El sueño de un madurito (6)

El cambio que da la vida de un soltero con la llegada de su sobrino, la convivencia con el y sus amigos.

Había dejado a mi chico en el aeropuerto y me sentí triste, me había acostumbrado a su compañía, mi vida desde que el entro por las puertas de mi casa había cambiado bastante, esas tardes de calma, esos días de soledad buscada habían desaparecido, ahora me entristecía dejar a Nicolás en el avión y volver a casa a reencontrarme con mi vida cotidiana de Madrid, con esas tardes de viernes en mi sofá, en las salidas con amigos a cenar en restaurantes de moda a tomar una copa en locales de diseño y ligotear con gentes distintas de quien sabe donde, aun no había despegado el avión y ya añoraba al chaval. Pero no podía permitirme aquellos sentimientos, Nicolás era una histeria pasajera en mi vida e igual que había llegado el día que menos esperara desaparecería para siempre, debía hacerme a la idea que aquello era como un sueño que tenía una fecha de caducidad.

Sonaba mi móvil y conecté el altavoz del coche, hola tío, ¿Cómo estas? Hola Nico,¿ que ocurre?,¿ porque me llamas? – nada tío es que ya te echo de menos y aun no he llegado a casa y quería oír tu voz antes que me llamen a vuelo. No seas bobo mi niño, veras como lo vas a pasar en casa con tus padres y tus hermanos, ve a ver hoy mismo a los abuelos y sal con tus amigos de allí ¿vale mi amor?

Si tío, perdona que te diga estas tonterías, pero es la verdad, me da mucha pena separarme de ti, - a mi también Nicolás, me he acostumbrado a ti y ahora te añoro mucho.

Bueno querido tío, te dejo que me voy a poner a llorar como un idiota. Vale mi cielo, te mando un beso muy fuerte y pásalo muy bien en casa.

Adiós mi amor, te quiero tío.

Tuve que parar el coche en cuanto pude, las lágrimas me inundaban la visión de la carretera. ¿Cómo podía ser esto que me estaba ocurriendo?

Era algo fuerte, me estaba enamorando de mi sobrino?,¿ del hijo de mi hermano?, eso no podía ser, lo peor es que el chico también estaba en la misma situación.

Conseguí tranquilizarme y emprendí mi camino, decidí que no debía comer en casa solo, así que iría a buscar a unos amigos que todos los viernes almorzaban en el mismo restaurant. Así cambiaria de aires y seguro que me divertiría con ellos.

Volvió a sonar el móvil, esta vez no era Nico, - hola tío, soy Guillermo, ¿Cómo estas? ¿Puedes hablar?

hola Guillermo chico ¿cómo estas? Muy bien , es que, el chico enmudeció por un instante y continuó. Me he acordado que Nico se marchaba y quizás querrías estar acompañado , te llamaba para invitarte a comer, me encantaría aceptaras mi invitación,

mmm, Guillermo eres un sol, pues si, vengo de dejarle en el aeropuerto y estaba pensando que no quería comer hoy solo, así que tu invitación me viene estupendamente. Ok tío, ¿Dónde quieres que nos veamos?

¿Dónde estas Guillermo? Pues estoy en casa, ¿sabes donde vivo?

No, no tengo idea. Estoy en el barrio de Salamanca en la calle Lagasca, pero si quieres puedo salir a Maria de Molina y me recoges en esa esquina si te parece bien

Perfecto yo estoy entrando por avenida de América, así que date prisa porque en esa zona no puedo para ni un instante.

Muy bien tío, voy corriendo para allá. Y colgó el chico,

Se me cambió la alegría, Guillermo era un chico que me encantaba, era guapísimo y muy maduro y su conversación seguro que era súper interesante, llegué al sitio acordado y vi. al chaval como corría esquivando coches cruzando la avenida, al ver mi auto, levantó la mano haciéndome señal de que me había visto. Le hice ráfagas con las luces del coche y puse el intermitente señalando que pararía a mi derecha.

Guillermo de un salto se monto en el auto y me dio un fuerte beso sonriente y tan guapísimo como siempre dijo.

  • Hola tío, ¿penita de que se fuera tu niño? Yo te voy a quitar esa pena, el chico decía todo esto con una cara de sorna importante.

Yo le oía sonriente y le respondí,

  • Bueno, ya la pena se me ha aliviado desde el momento que te he visto,

¿Dónde quieres que comamos?

-Tranquilo, amigo, hoy invito yo así que yo elijo el lugar donde vamos a comer. ¿te parece?

Perfecto, mejor todavía, ahora me hago a un lado y tu coges el coche y me llevas donde te de la gana, hoy me dejo guiar por ti, j aja ja.

Paré el coche en un lateral de la calle y me bajé dejando el lugar del conductor libre para que el chico, saltara a ocupar el puesto y entré en el coche de nuevo en el lugar del copiloto.

Adelante, llévame donde quieras, no tengo nada que objetar, dije a Guillermo, que de inmediato puso el coche en marcha y emprendió camino hacia el restaurante donde iríamos a comer.

Después de un rato callejeando llegamos a una urbanización de la zona norte de Madrid, paramos en la puerta de una finca que se encontraba cerrada, pero Guillermo se apeó del coche y fue a hablar desde un portero automático y después de un momento se abrió la puerta de hierro dejándonos paso libre en una carretera asfaltada rodeadas de árboles que nos conducía hacia un edifico principal que se veía al fondo, al llegar había una gran explanada, un aparca coches salió a nuestro encuentro y Guillermo me dijo que habíamos llegado, dejó el vehiculo en manos del hombre y nos dirigimos a la casa, un edificio de diseño clásico típico de las casas de campo de los alrededores de Madrid, en granito y pintada de blanco, entramos en un gran hall donde un joven vestido de smocking nos recibió muy amable indicándonos que le siguiéramos , nos llevó a un pequeño salón donde nos ofreció una bebida como aperitivo y pedimos dos copas de jerez, un joven latino vestido de negro vino y nos sirvió las copas acompañadas de unas patatas fritas . Pasado unos segundos volvió el maître y nos indicó que nuestra mesa estaba lista, pasamos a un pequeño comedor con vistas al parque lleno de encinas y un verde césped, había una mesa redonda con dos sillas, la mesa tenia un elegante mantel de hilo y un servicio de mesa de porcelana y cubiertos de plata, la mesa estaba decorada con un bonito centro de flores frescas puesto con bastante buen gusto.

Una vez nos tomamos asiento , apareció otro joven rubio altísimo ofreciéndonos otro aperitivo y nos dejó una serie de tapas calientes para ir picando, la carta era corta pero atrayente, este restaurante tenia pinta de ser un club bastante privado donde se daban cita personas que no querían ser molestados o con encuentros digamos íntimos que no les convenía comentar.

Después de ordenar con bastante soltura la comida y el vino que tomaríamos Guillermo me contó que sabia de este lugar porque un amigo de su familia un día lo trajo a comer y era un lugar bastante agradable y la comida era excelente.

¿Cómo un chico de tu edad se permite estos lujos, Guillermo? El chico sonrió y me contestó.

Bueno, muchas veces de un chico joven también hay algunos misterios que no deben revelarse a la primera de cambio, ¿no crees?

No hice mas intento de cuestionar al chico, por lo visto tenia cosas que no quería contar y como no soy nada curioso opté por desviar el tema de conversación hacia otros temas y así todo marchó a la perfección, comimos magníficamente, todo era exquisito en la calidad y en el servicio, nos tomamos una botella de tinto de un año buenísimo y con el café nos sirvieron una copa de licor con hielo hecho artesanalmente que era delicioso.

Ya a esas alturas de la comida estábamos bastante bebiditos, y ya cedimos en nuestra compostura y nos hacíamos alguna carantoña y besos.

¿Guillermo, como vamos a volver ahora a Madrid? Estamos los dos bastante bebidos y no es posible que conduzcamos en semejante estado.

-No te preocupes tío, ahora pasaremos a otro lugar donde podremos seguir tomando una copa tranquilitos.

Ok, tu eres quien manda, ya te dije que me dejaba llevar por tío hoy.

Una vez terminamos la copa el camarero rubio, nos acompañó a una habitación que estaba contigua al comedor y nos dijo que si deseábamos alguna cosa, solo teníamos que llamarle, que encantado nos atendería.

Cerró la puerta y nos quedamos solos en aquel salón con una vista también al parque tenia un sofá tapizado en color crema y una mesa en el centro de cristal. En un lado de la sala había una pantalla plana de televisión y poco mas elementos tenia pero así y todo era un lugar agradable, había una puerta que daba otro lugar, como estaba entre abierta me dio por curiosear y descubrí que había un dormitorio enorme con una cama de gran tamaño en el centro, justo a un costado había un baño al cual me dirigí porque necesitaba hacer pipi después de tantas cosas como habíamos bebido,

Estaba claro que solo para follar nosotros dos solos no estábamos allí Guillermo me había traído para algo mas que aun tendría que descubrir pero no debía ser impaciente, dejaría al chico fuera descubriéndome cuales eran sus planes para aquella tarde.

El cuarto de baño era una maravilla, además de los elementos habituales del baño tenia un gran ventanal que daba a una pequeña piscina cubierta en un porche exterior y junto a esta un jacuzzi y una gran cama solarium todo en una especie de pequeño invernadero. La verdad que aquel lugar gozaba de una privacidad excelente, seguro que era lugar de encuentro de mucha gente que querrían preservar su intimidad.

Guillermo vino a buscarme con una copa de licor en la mano, había encargado trajesen mas café y me dio a beber de la copa de ese dulce y agradable aguardiente, después de tomar un sorbo besó mi boga aspirando el liquido que aun yo no había tragado.

Lo agarré por la cintura, lo apreté contra mi, lo miré con una cara de lascivia y de querer poseerlo que al chico lo puso mas caliente de lo que estaba ya, dejo la copa en una mesa auxiliar del baño y comenzó a desnudarme, yo lo imité y desabroche los botones de su camisa y los de su pantalón y con suma suavidad fui quitando cada una de sus prendas lentamente, el a mi ya me tenia totalmente desnudo y restregaba su polla contra la mía cosa que a los dos nos ponía bastante.

¿Quieres que nos demos un baño? El agua de la piscina esta graduada y esta calentita, o quizás prefieras un jacuzzi,

Guillermo, tu vas a dirigir hoy la vida de los dos, me estoy dejando guiar por tu, solo te digo que me encanta estar contigo aquí o en otro lugar, si quieres que juguemos a algo, hagámoslo ya, estoy deseando meterte mano y estas dándome vueltas.

j aja ja, reía el chico, tío tu quieres echarme un polvo ahora y creo que es mejor que nos dediquemos a jugar porque con esta borrachera ninguno de los dos seremos capaces de follar ¿no crees?

Guillermo, llamó al timbre e inmediatamente vino el chico rubio guapísimo, era rumano, aspecto atlético, no demasiado fuertote un cuerpo bastante apetecible.

Guillermo le dijo a Alley que porque no se bañaba con nosotros, seria divertido disfrutar de esa piscinita los tres juntos.

Rubio Alley dijo sonriente que seria un placer y sin pensarlo mucho comenzó a desnudarse, Alley era polaco un chico de unos veinticinco años alto de un metro ochenta y cinco aproximadamente, era fibrado no era su cuerpo excesivamente musculoso pero si bastante definido, sus ojos era pardos mas bien grisáceos y tenia una boca grande con una dentadura blanca y perfectamente cuidada.

Una vez desnudo el polaco nos mostró un precioso aparato genital que le colgaba morcillon entre sus largas piernas y bajo estos dos hermosos testículos, Alley entro en la piscina y se unió a nosotros, el agua estaba a una temperatura exquisita así que no se tenia ninguna sensación de frío además habían subido la temperatura exterior de la sala.

Guillermo agarró al nuevo compañero de baños por la cintura y lo beso suavemente en la boca y este le fue respondiendo a sus caricias y a la vez comenzó a acariciarme a mi bajo el agua.

El chico estaba bastante bueno, pero no veía la necesidad de haber invitado a un boy profesional a pasar esa tarde con nosotros, yo me bastaba con los encantos del chico que me había convidado a tan singular almuerzo.

Nos enredamos en una larga sesión de sexo entre los tres, en diferentes momentos del juego en la piscina fuimos probando los cuerpos de los tres, pasado un buen rato nos salimos del agua y nos tumbamos en la cama de agua que había en aquel solarium, fui penetrado por el polaco que tenia un buen pollon, la verdad que dejó mi culito bastante dolorido y ardiente después de la montada que me pegó, mientras Guillermo se dedicaba darle carne al polaco que gemía profundamente por el placer que recibía.

Después de esta intensa sesión de sexo me fui a la ducha, estaba extenuado, me di un buen baño de agua caliente y me puse un albornoz tumbandome en la cama del dormitorio donde me quedé profundamente dormido.

La verdad que no había disfrutado aquella escena lo suficiente, no me había parecido necesario, había sido algo frío y calculado.

Al despertar, Guillermo yacía en la cama junto a mí, dormía placidamente y Alley ya no estaba, se habría marchado cuando terminó con Guillermo.

Pasado un rato Guillermo despertó y después de darme un beso le dije que quería marcharme de aquel lugar, deseaba volver a la ciudad.

Nos vestimos en silencio y avisamos que nos marchábamos, vino el chico latino que nos atendió y nos acompañó hasta la puerta, donde ya estaba nuestro coche listo para partir, en esta ocasión cogí yo el mando del coche y salimos hacia Madrid.

Durante el camino Guillermo no sabía más que disculparse, no sabia el que había fallado, el solo había pretendido que pasáramos una tarde divertida y pensó que Alley me gustaría pues era un chico muy guapo.

Mira Guillermo, dije al chico, Yo quería pasar una tarde contigo, agradezco el detalle de llevarme a un lugar tan especial, de querer sorprenderme con un numerito erótico distinto, pero; si de algo estoy harto en estos momentos es de follar por follar, no necesitaba nada especial, solo con tu compañía y una comida tranquila hubiera sido suficiente, no necesitaba los servicios profesionales de nadie para pasarlo bien contigo.

Hubiera preferido ser algo mas serio para ti y que hubiéramos pasado la tarde en casa de una manera mucho mas romántica, tu me atares muchísimo, pero veo que para ti todo esto es simplemente un juego erótico.

El chico no dijo nada, solo se disculpó por el mal entendido, conduje hacia el centro de la ciudad, ya sabia en que calle vivía, le pregunté a que altura de esta vivía y lo llevé hasta la puerta de su casa, nos despedimos no sin volver a darle las gracias y partí hacia mi casa.

Al entrar en casa olvidé que tenía el teléfono móvil apagado, lo puse en marcha y tenía muchísimas perdidas, varias de ellas eran de Nicolás y otras de Micky. Leí los mensaje que tenia en el teléfono fijo de casa y igualmente Nicolás me decía que había llegado bien y que me echaba de menos, Micky también me dejaba mensaje de que por favor lo llamase necesitaba hablar conmigo.

No contesté a nadie, estaba cansado, bloqueado después de aquella tarde que pareció innecesaria y absurda para mi, pensaba en algo mas romántico no terminar comiendo con un jovencito en un lugar de citas y para colmo echando un polvo con in gigoló polaco.

Los teléfonos no paraban de sonar, vi que me llamaba Nicolás desde su móvil y atendí su llamada, el chico llevaba todo el día buscándome.

Hola Nico, ¿Cómo llegaste?

tío, llevo todo el día buscándote, porque no me cogias el teléfono, me tenias asustado. No me pasaba nada, olvidé el teléfono en el coche y me he quedado dormido. Como fue tu viaje? ¿Qué tal están tus padres?

Todo bien tío, gracias ¿tu estas bien? No me mientas ¿te pasa algo?

Nada chico, no te preocupes, estoy perfecto, estoy en casa viendo la tele y muy bien todo.

Voy a tener que irme para allá, no puedo dejarte solo, ja ja ja, reía el muchacho.

si, si es verdad no debes dejarme solo, no se vivir sin tu compañía, ja ja ja.

Bueno tío, te dejo, voy a salir a cenar con mis padres y los abuelos, mañana te llamo, pero atiende mi llamada, no seas capullo.

Vale cariño, no te preocupes, da besitos a los abuelos, y otro para tu, diviértete mucho.

Adiós besos tío.

Eran casi las diez de la noche, no tenia ganas de cenar, después de tan magnifica comida y tantas copas, mejor hacer una dieta depurativa, en la televisión no había nada que mereciera la pena, así que pondría una película de la TV de pago, siempre había alguna película de estreno interesante.

Sonó el interfono del portón de la calle insistentemente, fui a ver quien era,

Micky llamaba insistentemente, piii piii piii.

Hola Micky, sube.

Gracias tío, abrí la puerta y Micky subió a casa. Lo esperé en el hall y el chico salió del ascensor como una bala.

¿Dónde has estado? ¿Por qué no me has respondido a mis llamadas?

Espera criatura, tranquilízate, no ha ocurrido nada. Me abrazó y comenzó a besarme una y otra vez con muchísimo cariño.

Estaba preocupado por ti, y para colmo el insensato de Guillermo me ha llamado y me ha contado lo que había hecho y he pensado que seguro que estabas hecho una mierda.

Ja ja ja. ¿Qué te ha contado Guillermo?

Tío, dijo Micky muy serio, sin terminar de soltarme, me tenia abrazado con sus dos brazos y me apretaba contra el cada vez mas fuerte.

-mira señoriíto mayor, yo seré un jovencito muy alocado me encantará la juerga la fiesta, las drogas y lo que tu quieras, acúsame de algo, pero si algo tengo claro es que a ti no te quiero solo para follar, no se me ocurriría jamás desperdiciar una tarde contigo llevándote a un lugar de encuentro de señores mayores con jovenzuelos y menos meterme en la cama contigo con un boy , prefiero pasar la tarde contigo viendo una buena película o tranqulimante los dos juntos sin hacer nada.

Me quedé boquiabierto, Micky el frívolo y alocado Micky estaba demostrando una sensibilidad mayor de la que imaginaba y además me quería y comprendía perfectamente cual hubiera sido el plan perfecto para hacer conmigo.

Lo besé tiernamente una y otra vez acariciando su cara con toda la ternura del mundo, ese chico no dejaba de sorprenderme, de mis ojos salieron dos lágrimas maravillosas que el chico recogió con sus labios y volvió a abrazarme.

Pasamos al salón y nos sentamos uno junto al otro. Me sentí tan feliz de las cosas que el chico había dicho que no sabia que hacer.

Tío, hoy quiero ser tu amante, pero no quiero hacer el amor, quiero sentirte cerca de mi, sentir tu cuerpo, tu calor tu palpitación, no necesito nada de sexo contigo, solo poder besarte y estar a tu lado,

¿Me dejas?

Claro que te dejo mi niño, exactamente eso es lo que estaba necesitando y tú vienes y me lo ofreces. Lo bese con todo el cariño del mundo y lo atraje hacia mi y así nos quedamos por largo tiempo.

Micky seguro que estas muerto de hambre, voy a preparar algo para comer. Si, es cierto, llevo todo el día sin comer, dando tumbos de un lugar a otro

¿Dónde anduviste? Pues que tenia que ir a la facultad a entregar un trabajo y me faltaba parte de las cosas y anduve buscando de un lado a otro por casa de mis compañeros, después me iba poniendo cada vez mas nervioso porque tu tenias el teléfono apagado y Guillermo también y Nico me llamaba a preguntar donde estabas tu que no tenias compromisos de trabajo y andarías por ahí solo y triste.

Ja j aja, total que habéis estado preocupadísimos por mi todo el día, pandilla de idiotas.

Si si idiotas, pero si no llego a venir estas aquí mas triste que el carajo por culpa del insensato de nuestro querido Guillermo. Será gilipollas el muy memo.

Mañana lo voy a coger y le voy a partir la cara,

Tranquilo cariño, no seas violento, el pobre Guille lo hizo con su mejor intención, todo iba bien hasta que llegó el numerito erótico con el polaco.

Ay ay que bobo, que poca sicología tiene el pobre.

Oye Micky por cierto, ¿de que conoceis vosotros la existencia de ese lugar?

Je je je. Tío, estas preguntando cosas delicadas, pero te las contaré después de que me des algo de comer, muero de hambre,

Pobre mío, vamos a la cocina y preparamos todo lo que tu quieras.

Nos sentamos en la cocina, preparé comida para mi pobre invitado que estaba desfallecido y comía con bastante apetito yo mientras tanto oía todo lo que me contaba mientras engullía lo que le había preparado y comí alguna fruta y después de esto nos fuimos a la salita, nos sentamos los dos acurrucados tapándonos con una manta y vimos una película en la televisión.

Así nos dio la madrugada ;Micky me dijo, es hora de ir a la cama campeón, y tiró de mi llevándome a mi cuarto nos desnudamos y nos metimos en la cama, se abrazó como una serpiente a mi cuerpo, después de darme las buenas noches me beso tiernamente y dormimos apaciblemente toda la noche el uno junto al otro.