El sueño de un madurito (3)

El cambio que da la vida de un hombre al vivir con su sobrino. experiencias con el sobrino y sus amigos.

Continua la historia del tío con su sobrino y sus amigos, después de una noche de copas el tío retoma su vida laboral rutinaria.

A la mañana siguiente me costó la misma vida levantarme , vi que Nicolás estaba en su cama durmiendo placidamente y me marché a la oficina.

Esa tarde decidí que quería paz en mi vida, al volver a casa Nico me esperaba para comer, la asistenta había dejado todo listo y el chico le había dado permiso para marcharse diciéndole que el se ocuparía de ordenar todo. Comimos conversando tranquilamente y le dije que esa tarde no quería ni teléfono ni nada parecido, me encontraba cansado y quería dormir una buena siesta.

Me fui a mi cuarto y me quité el traje y desnudo me tumbé en la cama mientras Nico quitaba la mesa y recogía la cocina y una vez que terminó se vino a la cama conmigo diciéndome que no me preocupara que se me quedaría quietecito a mi lado durmiendo, lo mire serio y me sonrió diciendo que seria un buen chico, se acurrucó a mi cintura y nos quedamos así dormidos profundamente.

Me desperté de una buena dormida y Nicolás continuaba abrazado a mí durmiendo profundamente, le di un beso en la cabeza y acaricié sus cabellos , se fue despertando lentamente y me agarró de la polla pidiendo que esta se animara, pero le esquivé pues me había prometido tener un fin de semana relajado.

Le dije que le prepararía una magnifica merienda y me dijo, creo que la merienda no va a ser para nosotros dos solos, lo miré con cara de interrogación , y un poco sonrojado dijo, he invitado a merendar a Micky y Guillermo , van a venir a las siete, pensé que te divertiría.

No podía otra cosa que reír, vivía con un chico de veintiún años y debía asumir que son incansables , que me consideraban un buen amigo de ellos y que la vida para ellos era una continua diversión, así que dije, pues ve vistiéndote que ahora mismo vas a bajar a comprar unos dulces mientras yo prepararé unos sándwiches. Nico con mirada altanera, respondió; has llegado tarde amigo, todo lo de la merienda tu querido sobrino lo tiene ya dispuesto.

Eres una maravilla chico, siempre consigues lo que quieres, pues anda, ve a ducharte y vistete para recibir a nuestros invitados, por cierto Nico, ¿tú no ibas hoya la sierra con Guillermo? Si, dijo el chico íbamos pero hemos cambiado de ida, preferimos todos quedarnos aquí contigo, creo que Guillermo al conocerte se le quitaron las ganas de pasar el fin de semana a solas conmigo. ¿Cómo es eso? Le pregunté al chico, nada, que ayer después de marcharte, Micky hizo alarde de que este fin de semana pensaba comerte vivo y ante esa insinuación Guillermo y yo decidimos que mejor te comeríamos entre los tres y creo que Carlos también quiere apuntarse al festín.

Sentí un enorme escalofrío pues no podía ser que yo a estas alturas de mi vida fuera carne de cañón para esta pandilla de jovencitos, de seguirles el juego en menos de un mes estaría enfermo y moribundo pues no podía seguir ese ritmo frenético de un chaval veinteañero.

No quería pensar lo que podría pasar con aquellos sementales en casa, Micky deseoso de pasar el fin de semana a solas conmigo, Guillermo ansioso por probar sexo conmigo y la verdad yo también con el, Carlos seguro que también dispuestisimo y mi querido sobrinito nunca me ha despreciado hasta ahora, todo lo contrario me tiene a su disposición cada día cuando le place y yo le deje pues he tenido que ir marcando las distancias pues el chico esta siempre deseoso de tener juegos eróticos conmigo sin ningún tipo de reparos.

Ante la inminente llegada de los invitados me encontraba en una tesitura complicada, pues aquella merienda tenia visos de terminar en desayuno y por nada en el mundo quería eso este día, me había propuesto descanso y paz y no era probable que lo pudiera lograr, así que tenía que trazar un plan , los chicos están planificándome la vida y no debía consentirlo, era mi casa , mi espacio y mi vida y no era lo que yo deseaba bajo ningún concepto.

Me armé de valor y llamé a Nicolás a mi habitación, el chico acudió presto a mi llamada desnudo, pues estaba recién salido de la ducha y mientras se iba secando me oía el discurso que le estaba soltando.

Cuando terminé de explicarle esto que acabo de exponer, soltó su toalla y se acercó a mi abrazándome y dándome un fuerte beso en la mejilla y disculpándose por ser tan vehemente y no contar con mi opinión en ningún momento aunque dígase que el pobre crío lo hizo para agradarme y que lo pasáramos juntos muy bien, le acaricié las mejillas y le dije que lo sabia, que era una amor de tío pero que entendiese que no podía mantener relaciones sexuales con todos sus amigos que entienden , además me gustaban mucho pero ellos deberían salir con chicos de su edad y disfrutar con otras cosas, yo no podía ser su compañero de diversiones siempre, ni tampoco un objeto de diversión para ellos.

Nico comenzó a llorar, me transmitió una ternura enorme, sus lagrimas corrían por sus mejillas y no le salían las palabras, quizás fui duro con el chico , por ello comencé a besarle sus mejillas saboreando sus saladas lagrimas y el me respondía acariciando mi cabello y devolviéndome los besos que yo le prodigaba, los dos nos quedamos fundidos en un abrazo interminable si decir nada en un largo tiempo, pasado este, Nicolás solo supo decirme, tío, te quiero muchísimo y jamás he pensado que tu seas un juguete para mi ni para ninguno de mis amigos, si te he ofendido, solo puedo pedirte un millón de veces perdón. No mi amor no me has ofendido, solo quiero tu bien, me duele decirte estas cosas pero miro por ti. Fue lo que le dije al chaval que continuaba abrazado a mi, pegando su cuerpo contra el mío ambos dos desnudos , le acariciaba y besaba y no me cansaba de tenerlo así pegadito a mi, acariciándolo tiernamente porque se notaba que el chico me quería y era sincero pero debía defenderme, eso no iba a durar eternamente y me daba miedo mal acostumbrarme.

Una vez se hubo tranquilizado , me pregunto entre sollozos ya pasajeros; que quieres que haga? ¿Qué les digo a los chicos? Ellos tenían mucha ilusión en merendar esta tarde aquí con nosotros.

No ha pasado nada, merendaremos como tú habías previsto, hoy tú eres el anfitrión y como tal debes comportarte ante tus invitados, esta es tú casa y disponlo todo como tú lo habías planificado.

¿En serio tío? ¿De verdad que no te vas a sentir incomodo?

No mi vida, estaré feliz de merendar con vosotros y seguro que lo vamos a pasar muy bien.

Ahora vístete que nos van a pillar en pelotas y van a pensar que no paramos de follar, seguro que son unos mal pensados.

Nico, me besó una vez más y se fue a su cuarto y volvió a meterse en la ducha para refrescarse después del llanto que había pasado.

Yo hice lo mismo, me di una ducha y me demoré adrede para dar tiempo al chico que organizara todo y recibiera a sus invitados.

Después de mi relajante ducha, me vestí pausadamente, escogí una ropa ligera pues en la casa hacia calor, así que me puse un pantalón de algodón y una camisa, ya había oído la llegada de los invitados a la merienda, estaba en el salón, hablan fuerte entre ellos tenían la costumbre de hablar a pleno grito y dejé que pasara un poco de tiempo antes de hacer acto de presencia ante los huéspedes que tenia esa tarde noche en casa.

Me esperaban sentados en el salón, la verdad que los chicos eran guapísimos por un instante pensé la suerte que tenia de tenerlos como amantes , Guillermo era la primera vez que venia a casa y se mostró mas tímido al verme entrar en el salón, vestía un bonito pantalón gris muy claro y una camisa de cuadros grandes de una conocida marca estadounidense, al verme se levantó y vino hacia mi dándome un beso en la mejilla de manera tímida , Micky ya era mas conocido por casa y se desenvolvía con mayor desparpajo , tan guapo y menudo como siempre el chico traía una de esas modernas camisetas italianas que el suele usar y unos pantalones muy grandes de algodón, estuvo mas desinhibido que Guillermo y sin ningún tipo de pudor me beso directamente en los labios delante de sus colegas, yo le correspondí con un sutil beso en sus labios.

Nicolás se había puesto para la ocasión una camisa azul claro y unos pantalones de algodón beige, estaba francamente elegante y guapisimo.

Una vez nos habíamos saludado, nos sentamos en la mesa para merendar, aquello era mas bien una cena temprana pues mi sobrino había preparado tanto cosas dulces como saladas y de beber tenia previsto desde un té para mi como una botella de ribera del duero que ya tenia descorchada. Ellos comenzaron tomando unas coca colas mientras tomaban sándwiches variados de una bandeja muy bien preparada. así pasamos un largo tiempo desde que comenzamos casi nos dieron las diez y media de la noche y continuábamos sentados en el comedor, bebiendo vino y comiendo cosas diversas y manteníamos una amena charla pasando de temas serios de economía hasta cosas mas frívolas relacionadas con el sexo, los hombres y hasta las mujeres.

El ambiente estaba de lo mas distendido, pero ya comenzaba anotarse a los chicos incómodos en las sillas del comerlo, por lo que hice una señal a mi sobrino para que pasásemos al salón donde estaríamos todos mucho mas cómodos. Nicolás se levantó de la mesa y dijo, chico la siguiente copa la serviremos en el salón donde podéis poneros todo lo cómodos que deseéis y ni corto ni perezosos los dos invitados se levantaron como dos autenticas balas pues se notaba que ya les dolía el trasero de tanto tiempo sentados en esas sillas. Pasamos al salón y tomando al pie de la letra lo dicho por Nico los dos chicos comenzaron a quitarse todas sus ropas, yo estaba perplejo, pero a la vez encantado del grado de confianza que estos niños tenían conmigo, Nico, comenzó a encender velas que había puestas por toda la estancia y pagaba las luces que creía que sobraban, Micky mientras que mi sobrinito se quitaba sus ropas, fue el encargado de decirme, tío, creo que estarías mucho mas como sin esa ropa que te queda estupenda pero que de seguro te está molestando desde hace tiempo.

Comenzó a desabrocharme la camisa poco a poco y una vez hubo terminado me la quitó colocándola perfectamente sobre una silla, después me fue quitando los pantalones y una vez me hubo despojado de ellos hizo lo mismo con los boxers dejándome frente al el completamente desnudo, así sin previo aviso bajo hasta mis partes y comenzó a besar cariñosamente mi polla, testículos y zona pubica y los vellos que de ella emanan,

Guillermo mientras tanto miraba la escena súper empalmado, tenía una bonita polla de un tamaño considerable y con su capullo al aire humedecido por el precum que fluía desde sus adentros.

Nicolás viendo el estado de su amigo imitó a su amigo Micky y arrodillándose empezó a chuparle la polla a Guillermo. Este dio un gemido de placer al sentir el calido aliento de mi sobrino y sus labios se humedecieron por el paso de su rojiza lengua, mientras se la estaban comiendo, no dejaba de mirarme y sacar la lengua y dibujar los surcos de sus labios con ella y en el momento que me fue posible fui acercando a mi mamador hacia el chico que mi sobrino le chupaba todo para comenzar a besarlo de manera furiosa, me encantaban esos labios, el sabor de su boca , verdaderamente Guillermo me gustaba mas de lo que imaginaba, ese niño me ponía a mil por hora, mi sobrinito que de tonto no tiene un pelo , se percató de esto y haciendo un gesto a Micky le ordenó que para la mamada que me estaba propinando e instintivamente me lancé sobre Guillermo que me recibió de manera calida entre sus brazos y seguimos literalmente devorándonos, yo ante aquella atracción tan fuerte, dije al oído al chico, quiero llevarte a mi cama, a lo cual el chavalito respondió con un monosílabo YA, y cogiendolo de la mano y sin decir nada a los otros dos , me lo llevé a mi cama.

Guillermo estaba enardecido, su excitación era tremenda, pero estaba nervioso, le hablé al oído cuando llegamos a mí habitación, tranquilizándolo, comencé a besarlo desde su cuello bajando por su pecho velludo, saboreando cada una de sus tetitas, el chico gemía de placer, fui bajando despacio por toda la raya de vello que pasaba por su ombligo deteniéndome en el para ensalivarlo muy bien y una vez que me aproximaba a su zona pubica , la respiración de Guillermo se hacia mas acelerada y sus ayes y balbuceos eran mayores, pero yo no podía parar, quería disfrutar de esa belleza de cuerpo que me enloquecía y una vez me encontré con su cipote comencé a lamerlo como caramelo poco a poco, con la punta de mi lengua saboreando su salado sabor y cada vez mi lengua copaba mas espacio de aquel delicioso capullo que se amorataba de gusto, ensalivé todo el tronco de su morenita polla lo pajeé con mis labios los acaricié con mí lengua y me pasé a sus testículos gordos y velludos que estaban contraídos de tanto flujo como tenían contraído dentro de ellos. Las dos bolas me las tragué literalmente como si dos ciruelas fueran y jugué con ellas de manera delicada dentro de mi boca, el chaval no sabia donde apoyarse, pues hasta perdía el equilibrio de tanto gusto como sentía dentro de el. Luego las saqué de mi boca y pasé por abajo buscando su orificio anal y al encontrarlo entre esos negros vellos me dediqué a disfrutar de su sabor de su maravilloso olor a limpio metiendo mi juguetona lengua entre sus pliegues introduciéndola dentro de su ser y el chico gemí y resoplaba como si de un caballo se tratara.

Seguí bajando mas a bajo hurgando entre los pelos de sus bellas piernas lamiéndole todo ansiosamente, enloquecido por la atracción que ese niño hacia dentro de mi ser y bajé hasta sus pies, largos y delgados y los besé como si fuera un loco enamorado.

Guillermo ya no podía contenerse mas, y balbuceando me apartó de él, agarrándome por los hombros me empujó sobre la cama y una vez me tenia preso entre sus brazos me besaba violentamente susurrando que le gustaba mucho que me iba hacerme suyo.

Me lamía, me besaba y sin piedad me abrió de piernas apoyándola sobre sus hombros y humedeciendo mi culo con sus saliva fue introduciendo delicadamente su nabo dentro de mi ser, paro una vez me tuvo ensartado y cuando sintió que estaba sereno comenzó el mete y saca que nos volvió locos a los dos, así estuvimos no se sabe el tiempo, follando como dos animales encolerizados, hambrientos el uno del otro, mordiéndonos como alimañas y disfrutando furiosamente de nuestros cuerpos hasta que sentí la rigidez propia previa al orgasmo, Guillermo se disponía a correrse y yo al sentirlo así también sentí la necesidad de vaciarme los dos emitíamos gritos ahogados de placer y juntos nos vinimos, el inundando mi culo y yo embarrando todo su pecho de mi lefa.

Una vez hubimos terminado nos fundimos en un apasionado abrazo junto con inacabables besos maravillosos.

Quedamos rendidos sobre la cama, nos miramos a los ojos y nos reíamos, yo lo besaba y lo acariciaba, el sonreía y me devolvía los besos. así permanecimos por un buen rato, le dije que ir a ducharnos , estábamos asquerosos y nos metimos juntos a duchar, después, nos secamos y decidí que debíamos salir al salón, Nicolás y Micky debían estar enfadados conmigo por raptar a su amigo, salimos al salón y los dos chicos estaban follando el uno encima del otro, al vernos continuaron con su faena, pero nos hablaron en tono de humor diciendo la cara tan dura que teníamos que los habíamos privado de ese polvo antológico.

Nos sentamos en el otro sofá muy pegaditos el uno junto al otro viendo como estos dos locos terminaban de echar un polvo importante, Micky se la estaba metiendo a Nicolás y nos dijeron que ya habían cambiado de postura que iban por la segunda corrida.

Una vez se habían corrido, los mandé a que se duchasen y volvieran ya limpios y oliendo a limpio y muy sumisamente los dos fueron al baño a hacer la tarea que les había encomendado.

Mientras se duchaban fui a la cocina y preparé una botella de champán que tenía en la nevera y puse una mas en el congelador para que se enfriara más rápido, Guillermo me ayudó con las copas que pusimos en una bandeja y lo colocamos todo en la mesa central delante de las butacas.

Cuando los chicos volvieron duchaditos y muy peinaditos con sus pelos húmedos y oliendo a colonia descorchamos la botella y servimos copas brindando por nosotros riendo y besándonos entre los cuatro.

Estábamos cansadísimos, Guillermo se acurrucó junto a mi y Micky manifestando un poco de celos se vino a colocar en mi otro costado libre, yo le besé tiernamente y le dije al oído, te debo una mi amor, Nicolás se fue a colocar muy acarameladito en el costado libre de Guillermo que le tendió un brazo sobre su hombro y así nos quedamos por largo tiempo escuchando música y hablando bajito, muy suave.

Pasado un rato los chicos ya empezaron a revolotear , querían mas marcha, es difícil tenerlos quieto demasiado tiempo, ya hicieron manifestación de que tenían hambre y querían comer cosas de las que habían sobrado en la merienda cena, miré el reloj y verdaderamente era bastante tarde, era lógico que después de tanto ejercicio tuvieran hambre , así que les dije que pasáramos al comedor y comiesen los que les apeteciera, les pregunté que si querían mas champán a lo cual recibí una negativa unánime, querían tomar coca cola, cosa normal en ellos. Saque la botella del congelador y la deje en el frigorífico. Yo me serví una copa y pique alguna cosa de las que aun quedaban en las bandeja, Micky y Nicolás trajeron mas cosas de la cocina y estuvieron dando buena cuenta de el hambre que tenían.

Era bastante tarde, yo quería irme a dormir ya, Nico lo observó y dijo que iba siendo horas de hacer planes de salir o quedarse a dormir, pero que el tío quería ir a la cama. Guillermo se adelantó a los otros y dijo que el no iba a ninguna parte que estaba allí muy calentito para ir a la calle y los otros dos decidieron que lo mejor era ir a la cama.

Ahora quedaba que yo les diera permiso para dormir en casa y de que manera iban a dormir, cosa complicada y embarazosa para mí pues no quería hacerle el feo a Micky, pero realmente con quien estaba deseando pasar la noche era con Guillermo.

Me armé de valor y les dije, chicos, duerman como quieran, ustedes mismos deciden quien con quien debe dormir, yo me voy y díganme solo buenas noches, cuando hayan tomado sus decisiones.

Para mi sorpresa decidieron dormir los tres juntos, no se el motivo pero me dejaron descansar después de esa tremenda follada.

Vinieron al cuarto los tres y unos a uno fueron dándome las buenas noches con un tierno beso en los labios.

Esa noche dormí con un niño, desde que me metí en la cama quedé profundamente dormido, al despertar no podía creer. Guillermo estaba acostado a mi lado abrazándome por la espalda mientras que por el pecho estaba custodiado por Micky, me reí con una fuerte carcajada al despertarme de esa guisa, había dormido escoltado por aquellos dos ángeles que se despertaron súbitamente al oír mis risas.

¿Qué hacéis ustedes dos en mi cama, se puede saber? Los dos se miraron tímidamente y no se atrevían a hablar, Nico al oírme vino a toda prisa desde su cuarto y al ver el paisaje comenzó a reírse a carcajadas, por lo visto estos dos cuando los otros dos se habían quedado dormidos sigilosamente vinieron a meterse a mi cama el segundo en llegar al ver que había otro se situó en el costado opuesto y así muy quietecitos se quedaron dormidos junto a mi.

Me pareció enternecedor, la verdad que hasta me emocioné de sentirme tan deseado por los chicos y los besé efusivamente a los dos abrazándolos y toqueteándolos a ambos por igual, Nicolás al ver tanto beso se lanzo a la cama y vino hasta mi besándome el también y acariciándome con todo su cariño.