El sueño de un madurito (1)
Un hombre con su vida muy ordenada experimenta grandes cambios su vida al venir a vivir su sobrino con el.
Vivía una vida tranquila en mi casa de Madrid, tenia un buen puesto ejecutivo en una importante multinacional, este trabajo me obligaba a viajar continuamente por las principales ciudades de Europa y algunas de USA, pero cuando volvía de mis largos viajes mi refugio era mi acogedor hogar.
Mi vida sexual no tenia nada de lamentable, tenia varios amigos con quien mantenía relaciones esporádicas y hacia tiempo que terminé una relación mas o menos estable.
Mi diario en mi vida madrileña era bastante agradable, iba a operas, conciertos algunos teatros, salía a cenar a casa de amigos y a restaurantes.
Me gusta recibir en casa a pequeños grupos de amigos los fines de semana que estoy en Madrid pues todo está muy lleno y es más apetecible dar una cena para diferentes grupos de conocidos,
Transcurría mi vivir en mi casa de una manera normal y entretenida, cuando regresaba de la oficina los días que no me apetecía salir con amigos me instalaba en mi butaca a oír música y leer algún libro, también atendía llamadas de amigos y familia hasta la hora de la cena que normalmente era bastante espartana pues comía a medio día en restaurantes, comidas largas y pesadas, tenemos que mantener la línea.
Una de esas noches en casa me llamó un hermano que vivía en mi ciudad natal y me comenta que tiene un pequeño problema, su hijo de veintiún años estudiaba en Madrid y por una gamberrada que había hecho la criatura lo habían expulsado del colegio mayor donde residía hacia dos años.
Me pedía el favor de recoger a mi sobrino en casa hasta que pudieran encontrar una residencia, cosa bastante complicada a la altura de curso en la que nos encontrábamos.
No me quedó mas remedio que dar un si entre dientes a mi hermano con el cual mantenía una excelente relación al igual que con su esposa, compañera de facultad mía.
Esa misma noche, pasada una hora aproximadamente llamaban a mi puerta y era Nicolás mi sobrino, que venia cargado de bultos.
Hola tío, saludo el muchacho, decirles que Nicolás era un joven bastante guapo alto de unos 1.80 con un cuerpo delgado y atlético , sus ojos verdosos y su cabellos rubio le caían por la cara que parecía bastante sofocado por el peso de todo lo que transportaba.
Le dije que pasara y lo acompañé a la que sería su habitación, fue dejando su pesada carga de cualquier manera y le indiqué su baño y los armarios que tenia a su disposición, después de esto le enseñé el resto de la casa, aunque el ya la conocía quería que se familiarizara con las cosas que a partir de ahora debería utilizar como un residente mas de mi hogar.
Una vez se hubo instalado Nicolás, vino a sentarse conmigo en la sala y me empezó a contar su incidente y lo avergonzado que estaba de que su padre me tuviera que llamar para pedirme alojamiento momentáneo, dijo que al día siguiente comenzaría a buscar nueva residencia donde instalarse y que su padre no lo dejaba compartir piso con ninguno de sus amigos hasta que no aprobase ese curso en la universidad.
Era ya un poco tarde para mi, le dije que cenaríamos porque al día siguiente debía ir a Londres y volver en el día y seria una jornada bastante larga .
Expliqué el funcionamiento de la casa, tengo una asistenta que viene cada día a limpiar y tener todo a punto y le indicaría que le preparase alguna cosa para comer.
Una vez me terminamos de cenar me retiré a mi cuarto porque estaba francamente cansado y dejé a Nicolás en la salita para que el se organizara como le apeteciera.
Pasó una semana desde que Nico se instaló en casa y habían cambiado muchas cosas pues convivir con un chico de veinte años siempre es motivo de cambios en una casa de un soltero como yo con una vida bastante organizada.
El chico entraba y salía con sus amigos, dormía a horas en que yo no me encontraba en casa y hacia una vida bastante libertina, pero era simpático y cariñoso conmigo.
Una noche salí con unos amigos a tomar unas copas después de cenar en un restaurante y estuvimos en varios bares del centro de Madrid, la verdad que fue una noche bastante divertida pues tomamos algo de mas y terminamos bailando en un antro gay de la zona de chueca, cuando ya era bastante entrada la madrugada decidí que debía volver a casa, por primera vez en mi vida me sentí con compromisos en casa pues tenia a mi joven invitado en casa y no se donde estaría esa noche de viernes.
Llegué a casa bastante tarde casi las seis de la mañana y la casa estaba solitaria, puse un poco de música y me desnudé, aunque hacia frío en la calle la casa estaba bastante acogedora.
Me tumbé desnudo en la cama y me quedé relajado pensando en el infinito, así permanecí por largo rato sin sueño con la luz apagada y la puerta de mi habitación encajada.
Me metí entre las sabanas y continué con la música puesta y poco a poco fui quedándome adormilado hasta que pasado un instante oí la llegada de mi sobrino que a esas horas llegaba de una de sus salidas nocturnas por la gran ciudad.
Tras un breve espacio de tiempo en el que Nicolás pasó por su cuarto y vi que entraba en el baño, sentí como la puerta de mi habitación que estaba semi abierta se abrí despacio y asomaba su cara vi al chico de manera sigilosa yo al verle me sonreí y no dije nada, pregunto susurrando si estaba despierto a lo que respondí que medio.
Pasó al cuarto , estaba en calzoncillos con su torso desnudo , vino a sentarse junto a mi en el borde del colchón y comenzó a contarme sus andanzas nocturnas de una manera chapurreada, notando que estaba bajo el efecto de copas de más y quizás de algunas otras sustancias.Continuaba contándome cosas que había hecho durante toda la noche, según parecía lo había pasado muy bien en diferentes bares que había estado y alguna discoteca, yo lo oía en silencio asintiendo con balbuceos cada una de las cosas que iba relatando.
Pasado un rato de que Nico había venido a mi habitación, me di cuenta que ya no estaba sentado en el borde de la cama, poco a poco se había ido acomodando a mi lado y ya estaba tumbado junto a mí.
Nicolás continuaba cada vez mas bajo y susurrante y poco a poco yo me fui quedando dormido escuchando aquella suave voz junto a mi, hasta que entré en un profundo sueño por el cansancio acumulado de la semana y la alta horas que eran ya de la mañana.
No se cuanto tiempo duró aquel sueño, la habitación estaba oscura y de repente me desperté con un ligero sobre salto, me di cuenta que no estaba solo en mi cama y no solo eso, Nicolás dormía placidamente acurrucado junto a mi pasando un brazo suyo sobre mi cintura y noté que su zona púbica estaba apoyada sobre mi pierna y que un bulto duro se posaba sobre mi cadera.
Reaccioné y decidí quedarme inmóvil ante aquella situación y me relajé volviendo a dormirme de aquella manera tan agradable. Así permanecí bastante tiempo y ya pasado un buen rato cambie varias veces mi posición de manera inconsciente, pues me muevo bastante en la cama durante la noche.
En una de estas diferentes despertadas que tuve durante aquella noche me vi. Totalmente acaparado por Nico que me tenia abrazado por la espalda y con su paquete puesto sobre mi culo, al notarlo no supe que hacer y decidí quedarme quietecito sin moverme hasta que de una vez decidiera el en algún momento cambiar de posición.
Aquello no debiera gustarme pero la verdad que me estaba encantando, Nico estaba súper empalmado y yo estaba comenzando a ponerme con la polla dura pero me sentía tremendamente incomodo, pues se trataba de mi sobrino y no de ninguna otra persona por eso comencé a inquietarme y no queriendo quitarme de allí decidí que intentaría dormir algo de aquella manera tan complicada. El efecto del alcohol se me había pasado ya y no había manera de poder dormir con la polla de Nicolás dura y puesta en mi trasero, por eso decidí que debía levantarme y tumbarme en la butaca del salón, seguramente seria ya bastante tarde y debería preparar la comida, no se, se me ocurrían suficientes cosas que hacer para no estar allí.
Hice por levantarme y en ese momento mi sobrino se abrazó mas a mi e incluso se atrevió a darme un beso en mi cuello, cosa que me dejó totalmente descolocado y sin saber que hacer, en ese momento de duda mía, el chico tomó la iniciativa de tirar de mi hacia el volviendo mi cuerpo y colocándome cara a cara con el , de esa manera mi cuerpo desnudo quedaba contra el suyo el cual no se en que momento de la noche Nico debió bajarse sus calzoncillos quedando mi polla contra la suya sin ningún tipo de barreras entre ellas.
Yo no sabia que hacer estaba empezando a suspirar por la tremenda excitación que tenia y el joven cada vez me abrazaba mas fuerte contra el, moviendo sus caderas y frotando sus genitales contra los míos, ya aquello era descaradamente una excitación voluntaria y creo que el niño se hacia el dormido pues no paraba de moverse y restregarse conmigo.
En una de esas acercó su boca a la mía y me besó metiendo su lengua en mi boca y sin instintivamente accedí y comenzamos a besarnos de manera compulsiva.
Aquello era una locura nos besábamos ardientemente como si fuéramos amantes desde hacia muco tiempo, llenos de deseo y calentura, Nicolás me acariciaba mi cuerpo, paseando sus manos por todas partes y solo atinaba a abrazarlo y besar sus labios, su lengua con todo mi fuerza.
Pasado un rato de besos y caricias Nicolás me separó de el y bajo besándome por todo mi torso, lamiendo mis pezones y mi barriga llegando a mi polla que engulló con mucho apetito, bajó a las bolas que se las metió en su boca ensalivándolas, después continuó chupando mi cipote durante bastante rato yo estaba inmovilizado por el placer que recibía, pero llegado un momento de lucidez bajé mi cabeza buscando su miembro para poder darle el placer que recibía y me encontré con una gruesa polla , bien lubricada con su precum que saboree y después me dediqué a lamer con apetito y deseo.
Estábamos enredados en un magnifico sesenta y nueve que duró poco tiempo pues pasado un instante ambos dos empezamos a contraernos como presagio de la corrida que se avecinaba, yo intenté separar mi nabo de su boca pero el no quiso y continuó mamando mientras yo me corría entero en su boca a la vez que el empezó a lanzar chorretones de leche que llegaron hasta mi garganta, una vez tenia mi boca llena de su lefa Nicolás acercó su boca a la mía y comenzó a lamerme mis labios y unió su semen con el mío y se lo fue tragando lo mismo que hice yo.
Nos quedamos fundidos en un largo beso abrazado, sudoroso y con la respiración acelerada.
Una vez más tranquilos, nos separamos y me quedé boca arriba silencioso, pensando en aquello que había sucedido.
Nico no dijo nada, se quedó a mi lado también en silencio, de vez en cuando me miraba y me sonreía, yo le devolvía la sonrisa callado. Así nos quedamos dormidos de nuevo.
Me desperté lleno de pensamientos contradictorios, ya debía ser muy tarde y vi que Nico continuaba durmiendo profundamente, lo dejé ahí y me fui a la cocina, vi que era demasiado tarde para desayunar y quizás hasta para comer, era la hora de la merienda mas bien, me preparé un zumo de naranja y encendí un pitillo, sentado en la cocina pensaba como encarar aquello que había ocurrido y de repente veo que Nico entra por la cocina desnudo y sonriente me da los buenos días. Hola Nico, ¿como has dormido? El chico respondió lleno de naturalidad, muy bien, mejor de lo que había podido imaginar, ¿estas tomando un zumo? Yo estoy muerto de hambre, dijo, pues bien, si quieres puedes comer lo que te apetezca hay de todo en la nevera, solo tienes que elegir, yo no puedo probar bocado a estas horas, mejor me quedo en ayunas. Respondí.
Abrió la nevera y estuvo oteando que se le antojaba y después decidió tomar una carne al horno y una ensalada que estaba preparada desde el día anterior.
Se sentó en la mesa conmigo y comenzó de engullir con bastante apetito el plato que se había preparado y entre bocado y bocado me miraba sonriente.
¿No tienes nada que decirme? Dijo con la boca llena, a lo cual yo con un gesto de sorpresa respondí, ¿yo? No se chico, quizás mejor seria no hablar mucho del tema, no se.
Nicolás quería hablar del tema con total naturalidad cosa que para mi era del todo imposible pues estaba totalmente confuso, era la primera vez en mi vida que me acostaba con un sobrino, un hijo de mi hermano que podría ser hijo mío. No tenia nada de natural aquello que acababa de ocurrir entre nosotros y debería tomar una determinación al respecto.
Nico dejó de comer, me miro a los ojos con una mirada seria pero llena de ternura, mira tío, tu eres gay , lo se desde hace muco tiempo y yo también lo soy , estoy totalmente feliz de serlo, para mi no es nada importante el hecho de que seas mi tío, lo que me importa es que me gustas y ha ocurrido que hemos echado un polvo juntos, hasta ahí todo está bien, no creo que haya que darle mas vueltas, no vamos a montar un problema de donde no lo hay y tampoco a contarle a nadie nuestras intimidades,
El razonamiento de Nicolás me convencía , tenia realidad ambos dos lo habíamos pasado bien y no deberíamos montar una película respecto al tema, mejor quitarle importancia y que el tiempo tomara cartas en el asunto y se dilucidara como mejor pudiera ser.
Una vez recogimos la cocina, el chaval me cogió de las manos, me acerco hacia el y llevo sus labios a los míos besándome con una ternura maravillosa, tiró de mi mano y nos pusimos en marcha para ir al salón, Nico estaba desnudo y yo estaba tan solo con una fina bata de seda, nos tumbamos en el sofá grande del salón el uno junto al otro y puso la televisión. Me abrazó junto a el acurrucándose con mi cuerpo y así se quedó tranquilamente durante un largo tiempo viendo una película, Yo no hice nada me dejé llevar por el chico, me sentí falto de voluntad para poner orden en todo aquello. Nicolás no dejaba de acariciarme de rozar su cuerpo con el mío obviamente los dos teníamos la polla dura y cada vez el estado de excitación subía, pero me sentía incapaz de poner acción en toda aquella situación. Llegó un momento en que la excitación de Nico se hizo mas aguda y comenzó a besarme de manera excitada, pasaba su legua por mi boca, orejas , ojos y cuello y comenzó a bajar por todo mi cuerpo despojándome de mi bata , dejándome desnudo a su merced, llegó un momento en que ya estaba lamiendo mi polla y mis huevos y alzando mis piernas comenzó a humedecer el orificio de mi ano, sin esperar unos instante tenia la punta de la polla de Nicolás en las puertas de mi culo y sin darme tiempo sentí como la iba introduciendo suavemente en mis interiores, una vez dentro de mi paró, yo solo podía suspirar de placer por verme ensartado por mi sobrino y tras esa pausa, comenzó un movimiento acompasado que nos hizo excitar aun mas a los dos que no dejábamos de gemir de gusto, así estuvimos bastante tiempo Nico no tenia puesto condón pero eso no me preocupaba en ese momento y en un momento noté con su nabo se inflamaba mas de lo que estaba y comenzaba a contraerse mas y mas y eso fue la señal de que me venia una gran corrida dentro de mis tripas, no había terminado de pensarlo cuando me vi inundado por enormes borbotones de caliente lechecita de mi propia sangre, el niño había sembrado dentro de mi su semilla dejándose caer sobre mi una vez se había corrido por unos instantes, viendo que no me había corrido, salio despacio de mis adentros, se agacho y tomó mi polla en su boca y empezó una mamada maravillosa que me hizo venir, intenté apartarlo en el momento de correrme pero no quiso y recibió en su boca toda mi corrida caliente , acercó sus labios y me besó uniendo en nuestras bocas el sabor de mi semen.
Había anochecido, el ambiente en la casa estaba cargado, necesitaba dar un paseo y que el aire aclarara mis pensamientos, me levanté del sofá y me fui a la ducha, después de tomar una larga ducha me vestí y Nico también había hecho lo mismo que yo, estaba en su cuarto vistiéndose, desde ahí, me preguntó que a donde iba a ir y respondí que me apetecía dar un paseo para tomar un poco el fresco.
¿Quieres que te acompañe? Dijo el chico a lo que respondí que me parecía perfecto, solo quería andar y que el aire me diera en la cara, llevaba demasiadas horas metido en casa y la calefacción ponía el ambiente muy caldeado, abrimos las ventanas y destapamos mi cama para que oreara y nos fuimos a pasear por la calle, cerca de casa hay un bonito parque al que suelo ir a menudo a sentarme a leer en un banco y por allí dimos un paseo tranquilamente. Estuvimos conversando con absoluta naturalidad de lo ocurrido, tío, no tienes que sentirte culpable de nada, desde hace mucho tiempo mi fantasía favorita era tener relaciones contigo y finalmente las he hecho realidad, decía Nicolás en una conversación de lo mas coherente, Yo le dije que tuviera en cuenta que para mi todo había sido una sorpresa, que nunca me había plateado ni la mas remota posibilidad de que el fuera gay ni de mantener ningún tipo de contacto con el, bajo ningún concepto y que si, mas de una vez había pensado lo guapo y lo bien que estaba.
Reímos y continuamos paseando, Nico me llevaba agarrado por el brazo y de vez en cuando me pasaba su brazo por el hombro y me daba un tierno beso en la cara sin que supusiera nada extraño.
Nicolás era un chico masculino, me contó de cómo empezó a sentir su lado gay, sus primeras experiencias con amigos y conocidos y también con hombres mayores que el en Madrid. Llegamos a un bar con terraza y a pesar de que refrescaba ya algo en el otoño madrileño decidimos sentarnos fuera a tomar alguna cosa, esa noche no prepararíamos cena, tomaríamos algún pincho y algo de postre en casa y ya estaríamos cenados.
Nico me hablo de porque le había expulsado del colegio mayor y que planes tenia, pero necesitaba que yo le diese algún tiempo para que su padre accediera a dejarle ir a vivir con dos colegas mas a un piso no muy lejano a mi casa.
Yo le oía en silencio y le dije que debía ponerle normas de convivencia en mi casa y normas respecto a nuestra relación, no quería que ahora fuéramos a engancharnos el uno con el otro y todo seria peor.
Volvimos a casa y después de tomar alguna cosa de postre viendo la tele decidí que debía irme a la cama, el día siguiente seria una jornada dura pues tenia reuniones en Madrid y Barcelona y volvería tarde a casa.
Nico se quedó un rato oyendo música en el salón mientras yo me metía en la cama y leía una novela con la música que mi sobrino tenia de fondo. Pasado un rato Nico vino a mi cuarto poniendome carita de niño bueno, me pregunto si podía dormir a mi lado a lo que no pude resistirme por aquella picarona cara que me producía toda clase de sentimientos
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