El sueño puesto

Al ponernos la ropa por la mañana, debemos quitarnos otras cosas.

EL SUEÑO PUESTO

Se levantó, se aseó, se vistió y salió a la calle. Pero se había dejado el sueño puesto. Y era un sueño erótico.

Fuese por donde fuese, mirara donde mirase, veía mujeres desnudas. Cuando llegó a las puertas de su oficina, decidió volver a casa. Sólo de pensar que tendría que ver a su jefa en ese estado