El sobrino del finado

El velatorio de un muerto inolvidable, y un sobrino del difunto, joven , hermoso, caliente, seductor y desesperado por coger con nuestro héroe.

EL SOBRINO DEL FINADO

" El muerto al hoyo y el vivo al pollo ".

Recién llegado de mi trabajo, leí un aviso en la puerta de entrada de mi edificio , por el que se comunicaba el fallecimiento de Oliverio Alcides Troncoso, un hombre ya mayor que vivía solo su alma, en el octavo piso "F". Para cualquiera de mis vecinos, este era un hecho sin demasiada trascendencia, pues apenas tuvieron trato con el muerto, pero para mi, era como recibir la noticia de que me habia quedado remotamente viudo.

Oliverio, llamado "La Lupe" en la intimidad fue mi primer hombre. Mi primer cogida, mi primer beso apasionado, mi primer amor adolescente , y con el se iban mis secretos mejor guardados, mis primeras experiencias, aquella pesada virginidad que el había vencido, aquellos miedos y temores, aquellas calenturas iniciales de estar con un hombre adulto, con un verdadero macho con pija bien grande, huevos colgantes y ganas de sexo a cada instante. Con su desaparición se moría una parte de mi vida. Después vinieron otros hombres, algunos amores, grandes amores , decepciones, abandonos placeres y dolores , pero nunca podría olvidarme de Oliverio.

Oliverio viejo y peludo, a cada rato un "estornudo"......

Yo tenía 15 años y las hormonas a flor de piel.... No tenía padre, pues el mío se había encogido de hombros luego de embarazar a mi madre. En mi corta vida no había tenido ejemplos ni figuras masculinas. Era más que huérfano, hambriento de afecto. Buscaba infructuosamente el amor de un hombre grande. No se si buscaba un padre y tampoco encontré uno....La Lupe fue el primer hombre maduro en esa búsqueda inconsciente del afecto que me faltaba. Pero era un hombre sobre sexuado que solo quería romperme el culo a diario y a mi me dolía...... Si no se rían , yo era estrecho y el sexo anal nunca me gustó con el. Era demasiado grande, demasiado bruto, demasiado depredador.........Fuera de la cama , yo lo consideraba una buena persona, parecía tímido solitario, algo corto, de pocas palabras y maneras amables, pero en la cama era una bestia...........Claro que, como todas mis relaciones, fue una historia apasionada , un aprendizaje doloroso, una ópera sexual entre putos, una tragedia con mucha pasión, que terminó mal , a las trompadas , a los golpes y arañazos tras tres años de duración.

Si debo admitirlo, fue una relación que terminó con mucha amargura y con muchas recriminaciones. Una historia entre un chico y un viejo que concluyó mal.. Y aunque el hizo mucho para perderme, para que yo lo dejara, por mucho tiempo me sentí culpable de la destrucción de aquella historia.

Fui detenido en un bar de ambiente con otros 20 en una "razzia " de la policía corrupta y homofóbica que en aquella época hostigaba a los gays, y aunque el vino a buscarme a mi lugar de detención, ya no quise volver con Oliverio. Era que en los días de detención había conocido a otro hombre que me había prometido una vida mejor. Una vida de respeto y tranquilidad, sin peleas ni reproches. Ahí concluyó mi historia con el finadito. Claro hubo una pelea donde me golpeó repetidas veces y le arañé toda la cara.

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Ahora habían pasado muchos años, yo tenía 33 años ya y la noticia de la muerte de La Lupe, me retrotrajo a aquellos años de búsqueda y curiosidad. Años de promiscuidad, de estaciones de ferrocarril, de levantes callejeros, de baños públicos malolientes, de parques desiertos, de sombras anónimas a mis pies, de fiestas de carnaval inolvidables dónde todo era posible. Años de sexo libre, previos al SIDA, dónde todo estaba permitido , a pesar del clima político represivo y opresor.......

Averigüé donde velaban a Oliverio, y me fui hasta alli. Sabía que había una corta familia, una hermana viuda, otra internada en un hogar para minusválidos, algunos sobrinos . Me encontré allí con una vecina llamada Antonia, como aquella llorona de la canción de La Lupe, la famosa cantante cubana de la orquesta de Tito Puente. Ella lloraba en todos los velatorios y buen dinero cobraba por ello.

Me dije que triste es que te mueras y solo te llore una profesional del llanto contratada para ello. Que solo estabas Oliverio .......

Pero el muerto al hoyo y el vivo al pollo, y resulta que entre los presentes en el velatorio habia un chico, un sobrino del muerto, de unos 18 años, rubio de larga cabellera muy cuidada y unos ojos azules enormes y curiosos. Su nariz tan respingada sería la envidia de muchas estrellitas de cine y era tan alto y armadito que me enloqueció apenas lo vi. Ay Angelito en medio de la muerte, me muero por conocerte saber en que piensas., abrir todas tus puertas.... como la canción. Que cursi y puto soy che .........

Luego me dije, pero Albertito, (si así me llamo cuando me tengo lástima o sea casi todos los días), es apenas un niño, desde cuando te gusta robar cunas?. Desde cuándo te gusta la carne fresca, el aliento a leche del desayuno, la piel rosadita y casi sin pelos.? Me estoy volviendo viejo, amigos, yo que fui el niño terrible de tantos maduros apetecibles, el amante juvenil que se exhibía como un trofeo a los amigos menos favorecidos y entrados en años.. El adolescente hermoso y depravado que rompía corazones cincuentones y sesentones........ Aquel que originaba desengaños y hasta intentos de suicidio. El tiempo había pasado, mucha leche se había derramado, muchas camas se habían calentado y enfriado, y al final , ahí me encontraba, con el culo que se me estaba cayendo, algunas arrugas, pocas canas (teñidas) y en el velatorio de mi primer compañero sentimental como dicen los españoles. Ahí estaba yo, viudo de toda viudez, y encima mirando con lujuria chicos jóvenes, apenas egresados del acné juvenil, la paja compulsiva y la angustia existencial adolescente.

Me acerqué al cajón ahí estaba mi primer amor, lívido como todos los muertos, vestido con su mejor traje , camisa blanca y corbata al tono. Y yo que no lloro nunca, yo que nada sentía ya por aquel cadáver rodeado de flores y cruces, me largué a llorar. No lloraba por La Lupe, quizás lloraba por aquel chico que con quince años le entregó su cuerpo y su alma y que el usó como quiso.....

La hermana y el chico rubio se me acercaron y traté de disimular. No hay nada más patético que un puto llorando por otro en una casa funeraria.

El chico se presentó como Ezequiel, y yo lo miré con los ojos llenos de lágrimas. Se siente bien Alberto, me preguntó cuando repetí mi nombre. "Si, .es la emoción dije.

Me invitó a tomar un café al bar de al lado, y ahí me preguntó quien era, un amigo contesté. Un viejo amigo.

Me miró a los ojos , y se me cayeron las medias, que hermoso sos pendejito, que belleza esos ojos de color tan azul , que lindo sos papito lindo...... No me creía.

"El era un viejo malísimo, y no tenía amigos " dijo al fin.

"Tenía mal carácter pero era buena persona " le contesté incómodo.

Se sonrió con esos dientes blancos, como salidos del aviso de Colgate , y esa boca rosada y hermosa me pareció imposible de resistir : hay cosita linda pensé , si te agarro esa trompita rosada y carnosa te la rompo.

Fuiste su amante, verdad? La pregunta menos esperada salió de esa boquita y me pareció que se ensuciaba con esa palabra terrible. Que decirte niñote lindo, pensé , cómo explicarte que ese que se está pudriendo ahí dentro , fue mi amor un día......

"Quién te dijo? Contesté con una pregunta y sus pies jugaron con los míos bajo la mesa, y no lo pude creer.... El mocoso lo sabía todo y me estaba seduciendo....

"Nadie llora por la muerte de un viejo como Oliverio", y siguió hablando de lo miserable que fue, de lo egoísta y despótico que había sido su tio y yo no supe que contestar. Me tomó la mano por debajo de la mesa y me dijo, que hablaba bien de mi que hubiese venido, pero que me fuera.....

No quería irme con mis pies entre los suyos y con su mano grande de dedos largos acariciando la mía, nos miramos largo y mucho como quienes se reconocen y ese chico tan hermoso me pareció era una réplica mía de hace tantos años....... "Si querés me voy le dije, pero te pido algo agregué.....

"Mañana, cuando todo termine, quiero que me llames, quiero que estemos juntos......" Se lo dije todo rápido con terror a arrepentirme, con terror a que me rechazase. . El llamó al camarero y pagó nuestros cafés mientras me decía, "mañana nos vemos, Alberto".

Lo vi marcharse y me pareció que quien se iba era yo, aquel jovencito inescrupuloso que rompía corazones en otras décadas.

Traía puesta una camisa blanca y unos vaqueros ajustados . Había peinado su largo pelo rubio ajustándolo con una cola de caballo y lo primero que hizo cuando abrí la puerta fue besarme en la boca, y poner su lengua de chico adolescente en mi boca de adulto,.

Lo primero que hizo fue bautizar mis labios sedientos con su saliva dulce , con su manantial de juventud y ahí me puse como loco. Su ropa saltó por los aires y también mi ropa y desnudos nos bañamos con mucha espuma y nos fuimos pajeando como dos chicos adolescentes que descubren los placeres del sexo y le lavé la espalda apenas bronceada, y con mis manos que conocieron tantos cuerpos, descubrí su geografía de valles y bahías, su espalda suave, su cintura, la tersura de sus caderas, la singular curvatura de su culo hermoso, culo para bautizar iglesias, culo para cantarle loas y dedicarle himnos, culo que me calentó al palo como dicen por acá, y besé esas nalgas blancas y redondas y percibí el perfume de lavanda del jabón líquido que estábamos usando, y lamí su ojete hermoso, recorrí su hoyo delicado y suave, su fuente de juventud y alegría, una y otra vez hasta que lo hice mío con mi lengua ,como un conquistador que clava la cruz sobre tierra recién descubierta..

Y el gimiendo llamó mi nombre y no lo hizo con lástima, sino con deseo y a flor de piel sentí su necesidad, su ansiosa búsqueda de placer y busqué su verga gruesa y cabezona, esa pija milagrosa llena de leche y de miel y la chupé, la besé, la mamé una y mil veces...... Pija joven , tan suave y tan dura , su pija maravillosa que acariciaba mis mejillas, mi nariz , mis orejas y luego mis labios, y que me hacía estremecer hasta que me la metí en la garganta, oh mi amor hecho carne, oh mi lindo regalo sin envoltorio , oh primoroso niño de mis ojos.

Cuando gritó que lo cogiera, me pareció enloquecer, ese culito turgente, bello , marmóreo pero blando y fuerte a la vez me volvía loco, se ofrecía a mi sexo, se franqueaba como quien abre una puerta y mi pija estaba tan dura, tan gruesa, tan enorme, que me sorprendí de mi tamaño , de mi fuerza de mi poderío y tras dilatar pacientemente su cerradura bella, entré en su hoyo, como enterrando muchas cosas, entre ellas mi pasado, mi ayer. Y en ese culo milagroso, me sorprendió la madrugada, bombeando y bombeando , abriéndome camino hasta el corazón de ese adolescente alto y dulce que me había entregado su virginidad, quizás para repetir una historia mil veces contada. Pero supe que yo , aquel que gemía enloquecido entre sus piernas fuertes y musculosas, no desaprovecharía la oportunidad, y trataría de otro modo a ese amor nuevo que mi leche derramada estaba bautizando, y que era como a un tesoro exótico que me traía nueva vida, juventud y hasta salvación.

galansoy

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