El sueño de un madurito (4)

Un hombre maduro ve como su vida cambia radicalmente cuando llega a vivir con el un sobrino de 21 años y como se relaciona con el y sus amigos.

Después de la estupenda noche en casa con los tres chicos continua la acción al día siguiente cuando amanecen.

Bueno chicos, vamos a desayunar en la calle, si lo hacemos aquí ya se lo que va a ocurrir, así que sin duchar ni nada, vestiros que salimos a tomar café con porras y a comprar los periódicos.

Muy obedientes ellos tres se fueron a buscar sus ropas y en nada estaba listos para salir a la calle, fuimos a una cafetería bastante buena un poco mas alejada de casa, pero allí servían los findes unos desayunos ingleses riquísimos y a estos holgazanes había que darles de comer bastantito así que les hice andar mas de la cuenta aunque protestaron todo lo permitido al final agradecieron mi insistencia.

Devoraron huevos fritos con salchichas, tostadas, zumos de naranja y pomelo y varias clases de panecillos ingleses.

Compramos prensa en el kiosco de al lado de casa y derechitos de vuelta, al entrar hice un alto tipo militar y a mis soldados ordené que antes de sentarse, debían ordenar toda la casa, sino allí no podría vivirse en todo el día, abrimos las ventanas para airear y colocamos todo en su sitio, en la cocina cada cosa fue colocada en su sitio y todo lo sucio al lavavajillas.

Hicimos las camas y ordenamos los baños, después de eso los fui mandando uno a uno a que se duchasen, así yo tendría un momento para ver que comida tenia para dar a esta pandilla.

Viendo la despensa y el frigorífico pensé que no me apetecía nada ponerme a organizar una comida para cuatro personas, el día estaba bastante bueno y creo que es mas sensato pasar el sábado fuera de casa, así que decidido por mi parte, llevaría a los chicos a comer fuera y tomaríamos un poco de aire y de camino yo no tenia que meterme a hacer nada en la cocina, pues verdaderamente el polvo con Guillermo me había dejado baldado.

Fui al cuarto de mi sobrino y los chicos se habían duchado ya, estaba vistiéndose pensando que nos quedábamos en casa y le comuniqué que los invitaba a comer fuera que hacia demasiado buen día como para quedarnos en casa, la verdad que acogieron la idea con alegría y Nicolás rápidamente sugirió que porque no salíamos de Madrid y nos íbamos a comer cordero a algún pueblito de Segovia, la verdad no era mala idea, era sábado y quizás con suerte encontráramos algún lugar agradable con sitio.

Pues nada chicos poneros ropas apropiadas para la salida y abrigaros que yo me voy dando una ducha, Micky protestó que el no tenia ropa y que quería ir a su casa a lo que yo rápidamente puse freno diciendo, Micky vestido estas precioso y desnudo mas, así que hoy te vistes con ropa de la casa, bien sea de Nico o mía, me da igual que te pongas lo que quieras pero tu no vas a ninguna parte.

El chico se puso muy contento y dijo ¿de veras me dejarías usar ropa tuya? A lo que los otros dos secundaron la idea con una sonrisa infantil en sus labios.

Está bien, poneros lo que queráis, menos Nico que esta en casa y tiene su propia ropa. Micky inmediatamente se quito unos calzoncillos que tenia que eran de Nico y fue a buscar rápidamente unos míos blancos y pequeños que le quedaban perfectos, cogió un jersey de cuello alto de cashemire que la verdad no me hacia mucha gracia, pero bueno se lo dejaría y se colocó sus pantalones vaqueros. Cogió unos calcetines de lana míos y se puso sus zapatillas, el chico estaba feliz. Guillermo también se quiso poner unos boxers míos, decía que le daba muchísimo morbo, calcetines y eligió de mi armario una camisa vaquera y unos pantalones de pana verdes con un suéter gordo y se atrevió con unos botines de ante marrón.

Viendo que los niños iban hechos unos príncipes Nico me miró con carita de pena y le dije, ven mi amor, y acariciándole el pelo, tu ponte a mi mismo si quieres, eres el principito de mi casa y lo bese en los labios, se puso muy contento, se desnudo no antes abrazarme fuertemente y empezó a husmear en mi vestidor a ver que elección hacia.

Me di una ducha mientras que los niños se terminaban de arreglar, perfumar etc., estaba nerviosos, exultantes de alegría, ya me vestí y dije que todos a la calle, iríamos en mi coche y todos querían conducirlo a lo cual dije que por orden de antigüedad de carnet de conducir los iría dejando el mas experimentado seria el conductor a la vuelta y el menos seria el que conduciría a la ida en el intermedio pues conduciría el que faltara.

Resultó que el que tenia mayor antigüedad como conductor era mi sobrino y el que menos Guillermo, entregué las llaves del coche y nos montamos rumbo a la carretera de Burgos, había pensando que por la zona de Sepúlveda encontraríamos un buen lugar donde comer comida casera y un buen corderillo. La verdad que el chico no manejaba mal el coche, me confesó que su padre tenia uno exactamente igual y que lo cogía muchísimo en la urbanización donde vivían en el sur, no nos cogió mucho trafico con lo que fue fácil salir de Madrid y llegamos pronto a un bonito pueblo donde había mercadillo de toda clase de alimentos y entonces mandé a los chicos a pedir mesa en el restaurante, una antigua casa de comidas que regentaban ya las nietas de la fundadora, mientras, yo hice provisiones de frutas y verduras par a mi casa y también compré alguna carne y otras cosas que se me fueron antojando o consideré necesarias para la casa.

Después había un gran puesto de dulces caseros hechos por las mujeres de los pueblos de los alrededores y pan de hogaza horneado en hornos de leña a la antigua usanza, así que compré dulces para los chicos y pan para prepararles el desayuno dominical.

Pasamos a la fonda y comimos estupendamente, chacinas caseras, un buen plato de sopa y cordero asado con ensalada, mis tres amantitos dieron buena cuenta del menú , porque no dejaron ni rastro de todo aquello que las chicas le fueron sirviendo, todo ello regado con buen tinto de la tierra que era excelente.

De postre tomaron natillas como yo y un café para no dormirse y después de pedir una copa, levanté la mesa porque eran casi las siete de la tarde ya y debíamos volver a Madrid y no habíamos visto nada, yo pretendía enseñarles un palacio cercano de patrimonio del estado, pero ya por la hora que era mas bien imposible, habría que dejarlo para un día que fuéramos mas previsores.

Nos montamos en el coche y decidí que conduciría yo Micky había tomado demasiadas copas y no quería que le quitaran el carnet y nos matase por la carretera, de todas maneras ninguno estábamos en condiciones de mucha conducción. Guillermo de repente de manera pausada dice, la casa de mis padres está aquí en un pueblo cercano, era donde íbamos venir Nico y yo este fin de semana, los guardeses lo han dejado todo listo y yo no les avisé de que no vendríamos.

Nicolás rápidamente me dijo, tío, ¿podemos quedarnos a dormir aquí? Seria buena idea abrir la casa que esta calentita y dormimos la mona y luego de noche salimos a cenar algo al pueblo,

¿Qué opináis todos? Se hizo un si unánime, les apetecía quedarse en el pueblo de la sierra, a ver como estaría la casa de caliente para poder dormir esa noche.

Nos encaminamos hacia allí y llegamos a un pueblo bien alto ya en la sierra bastante bonito. Guillermo nos guió hacia una urbanización de casas que se notaba que se ocupaban solo los fines de semana y pasamos de largo adentrándonos en un camino pedregoso y al final se veía un enorme caserón de piedra bastante bonito, aquel era nuestro hogar por esta noche, los padres de Guillermo estaban de viaje por estados Unidos pero de todas formas esa era una casa herencia familiar que la mantenían abierta porque algún día seria para Guillermo, pero sus padres jamás venían a vivirla,

Guillermo salió el primero del coche y fue a buscar a los guardeses que inmediatamente salieron a saludarnos y abrieron el portón principal del caserón entramos en un inmenso salón decorado rústicamente con una enorme chimenea de piedra que estaba llena hasta arriba de leña ardiendo y rodeada de unos butacones de cuero Chesterton muy bonitos, había detalles de caza por todas las paredes, la verdad que el lugar era elegante y acogedor. Abrieron las ventanas y esa fue la mejor cosa de toda la tarde desde aquel lugar se divisaba toda la sierra de Madrid sin limitaciones, la vista era realmente esplendida y a esa hora durante el ocaso del día era fantástico los matices de colores.

Guillermo agradeció al guardes su atención y le despidió diciendo que del resto se ocupaba el, que si necesitaba algo lo llamaría de inmediato ahora iríamos a ver los dormitorios.

Solo vamos a usar dos cuartos ó uno dijo Guillermo, yo le respondí por todos que como el creyera oportuno, el sabia como tratar al servicio de su casa, a lo que respondió que sin problemas son los típicos que no e meten en nada, pero bueno hoy haremos ciertos honores,

Micky tu dormirás hoy con el tío en el dormitorio principal, tiene una chimenea que tira muy bien y es súper caliente, como tu. Jajá jajá.

Y Nico y yo como estaba previsto dormiremos juntitos en mi leonera particular a la cual le tengo mucho cariño.

Micky y Nico estaban emocionados, Yo la verdad hubiera preferido dormir con el dueño de la casa pero era justo el reparto y me abracé al chico que ya quería meterse en la cama, jajajaja

Decidimos que íbamos a descansar el almuerzo y propuse como lugar ideal donde relajarnos el salón de la chimenea, era un lugar perfecto los chicos aprobaron mi decisión y Guillermo ayudado por Nicolás fue a la cocina y volvieron con café recién hecho y una bandeja con toda clase de bebidas, vaso y hielo.

Todo estaba perfecto, el lugar, las vistas preciosas, la compañía, la verdad que en momentos así me consideraba un hombre con mucha suerte.

Guillermo se sentó junto a mi y me contó la historia de esa casa y porque pasaría a su propiedad de manera casual, era una historia curiosa, los chicos se pusieron sus cafés y se tumbaron en las butacas, Guillermo no dejo, de acariciarme en todo momento de cogerme de la mano y apretármela y besarme cada instante, era una maravilla de chico, cada vez me gustaba mas, no solo físicamente sino también por su carácter y personalidad , era un chico templado para su corta edad y ya estaba en tercer curso de una importante y difícil carrera de económicas bancarias. A todo esto el alocado de Micky le decía al amigo, aprovéchate ahora porque esta noche el tío va a ser mío a solas, no pienso compartirlo con ustedes, aunque el no quiera hacer el amor conmigo, yo me pegaré a el y dormiremos tiernamente a solas, es lo que mas deseo en estos momentos.

Todos reímos la franqueza de Micky, el pobre llevaba varios días queriendo entrar solo en mi cama pero hasta ahora no lo había conseguido.

Dedicamos la tarde noche a charlar, jugar a cartas y otros juegos de mesa y tomar licores y unas botellas de vinos, decidimos que no saldríamos y la guardesa nos hizo unos huevos fritos con patatas exquisitos con el pan que yo había comprado en el pueblo ese medio día.

Llegó la hora de dormir, todos estábamos cansados y nos fuimos cada cual a nuestros aposentos.

Micky ansioso, entro el primero en el baño y salió ya desnudo para meterse en la cama y una vez que estábamos los dos a solas me dijo,

Tío, se que te gusta mucho Guillermo si quieres le llamo para que duerma el contigo aquí y yo me voy con Nico, no te sientas obligado.

Lo dijo con tanta ternura que me emocionó, le respondí cogiéndolo entre mis brazos, No mi vida, quiero y deseo sinceramente pasar esta noche contigo, no hay nada que me haga mas ilusión que dormir abrazado toda la noche a ti, lo bese dulcemente y el me respondió con una lengua calida que se incrustó en mis profundidades .

Continuamos el juego sexual, los dos entrelazados en aquella enorme cama, frotábamos nuestros cuerpos el uno contra el otro besábamos cada centímetro de piel olíamos todos los rincones de nuestros cuerpos, eres extremadamente tierno el comportamiento del alocado Micky conmigo que no paraba de repetir , tío me gustas mucho, besé hasta la saciedad cada ricos mas oculto del cuerpo de mi joven amante, este chico era tremendamente atractivo en todo su ser, físicamente , sin ser nada del otro mundo estaba lleno de encantos y como ser humano tenia una personalidad arrolladora , Micky correspondía a mis besos no con menos, todo lo contrario se revolvía como una lagartija y exploraba cada centímetro de mi cuerpo, era ardoroso y su respiración era acelerada por la excitación que le producía todo aquello que estábamos haciendo, bajó hasta mi polla y la ensalivó con su dulce lengua, lamía mis huevos y el hoyo anal lo tenia totalmente mojado con su lengüita yo suspiraba de placer y el chico no paraba de procurarme sensaciones maravillosas en cada instante que iba pasando, todo se estaba haciendo muy despacito, sin prisas con mucha calma, llegó el momento y me pidió que le penetrase, me puso boca arriba en la cama y colocó su culito encima de mi mástil y fue introduciéndolo dentro de su agujero que fue engullendo lentamente todo mi trozo de carne, una vez que estuvo bien ensartado comenzó un subí baja lento pero enérgico que le procuraba un enorme placer, gemía y gemía acompasadamente con los movimientos que hacia de meter y sacar mi verga de sus entrañas, así estuvimos un buen rato ya no podía mas y se salió de ahí, colocándose e mi lado acariciándome muy tiernamente, tío, no quiero correrme, deseo seguir todo el tiempo posible disfrutando de ti, me gustas mucho, me decía el chico en una excitación extrema y en un momento sublime de entrega a mi persona, Micky estaba manifestando mas allá de una atracción sexual hacia mi y eso en cierto modo me halagaba pero por otro lado era algo que me provocaba un sentimiento de responsabilidad.

Puse al muchacho a cuatro patas como borriquito y me coloqué detrás de el y fui clavándole la polla en su culito jugoso y una vez lo tuve ensartado comencé a penetrarlo sin piedad, el chico chillaba de gusto y de esa manera nos vinimos los dos al mismo tiempo. Una vez me hube corrido le fui sacando el estoque despacito y lo agarre por la cintura atrayéndolo hacia mi y lo abrazaba fuertemente besándolo con toda la pasión y cariño que era capaz de darle.

Habíamos puesto las sabanas perdidas, Micky se acababa de correr encima de ellas, pero no nos importó, nos recostamos los dos hechos una piña y así abrazados dormimos profundamente toda la noche.

Mi sobrino y Guillermo estaban en una habitación alejada de la nuestra, se había hecho el día y vi. el amanecer desde la cama, la chimenea del cuarto daba calor pero sus llamas se habían convertido en un minúsculo rescoldo después de la larga noche, me levanté y azucé el fuego poniéndole mas leña, al ratito una llamarada invadió de luz y calor la habitación, Micky dormido completamente se veía minúsculo en la gran cama que llenaba tan inmensa habitación, se me ocurrió ir a buscar a los chicos, ver como habían pasado su noche, era la primera vez que iban a dormir los dos solos, Nico tenia una especial atracción por Guillermo y quería saber como se encontraban, Salí a la galería y caminé con un poco de frío hasta la habitación de los chicos, abrí y los encontré dormidos profundamente el uno junto al otro , daban una visión tierna y deliciosa de ellos dos tan guapos tan jóvenes que me enternecía, me metí con ellos en la cama, tenia frío y besé a Nico que abrió un ojo al sentirme frío.

Tío, exclamó, buenos días corazón mío, ¿Cómo has dormido? Bien, muy bien gracias y tú que tal con Micky, estupendo cariño, hemos pasado una noche estupenda y hemos dormido muy bien.

Guillermo abrió los ojos y al verme sonrió sorprendido al verme ahí con ellos en la cama, Hola tío, buenos días, ¿Cómo dormiste? Bien gracias Guillermo, he pasado una noche excelente.

Los dos me envolvieron con sus cuerpos, pues me había quedado helado en el paseo desde mi habitación a la de ellos y después de sus roces y caricias ya mi cuerpo había tomado un tono más acorde.

Les dije que no quería dejar a Micky solo, quizás se habría despertado ya, así que les proponía que viniesen al cuarto y que estuviésemos un ratito más juntos los cuatro en la gran cama principal de la casona.

Los dos sonrieron picadamente y aceptaron encantados, nos levantamos de un brinco y corrimos hasta mi cuarto, Micky aun dormía profundamente, nos metimos los tres en la cama y comenzamos a acariciarle cada uno por una parte de su cuerpo, el chico ante tanta caricia fue despertando muerto de la risa y haciendo gestos de placer y bromeando por tanto halago como recibía.

Miguelito estaba pletórico, me abrazó fuertemente y me dijo al oído "tiito te quiero mucho" yo le contesté con un fuerte beso y ya dejé que los demás siguieran jugando entre ellos.

Los cuatro juntos y desnudos en la cama como era de suponer era como una bomba de relojería y no tardó en llegar el momento de esa explosión, los chicos llenos de vitalidad comenzaron a ponerse cachondo entre juegos y caricias que se prodigaban, yo feliz de tenerlos así junto a mi veía como de manera desinhibida rozaban sus cuerpos entre ellos y conmigo también, Nicolás, me acariciaba con todo su amor y admiración hacia mi, me daba besitos cortos y tiernos, Guillermo me agarraba de la mano y me la apretaba con pasión y Miguel mi agarraba por el tórax besándome las tetitas.

Todo aquello provocó una guerra de todos contra todos y en un segundo se empezó a poner la cosa mas ardorosa de lo que yo pensaba, cada uno de nosotros comenzó a lamer la polla de alguno de nosotros, a mi me apetecía saborear a mi sobrinito que llevaba algunos días sin ser solo mío y sin pensarlo dos veces agarré su precioso nabo entre mis manos y lo engullí como perro hambriento. Lamí y lamí con ansias, me encantaba el sabor y olor de esa polla de mi propia sangre mientras yo me comía aquella cosa familiar la mía era devorada al principio no sabia quien era mi comedor pero de reojo aprecié que era Guillermo que palpaba mi trozo de carne palpitante dándole ese calor tan particular que el sabe darle al sexo.

Como no era de otra manera posible Micky estaba enfrascado con la polla de Guillermo a la vez que mi sobrino se desvivía con la de Miguel así hacíamos un cuarteto de mamones furiosos que lamíamos y lamíamos obsesivamente, solo se oía el chasquido de las chupadas que nos estábamos prodigando , durante un buen rato permanecimos así, de nuevo nos encontrábamos en un estado de excitación bastante alto, Nicolás me sacó la polla de mi boca y comenzó a comerme la boca, Guillermo y Micky hacían lo mismo, pero Guillermo deseaba mas de mi, me deseaba profundamente y por ello me buscó entre las sabanas y vino a ponerme su polla en la abertura de mi culo que de tanta excitación y lamidas estaba bastante dilatado, el chico no encontró resistencia alguna e introdujo su miembro de un solo golpe y una vez que lo tuvo aposentado se quedo quieto dentro de mi, Nico se puso de espaldas a mi y busco con sus manos mi carajo que lo fue a depositar en las puertas de su ano y una ves hubo apuntado fue introduciéndoselo poco a poco en sus adentros. Miguel hizo la misma operación colocándose delante de Nico y una vez todos estábamos ensamblados comenzamos un rítmico va y ven lleno de sensualidad y placer, que maravilla, parecíamos un trencito humano unidos por nuestros miembros rozándonos con cada parte de nuestros cuerpos, aquello era irresistible y comenzamos a venirnos uno a uno entre fuerte gritos de placer,

Había sido un polvo maravilloso, nos encontrábamos pringados de semen y sudor, pero nos sentíamos incapaces de movernos después de aquel desgaste físico, prácticamente extenuados nos quedamos tumbados en la cama por algún tiempo.

Pasado un buen rato miré el reloj, era casi el medio día, los guardeses deberían pensar que bien estábamos durmiendo, cosa incierta pues llevábamos despiertos casi desde el amanecer, Guillermo se levantó y se abrigó para salir a pedir nos prepararan un buen desayuno almuerzo pues la hora así lo requería, después de tomarlo recogimos nuestras cosas y emprendimos regreso a Madrid, no quería que nos cogiese el atasco propio de los domingos en la tarde.

Llegamos a casa y nos sentamos moribundos en las butacas y vimos una película, todos silenciosos y cansados, al anochecer los chicos se despidieron y se marcharon a casa, Nicolás y yo nos dimos una buena ducha y nos fuimos a dormir temprano, el lunes comenzaba una nueva jornada laboral y había que estar repuestos de tanto sexo como tuvimos ese fin de semana apasionante.