El sirviente y el principe azul 1

Un joven sirviente es llevado a un reino donde conocera el amor, el dolor, un nuevo lado de el y muchas cosas mas que debera enfrentar

Hola chicos, soy su escritor CRONOS, pues viendo un video me vino un rayo de inspiración y escribí esto, ustedes deciden si la serie continua o no, disfrútenla.

Yo soy Asier, nací hace 18 años en los que llamarían una “cuna de oro” y en realidad mi cuna era de oro, mi padre y mi madre eran el rey y la reina del reino amarillo, un reino donde todo brillaba y el oro era el mineral que dominaba el reino, aunque mas de la mitad pertenecía a la realeza.

Bueno mis desdichas comenzaron hace 15 años, mis padres murieron de una rara enfermedad y por ordenes de los sabios del reino solo debían dejar a uno de sus hijos en el poder, por cierto no había mencionado que tenia una hermana gemela, Kaira, ella era mi hermana y mi mejor amiga con la que compartía de todo, pero todo cambio cuando mis padres la dejaron a ella en el trono, y por si fuera poco su consejera, una vieja arpía le pudrió la mente, le dijo que tarde o temprano yo crecería y podría intentar derrocarla, yo para nada haría eso, estaba orgulloso de mi hermana, pero ella, por consejos de la vieja arpía me despojo de mi titulo de príncipe del reino, así eso, como reina podía hacer eso, y ahora véanme aquí, 15 años después solo soy un simple sirviente, y por si fuera poco soy un sirviente en el palacio, en mi palacio.

La aventura que les quiero narrar comienza cuando mi hermana me mando a llamar para que fuera a verla, se me hacia raro ya que jamás me había dirigido la palabra, pero yo, como un sirviente no me quedo otra opción que obedecer.

Entre al salón del trono, mi hermana estaba con su gran corona y capa sentada en el trono además tenia en la mano un molesto abanico que usaba todo el día, un abanico que era de mi madre.

Al ver a mi hermana era como verme a mí, un pelo rubio, unos ojos azules, una piel blanca y sin imperfecciones, era idéntica a mí, solo la diferencia en que ella estaba muy limpia y con ropa elegante, yo por mi lado siempre andaba sucio y con harapos, no me permitían andar arreglado. Mi hermana al verme emitió una ligera sonrisa malvada y me dijo.

-Valla, los años ha sido juntos contigo hermano, te ves fuerte y muy servicial, justo lo que necesito.

-¿Para que me necesitas hermana?  HAAAGG

Un golpe en el estomago me hizo caer al suelo, uno de los guardias de mi hermana me había golpeado y luego dijo.

-Diríjase a la reina como “su majestad” y arrodíllese, muestre respeto.

-Guardia. – dijo mi hermana con voz arrogante. – No arruines nuestra ofrenda, si esta herido no me servirá para lo que necesito.

Yo me quede en el suelo inclinado sin decir nada, no se para que me quería mi hermana, pero si había sido aconsejada por la vieja arpía no seria nada bueno. Mi hermana me dijo.

-Muy bien, hermano supongo que sabrás que la odiosa princesa verde Miku quiere hacer una alianza con nuestro reino… bueno tu no sabrás eso, solo eres un simple sirviente JAJAJAJAJAJAJAJA.

Su risa maléfica me llenaba de odio, pero no hacia ella, sino hacia la odiosa arpía que le había envenado el corazón. Mi hermana continúo.

-La princesa verde quiere que le de una “prueba” de que la alianza no será rota, le dije que le daría uno de mis sirvientes, se burlo, pero su mirada cambio al decirle que ese sirviente era mi hermano, así que acepto.

Me tiro un uniforme verde.

-Desde ahora tú serás su sirviente como prueba de que la alianza se llevara a cabo, y si la traicionamos pues solo te matara.

Me dolía la frialdad con la que decía eso, ¿acaso no le importaba si moría o no? Y lo peor era que no podía negarme, debía obedecer esa orden. Continúo diciendo.

-Ahora vete a dar una ducha en las duchas del palacio para que estés presentable y ponte ese uniforme, luego iras a las puertas del palacio, allí uno de los conductores de carruaje de ella te llevara al castillo verde, ahora ¡VETE!

De mala gana tome el uniforme verde y sin decir nada ni apartar la mirada del piso salí de la habitación del trono y me dirigí lentamente hasta las duchar del palacio, a los sirvientes jamás se les dejaba ducharse allí así que era la primera vez que iba allí a ducharme, había entrado muchas veces pero solo a limpiar.

Llegue sin demora y comencé a quitarme la ropa, comencé por mi camisa y en frente del espejo comencé a examinar mi pecho, mi hermana tenia razón, estaba algo fuerte de tanto trabajar sin descanso, y también tenia algunas cicatrices en mi pecho, como príncipe mi piel jamás hubiera sufrido ni un solo rasguño, pero como un simple sirviente estaba expuesto a riesgos y heridas. Iba a colocar mi camisa, sucia y rota en un lugar donde pudiera volver a ponérmela, pero al recordar ese uniforme verde lance mi camisa a la basura, al igual que mi pantalón y mi ropa interior, mire el resto de mi cuerpo en el espejo, unas piernas fuertes y sin bello, aun parecían las piernas de un príncipe, y un pene, un pene normal de unos 17 cm totalmente lampiño.

Me dirigí a la ducha y la abrí, fue delicioso, era la primera vez que me duchaba con agua caliente y era deliciosa, me pase las manos por la cara mientras disfrutaba del agua. Tome uno de los jabones que estaban allí, han pasado años desde la última vez que use uno, comencé a deslizarlo suavemente por mi pecho disfrutando al máximo del momento, baje la mano hasta llegar a mi pene el cual lave muy bien, los masajee tanto que incluso tuve una erección, pensé en bajármela como se debe pero en ese momento entro otro hombre al baño, por miedo a que me viera así corrí hasta tomar una de las toallas mientras el me veía fijamente extrañado por mi reacción, termine de secarme mientras ocultaba mi erección y proseguí a colocarme el uniforme verde. Me quedaba justo e incluso me marcaba mis atributos, me sentía feliz era la primera vez  en 15 años que usaba ropa tan limpia.

Sin demora me dirigí a la entrada de mi palacio… el palacio de mi hermana, allí estaba un carruaje verde y un conductor con un traje verde, sin decir nada me subí y el comenzó a conducir.

Me sentía algo liberado y a la vez nostálgico mientras veía como mi palacio se perdía en la lejanía y a su vez al frente en la lejanía podría ver el palacio verde, solo quedaban a dos horas de distancia en carruaje, algo cerca.

Llegue al reino verde y la verdad no era muy diferente al amarillo, era la primera vez que salí del reino amarillo y me esperaba algo diferente, pero no, bueno había una diferencia, en este reino parecía predominar la esmeralda en ves del oro, por eso era el color verde en su reino.

Me llevaron al castillo y allí directo al salón del trono donde se encontraba la princesa verde sentada en un trono mediano al lado de dos tronos grandes que de seguro era de el rey y la reina los cuales no se encontraban allí, Miku era muy hermosa, alta, blanca, con mejillas rosadas y un largo pelo verde, cuando estuve frente a ella me arrodille y ella dijo.

-¿Es cierto que eras un príncipe, pero ahora solo eres un simple sirviente?

-Si… su majestad.

-Bien, llévenlo a la cocina, allí empezara por hoy, luego veré que hago con el.

Era igual de arrogante que mi hermana, y solo me toco obedecerla.

DOS DIAS DESPUES

Hoy me había tocado la tarea de llevarle el desayuno a la princesa a su recamara, y por para mi mala suerte, justo cuando iba subiendo las escaleras mi camisa se engancho en uno de los adornos punzantes que había allí y maniobrando para tratar de no botar nada de la comida mi camisa se había roto dejando parte de mi pecho al descubierto, pensé en regresar a la cocina y pedir un uniforme nuevo, pero recordé la advertencia del chef “recuerda, si la princesa se despierta y no estas allí con su desayuno te castigara severamente” no me gustaba como sonaba eso, y viendo la hora que era supe que la princesa despertaría en cualquier momento, no me quedo otra opción que subir así como estaba.

Entre a la habitación tratando de no hacer ruido, la princesa estaba aun con los ojos cerrados, era bueno para mi, si ponía la comida en su lugar y salía sin que se despertara no notaria mi pecho al descubierto.

Me acerque a su cama y hasta la pequeña mesa a un lado, coloque la charola con su desayuno allí y lo destape, serví su jugo y encendí las velas aromáticas, todo salía bien, me disponía a irme cuando di un vistazo a su cama, y me encontré con lo que temía, ella estaba allí viéndome fijamente, se había despertado y no he había dicho nada, solo se me había quedo viendo, y veía directamente a mi me pecho descubierto, eso me sonrojo, pero sin ponerme nervioso hice una reverencia y salí de allí.

Al día siguiente

-Me reporto a mis tareas diarias.

Como los dos días anteriores me había reportado a la cocina, hoy traía un nuevo traje y esperaba que el chef me diera mis tareas de hoy, pero me sorprendió lo que dijo.

-Joven Asier, usted ya no tiene nada que hacer aquí, llego un mensaje de la princesa que dice que desde hoy usted será su sirviente personal y lo quiera allí cuando se despierte.

-¡¿Qué?!

-Como escucho, ahora valla deprisa.

Salí corriendo de allí dirigiéndome al cuarto de la princesa, cuando llegue ella ya había despertado, hoy se había despertado mas temprano de lo normal, al verme me dijo.

-Llegas tarde.

-Lo siento princesa, no sabia que usted me había solicitado.

-Jum… estúpido mensajero, jamás lleva mis mensajes a tiempo, deberé reemplazar.

Me extrañaba que no me hubiera culpado a mí, la chica que conocía hubiera hecho eso, aunque bueno solo la conocía hace 3 días. Me vio y dijo.

-Mmmm ese traje tan simple no es digno de mi sirviente personal, busca en el armario que tienes detrás, allí hay ropa que te servirá.

Me extraño aun mas esa aptitud, abrí el armario y allí había una bolsa negra, la abrí y allí dentro había ropa de príncipe.

-Amm su majestad, esta ropa es muy fina, es de un príncipe.

-Si mis costureras crearon muchos diseños para enviarlos a otro lado, esos fueron los que rechace, póntelos ya, tienes un minuto para estar vestido es una orden.

-Pero…

-Te quedan 59 segundos.

Rápidamente sin decir nada mas me quite la camisa y el pantalón y los arroje a lo profundo del armario, mire de reojo a la princesa y pude ver como me mirada lascivamente y detallando muy bien mi cuerpo ¿acaso pensaba en…? No, no, debo dejar de pensar esa esas cosas, tome la primera camisa y el primer pantalón que vi y me los coloque, eran muy elegantes, supongo que esa es la ropa que usaría si yo fuera príncipe.

-Muy bien, te ves muy guapo.

-Gra… gracias.

En ese momento entro otro de los sirvientes con el desayuno que al ver a la princesa despierta se asusto un poco, pero la princesa no dijo nada por la demora, coloco la comida donde debía y salió de allí. Me parecía raro que hubiera traído 2 platos de comida, raro hasta que la princesa dijo.

-¿Qué esperas? Vamos a desayudar.

Woao, no me esperaba eso de la princesa, una princesa JAMÁS invitaría a un sirviente a desayunar con ella, la actitud de la princesa me parecía cada vez mas rara, pero la obedecí, me senté a su lado y comí del segundo plato, era una comida deliciosa digna de la realeza, la comida que disfrutaría a diario si hubiera sido yo el que hubiera sido escogido príncipe.

Mientras comía no pude evitar como la princesa no me quitaba los ojos de encima, ya me estaba incomodando mucho, demasiado. Pero me incomodo más lo que dijo después.

-Oye sirviente, seré directa, dar rodeos no es digno de una princesa, en unos días llegara mi padre y mi madre con mi prometido, pues tu me gustas, tu cuerpo me encanta, ahora estoy soltera y sola, así que te ordeno que tengamos sexo.

JAJAJAJAJAJAJA ¿Qué? Estoy debía ser una broma de muy mal gusto.

-P… princesa… ¿de que habla?

Me levante de la cama y me dirigía a la puerta.

-¿Por qué otra razón crees que te pedí como sirviente personal? Te daré todo los lujos que quieras si me obedeces, de lo contrario ordenara inmediatamente que te ejecuten.

¿Ejecuten? Me contaran la cabeza, no… no quería eso… pero yo no… la princesa es muy hermosa y me gusta, pero no entiendo las verdaderas intenciones de la princesa hacia mi, ¿Qué quiere?

-Pero… usted es una princesa y yo soy un sirviente…

-Eso lo se tonto, ultima oportunidad, haz lo que te pido o serás ejecutado ya mismo.

Tener sexo con una hermosa princesa, o ser ejecutado, pues la opción era obvia.

-Esta bien princesa, hare lo que me pide.

La verdad es que era muy linda y sexy, así que luego de desechar en mi mente lo que me impedía acercarme a ella me dirigí hacia ella y tuve sexo apasionadamente con esa chica. (no describo la escena de sexo ya que esta es una pagina gay XD, además no se escribir escenas de sexo hetero XD)

UN MES DESPUES

Desperté como todas las mañanas desde hace un mes, desnudo en la habitación de la princesa con ella a mi lado, ella había ordenado que ya no le trajeran el desayuno a la cama así que nadie sospecharía del romance secreto que había entre la princesa y yo.

A pesar de que en el principio me había resistido, la verdad es que me termino gustando lo que hacia, de hecho me había enamorado de ella, así es amaba a la princesa.

Tanto ella como yo estábamos sorprendido de que sus padres aun no hubieran regresado, se habían retrasado mucho y para mi mejor, así podía pasar mas tiempo con esa hermosa y ardiente chica.

DOS DIAS DESPUES

-¡ATENCIÓN TODOS, EL REY Y LA REINA SE APROXIMAN A LA CIUDAD!

El anunciador real andaba gritando eso por todo el palacio, yo me encontraba en la habitación de la princesa cuando escuche eso y ella también.

-Han llegado. – dijo ella. – al fin ¡ha llegado mi prometido! El guapísimo príncipe azul.

No puedo ser, ¿mi amor secreto llegaría a su fin? Y ella decía eso del príncipe azul, eso me hacia poner celoso, necesitaba actuar, era ahora o nunca.

-Princesa Miku, yo te amo, escapa conmigo, yo te daré todo lo que necesitas, te daré todo el amor que poseo.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, no seas tonto, tu me gustas mucho, pero nunca serás mas que un simple sirviente, además ahora que mis padres han llegado dentro de un mes será boda con el príncipe azul, estoy muy emocionado por eso ya que seré reina, si gustas podemos seguirnos viéndonos a escondidas, pero solo eso, TU SIEMPRE SERAS MI JUGUETE FAVORITO.

CONTINUARA…

ESCENAS DEL PROXIMO EPISODIO

Asier: Ahora entiendo porque la princesa Miku esta enamorada del príncipe azul, el príncipe Omar, ahora que lo veo es el chico más guapo que he visto en mi vida.

Omar: Yo quiero un sirviente personal de inmediato, tu, el rubio, ven aquí ahora mismo, tu serás mi sirviente.

Bueno chicos este fue el principio de una nueva mini serie, espero sus valoraciones criticas y comentarios y si debería continuar o no.