El tamaño importa - 2
Las cosas se complican para Dani con su compañera de clase, no todo era lo que parecía con ella, aunque tampoco todo era malo, ya que pretendía algo que también tenía sus ventajas.
El tamaño importa - 2
Un problemilla con esta chica, Marisol, surgió cuando lo comentó con alguna de sus amigas, les hablo de mí y de como se lo pasaba follando conmigo. Una de las veces que quedamos en su casa para el trabajo, un día en que sus padres no estaban, a media tarde llamaron a la puerta, resultando ser una de sus mejores amigas que casualmente pasaba por allí de visita.
No sospeche nada de nada, por lo menos mientras duro el trabajo, luego las dos juntas se pusieron a preparar algo de comida para merendar antes de que nos fuésemos cada uno de los invitados por nuestro lado. Cuando estábamos los tres liados con la merienda, ellas iniciaron una conversación algo más picante de lo que me hubiese gustado. Para mí, que pese a todo seguía siendo bastante tímido aún con todo lo ocurrido anteriormente con Marisol y mi vecina, aunque no sabía muy bien cómo tratar con las chicas, no es que me cortase, pero tampoco que supiese como ligármelas o interesarlas en mi, sin por ello parecer un perfecto gilipollas.
Se ve que como yo no parecía dar señales de que me fuese a decidir por hacer nada, fue ella misma quien lo hizo en la tercera o cuarta ocasión en que Marisol salió del salón para atender su teléfono. Ni corta ni perezosa tomo la misma iniciativa que en su día tomo mi vecina, montarse sobre mí a horcajadas mientras sus brazos se cerraban entorno a mi cuello. Después de darme un beso me pregunto con cara picara...
¿Es verdad lo que dice Marisol de ti?
¿Y qué es lo que dice de mí?
Pues que esto que guardas aquí es enorme... uauuuuuuuu... joderrrrrrrr... -dijo ella mirándome sorprendida
Su mano se metió por mi bragueta alcanzando rápidamente mi polla que estaba despertándose a marchas forzadas al sentir su manoseo. Su mirada paso de sorpresa a deseo en segundos, y de deseo mal disimulado a lascivia en otros pocos segundos más, justo los que tardo en sacármela del pantalón. Intente que se quitase…
Tía, ¿Qué haces?, que nos va a pillar Marisol…
No te preocupes, esa tardara bastante tiempo con la llamada –me sonrió- créeme…
Mira, déjalo que no quiero líos…
Tú no te preocupes que Marisol no dirá nada, digamos que estoy invitada -dijo a la vez que la punta de mi pene entraba en su coñito.
Nada mas sentir como la penetraba me olvide de mis escrúpulos. Al sentir su coño empezar a cerrarse sobre mi polla empecé a colaborar, me alce para intenta besarla pero no me lo permitió, me empujó contra el respaldo alzándose para meter mano entre sus piernas y mover su tanguita a un lado, puesto que con las prisas lo cierto es que estaba molestándonos. No obstante, aprovechando la ocasión, volví a intentar incorporarme para besarla cuando me dijo...
Estate quieto... Déjate de tonterías y fòllame joder... Solo fòllame de una vez...
Pero…
Nada de peros… Venga tío… Fòllame… Dame caña… Dame como dice Marisol que le das a ella… Uhmmmm… Aggghhhhhh…
Se sentó sobre mí despacio, alzándose de nuevo una y otra vez, yo por mi parte ante lo que me dijo, ayude como mejor pude, empuje con mis caderas con todas mis fuerzas, metiéndole la polla al completo. Pegó un aullido al sentir entrar mi polla de esa forma tan bestia en su interior. Volví a intentar besarla de nuevo, pero una vez más me rechazó, alegando entre jadeos que me limitase a seguir fòllandomela, que me dejase de tonterías y besitos. Lo que sí hizo fue abrirme la camisa para acariciarme el pecho y lamerme los pezones, según me comento entre jadeos, eso de estar acariciando así a un chico mientras le cabalgaba le ponía bastante.
Lo que hice entonces, fue empujar hacia un lado, derribándola sobre el borde del sofá, haciéndola quedar debajo mío, luego nos moví casi a pulso para colocarnos bien. Empecé entonces a metérsela como si mi polla fuese un pistón, de forma rítmica y precisa, arrancándola gemidos y jadeos ahogados. De pronto, cuando yo por mi parte estaba muy cerca ya de correrme, ella me dijo...
Salte... Cuando te vayas a correr... Salte... Arhfgggggggg... Por diossssssssssssssssss... Arhggggggg... -me pidió en medio del orgasmo.
No... Te pienso llenar el chocho de leche... Uhmmmmm... -dije mas por joder que por otra cosa
Dicho y hecho, aunque no lo había planificado así, cuando le alcanzo el orgasmo, ella cerró sus piernas sobre mi cintura como un cepo, sin dejarme retirar, estaba todavía expulsando jugos por su orgasmo cuando me alcanzo el mío y me corrí dentro de su coño, metiéndosela de un último espasmo de la cadera lo más profundo que pude, llenándola bien llenita. Me derrumbe sobre ella, con cuidado de no aplastarla, permaneciendo allí jadeante, ya que el ritmo de mi follada había sido rápido y duro, lo que me tenía medio muerto. Cuando me quite...
Eres un cabròn, te has corrido dentro... ¡¡¡Joder!!!, te dije que no lo hicieses, ¡¡¡coño!!!
Perdona, pero fue sin querer, cuando me quise retirar cerraste tus piernas sobre mi culo impidiéndome salir... Luego... Bueno, no pude evitarlo...
Eres un cabròn... -vi como se iba aparentemente muy enfadada en dirección al baño
No te preocupes por esto, se le pasara -me dijo Marisol, que se había sentado a mi lado sin que me diese cuenta, pegándome un susto de la hostia al verla allí.
Marisol siento lo que ha… -me interrumpió
No te preocupes, ya sabía que follarìa contigo cuando salí, por eso lo hice, para dejaros follar tranquilos, y Dani, no te preocupes tampoco por ella…
¿Tú crees?, parece muy enfadada... De verdad que no fue apropósito -intente justificarme-, lo de correrme dentro de ella digo…
Ya me di cuenta que no te dejo salirte... Como digo, no te preocupes de ella... -dijo montándose sobre mí- Ahora es a mí a quien debes de atender... Al fin y al cabo soy la dueña titular de este cacharrito, ¿no? –pregunto con sorna sujetándome de nuevo la polla.
Marisol empezó a acariciármela con la mano, mientras me pasaba la otra por el pecho, luego se inclinó y me empezó a besar los pezones, ya que tenía la camisa abierta. Mi polla empezó a levantarse de nuevo y a responder a los estímulos de Marisol sobre mi cuerpo, cuando la tuvo en su mano y alcanzo todo su esplendor, se la introdujo lentamente, despacio, gimiendo según entraba, jadeando por la penetración, quedándose quieta hasta acostumbrarse a tenerla dentro. Sentí como su amiga se iba dando un portazo a la puerta, me preocupo un poco, para medio cachondeo de Marisol...
Parece que se marcha muy enfadada conmigo... ¡¡Leches!!, de verdad que no fue aposta...
Jajajajaja, ahhhhhhhh... Uhmmmm... No te preocupes... El cabreo es por su novio... Uhmmmmm... Ahhhhhhhh... Como te siento de dentro... Arggggg... Eres la hostiaaaa… Joderrrrrr…
¿Su... Ahhhh... Novio...?
Siiiiii... ahhhhhhh... ahhhh quedado con él... y no creo que haya podido... ahhhhhrgggg... sacarse toda... tu leche del... ahhhhhhh... coñooooooo... eso es lo que... la... molestaaaaa... ahhhgggggggggggg
¿Pero...?
Déjate de hablar... y fòllame... cabronnnnnnnn... arggggggggg... muévete también.... ahhhhh... follameeeee como a ellaaaa… ahhhh…
Deje de pensar en su amiga para centrarme en Marisol. Me intenté sincronizar con su cabalgada, cuando ella bajaba contra mí, yo subía mis caderas a su encuentro, aumentando de este modo la fuerza de la penetración. Cuando se retiraba, yo también bajaba mis caderas hasta casi permitir que la polla se escapara de su dulce encierro. Marisol me hizo rodar hasta quedar sobre la alfombra al pie del sofá, con ella debajo y yo encima. Sus piernas igual que con su amiga quedaron como una tenazas, pero esta vez sobre mi cintura, luego me dijo que me la follara todo lo fuerte que pudiese.
Estuve dándole un buen rato hasta que ambos nos corrimos casi a la vez, quedando tendidos uno junto a otro, respirando agitadamente, jadeantes y en mi caso machacado tras haber pasado por manos de las dos amigas. Estaba muy cansado, no dudaba de que mi primo quizá aún pudiese hacer algún esfuerzo de ser necesario, aunque lo dudaba, pero en mi caso desde luego ese no era al caso. Salvo claro que si se me volvía a levantar ella misma me cabalgara y yo estuviese quietecito descansando mientras el esfuerzo no lo ponía yo. Cuando recuperamos el resuello regrese al tema de su amiga...
A ver, explícame lo del novio porque no lo he entendido
Jajajajaja, pues es muy sencillo. Veras, estuve de marcha con unas amigas y no sé bien como termine contándole lo de nuestras sesiones... junto con lo bien armado que estas... –me dijo con los ojos brillantes.
Ya pero... -me impidió seguir.
No me interrumpas -me dio un golpecito cariñoso- Como decía, hoy vino dispuesta a probarte, por eso salí del salón con la escusa del teléfono, para que pudieseis estar tranquilos. Pero la muy tonta sabiendo por mí lo que pasaría y como la tenias de grande, no ha tenido mejor idea que quedar con su novio justo para después de follar contigo. Como te corriste dentro de ella, ahora imagina si su novio luego quiere tema y se da cuenta de que ya pasó alguien por ahí antes que él... –dijo ironica-. Bueno, imagínatelo…
Pero con no dejarle hacer nada...
Pues eso hará, le pegara una buena mamada o se le adelantara la regla, porque aparte de la leche que pudiese encontrar, también está la diferencia de tamaños, como la quiera meter ahora, le va a bailar dentro, jajajajajaja...
De todas formas no sabía que tenía novio –a mi desde luego no me hizo gracia-, además, eso de que te dediques a prestarme a tus amigas... –dije.
¿De verdad te molesta que te ponga en bandeja alguna zorrita que este tan buena como mi amiga?... –pareció sorprendida- Alucinante tío, de verdad, cualquier otro estaría dando palmadas y preguntándome cuando podría traerle la próxima...
Joder Marisol, no es eso, claro que no me importa, pero coño, pensé que tu y yo... Bueno, además que no me dijisteis que tenia novio, lo de liarme con una tía con novio como que no me hace –dije al sentirme ridículo por haber hecho mención a rechazar algo semejante
Vamos a ver si dejamos claro una cosa Dani, entre tú y yo solo hay sexo, única y exclusivamente, solo eso, es lo que acordamos desde el principio. Si ves que no vas a poder aceptarlo dímelo y lo dejamos estar. Ahora, sobre lo de su novio, bueno, pienso que eso en todo caso es problema de ella y no tuyo, tú no tienes novia a la que hubieses engañado, ¿o no?
Decidí darle la razón, lo de solo amigos que follan nada más me había dejado un poco planchado. No me lo esperaba de este modo, pensé que quizá tras un tiempo follando si veíamos que nos iba bien quizá pudiésemos pasar a intentar algo más serio, pero me acababa de bajar de la nube de un guantazo. El tema del novio de su amiga..., ciertamente tenía razón en cierto modo, la pareja era ella quien la tenia y no yo, quien debiera de evitar follar con otras personas para no fastidiarla, no era yo precisamente, sino ella. De todos modos no es algo que me hiciese mucha gracia haber hecho que dijéramos, pero por otro lado tampoco le veía fallos al razonamiento que me había dado Marisol, y además era un razonamiento que me venía muy bien para tranquilizar mi conciencia de haber hecho algo malo por mi parte al follarme a esa chica… amén de que así no me parecía quedar como un gilipollas por rechazar semejante oportunidades si se volvían a presentar.
No fue la última vez que folle con ella, aún tuvimos varios encuentros más los dos. En una de las veces, después de follàrmela en su casa, un día en que quedo conmigo alegando que estaría solita, le hice ponerse a cuatro patas, le empecé a besar el culo, ensalivándole el ojete a base de bien... Cuando ya la empezaba a tener a punto de caramelo, giró la cabeza y me dijo lo de siempre, que conmigo no quería ni caricias ni otras gilipolleces, que solo quería sentir mi pollòn dentro de ella, así que me dejase de mierdas y se la metiese de una puta vez. Pobrecita..., no debió de entender lo que estaba haciendo, porque cuando me situé tras ella la sujete con fuerza por los hombros, colocando luego a pulso la punta de mi polla sobre su culito.
Cuando sintió donde estaba situada mi polla intentó escapar, gritándome que por ahí no, que la destrozaría si lo hacía. No hice ni puto caso, lentamente fui empujando con mi cadera mientras con mis manos la sujetaba férreamente por los hombros. Mi polla empezó a entrar en su culo, lentamente, despacio, mientras ella lloraba y gimoteaba por el dolor que le estaba produciendo al abrírselo de ese modo. Más de diez minutos después termino su tortura con mi polla, empecé a moverme despacio mientras ella dirigía una de su manos sobre su sexo, poco a poco fue modificando sus gemidos, pasando de gemidos y jadeos de dolor a placer. Estuve dándola con suavidad durante unos cuantos minutos hasta que me pidió que fuese más duro, que el dolor prácticamente había pasado, entonces empecé a moverme embistiéndola con fuerza, sintiendo el sonido de mis caderas golpear violentamente contra sus glúteos, mientras de sus labios escapaban gritos y gemidos cada vez más altos, justo hasta el momento de corrernos.
Este polvo de hecho fue mi primer encontronazo con Marisol, ya que no sabía nada de que hubiésemos quedado los dos para follar, y se lo contó su amiga cuando le preguntó por el motivo de andar rara... Cuando volví a verla, Marisol me lo echo en cara, me puso de media vuelta por haber sido tan cabròn de irme a tirar a su amiga a su casa sin decírselo, lo que me dejo un poco bastante descolocado, la verdad. Le pare lo pies creo que por primera vez desde que empezamos los dos a follar. Le recordé nuestra conversación de solo amigos para follar, sin más complicaciones, entonces fue cuando yo le pedí explicaciones de a qué coño venían ese estado alterado porque me había follado a su amiga, mas cuando había sido ella misma quien me la puso en bandeja de plata la primera vez y responsable indirecta por ello de que yo estuviese fòllandomela también. No me contesto, simplemente se giro y se fue de allí con una cara de cabreo de la ostia.
Después de esto, varias de sus amigas también pasaron por mi polla, porque realmente eso es lo que sucedió, yo no las interese en ningún momento más que por el tamaño de mi miembro y sus ganas de probar algo de ese calibre. Por esos días ya había pegado un nuevo estirón desde que empecé con mi vecina, mi cuerpo creció en altura, mis hombros en anchura y mi polla en tamaño, al anterior se le unió algún centímetro más de largo y más grosor. Poco a poco me empecé a sentir como supongo que se sienten las chicas cuando están muy buenas y solo se acercan a ellas con un único objetivo, follàrselas, me empezaba a sentir como el culo.
Ese año fueron las amigas de Marisol las que se dieron el atracón, algunas de ellas con novio, pero siempre con ella procurando controlar la situación. Me fui dando cuenta poco a poco de que era como un juguete en sus manos, tenía a su disposición un tío con un pollòn y eso la confería un cierto estatus entre sus amigas si querían que me las follase... Fue muy triste, realmente triste para mí ir poco a poco dándome cuenta de esa situación y de cómo estaba jugando conmigo, mas parecía una alcahueta que una amiga real. Me gustaría poder decir que la mande a tomar por culo, pero lo cierto es que no lo hice, ya que gracias a ella, me estaba follando un buen número de chicas distintas. Era el sueño de cualquier adolescente, follar todo lo posible y con todas las posibles, más como cuando en mi caso nunca me había comido ni chapa, en gran parte debido a mis complejos y timidez anteriores por el tamaño de mi herramienta.
Por fortuna llego el verano, y con él las vacaciones, lo que me hizo alejarme de Marisol, tomando perspectiva de nuestra nada sana relación de amistad o de interés mutuo, según se mirase, sin contar con que después llegaría la universidad, donde sabía que nos separaríamos aún más.
Todos los años nos íbamos de vacaciones a la costa mediterránea, pero ese año coincidió que mis padres consiguieron un chollo de un compañero de trabajo de mi progenitor, y les salió casi tirado veinte días para toda la familia en Tenerife. Allí como única compañía para poder divertirme contaría con la única e inigualable Eva, mi hermana mayor, compañía que me duro exactamente dos días, ya que al tercero se había hecho hueco en un grupito de chicas del apartahotel donde nos alojábamos dejándome por así decirlo, más tirado que una colilla en el suelo. Pero bueno, pese a lo bien que nos llevábamos los dos, eso era algo que me imaginaba, ya que Eva era muy extrovertida y enseguida conseguía amigos o amigas, justo lo contrario a mí, aunque por esas fechas empezaba a desperezarme a marchas forzadas gracias al contacto que había tenido durante todo el curso con Marisol y sus amigas.
Recuerdo en Tenerife, el mar fue un suplicio para mí..., estábamos casi a orillas del mismo, a huevo para bañarnos, y todo lo que tenia eran bañadores tipo slips... Imaginaros si me llego a poner algo semejante con el tamaño que en esos entonces tenía ya mi tranca, me hubiesen dado los cuarenta males, una cosa es ir perdiendo el corte poco a poco, y otra el volverme un exhibicionista de repente. De modo que me emperré y me costó discutir con mi padres, pero al final conseguí que me diesen dinero para comprarme varios bermudas. Eso sí, no penséis que los elegía porque me gustasen más o menos, que no, mi elección iba encaminada a que fuesen lo mas grandes posibles, a mayor tamaño mejor podía disimular yo mi cosita. Además para asegurarme que no me jugase una mala pasada, bajo ellos llevaba un bañador tipo Slip porque como digo, no me fiaba de mi cacharrito ni por casualidad.
A los cinco días estaba paseando solo por la playa, tempranito por la mañana, solo eso, dando un paseo, cuando me fije en dos preciosas chicas rubias que estaba extendiendo sus toallas, colocándolas bajo una sombrilla. Yo ya sabía quiénes eran, o por lo menos las tenía el ojo echado encima casi desde el primer día de nuestra llegada, ya que estaban en el mismo hotel que nosotros, solo que en otro modulo diferente, y semejantes dos preciosidades no eran nada fáciles de olvidar o pasar por alto al verlas. Por lo poco que sabía de cuando me las había cruzado alguna vez, debían de ser inglesas ya que hablaban en ese idioma, que por cierto no hablaba con nada de fluidez, no os creáis, únicamente lo chapurreaba, principalmente gracias a los juegos de la consola y a la bendita informática... No sabéis lo que me alegre esos días de todos los cabreos que me había llevado por culpa del puñetero ingles, tanto con los juegos, como con el ordenador.
Bueno, cuando regresaba andando por la orilla del mar, con los pies metidos dentro mientras las olas me acariciaban los gemelos, vi a mis dos preciosidades rubias hablando con un grupito de chicas entre las que estaba mi adorable hermanita Eva..., que como no, decidió jugar un poquito y molestar a su hermanito, mas simpática ella, aunque no sabéis como le agradecería mas tarde esa mala leche suya de reírse de mi a la mas mínima. Mi hermanita querida me llamó y me presentó a todas las chicas, también a las dos rubias, que de cerca y con los bikinis que llevaban, me la pusieron dura de narices, gracias a dios que la llevaba bien sujeta, sino menudo espectáculo.
Bueno, el caso es que por lo que averigüe con las presentaciones una de las chicas del grupito de mi hermana era prima de una de las dos rubias, que sí, que acerté de pleno, eran inglesas. Bueno pues eso, que con todo el cachondeo, mi hermana me encargo riéndose que me quedase un ratito con las dos, para que cuando se decidiesen de ponerse al sol les diese a las dos cremita en la espalda... Creo que me puse de todos los colores solo con pensarlo, y obviamente por las carcajadas de todas ellas se dieron cuenta, sin duda incluso de mis más que libidinosos pensamientos para con ambas. Lo peor fue que como un gilipollas, gracias a dios, me quede allí, parado como un pasmarote, esperando para darles la cremita por la espalda a ambas rubias.
Las dos mujeres, porque tendrían sus treinta o treinta y dos años más o menos, estuvieron de lo mas simpáticas conversando conmigo, ya que ellas parecía que si dominaban el español... Cuando intentaron con el inglés se partían de la risa ante mis esfuerzos, pero bueno, supongo que entre broma y broma estuve bastante tiempo allí pegando la hebra con ambas. Al final tal y como me pidió mi querida hermanita en plan de coña, les extendí de verdad el protector solar por su espalda, solo que aprovechando la ocasión, también lo hice por sus piernas, por sus muslos, por sus pantorrillas..., digamos que aproveche para sobetearlas bien sobeteadas, entre sus risas por mis caricias sobre ellas aprovechando la situación.
Después de eso, me marche de regreso a nuestro apartamento directo a hacerme un señor pajote pensando en ambas chicas. Pero por la tarde, cuando empezaba ya a caer el sol, me volví a acercar a dar un nuevo paseo por la playa. Nada más llegar, me di cuenta de que ambas chicas seguían allí todavía, me acerque para saludar, consiguiendo con ello verme en la obligación de darme un bañito de buen vecino con ellas. Si verlas con sus bikinis secos era malo para mi apartito, verlas con ellos mojados, marcándoseles los pezones con claridad, y además por la parte de delante del bikini vérseles también el juego de labios inferior... ni os digo como me puso de brutote, para terminar de matarme al darse la vuelta me di cuenta de que la braguita del dichoso bikini al estar mojada también tendía a meterse entre sus cachetes, perfilándoles perfectamente el culo como si fuese una segunda piel, os juro que solo me faltaba reluchar después de ver todo aquello.
Algo que no me esperaba y me paso por idiota, es que el bermudas que llevaba con el agua se me pego al cuerpo como una lapa y dejo que se marcase debajo el bañador..., no perfectamente, pero si se notaba que lo llevaba, ya que encima me había puesto uno oscuro. Con el plan de bromitas que llevábamos desde lo de la cremita para la espalda, supongo que no pudieron evitar el señalármelo entre risas..., preguntándome el motivo de llevar dos bañadores. Ante mí apurada contestación de que era para evitar pasar vergüenza al ver cómo iban las chicas en la playa, las dos muy maliciosas me preguntaron si con ellas también me había pasado... Decidí echarle morro por una vez y les conteste que por supuesto..., mas rojo que un pimiento morrón, les añadí que sobre todo cuando les extendí la cremita.
Lo malo del caso, es que a esas dos no debían de cortarlas ni con cuchillo jamonero, porque directamente me preguntaron a bocajarro si lo de usar dos bañadores era porque la tenía muy grande o para que nadie se diese cuenta de que la tenía muy pequeñita si se me animaba... Evidentemente la contestación o lo que fuese el gallo que me salió, fue que normalita, que de tamaño la tenia normalita, no pequeñita. Pero estuvo el cachondeo servido con las dos..., divertidísimo de veras. Cuando llegué a casa, encima estaba mi hermanita esperándome con mis padres para irnos a cenar al restaurante del hotel, donde nos hicieron compañía a la mesa la amiga de mi hermana del alma, y sus dos primas, mis inglesas favoritas, que se estuvieron divirtiendo a mi costa casi toda la cena para regocijo de mis padres, que estaban la mar de alegres de que su cortado retoño hubiese hecho tan buenas migas con esas dos chicas.
Cuando terminamos, mi hermana y su amiga se iban a la discoteca de cabeza, yo con mis padres a casa, y supuse que las dos rubias tendrían también sus planes hechos. Pues no, en los planes de las dos rubias parecía estar yo incluido ya que aún siendo menor les pidieron permiso a mis padres para llevárseme por ahí de marcha a la discoteca, justo a la misma a la que iría mi hermana, cosa que ninguno vio nada mal que hiciese, de modo que me dieron permiso sin que yo hubiese dicho ni que si, ni que no. Lo cierto es que me apetecía ir con las dos, me divertía bastante con ellas, jueguecitos y coñas picantillas aparte. Cuando fui a buscarlas y salieron de su apartamento..., ¡¡joder como estaban las dos rubias!!, pensé en el acto que esa noche ya sabía quiénes iban a ser mis musas cuando me hiciese la paja que estaba segurísimo que iba a necesitar hacerme cuando regresase de estar con las dos.
Yo aún no tenia los dieciocho, pero al ir con ellas no me pusieron pegas de ningún tipo, supongo que las miraron a ellas más que a mí. Iban las dos con unas minifaldas la mar de minis, y una blusitas semitransparentes salvo en los sitios justos, que dejaban ver perfectamente que ninguna de las dos llevaba sostén..., como digo me ponían malito solo con verlas. Estuvieron bailando las dos conmigo durante un buen rato, luego nos juntamos con el grupito de mi hermanita, que por cierto también estuvo bailando conmigo unos minutos... luego ellas se fueron separando de nosotros para ir a su aire y yo continúe con mis dos preciosas rubias, a las que por cierto no les faltaban moscones en cantidad considerable.
CONTINUARA