactitud, algo que pareció por otra parte importarla tres bledos.

Cuando nos sentamos en el banco me soltó de sopetón una pregunta que más o menos me esperaba, aunque no de un modo tan brusco la verdad,

  • Oye, si no es indiscreción, ¿cuánto te mide?, porque tiene que ser grandísima por lo que he tocado.

  • Pues sinceramente no lo sé, hace un año y algo era algo más de dieciocho centímetros, pero sé que me ha crecido, si estuviéramos en un sitio menos visible te la enseñaría para que vieras tu misma.

  • ¿De verdad lo harías? -se mordía los labios con evidente deseo.

  • Claro, por qué no, al fin y al cabo ya me la has tocado, ¿no?.

  • Si eso es cierto… ya te la he tocado… ven –dijo cogiéndome por la mano- sígueme, creo que se donde podremos estar tranquilos y cómodos.

Me llevo a un pequeño parquecito que había cerca, de reojo me di cuenta de que mis dos rubias nos estaban siguiendo de forma más o menos disimulada, aunque la chica que me llevaba de la mano no parecía darse cuenta de ello. La verdad es que fue… digamos que increíble en cierto modo lo que ocurrió, me hizo tenderme junto a ella tras unos setos, un sitio donde ciertamente no nos verían salvo que se acercasen bastante… allí medio sentados me pido que se la enseñase, cosa que evidentemente hice, sacándola por completo y mostrándosela en toda su extensión, erguida, palpitante, dura, cimbreante… Me di cuenta de su deseo al verla, entre otras cosas por como trago saliva y como se mordió el labio inferior, sin mencionar los ojos de gata en celo que se le pusieron… hasta para mí fue de lo más obvio…

  • Joder…, menudo pollòn que te gastas tío, nunca vi cosa igual.

  • Si quieres tocarla… adelante, no te cortes, no solo no me importa, sino que en cierto modo te lo debo por ayudarme a no pasar vergüenza y cubrirme para salir…

  • ¿Entonces puedo…? –dijo mirando fijamente mi polla mientras su mano ya estaba agarrando firmemente el tronco.

  • Sírvete tu misma… -dije alucinando con la conversación que estaba manteniendo con ella.

Lo cierto es que no sabía muy bien cómo actuar en ese instante, ni me creía haber llegado hasta aquí con el morro que le había echado, de modo que hice lo que mis dos rubias amigas me indicaron por si se daba un caso similar en la playa o algo… me tumbe de espaldas dejándola vía libre para hacer lo que le diese la gana mientras suavemente mis manos le acariciaban la espalda y las piernas, pero sin presionar para llegar mas allá de un sitio “decente”. Cuando soltó un… “joder que ganas, ojala pudiese…” fue cuando avance con mis manos pasando a caricias intimas.

Cinco minutos después estaba con la blusa abierta, mis manos sobre sus pechos masajeándoselos con suavidad mientras ella lentamente con ojos turbios se iba empalando poco a poco sentada sobre mí, mirando cómo sin ver, como cuando alguien se queda ensimismado… Cuando empezó a empalarse me pregunto la edad, pero hábilmente me escurrí de un tema tan escabroso para mi, ya que si se la decía lo mismo incluso perdía la ocasión de follàrmela. Al final cuando estaba lista para terminar de empalarse volvió a preguntarme por mi edad… en ese momento la sujete por las caderas, tire de ella hacia abajo y se la dije…

  • Diecisiete años…, pronto dieciocho…

  • Dieci… ahssssssggggggggggggggggggg… ahhhhhhhhhhh…

  • Si, diecisiete…

Tuvo un orgasmo que me sorprendió, la verdad, no por ello se quedo quieta mucho tiempo, lentamente empezó a moverse encima mío mientras yo intentaba acompasarme a ella. Según me dijo llamándome cariñosamente cabronazo, se había corrido de gusto cuando mi polla entro por completo y me escucho decir que solo tenía diecisiete años… Casi se corrió según dijo, solo de pensar en que se iba a follar a un menor con semejante pollòn. Después de esto estuvo cabalgándome unos minutos, luego me coloque sobre ella empezando a empujar, a hacer un rápido mete saca con cuidado, ya que una de las veces sentí como la cabeza de mi pena tocaba algo al final y la chica se estremecía como si le hubiese molestado… después de corrernos los dos y limpiarnos regresamos de nuevo al local, una vez que mí “problema” hubo desaparecido.

Cuando abandoné el local fui alcanzado por mis dos rubitas que me llevaron de cabeza a su habitación para follar conmigo todo el rato posible antes de que regresase nadie. Estuve follando con ambas durante lo que duraron las vacaciones y coincidimos, por fortuna nadie sospecho nada de nada de nosotros, incluso mi hermana estuvo más que encantada de no tener que cargar conmigo ese verano y así poder hacer lo que le dio la gana.

El problema principal de todo eso es que las dos rubitas me despertaron a un mundo nuevo, un mundo donde tenía medio de poder ligar con las chicas y llevármelas al huerto. En otoño empecé con mi primer curso de la universidad y sinceramente debo de reconocer que me convertí en un autentico gilipollas integral con todo esto… Ese año Marisol empezó otra carrera en otra facultad, por lo que no nos veíamos tanto y pude distanciarme de ella y sus amigas. Pero en cambio empecé a pulir mis métodos para identificar a las chicas que iban buscando royo fuesen solas o con amigas… Por suerte para mí, en esos días, las que iban acompañadas por algún chico o tenían novio, aún me merecían un cierto respeto y pensase lo que pensase, todavía las consideraba terreno vedado…

CONTINUARA