El soñador. Capítulo 9.-

Una vez dentro consiguen desbloquear la nave.

Capítulo 9 Consiguen desbloquear la nave.

Todos aceptaron los argumentos de Aurelia, pues todos eran conscientes de la transcendencia que tenía lo que acababa de comentar y fue Eulalia, ya que desde los postres ella y las otras tres empleadas estaban presentes, la que dijo:

-       Se puede liar un follón de mil demonios, si desde alguno de los países más adelantados llegasen a intuir que vienen naves espaciales y si además trascendiese a la prensa, se crearía un caos tremendo en todo el planeta.

-       Razón tienes, joven. – intervino Ramiro – Pero como parece ser que todo eso puede ser cierto, debemos de atenernos a las circunstancias, y estas son que Jaime, es en principio él más adecuado para liderarnos, pues según testimonios de D. José y D. Jaime, él tiene los genes de los líderes de dos de los tres grupos y también que tiene los del tercer grupo de nuestra estirpe, aunque estos últimos no sean del descendiente directo del líder. Yo desde ahora mismo me pongo a disposición de él y aportare cuanto pueda para colaborar en buscar soluciones.

-       No creo que yo sea superior a nadie, si acaso alguno de nosotros es diferente, esa debe de ser Paloma, pues si fue concebida con la gorra de mando, y esa gorra confiere poderes extraordinarios, ella debe de ser bastante más clarividente que los demás, y los que la conocemos hemos de admitir que es especial, es realmente una mujer inteligente, amena, físicamente capacitada para cualquier ejercicio, y una persona buena.

-       Está bien, pues mi hija cree lo mismo que Jaime. – dijo entonces Pedro – Entonces yo propongo que Paloma, junto a Jaime y Andrea, esta última como Gran Líder actual, sean la plana mayor de nuestras actividades a partir de este momento. Los demás secundaremos cualquier decisión que ellos adopten.

Todos los presentes estuvieron de acuerdo y entonces decidieron ir a ver la nave. Jaime le pidió a Ramiro que llevase las tablillas que tenía guardadas su padre y que suponía contendrían las gorras de mando. Subió este a la habitación y a los pocos segundos estaba de vuelta con las dos tablillas, una en cada mano, pero sorprendió a todos Crispulo, que, al ver las cajas, dijo:

-       ¿Me dejas que coja un momento la gorra?

-       ¿Y cómo la vas a coger? – pregunto asombrado Jaime - ¿Puedes abrir la caja?

-       Claro, anda que no la he abierto yo de veces. – dijo el hombre – Dámela por favor.

Ramiro, tras dudar un momento, y ante el gesto de aceptación de Jaime, le alargo una de las cajas que Crispulo tomo tembloroso, y tras mirarla unos instantes la beso con suavidad. La caja entonces destello y se abrió en uno de sus laterales una abertura suficiente para que entrase su dedo y sacase una gorra de color grana, que presurosamente se colocó. Nada más ponerse la gorra su semblante se volvió sereno, desaparecieron de sus ojos los signos de perturbación que tenía y su propia personalidad vario completamente. Entonces dijo:

-       Esta gorra es como una droga. Sin ella la vida es insulsa, no tiene sentido, pero con ella me siento superior al resto de los mortales. Con ella puesta, y José con la otra verde, pudimos descubrir nuestra nave, descifrar el idioma de los ordenadores de abordo, poner en marcha la radio y hablar con Kabu, y con el general que está dispuesto a venir para ayudarnos.

-       ¿Y cuándo llegarían? – pregunto sobreponiéndose a la sorpresa de todos los demás Paloma – ¿Sabes cuantos pueden venir y cuanto tardarían desde su planeta?

-       Salieron ya hace diecinueve años, y llegaran el año 2.024 en julio o agosto. – contesto el hombre – En cuanto al número de seres que vienen lo ignoro, pero sé que vienen doscientas naves.

De pronto a Crispulo le dio como un mareo y levito durante unos treinta segundos, luego cayó al suelo sin conocimiento. Paloma, Elena, Bárbara y Esperanza, como médicos, atendieron al hombre y le quitaron la gorra, y tras auscultarle, dijo Elena:

-       No creo que tenga nada grave. Posiblemente ha sido un ataque de ansiedad enorme. Pero yo os aconsejo que nunca más vuelva a ponerse ese chisme, gorra o leches que sea.

-       Ahora si me encaja lo que dejo escrito mi padre, que decía que con paciencia y con amor conseguiríamos la gorra. –intervino Aurelia – Y también el símbolo del interior del saquito donde estaba la caja. Un beso, eso es, un beso abre la caja. ¿Me dejas la otra?

La pregunta se la hacía a Ramiro que le alargo la otra caja, y Aurelia procedió a dar un beso como había hecho Crispulo, y al igual que antes se abrió una abertura y de donde saco Aurelia una gorra verde. Recogió la que aún estaba en el suelo, que tras habérsela quitado a Crispulo aún seguía allí, y saco del bolsillo trasero de su pantalón la que habían obtenido en la nave, la de color azul. Entonces dijo:

-       Ya tenemos las tres gorras, ahora hay que saber cuál es cual. Es evidente que la azul es la de los místicos, que corresponde a Jaime, pero las otras dos no sabemos a quién pertenecen, y por lo tanto no sabemos cuál debe de usar Andrea, y cual Paloma, para poner en marcha la nave.

-       No pretenderás que pongamos en marcha la nave, - la dijo Paloma – Eso es lo último que debemos de hacer, no sabemos cómo manejarla ni cómo usar sus mandos. Imagínate que sin saber lo que hacemos utilizamos su potencial bélico, que según hemos leído es inmenso.

-       Creo que no debemos de perder más tiempo. - era Pedro hijo el que decía aquellas palabras – Deberíamos intentar conectar las emisoras de la nave y ver si podemos contactar, igual que hicieron José y Crispulo, con los mismos que ellos, bien en ese hipotético planeta Kabu o con los navegantes de las naves que se acercan, pues si es cierto lo que ha dicho Crispulo, parece estarán aquí en pocos días. Eso creo yo que es lo único que de momento debe de preocuparnos. Tal como ha dicho antes la cocinera, si llegan a ser avistadas esas doscientas naves, se puede liar un caos enorme, incluso se podría empezar una guerra que a nadie beneficiaria. No me fio de ninguno de los dirigentes políticos de este planeta.

-       Bien, entonces vayamos a la nave. – dijo resuelta Ángela que hasta ese momento había permanecido callada – Tengo curiosidad por verla, no esperemos más.

Como si de una orden se hubiese tratado, casi todos siguieron a Jaime y Eduardo que fueron los primeros en iniciar el camino hacia el lago. Pero Eulalia dijo:

-       Yo ya la he visto, me quedo aquí y voy recogiendo.

-       A mí tampoco me interesa ver ningún aparato bélico. – dijo Salome – Me quedo y ayudare a Eulalia.

Por fin con ellas se quedaron Juani, los padres de Stella, Soledad, Jacinta, Diana y Esperanza que se hizo cargo de Crispulo, al que no permitieron ir pese a que ya parecía recuperado del reciente telele, aunque dando de nuevo muestras de una enajenación absoluta y diciendo cosas propias de una demencia total.

Cuando llegaron comprobaron que la losa estaba de nuevo en su sitio, y todos los que habían estado por la mañana recordaban que se había quedado abierta. Procedieron de nuevo a encajar la tablilla y de nuevo sonó la alarma y se deslizo la losa, procediendo todos a bajar uno tras otro. El primero que inicio el descenso fue Eduardo, que ya conocía el camino, y al igual que había ocurrido por la mañana al llegar al doceavo peldaño se encendió la luz. Una vez que todos estaban en la cámara se quedaron mirando maravillados la nave, y aún a pesar de que se lo habían explicado, se asombraron cuando Eduardo llego a la altura de las patas y bajo la escalera.

Fueron subiendo todos y una vez estaban en la cabina de mando, Aurelia encajo la tablilla en el panel, e igual que había ocurrido por la mañana se encendieron las luces y los monitores. Fue Paloma la primera que hablo, diciendo:

-       La traducción de lo que aparece en el monitor central es:

-       1) Trasparencia visual.

-       2) Conexión radiofónica.

-       3) Reproducción mensajes.

-       4) Desbloqueo utensilios.

-       5) Programación viaje. - Introducción de coordenadas.

-       6) Arranque nave. - Pendiente de desbloqueo . La segunda parte parpadea.

-       7) Desbloqueo arranque nave.

-       Coño, y tú ¿Cómo lo sabes? – pregunto curiosa Bárbara - ¿Te has puesto alguna vez la gorra de mando?

-       Nunca, pero estos caracteres me los enseño mi abuelo, – la explico Paloma – pero yo creía que eran escrituras incas, por lo menos así me lo hizo creer.

-       La trasparencia visual, ya la hemos probado. – dijo Elena – y supone que la nave se vuelve trasparente, como si fuese de cristal.

-       Entonces probemos el número dos, la conexión radiofónica. – comento Diego – A ver si conseguimos contactar con alguien.

-       No primero creo que deberíamos comprobar si hay algún mensaje dirigido a esta nave. – dijo Jaime – por lo tanto, creo que debemos de usar la opción tres.

-       Bien ahí voy, - dijo Bárbara que se había sentado en uno de los sillones frente a los monitores – Marchando…….

Coloco su dedo en el monitor en la opción tres, y aparecieron en pantalla otras cuatro opciones, que Bárbara tradujo.

a)  Guardados en memoria.

b) Enviados

c)  Recibidos

d)  Nuevos

Sin preguntar y siguiendo la lógica de Jaime, Bárbara coloco su dedo sobre la opción C y en la pantalla apareció un icono y con una fecha debajo. Fue Paloma la que tradujo ahora, diciendo:

-       Parece que el icono señala quien manda el mensaje y debajo lo que parece una fecha, pero si son fechas es del año 167.617.

-       Pues veamos que dice. – dijo Pedro – Por algo debemos de empezar.

Procedió Bárbara y abrió el mensaje, y en las pantallas aparecía un hombre, sentado en un diván y vestido con una túnica de color azul, y según tradujo Paloma, así era el mensaje:

-       Recibido vuestro mensaje. Os deseamos, paz y amor. Dejaremos vuestra advertencia para nuestros descendientes con el código secreto de vuestra nave guardado en sitio seguro. Si en un futuro esos descendientes necesitan de vosotros se pondrán en contacto.

-       Este mensaje está mandado desde Base Nautilos, y fechada el 6 de mayo del año 167.617. – aclaro Paloma.

-       Mira los mensajes enviados. – dijo Jaime – Dicen recibido vuestro mensaje, por lo tanto, debe de haber uno enviado como mínimo.

Así lo hizo Paloma, y tal como lo había supuesto Jaime, solo había un mensaje enviado, pero en este caso no había imagen, solo voz, el remitente era Nave “Vía Láctea”, destino, Base Nautilos y fechada el 6 de mayo del año 167.617, fecha de Kabu año 4.527, fecha de La Tierra 24 de junio del año 1.497. Tradujo el mensaje Paloma:

- Hace unos años llegamos a este Planeta y sus habitantes son realmente muy atrasados. Nos hemos establecido en tres zonas diferentes del planeta, separando las tres ramas. Yo como Gran Maestro, y heredero del poder místico, fui investido también con el título de Gran Señor, otorgado por el Gran Líder y el Gran Jefe, y justo hace hoy dos años, dicté las normas a seguir para todos los que llegamos desde Kabu. Vamos a procurar integrarnos entre los terrestres pasando desapercibidos. Y las normas que dicte son las siguientes:

-       “En esta fecha terrestre, día 20 de junio del año 1.495, acabamos de llegar a este planeta y los demás grandes me han investido del poder total para dictar las normas a seguir por nosotros a partir de ahora, y esas normas serán:

Eran exactamente las normas que ellos tenían en los papiros, exactas, pero la voz siguió diciendo:

- Como veréis, temo que en un futuro desde ese planeta pretendan invadir, el que a partir de ahora será nuestro planeta, y también dudo de la lealtad de las demás ramas. Si en un futuro vosotros, los descendientes de la rama de los místicos que no decidisteis viajar con nosotros, y os habéis quedado en Kabu, tenéis conocimiento de cualquier invasión, deberéis de avisarnos con un mensaje a esta nave, cuya clave de conexión deberéis mantener en secreto. También si algo necesitaseis en un futuro de nosotros podréis hacer uso de esa clave y conectaros para intentar ayudaros, si la ayuda la necesitásemos nosotros de vuestra parte, seremos nosotros los que intentaremos conectar.

- Os deseo amor, felicidad y larga vida.

-       Hemos de intentar conectar con la Base Nautilos, - comento Diego – y saber cómo están las cosas en la actualidad.

-       Primero me gustaría saber qué tipo de mensajes están guardados en la memoria. – dijo Jaime – Puede que esos mensajes aclaren muchas cosas, anda Paloma, abre los mensajes guardados en memoria.

Así lo hizo esta, y en pantalla salió destellando una frase, que tradujo Paloma:

- Para poder acceder al mensaje guardado en memoria deben de estar de acuerdo los descendientes de las tres ramas, Política, Militar y Mística. Se deben de insertar las tres “llaves” en el panel de mando, y deberán de justificar su descendencia esos tres nuevos Grandes mediante la comprobación automática, poniendo su mano derecha sobre la superficie lisa que hay debajo de este monitor. Esos tres herederos deberán tener sus respectivas gorras de mando puestas. La grana, el militar, la verde el político y la azul el místico.

-       Coño, ya sabemos de quien es cada gorra. – comento Aurelia – Insertemos las otras dos tablillas y poneros las gorras, pues ya sabemos que a Andrea le corresponde la verde.

Sin esperar contestación procedió a tomar las dos tablillas que aún tenía en su poder Ramiro y alargo las gorras a Andrea, Jaime y Paloma, dando por sentado que así debía de ser. Sin que nadie objetase nada, estos se enfundaron las gorras y colocaron sus manos sobre el panel, y entonces se oyó una voz metálica que, según tradujo Paloma, decía:

-       Comprobación correcta, en unos instantes quedará desbloqueado el mensaje y podrá ser visualizado.

Se oyeron una serie de sonidos extraños, y en pantalla aparecieron dos hombres y una mujer, todos vestidos con unos trajes ajustados y como plastificados, el de la mujer era de color azul, y los de los hombres verde y grana, los tres estaban sentados en unos sillones similares a los de la cabina de mando, donde todavía permanecían sentadas Paloma y Bárbara. Fue la mujer la que hablaba y ahora la entendía también Jaime y Andrea que permanecían con la gorra puesta, pero era Paloma la que traducía al resto lo que aquella mujer decía:

“Yo soy la actual Gran Maestra, y me acompañan El Gran Jefe y El Gran Líder. Vamos a dejar un mensaje para nuestros descendientes, un mensaje que tenemos la seguridad que no será leído hasta dentro de muchos milenios, y que supondrá para los que lo lean una base sólida para tomar las decisiones adecuadas. También tenemos la seguridad que cuando puedan escuchar este mensaje, los tres grandes estarán completamente unidos y sus intenciones de conseguir una vida mejor serán sinceras y unánimes.

Estamos en el año 165.550, y hemos abandonado nuestro mundo de forma provisional, pues hemos decidido destruir nuestra tecnología. Esa destrucción irradiara durante un ciclo de cinco años, una contaminación y un calor superior a lo que nuestros cuerpos permiten, y hemos iniciado este éxodo para salvar a nuestra raza.

Según nuestros conocimientos, hace ahora casi 36.000 años, nuestros mundos, dos planetas gemelos que giran alrededor de su estrella, vivieron momentos de tensión y situaciones límite, que estuvieron a punto de terminar con la vida de nuestros antecesores. Por fin quedo todo solucionado en el año 130.000.

El motivo de esa situación fue que nuestra propia tecnología nos perdió, pues se consiguió alargar la vida, evitar enfermedades y eliminar prácticamente muertes prematuras. Hubo un momento que el exceso de población saturo todas las previsiones y se perdió el control por parte de los dirigentes, entonces se vivió una situación de caos extrema, dominada por una serie de personajes que pretendían ser los dueños absolutos de nuestro mundo, con guerras continuas y diezmando a la población, llegando casi al límite de la extinción de nuestra raza. Por aquellas fechas había cuatro grandes grupos, el político, el militar, el místico (de los que nosotros somos descendientes) y el grupo de los científicos. Los jefes de esos cuatro grupos tuvieron que esconderse de los personajes que se habían apoderado de todos los estamentos de nuestros dos planetas, con un poder bélico enorme y una falta de escrúpulos total. Los cuatro grandes, en su clandestinidad, apoyaron al Gran Científico, quien junto a sus más leales ayudantes lograron fabricar cuatro gorras de mando, una para cada uno de los jefes de cada rama. Estas gorras, fueron fabricadas de un mineral extraño, indestructible pero maleable y muy escaso, conseguido de un minúsculo meteorito, y del que únicamente consiguieron el suficiente para la fabricación de esas cuatro gorras, pues no quedo ningún resto de ese extraño mineral.

Las cualidades de ese material con el que se fabricaron las gorras, es que trasmite un poder especial a aquellos que se las ponen, haciendo a estos muchísimo más inteligentes, pues acelera y desarrolla el potencial completo del cerebro. El único inconveniente de esos cascos o gorras, es que el uso abusivo de ellos acaba volviéndose contra el que lo usa, puesto que acaban volviéndose dementes y dependientes del poder que las gorras les da.

Los cuatro dirigentes, uniendo el poder de sus mentes privilegiadas con el uso de las gorras, lograron avances tecnológicos inimaginables y en solo unos pocos años, pudieron escrutar el universo, comprobar que había planetas casi exactos a los nuestros, tanto en masa, gravedad, dimensiones y girando alrededor de una estrella similar a la nuestra, y que eran potencialmente aptos para nuestra existencia. Una vez certificado ese punto, procedieron a fabricar naves capaces de trasportar a los habitantes de nuestro mundo a través del cosmos.

Acabados todos esos extremos, procedieron a tomar el poder, pues también consiguieron un poder armamentístico suficiente para someter a los insurrectos, y casi sin bajas fueron apresados, juzgados y sentenciados a ser deportados a uno de esos nuevos planetas descubiertos, Kabu. Así pues, con dos mil naves de transporte y cien naves de combate para custodiarlas, procedieron a embarcar a todos los sentenciados en un viaje que debía de durar unos treinta años, quince de ida y quince de vuelta. Cuando la flota volvió de su viaje intergaláctico los pilotos y los tripulantes que regresaron, explicaron que durante el viaje parte de los prisioneros formaron un motín, y todos estos fueron desembarcados en otro planeta, también habitable, pero este con seres inteligentes, aunque muy prehistóricos que estaban empezando a desarrollarse. Este planeta, se encontraba antes de llegar a Kabu, y allí los dejaron sin armas ni tecnología, a su suerte y para que sobreviviesen como buenamente pudieran. El resto fue llevado a Kabu, con una evolución muy inferior al otro planeta, solo con animales y plantas, pero sin ningún vestigio de seres inteligentes o en desarrollo, y a estos, si les dejaron con cierta tecnología y medios para desarrollarse mejor que a los amotinados.

Durante los años que han ido pasado desde entonces, desde nuestro mundo nunca hemos perdido el contacto con los habitantes de ambos planetas, Kabu y Terra, sabiendo en todo momento como evolucionaban en ellos los descendientes de nuestros antepasados desembarcados en ellos. También durante esos milenios, en nuestro mundo se creó una forma de vida casi perfecta, se controló la natalidad, conseguimos alargar la vida hasta los trescientos años, se fabricó un ordenador gigantesco que controlaba toda nuestra vida, agricultura, fabricación de materiales, mantenimiento del medio ambiente, fábricas de vehículos de todo tipo y de las instalaciones de ocio para los habitantes. Se puede decir que nadie trabajaba, solo durante un mes cada dos años, parte de los habitantes tenían que dedicarse a controlar el ordenador central, su mantenimiento y su actualización.

En otro orden de cosas, la rama de los científicos siguió experimentando y logrando fármacos y medios para seguir alargando la vida, e intentando encontrar la fórmula mágica para conseguir la inmortalidad.

En un momento se programó el gran ordenador para que fuese el quien indicase a cada uno de los habitantes cuando debía de tener un descendiente y quien era la pareja ideal, que comidas eran las más indicadas, tanto en agricultura como en carnes y pescados, decidiendo el propio ordenador las cosechas, las ganaderías, etc. etc., y fueron concediéndole poco a poco el poder absoluto a la máquina.

Hace ahora quince años, intentamos regular ese poder, pero fue imposible reprogramar la máquina, ni tan siquiera con el poder de las gorras, pues la propia tecnología con la que le habíamos dotado al ordenador, regulaba su mantenimiento, la energía que precisaba, absolutamente todo, incluida la vida de nosotros, que de alguna manera llegamos a ser esclavos de la máquina. En una reunión de los cuatro Grandes, decidimos destruir toda la tecnología que nos había hecho sus súbditos, y como aún teníamos las naves con las que se desterraron en su día a los insumisos, y estas no estaban controladas por el ordenador, organizamos un éxodo hacia Kabu, y allí esperar una o dos generaciones para volver a nuestros planetas.

Al día de hoy nos consta que el ordenador de nuestro mundo ha sido completamente destruido, y que durante unos dos siglos será prácticamente imposible la vida en ellos, y no tenemos muy seguro que puedan ser habitables en un futuro. Ante esa situación, y durante el vuelo que ya está próximo a su fin, surgieron divergencias entre nuestras tres ramas y la de los científicos, ya que estos eran partidarios de seguir intentando la inmortalidad y una vez conseguida volver a nuestros planetas, pero nosotros creemos que lo más idóneo es vivir lo mejor que podamos en nuestro nuevo destino, Kabu, y allí hacer una vida lo más placentera posible y procurar un futuro mejor para nuestros descendientes.

La rama de los científicos decidió que no querían ser partícipes de nuestro proyecto y decidieron desviarse de nuestra ruta, para desembarcar en el planeta Terra, donde ellos por si solos iniciarían una forma de vida diferente a la que nosotros proponíamos y prepararían a sus descendientes para volver a nuestro antiguo mundo lo antes posible.

Hace dos años que los científicos nos abandonaron, con solo cien naves de trasporte, y veintiuna de combate, entre las que estaba una de las cuatro que son muy especiales y mucho más perfectas que el resto, y que corresponden a cada uno de los grandes de cada rama. Desde entonces no hemos sido capaces de volver a contactar con ellos, pues hemos de reconocer que, aun siendo inferiores en número, pues su rama junto a la de los místicos es la más reducida, tecnológicamente son los más y mejor preparados de nuestra raza, y suponemos que han bloqueado cualquier posibilidad de que podamos localizarlos.

Estamos a punto de llegar a Kabu, y ya nos hemos encontrado con el primer problema pues desde ese planeta nos han descubierto y hemos tenido que amenazarles y mostrarles nuestro poder, infinitamente superior al suyo. Vamos a intentar crear una forma de vida estable en Kabu, y en el futuro deberán de ser nuestros descendientes quienes tomen la iniciativa y decidan si deben de volver a los planetas gemelos, nuestro verdadero mundo.

Dejamos este mensaje para vosotros, los que habéis sido capaces de desbloquear los códigos de seguridad con que blindamos esta grabación, y esperando que seáis vosotros los que consigáis que se cumpla la profecía.

Os deseamos, paz, felicidad y larga vida.”

-       Hostias, que noticia. - dijo Belén asombrada – Si el planeta Terra que citan es el nuestro, quiere decir que posiblemente todos nosotros seamos descendientes de esa misma raza. Si es así todos somos descendientes de los viajeros del espacio.

-       Es posible, - dijo Jaime – quizás por eso, los que para nuestros antepasados eran mixtos y con los que consideraban problemático su cruce, no ha supuesto ninguna mutación. Nada más hay que ver a Bárbara, a Clo, a Pedro, a Eduardo, a Erika o a Aurora y Alba. Son seres completamente normales.

-       Bien, ya nos hemos enterado de nuestros orígenes, y es escalofriante. – dijo Ramiro muy serio – Pero ahora lo primordial es poder contactar con los que pueden venir, sean quienes sean, y averiguar cuáles son sus verdaderas intenciones.

-       De acuerdo, como siempre eres la sensatez personificada. – dijo Paloma – Y como yo soy como tú, apoyo tu propuesta, pero creo que por lo menos Jaime y Andrea deben de opinar igual.

-       Tenéis toda la razón, ahora eso, es lo más importante. – dijo Andrea – Yo también creo que debemos de intentar comunicarnos con la base Nautilos.

-       Pues adelante. – dijo Jaime – Intentarlo.

Procedió entonces Paloma a volver a la página principal, y de nuevo apareció el menú:

-       1) Trasparencia visual.

-       2) Conexión radiofónica.

-       3) Reproducción mensajes.

-       4) Desbloqueo utensilios.

-       5) Programación viaje. - Introducción de coordenadas.

-       6) Arranque nave.

-       7) Desbloqueo arranque nave.

-       Fijaros, en el punto 6, - dijo Bárbara con cierta inquietud – Ya no parpadea ni dice Pendiente de desbloqueo . La habéis desbloqueado completamente al acceder a los mensajes guardados en memoria.

-       ¿Y podríamos ahora salir volando? – preguntaron al unísono atemorizadas Alba y Aurora, que de nuevo volvieron a hablar a la vez las dos – Tener mucho cuidado con lo que tocáis.

-       Coño, si parece que hablan es estéreo, - dijo jocosamente Ángela – No creo que la nave salga volando si no se programa el viaje, tal como dice el punto 5 y se pone en marcha como dice el punto 6.

-       Tranquilas niñas, - dijo Pedro hijo – Creo que Paloma sabe lo que está haciendo. Anda teclea el punto dos e intenta conectarte con la base Nautilos.

Sin dilación así lo hizo Paloma, y al tocar con su dedo el punto dos, apareció una nueva pantalla que tradujo así:

a)  Conexión nueva.

b) Contactar últimas conexiones.

c)  Contestar llamadas recibidas.

Lógicamente Paloma tecleo el punto C y apareció en pantalla:

a)  Base Nautilos

Volvió a teclear el A, y el panel central empezó a destellar y a emitir un sonido como el de una alarma, pero con una frecuencia similar al de una llamada telefónica. A los pocos minutos apareció en pantalla un mensaje que decía:

-       Imposible conexión, parece ser que Base Nautilos no existe o ha sido destruida.

Volvieron taciturnos a la casa, Paloma, Andrea y Jaime con sus respectivas gorras en la mano y Aurelia con las tres tablillas o llaves de la nave. Una vez en la casa comprobaron que eran las seis y veinte minutos, por lo que a las nueve y cuarto volverían e intentarían una nueva conexión. Una vez explicado lo que había ocurrido a los que no fueron a la nave, Eulalia expuso una teoría:

-       Madre mía, si la base no contesta es posible que como ha dicho Crispulo estén de camino y como supongo que las naves tienen que tener unas dimensiones enormes es imposible que pasen desapercibidas.

-       Es una posibilidad. – dijo Diego – Pero creo que deberíamos intentar con conexión nueva e intentar localizar si realmente están de camino.

-       Quizás es la única posibilidad de saber algo. Pero el problema es que no quieran contestarnos. Vamos a volver a la nave para intentar lo que ha dicho Diego. – dijo Jaime asumiendo el mando que de alguna manera le habían cedido – Pero iremos solo Paloma, Andrea, Diego y yo. Diego creo que tiene razón en sus argumentos y razona quizás con más frialdad que los demás.

Todos aceptaron la propuesta, pero Pedro hijo, Aurelia, Eduardo, Clo y Bárbara insistieron en ir con ellos, cosa que fue aceptada, pero nadie más, nueve ya eran suficientes.

Una vez en la nave, Aurelia volvió a colocar las llaves en su sitio, y Paloma y Bárbara volvieron a ocupar los asientos igual que la vez anterior, pero ahora los demás también se sentaron en los otros sillones de mando. Volvieron a conectarse los monitores y al parecer la nave ya estaba desbloqueada pues igual que la última vez, ya no parpadeaba ni ponía pendiente de desbloqueo el punto seis. Paloma fue ahora a Conexiones nuevas y en pantalla apareció:

  • A) Conexión nueva.
    • Introducción de coordenadas.
    • Búsqueda automática de conexiones disponibles.

Tecleo búsqueda automática, y en pantalla apareció un texto que de nuevo tradujo Paloma para los que no lo entendían:

-       Buscando conexiones disponibles, esta operación puede tardar, minutos, días u horas, seguir atentos a los resultados.

Ese texto empezó a parpadear, y Paloma dijo:

-       No vamos a estar todos aquí pendientes, yo me quedare de guardia por si conectasen. Volver vosotros a la casa.

-       Me quedo contigo. – dijo Clo – Dentro de tres horas relevarnos alguno de vosotros.

Los otros siete salieron de la nave y se dirigieron a la casa, Jaime delante de todos taciturno y abatido, y los demás tras él completamente en silencio. Cuando llegaron a la casa, ya anocheciendo, Jaime se disculpó y alego que tenía necesidad de estar a solas, meditar sobre todo lo que estaba ocurriendo y dormir un poco si podía y se retiró a su dormitorio, no sin antes diseñar las guardias que iban a hacer en la nave, lógicamente uno de los que podía entender lo que indicase la máquina. Decidieron que, a las tres horas, o sea a las 10 relevarían a Paloma y Clo, Bárbara y Eduardo, a la una Aurelia y las gemelas, a las cuatro Jaime y Pedro hijo y a las siete Andrea y Arantxa. Los siguientes turnos, si no habían conseguido ninguna conexión ya los decidirían después.

Por su parte Jaime llego a su dormitorio y tras una ducha para relajarse se acostó, apago la luz y a oscuras intento relajarse. Pocos minutos después oyó que se abría la puerta de su dormitorio y que alguien entraba muy despacio y procurando no hacer ruido, y él se quedó expectante y curioso de saber quién era, pero cuál fue su sorpresa al notar que una mujer levantaba las sábanas y se acostaba a su lado, y más grande aun fue su sorpresa al comprobar que estaba al igual que él completamente desnuda. Entonces supo quién era, era Ángela, la Amor de sus sueños, que quedamente y en un susurro le dijo:

-       Quiero amarte y que me ames. Debes de estar hecho polvo y necesitas cariño y yo necesito amarte más que a nada en el mundo.

Hicieron el amor como jamás había imaginado Jaime, Ángela o Amor era una mujer increíble, apasionada, dulce, cariñosa y tierna, y tras más de una hora maravillosa, exhaustos y felices se quedaron dormidos.