El sometimiento de Fanny

Una joven, sin experiencia, busca trabajo sin exito hasta que casualmente una señora que conoce en el tren le ofrece la posibilidad de ello y tras una prueba sorprendente toma la decisión de su vida.

El sometimiento de Fanny

Mi nombre es Fanny y quiero contaros el incidente que me pasó y que cambió mi vida… Pero antes de comenzar, explicaros que soy una buena chica procedente de una familia católica... Viví en un pequeño pueblo de Extremadura… Estudié bachillerato y en esa época fui jugadora del equipo baloncesto, lo cual me hizo muy popular entre los chicos del instituto… Me considero guapa con un cuerpo bastante bien formado.

Después del instituto pasé a la universidad e hice mi carrera en económicas en la capital y seguí jugando al baloncesto… Ahora estoy en Madrid buscando trabajo y mientras lo encuentro me estoy quedando en casa de unos amigos de mis padres que viven a unos 30 km porque no puedo costearme nada hasta que consiga un trabajo.

Ese día, con el cual comienzo a contaros mi relato, estaba yendo en tren a Madrid para una entrevista de trabajo, que tenía cita concertada, cuando una mujer de negocios muy atractiva, que estaba sentada a mi lado, comenzó a entablar una conversación conmigo.

Le dije que iba a una entrevista de trabajo y ella me contó que trabajaba para un distribuidor de películas y que tenían un puesto vacante para una chica que supiera de contabilidad... Me dio la dirección y me dijo que debería ir para hacerme una entrevista y ver si conseguía el trabajo... Ella me dijo que si me decidía a ir, que preguntase por ella, que se llamaba Joan Gómez.

Fui a la entrevista que tenía concertada y me salió bien, pero dijeron que tenían varios solicitantes más para entrevistar antes de tomar su decisión final y me desanimé… Así que decidí ir también a donde me dijo la señora del tren.

La dirección que me dio Joan estaba en una parte de Madrid que no conocía por lo que decidí coger un taxi que me llevara hasta allí... Era un enorme almacén con aproximadamente un tercio en oficinas.

Pregunté por Joan… A los 15 minutos, llegó ella a la oficina y me saludó... Luego, la sigo escaleras arriba hasta el cuarto piso y camino por un largo pasillo… Ella me llevó a una habitación que estaba pintada de rojo brillante... El único mueble que había era una silla... Me dijo que esperara allí y que volvería a buscarme… Lo encontré muy raro todo esto pero no dije nada y acepté quedarme ahí.

Unos 10 minutos más tarde, llegaron dos chicas jóvenes con una escalera... Una de ellas subió a la escalera y enganchó dos cuerdas a dos anillas del techo.

Y de repente, sin esperarlo, me agarraron y ataron una cuerda alrededor de cada una de mis muñecas... Yo grite y di patadas en vano… Luego ataron mis tobillos separados entre sí, como metro y medio, a unas argollas que había en el suelo… Al final, me dejaron allí con los brazos tensados y las piernas separadas... Y yo, al cabo de unos minutos, dejé de gritar cuando vi que no estaba consiguiendo nada, más que quedarme afónica.

Media hora más tarde, entró otra chica.

Intento decirle la razón por la que estoy aquí y que fuera a buscar a Joan… Ella no prestó atención a mis súplicas y lo que hizo fue sacar mi blusa de mi falda y desabotonarla... Luego cortó las cintas de mi sujetador y me lo quitó completamente... Me quedé allí de pie, con los brazos estirados, la blusa abierta y el pecho colgando.

Poco después, entró otra chica y empezó a palpar y chuparme los pezones... Intenté también hablar con ella, pero tampoco respondió...  Ella me chupó un pecho mientras jugaba con el otro... No podía creer cómo mi cuerpo me traicionó porque logró que mis pezones se pusieran tiesos y duros... Luego se detuvo y salió de la habitación.

Pasó un rato antes de que alguien más viniera... Era otra chica distinta… Sería como la quinta o sexta chica distinta que había venido... Ella procedió de nuevo a palpar y chupar mis tetas… Mis pezones se endurecieron de inmediato.

Pensé para mí misma que esto era una locura... ‘¿Cómo estas personas en un gran negocio como este, en el centro de la ciudad, pueden hacer estas cosas?’

Y mientras pensaba esto, entró una de las chicas que había visto antes… La otra chica todavía estaba allí chupando mis tetas… Esta chica deslizó su mano por debajo de mi falda y comenzó a frotar mi coño por encima de mis bragas… Y cuando mis bragas empezaron a mojarse se detuvo.

Se pararon frente a mí y una de ellas se puso de rodillas, levantó la falda de la otra chica y comenzó a lamerle su coño... La chica que estaba de pie comenzó a empujar sus caderas contra la lengua invasora, como tratando de follar su boca… Mirándome a mi, la chica que estaba de pie, comenzó a gemir y estalló con un orgasmo... Pude ver su flujo corriendo por su pierna mientras la chica arrodillada lamía todo lo que podía… Luego, sin decirme nada, se fueron.

A última hora de la tarde volvieron las dos chicas… Ambas se arrodillaron frente a mí… Cada una me cogió una pierna, y procedieron a lamer, sin ninguna prisa, cada centímetro de ellas.

Luego, me quitaron la falda y se colocaron, una por delante y la otra por detrás y comenzaron a lamer mi coño y mi culo.

Escuché un gemido bajo, sin darme cuenta que era yo quien lo hizo… Nunca antes había estado con un chico que me lamiera el culo... Esta fue una nueva sensación… Mi cuerpo realmente me está traicionando ahora… Estoy temblando por todas partes... Podía sentir un intenso orgasmo creciendo dentro de mí… Sabía que necesitaba correrme pero se detuvieron y salieron de la habitación... Por mucho que necesitaba correrme, estaba demasiado avergonzada para pedir que me provocaran la corrida... Así que me quedé de nuevo con ganas.

Ya debía ser de noche cuando entró Joan, la mujer que conocí en el tren… Comencé a hablar pero ella me abofeteó... Luego me agarró por detrás de mi cabeza y acercó mis labios a los de ella... Podía sentir su lengua empujando entre mis labios… A estas alturas estoy dispuesta a todo con tal de conseguir un orgasmo... Su lengua comenzó a crecer lentamente hasta que llego a mi garganta… No podía creer que alguien tuviera una lengua tan larga… Ella la retraería y luego lo deslizaba completamente a través de mi boca hasta mi garganta, una y otra vez.

Esto me provocaba que de mi coño saliera continuamente flujo que corría ya por mis piernas... Estaba tremendamente caliente... Joan frotaba su cuerpo contra el mío mientras me besaba... Y yo necesitaba desesperadamente correrme... De repente se detuvo, se arregló la ropa y la vi dirigirse hacia la puerta.

Estaba tan caliente y mojada que le rogué descaradamente que me corriera antes de irse... Pero ella me ignoró y se fue... Estaba segura de que yo sería la única persona que quedaba en el edificio.

Durante la noche necesité ir al baño... Aguanté todo lo que pude hasta que me fue imposible… El chorro de orina llegó hasta la pared y me sentí bien... Mas tarde sentí que algo más brotaba dentro de mí… Me entraron ganas de defecar… Un gran y largo excremento salió de mí y cayo al suelo... Era tremendamente degradante el estar allí de pie, con las piernas abiertas y un montón de mi mierda tirada en el suelo a mis pies... Sin embargo, una ola de placer se apoderó de mí.

Al cabo de un rato me quedé dormida de pie... No sé cuánto tiempo dormí, pero al despertar sentí un dolor extremo en mis brazos… Ahora estaba literalmente colgando de mis brazos… Mis piernas se colapsaron mientras dormía.

Volví a apoyarme con mis pies para liberar toda la tensión de mis muñecas… El olor de mi mierda llenó mi nariz y una vez más me sentí abrumada por la vergüenza.

Por la mañana apareció una mujer mayor y limpió el desorden en el suelo... No me dijo nada pero fue totalmente humillante para mí que me viera colgada de ese modo y con la cagada en el suelo… Debía estar acostumbrada a ver estas cosas porque no se inmuto nada.

En algún momento de la mañana, dos chicas entraron, me dieron agua, luego volvieron a palparme y me chuparon las tetas… Les estuve rogando que me hicieran correrme... Cuando estaba cerca de alcanzarlo, se detuvieron y se fueron... Estaba desesperada… Necesitaba correrme… No podía aguantar más.

Una hora más tarde, otra chica entró con un tazón de agua caliente, trapos y toallas y me limpió, en especial, en mi coño y en mi culo… Nunca me sentí tan humillada, pero seguía muy excitada, mientras limpiaba la mierda que quedaba de entre mis nalgas… Incluso me roció con un perfume desconocido pero agradable.

Las dos chicas que me habían lamido el coño y el culo el día anterior entraron... Ambas llevaban un enorme dildo colgando entre sus piernas... Nunca había visto algo tan largo y tan gordo como esto antes... Me acariciaron y me tocaron hasta que me hicieron gemir delirantemente... Luego se colocaron, una al frente y la otra detrás de mí, y se situaron mi coño y culo con estas pollas gigantes.

Los sentí entrar en mi… El de mi culo dolía terriblemente... Pensé que me iba a desmayar... Pero después de que el dolor inicial disminuyera, todo mi cuerpo estaba al ritmo de su empuje... Esta vez no iban a negar que me corriera... Mi corrida llegó rápida y casi me desmayo... Les rogué que no se detuvieran como antes y con ambas pollas enterradas en mí, alcancé mi segundo orgasmo mientras mis caderas se movían de forma salvaje... Nunca, en mi imaginación más guarra, pensé que un orgasmo podría ser tan intenso y placentero.

No podía creer que fuera posible, pero no me importaba que los dildos estuvieren metidos hasta el fondo en mis dos agujeros… Como una fuente, mi jugo espeso salía de mi coño y caía al suelo…  Me oí gritarles:

  • "Me corrrroooooo."

Sentí que mis piernas se doblaban debajo de mí… Era mi tercera corrida y la mejor de las tres… Las dos chicas me sostuvieron... Nunca había tenido un orgasmo tan intenso en mi vida… Y a este orgasmo le siguió pequeños mini orgasmos acumulándose... Disfruté como nunca antes de que en mi cuerpo produjera su estremecimiento final, totalmente agotado.

Las dos chicas soltaron mis brazos de las cuerdas y finalmente una de ellos habló:

  • "Ni siquiera te has acercado a sentir el verdadero placer… Joan puede hacer que una mujer se corra continuamente durante horas"… Eso fue todo lo que me dijo y luego se fueron.

Me vestí y salí del edificio.

La familia con la que me alojaba estaban muy preocupados por mi tardanza, pero les llamé en cuanto salí del almacén y les aseguré que todo estaba bien, que tuve que quedarme porque me surgió una nueva cita a una última hora de la tarde y me pagaron la habitación… No pude hacerlo antes porque me quedé sin batería, no tenía cargador y no sabia de memoria el número de teléfono.

Dos días después volví a la empresa para una entrevista de trabajo... Pregunté de nuevo por Joan… Cuando me vio, sonrió maliciosamente… Sin decirme nada, se giró y comenzó a subir las escaleras... La seguí obedientemente mientras me llevaba a la habitación pintada de rojo... Dentro de ella sólo estaba la silla… Sentí que mi vagina comenzaba a gotear mientras esperaba mi entrevista final… Y en esta empresa me quede definitivamente con ese cambio radical en mi vida que os dije al principio de mi relato.

F I N