El sonido del mar. (VI)

Se para en la punta de los pies y le da un beso en la mejilla

Josefa: ¿ Es idea mía o Ignacia no quitó los ojos de mi? Se ve fantástica. Realmente deslumbra con su belleza. Esa camisa a rayas suelta más esos leggins ajustados y esos zapatos con taco le quedan muy bien. Se sentó a mi lado. No puede ser.

Seba: Jose, jose ¿qué te pasa? Le dice esto en un susurro ya que el profesor dictaba la clase.

Jose: Na nada ¿por qué?

Seba: Porque no sé, te pusiste rara

Jose: ah.. es que recordé algo – se hizo la loca, ya que se había puesto “rara” por ver a Ignacia con ese cuerpo que estaba de infarto

Mientras tanto el profesor Smith hablaba y hablaba de la materia que verían durante el año. Este era un ramo biológico y a decir verdad a Josefa le gustaba mucho, ya que a ella siempre le interesó la biología. Pero en toda la clase no pudo prestar mucha atención por el hecho de que sus pensamientos estaban en otra parte. En este momento todos sus pensamientos iban dirigidos hacia una persona. Hacia Ignacia.

El hecho de que Ignacia se sentó al lado de Josefa, lo único que provocó fue que el corazón de Josefa bombeara un poco mas rápido de lo habitual. Cada cierto tiempo miraba de reojo para donde se encontraba Ignacia. Y cada vez que veía se daba cuenta de lo intelectual que se veía con sus anteojos y su pelo tomado. Para que Sebastián no le volviera a preguntar qué le pasaba, Ignacia tomaba apuntes

Ignacia.

Si bien es cierto, cuando llegué al aula lo que hice fue mirar de manera directa a los ojos de Josefa y me senté a su lado, en el transcurso de la clase no le presté mucha atención. Ya que este ramo me parece muy interesante. Tomé muchos apuntes. Me puse mis anteojos y me hice el moño de “intelectual” la verdad es que esa es mi facha habitual en clases. Porque sí, soy una nerd.

En los momentos en los que el profesor hacía una pequeña pausa, encontraba a Ignacia mirándome de reojo. Cuando me percataba de aquello tan solo se me esbozaba una amplia sonrisa.

Se veía estupenda, simplemente estupenda. Me encantaba verla sobre su mesa, concentrada tomando apuntes de lo que decía el profesor, con su cabello sobre las hojas de su cuaderno. Me gustó verla morder el lápiz cuando se quedaba pensando algo.

Profesor Smith: eh, bien jóvenes. Ha concluido la clase, pueden marcharse en paz.

Cuando me iba parando del pupitre, siento que alguien me agarra del brazo.

Ignacia: Ay

Javi: Hey disculpa, he llegado tarde y me perdí la clase.

Ignacia: Si me di cuenta jaja. ¿qué te toca ahora?

Javi: Teorías contemporáneas de la psicología y a ti?

Ignacia: Fundamentos culturales del ser humano. Creo que nos toca separadas amiga.

Javi: Mm, sí. Te extrañaré zorra mayor. – mira su celular – Ya es tarde, te amo. Bye

Ignacia: Se dirigía al salón en donde le tocaba clases, entra y se da cuenta que pocas personas han llegado. Toma asiento en los primeros puestos cerca de la mesa del profesor. Saca su móvil, lo revisa y se da cuenta que tiene mensajes de whats app. Lo lee y se da cuenta que eran de Joaquín.

Texto Joaquín: Hola preciosa ¿qué tal tu primer día?

Texto Ignacia: Nada de otro mundo.

Texto Joaquín: Te extraño

Texto Ignacia: También yo. ¿Hoy cine?

Texto Joaquín: Como gustes J a qué hora paso por ti?

Texto Ignacia: a las 13 hrs, porque ahí salgo de clases.

Texto Joaquín: Bueno linda, paso por ti. Un beso gordo.

Al levantar la vista, Ignacia se encuentra con la mirada de Josefa, quien iba entrando al salón. Ambas sostienen su mirada y Josefa se sienta al lado de Ignacia. Ya que era uno de los únicos asientos desocupados.

Josefa: Hola

Ignacia: Hola, por lo visto andas sin tu guardaespaldas jaja

Josefa: ¿Lo dices por Seba?

Ignacia: la verdad es que no sé cuál es su nombre

Josefa: Ah jajaja, le ha tocado otra clase. Y tú, no andas con tu amiguita.

Ignacia: Ahhh … Jajjaa le ha tocado otra clase.

Josefa: Oh, ah llegado el profesor.

Ignacia: ajá.

El profesor se presentó, dio una introducción de lo que se trataría su clase, y comenzó con la materia. Tanto Josefa como Ignacia estaban concentradas en lo que decía el profesor.

La hora de clases transcurrió de manera normal. Ambas estaban tan concentradas en lo que decía el profesor que ninguna de las dos se prestó atención. A lo que finaliza la clase el profesor anuncia.

Profesor Fuentes: Para mañana quiero un ensayo sobre las tendencias sociales del país. Será en pareja. Ustedes ven con quién lo hacen. Ahora pueden marcharse.

Ignacia: Eh, debido a que no conozco a nadie más ¿serías conmigo?

Josefa: Claro … ¿cuándo lo hacemos?

Ignacia: ¿hoy? Si es para mañana jaja- le decía esto mientras se perdía en esos ojos color miel que cambian de color.

Josefa: Ja jaja claro – dice esto algo ruborizada manteniéndole la mirada a Ignacia, notando lo hermosos que están esos ojos azul intenso. - ¿a qué hora?

Ignacia: Después de las cuatro, antes tengo que hacer

Josefa: Ok, en mi casa.

Ignacia: Mejor en la mía, ten la dirección – le pasa la dirección de su casa – al pasársela otra vez sienten una sensación rara.

Josefa: Está bien. Nos vemos allá – dice esto al darse cuenta que Sebastián la espera en el marco de la puerta.

Ignacia: sí, claro.

Ignacia : Oh, estaremos solas .. Como me encanta esta chica. Quizás se deba a su aspecto desinteresado. Me encanta y todo, pero yo no haré nada, no daré el primer paso. Tan solo me mostraré como soy .. claro, como soy con mis conquistas. Ya se marchó con ese idiota. Mejor me iré, porque Joaco me debe estar esperando.

Josefa.

Que suerte estar con ella en la clase, ya que no conocía a nadie más. Por lo menos haré el trabajo con alguien conocido. Espero no ponerme muy nerviosa con su presencia, no sé por qué pero ella hace que me descoloque un poquito. Que guapo se ve Sebastián, creo que aceptaré su invitación a comer, total. Debo ir a las cuatro a la casa de Ignacia. Tengo tiempo libre.

Sebastián: ¿y qué decidiste sirena, iremos a almorzar?

Josefa: mmm, no sé.

Sebastián: Bueno, si quieres lo dejamos para otro día – dijo esto con voz apenada.

Josefa: ay no menso, obvio que si.

Sebastián: Mala jaja, ven sube al auto.- dijo esto mientras le abría la puerta del copiloto.

Josefa: Pero que atento – dijo esto con una sonrisa en la cara, mirando hacia donde se encontraba un joven muy muy apuesto.

Josefa sigue mirando hacia donde se encontraba el joven, y se da cuenta que Ignacia camina hacia donde se encuentra él, y se saludan con un fugaz pero apasionado beso. El joven le abre la puerta a lo que ella le da una enorme sonrisa. Se le notaba muy feliz. Todo esto  le cambió de pronto la cara a Josefa.

Sebastián: Bueno, ¿qué quieres comer?

Josefa: Sorpréndeme.

Sebastián: Bueno bueno. Al decir esto sintonizó su ipod y comenzó a sonar algo de The Drums.

Ambos cantaron al ritmo de la música. Esto hizo que a Josefa se le olvidara la escena que había presenciado.

Ignacia.

Cuando iba saliendo de la U, vi como Sebastián se comportaba con Josefa y la sangre me hirvió. A lo que vi a Joaquín me acerqué a él de manera sensual para saludarlo. Me dio un beso ardiente pero fugaz, a lo que consentí ya que sabía que Josefa se encontraba cerca, tenía la esperanza de que ella viera el beso.

Hace días que no veía a Joaquín, y debo decir que estás mas mino de lo que recordaba. Me dijo que me tenía una sorpresa, nos dirigimos al centro comercial. Él es muy caballero, en realidad es el hombre ideal.

Al llegar al centro comercial, nos dirigimos al mejor restaurant de sushi, ahí sólo se puede ir con reserva, ya que por lo general se encuentra lleno.

Nos sentamos, pedimos varios rolls. Estábamos charlando, miro hacia la puerta y veo que ¡Josefa con Sebastián entraban! Fue terrible. La verdad es que me desconcertó de sobremanera.

Me hice la loca, no tenía ganas de ver cómo le coqueteaba a Sebastián, así que comencé a charlar con Joaquín, ya que nos teníamos que poner al día.

Joaquín: y negra ¿qué tal tus compañeros?

Ignacia: ¿Compañeros? Me huele a celos jaja – le dijo esto mientras le tocaba la nariz de manera tierna.

Joaquín: Ya, me pillaste jajaja.

Ignacia: Pues, tan solo te diré que no hay nadie como tu guapo – dijo esto de manera coqueta, mientras miraba esos ojos azules iguales o más intensos que los de ella.

Joaquín: vaya pero que bien, eso me hace feliz linda

Ignacia: ¿cuándo comienzas las clases?

Joaquín: La próxima semana, así que tengo unos días libres aún

Ignacia: interesante, o sea a partir de la próxima semana te veré a diario?

Joaquín: Sólo será así si tu lo deseas linda

Ignacia: Obvio que lo deseo Joaco, querré ver todos los días a mi futuro ingeniero comercial favorito

Joaquín: Me haces tan feliz – le dice esto mientras se acerca para darle un beso.

Ignacia y Joaquín se funden en un tierno beso, el cual terminó porque le mesero los interrumpió.

Mesero: Aquí tienen su orden.

Joaquín: Muchas gracias.

Ambos continuaron charlando de muchas cosas, se pusieron al día, comían, hablaban y se besaban.

Josefa.

Me encanta pasar tiempo con Seba, además me trajo a uno de los mejores lugares en donde venden sushi, que por cierto me encanta. Ambos tenemos muchos gustos en común, pero iré despacio.

El local era muy lindo, además era muy grata la compañía, Seba ordenó por mí. Y le achuntó medio a medio en mis gustos.

Conversábamos de todo, de todo lo que se nos ocurría. En un momento (no sé por qué) Quise mirar hacia la derecha, y me encuentro con la linda escena de Ignacia besando al tipo con el que la vi. Admito que me chocó un poco la escena, pero seguí como si nada.

Al terminar de comer, Seba, me iba a dejar a casa, pero antes pasamos a la playa. Nos bajamos y comenzamos a caminar por la arena.

Sebastián: Sirena, hay algo que tengo ganas de hacer

Jose: ¿qué cosa?

Sebastián: Esto – lo dice mientras le toma de manera muy delicada la barbilla, mira de manera directa a Josefa, quemándola con la mirada, y le da un beso cargado de deseo en la mejilla.

Josefa: Wow, pensé que harías otra cosa.

Sebastián: La verdad es que quería hacer otra cosa, pero te quiero respetar – dijo esto agachando la cabeza

Josefa: Se para en la punta de los pies y le da un beso en la mejilla a Sebastián, quien la mira, la toma por la cintura y la alza del suelo y le da vueltas.

Sebastián: Te tendría así todo el día.

Josefa: Jaja, mejor bájame a no ser que quieras que grite.

Sebastián: Mejor vamos, que te voy a dejar a casa para que después hagas tu trabajo.