El sueño de Adriana

Volvemos al escenario de una oficina, donde el constante trato lleva a otros niveles.

Una mas de oficina, pero como evitarlo?, como ya comentaba en un relato pasado, la convivencia con nuestras compañeras (o en su caso compañeros) de trabajo puede llevarnos a situaciones más de aventura que de relación amorosa.

Adriana y yo teníamos poco tiempo de haber ingresado a un corporativo, nuestros cubículos están juntos y procuramos trabajar siempre en equipo; Adriana es una chica promedio con un cuerpo bien torneado, pechos pequeños y redondos y nalgas bien paraditas bien redondas, en resumidas cuentas una chica con quien nadie despreciaría dar una faena.

Pasando a lo que realmente le interesa a los lectores de este magnifico portal; estábamos trabajando un domingo, si, dije bien... era domingo, desde el viernes anterior estábamos trabajando en un proyecto que debía ser liberado la madrugada del lunes para su aplicación inmediata, llevábamos mucho tiempo sin dormir, pero el trabajo estaba dando frutos, todo estaba casi listo solo falta imprimir algunos manuales y documentos, ingresar algunos datos mas y todo quedaría listo.

Adriana llevaba un pantalón negro a la cadera ligeramente entallado y una blusa blanca con medio escote, no se si era por el tiempo y cansancio de las 48 horas que llevábamos trabajando o ella empezaba a lucirme muy atractiva.

Para eso de las 3 am del Lunes Adriana me dijo estar muerta, con todo su cuerpo agotado y tenso al tiempo que se centava en el suelo (alfombrado claro está) y se recostaba, mas tardé yo en decirle que descansara un rato y que yo la despertaría cuando todo estuviera listo, en que ella ya estaba dormida profundamente, giré sobre mi lugar y continué con el trabajo, solo estaba esperando que la impresora terminara de trabajar, todo estaba listo.

De pronto, oí un suspiro profundo con un tono poco común, giré para ver a Adriana y lo que vi fue una gran sorpresa, tenía una mano bajo su pantalón entre sus piernas... no lo podía creer, se estaba masturbando frente a mi, pero ella seguía completamente dormida, no quise hacer ningún ruido, no me movía incluso trataba de no respirar para no ir a despertarla, su respiración aumentaba y un nombre salió de su boca: "Rich" (mi nombre es Ricardo).

Con un sobresalto Adriana se reincorporo sacando su mano y quedando sentada; viéndome directamente a los ojos no pudo contener unos ligeros espasmos en su cuerpo... con todo y todo ella tuvo un orgasmo, quizá ligero y corto, pero estoy seguro que en circunstancias que ella no esperaba, se ruborizó y salió casi corriendo del lugar, le grité que esperara, pero no hizo caso.

Yo estaba sorprendido y un poco excitado por la escena, la cual se repetía en mi mente una y otra vez.

Tras unos instantes Adriana volvió, nerviosa y tartamudeante, me pidió que la perdonara por lo sucedidos que por favor no fuera a decir nada, dio la media vuelta para irse y tomándola por la cintura impedí que partiera, la jalé hacia mi y casi inconcientemente acomodé mi mimbro semierecto entre sus nalgas le dije que yo también en ocasiones he soñado con ella y que esos últimos días que habíamos pasado tanto tiempo juntos la encontraba especialmente atractiva y que la deseaba, ella comprendió que yo sabía que el sueño que ella estaba teniendo se trataba de mi.

En ese momento ella intentó zafarse diciendo que debía partir y esta vez la detuve con mas fuerza y una de mis manos fue a parar a uno de sus pechos y la otra se estaba escurriendo por debajo de su pantalón sin mucha resistencia por parte de ella.

Adriana alegaba que podían vernos y que no era ni el mejor momento ni lugar, ella tenía razón cada hora u hora y media pasaba una persona de vigilancia, pero también era verdad que tenía apenas escasos minutos de haber pasado lo cual dejaba poco mas de una hora para nosotros.

Mi mano siguió bajando hasta llegar a la parte baja de su tanga donde como yo esperaba encontré que estaba completamente húmeda, Adriana dejó escapar un profundo suspiro al palparla en esa parte de su intimidad, en ese momento sabía que debía poseerla sin mas demora, que no habría otra oportunidad; su resistencia había desaparecido casi del todo mas no su nerviosismo, mi mano frotaba su sexo haciendo círculos sobre su tanga que poco a poco fui haciendo a un lado, ella por resistir o quizá por pacer hacía hacia atrás sus caderas provocando que mi miembro ahora completamente erecto y suplicando salir se acomodara mejor entre sus nalgas, ella me sujetaba de los brazos como queriendo quitarlos de alrededor suyo pero sin mucho esfuerzo o mejor dicho sin ningún esfuerzo. Empecé a besarla en su cuello, poco a poco sentía como su cuerpo se relajaba y empezaba dejarse hacer. Le susurré en el oído que la cojearía ahí mismo y ella me respondió en voz baja "si, hazlo".

Sin mas preámbulos le saqué su blusa, he inmediatamente desabotoné su pantalón, ella se dio vuelta y me ayudó a quitarlo bajándolo por sus piernas y dándome una gran imagen del culo que estaba por poseer, la tanga no era tan pequeña como había pensado, pero aún así era muy sugestiva en si llevaba un conjunto de lencería discreto pero sensual (o al menos a mi así me lo pareció en ese momento), Adriana estaba terminando de sacarse el pantalón cuando yo ya estaba quitándome la playera, se acerco hasta mi y temblorosamente intento desabotonar mis jeans, le ayudé desabrochando los y ella se encargo del resto para dejarme solo con mi trusa.

Estábamos frente a frente solo en interiores contemplándonos, como si analizándonos cual debía ser el siguiente movimiento. Di un paso al frente, la abrasé y mientras besaba su cuello iba soltando su sostén para luego dejar libres sus pechos suaves, firmes, con aureolas rosaditas y pezones levantados, los cuales no puede esperar para llevarlos a mi boca; los besaba, les daba peñas mordidas, Adriana solo suspiraba abrazando mi cabeza a su pecho. L a fui llevando a uno de los escritorios donde termino sentada, de sus pechos fui bajando por su vientre hasta llegar a donde se encontraba su tanga que hice a un lado y finadamente pude ver su sexo que ya había sentido hacía apenas algunos minutos, bien depilado cerradito, tal y como a mi me gustaba, pasé mi lengua por sus superficie recorriendo los labios de su vagina lo que la estremeció haciéndola arquear su cuerpo hacia a tras dejando escapar un largo suspiro; mi lengua fue abriéndose paso hasta encontrar su objetivo, su clítoris, el cual besaba y apretaba con mis labios haciéndola gozar; no tardó en volver a tener esos espasmos que ya la había visto tener antes mientras se masturbaba, solo que esta vez no tuvo que disimular y se dejó llevar por su orgasmo.

Adriana se reincorporó, me dirigió una pequeña sonrisa y se dio la media vuelta apoyando sus manos contra el escritorio y abriendo en compás sus piernas dejando su culo levantado. Era la invitación a tomarla que tanto esperaba, rápidamente me despoje de mi trusa que era la única prenda que conservaba, mi miembro estaba totalmente erecto apuntando al frente. La tomé por sus caderas y paseé mi la cabeza de mi sexo por el de ella como dejando que se bañara en los jugos de ella, esto le causo calosfríos y me dijo con voz entre cortada "mételo, mételo ya", mas tardo en terminar la frase que cuando sin advertencia y con un solo empujón le introduje todo lo que causó que ella dejara escapar un pequeño grito que afortunadamente o al menos en apariencia nadie escucho, la tomé de sus pechos e inicié un mete y saca lento pero firme al envestir, podía sentir en mi miembro lo lubricada y estrecha que estaba su vagina, en otras palabras estaba riquísima.

Poco a poco aumentaba el ritmo, Adriana gemía cada vez mas al tiempo que mormuraba palabras como "si, más, así, sigue" que me prendían aún mas por lo que tuve que hacer una pausa para no ir a terminar tan pronto, es verdad que no contábamos con mucho tiempo, pero también quería prolongar el placer lo mas que se pudiera, me senté en una silla y la llevé asía a mi sentándola sobre mi miembro de espaldas a mi, esta vez era ella quien llevaba el ritmo el cual no dejó de ser acelerado, mientras ella hacía su parte yo con una mano sostenía sus pechos y con la otra frotaba su clítoris con entusiasmo al ver como Adriana sentía placer.

Tras un momento sentí que mi clímax estaba próximo así que decidí cambiar a una posición mas cómoda para mi, la tomé de la cintura y le indique que se pusiera en cuatro (de perrito) a lo que ella accedió sin mas palabras, me situé tras ella y esta vez la penetre lentamente y fui aumentando el ritmo conforme se acercaba mi orgasmo, en cada envestida sonaba un chasquido debido a la lubricación de Adriana, ella se movía completamente sincronizada conmigo, su respiración era cada vez mas agitada, de pronto ella paró y clavó su cara entre sus manos en el suelo al tiempo que gemía, desde mi posición sin dejar mi mete y saca veía como sus músculos se tensaban y su cuerpo temblaba, sus jugos vaginales escurrían por sus piernas, todo esto desató un orgasmo enorme en mi que me hizo tener una corrida abundante, dejando todo en el interior de Adriana.

Tras la oleada de placer de ambos estábamos agotados, saque mi miembro aún erecto de ella y unas gotas de semen escurrieron de su vagina, ella se levantó y fue en ese momento que vio por enzima de los cubículos que el vigilante estaba por entrar al área donde nos encontrábamos, volvió a agacharse diciéndome en voz baja que el de seguridad estaba por entrar, agarramos nuestras ropas y casi a gatas nos fuimos hasta el baño de mujeres ya que ahí era menos probable que el guardia se animara a entrar a buscar, de cualquier forma, él sabía que nosotros estábamos trabajando ahí, ya en el baño ella secaba su sudor con papel higiénico, estaba de espaldas a mi viéndose en el espejo, a pesar de todo yo aún no perdía mi erección, quería mas de ella.

Volví a aproximarme a ella por su espalda, ella no actuó muy receptiva, pero tampoco hizo nada por apartarme, me preguntó si aún no estaba satisfecho, a lo que contesté que "no", la empuje de forma que se inclinara un poco, como en la primera vez, paseaba la punta de mi miembro a lo largo de todo su sexo una y otra vez hasta que finalmente cuando se hubo mojado bien, lo apoye en su culo, ella tuvo un sobresalta al darse cuenta de cual era mi intención, "esta bien, tenme de la forma que quieras, pero se suave" y subió una pierna para facilitarme el acceso. Accediendo a su petición fui empujando suavemente, ella se quejaba un poco, cuando finalmente la penetré completamente espero un momento a que se acostumbrara al tiempo que con mis manos acariciaba todo su cuerpo, inicié mi mete y saca, lento pero firme como siempre, ella seguía quejándose pero esta vez sus quejidos iban acompañados por gemidos de placer, podía ver sus rostro en el espejo del tocador al que ella estaba aferrada y como con una mano ella misma frotaba su vagina.

No pasó mucho tiempo antes de que ella volviera a tener un largo orgasmo que hizo que se le doblaran las rodillas, por mi parte aumentando la velocidad inspirado por el orgasmo de Adriana me dejé venir en su culo, a mi al igual que a ella, mi rodillas por un momento casi de doblaron, la abracé por la cintura y ambos esperamos un momento mientras recuperábamos el aliento.

Después de ello no hubo palabras hasta que terminamos de secar nuestro sudor (y otros fluidos) y vestirnos, ella me dijo que lo que había pasado nunca se repetiría y que porfavor nunca lo mencionara ni a ella ni a nadie mas, una vez dicho esto, ella salió del baño y volvimos a nuestros lugares donde terminamos de ordenar el trabajo para entregarlo en cuanto llegara nuestra Jefa.