El sótano Cap 5
Dulce y Nat
Dos semanas, iba a pasar dos semanas en casa de Natalie ¿Será un seño? Nat es mi única amiga desde los nueve años, y me agrada pasar tiempo con ella, verla reír, escucharla cantar, su forma de hablar, sus manos, su cuello, sus labios.
Agitó la cabeza bruscamente, ella es tú amiga, más nada, no tienes porqué imaginar sus labios, ni sus besos, ni su calidez.
¡Basta!
No entiendo que me está pasando, ella es mi amiga, es una chica igual que yo, eso no debería de ocurrirme, no con ella, eso debería de pasar con Robert, el chico más lindo del salón, y por el cuál todas excepto yo y Nat suspiran cómo tontas.
― Hija ve haciendo la maleta, en cuatro horas partiremos a llevarte a la quinta Arzolay ¿Está bien?
― De acuerdo.
A toda velocidad comencé a alistar mi maleta mientras iba tachando las cosas esenciales que mi madre había escrito para mí.
Jabón listo, cepillo dental listo, ropa interior listo, pijamas listo, cremas y lociones para el cuerpo listo, desodorante listo, todo está en orden, pero siento que me falta algo, miré a mi cama y allí estaba Ted.
Ted es mi elefante de peluche, es de color lila y tiene un corazón blanco en su patita izquierda, duermo con él desde que tenía seis y no se cómo dormir sin él a mi lado.
Me da vergüenza llevarlo pero si no lo hago se que no podré dormir nada en las dos semanas.
Me lo llevaré y lo mantendré escondido, cuando ya Nat esté dormida lo agarraré y trataré de despertar antes que ella.
¿Será que dormiré junto a ella? Si no sería más fácil lo de Ted, pero yo quería sentir el calor de su cuerpo.
¡No, no, no! tengo que sacarme eso de la cabeza, no puedo seguir en esto.
Sentí un suave golpeteo en la puerta, esa era mi madre, lo podía apostar, solo ella podía tocar la puerta con esa delicadeza de hada.
― Cariño ¿Estás lista?
― Si mami.
Ella me ayudo con la maleta y fuimos directo a su vehiculo, conversamos todo el trayecto, mi madre me decía que cosas debía hacer y no hacer en la quinta Arzolay, que me extrañaría mucho y me traería cosas de allá.
Al llegar la señora Noelia ya nos estaba esperando con una gentil sonrisa, la señora Noelia sabía como hacerme sentir especial en todo momento.
Mi madre bajó conmigo y me ayudo a bajar mis maletas, yo no cabía de felicidad.
Dos semanas con Nat, eso era más de lo que yo podía pedir, mucho más.
Mi madre conversaba animadamente con la señora Noelia, al terminar se despidió de mí con un fuerte abrazo, un te amo, y mil besos por todo mi rostro.
― Te amo mami. ―Dije y sentí un nudo en mi garganta― Corrí, corrí y corrí todo lo que pude y la abracé con mucha fuerza.
― Te amo cariño, dos semanas pasan rápido. ―Asentí con ya las lagrimas fluyendo por todas partes.
Mi madre besó mi cabeza y así estuvimos un largo rato.
― Me tengo que ir mi princesa. ―Negue frenéticamente.
― No te vayas mami, por favor. ―La abracé con muchísimas más ganas.
Sentía que mi vida se iba junto a ella, la apreté contra mí sin ninguna intención de soltarla.
― Hija por favor, ya es hora de irme, sabes que te amo. Cuídate mucho y pórtate bien ¿De acuerdo? Llamare todas las mañanas y también trataré de hacerlo al anochecer.
Sus palabras me llenaron de genuina felicidad, me sentía tan feliz, pero al mismo tiempo había un enorme vacío en el centro de mi pecho.
― Noelia cuídala bien, mira que ella es mi vida. ―Le dio un amistoso abrazo.
― Tranquila Dalila está en buenas manos, te lo aseguro.
Mamá me dio otro beso en la frente y partió, y yo sentí que un pedacito de mí partió junto a ella.
— Cariño pasa que ya la cena está servida. —Me dijo la señora Noelia con una sonrisa.
Pasamos y Magda nos esperaba con galletas de chocolate recién horneadas y mi mente se encontraba en mi madre y en cómo dormiremos está noche, mi cuerpo se congela y calienta al mismo tiempo solo de pensar en la cercanía del cuerpo de Nat junto a mí.
— ¿Te gustaron las galletas? —Preguntó Nat con restos de chocolate en la comisura de los labios. Se veía tan tierna…
Y me perdí, me perdí en sus labios y en sus ojos brillando fuertemente.
— ¡Dulce! —Nat movió sus manos frente mi cara.
— ¿Si? —Regrese de mi ensoñación, pero me costó desviarla vista de sus labios, internamente solo rezaba para que no se hubiese dado cuenta.
— ¿Qué si quieres ver alguna película después de cenar o algo?
— Em si, está bien, no hay problema.
— Ajam ¿Qué quieres ver?
— Pues lo que tú quieras. —Me encogí de hombros.
Ella siguió parloteando y yo me perdía en sus gestos, en sus facciones, en cada minúscula expresión, y fui que lo acepté, adoraba todo de Nat, su cabello, sus ojos, sus labios, su voz, sus expresiones, TODO.
Después de cenar vimos una aburrida película de terror, bueno solo fue aburrida para mí, mi mamá me ha enseñado que eso no es real que todo está manipulado, y yo confío plenamente en mi mamá, mi mamá, ya la extraño, es la primera vez en trece años que estaremos tanto tiempo distanciadas físicamente y no me agrada mucho la idea, pero ella volverá pronto y me hará galletas con chocolate caliente y luego nos sentaremos junto a la chimenea y ella me leerá, si, solo son dos semanas.
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Si dos semanas, dos malditas semanas, ¿Por qué?
Todos los malditos días siguientes me hice la misma maldita pregunta. Si tan solo hubiese sabido que era la última vez la hubiese abrazado más fuerte, la hubiese fotografiado en mi mente una y otra vez ¿Qué estoy diciendo? Le hubiese rogado, le hubiese rogado mil maldita veces que se quedara junto a mí que no se fuera a ningún maldito viaje, y quizás aún nos sentaríamos junto a la chimenea y ella me leería alguna novela romántica que tanto le gustaba, y me acunara en sus brazos diciendo que todo estará bien, me protegiera cómo una felina cómo solía hacer, y quizás solo quizás René no hubiese arruinado mi vida entera.
No me di cuenta en que momento comencé a llorar de esta manera, pero su recuerdo siempre ardera en mi pecho.
Nadie me preparó para perderlos, nadie me preparo para el infierno abismal que viví, y aún vivo luego de esas dos semanas, nadie me advirtió, nadie.
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Buenas… No me odien, mi pc se dañó, y no tenía dónde escribir, intentaré hacerlo lo más pronto posible.
Gracias por el apoyo recibido en wattpad con mi historia Laura y Marta Usuario: Anthuan23 y si aún no la has leído ¿Qué esperas? Son realmente unos soles, bueno ya muy cursi.
Y por cierto el cap 3 ya está disponible así que ¡Go!
ShadowCat: acá está el cap, espero lo hayas disfrutado—’
Miley: Es un gusto que te guste, en serio.
Aless: ¡Genial! Gracias a ti por comentar siempre (Kisses)
Les mandó un montón de besos psicológicos y nos estamos leyendo…