El soñador. Capítulo 16.-
Descubren el arcón con la gorra y los papiros antiguos.
Capítulo 16
Descubren el arcón con la gorra y los papiros antiguos.
Día 13 de agosto (martes)
Eran las siete y media cuando empezaba a clarear el día, y los diecisiete habitantes de la finca ya estaban desayunando en la cocina, pues ninguno de ellos, incluidas las cuatro empleadas, se querían perder la oportunidad de ver que podía haber, si es que algo había, tras la piedra de la fachada que estaba marcada con aquellos extraños símbolos. Juani no había permitido que nadie empezase a hacer nada sin antes haber desayunado y tener las fuerzas suficientes para después limpiar todo lo que la rotura de la pared pudiese producir. Obligo primero a que quitasen las cortinas de las ventanas para evitar ensuciarlas de polvo y a extender en el suelo una lona que trajeron de las cocheras y también a que se colocaran una serie de plásticos en las librerías y sobre los muebles. Erika llevo dos picos y unos martillos para derribar la pared y también una serie de sacos que en su día había guardado en la cochera para retirar los escombros.
A las ocho ya tenían todo preparado para empezar a derribar la pared interior que separaba las dos ventanas que daban a la piscina y que media aproximadamente un metro y medio. Fue Erika la que empezó, primero con un martillo golpeando suavemente a la altura de sus rodillas y comprobó que ese tabique tenía una cámara de aire. Entonces fue Jaime quien con otro martillo más grande empezó a golpear el tabique, justo entre las dos ventanas, haciendo que primero el yeso y luego los ladrillos empezasen a derrumbarse, parte de ellos en el suelo del despacho y la mayoría en la cámara de aire interior. Cuando el boquete que había abierto era lo suficientemente grande como para poder ver que había en su interior, con una linterna intento verlo, pero según dijo no se veía nada de particular, solo ladrillos y cemento. Entonces, ya con un pico, agrando el boquete hasta que se pudo introducir la cabeza y el torso. Y entonces exclamo:
- Aquí abajo, hay algo, como a un metro.
- Claro, como puedo ser tan zoquete. – dijo Erika – El suelo del despacho está muy por encima del suelo de la piscina, ese debe de ser el sitio. Sigue abriendo el boquete hasta el suelo.
Así lo hizo Jaime, y pocos minutos después había abierto un boquete como el ancho de una puerta y de un metro veinte de altura, y un poco más abajo encontraron un cofre antiguo, no muy grande, de unos cuarenta centímetros de alto y fondo y unos sesenta de ancho, con la tapa arqueada y dos bisagras con herrumbre. Lo saco con gran cuidado y lo coloco sobre el plástico que cubría la mesa del despacho y procedió a abrir la tapa. Dentro encontraron un saco de color azul, de un tejido extrañísimo y dentro del saquito la famosa gorra azul, una especie de pasamontañas con el símbolo del círculo y dos más pequeños, uno a cada lado y a la altura de la frente, también enrollados una serie de papiros antiguos, como los de los egipcios, pero al igual que la tela del saquito y de la gorra, de unos materiales que ninguno pudo precisar. Había también una fotografía muy borrosa que casi no se veía y un sobre que ponía “IMPORTANTE”.
Todos se quedaron atónitos, pues aquel descubrimiento indicaba que los sueños de Jaime tenían algún significado, y fue Aurelia la que impaciente le dijo:
- Mira a ver que tiene el sobre.
Así lo hizo, y saco de su interior unos folios doblados que empezó a leer:
“Si habéis sido capaces de encontrar el cofre, es que vais por buen camino, pero antes de que vayáis a hacer cualquier cosa debéis tener en cuenta lo que os trasmito en esta nota.
Durante el periodo en que permanecí en el internado en el que Jaime también ha debido de estar, los que en mi época estuvimos allí encontramos una gorra, una gorra grana con un círculo a la altura de la frente, dos más pequeños a cada lado y otro encima, igual a la que está en este arcón, aunque esta es azul y tiene un círculo menos, falta el menor sobre el grande.
Los que asistimos en aquellas fechas al internado nos pusimos la citada gorra grana, todos menos Paola que siempre se negó a ponérsela y Salome, ya que esta última se fue a los pocos meses del inicio de nuestros estudios, y antes de encontrar la capucha.
De los asistentes, los pertenecientes a la rama 3, llamaremos así a los nacidos en México o Usa, la utilización de la gorra nos les afecto en su salud física, pero María, la esposa de José, falleció al caerse de un caballo, Tomás y María, también fallecieron en un accidente de automóvil y con ellos también Antonia, la esposa de Crispulo. En cuanto a José y Crispulo que utilizaron la gorra de una forma abusiva, se volvieron locos, más el segundo al no ser el heredero directo de dicha prenda. Solo se han salvado Gonzalo y Casimira, ya que ellos no hicieron uso de la gorra por no ser alumnos del centro pese a que vivían en el rancho.
En cuanto a los descendientes de la rama 1, llamaremos así a los nativos de Argentina, tanto Salome como Paloma quedaron indemnes, pues no usaron jamás la gorra, pero Pascual, Marisa y Eulogio, han fallecido los últimos años, y el último, Eulogio, también termino sus días perturbado pues encontró la gorra de su rama, esta de color verde y solo con un círculo pequeño encima del grande, y abuso de ella, poniéndosela de forma indiscriminada. En sus últimos meses su perturbación le hizo cometer verdaderas atrocidades, obligando a sus familiares y allegados a cumplir con amenazas, sus órdenes y caprichos.
Por fin los descendientes de la rama 2, llamaremos a si a los nacidos en España, Fermín, Justa e Iñaki han fallecido, al igual que los de la rama uno, por enfermedades extrañas en estos cinco últimos años, y supongo que por haber hecho uso de una gorra que no pertenecía a sus respectivas ramas. Solo Pilar y yo estamos vivos, pero no creo que duremos mucho tiempo. La única que no utilizo la gorra, pues no asistió a los cursos, fue mi difunta esposa Josefina, pero el parto de mi hija se complicó y falleció.
Como veréis, solo Gonzalo, Casimira, Salome y Paola quedaron libres de la maléfica influencia de la gorra, utilizada por los demás en nuestra juventud, pero nada podrán confirmar de las visiones que tuvimos los demás ya que ellos no la utilizaron. Solo podrán deciros, si están vivos cuando leáis esto, que lo que dejo escrito es verdad, que ocurrió por aquellas fechas.
Todo esto os lo cuento para que tengáis la prudencia suficiente al hacer uso de las gorras, que debe de ser de forma moderada, con un máximo de una hora y en periodos inferiores a quince minutos. En ese plazo de una hora la gorra os trasmitirá toda la información necesaria y es la máxima que puede daros.
Quiero que sepáis que no hemos podido descubrir ninguno, ni tan siquiera José, Eulogio o Crispulo que abusaron de su uso, quien pertenece a cada rama y quien puede usar cada gorra, aunque estás sí van numeradas o marcadas con los símbolos que he citado. Esos símbolos y otro más, este último con cuatro círculos menores alrededor del central, están grabados en piedras del exterior de las viviendas de las familias principales que son descendientes directos de cada una de las ramas, y tras esos símbolos están escondidos los arcones que contienen las gorras, y que es donde las encontramos nosotros en su día. En este arcón hay también unos documentos antiguos, pero nadie, ni los grandes expertos con los que contactamos, sabe a ciencia cierta de donde proceden, cual es el material con que están confeccionados y mucho menos lo que significan. Son caracteres que nadie había visto antes y nadie ha sido capaz de descifrar.
Tampoco tenemos ninguno de nosotros conocimiento de lo que significa el cuarto símbolo, y si puede corresponder a una cuarta rama, cosa que pese a que hemos intentado descubrir no hemos conseguido.
Ahora os explicare que visiones tuvimos con las gorras puestas, visiones parciales de nuestro futuro y de nuestro pasado. Del futuro ya conocéis lo que vimos, que vendría un soñador que con la ayuda de cuatro más, lo que deje escrito en la nota que Juani os habrá entregado, sería capaz de descubrir nuestros origines y nuestro destino. También os habrá explicado Sor Carmela el resto de mis visiones y los motivos que me movieron a hacer cosas que pueden pareceros absurdas e incluso crueles.
En cuanto a la visión que tuvimos de nuestro pasado, fue algo difusa, pero todos tuvimos la misma visión, y aunque es algo inconcebible, parece que descendemos las tres ramas de unos seres que vinieron del espacio exterior, pero solo eso. Las visiones fueron que unas enormes naves, lideradas por tres más pequeñas y cada una de estas con uno de los símbolos de las gorras, llegaban a la Tierra en la época del descubrimiento de América, y que las tres naves más pequeñas eran escondidas igual que las gorras, pero estas bajo tierra. No sabemos ninguno que fue del resto de las naves, las grandes, ya que nuestras visiones no recogían ese dato.
Durante años hemos intentado localizar alguna de esas naves, en Argentina, en México, en Usa o en España, pero nada, absolutamente nada, hemos descubierto.
Para saber realmente nuestro futuro, y también conocer nuestro pasado, tendréis que ser vosotros los que lo descubráis, Jaime, Aurelia, Bárbara, Elena y Belén, siempre y cuando nuestras visiones tengan una base sólida, cosa que creo vosotros conseguiréis averiguar.
Tened muchísima prudencia con el uso de las gorras.
Os deseo paz, amor y larga vida.”
Se quedaron todos callados, pues la nota por sí sola no debía de inquietar a nadie, pues tal como la propia nota decía eran solo visiones. Pero esas visiones, si tenían muchísimo significado si a ellas se unían los sueños que Jaime había tenido. Fue Elena la que comento:
- Yo creo que los sueños de Jaime son una herencia del abuelo. Algo que sugestionaba a D. Jaime y que es posible trasmitiese junto a sus genes.
- ¿Y qué me dices de la gorra y estos extraños documentos? – pregunto Mary mirando los papiros – Los símbolos estos parecen como una escritura muy antigua, china o egipcia. ¿No será que realmente son papiros de una civilización aún mucho más antigua que esas?
- Yo no digo que los sueños de Jaime no sean una premonición, ni tan siquiera que no puedan ser verdaderos, - dijo Elena – solo intentaba buscar una respuesta lógica a todo este lio.
- Yo pienso que realmente los sueños de Jaime son premoniciones. – intervino Amor con muchísima seguridad – En su sueño el símbolo estaba grabado en una losa, losa que daba acceso al lugar donde estaba escondida la nave. Lo cierto es que el símbolo, o símbolos, si están grabados en una piedra, y esa piedra escondía el arcón con la gorra y los extraños documentos antiguos. Supongo que sus sueños no son exactos, pero solo en localización de las cosas o personas, a mí me vio en sus sueños en varias facetas, incluso con otro nombre, pero físicamente si era yo al parecer, la gorra aparece en sitio diferente, pero también es igual a sus sueños con la única diferencia de la señal, como yo, que también tengo la señal. Entonces estoy completamente convencida de que tiene que estar la nave escondida en algún sitio, y como visionaron los que utilizaron la gorra, creo que bajo tierra.
- Vale, supongamos que tienes toda la razón, y que es como dices. – dijo Bárbara – Pero el problema es ¿Dónde está esa puta nave?
Todos quedaron pensativos, nadie era capaz de dar una respuesta a la última pregunta de Bárbara, y como autómatas siguieron a Jaime que, con la gorra, los papiros y la nota salió del despacho y se sentó en el columpio del porche y a su lado Elena. Los demás se fueron sentando a su vez, unos en las sillas, otros en el suelo e incluso Mary en la barandilla del porche. Pasaron así, todos callados, como tres o cuatro minutos, y entonces dijo Mary:
- Yo tengo una pregunta pendiente de hacer desde anoche. Y no es una mera curiosidad, creo que tiene transcendencia. ¿Tiene Elena la marca en el mismo sitio que nosotras?
- Pues anoche me costó que me dejase verla. – dijo Bárbara – Y como yo me imaginaba no se puede saber, debería de depilarse, pero no se dejó.
- Entonces preguntare a las gemelas. – insistió Mary - ¿Vosotras tenéis la misma marca que Erika y vuestra abuela?
- Si las dos tenemos esa marca, pero casi no se ve. – dijo Alba – Si no lo decís ayer ni nos habríamos dado cuenta, pero si tenemos una marca, aunque más que una mancha en la piel es que le falta color, como la marca que un bañador deja donde no ha dado el sol, pero muchísimo más difuminado.
- Entonces yo me pregunto, ¿seremos mi hermana y yo descendientes de esa cuarta rama que nadie sabe si en verdad existe? – volvió a preguntar Mary - Tu Paola que conocías a mi padre y sabes quién es mi madre, ¿crees que ellos son diferentes?
- Pues tu padre, aparte de ser un hombre guapísimo y tremendamente arriesgado, era de lo más normal, y tu madre también me lo parece a mí, quizás una adicta al trabajo, pero creo que normal. – dijo Paola – Pero tu abuela si es un personaje bastante peculiar, y sobre todo que parece igual de joven que tu madre. Bueno eso me parecía a mí hace quince o dieciséis años, que es desde que no la veo.
- Debería de ponerme la gorra y ver si con ella tengo alguna visión como mi abuelo, como por ejemplo localizar donde está la nave, si es que realmente existe. – intervino Jaime - También intentar comprobar si mis sueños son reales y no productos de mi imaginación, ya que puede ser que Elena tenga razón y sean una herencia genética. Y si realmente la gorra funciona, a lo mejor puedo enterarme de algo sobre el cuarto símbolo, igual a la marca que tienen Mary y Amor.
- Hijo, por Dios, a mí me da mucho miedo que te pongas semejante cosa. – dijo Juani – No vaya a ser que te ocurra algo y después te arrepientas de habértela puesto. Me parece que es un riesgo absurdo.
- Si la gorra no es mágica, o no tiene poderes, no pasara nada. – dijo Elena – Pero si las visiones de mi abuelo eran ciertas, está claro que la gorra azul es la que le corresponde a él, pues estaba aquí, y es igual al sueño que tuvo. Lo único que tiene que hacer es ponérsela solo unos minutos. Luego me la pondré yo.
- Pues aguanta la nota y los papiros, - dijo Jaime entregándole ambas cosas a su hermana – Me la voy a poner solo cinco minutos, que alguien cronometre y me avise pasado ese tiempo.
Sin más preámbulo Jaime se colocó la gorra, realmente una capucha con una abertura para los ojos exclusivamente, como las que usan las fuerzas especiales o los atracadores para no ser reconocidos. Coloco sus manos sobre las rodillas y cerró los ojos, y entonces Amor se sentó a su lado y le cogió la mano a la vez que decía:
- A ver si me trasmite algo de lo que puede ver con la capucha puesta.
Jaime permaneció inmóvil, solo su mano se crispo sobre la de Amor y apretó fuertemente como intentando trasmitirla sus sensaciones. Eduardo que miraba su reloj, pasados cuatro minutos y medio le aviso de que estaba a punto de cumplirse el tiempo que él había dicho, y entonces Jaime se quitó la gorra. Sonreía y parecía enormemente feliz, pero no se movía, ni siquiera soltó la mano de la muchacha ya que se había quitado la gorra solo con la otra. Entonces se volvió y mirando a Amor con ternura la dijo:
- Tendremos un hijo que será el Señor de los dos Mundos. Tú eres la heredera de la rama que no encontraron nuestros abuelos.
- Joder, parece que era verdad. – dijo Aurelia – pero ¿Qué cojones has visto?
- Ver, lo que se dice ver, nada. – dijo Jaime – Ha sido como una voz interior que me decía que la mujer que me tomaba la mano será mi esposa, y que con ella tendré tres hijos, y el mayor será el nuevo gobernante de nuestro antiguo Imperio, “Los dos Mundos”
- ¿Solo eso? – pregunto defraudada Aurelia - ¿No sabes dónde está la nave, ni si tus sueños se van a hacer realidad?
- Solo eso, pero ahora tengo la sensación de poder hacer cualquier cosa. – dijo Jaime que sonriendo señalo a su tía con el dedo índice y dijo: - Vuela.
Aurelia que estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas como un hindú, empezó a elevarse lentamente, se quedó levitando como a un metro del suelo y con tal cara de terror, que hizo que los demás rompiesen a reír, a pesar del estupor que lo que estaba ocurriendo les causaba. Hasta Jaime se sorprendió, pues al parecer no esperaba que ocurriese lo que realmente estaba ocurriendo, y señalándola de nuevo con el dedo hizo que volviese a bajar lentamente. Entonces Erika, dando muestras de su ingenio y gracia, dijo:
- Coño, Jaime, pues podrías recoger todos los cascotes del despacho señalándolos con el dedo, y evitando que Juani nos obligue a recogerlo todo después.
- Ahora después lo intentare, pero creo que ponerme la gorra no me ha causado ningún mal, - contesto Jaime – y si Elena quiere ponérsela, puede que ella averigüe algo más que yo y de paso me ayude a recoger el despacho.
- Joder, si la capucha le ha vuelto hasta más gracioso. – dijo Belén mientras Jaime colocaba la gorra a Elena – Y no digo que más guapo porque eso es dificilísimo.
Elena que aún estaba sentada al lado de Jaime y tenía la nota del abuelo y el rollo de los papiros en las manos, permaneció al igual que había hecho Jaime, con los ojos cerrados e inmóvil, y solo la mano que mantenía los papiros sufrió una especie de sacudida, apretándolos. Pasados los cinco minutos, de nuevo Eduardo aviso y Jaime le quito la gorra. Al contrario que Jaime, Elena no sonreía, estaba muy seria, pero su semblante irradiaba una serenidad enorme. Nada más quitarle la gorra deslió los papiros y los miro fijamente, como si los estuviese leyendo, y un par de minutos después, mientras los demás permanecían mudos esperando sus reacciones dijo:
- Me ha pasado como a Jaime, no he visto nada, pero esa voz interior que ha escuchado él, a mí me decía que ahora podía leer lo que había escrito en estos papiros, y lo más extraordinario es que ahora los entiendo, soy capaz de leerlos. Y también me siento capaz de hacer cualquier cosa. Y, por cierto, ahora sé que tengo la señal, luego dejare que Bárbara me depile y lo comprobaremos.
- ¿Os dais cuenta de que con la gorra puesta tienen percepciones, ya que no son visiones, de las cosas que están tocando? – dijo Amor – Y supongo que también de las que les preocupan emocionalmente. Por cierto, si puedes leer esos escritos antiguos ¿Qué dicen?
- De momento sé que son escritos de nuestros antepasados, y los dos primeros, los más pequeños, son casi exactos a los que soñó Jaime, las normas dictadas por el Gran Maestro, reconocido como el Gran Señor, por los otros dos, El Gran Jefe y el Gran Líder.
Primer papiro:
“En esta fecha terrestre, día 24 de junio del año 1.491, acabamos de llegar a este planeta y los demás grandes me han investido del poder total para dictar las normas a seguir por nosotros a partir de ahora, y esas normas serán:
- Pasar desapercibidos y jamás hacer mención de quiénes somos y de dónde venimos.
- No reproducirnos con los habitantes de este planeta, pues no sabemos qué consecuencias puede tener una mezcla de seres de diferentes mundos.
- Mantener siempre una relación cordial con nuestros iguales, ayudándonos entre nosotros y procurando mantener nuestros valores morales por encima de todo.
- Respetar a todos por igual, ayudando en lo posible a mejorar el sistema de vida de este planeta.
- Respetar el medio ambiente, animales y plantas, no contaminar ríos ni mares e intentar impedir que los habitantes de este planeta lo hagan.
- No volver a navegar si no es imprescindible, solo en caso de que nuestra raza corra peligro, por lo que dejaremos las naves de transporte gravitando un planeta cercano y solo nos quedaremos con las tres naves de combate, que serán custodiadas por “El Gran Líder”, “El Gran Jefe”, y el “Gran Maestro”, o los sucesores de estos. Pero estas naves van a ser bloqueadas para que solo puedan ponerlas en funcionamiento conjuntamente los tres o sus descendientes, con las gorras de mando puestas.
- Solo haremos uso de las naves para salir de este planeta de camino a otro planeta de condiciones de vida similar, si nuestra descendencia corre peligro, o en el caso que desde el espacio intentasen invadir este planeta, cosa que de momento no parece posible, pero no descarto la posibilidad que en un futuro lo sea.
Os deseo a todos paz, amor y larga vida.”
Segundo papiro:
“Este comunicado es solo para mis herederos, los descendientes con derecho al uso de la gorra de mando del “Gran Maestro”. Estos son mis consejos para ellos:
- Respetad las siete normas dictadas para todos.
- Recelad de los otros dos “Grandes”, pues pueden intentar hacerse con el poder absoluto de este planeta, y nosotros somos los responsables de velar por los valores morales de nuestra raza. Nunca pongáis en marcha las naves si no es por los dos motivos que he dictado en la norma siete.
- Procurad mantener pura nuestra raza, pues ignoramos las consecuencias que puede tener si en un futuro recayese el título de “Gran Maestro” en un ser mixto, y si este sería capaz de hacer prevalecer nuestros principios.
- Y, por último, deciros que no debe de temblaros el pulso si tenéis que tomar alguna decisión por muy dura que sea, ya que, para mantener nuestros valores, algunas veces hay que dictar normas extremas.
Os deseo a todos paz, amor y larga vida.”
- Las normas son iguales a las del sueño de Jaime, lo único que difiere es que no menciona volver a Kabu, o que podemos ser atacados por los habitantes de ese planeta, por lo demás es exacto, y el tercer papiro parece que es el panel de mando de las naves, y que está dice lo siguiente:
- 1) Trasparencia visual.
- Invisibilidad de la nave
- 2) Conexión radiofónica.
- A) Conexión nueva.
- Introducción de coordenadas.
- Búsqueda automática de conexiones disponibles.
- B) Contactar últimas conexiones.
- Naves flota
- Otras conexiones
- C) Contestar llamadas recibidas.
- Naves flota
- Otras conexiones
- 3) Reproducción mensajes.
- A) Cuaderno de bitácoras.
- B) Enviados
- C) Recibidos
- D) Nuevos
- Reproducción de mensajes en monitor externo de la sala.
- 4) Desbloqueo utensilios.
- A) Habilitación área de descanso, con conexión radio.
- B) Habilitación área de ocio, con conexión radio.
- C) Habilitación de armamento.
- Misiles cargados
- Disparadores liberados
- D) Desbloqueo de armarios.
- Víveres
- Uniformes
- 5) Programación viaje. - Introducción de coordenadas.
- 6) Desbloqueo arranque nave. - Pendiente de desbloqueo . (La segunda parte parpadea).
- 7) Arranque nave.
- Puesta en marcha en espacio abierto
- Puesta en marcha y abertura de la cámara contenedora
- Introducción coordenadas viaje
- Despegue
- Aterrizaje y abertura de la cámara contenedora
- Cierre cámara contenedora
- En cuanto al cuarto y más extenso, es la profecía que Jaime soñó que le contaba Amor en sus sueños, - siguió diciendo Elena - si bien creo que difiere un poco, os lo leo:
- “Hace muchos milenios existían dos reinos, dos pueblos, dos razas que vivían separados por el espacioso mar celeste, cercanos pero distantes a la vez. …..
- Es cierto, difiere ligeramente de lo que soñé. - dijo Jaime cuando termino de leerlo – el mi sueño después de decir que sería trasmitido de generación en generación, decía “pero solo verbalmente, como una profecía”, y el último párrafo también, pues aquí dice que han de conservar los originales de este papiro, los descendientes de nuestra rama, y el cuadro los descendientes de la rama cuatro. Por lo demás es exacto a mi sueño.
- Entonces creo que debes de llamar a Ramiro y a Diego, decirles que debe de haber muescas en algún lugar de los muros de sus casas que indique donde está la gorra, y avisarles de que no hagan uso de ellas. – dijo Juani – Y si ha de ocurrir como en tu sueño, que vengan todos y entre todos intentaremos averiguar el resto.
- Lo que sí parece un hecho es que, todos que según el sueño de Jaime eran descendientes de los “viajeros del espacio”, lo son en realidad. – intervino Eulalia – Y eso es algo fascinante, algo inverosímil, pero maravilloso.
- Según mis sueños, y por lo que dice la profecía, si el mensaje de mi sueño que había grabado en la nave es cierto, tú y todos los demás habitantes de este planeta, también sois descendientes de la misma raza que nosotros, - dijo Jaime – llegados mucho antes, pero iguales.
- ¿Podríamos ver la foto que había en el cofre? – pregunto entonces Bárbara – Ahora que sabemos cómo son los de la foto, podemos intentar comprobar si se ve algo.
Saco Elena del sobre que aún tenía en su mano la vieja fotografía, y realmente estaba tan deteriorada que era imposible ver nada, pero entonces ella paso su dedo índice sobre las borradas imágenes y estas, como por arte de magia, recobraron el color y se volvieron nítidas y claras. En aquella foto, o lo que fuese, se apreciaba claramente una pareja cogidos de la mano, él era enormemente parecido a Jaime y ella un calco de Elena, y ambos tenían una cinta en la frente con un círculo, igual al círculo mayor que aparecía en todos los símbolos. Bárbara sin poder evitarlo, exclamo:
- Joder con la gorra, da poderes especiales a quien se la pone, pues Jaime con su dedo a elevado a Aurelia y Elena, también con su dedo, ha restaurado la foto.
- Pero esto no es una foto corriente, - dijo Elena – ahora que como tú dices se ha restaurado, se aprecia que es de un material muy extraño, no es papel, ni plástico, ni ningún material que yo haya visto nunca antes.
- Entonces el saquito que contenía la gorra, la propia gorra, los papiros y la foto, deben de ser cosas fabricadas con materiales de otro mundo. – dijo Edu convencidísimo – No puede ser de otra manera, pues hasta D. Jaime reconoce en su nota que ni siquiera los expertos pudieron saber ese punto. Yo estoy plenamente convencido de que los sueños de Jaime son ciertos, y que en esta finca hay una nave intergaláctica escondida. Y creo que debemos de intentar localizarla sin más demora.
- Primero hare lo que ha sugerido Juani. – dijo Jaime – Llamare a Ramiro y a Diego, y que ellos busquen las otras gorras. Quizás los descendientes directos de las tres ramas con la gorra puesta puedan descubrir dónde está escondida la nave. Eso coincidiría con mi sueño en el que no se pueden poner en marcha si no es así.
- Tiene razón Jaime, - ratifico Erika – puede que su sueño quiera decir eso, que los tres descendientes con la gorra puesta descubren la nave, no que sean necesarios para ponerla en marcha. Es una forma de interpretarlo, ¿pues cómo se va a poner en marcha la nave si no se descubre?
- Entonces voy a llamarles. – dijo Jaime – Voy a mi habitación para coger el móvil.
Los demás se quedaron a la espera de lo que Jaime pudiese hablar con las otras familias, y Juani como había sugerido antes Erika, insto a todos los presentes a volver al despacho para recoger los desperfectos. Cuando llegaron allí, Elena señalo con el dedo a los cascotes, y asombrando a todos, incluso a sí misma, estos empezaron a volar y a colocarse de nuevo en la pared. Ocurrió como si en una película de video se diese marcha atrás, pero a cámara rápida, pues los restos del derribo, cascotes, tierra, cemento y al final la pintura volvieron a su origen quedando la pared como si no hubiese sido derribada. No contenta con eso, Elena con una radiante sonrisa, señalo entonces a las cortinas, que volaron y se colocaron solas en su sitio, y a las lonas del suelo y los plásticos que habían puesto sobre los muebles que se doblaron y apilaron, quedando el despacho tal cual estaba aquella mañana cuando entraron por primera vez. Vista aquella maravilla, Paulina dijo:
- Lástima que yo no pueda usar la gorra, pues imaginaros lo fácil que sería recoger la casa, hacer las camas, lavar los platos, hacer la colada y tenderla. Sería fantástico.
- Si, y cualquiera que viese eso diría que eres una bruja. – dijo Aurelia, y tras reflexionar continuo – Pero yo creo que sí puedo usarla y cuando vuelva Jaime lo hare, e intentare comprobar si entonces puedo hacer esas tareas tal como ha dicho Paulina. Y si funciona me disfrazare de bruja y con un palito, como si fuese una varita mágica, dirigiré las cosas.
- ¿Os imagináis las bragas, los sujetadores, las camisas o las sábanas, saliendo de la lavadora y volando hasta el tendedero ellas solas y a Aurelia vestida de bruja dirigiéndolas? – dijo riendo alegremente Belén – Yo lo grabaría y lo subiría a YouTube con música, tendría más visitas que nadie.
- Tus hijas son realmente unas inconscientes, - dijo Edu dirigiéndose a Juani, y luego a las dos hermanas las recrimino - ¿Pero no os dais cuenta de la trascendencia de lo que está ocurriendo? Todo lo que hagamos tiene que ser guardado como un secreto sagrado, nadie puede saber ni la más mínima parte de todo lo que está ocurriendo. Y a vosotras no se os ocurre otra cosa que tomarlo a broma e incluso pretender subirlo a la red para que lo vea todo el mundo.
En ese momento volvía Jaime, que se quedó asombrado al ver el despacho totalmente recogido y sin señales del desastre que habían montado hacia menos de una hora, y entonces Aurelia le explico como lo había hecho Elena y le pidió que la dejase poner la gorra que Jaime llevaba aún en la mano. Cuando Edu le explico lo que pretendía con los poderes que le pudiese dar la gorra, Jaime opino como él, y se negó a dejar a Aurelia la prenda, diciendo:
- Vamos a esperar la llamada de las otras familias, que me han dicho que si encuentran algo me llamarán, y luego vendrán todos aquí. Entonces te dejare ponerte la gorra, pero solo para que ayudes a descubrir si realmente está escondida la nave en esta finca, pero no para que juegues o te diviertas. Además, tenemos que ser muy prudentes y que lo que ocurre aquí no trascienda fuera de esta finca ni a ninguna otra persona.
- Estoy de acuerdo con los hombres. – dijo Eulalia – Si alguien supiese algo, en horas tendríamos la finca rodeada de periodistas, fotógrafos y quién sabe si también de agentes secretos de todas las naciones. Esta casa se volvería un infierno, y esto tiene que ser un secreto sagrado, tal como ha dicho Eduardo, y todos los que aquí estamos hemos de comprometernos a guardarlo.
Todos se comprometieron a guardar el secreto tal como había propuesto Eulalia, y se dispusieron a esperar noticias de las otras dos familias, y Aurelia, Aurora, Alba, Amor y Mary decidieron esperarlas en la piscina, a donde se dirigieron tras ponerse sus bañadores, las cuatro empleadas se reintegraron a sus labores, Jaime, Edu, Erika y Bárbara decidieron jugar un partido de tenis mixto, y Juani, Paola y Belén se ofrecieron a depilar a Elena y comprobar si realmente tenía la marca de nacimiento tal como ella presentía.
Media hora después, sonó el móvil de Jaime, que tras detener momentáneamente su partido y atender la llamada, comento que era Pedro que le había dicho que se dirigían a su casa, y que estarían allí en unas dos horas, que había llamado Andrea a Arantxa para comunicarle que él había encontrado la gorra mágica de su rama y lógicamente querían verla, y que como estaban de vacaciones en Isla Cristina no habían dudado en invitarse. Jaime se ausento un momento para avisar de que tendrían invitados para la comida y volvió para continuar el partido.
Cuando acabaron, sudorosos y relajados, decidieron darse un baño antes de arreglarse para la comida y esperar a los invitados, y ya en la piscina con las cinco jóvenes que seguían tomando el sol, aparecieron Paola, Juani, Belén y Elena, diciendo esta:
- Me han dejado mi zona íntima esquilada como a una oveja, y ciertamente tengo una señal de nacimiento en el mismo sitio que Bárbara y Aurelia, e idéntica a las de ellas. Por lo tanto, supongo que nosotros perteneceremos a la rama del segundo hijo de los padres de la raza. Por cierto, he llamado tu compañera Andrea, y ha confirmado que ella y Clo también tienen una marca y al parecer igual a la de Paola, por lo que ellos deben de pertenecer a la rama del primer hijo, y por su parte Paloma también ha confirmado que ella y su madre también tienen una marca, pero ellas con tres círculos pequeños, por lo que deben pertenecer a los descendientes del tercer hijo.
- Parece que todo está cuadrando, y parte de los sueños de Jaime empiezan a ser realidad, pues también nos han dicho que vienen de camino y que siguiendo las indicaciones que les ha dado, han encontrado, igual que nosotros escondidos en las paredes de sus casas, los arcones, y dentro de ellos las gorras y una serie de escritos antiguos, pero ilegibles, pues parece que el tiempo los ha deteriorado. – explico Bárbara – Mañana para la hora de cenar quieren estar todos aquí con sus respectivas gorras y demás documentos.
- Entonces nosotras debemos ser descendientes de la rama del cuarto hijo de los padres de la raza, - dijo Mary – pues es evidente que tenemos la señal que indica que así es. Deberíamos de hablar con mi madre y que nos diga que sabe de sus antepasados, empezando por mi abuela.
- Pues llámala. - dijo Elena convencida de que lo que decía la muchacha era verdad – Llámala y que te aclare que sabe de su madre y de sus abuelos, pues yo opino como tú. No solo por vuestras señales, sino también por lo que Jaime soñó y las percepciones que ha tenido esta mañana. Y es un punto que debemos de aclarar, saber si esos antepasados tuyos saben algo de su nave, de la profecía y de sus orígenes. Si los sueños de Jaime se llegan a concretar, vuestra rama debe de ser la más inteligente, o como mínimo la más preparada y la que más conocimientos tecnológicos debe de tener.
Llamo entonces Mary a su madre, a la que conto parte de la historia con el compromiso de que nada dijese a nadie. Ella la confirmo lo único que sabía, que al igual que sus hijas tenía una marca de nacimiento en el mismo sitio, pero quedo en llamarla en un rato, una vez localizase a su madre, cosa complicada, ya que esta desaparecía por periodos de tiempo indeterminados, y volvía tras unos días, semanas o meses, de nuevo joven, como si en cada una de estas ausencias se sometiese a operaciones de rejuvenecimiento. Decidieron entonces preparar la comida como en los sueños de Jaime, en la piscina, por lo que entre todos colocaron las mesas al lado de la fachada de la casa que daba a la piscina y que en aquellas horas quedaba a la sombra, y esperaron a que llegase la familia de Pedro.