El sueño se hizo realidad

Se conocieron a traves del telf. llegando a vivir pasiones muy torridas.

EL SUEÑO SE HIZO REALIDAD.

Aquel hombre, había hecho alentar en mi fantasía, las mas bellas pasiones, con tanta veracidad, que llagábamos a sentir las sensaciones más increíbles que persona pudo llegar a concebir, era tan enorme la atracción que a través de su voz , por telf. pudimos llegar a sentir que, decidimos conocernos personalmente, aunque en el fondo, sentíamos el temor de que al hacer realidad aquellas fantasías vividas con tanto realismo...pensaba que al llevarlo a la realidad, algo se rompiera.

Nuestros "encuentros"se realizaban casi a diario y, después de todos estos momentos llenos de erotismo y pasión, decidimos poner en practica la prueba de fuego, encontrarnos realmente.

Nos " comunicábamos "desde hace algunos meses, aunque no habíamos tenido la ocasión de conocernos personalmente...la atracción que ambos sentíamos era evidente .

Antes de decidirnos a encontrarnos, ya estábamos totalmente convencidos de nuestro magnetismo.

Estaba nerviosa, excitada pensando como sería el encuentro, me lo había imaginado de mil maneras diferentes, pensaba si..su tacto,¿ sería agradable al mío?,¿ el olor de su cuerpo, desprendería ese embrujo especial que en la distancia imaginaba que me envolvería? ,¿el calor de sus besos sería capaz de fundir mi sensualidad y hacer derretir las mieles de mi pasión...?Todo eso creaba un clima ideal, para dejarme envolver en el juego apasionado de su concupiscencia .

Llamaron a la puerta, antes de abrir me miré al espejo varias veces, quería controlar que todo estuviera en orden.

Abrí y.., me quedé sin habla; delante de mí estaba él, ¡ no me lo podía creer¡ después de...¡ tantos meses ¡, de ¡ tantos sueños ¡, de tantas fantasías... al fin, allí estaba con su inigualable atractivo.

Su aspecto de hombre de mundo, de hombre experimentado, le hacía aún más irresistible, más seductor.

Alto. 1.84, su peso normal ,para un hombre atlético, cabellos grises, cuerpo cuidado, pulcro, elegante, muy seguro se si mismo, daban a su aspecto deportista de toda la vida, un aire, fascinante.

-Hola querida- me dijo, tomándome por la cintura. En la proximidad, noté el calor de su cuerpo, su olor, que tantas veces había soñado e imaginado tener junto a mi, para gozarlo y disfrutarlo .

Un ligero temblor se percibía en sus manos, delataba su nerviosismo, similar al mío. Su respiración era algo agitada, entrecortada .

Mi felicidad no tenía límite, era el premio a tantas noches de imaginación, de amores fantaseados, de orgasmos en solitario, no cabía en mi de gozo, mis deseos se habían materializado.

Todas esas noches inventadas , cuantos sudores enjugados con las sabanas, cuerpos imaginados en la almohada , todo lo que una mente llena de un apasionado amor y lujuriosos deseos, puede llegar a crear con la fuerza de la imaginación y llegar a sentir sus caricias solamente con fantasía y creatividad, amar con los sentidos que proporciona la mente, sentir el gozo más real que nadie puede llegar a soñar, solo con el deseo y la pasión , ¡ había llegado la hora¡.

Una deliciosa sonrisa se dibujo en sus labios; dejando aparecer unos dientes blanquísimos. Me tomo por la cintura , me llevó hacia él, con su voz pastosa, esa voz que tantas veces había oído y me había hecho soñar con momentos de entrega , dijo- tenia ¡tantas ganas¡ de que llegara este momento, que me parece un sueño-

Sentí como las fuerzas me abandonaban, su atractivo me excitaba , su boca de labios sensuales, me enloquecían, me volvía loca por besarlos.

Sus ojos se clavaban en los míos, intentando describirme miles y miles de situaciones imaginadas, pensando en mi ,todo lo que en la distancia habíamos ideado y guardado ,queríamos hacerlo realidad.

No me atrevía casi, a tocarlo, por temor a que se tratara de un espejismo, sus palabras me sonaban a música de ángeles , eran dulces suaves directas.

Nos fundimos en un abrazo, donde nuestros cuerpos se consumían en el fuego de la pasión...como la paja en la hoguera.

Nos besábamos, sus labios calientes y húmedos buscaban los míos provocando una explosión, semejante a la de un volcán, con incontrolada pasión, con desenfreno, como si quisiéramos recuperar todo el tiempo desaprovechado.

Con un mimo colosal, íbamos desnudando nuestros cuerpos y nuestras pasiones, dejando besos y caricias en cada rincón de nuestros poros que iban quedando al descubierto.

Sus manos recorrían mi cuerpo , acariciando mis senos. Con su lengua lamía mi cuello, mis pechos , mis pezones, me sentía enloquecer de fogosidad.

El manantial de la vida se humedecía, mis poros se abrían emitiendo un olor especial a secreción de mujer caliente y embriagada de pasión, esperando el contacto del cuerpo de su hombre.

Cuando me tomó entre sus brazos, sentí su pene erecto , nos tendimos en el suelo , encima de una mullida alfombra , abrí su pantalón y tome su masculinidad, acariciándola de una forma muy placentera , sentía como se estremecía de placer .Su temblor delataba que estaba fuera de control .

Nos fuimos desnudando poco a poco y levantándonos de la alfombra nos instalamos en una especie de chaise longe donde me sentó encima de sus muslos desnudos , mordía mis hombros, mi cuello, por la nuca, provocándome un placer inmenso, al mismo tiempo me rodeaba con sus brazos, tomando con sus maravillosas manos mis pecho, que jugaban caprichosamente con mis inquietos pezones.

Sentí el calor de su rama erecta, como se introducía en la fuente de la vida, produciéndome un placer indescriptible, estaba mojada y al introducirlo dentro de mi , se mezclo su humedad con la mía, deslizándose hasta lo más profundo de mis entrañas.

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El orgasmo fue imborrable, profundo, largo, habíamos conseguido hacerlo realidad y superar la ficción , que tantas veces habíamos vivido solo con la fuerza de nuestras fantasías .

Quedamos abrazados como si de un mismo cuerpo se tratara. No queríamos separarnos por temor a romper aquel hechizo, que después de tanta espera pareció un sueño. Como tantas veces habíamos imaginado, nos abrazamos y nos quedamos dormidos ,percibiendo los efluvios que nos envolvían, emborrachando nuestros sentidos .

Era de madrugada, ¡dormía ¡ de pronto... algo me sobresalto , note el calor de un cuerpo acostado al lado del mío. Estaba medio dormida y no era consciente de que se trataba del cuerpo de Lucho, mi gran amante ,con quien había estado soñando e imaginando escenas reales como las de esta noche ,durante largo tiempo.

Era tanta la felicidad, que no podía asimilar que en este caso no era ni ficción ni fantasía erótica ,¡ era realidad ¡, él estaba allí.

Me sentía la mujer más afortunada del mundo , era tal la pasión y el deseo que habíamos acumulado durante tantos meses ,que llegado el momento de vivir la realidad, me costaba trabajo asimilar

. ¡Flotaba¡, no quería abrir los ojos, tenia miedo a que el cuerpo que dormía a mi lado ,solo fuera fruto de mi imaginación y pudiera desaparecer.

Durmiendo, se había dado la vuelta y estaba vuelto de espaldas , era demasiada tentación tener su espalda tan cerca y ...no invadirla con mis besos

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Muy despacito, empecé a pasar mi lengua, por...primero sus orejas, luego su cuello..y seguía hacia sus mejillas...muy calidamente.

Lucho se removió y se dio la vuelta, echándome su pierna encima de las mías y su brazo sobre mi regazo.

Aquel gesto, aproximó su cuerpo al mío ,que estaba ardiendo de pasión y deseos ,acople mi frágil cuerpo debajo del suyo ,mientras él casi dormido besaba mis labios .

Note la excitación de su miembro, como se acercaba cariñosamente a su apreciada cueva, para cobijarse y verter en ella todo su fluido caliente.... .

Sentía sus muslos calientes como se apoyaban en los míos , la suavidad de su piel frotándose con mi piel , me estrechaba entre brazos mordiendo mis pezones, los dos, arqueábamos nuestros cuerpos sintiendo el chasquido que la conjunción producía ,la excitación llego al clímax, nuestra desatada pasión, alcanzo el gozo que nos condujo hasta el paroxismo . .

Nos quedamos entrelazados ,como tantas veces habíamos imaginado en nuestras fantasías .Muy cerca ,tan cerca que podíamos sentir como nuestros corazones latían como caballos desbocados.

De nuestros cuerpos exhaustos de placer, emanaba un olor característico , era como una mezcla de dulce y amargo , como en realidad era nuestra pasión.

Al día siguiente Lucho tuvo que volver a su país de origen, desde donde posiblemente, viviríamos momentos luctuosos por las circunstancias de nuestros destinos .Pero habíamos logrado hacer, de una pasión en la fantasía, vivir una pasión con fantasía.

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Autora Carmen Torres

CARY

1-5-2008