El sueño de una tarde de verano - 6 - teatro

AGRIPINA.-Podéis mirar y también saborear, pero debéis tener cuidado, mi batida es como un tornado y con ella os podría ahogar.

MARÍA.-(Sorprendida.)

¿Y acostarnos las dos con ella?

Es una muchacha muy hermosa.

pero yo no soy tan lujuriosa...

aunque Agripina parece una estrella.

AURORA.-Sí, mas una estrella golosa.

Ella es igual que un torbellino,

tan embriagadora como el vino,

y viciosa, muy, muy, muy viciosa.

MARÍA.-¿Viciosa? ¿Qué vicio puede tener

una criatura tan agraciada?

De vuestra sirvienta no espero nada

que me pueda comprometer.

AURORA.-El de jugar con vuestro culo moreno.

El de devorarlo como si fuese vuestra rosa.

Esa que veis tan recatatada y modosa

haciendo el amor es un dulce veneno.

MARÍA.-Ahora la veo algo guarrila,

eso de devorarme el trasero

parece un acto demasiado grosero,

creo que me cortaría la aguadilla.

AURORA.-No opinéis de lo que no habéis probado,

que a lo mejor os gusta el roce,

ya que miles de caminos tiene el goce

al estar el talle dulcememte acalorado.

(MARÍA se da la vuelta. Le enseña el culo a AURORA.)

MARÍA.-¿Vos seríais capaz de lamerlo?

A mí se me haría muy raro

que no os de un poco de reparo.

Tendría que verlo para creerlo.

(AURORA se pone detrás de MARÍA. Abre sus nalgas con las manos. Pasa la lengua por el periné y por el ano. Hace círculos con la punta de la lengua en él. Mete y saca la punta de la lengua. MARÍA suelta un pequeño gemido. AURORA se pone de lado en la cama.)

AURORA.-¿Queréis que juguemos en la cama las tres?

Si la llamo aparecerá corriendo.

Apuesto a que nos está oyendo.

Llamadla si tenéis algún interés.

MARÍA.- (De lado, mirando a Aurora                                                                                                                                            Nunca vi a una negra desnuda.

(MARíA besa a AURORA.)

Puede ser algo muy agradable.

Ya me estoy sintiendo miserable.

Me interesa, sin ninguna duda.

(Entra en escena AGRIPINA. Sus piernas brillan por el interior de los múslos. Después de entrar en la habitación cierra la puerta.)

AGRIPINA.-¿Iba a llamar la preciosidad?

¿Qué deseáis? ¿Una paloma brava?

¿Quizás queréis a una esclava?

Puedo ser dulce o usar mi maldad.

MARÍA.-(A AURORA.)

Parece una encantadora sirena.

Interesante será tenerla en la cama.

Algo en mi interior se inflama.

Despertó mi instinto de hiena.

AURORA.-(A MARÍA.)

Fíjaos como relucen sus piernas.

Es la aguadilla de su batida.

Cuando disfruta acaba pedida

porque sus batidas se hacen eternas.

(AGRIPINA se comienza a desnudar, lentamente. Se quita la cofia. Suelta su largo cabello negro. Se quita el vestido. Se quita el sujetador. Sus tetas tienen grandes areolas y pezones como guisantes. Sus axilas tienen abundane pelo negro. Se quita las bragas blancas. Su coño está escondido en medio de una gran mata de pelo negro. Camina hacia la cama contoneando las caderas. Se mete en cama en medio de MARÍA y AURORA.)

MARÍA.-(A AGRIPINA)

Solo miraros me puso caliente.

¿Puedo ver vuestra amapola?

Después de haber jugado sola

debe estar resplandeciente.

AGRIPINA.-Podéis mirar y también saborear,

pero debéis tener mucho cuidado,

mi batida es como un tornado

y con ella os podría ahogar.

(MARÍA y AURORA besan a AGRIPINA. Se besan entre ellas. Acarician, lamen y chupan sus tetas y sus pezones. Bajan hasta su vientre lamiendo y besando. Meten la lengua en el ombligo al mismo tiempo. Se vuelven a besar. AGRIPINA se acaricia los pezones. MARÍA, con dos dedos, le abre el coño a AGRIPINA.)

MARÍA.-¡Qué almeja más colorada!

¡Que colorada estáis, mi amor!,

y inundada por un blanco licor.

¡Si parecéis por la leche bañada!

AURORA.-Usó nuestro adorado destructor.

Por eso sus sensuales gemidos.

El destructor potencia los sentidos

y como compañero no hay otro mejor.

(AGRIPINA lleva la cabeza de MARÍA a su coño. AURORA va al lado de MARÍA. Le abre las nalgas con las manos. Juega con la lengua en su culo. Le mete dos dedos en el coño.)

MARÍA.-(Lamiendo el coño de AGRIPINA.)

Deliciosa aguadilla templada...

Me la bebería eternamente...

(MARÍA y AGRIPINA comienzan a gemir.)

Mas temo que quedaré inconsciente

cuando me atrape la gran oleada...

(AGRIPINA está a punto de correrse. Aparta la cabeza de MARÍA de su coño. MARÍA se pone boca arriba. AGRIPINA le pone el coño en la boca. MARÍA lo lame. AURORA le come el coño a MARÍA.)

MARÍA.-Quiero morir y después resucitar...

(Gemidos de las tres)

Resucitar bebiendo vuestro licor...

(Gemidos.)

Me excita este morboso olor...

(Gemidos.)

¡Voy a gozar, gozar, gozar! ¡¡Gozaaaaaaaaar!!

(MARÍA se corre y deja de lamer el coño de AGRIPINA. AGRIPINA mete dos dedos en el coño. Se masturba.)

AGRIPINA.-¡Voy a empapar vuestro rostro, bonito!

¡Me voy a correr en vuestra boca!

¡Ya llega! ¡¡Ya llega la riada loca!!

¡¡Ay Dios, ay Dios, ay Dios que me derrito!!

(AGRIPINA llega al éxtasis. Su corrida es larga, larga, muy larga. Chilla. Se sacude. De su coño sale un torrente de aguadilla que cae en la boca de MARÍA. MARÍA acaba de correse y mueve la pelvis buscando un segundo orgasmo. AURORA acelera los movimientos de su lengua.)

AURORA.-Dadme de nuevo vuestra ambrosía...

(Gemidos.)

Moveos así, así, acompasadamente...

(Gemidos.)

Os veo preciosa. Estais reluciemte...

(MARÍA gime desesperadamente.)

¡Dadmela, dadmela, dadmela, vida mía!

(MARÍA se corre. Su coño aprieta la lengua de AURORA. Le empapa la cara de jugo. AGRIPINA siente la fuerza de la corrida de MARÍA cuando le chupa una de sus nalgas. Al acabar, cada una vuelve a su sitio.)

AURORA.-(A MARÍA)

No podéis negar que os ha gustado.

Se os fue dos veces la vida.

Pena que yo quedara herida.

al ver tanta dulzura y agrado.

MARÍA.-Ahora os toca a vos, hermosa.

Muy suavemente os la comeremos.

Como vuestras esclavas seremos

hasta que vibre de gozo vuestra rosa.

AGRIPINA.-Lo estamos deseando, preciosa.

Lo deseamos como el respirar.

Tened por seguro que os vamos a tratar

como si fueseis la más bella diosa.

(AGRIPINA besa a AURORA. Acaricia sus tetas. MARÍA se mete entre las piernas de AURORA. Lame su coño.)

AURORA.-(A MARÍA.)

Suave, suave, suave, suavemente...

(Gemidos.)

Lame... chupa... lame... subciona...

(Gemidos.)

Despacito, despacito... ¡¡Ladrona!!

(Gemidos.)

Así, así, suave, muy dulcemente...

(AGRIPINA ya le está devorando las tetas a AURORA.)

Percibe su exquisito aroma...

(Gemidos.)

Lame, lame... chupa, dulce paloma...

(Gemidos.)

¡Aparece subiendo la pendiente!

(Gemidos más fuertes.)

¡Siento que me viene! ¡¡Ya asoma!!

(AURORA mueve la pelvis con rapidez entre gemidos.)

¡Ya me voy!! ¡¡Toma, toma,toma, toma!!

¡¡¡Toma, toma, toma mi néctar caliente!!!

(AURORA pierde el conocimiento con el gusto. Sus gemidos son como suspiros. AGRIPINA la besa dulcemente en la boca. MARÍA no deja de lamer su clítoris hasta que AURORA no para de mover la pelvis.)

AGRIPINA.-(A MARÍA.)

Dejad que se la coma un poquito

mientras duerme mi ángel celestial.

Saborearé lo que quede de manantial,

un manantial que es exquisito.

(MARÍA se aparta. AGRIPINA lame el coño de AURORA como si fuese algo delicioso. Después le mete dos dedos. La masturba.)

MARÍA.-¿Quién os enseñaría a masturbar?

Movéis los dedos con maestría.

Alguna jovencita ya se correría

viendo como la hacéis disfrutar.

AGRIPINA.-Autodidacta, cosita bonita.

¡Las pajas que me habré tirado

para llegar a hasta este grado

de conocimiento de la chochita!

(Un ratito más tarde.)

MARÍA.-(Besa a AGRIPINA.)

Dejad que se la vuelva a comer.

Ya debe esta cachonda a rabiar.

No dejaré que llegue explotar

porque las dos queremos beber.

(MARÍA lame los labios del coño de AURORA. Lame y chupa su clítoris. Aurora, despierta.)

AURORA.-(A las dos.)

¡Me voy a correr otra vez, locas!

¡Ya me tenéis tierna cómo un queso!

(MARÍA y AGRIPINA se besan.)

¡Mataría por un pequeño beso!

¡Mataría por vuestras dulces bocas!

(MARÍA y AGRIPINA le dan más besos de los que pide. Cada una coge un pie. Lamen y chupan plantas, dedos tobillos, talones... Suben besando y lamiendo el interior de los muslos hasta llegar al coño. Cada una le da un beso en el clítoris. Otro cada una en el ombligo. Se besan ellas. En las tetas, chupan, lamen y magrean una teta cada una. Se vuelven a besar entre ellas. Llegan a la boca. La besan por separado y juntas. Besan su cuello. Los lóbulos de las orejas. AURORA baja una mano hasta el coño. AGRIPINA se la quita. MARÍA le mete dos dedos. Al bajar AGRIPINA, MARÍA quita los dedos. AGRIPINA lame el clítoris de AURORA. MARÍA la besa en la boca. Comienza a comerle las tetas)

AURORA.-Esto si que es conocer la gloria...

(Gemidos.)

¡Sí! Seguid así, así, así, así, así..

.

(Gemidos.)

Llevadme hasta el loco frenesí...

(Gemidos.)

Escribir conmigo una bella historia...

(Gemidos.)

¡Ya viene otra vez la riada!

(Gemidos escandalosos.)

¡Todo mi talle comienza a temblar!

(Gemidos de una loca.)

¡Ya yaaaaa, yaaaaaa! ¡¡Voy a volar!!

(Susurra.)

No veo, no veo, no veo, no veo nada.

(AURORA del susurro pasa al grito. Esta ciega. Sus ojos están en blanco. Se retuerce. De su coño no para de salir jugo. AGRIPINA se harta de beber. Acaba de correse.)

MARÍA.-(Boca arriba, a las DOS.)

Ha sido una tarde memorable,

aunque ahora, cielos, me debo ir.

Me ata el trabajo. Debo subsistir.

Mas esta tarde será imborrable.

(Sienten ruidos en la puerta de la habitación)

AURORA.- (Susurra.)

¿Quién nos estará espiando?

Espero que no sea mi marido.

Es estricto y demasiado creído.

Lo dudo, ya estaría chillando.

AGRIPINA.-(Susurra.)

Si para él esto es una afrenta

entraría para bien o para mal.

¡A qué es la mudita del Arrabal,

la que contratasteis de sirvienta!

AURORA.-No había caído en la cuenta.

Con esa no podríamos jugar.

Demasiado joven para explorar,

aún debe leer la Cenicienta.

AGRIPNA.-Con dieciocho primaveras cumplidas

ya sabe bien para que la tiene,

aseguraría que el gozo le viene

con la fuerza de las estampidas.

MARÍA.-(Tambien susurrando.)

¿Y si se trata de un ladrón?

¿Por que sólo pensamos en sexo?

Lo más probable es que sea eso.

¿Tenéis armas en la habitación?

Continuará.

Se agradecen los comentarios buenos y malos.