El sonido del mar. (VII)
Que tierna escena, esto es lo peor que me puede pasar.
Sebastián: Te tendría así todo el día.
Josefa: Jaja, mejor bájame a no ser que quieras que grite.
Sebastián: Mejor vamos, que te voy a dejar a casa para que después hagas tu trabajo.
Josefa: Bueno, pero que sea rápido ¿ok? – le pone cara de pocos amigos, mientras se agacha a “buscar algo que se le había caído”.
Sebastián: Como tu digas ..
Josefa se para frente a Sebastián, extiende la mano derecha, con la palma hacia arriba y sopla la arena que tenía en su mano, arena que le cayó en los cabellos de Sebastián.
Sebastián: Tienes tres segundo para correr … uno, dos y – salió corriendo para perseguir a Josefa.
Josefa: Ay nooo paaaaaz – decía esto mientras corría al automóvil.
Ambos llegaron muy agitados, ya que corrieron un buen trecho, como Josefa llegó antes que Sebastián, él no le pudo hacer nada.
Seba: Me las pagarás jajajja
Josefa: Cuando quieras minazo
Seba: jajaja, loca. Vamos o llegarás tarde.
Cuando Sebastián le recordó hacia dónde tenía que ir, de inmediato se le vinieron a la mente imágenes de Ignacia, y esto hizo que se ruborizara un poco.
El trayecto de la playa a casa de Josefa, ambos lo hicieron en silencio. Al llegar, Sebastián se despidió con un beso en la mano de Josefa, ella al sentir el contacto de esos labios en su mano, se estremeció.
Jose: Chau mino, nos vemos.
Ignacia.
Joaquín a cada rato me rababa besos, admito que me gustan, pero en algún momento igual me incomodó un poco. Aunque me tenía feliz el hecho de que la Jose me mirara, es extraño, pero sentía su mirada un tanto penetrante. Al terminar de comer, con Joaco nos fuimos a dar un paseo por allí, por un lugar de ambos. La hora pasaba y yo tenía que llegar a casa, para ordenar el despelote que mis amigas habían dejado en casa.
Igna: Joaco, me podí ir a dejar?
Joaco: Obvio mi negra, ¿vamos? – le decía esto mientras jugaba con la mano de Ignacia.
Llegaron al auto, Joaco le abrió la puerta, se sentaron y comenzó a sonar “I love U”, tanto Ignacia como Joaquin la cantaron, ya que esa canción a ambos les traía recuerdos.
Joaco: Quiero ser feliz y hasta la muerte verte a ti sonreír – cantaba Joaquín.
Ignacia: Soy tu prisionero esa es la que quiero, por ti yo muero
Ambos cantaron y cantaron, hasta que llegaron a la parcela de Ignacia.
Ignacia: Chau guapetón, te veo mañana – tras decir esto le lanza un beso
Joaquín: Atrapando ese beso – nos vemos linda.
Ignacia: las cosas son tan raras. Mejor me apresuro, porque ya es tarde. Pensaba mientras miraba su teléfono, que marcaba las tres treinta de la tarde.
Ignacia se sacó ropa y se puso mas cómoda, ya que le tocaba ordenar, botar la basura y limpiar. Todo esto lo hacía acompañada de música a todo volumen.
Ignacia: Las calles se vacían en nuestro momento, los arboles aguantan su respiración, la gente se va a levantar de sus asientos cuando se enteren de que tu y yo – cantaba al ritmo de la canción Nuestro momento.
Voz: me pierdo en tus ojos en el silencio, el mundo conspiro, lo hizo suceder, pues de suerte no hay nada en esto.
Cuando Ignacia escuchó que alguien con una muy linda voz seguía la letra de la canción se sorprendió, y más aún al darse cuenta de quién era la dueña de aquella voz que la sacó del trance.
Josefa la miró apenada por lo que acababa de ocurrir, le esbozó una sonrisa y agregó : La pulga me ha dejado entrar .. la puerta esta entreabierta y te escuché cantar y ..
Ignacia: interrumpiéndola – Las calles se vacían en nuestro momento los arboles aguantan su respiración – sigue cantando a lo que Josefa se le suma
Ambas: Porque este nuestro momento, sabes es nuestro momento uooooh.
Ignacia: No sabía que te gustaba Portugal – le decía esto apenas terminaron de cantar
Josefa: jajaja yo tampoco sabía te gustaba
Ignacia: Disculpa el desorden, pero eeeh .. – decía esto mientras miraba las botellas de tequila y vodka que se encontraban en la mesa.
Josefa: Jajajajaj, no te preocupes ¿no estay con caña? Jajajja – le decía esto mientras le tocaba la cabeza de manera delicada.
Ignacia: Ay noooo, ¿cómo se te ocurre? Eso es para otros jajajajajaj.
Josefa: Si querí te puedo ayudar – le dijo esto mientras miraba las piernas desnudas de Ignacia.
Ignacia: Ya po, así lo hacemos más rápido para estudiar después.
Ignacia y Josefa comenzaron a ordenar, se demoraron un poco. En varias oportunidades ambas se encontraban tarareando cierta melodía que salía en la música de Ignacia. Los minutos pasaron y ya eran las seis de la tarde.
Ignacia: Jose ¿tení hambre? – le decía esto mirándola de manera coqueta
Jose: Mm, un poco jaja
Ignacia: Ven que te preparo algo – le decía mientras la jalaba de la mano.
Jose: bueno.
Ignacia: Siéntate, si quieres sintoniza algo en la televisión para que veas mientras te preparo algo. Tras decir esto, Ignacia comenzó a pelar fruta y a picarla. Menos mal tenía harta, hizo una ensalada de frutas muy acorde al clima, esto acompañado de crema y salsa de chocolate. Iba con dos platos y se detuvo para contemplar a Josefa, quien se encontraba viendo “Franklin la tortuga”, estaba emocionada viéndolo.
Ignacia: Eh, toma, espero te guste – le dijo esto mientras le extendía su plato
Josefa: Ay, tiernaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias linda – le decía esto mirando esos ojos azules que le recordaban el mar.
Ignacia: De nada gansa. ¿Comemos y comenzamos con el trabajo?
Jose: Si po, obvio
Ambas comieron en silencio mientras miraban el capítulo de Franklin. A Ignacia se le olvidó por completo de la presencia de Josefa, en momentos ambas se reían a carcajadas de las travesuras que hacían Franklin y sus amigos. En momentos como ese se daban cuenta de la presencia de la otra.
Jose: Mm, ¡esto estaba riquísimo! – dijo esto mirando hacia donde se encontraba Ignacia.
Ignacia: Jajaja, que rico que lo hayas disfrutado, oye hace mil que no veía esto, me trajo ene de recuerdos.
Jose: ¿sí? Jajaja yo siempre los veo con Min, a él le encanta este canal jajajajaja, lo peor es que a mi también – ambas rieron.
En eso escuchan que suena la puerta, Ignacia se para del suelo y va en dirección a la puerta, para ver quien tocaba.
Trini: Achaaaaaaaa
Igna: Pulga hermosaaaaaaa – dice esto tomando a su hermanita
Trini: Puedo estar contigo – le preguntaba mientras hacía pucheros.
Ignacia: Si obvioooo hermosa mía, pero tendrás que esperar un poquito para jugar ¿ya?
Trini: Puuuucha, ya
Ignacia llegó a donde estaba Josefa con Trinidad en sus brazos, ésta al verla se levanta de donde estaba y va hacia Trinidad
Jose: Triniiiiiii ricaaaaaa ¿cómo estay? – le decía esto mientras estaba a su lado
Trini: Bieeeeen ijijjiji y min?
Jose: Está en casa pu cuñadita, habla todo el día de ti – decía esto mientras la miraba de manera tierna
Ignacia: Ay no, pero linda se ve, como que expele ternura por los poros .. Amo que sea así con mi pulga rica
Trini: Achaaa bájameeeee – le decía esto inquieta
Ignacia: ay si, obvioo
Trini: Corre a abrazar a Josefa
Josefa la toma en brazos y la gira.
Trini: Jajaja, máaaaaas
Josefa: Segura?
Ignacia: Que tierna escena, esto es lo peor que me puede pasar. – pensaba Ignacia.
Trini: Siiiii
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Mil gracias a los que siempre comentan, me motivan a seguir jiji. Disculpen si los hago cortos, pero siempre me han dicho que es mejor dejar con las ganas, así que por eso lo hago. Muchos cariños para todos. :)