El sonido del mar. (IV)

Y otra vez una extraña sensación les recorrió el cuerpo a ambas.

(tiempo después).

Ignacia: Hey cuarteto de lagartijas ¿qué pasó con la tarde – noche Mexicana?

Tere: Pues órale, que tengo ganas de un buen tequilazo – dijo esto imitando el acento mexicano.

Flo: jajaj Tere por fa nunca mas vuelvas a hablar así, qe no te sale – todas rieron al unísono

Tere: Está bien, sólo les haré caso porque tienen razón.

Ignacia se tendió un rato en la arena para secarse y así irse hacia algún supermercado para comprar tequila y las cosas necesarias para su noche Mexicana.

Josefa.

Oh, necesitaba tanto despejarme. Pero creo que ya es hora de irme, para estar con mis hermanitos. Mientras salía del agua se percata de que ya no son cuatro las chicas que estaban tomando sol, sino que una más se agregó. Todas se encontraban de espaldas a la arena, con los ojos cerrados. Al pasar por el lado de las chicas una le llamó la atención. Pero qué cuerpo se gasta Ignacia ¿así se llamaba? Por lo visto aparte de unos hermosos ojos, tiene un cuerpo envidiable.

Al llegar arriba, montó su tabla en su coche, sacó su toalla para secarse y posteriormente ponerse las chicas y se da cuenta de que una la mira. Y esa una era nada más ni nada menos que Ignacia.

Ignacia.

No lo puedo creer. Cuando me tendí de espalda a la arena sentí que alguien me miró, pero me dio pereza abrir los ojos, seguí como estaba. Eso fue hasta que me entró la curiosidad, los abrí y me encontré con la penetrante mirada de Josefa, obvio yo no me quedé atrás y le mantuve la mirada por mucho tiempo, hasta que ella la bajó y siguió con lo suyo. Tiene un cuerpo ESPECTACULAR. Si supieran mis amigas que pienso eso, me molestarían todos los días de mi vida jajaj. Ya que no me caracterizo por ser una chica que muestra sus sentimientos y mucho que dice lo guapa que es otra chica. Pero debo admitir que se me revolvió todo mi interior al sentir la mirada de aquella “nueva”. Odio esta sensación, nunca antes me había pasado. Pero obvio que es un capricho .. Si María Ignacia es conocida por ser una roca, nunca me he enamorado.

Flo: J aja amiga, se un poquito mas disimulada para mirar, porque me di cuenta jajaj

Ignacia: Ay tonta, ¿qué dices? No miraba a nadie ..

Flo: Mm, haré como que te creo ¿ya?

Javi: al ver que Ignacia estaba en apuros quiso ayudarla - ¿les parece si nos vamos moviendo para ir a comprar?

Todas: yaaaaaaaaaaaa

Todas se dirigieron al jeep de Ignacia, iban bastante entusiasmadas ya que hace unos días no estaba todas reunidas. Se dirigieron a un Kamadi (un supermercado de alcohol), compraron dos tequilas, una vodka. Luego pasaron a un supermercado en donde compraron fresas y limón, mucho limón, además de fajitas y alimentos para ponerle a las fajitas. Luego de esto, Ignacia fue a dejar a cada una a su casa, para que se alistaran y fueran a la casa de ella mas tarde.

Al llegar Ignacia se encontró con su hermanita menor, Trinidad. Ella sin duda era su regalona, ya que desde el nacimiento de Trinidad, Ignacia se había acercado mucho a ella, cuidándola y malcriándola. Trinidad era una dulzura de cuatro años, tenía unos ojos azul intenso similares a los de Ignacia pero su cabello era rubio como el sol y con rizos que caían desde su cuero cabelludo, pese a los cuatro años hablaba bastante bien y sabía lo que quería. Justo ese día había sido su primer día en el jardín.

Trinidad: Achaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – De cariño le decía acha, mientras le decía esto corrió para colgarse en el cuello de su hermana.

Ignacia: Hola princesita ¿cómo estás? – le dijo esto mientas la cargaba y le daba vueltas alrededor de ella.

Trinidad: Muy bien, mira. Hice un dibujo para ti – le mostró un dibujo en donde salían Ignacia y ella.

Ignacia: Ay pulga hermosa, te amo de aquí al sol ¿lo sabías?

Trinidad: shi.

Ignacia: Mi amor, me iré a duchar y después vuelvo para que juguemos y comamos algo por ahí ¿te parece?

Trinidad: Sólo si es un helado

Ignacia: Mm, sólo si me das un besito

Trinidad: yaaa, muack

Ignacia se fue a su cabaña para darse una ducha ya que quería salir con su hermanita y de paso arreglarse para esperar a las chicas.

Oh mierda, tengo todo tan desordenado, pero me da lata ordenar. Pensaba Ignacia al salir del cuarto de baño.

Pese a que Ignacia vivía con sus padres, ellos le habían hecho una casa apartada, que se encontraba en el jardín de la parcela. Era una cabaña bastante amplia, tenía de todo. Se la habían regalado por sus excelentes calificaciones, además le querían dar más espacio ya que consideraban que ella debía independizarse un poco.

Josefa.

Que mala hermana soy, no he estado en el primer día de jardín de Benjamín, mi enano quizás como le fue. Pensaba esto mientras aparcaba el automóvil en la acera de su casa. Al abrir la puerta se encontró con Benjamín.

Jose: Hola Benjita – decía esto mientras corría a abrazarlo.

Benjamín: Hola Jo, suéltame – se lo decía mientras trataba de zafarse de los brazos de su hermana

Jose: Es que no puedo soltarte guatón, mira, viene el mounstro de las cosquillas – decía esto persiguiendo a Benja, quien corría alrededor de la casa.

Benjamín: No jajaj, no me alcanzarás

Jose: ¿Quieres apostar? – decía esto mientras corría intentando atrapar a su ágil hermano, quien corría riéndose.

Cuando por fin Josefa pudo atrapar a su hermano, lo tumbó en la alfombra y lo atacó a cosquillas, ambos se revolcaban en la alfombra riéndose hasta que Benjamín habló.

Benjamín: Quie quiero helado.

Jose: Bueno guatón, déjame, saco mi cartera y nos vamos al centro comercial.

Benjamín: Yaaaa – con una enorme sonrisa de triunfo

Ignacia.

Una de las cosas que mas amo es estar con mi pulga, ella saca todo mi lado tierno. Ella es una de las únicas personitas que han llegado a mi corazón, la amo y hago todo por hacerla feliz.

Trini: Ya puu acha apuraaaa – le decía mientras corría por el centro comercial.

Ignacia: Pulgaaa, cuidado no quiero que te caigas.

Trini: Apuraaaaa

Cuando por fin Ignacia llegó a donde se encontraba su hermanita, se percató que Trinidad estaba hablando con un niñito de aproximadamente cuatro años, la misma edad de su hermana.

Trinidad: Benja, hola – le decía esto sonrojada.

Benja: Ho hola

Trinidad: Vienes por helao

Benja: siii igual tu?

Trinidad: shii

Ignacia: (carraspeo) Interrumpo algo? – miraba divertida a su hermanita

Trinidad: acha él es min, min ella es acha mi hermana mayor

Ignacia: Hola, mucho gusto guapetón – le decía esto mientras estrechaba la pequeña mano de Benjamín – viniste solito?

Benjamín: Noo mi hermana está ahí – señaló a la fila de la gelateria, en donde se encontraba una muchacha parecida a Josefa.

Ignacia: ahh, pues ¿te molesta si te acompañamos?

Benjamín: Nooo, noo

Josefa: ¡Guatón, guatón! – Decía Josefa mientras buscaba a su hermanito entre la multitud.

Benjamín: Mi hermana me llama, voy y vuelvo – dijo esto mientras corría.

Ignacia: así que por él andabas tan contenta eh – le decía esto a su hermanita mientras le hacía cosquillas en su pancita.

Trini: J aja bastaaaa

Benjamin: ven ven Jo, mira – decía señalando a Trinidad y a su hermana – Ella es la trini

Josefa: Uuuuuuh por fin conoceré a mi cuñadita

Llegando a donde se encontraban Ignacia y Trinidad.

Benjamín: Jo ella es trini y ella es la hermana de Trini

Josefa: No puede ser, ¿otra vez Ignacia? No será mucho … Me haré la loca, haré como si no me acordara de ella. Hola – decía esto mientras le extendía la mano.

Ignacia: Es que el destino me ODIA, que linda se ve con su hermanito, ay Ignacia qué estás pensando. Mejor la saludo, no quiero que piense que soy una boba. Hola – dijo tomándole la mano – Oh, que suave su piel, pero que sensación más extraña, me ha dado como la corriente.

Josefa: qué onda, es inevitable perderse en esos ojos … Me traen paz. Ay no, ¿qué me pasa? Ah, me dio algo raro cuando sentí su cálida piel contra la mía. – Hola Trini .

Trini: Hola – dándole una sonrisa – vayamos a juegar Benjamín?

Benja: yaaaa – dijo esto y Salió corriendo.

Ignacia:

pero que incómoda situación, dentro de todos los compañeritos de mi hermanita justo teníamos que encontrarnos con el hermano de Josefa, justo. Lo peor es que ahora estoy sola con ella. Oh, se ve tan mina, es que su piel color miel me encanta. Se ve tan linda con su short hecho de blue jeans y su blusa color blanca que lleva arremangada y su collar de plumas, y su pelo, que le cae de una manera tan linda. Toda ella combina.

Josefa:

No sé que me ha pasado con Ignacia, creo que tan solo me perdí en sus ojos, en esos enormes ojos color azul mar, con solo sus ojos me transporta a otra dimensión. Pero, no puedo dar mi brazo a torcer, ella se parece mucho a esa arpía, así que mejor no me acerco mucho a ella. No quiero ser su amiga, no quiero ser su conocida ni nada. Pensaba esto mientras miraba el suelo, y al levantar la vista se percató de cómo iba vestida Ignacia. No lo puedo creer, esta nena está de infarto. Su top azul le hace juego con sus ojos y qué decir de sus jeans ajustados, creo que tiene un muy hermoso físico.

Ignacia.

Este silencio me mata, mejor lo rompo.

Y, que chistoso que nuestro hermanos también sean compañeros, ¿no?

Josefa: disculpa ¿qué dijiste?

Ignacia: Mm, esta chica se estará haciendo? – mm pues, que es rico que nuestros hermanitos seas compañeros

Josefa: Ah, eso. Si, pues es bastante cómico – Silencio incómodo. - ¿tienes más hermanos?

Ignacia: si, tengo cinco más – diciendo esto con una bella sonrisa – y ¿tú?

Josefa: Pero que bella sonrisa tiene – Si, también tengo más hermanos, pero sólo tres mas

Ignacia: Que interesante, quizás nuestro demás hermanos también sean compañeros – dijo esto soltando una carcajada con la cual Josefa también se rió.

Josefa e Ignacia iban caminando por el centro comercial para dirigirse al sector de juegos en donde se encontraban sus hermanitos. En todo el trayecto solo cruzaron las palabras justas y necesarias, aunque ambas se miraban de reojo, quizás lo hacían por temor.

Al llegar al lugar en donde se encontraban sus hermanitos, Ignacia fue por Trinidad ya que se hacía tarde y aún tenía que limpiar la cabaña para cuando llegaran sus amigas.

Ignacia: Trini, nos vamos, despídete de tu amiguito y de su hermana – dijo esto mientras miraba fijamente a los ojos a Josefa.

Trini: buchaaaa, no quiero – le decía esto mientras hacía pucheros.

Ignacia: Pulga, tengo cosas que hacer, si quieres otro día te traigo

Josefa: Ignacia, si gustas puedes dejar a tu hermanita conmigo y después la paso a dejar a tu casa

Ignacia: Ay no, que tierna – Mm , gracias pero no, pulga nos vamos.

Trini: Haciendo pucheritos – chao Min – caminaba con la cabeza gacha.

Ignacia: Chau campeón – le dio un tierno beso en la mejilla.

Benjamín: chau

Ignacia: hasta mañana Josefa – dijo esto extendiéndole la mano.

Josefa: Hasta mañana- dijo devolviéndole el gesto. Y otra vez una extraña sensación les recorrió el cuerpo a ambas.

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Lindos lectores me motivan a escribir día a día. Paciencia por favor, ya qe no iré a lo erótico de una. Les juro que me hacen feliz, me encanta esto que comenten cosas choras y positivas. Un abrazo a todos. PD: Ignacio, compatriota, pondré mas chilenismos jiji.