El sonido del mar XVI

Qué será mejor ¿vivir de las apariencias? o ¿conocer a fondo a las personas?

Ignacia:

¿qué he hecho? Podría jurar que vi lágrimas en los ojos de Josefa, soy una imbécil …

Jesu: Hey nena, sigamos en lo nuestro – dicho esto atrapó los labios de Ignacia con los suyos.

Los besos y caricias siguieron, el cuerpo de Ignacia respondía ante los estímulos que le propinaba Jesu, pero su mente seguía recordando la imagen de hace poco, visualizaba a la perfección el rostro de Josefa y sus ojos, sobre todo esos ojos almendrados que mostraban una pena.

Jesu: Separándose – vayamos a tu casa.

Ignacia: ¿ah?

Jesu: que vayamos a tu casa.

Ignacia: No creo, hoy no.

Jesu: con la cara un tanto desfigurada por la respuesta negativa que le dio Ignacia - ¿estás de broma?

Ignacia: Sonriendo – No, no lo es – le da un beso y se va.

Jesu: gritando – te arrepentirás Ignacia, lo juro!.

Ignacia iba en busca de Javiera, sentía la necesidad de contarle todo lo sucedido. Se metió entremedio de la gente y no daba con su amiga, hasta que por fin la ve.

Ignacia: tomándola de la mano – te necesito – le grita.

Javi: Ok – mira al tipo con el que baila – permiso, ya vuelvo.

Ignacia: Me mandé el peor condoro (error) de todos, no sé qué hacer – le dice esto mientras se sienta en el suelo mirando al piso.

Javi: ¡Ay! Temía que esto sucediera … ¿te enamoraste?

Ignacia: No sé, pero da lo mismo.

Javi: Se acerca a Ignacia y le levanta la cara – No da lo mismo amiga, responde.

Ignacia: Creo … creo que sí.

Javi: La abraza – pequeña, no te sientas mal, es algo normal.

Ignacia: es que tu no entiendes.

Javi: si entiendo, tu tienes miedo. Te conozco, años de amistad no pasan en vano.

Ignacia: Es más que eso Javi, hay una parte de mi historia que no conoces.

Josefa.

Al ver a mi papá me tranquilicé un poco, solo quería que me acurrucara en sus brazos, tal como lo hacía cuando yo era más chica.

Papá de J: ¡Hija qué te pasó!?

Josefa: Nada papi – lo dice al subir al auto y acomodarse en el puesto del copiloto.

Papá de J: a mi no me engañas princesa – al decir esto le limpia una lágrima solitaria que corre por su rostro.

Josefa: No quiero hablar, solo quiero dormir.

Papá de J: no hay más que hablar, nos vamos a la baticasa entonces.

Josefa: al escuchar esto solo esbozó una sonrisa y cerró sus ojos para dejar de ver esa imagen en donde Ignacia y su hermana eran las protagonistas.

Transcurrieron minutos y el papá de Josefa la cargaba hasta su habitación para que descansara.

Josefa despertó y vio que estaba acostada en su cama y sobre ella tenía cobijas, se sintió desorientada y por un momento olvidó aquel episodio. Abrió los ojos y buscó su celular que no paraba de sonar, al verlo se percató de las innumerables llamadas perdidas y mensajes sin abrir, esto sumado a los whatsapps que tenía sin leer. No quiso saber de nada ni de nadie, por lo que apagó su móvil y lo tiró lejos. Cerró los ojos intentando creer que nada había pasado, pero no siempre la vida es como uno quiere, por lo que se resignó, abrió los ojos se desperezó y bajó a saludar a sus padres.

Josefa: Hola mami – le dice forzando una sonrisa.

Mamá Jo: Hola bebé, ten, acá tienes algo de comida. – le brinda la mejor sonrisa a su hija.

Jose: Gracias mami ¿qué haremos hoy?

Mamá Jo: Pensaba que te haría bien ir a ver a tus amigos por lo que te compré unos pasajes para que te fueras.

Jose: Abriendo los ojos como platos - ¿es broma?

Mamá Jo: No mi amor, es verdad, así que vete y arréglate que tu avión sale en unas horas más.

Jose: ¡ay te amo! – le gritaba mientras subía corriendo los escalones para llegar luego a su pieza.

Ignacia.

Después de hablar con la Javi lo único que hice fue llorar y pensar en todo lo que me afectaba, alguna vez creí que ya había superado esa parte de mi vida pero me doy cuenta que no. Cada vez que siento algo por alguien prefiero embarrarla porque me da miedo asumir un compromiso, no quiero pasar por lo que pasé aquella vez.

Como no podía manejar le pedí a un conocido que manejara mi auto y que me dejara en casa, como a este gallo (hombre) lo conocía hace igual tiempo se limitó a cumplir lo que le pedí. Al llegar a casa traté de entrar sigilosamente, crucé todo y me fui a la cabaña. Apenas puse mi cuerpo sobre la cama me quedé dormida.

Desperté porque sentí que alguien se acostaba en mi cama, instintivamente abrí los ojos y me encontré con una hermosa sorpresa, era mi pulga la que se estaba metiendo en la cama conmigo.

Trini: Hola hermanita linda – le dice mientras le muestra un linda sonrisa.

Igna: Hola cosita ricaaaaaaaaaaa – la abraza y la llena de besos.

Trini: jaja achaaaa paraaaaa – le dice entre risas.

Igna: dejando de darle besos y hacerle cosquillas – Bueno, tu te lo pierdes – se acomoda en la cama, haciéndose la dormida.

Trini: Nooooooo, hermanitaaa, era bromita – se acerca a su hermana y le trata de hacer cosquillas.

Igna: Pulga rica ¿qué quieres hacer hoy?

Trini: vayamos a jugar

Igna: Mm bueno, solo si me das un besito – le señala la mejilla izquierda.

Trini: Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – le da el beso

Igna: Ahora me iré a duchar para poder salir contigo, espérame en la casa.

Trini: No, yo quiero ver los monitos acá – hace un puchero.

Igna: la mira de manera tierna y esboza una sonrisa – bueno, bueno tú ganas. Ahora me iré a dar una ducha.

Ignacia se para de su cama, escoge ropa sencilla. En la ducha tan sólo se limitó a no pensar y a sentir esas gotas caer por todo su cuerpo.

Josefa:

Estoy demasiado ansiosa y feliz por ver a mis amigos, ahora estoy en el aeropuerto esperando la salida de mi avión, menos mal queda poco para abordarlo.

Este fin de semana solo lo quiero disfrutar, quiero dejar de lado a la Ignacia y al Seba, de verdad que me agota pensar en ellos, todo va tan rápido que hasta me asusta.

Luego de que mi mamá me dio la linda noticia, corrí a empacar algunas cosas necesarias y en esas horas no vi a mi hermana y doy gracias, porque no sé que habría pasado si ella me pregunta por mi actitud de ayer en la noche. Es inevitable no pensar en que me dejé llevar y en lo malo que fue eso, tal vez si supiera controlar mis impulsos no habría pasado nada y no me estaría arrepintiendo… y lo más importante, Ignacia no controlaría cada uno de mis pensamientos, pero NO, tuve que dejarme llevar por las hormonas y pasó todo …

Ignacia:

Tras ducharme y vestirme con la Pulga fuimos a la casa de mis padres (que queda antes de mi cabaña) hablé un rato con ellos y me fui con mi mamá y la pulga al centro comercial, para ser más específica fuimos a la parte de juegos. Estuvimos disfrutando toda la tarde de los distintos juegos. Sin duda no hay nada como ver a mi Trini correr y reírse como loca, esto acompañado de mi mamá, creo que extrañaba mucho estar así con ellas. Lo mejor de todo es que no he pensado mucho en Josefa, no quiero pensar, sólo quiero disfrutar con mi familia.

Luego de pasar una tarde hermosa junto a mi madre y a mi hermanita, estuve todo el resto de día con mi familia hablando, disfrutando y riéndome con ellos.

Josefa.

¡Por fin estoy en mi ex ciudad! Lo único que quiero es ver a mis amigas para poder ponernos al día como corresponde, las extraño demasiado, extraño nuestras aventuras.

Ay no, no puede ser, ¡mis amigas vinieron por mi!

Amigas de Josefa: Jojitooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo – corriendo y gritando por el aeropuerto.

Jose: ¡amiguitas! – corriendo con los brazos abiertos.

Amiga 1: Joji lindaaaaaaaaaa, ¡te extrañe! – le dice al darle un abrazo de oso.

Amiga 2: amiga linda – abrazándola por el costado

Amiga 3: ya po, igual quiero abrazar a la Joji, suéltenla

Amiga 1 y 2: riendo – okkkkk

Amiga 3: Amiguitaaaaaaa que rico verte – le dice esto mientras la abraza y besa su mejilla.

Jose: Ay es tan rico estar acá con ustedes – las abraza a las tres. – las extrañaba mil!

Amiga 1: nosotras igual po mamerta – la toma de la mano – te tenemos un panorama listo para la noche.

Jose: Ay Lau siempre tan carretera (fiestera) – todas ríen.

Amiga 3: Jojito te vienes a mi casa esta noche – con una amplia sonrisa.

Amiga 2: Y estaremos todas juntas.

Jose: ¿cómo en los viejos tiempos?

Amiga 1: Si po gansa!

Ignacia:

El día Sábado transcurrió normal, hace mucho tiempo que no pasaba un día así, tan en familia … Para hoy, Domingo solo planeo ir un rato a la playa, quiero practicar con mi tabla para apuntarme en el campeonato que se hará en la ciudad. La verdad es que hace tiempo que no participo en una competencia, pero bueno, esta será especial porque le dije a Josefa que le ganaría. Tal vez es tiempo de hablar con la Jesu, quiero aclarar las cosas y dar vuelta la página.

WhatsApp Ignacia: Hola pendex

WhatsApp Jesu: le contesta de inmediato – hola ricaaa! Pensé que nunca más me hablarías L

WhatsApp Ignacia: Jaja ¿por qué creías eso? Merme.

WhatsApp Jesu: porque sí, por tu reacción … te quiero ver.

WhatsApp Igna: Dudando un poco antes de enviar el mensaje – mmm, ok. – lo envía.

WhatsApp Jesu: Perfecto, te veo hoy a las 15 hrs en el centro comercial, afuera de Aires, un beso.

¿En qué lío me metía ahora? Ok, es algo necesario para dar vuelta la página y hacer por fin las cosas bien. Tal vez ya llegó el momento de superar el pasado y sentar cabeza, no sé si quiero para siempre la vida que llevo … a veces me aburre fingir algo que no soy, en el fondo soy sensible y dedicada pero nadie se da cuenta de eso ¿por qué? Porque todos se dejan llevar por mi físico … estoy harta de eso, siempre es lo mismo. Sólo pido que alguna vez alguien se fije en mí por como soy interiormente y no por mi “envoltorio”, en fin, mejor voy donde mis padres.

Ignacia: hola holaaaaaaaaaaaaaaaa – camina por la casa – hermoso, me dejaron sola y no me avisaron.

Ignacia agarra las llaves de la camioneta de su madre, se dirige a su garaje y saca una hermosa tabla de surf que estaba un tanto empolvada, la toma, se va a la camioneta, acomoda la tabla en la parte de atrás, va rápidamente a su cabaña, saca su traje de agua, un traje de baño color negro con terminaciones rosadas, busca la cera para la tabla, bloqueador solar y su iPod. Cuando cree tener todo lo necesario, se monta en la camioneta y va rumbo a la playa apartada en donde vio el beso entre Josefa y Sebastián. La verdad es que fue a ese sector en particular por dos motivos: el primero es porque ahí es solitario y el segundo es porque es un lugar perfecto para practicar, esto debido a su gran oleaje.

Ignacia se puso su traje de baño dentro de la camioneta, bajó de ella y sin prisa se colocó su traje Roxy, sacó su tabla, le untó un poco de cera y caminó hacia la orilla del mar, enterró la tabla en la arena, hizo un poco de yoga, amarró el Lynch en su pierna derecha y se encaminó al mar. Cuando el agua ya le llegaba hasta la rodilla apegó su estomago a la tabla, comenzó a dar brazadas para adentrarse aún más, ya que no habían muchas olas. Braceo un buen rato, el tiempo no se podría especificar, se detuvo a contemplar la majestuosidad del lugar, se sentó en la tabla, dejó que el viento le golpeara la cara y que los rayos de sol penetraran sus poros, comenzó a sentir aquella conexión que sintió por primera vez en Australia, se dio cuenta que venía la ola perfecta, remó hacia ella y para su suerte la agarró con fuerza, era una ola magnífica. Ella solo sentía la adrenalina y el amor por el mar, se dejó llevar y pudo lograr salir airosa.

Repitió esta escena una y otra vez, lo hizo hasta que su mente se desconectó del tiempo y se dedicó a vivir el aquí y el ahora, se dio cuenta que ya era hora de salir cuando sintió que sus labios pedían hidratación, remó hacia la superficie, comenzó a sacarse el traje, caminó tomando la tabla con el brazo izquierdo, llegó a su camioneta y al ver su celular se percató de las llamadas perdidas, mensajes de texto y whastapps que tenía sin leer.

Josefa.

Ver a mis amigas es maravilloso, ellas son la familia que escogí, la verdad es que ver a Laura, Maca y Jacinta hizo que mi batería interna se recargara, sin duda alguna necesitaba un fin de semana con ellas.

Apenas llegué la Jaci me llevó a su casa, lamentablemente no estaban los tíos porque andaban de viaje y los hermanos de mi amiga estaban en casa de sus respectivos amigos. Estuvimos copuchando (charlando) un rato, nos pusimos al día y la Jaci me contó que conoció a un gallo alemán que le encanta y que él aún no la invita a salir, mientras hablábamos, mis demás amigas llegaron a la casa de la Jaci, la Laura llegó con mil copete (alcohol) onda vodka, pisco, coronas y tequila, y la Maca llegó con comida. Las cuatro nos fuimos al quincho de la Jaci y estuvimos ahí como hasta media noche, las cuatro estábamos bien entonadas pero daba igual, llamamos al taxi de confianza y nos fuimos a la mejor disco de toda la ciudad, a una bien vip en donde lo más probable era que me encontrara con varios conocidos.

Al llegar allá como lo presentí vi a casi todo mi ex curso, y a varios de mis amigos no taaaan cercanos, me sorprendió mucho porque igual era raro ver a tanta gente conocida en el mismo lugar, luego de llegar mis amigas me contaron que habían reservado la disco para mí, ya que como hace un tiempo no las veía ellas quería celebrar mi presencia. Bailé con todos los invitados, que eran más de cincuenta, lo pasé excelente, bailé toda la noche hasta que mis pies no dieron más. A eso de las 7 de la mañana nos dirigimos de nuevo a la casa de la Jaci, pero esta vez no íbamos solo las cuatro, sino que iban unos diez amigos más, la idea era hacer el after en la casa de mi amiga. Al llegar todos seguimos la fiesta, hablamos mucho, me reí y bebí bastante, la verdad es que hasta me olvidé de Seba y de Ignacia. Sólo disfrute con mis amistades, Camilo, un ex amorío que había tenido hace un tiempo (antes de Jose) me coqueteó durante toda la noche, y cuando estábamos en el quincho de mi amiga, me dio un beso … la verdad es que me dejé llevar, necesitaba olvidar y como no volvería a la ciudad por mínimo un mes más me daba igual, porque Camilo es un buen gallo, y además es harto mino y filo, me lo agarré no más … además, es lo mismo que hizo Ignacia con mi hermana ¿o no? En fin, a eso de las 12 del medio día llamamos a un reconocido local de comida rápida para que nos fuera a dejar unas cuantas pizzas y hamburguesas porque definitivamente se nos había pasado un poco la mano con el trago, comimos todo lo que nos llevaron, luego de eso se fueron mis amigos y nos quedamos las cuatro en la casa. Sin duda alguna teníamos que ordenar todo el desastre que teníamos, pero como el día estaba tan soleado, decidimos hacerlo más tarde, así que nos metimos a la piscina, todas en calzones y sostenes. Estuvimos un largo tiempo en el agua, nadando y haciendo guerras de agua, tomamos un poco de sol y ordenamos. Pasé todo el Domingo recuperándome de la caña del terror que tenía, además de disfrutando con mis amigas, como mi vuelo salía a primera hora del día Lunes, la Maca y la Lau se quedaron en la casa de la Jaci para ir a dejarme todas al aeropuerto.

Cuando las revoluciones habían bajado y nos encontrábamos todas en la enorme pieza de la Jaci les conté todo lo que me había pasado en la universidad, eso implica tanto a Seba como a Ignacia, mis amigas no se sorprendieron y tampoco me juzgaron, sólo trataron de aconsejarme, pero la verdad es que no creo que les haga mucho caso porque ellas están peor que yo. Pasamos prácticamente la noche en vela, ya que nos acostamos a eso de las cuatro de la madrugada y el avión salía a las seis, así que a las cinco nos levantamos todas, arreglé mi equipaje y nos fuimos directo al aeropuerto. Lo que más odio son las despedidas porque tengo un miedo enorme a no ver más a las personas que amo, pero sé que con mis amigas no será así, porque en tres semanas más viajan a mi casa y luego de eso nos iremos a alguna playa cercana. Me despedí de ellas y fue imposible contener las lágrimas, soy tan sentimental! Pero bueno, son mi familia, así que lloramos un rato, agarré mi equipaje y me fui.

Al llegar a mi asiento, veo que a mi lado se sienta una mujer como de mi edad, era alta, blanquísima, con pecas en la nariz, ojos verde aceituna, cabello un tanto rojizo, no le presté mayor atención ya que lo único que deseaba era dormir, por lo que me acomodé, me puse los auriculares, cerré mis ojos y escuchaba plácidamente algo de Mumford & Sons cuando me siento extraña, abro los ojos y me percato que mi acompañante tenía la mirada fija en mi cara, ella al ver que la había sorprendido esbozó una sonrisa y extendió su mano, movió los labios y yo no le contesté porque no la había escuchado.

Chica: hola, mi nombre es Elisa Castilla.

Jose: Disculpa – quitándose el auricular.

Chica: Oh, veo que no me prestabas atención – sonrisa – mi nombre es Elisa Castilla, mucho gusto.

Jose: Ah, disculpa! Josefa Echeverría. Se nota que no eres de acá ¿estás de intercambio?

Elisa: si! Estaré en Chile por dos semestres, aunque ya partieron mis clases.

Jose: Que choro! Y ¿qué onda? De dónde vienes?

Elisa: ¿Qué no se nota? Soy española jajaja – Jose también rie.

Jose: Ya pero ¿por qué Chile?

Elisa: Mi madre es chilena y pues al entrar a la universidad se me dio la posibilidad de cursar un año en Chile y acepté, quiero conocer todo lo de la cultura Chilena.

Jose: Ah que buena, lo mejor es irse de intercambio – le sonríe  y le pone pause a su ipod – y ¿qué estudias?

Elisa: curso segundo año de psicología en la universidad de Comillas y tu?

Jose: ¡juralo! Yo también estudio psicología, pero voy recién en primero j aja ja, estoy en una de las mejores universidades del país.

Elisa: Pues que yo me voy a una de las mejores.

Jose: En una de esas estaremos en la misma.

Elisa: ojalá, mira me agradaría tener algún conocido en este país.

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Disculpen la demora, pretendo subir por lo menos uno a la semana, la unviersidad me consume DEMASIADO jaja.

Picxis: Tiernaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, de verdad que tu comentario me insipiró demasiado para seguir la historia, asumo que va un poco (bastante) lenta, pero dicen que lo bueno tarda en llegar, espero que este capítulo haya sido de tu agrado :)

Chapis: Veamos que pasa! Ignacia cada vez reflexiona más sobre sus actos y al parecer está arrepentida. Un beso!

PD: GRACIAS A TODOS LOS QUE SE DAN LA LATA DE LEER, MUCHOS BESITOS PARA USTEDES :D

PD2: Acepto ideas y sugerencias ! :D