El soñador. Capítulo 6.-

Jaime se da cuenta de que ha tenido un sueño

Capítulo 6

Jaime se da cuenta de que ha tenido un sueño

Día 22 de junio (sábado)

Jaime se despertó sobresaltado pues su móvil estaba sonando, y medio dormido comprobó que era la una y doce minutos, y que era Andrea la que le llamaba muy excitada explicandole que su padre Diego se había quedado muy impactado por lo que le contaron que explicaba D. José cuando falleció, y que les dijo que su padre, al que el también tomo por loco antes de morir, le dijo en una ocasión que debía de enviar al hijo que tuviese con Jacinta a estudiar con D. José, y que a la vuelta de sus estudios se enteraría de quienes eran ellos en realidad. Al parecer su padre si daba alguna credibilidad al fallecido y en este momento, según le comento Andrea, estaba buscando entre las pertenencias que dejo su padre Eulogio al fallecer, intentando averiguar algo sobre sus ancestros. Jaime quedo con ella que le volviese a llamar si surgía algo nuevo, pero tampoco le comento nada sobre el sobre de su abuelo.

Estaba anonadado pues no acababa de darse cuenta de donde estaba, y recordando lo último que le dijo a Erika ,antes de acostarse comprobó si estaba echado el pestillo de la puerta, cosa que no era así, y entonces se dio cuenta de que cuando se durmió tras el desayuno, había tenido un sueño, y el sueño al parecer se estaba volviendo realidad, pues en su sueño se despertaba cuando Andrea le llamaba por teléfono y le contaba exactamente lo mismo que acababa de decirle. Completamente decidido a hablar con Aurelia y abrir el sobre, entro en el baño meditabundo, y en ese momento comprobó las muchas reformas que habían hecho en la casa, y que estas eran exactamente las que había soñado. Nervioso y presa de una gran agitación, se puso un bañador y comprobó que realmente el baño conectaba con otra habitación, con una ansiedad creciente cogió el sobre que le había dado Juani y subió rápidamente hasta la planta superior para ver si estaba reformada como la había visto en su reciente sueño, y al comprobar que era exactamente igual a como lo había soñado, incluso el mobiliario, bajo raudo para sin más dilación hablar con Aurelia y enterarse de lo que contenía el sobre, y comprobar de paso si este contenía lo que había soñado.

Al llegar a la planta baja y no ver a nadie en el porche, entro en la cocina esperando encontrarse como en su sueño, con Eulalia y sus dos jóvenes sobrinas, pero no fue así, ya que solo estaba la cocinera, que al verle le pregunto alarmada:

-       ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara.

-       ¿Ha venido alguien? ¿Hay algún invitado en la casa?

-       No, nadie. Clo y Eli están recogiendo los dormitorios y Juani, Belén, Bárbara y Aurelia están en la piscina.

Sin decir nada más, Jaime salió apresuradamente y se dirigió a la piscina pensando que había debido tenido un sueño o quizás una premonición, pero que no acababa de ser cierto completamente, pues a pesar de que la llamada de Andrea y las reformas del ático y los baños, si habían sido exactas al sueño, no estaban con Eulalia ni Paulina ni Cristina, y al parecer tampoco las amigas de Belén y Aurelia. Obviamente tampoco se encontró con Erika, pero al ver la piscina comprobó que está también era exactamente como en su sueño, pues era en forma de ocho, aún más grande que la anterior, y rodeada de césped perfectamente cuidado. Allí estaban las cuatro mujeres tumbadas sobre el césped tomando el sol, pero a diferencia de su sueño todas en bañador, cosa que sin poder evitarlo le causó cierta decepción. Al verlo llegar las cuatro mujeres se incorporaron y quedaron sentadas, como en un semicírculo. Aurelia fue la primera que le vio la cara demudada, su mueca de sorpresa y decepción, así como su evidente nerviosismo, y le dijo exactamente las mismas palabras que hacía unos segundos le había dicho Eulalia:

-       ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara.

-       Si me encuentro perfectamente. – dijo Jaime con gran calma a pesar de que se le veía realmente inquieto y quedándose de pie en el centro del círculo que formaban las cuatro mujeres –Quiero abrir el sobre que nos dejó tu padre ahora mismo, pero antes quiero haceros unas preguntas a todas vosotras.

-       Venga, dispara. - dijo entonces Belén curiosa - ¿Qué preguntas tienes que hacernos?

-       Pues la primera es para ti. - Jaime la miraba fijamente y la dijo - ¿Tienes dos amigas a las que pensabas invitar para celebrar mi vuelta que se llaman Esperanza y Elena?

-       ¿Quién te lo ha contado? – la expresión de Belén había pasado de curiosidad a estupor – Si es cierto, pero era un secreto que no debías de saber, era una sorpresa. Vienen esta tarde, después de comer.

-       Nadie me ha contado nada, - contesto Jaime – lo he soñado.

-       ¿Qué has soñado eso? – la mueca de estupor se acentuó en la cara de Belén, e incrédula le dijo – Entonces quizás también has soñado como son mis amigas.

-       Si efectivamente, y dime si son realmente como las he visto en mis sueños. – dijo Jaime que siguió diciendo – Según he soñado eran compañeras de universidad tuyas y de Bárbara, y también compañeras de piso en Sevilla. Según mi sueño Esperanza es rubia, pelo corto, ojos azules y muy guapa y Elena es una morena espectacular, y a Juani cuando la vio por primera vez la recordó a mi madre. ¿Es así?

-       Joder que fuerte. – dijo Aurelia con una mueca burlona pero no exenta de extrañeza y mirando de reojo a Juani - ¿Y eso lo has soñado tu solito o te lo ha dicho alguien?

-       Lo he soñado, y también que para esa celebración tú también has invitado a tus compañeras del internado, Alba, Aurora y Amor, que las dos primeras son gemelas, rubias y que la otra es morena, más joven y ahijada de su padre, que se llama Eduardo, que este tiene una hermana que se llama Erika, y que esta es a su vez la que ha diseñado la reforma de la casa. Eduardo y Erika también están invitados a la fiesta. He soñado también que son argentinos, que él fue futbolista profesional y que ella es arquitecto, que es soltera, que tiene treinta y dos años, que es lesbiana y que es también la mejor amiga de Juani.

-       Todo es correcto, salvo una cosa. – dijo Aurelia pasmada – No tengo ni puta idea de quien es Amor, la supuesta ahijada de Eduardo, lo demás es absolutamente cierto, pero la tal Amor, que yo sepa, no existe.

-       Hijo, me estas asustando. – era Juani la que decía esto denotando cierto nerviosismo – Yo sé que no has tenido forma de enterarte de todas esas cosas, pero es evidente que sabes perfectamente lo que teníamos planeado. ¿Sabes también que personas más van a venir para la fiesta?

-       Don Simón, su esposa Esperanza, los padres de Bárbara y Diana, la madre de Clo. – Jaime a pesar de aparentar una gran tranquilidad, estaba realmente inquieto, pues se iba dando cuenta de que su sueño era casi exacto a la realidad, pues la cara de incredulidad de Juani le decía que los últimos citados también estaban invitados  y continuo diciendo – También he soñado que D. Simón nos va a hacer entrega de un documento notarial que como albacea nos otorga el derecho a nuestra herencia, al haber cumplido, tanto yo como Aurelia, los requisitos que mi abuelo dejo en el testamento.

Jaime miro a las cuatro mujeres que lo observaban como a un bicho raro, todas denotaban una enorme extrañeza y parecía que se habían quedado sin la facultad de articular palabras, solo lo miraban incrédulas, demostrando por su actitud que casi todo lo que había soñado era verdad. Entonces Jaime siguió diciendo:

-       He soñado también como era la reforma de la casa, la nueva distribución del ático, el nuevo diseño de esta piscina, y realmente he comprobado que lo que he visto en sueños es completamente real. Por eso creo que mi sueño no es tal, es más bien una premonición de lo que va a ocurrir, y creo que es mi deber contaros mi sueño completamente, cosa que voy a hacer antes de abrir el sobre, pues en mi sueño también he visto lo que contiene y que os lo voy a contar. Después todos juntos comprobaremos si lo que he soñado se corresponde a la realidad, si realmente dentro de este sobre están los documentos y un saquito, tal como he soñado. Pero antes quiero hacerle dos preguntas muy personales a Bárbara. ¿Estas dispuesta a decirme la verdad?

-       Pues claro que te diré la verdad, pero solo si las preguntas no afectan a mi intimidad personal. – contesto Bárbara con cara de enorme sorpresa y un cierto recelo – Espero que no sea algo que pueda hacerme sentir incomoda.

-       Bueno, entonces solo te hare una, aunque no sé realmente si lo puedes llegar a saber, ni si puede incluso parecerte ofensiva la pregunta, pero ahí va. – Jaime miraba muy fijo a Bárbara y pregunto de sopetón: - ¿Sabes si tu gestación fue natural o bien si tu madre fue inseminada para su embarazo?

-       Joder, que pregunta más extraña, es lo último que esperaba que me preguntases. – Bárbara lo miraba con los ojos muy abiertos y con una expresión de asombro enorme – He llegado a pensar que me ibas a preguntar si aún era virgen o algo parecido. No sé a qué viene semejante pregunta, ni que tiene esto que ver con tu sueño, pero algo de eso debe de ser verdad, pues mi madre, una vez que le pregunte porque no tenía hermanos, me conto que tuvo que someterse a una serie de pruebas para quedarse embarazada de mí, y que aun así le fue muy difícil quedarse en cinta. Puede ser que realmente fuese inseminada, es muy posible. ¿Pero que tiene eso que ver con tu sueño?

-       Bueno voy a contaros el sueño entero, os pido que escuchéis con la mayor atención y por favor sin interrumpirme, creo que entenderéis mis preguntas a medida que os cuente el sueño, y luego procederemos abrir el sobre de mi abuelo, cuyo contenido quiero que compartáis conmigo y con Aurelia, siempre que a ella le parezca bien. – al asentir Aurelia, Jaime empezó a relatar su sueño - Cuando me he quedado solo en el dormitorio he llamado a mi compañera Susana, luego me he acostado y me he dormido profundamente……

Les conto su llamada a las hermanas mexicanas, lo que le habían contado sobre sus abuelos y que se durmió profundamente hasta que en su sueño le despertó la llamada de Andrea, luego les relato todo su sueño completo, incluido lo que había leído en las notas que su abuelo les había dejado a él y a Aurelia. Tampoco omitió la conversación que en su sueño había mantenido con Erika y la relación que esta le había contado que tenía con Juani. En este punto de su relato se percató de que tanto Juani como Bárbara estuvieron a punto de interrumpirle, pero a pesar de su evidente enojo y nerviosismo, estas mantuvieron la calma, no sin antes dar Juani un profundo suspiro, pero siguieron escuchando a Jaime hasta que este término de contar la totalidad de su sueño. Cuando acabo estaba sentado, al igual que las cuatro mujeres sobre el césped y en el centro de todas ellas, que no eran capaces de articular palabra, pues el relato de Jaime sobre su sueño las había dejado completamente anonadadas. Sobre todo, a Bárbara que de pronto y presa de una enorme ansiedad dijo:

-       Creo que debemos de tener plenamente la seguridad de que tus sueños son ciertos, y si es así llamare a mi madre y la preguntare claramente si soy hija biológica de D. Jaime, y por tanto hermanastra de Aurelia. Debes de comprobar si en el sobre que te dejo tu abuelo están los escritos que has soñado, y la gorra de mando, pues eso demostrara que el resto del sueño es una realidad innegable.

-       Joder, que cosas más extrañas sueñas. – dijo Belén con una sonrisa burlona – Yo hasta diría, si no fuese porque has descrito a mis amigas y a las de Aurelia tal como son, que lo tuyo son sueños húmedos, sueños realmente eróticos. Nos encuentras a todas en la piscina en pelotas, hasta has detallado como llevaba el vello publico la inexistente Amor, y luego ves a Erika en la habitación aneja a la tuya también en traje de Eva. Me parece que donde tú has estado no has tenido muchas relaciones íntimas, has debido estar a dos velas.

-       Vayamos al porche y allí tranquilamente podremos comprobar lo que hay en el sobre. – era Juani la que hablaba, e intentando quitar hierro a las palabras de Belén, explico: - En cuanto a la parte de tu sueño en que Erika te cuenta su relación conmigo, tengo que decirte que no es exacto, pues ciertamente ella me confeso lo que siente por mí, y hasta es posible en la fecha que has soñado, pero no hay entre nosotras ninguna otra relación que una enorme amistad y un cariño mutuo, pues yo respeto sus tendencias y ella respeta las mías y no creo que a estas alturas espere de mi algo más que amistad. Por eso no creo que tu sueño sea totalmente cierto, pues tampoco existe la muchacha que en tu sueño era la ahijada de Edu, la que te dio un beso apasionado completamente desnuda, como mínimo tus sueños no son exactos.

-       No te justifiques mama, - dijo Belén muy seria – tampoco sería una cosa que cambiase mucho la situación, pues lo cierto es que Erika y tú os profesáis un cariño mutuo enorme, y eso cualquiera que os conoce lo percibe. Todas conocemos la personalidad de Erika, sus tendencias y sus gustos, pero también sabemos de su honestidad y de su capacidad de amar a todo el mundo sin esperar nada a cambio, es una extraordinaria mujer, a la que todas admiramos y pedimos consejo. Tampoco creo que Bárbara tenga las tendencias sexuales que Jaime ha soñado, le gustan demasiado los hombres, o por lo menos así lo creo.

-       Serás guarra, - exclamo Bárbara – pues claro que me gustan los hombres, igual que a ti, ¡no te jode!

-       Pues yo creo que deberíamos de leer lo que contiene el sobre en presencia de Eulalia, Eli y Clo. – intervino Aurelia que se había colocado al lado de Jaime camino del porche – Hay otra cosa que, si es cierta, que Eulalia tiene dos sobrinas que se llaman Paulina y Cristina y son realmente como Jaime las ha visto en su sueño, y en este, las tres, Eulalia, Clo y Eli, eran participes del secreto que al parecer esconde el sobre.

-       Está bien, creo que tienes razón, - dijo Jaime mirando a su tía – llámalas y que se sienten con nosotros para que se enteren también del contenido del sobre.

Aurelia se adelantó corriendo a todos y fue a llamar a las tres aludidas, tanta prisa se dio, que cuando llegaron el resto ya estaban esperándolos junto a la mesa del porche, donde se sentaron todos y Jaime dirigiéndose a las tres empleadas, que un tanto inquietas esperaban una explicación a su presencia allí, las dijo, enseñándolas el sobre aún cerrado:

-       He tenido un sueño, y en ese sueño abría este sobre y conocía lo que mi abuelo nos dejó escrito a mí y a Aurelia. Les he contado el sueño a Juani, Belén, Aurelia y a Bárbara, y ahora vamos a comprobar si lo que contiene el sobre es realmente lo que he soñado, pues hay indicios de que mi sueño puede ser cierto. En el caso de que lo que contenga el sobre sea lo mismo que lo que he soñado, debo preveniros de que es algo realmente extraordinario y os pido desde este mismo momento la promesa de que no contareis a nadie el contenido de este sobre. Aurelia confía en vosotras plenamente. ¿Tengo vuestra palabra?

Asintieron las tres dando muestras de que su nerviosismo crecía al igual que su curiosidad y todos se sentaron alrededor de la mesa. Jaime abrió el sobre, que aún permanecía cerrado y saco de dentro un folio, dos sobres, ambos cerrados con un lacre y un saquito de color azul de un extraño tejido. Todo exactamente como lo había visto Jaime en su sueño. El folio decía:

“No sé quién estará leyendo esto, pero espero de todo corazón que sean mi hija Aurelia y mi nieto Jaime, ambos a la vez, y espero que cuando lo leáis Jaime haya vuelto del internado de Usa y Aurelia haya acabado sus estudios….

Exactamente igual a su sueño, y entonces con visible nerviosismo, procedió a despegar sin ningún cuidado el lacre del primero de los sobres, el numerado con el uno, y procedió a leer su contenido, que decía:

“Hoy es día 24 de julio del año 2.004, y creo que mi vida está cercana a terminar. Mañana voy a visitar a una gran amiga a Sevilla, la persona que junto a Juani me merece la más absoluta confianza, y tengo el presentimiento de que quizás sea ella la última persona con la que hable. Por eso estoy escribiendo esto, para que en ……

…………………………………….

Jaime te dejo también dentro de este sobre la única fotografía de mi hija Josefina, tu madre, que espero conserves siempre.

Os deseo a todos paz, amor y larga vida”.

Sin decir nada abrió entonces el segundo de los sobres lacrados y leyó:

Esta es la traducción de las normas que dicto “El Gran Señor” al llegar a la Tierra.

Como veréis son dos especies de papiros antiguos, el primero el que se hizo distribuir entre todos los “viajeros del espacio” y el segundo solo para sus descendientes directos. Dicen así:

Primer papiro: …………….

Era exacto a lo que Jaime había relatado que leyó en su sueño, y todas las mujeres se quedaron absolutamente perplejas, unas por la coincidencia absoluta con el sueño de lo que había dejado escrito D. Jaime, y las otras, las que no conocían el sueño, al saber lo que el difunto dejo escrito a sus descendientes. Eulalia sin poder contenerse dijo:

-       Ya decía yo que era posible la vida extraterrestre. Siempre he creído y he deseado que algo así ocurriese, que vengan a este planeta seres superiores capaces de dar una solución a la locura que impera entre los habitantes de este podrido mundo, pero ahora tras la lectura de esa nota, tengo miedo, estoy realmente aterrorizada. Resulta que están aquí desde hace años y no han hecho nada para evitar las calamidades que hay en la Tierra.

-       Voy a llamar a mi madre. - Bárbara se había levantado y tenía el móvil en la mano marcando ya la conexión con su madre – Si realmente todo lo que ha soñado Jaime es verdad, quiero saber ahora mismo mis orígenes.

-       Mama, quiero preguntarte dos cosas, y quiero que me digas la verdad, solo si o no. – hablaba Bárbara por el teléfono con su madre - ¿Cuándo te quedaste embarazada de mí, fue mediante inseminación artificial?.......

-       ¿Fue el donante del semen D. Jaime, el padre de Aurelia? …..

-       Gracias mama, luego te explicare más despacio como me he enterado, pero no te preocupes, no pasa nada, al contrario, creo que es algo extraordinario. Dile a papa que lo quiero muchísimo, que lo que acabo de saber no cambia en absoluto mi cariño y mi amor por él, al que considero el mejor padre que haya podido tener. Luego hablamos.

Colgó y se volvió a sentar muy tranquila y mirando a Aurelia la dijo:

-       Es cierto, todo o casi todo lo que Jaime ha soñado es cierto. Ahora entiendo cuando mi padre me decía que Jaime no era para mí, pues al igual que tu tengo que aceptar que él es inalcanzable para nosotras. Que putada ¿Verdad?

-       Pues sí, es una putada. – dijo Aurelia muy seria – Pero alguna puede salir beneficiada de esta situación, por ejemplo, tu prima Clo.

-       ¿Y yo que tengo que ver en todo esto? – pregunto la aludida que se había sonrojado - ¿Qué beneficio puedo yo obtener?

Aurelia conto la parte del sueño de Jaime, en que aparecía Amor, y que al ser una de las pocas cosas que parecían no ser ciertas de los sueños, ella era la mejor candidata, ya que tal como había confesado en el desayuno, Jaime era su príncipe azul. Se sonrojo aún más si era posible Clo, pero no dijo nada más, solo miro a Jaime con enorme devoción y evidente vergüenza. Fue Juani la que intervino entonces diciendo:

-       Abre la bolsa y comprobemos si también es igual a lo que soñaste.

Así lo hizo Jaime y saco de ella la tablilla, está también igual a la que había visto en su sueño, pero al igual que en el sueño nadie supo cómo abrir lo que evidentemente era una caja, y en la que se suponía estaría la gorra de mando. Eulalia cogió la caja y mirándola fijamente empezó a hablar:

-       Creo que debemos de analizar donde puede estar escondida la nave que según se desprende por lo que nos hemos enterado estaba a cargo del difunto D. Jaime, y creo sinceramente que debe de estar en esta finca. ¿Dónde creéis que puede estar escondida?

-       Está claro que una nave intergaláctica no puede estar en cualquier lugar. – era Eli la que hablaba – Debe de ser muy grande y solo se me ocurre que, de estar en esta finca, debe de estar bajo tierra, no cabe otra posibilidad, pero, ¿dónde?

-       Creo que Jaime debe de hacer lo mismo que ha soñado, llamar a sus compañeras y a sus maestros, - dijo Belén – y nosotras preparar la comida que ya es hora. Mientras comemos podemos cavilar y analizar cómo se puede abrir la caja de la dichosa gorra y hacer todas las conjeturas posibles de donde puede estar escondida la nave. Además, esta tarde vienen los invitados y ellos puede que nos ayuden en ambos menesteres, sobre todo Erika, que estudio a fondo los planos de la finca.

Jaime efectuó las llamadas a sus compañeras y a D. Ramiro, mientras Eulalia terminaba de preparar la comida, ayudada por el resto de las mujeres, y para cuando Jaime termino de hablar ya estaban las viandas en la mesa. Cuando se sentaron, Jaime confirmo que lo que había hablado con Andrea, Arantxa, Susana y Paloma, y luego con Ramiro, era prácticamente lo mismo que había soñado, y al igual que en el sueño le habían comentado que se ponían en camino. Por ello Juani le dijo a Eulalia que después de comer llamase a sus sobrinas para que viniesen a la casa a ser posible esa misma tarde, y de paso ayudarían también en los preparativos para la cena prevista para la celebración del regreso de Jaime. Mientras comían comentaron un sinfín de posibilidades, tanto de donde podría estar escondida la nave, como la forma en que sería posible abrir la enigmática caja que se suponía contenía la gorra de mando.

Al terminar de comer Juani decidió que mientras las muchachas recogían los restos de la comida y limpiaban la cocina, deberían de organizar como iban a alojar a sus invitados, en principio a las invitadas a la fiesta de ese día y para el día siguiente a los invitados de Jaime, y para ello junto a Bárbara y sus hijas, diseñaron como distribuir a todos ellos, cosa que hicieron aún sin conocer las personas exactas que iban a venir. Sobre las cinco llegaron Paulina y Cristina, las sobrinas de Eulalia, que saludaron a todos y especialmente a Juani y a Jaime, y luego Aurelia las acompaño al dormitorio que a partir de ese momento compartirían ambas. Después junto con la propia Aurelia y Belén, empezaron a preparar las habitaciones para los invitados. Juani y Bárbara se dedicaron junto a Eulalia, Clo y Eli, a preparar la cena de ese mismo día. Jaime por su parte se dedicó a recorrer la parte posterior de la finca, meditando y cavilando donde podría estar la nave y como abrir la caja donde se suponía estaba la gorra de mando, la cual tenía entre sus manos y la miraba de vez en cuando como hipnotizado.

Sobre las siete y media empezaron a llegar los invitados, las primeras en llegar fueron Elena y Esperanza, más tarde Eduardo con sus dos hijas y Erika, pero nada las dijeron sobre los acontecimientos vividos esa mañana, pues por expreso deseo de Jaime, no iban a decirle nada hasta terminada la cena, y una vez que se fuesen los invitados que no se iban a quedar a dormir. De nuevo Belén y Aurelia acompañaron a sus compañeras a sus respectivas habitaciones para que dejasen sus pertenencias y se arreglasen para la cena, momento en que tenían previsto presentarles a Jaime.

A las ocho y media Jaime volvió de su paseo y subió a su dormitorio procurando no encontrarse con nadie, y dispuesto a arreglarse para la cena. Entro en el baño y encontró a un hombre terminando de arreglarse y que sin lugar a dudas era Eduardo, pues era exactamente como él lo había visto en su sueño. En este momento, al igual que en el sueño lo relaciono con el futbolista que recordaba de los cromos que coleccionaba de los diferentes equipos de futbol de primera división. Lo saludó efusivamente y Edu le correspondió de la misma forma, pues a él también Jaime le era familiar, y así se lo dijo, por el retrato de su abuelo que había en el despacho de la planta baja. Antes de que Edu volviese a su dormitorio Jaime le dijo que le esperase cinco minutos, tiempo que necesitaba para darse una ducha y vestirse, para bajar juntos y tomar un aperitivo antes de la cena.

Cuando ambos llegaron al porche todavía no habían bajado ninguna de las mujeres y ellos se sentaron en la mesa, donde Paulina les sirvió sendas cervezas, y entablaron una amena conversación sobre la vida de ambos. Antes de que terminasen su cerveza llego Bárbara, que había ido a recoger a sus padres y a Diana y que de paso traía a D. Simón y a su esposa.

Los recién llegados saludaron a Edu con corrección y a Jaime lo bombardearon a preguntas y sus antiguos maestros le dedicaron enormes elogios, pues eran conocedores por Bárbara de cómo había sacado sus estudios. Dª. Esperanza le dedico las mismas lisonjas que había tenido en su sueño, y sin una sola pausa, aparecieron las mujeres, haciéndose cargo Juani de los recién llegados y Aurelia, Belén y Bárbara se dedicaron a presentar a sus amigas a Jaime, primero a las gemelas, Aurora y Alba, que al igual que en el sueño se sonrojaron y bajaron tímidamente sus cabezas cuando Jaime las beso tiernamente en las mejillas, no así Esperanza que cuando recibió los besos en sus mejillas, suspiro teatralmente y dio un codazo a Elena animándola a que saludase a Jaime. Esta quedo sorprendida y muy azorada, pues Jaime no la saludo como a las demás, a ella la dio un abrazo tremendo y dos besos sonoros en las mejillas, demostrando que hacia ella había algo muy especial, además de decirla:

-       Me alegro mucho de conocerte, eres muy bella y creo que nos vamos a llevar muy bien. Luego hablaremos tú y yo.

Ya nada más quedaba por presentarle a Erika, que guasona asistía a la escena viendo como Elena quedaba completamente anonadada por la forma de saludarla Jaime y por sus palabras posteriores. Sin darle tiempo a ninguna a que fuese presentada, rodeo el cuello de Jaime con sus brazos y le estampo dos soberbios besos en sus mejillas y a continuación dijo:

-       Me ha gustado más como has saludado a Elena que a las otras, y me he tomado la licencia de darte dos besos inmensos. Eres realmente un muchacho muy guapo y aunque parece que Elena te ha deslumbrado yo tengo dos sobrinas que son dos soles, y muy buenas chicas.

Ahora las que reían alegremente eran Belén, Aurelia, Bárbara, Esperanza e incluso Elena, pues el que estaba ahora enrojecido y evidentemente abochornado era Jaime, que devolvió a Erika sus besos tímidamente. Fue Edu el que sonriendo dijo:

-       Esta es mi hermana pequeña, Erika, esta como una cabra, pero es lista, guapa, buena y simpática, además de una excelente arquitecto y diseñadora de interiores.

-       Ya tenía referencias de la tía de las gemelas, - dijo Jaime aún abrumado – me han dicho que ella es la autora de las reformas de la casa y por eso quiero darle mi más sincera enhorabuena.

-       Gracias pibe, me alegra que te guste. – contesto Erika – Tú y yo nos vamos a llevar bastante bien. ¿Te gusta jugar al tenis? Incluí la pista en las reformas y solo puedo jugar con Edu, si es que viene alguna vez, a tu madre y tus hermanas no hay quien las haga mover el culo, son muy flojas para el deporte.

-       Pues cuando quieras, me encanta hacer todo tipo de deportes. – dijo Jaime ya mucho más calmado – Pero debo de advertirte que soy bastante bueno jugando al tenis.

En ese momento Juani que venía con D. Simón, les dijo:

-       Ir todos a la piscina, allí hemos preparado una mesa para la cena, pero antes D. Simón quiere dejar zanjada su responsabilidad como albacea y hacer entrega a Aurelia y a Jaime de los documentos correspondientes y necesarios para que se hagan cargo de su herencia.

Se sentaron Jaime y Aurelia con D. Simón, y lo que este les dijo fue exacto a lo que Jaime había vivido en su sueño, absolutamente exacto, y una vez les entrego el acta notarial y el sobre que Jaime guardo en su bolsillo, los tres se dirigieron a la piscina para junto a los demás celebrar la vuelta de Jaime y a la vez que su cumpleaños el de Aurelia y el de Elena, que tal como había soñado nació el mismo día que él. La cena al igual que la conversación con D. Simón, fue un calco de lo soñado, hasta el punto que cuando Juan, el padre de Bárbara comento que era hora de irse, Diana dijo:

-       Mi sobrina me ha dicho que mañana vais a tener invitados y que algunos de ellos son de Argentina, por lo que me gustaría hablar con ellos. Además, creo que vais a necesitar ayuda, y si no os importa me quedare también a dormir, pues Bárbara me ha dicho que si a Juani le parecía bien podría ayudar a mi hija y sus compañeras.

-       Estupendo, me parece una extraordinaria idea. – dijo Juani – Hay sitio de sobras para que te quedes, y si además estas dispuesta a colaborar mejor, incluso podrás ayudar a Eulalia para hacer esos postres exquisitos que tú solo sabes elaborar. No hay ningún problema. – y dirigiéndose a Jaime y Aurelia, les pregunto: - ¿Verdad que os parece bien la idea?

Las palabras, los gestos e incluso la forma de despedir a los invitados que se iban, fue también una copia exacta a lo soñado. Lo único que variaba en relación al sueño era que faltaba Amor, ya que esta al parecer no existía, al igual que la hipotética relación entre Juani y Erika.

Cuando se hubieron ido Juan, Manuela, Simón y Esperanza, Jaime requirió la atención de todos, incluidas las muchachas del servicio a las que invito a sentarse en la mesa de la piscina donde aún quedaban los restos de los postres, y dijo:

-       Quiero haceros participes de una serie de acontecimientos que han ocurrido durante el día de hoy, desde mi llegada a la casa. Algunos de vosotros ya conocéis los hechos y otros, los que habéis llegado esta tarde, no, pero tanto a los unos como a los otros os voy a pedir que no interrumpáis mi relato por mucho que os sorprendan las cosas que digo. Voy a intentar ser lo más conciso posible y de antemano os solicito vuestro más absoluto secreto a lo que voy a contaros, pues son hechos que no deben de transcender a nadie más.

-       Os quiero decir que vosotros vais a ser conocedores de los sucesos por un motivo muy concreto, en un sueño que he tenido sobre unos acontecimientos que luego han resultado ciertos, vosotros estabais presentes y erais participes de esos hechos, motivo por el que creo debéis ser conocedores de todo. – dijo Jaime, y tras una pequeña pausa que sirvió para que todos le prestasen la mayor atención continuo. - Algunos de vosotros os vais a sorprender e incluso inquietar, pero os pido tranquilidad hasta que finalice mi relato, y sin más dilación empezare por contar lo que me ocurrió los últimos días en el internado en el que he estado los últimos siete años cursando mis estudios….

Empezó a contarles la charla de D. José, luego su premonición del número de seguridad para acceder a la finca, la docilidad de los perros que ahora estaban guardados, su sueño completo incluyendo la lectura de la carta de su abuelo, la conversación de Bárbara con Erika, la confesión de Diana del secreto de Manuela, absolutamente todo. Luego sin dar tregua, a pesar de que por diferentes motivos Elena, Erika y Diana se sentían realmente asustadas, relato su despertar, como se había dado cuenta de que había sido un sueño, pero un sueño tan real que las cosas, las reformas de la casa, la piscina, las personas por las que pregunto a Juani, Bárbara, Belén y Aurelia, eran reales, salvo la excepción de Amor. Por fin les enseño el sobre de su abuelo que tenía a mano y del que saco los escritos y la tablilla, diciéndoles entonces que todo lo que había soñado era cierto, que aquellos documentos así lo demostraban. Cuando termino, alargo la fotografía a Elena y la dijo:

-       Quizás ahora entiendas mi recibimiento, puesto que eres igual a la mujer de la foto y como a tal te he saludado.

Sorprendiendo a todos, Elena se levantó y se abrazó a Jaime, un abrazo enorme en el que pareció que los dos se fundían en una sola persona. Pero no lloraba, al contrario, se la veía feliz, radiante, inmensamente alegre y dijo:

-       Aunque no te lo creas, cuando me has abrazado esta tarde me han dado unas ganas inmensas de devolverte el abrazo, pero no me ha parecido prudente. Pero quiero que sepas que desde el momento que te he visto algo en mi interior me ha dicho que eras algo muy especial para mí, lo mismo que me paso el día que conocí a Bárbara o el día que conocí a Aurelia, pues algo en mi interior me decía que algo muy especial nos unía. Aún ahora sigo sin comprender lo que me ocurre, pero es así.

-       ¿Alguien tiene algo que decir? – pregunto Jaime - ¿Alguna pregunta?

-       ¿Cómo es posible que soñases que mi prima me había contado su secreto? – pregunto con cierto temor Diana - ¿Realmente puedes tener premoniciones?

-       Eso parece, - la contesto Jaime – pero si es cierto lo que nos dijo D. José antes de su muerte, que los descendientes de esos seres que vinieron del espacio, no somos conscientes de nuestros propios poderes, ese puede ser uno de ellos, la capacidad de tener esos sueños o, como tú has dicho, premoniciones. De hecho, mi propio abuelo narra en su escrito que él tenía el presentimiento de su muerte, cosa que ocurrió.

-       Bueno eso no es del todo extraño, - contesto Diana con lágrimas en los ojos – pues a mí difunto esposo Jorge le paso algo parecido a tu abuelo, ya que el día antes de su muerte estando yo embarazada de Clotilde, me dijo que si algo le pasaba me volviese a España, cosa que hice nada más darle sepultura.

-       Bueno, tampoco hay que dramatizar, - dijo Erika con una enorme sonrisa – somos como somos y los demás nos aceptan como somos, si nosotros mismos nos aceptamos tal cual a nuestras tendencias y circunstancias. Soy lesbiana tal como has soñado, pero también soy como has soñado muy buena persona y siento que la gente me aprecia de verdad, precisamente por ser sincera. ¿Sois extraterrestres? ¿Y qué? Lo que hace falta que seáis buenas personas y esos poderes que parece que poseéis, los canalicéis para hacer el bien al prójimo.

Las palabras de Erika dejaron a todos en silencio, pues era tan cristalina en sus argumentos y tan sincera en sus palabras que nadie oso responder, por eso ella continúo hablando:

-       Ahora seamos positivos, y tal como ha contado Jaime que ha dicho Belén, yo me empape de los planos de esta finca, y si hay alguna nave en esta finca solo puede estar justo al final de la arboleda, al otro extremo de la casa junto al lago.

-       Lo he estado viendo esta tarde, - dijo Jaime – pues me he paseado por la finca con el fin de poder hacerme una idea de donde podría estar, y coincido contigo que ese es el único lugar que a mí también se me ocurre, pues el resto de la finca está lleno de árboles sin un solo espacio lo suficientemente grande como para enterrar semejante aparato.

- ¡Pues vamos a ver el sitio y a localizar la nave! – dijo entusiasmado Eduardo que hasta ese momento había permanecido como una estatua – Siempre he creído que algún día vendrían de otro planeta seres más inteligentes, para curarnos de la locura que asola a los humanos.

-       Yo pienso como Eduardo, - dijo Eulalia – pero tal como he dicho esta mañana, ahora tengo mis dudas. Pero igual que él, creo que debemos intentar localizar la nave sin esperar más.

-       Es muy tarde, no hay luz suficiente, estamos todos cansados y procede que procuremos dormir un poco. – era Jaime que se erigió en líder – Mañana vienen mis compañeros y sus familiares, que al igual que yo, Aurelia y Bárbara, parece que somos seres con mayores poderes, si hacemos caso a las palabras de D. José. Todos juntos creo que podremos tener más posibilidades de encontrar la nave y necesitamos recuperar fuerzas. Creo que debemos de retirarnos a descansar.

-       Tiene razón Jaime. – dijo Juani ejerciendo de anfitriona – Vamos todos a dormir y mañana ya veremos lo que nos depara el destino.

Así lo hicieron y se retiraron todos a sus respectivos dormitorios.