El spa
En el SPA jugamos al limite de lo permitido
Mi nombre es Jaime, soy un tipo corriente; trabajo en una oficina del estado en un trabajo técnico, tengo una familia monotona (y pareja aunque con una vida sexual más bién ordinaria), y las mujeres no se me dan bién ni mal. Esto último quiere decir que he tenido mis lios y que tengo cierta cantidad de clientas, pero que no soy un killer de garito.
Hace pocos meses me asignaron una nueva compañera, aunque ya la conocia de vista. La chica venía rebotada de otro departamento, donde parece que los puñales volaban con mucha facilidad. No soporto el ambiente y pidio cambio, yendo a parar a nuestra unidad, a dedicarse al control de calidad del servicio al ciudadano de quejas y reclamaciones. Un trabajo rutinario y no muy difícil, pero con sus cosillas.
Ya nos conociamos de antes, como os conté antes, pero no teniamos una relación muy cercan. Claro que me había fijado en ella, era una morenita en us treinta y tantos, pecosa y de ojos azules. Su pelo era liso y negro, y solía llevar su pelo enmedia melena suelto o recogido en coleta, depende de la pereza que le diera lavarselo ese día, supongo. Si pasamos a detalles más carnales diré que era dificil de saber a ciencia cierta como era, pues a parte de su trasero gordito y respongon, imposible de disimular, su ropa, medio hippie, siempre ocultaba sus formas. Aunque si p se intuia que tenia poca tripita y que debía de esconder un pecho, que sin ser grande, debía ser muy apetecible. Como diría alguno, era el prototipo de vecinnita de al lado.
La relación con ella fue buena, trabajamos en varios proyectos juntos y le fue enseñando todo lo que sabía. Poco a poco nos hicimos muy cercanos y a veces quedabamos, de manera algo furtiva a comer. En estas ocasiones siempre empezabamos crtiticando al resto de los de la oficina y acababamos con una copa y hablando de temas algo picantes, pero siempre nos quedabamos aquí, aunque, a veces, sus ojos me mirasen fijamente y su cara reflejase el deseo de llegar a más y la duda de si hacerlo o no. Los dos tenemos pareja y no estabamos listos para llegar más lejos.
Con el cierre de resultados de abril toda los que trabajabamos de la unidad salimos de comida y luego de las inebitables copas, sin hora de llegada a casa. La salida fue muy agradable y todos le dimos al alcohol. Poco a poco todo el mundo se fue recogiendo y solo quedamos unos pocos, los más amigos de la fiesta. Cuanto solo empezaba la noche, Gema, que se llamaba la chica, y yo estabamos solos y tomando copas. Era un día frio para ser abril y estabamos yendo de un bar a otro cuando ella comento:
Hace un poco de frio, sería genial ir ahora en un balneario o un spa, entrar en calor. Y con un masaje sería genial
Cierto - dije yo
Luego pense un rato, y recorde que cerca había unos baños arabes.
- Oye si te hace, y no te da palo, podemos ir aqui al lado a los baños arabes. Tienen precios especiales de acceso a spa con masaje. Además así se nos pasara un poco el moco que llevamos, que vamos finos
Pense que se echaría atrás, ir con un compañero de trabajo a un spa era un poco atravido para ella, seguro. Pero a veces, la fortuna sonrie a los osados.
Genial, pero no tenemos bañadores.
No te preocupes, si no llevas bañador te dejan uno.
Al cabo de media hora estabamos en el agua, era un día entre semana y no había mucha gente. Estos baños arabes tienen tienen una gran piscina de agua templada y alli estabamos, yo en shorts y ella en un ordinario bañador, que sin embargo destacabande mala manera el cuerpazo que mi querida Gema tenia. Sus pechos eran mas bien grandes, si llegar a ser desprorcionados, su culo respongo y un poco gordito, diciento aprietame y su figura magnifica, haciendo su cuerpo las curvas que una mujer debe de tener. Era una mujer incleible y no podía dejar de lanzarle miradas furtivas, que ella notaba y a las que respondia con sonrisas.
Seguimos con el tonteo y empezamos otra vez a hablar de temas picantes, que si veo porno, que si no, que me pone más. Que como te masturbas, que si usas acetite, que si lo haces en la ducha, que si usas jugetes. Empezamos a confesar cosas que nos gustaban. Ella entre risas me confeso que le gustaba y la ponia mucho los mordisco en el culo, aunque sin dejar marca eso sí. Yo por mi parte force la maquinaría y le dije que me gustaban muchas cosas, pero que no había nada como una buena paja, si te la hacía la persona correcta, ella dijo que eso era verdad. Entonce se rio, luego se puso sería, me miro a los ojos, con una cara terriblemente sensual y me dijo:
- Lastima que ya tenga pareja, si no verías lo que es hacer un buen pajote.
Supongo que no penso lo que decía y luego se dió cuenta que era un poco fuerte. Jamáss la había oido emplear ese todo. Hubo un momento de duda, pero luego la tensión cedió y llos dos nos reimos como idiotas. Parece que el resto de la gente que estaba en los baños estaba molesta con nuestras risas, supongo que van buscando tranquilidad y relax y los pertubabamos un poco. Le dije entonces a Gema que pasasemos al jacuzzi, y así no montariamos tanto alboroto (era una sala cerrada). Durante el corto trayecto los dos empezamos a acercarnos cada vez más el uno al otro y sin darnos cuenta llegamos cogidos de la mano al jacuzzi, donde entramos uno despues de otro.
Nos sentamos y seguimos con el tonteo, yo le dije:
- Estos chorros son peligrosos, me estan entrando porciertos sitios y con todo lo que hemos estado hablando antes me están poniendo a mil.
Ella se rio dijo:
- No eres el único al que los chorros le están dando donde no debe.
Entonces su boca dejó de sonreir, sus labio se entrecerraron y me cogio ambas manos. Luego entrecerro los ojos y dijo "Quierro Correrme". Noté como se colocaba directamete encima de un chorro y empezo a suspirar. Yo me acerque a ella todo lo que puede, me bajé y el mismo chorro de agua a presion que, la castigaba, el clitoris también empezo a daren mi miembro, la sensación era incleible. Mi polla queria explotar y mis huevos estaban hinchados como globos. Ella solto sus manos de la mias, luego cogió una de mis manos ya la llevo a su bañador, lo apartó a la altura de su coño, para que el chorro le diera de lleno y luego puso mi mano para que lo sujetase. Empezo a aumentar el ritmo de sus gemidos, a morderse los labios y echar la cabeza hacia atrás. Estaba al borde del orgasmo.
Yo no pude aguantar la presión y moví mi mano hacia su clitoris, pero ella la aparto. A cambio me cogio la polla y la acerco lo mas posible a su coño, reposanto mi capullo en su ingle,pero sin poder llegar a penetrarla. Entendí que para ella llegar más lejos que eso estaba prohibido, era el limite que se había impuesto. Con las reglas ya claras me concentré en sujetar su bañador, ver su bella cara mientras parecia morirse de placer y mantener mi polla, a punto de reventar, junto a Gema y en el chorro de agua a presión. El jacuzzi hizo su trabajo y no aguantamos mucho más, primero se corrio ella y luego yo, que no aguante más al verla gemir y temblar como una loca. Instantes despues se tranquilizo todo, y nos dimos un beso breve en los labios. Me miro, y dijo:
Ha sido la mejor paja de mi vida
Y de la mia - añadí yo.
En ese momento tocaron a la puerta de la sala del jacuzzi. Era la encargada, que nos dijo:
Perdonen, pero el masaje que está incluido no se lo podemos dar,la masajista no ha aparecido hoy. Lo sentimos mucho, a la salida des ofreceremos un descuento.
Vaya es una pena - dijo Gema - Me apatecia un monton un masaje.
Bueno, les podemos dejar la sala y se lo puden dar uno al otro. En todo aso les daremos un vale para que vengan gratis cualquier otro día.
Al poco nos encerramos en la sala. Empezo Gema tumbada y yo la dí el primer masaje, o más bien sobeteo. La situación era un poco rara, pues nos acababamos de correr uno al lado del otro, pero tampoco es que fuesemos un par de amantes, así que no sabía a que atenerme. Le di un masaje regulero de espalda, con mucho aceite, y ,con cierta timidez, me acerque a su magnifico trasero. Ella se dejó hacer y yo lo agarre con todas mis fuerzas. Luego intente morderlo, pero entonces, com mucha elegancia me apartó. Luego se dio la vuelta y procedí a masajear si brazos, luego bajé hacia su vientre, evitando sus preciosos pechos de pezones rosado y pequeños. Pase por las piernas, desde el pie al muslo, rozando su sexo. Entonces ella bajo sus manos y empezo a masturbarse, con una mano se acariciaba el clitoris en circulos sin fin y con la otra se rozaba los labios vaginales. Mi miembro se puso como la piedra. No queria quedarme quieto, así que agarre sus manos con las mias, ella las dejo muertas y permitio que yo dirijiese su masturbación. Ella se tocaba, pero era yo el que la masturba en realidad, o no, que sé yo. Al poco se volvio a correr entre estertores, esta vez me miraba a los ojos mientras disfrutaba de su orgasmo, sin parpadear.
Descansamos un minuto, compartimos algo de agua y me tumbe yo en el futón donde Gema me iba a dar el masaje. Me puso de espaldas y me dió un magnífico masaje de espalda, recorrió todo mi cuerpo, dandome un gran reglax en cuello, espalda y piernas. Después de las piernas se aprovecho de mi trasero, dedicandole una buena sobada, luego acarició mi ano con sus dedos y me terminó de poner a mil. Me dí la vuelta y mi polla sa estaba a punto de explotar, pero ella lo ignoró y empezo su masaje desde arriba hacia abajo. Acabó con todo mi cuerto y yo me relaje algo, pero entonces se sento encima mio, su coño sobre mi polla y empezo a acariciarla con sus labios vaginales, moviendo su traselo alante y atras. Inmediatamente se me puso como una columna de marmol, a punto de estallar, eso sí. Luego paró, quizas cansada, me agarró una mano y la llevo a mi polla, guiando mi mano mientras me guiaba, mientras yo me hacia la mejor paja de mi vida. Estaba a punto de estañar y ella tambien, paró un segundo, llevo mis manos a sus pechos y me dejó agarrarselos, luego volvió a pajearme con sus labios vaginales y su clitoris, rozandome con toda la fuerza que podía. Yo estalle y nos llene a los dos de leche. Ella, un poco despues se corrió tambíen, ayudada por su mano. Paramos y nos sonreimos los dos, esta sí había sido la mejor paja de nuestra vida. Y teniamos un vale para volver otro día.