El sobrino de mi mujer

LLego a casa para hacer un curso de tres meses, tenia 21 años, su tia y yo eramos un matrimonio sin hijos, ella de 51 yo de 56...

El sobrino de mi mujer

Soy un hombre felizmente casado; mi mujer y yo no tenemos hijos.

La historia que voy a contarles, sucedió hace unos, en aquella época yo tenía 56 años y mi mujer 51.

Cuando llegué a casa, mi mujer me dijo que habia hablado con su hermana y la pidió si podiamos recibir en nuestra casa a su hijo, el cual venía a la ciudad a recibir un curso que duraria tres meses.

Lógicamente, la dijo que estariamos encantados de recibirle, que sería un placer y ademas ello alegraría bastante la vida monótona de un matrimonio cincuentón, sin hijos.

Su sobrino llegó el miércoles a mediodia, precisamente ese dia se jugaba un partido decisivo para el pase a cuartos de mi equipo, partido que por nada del mundo queria perderme. Además, yo le habia visto tres o cuatro veces en mi vida, cuando fuimos a visitar a la familia de mi mujer y siendo él un niño, actualamente según me dijo mi mujer habia cumplido los 21 años.

Mi mujer estaba radiante con su llegada, preparo una comida principesca y sabiendo que yo iria al partido, me hizo llamar por teléfono para reservar una entrada para él.

Asi que, llegado el momento, salimos los dos de casa dispuestos a ver la victoria de mi equipo. El ambiente era fantástico, el estadio lleno, los alrededores del mismo con gente por todos lados; en fin, que comenzó a rodar el balón y todo fue sobre ruedas, ganamos el partido, jugamos de maravilla y pasamos a cuartos.

La salida del campo, fue bastante lenta, habia gente empujandote, logramos llegar juntos a la parada de autobuses y subimos junto a un tropel de gente, al subir perdi de vista al sobrino de mi mujer, pero no me preocupe bastante pues ibamos hasta el final del trayecto.

Empezó a rodar el autobús y yo iba inmerso en mis pensamientos, estaba feliz por el pase de mi equipo y, de pronto, noté como algo duro se apoyaba en mi culo, al principio me sobresalté por lo inesperado, pero dejé de hacerlo al ver que el autobús iba de bote en bote. Sin embargo, poco a poco noté como eso algo duro iba creciendo de tamaño y cada vez se apretaba más contra mi.

Jamás en mi vida me habia pasado nada parecido, quizas por eso o por la sorpresa no hice nada, no dije nada. El caso es que la persona que apoyaba su polla cada vez con mas insistencia contra mi culo, al ver que yo no oponía ninguna resistencia, iba cogiendo cada vez mas confianza, su polla crecia cada vez mas, se pegaba completamente a mi y en un movimiento del autobús, puso su mano en mi verga y empezo a sobarme por encima del pantalón.

La verdad es, que llegado a este punto, yo tambien empecé a ponerme caliente, mi polla empezó a despertar al sentir esa mano que la masajeaba y cuando mas caliente estaba, el autobús llegó a su destino y empezamos a bajar del mismo.

En la parada, localicé al sobrino de mi mujer y componiendome como pude, nos dirigimos ambos a casa comentando el partido que habiamos visto momentos antes.

A la mañana siguiente, como en sueños, me parecio oir a mi mujer que me decia que se iba a la peluqueria y que me fuera levantando; el caso es que inmediatamente volvi a caer dormido.

Soñando pensé que algo muy agradable me estaba ocurriendo, notaba que alguien estaba en la cama conmigo, pegado a mi, con una polla que estaba casi dentro de la raja de mi culo, solo la separaba la fina tela de mi slip. De pronto, tuve la certeza que no dormia y era cierto, alguien estaba pegado a mi, no podia ser mas que el sobrino de mi mujer y de pronto se hizo la luz en mi cerebro, era él quien habia estado restregandome la polla durante todo el trayecto.

Me quedé bloqueado, no podia creeerlo, ese crio de 21 años habia pasado su brazo bajo mi cabeza, estaba completamente pegado a mi, restregandome su polla y ademas acababa de meter su mano bajo el slip y me cogia los huevos apretandomelos.

Notaba su aliento en mi cuello y aunque nunca habia soñado con tener una relacion homosexual, este crio me estaba poniendo la polla como una barra de hierro; asi que sin pensarmelo dos veces, me di la vuelta y me enfrenté a él; nos miramos a los ojos y le besé en la boca, noté que sonreía y respondio a mi beso; nos besamos con pasión yo le comia literalmente la boca, mientras el me apretaba contra él agarrandome del culo.

De pronto, se levantó de la cama, me agarró de las piernas y me empujo hacia él, me quitó el slip y levantando las piernas y poniendolas sobre sus hombres procedió a penetrarme; a pesar de ser la primera vez que violaban mi ano y no haber tomado ninguna precaución, era tal mi calentura que me dejé llevar, noté dolor y sin embargo, inmediatamente empecé a sentir un placer que jamas hubiera podido soñar que existiera.

El sobrino de mi mujer empezó a bombearme, con todas sus fuerzas y yo cada vez sentia mas y mas placer hasta que empezó a gemir y se vació completamente dentro de mi, en ese momento yo tambien llegué al orgasmo y le llené el estomago de mi esperma.

Nos tumbamos en la cama, uno junto al otro, cogidos de la mano y completamente exhaustos.

Yo, ademas estaba aun sin llegar a comprender como habia podido gozar tanto, en mi vida habia sentido un placer tan enorme, habia sido un polvo como decirlo, el polvo de mi vida, con ninguna mujer habia sentido nada ni parecido.

De pronto, el sobrino de mi mujer se volvio hacia mi, me beso en la boca y me tomó en sus brazos, apoyé mi cabeza en su hombro y me sentí protegido, contento, relajado, exactamente como cuando una mujer está con su hombre, así me sentia yo en esos momentos. Creo que me dormi en sus brazos, hasta que noté como se separaba dulcemente de mi, me besó en la boca y salió de mi habitación. Alli, me quedé, solo y pensando que un mocoso de 21 años, se habia atrevido a violarme, en mi propia casa, casi sin conocerme, sin decir ni una sola palabra y yo, lo mas extraño de todo era que habia disfrutado como nunca antes lo habia hecho.

Durante todo el dia, con mi mujer en casa, hablamos como una familia normal, salimos a pasear, pero yo durante todo el dia no dejaba de pensar si acaso habia estado interesado en los hombres sin saberlo; no supe responder a esto pero lo que era evidente es que durante todo el dia estuve empalmado.

Al dia siguiente, nos levantamos y mientras estabamos en la cocina, mi mujer me dijo vete a la habitación del niño y despiertale, dile que vamos a desayunar. Me puse colorado, me acerqué a su habitación, nerviosisimo, abri la puerta y cerrandola entré.

Le vi, durmiendo, de lado, desnudo, me empalmé inmediatamente.

Me acerqué y viendo que estaba dormido, puse mi mano en su culo; en ese momento, pegó un salto que me sobresaltó; el jodio sobrino estaba despierto. Me echó sobre la cama y comenzó a besarme, le correspondi inmediatamente; que bien besaba… me rendí inmediatamente y le dejé hacer; me bajó el pantalón del pijama y el slip, me puso boca abajo en la cama y me penetró. Mi culo ya habia empezado a acostrumbrarse a su polla y la acogió como un guante; él empezó a moverse cada vez con mas impetu, estaba tan caliente como yo y, pronto, demasiado pronto para mi gusto, inundó mi culo con su semen. Se retiró de mi, me besó en la boca y se fue a la ducha; alli me quedé como un imbecil, pero ahora si, completamente relajado y feliz.

Durante todo el tiempo que permaneció en casa, las cosas se desarrollaron de la misma manera; nunca intercambiamaos una palabra cuando haciamaos el amor, pero cuando él no me tomaba cuando le apetecía yo iba lo mas sumiso que podia a que lo hiciera.

Fueron los tres meses más felices de mi vida, él era mi hombre, le deseaba, esperaba ardientemente que me hiciera suyo y cuando estaba entre sus brazos nada más importaba.

Pero el curso acabó y el sobrino de mi mujer se marchó.

Estuve durante cuatro años sin tener noticias suyas, solo a traves de mi mujer iba enterandome de cómo avanzaba su vida profesional y personal y un dia me dijo que se casaba.

Fuimos a la boda, desde el momento que supe que volveria a verle fui otro, estaba nervioso, como ido, solo pensaba que volveria a verle de nuevo. Llegamos la vispera de la boda, nos enteramos que esa noche seria la despedida de soltero a la que fui invitado junto a sus amigos; estuvimos en un antro donde chicas hacian striptease, los chicos no hicieron mas que beber, cantar y reir. Se despidio de sus amigos y nosotros nos fuimos, yo pensando que a casa a descansar el resto de la noche; pero de pronto, en un portal, me cogio de la mano y me hizo entrar, subimos al segundo piso, abrio la puerta con una llave y entramos (luego supe que era el apartamento de un amigo que no estaba en la ciudad y se lo habia cedido).

Una vez dentro, me tomo de la mano y me llevo a la habitación, alli empezo a besarme y a desnudarme mientras me besaba por todo el cuerpo; yo estaba como en una nube y me dejaba hacer, una vez desnudos, me tumbo en la cama y se acosto junto a mi, me besaba con una dulzura infinita, mientras me agarraba fuertemente del culo apretandome casi incrustándome en él. Me puso boca arriba y empezó a hacerme la mejor mamada que jamas hayan hecho a un hombre; yo empecé a decirle que le amaba, que eera mi hombre, que le deseaba, pero él me puso un dedo en la boca y siguió chupandome la polla, un huevo, el otro, cuando estaba a punto de correrme, se paró, me besó dulcemente en la boca y se levantó de la cama, tiró de mi hacia él y poniendome las piernas en sus hombros, me penetró suavemente; mientras lo hacia se acercó y continuo besandome, después mirandome fijamente a los ojos, no aparto la vista hasta que sintió que se iba a correr, entonces se acerco nuevamente a mi y comenzó a comerme la boca, echandome su aliento mientras se vaciaba por completo en mi.

Inmediatamente después, se echó de nuevo en la cama y metiendose mi polla en la boca, comenzo una nueva mamada que me llevó al éxtasis y permitio que me corriera en su boca, por primera vez.

Luego, me cogió en sus brazos, me acurruqué alli junto a mi hombre, ya de 26 años, yo habia cumplido ya los 60; pero me sentia como una jovencita cobijada en los brazos de su amante. Fue la noche mas feliz de mi vida, cuando amaneció nos levantamos y nos fuimos a casa, donde aun no se habia levantado nadie.

Despues de la boda, no volvi a verle nunca más; yo a partir de esta aventura, le busqué en otros hombres, tuve muchos amantes, amantes de una vez; incluso estuve con un hombre dos años viendonos, me hacia bien el amor pero ninguno, ninguno logró hacerme olvidar al sobrino de mi mujer.

Autor:

bignotox@gmail.com