EL SHERIFF DE SPANK CITY SPRING´S Capitulo 7

Laura ayudante del sheriff tiene nuevos problemas, la hermana de Alison llega al pueblo con sus hermanos los Henderson, La tigresa temida por todos, no resulta ser tan fiera como parecia, convirtiendose en tigresita RELATO DE SPANKING

EL SHERIFF DE SPANK CITY SPRING´S Capitulo 7

El poblado en sus calles no circulaba ni un alma, Spank City Spring´s parecía a esas tempestuosas horas de más calor del día, tranquilo. El salón estaba casi vacío, su dueña Alison acababa de llegar del entierro de su barman, Thomas. Había asistido en su carruaje bien previsto de almohadones en el acolchado asiento, al entrar al salón en su andar no iba contoneando sus caderas como solía hacer para llamar la atención de los clientes. A esas horas solamente estaban los tahúres de siempre jugando a las cartas, ensayando sus trucos con los naipes para hacer sus respectivas trampas en el juego, al pasar por delante de su mesa, uno de los más descarados y peligrosos con el revólver, le dio una fuerte palmada en el trasero a Allison, la cual al sentir aquella fuerte punzada en su trasero dolorido por la azotaina recibida por el sheriff en la jornada anterior, se revolvió con fiereza dando una fuerte bofetada al descarado, el cual la esperaba en su reacción, pero no debió calcular bien. Porque de la bofetada su silla cayo hacia atrás, dándose un buen testarazo en la cabeza, al dar está en el suelo. Se levantó lleno de rabia yendo a sus armas, cuando sus manos acariciaban las culatas de sus dos revólveres uno a cada costado, un revolver enorme, un mágnum cuarenta y cinco apoyo el cañón en la sesera, quedando este quieto e inmóvil al sentir el frio cañón forjado en su cabeza.

Alison se sobaba con su mano izquierda la nalga propia de ese costado, mientras miraba sonriente a la persona que había apuntado al tahúr. Era un mujer alta de casi seis pies, (un metro noventa) ataviada con camisa negra con un escote sugerente, un chaleco negro, sombrero concho de piel negro. Pantalones de cuero negro ajustado que marcaba bien su cuerpo femenino, botas Grinders negras vaqueras con unas espuelas de plata. A sus costados portaba dos fundas muy bajas atadas con un cordoncillo negro, a sus formados muslos bien torneados, en la cadera izquierda pendía un segundo revolver magnum igual que el que sostenía en su mano derecha. El tahúr se levantó con su rostro completamente blanco como la nieve, con sus manos levantadas a la altura de sus hombros, sin hacer ningún movimiento brusco. Girándose poco a poco se quedó mirando a la mujer que le encañonaba, esta sin pensarlo le dio un golpe por sorpresa en la frente con la culata del arma, la cual abrió una brecha de sangre, cayendo de nuevo al suelo, creyendo que esta vez la pillaba por sorpresa, sacó su arma el tahúr, pero solo vio el fogonazo que desde la funda disparaba el arma que la mujer llevaba a su izquierda, un agujero se abrió en el centro de la frente al tahúr, con un hilillo de sangre.

(Allison) -. Jolie! Tenías que matarlo? Es mi mejor jugador, el que más recaudación me aportaba…

(Jolie) -. A callar hermanita, o acabo lo que no hizo el que te puso el trasero en carne viva!!! Bastante es que hayamos tenido que venir, Tom, Harry, y Frank con sus amigos Forrest y Balsón para solucionar tus problemas una vez más… Ya te advertimos que este negocio debías rodearte de buenos pistoleros y no un payaso como Thomas! Ya ves de que te ha servido tenerlo, no ha sido capaz de evitar que un maldito sheriff se propasara contigo de esa manera, pero va a pagarlo muy caro haberse atrevido a ponerte la mano encima ese cobarde. Donde está la pequeña Patricia? Necesito un poco de carne fresca!

(Allison) -. Se la llevo el sheriff, debe estar en su casa con la comisaria, Laura.

(Jolie) -. Aún tiene a esa imbécil como ayudante? Ya me encargare luego de ella.

Laura se hallaba en la oficina asustada, había visto llegar a Jolie la hermana mayor de Allison, una peligrosa pistolera reclamada en varios estados.Acompañada de otros cinco asesinos a sueldo, tres de ellos hermanos de Jolie y Alison. Estaba muy compungida por ese motivo, ya que era la única en el poblado que los conocía. Algo que ponía en serio riesgo su vida, de encontrarla en Spank City Spring´s.

(Jolie) -. Hola, Laura! Volvemos a vernos… No te muevas!!! Ahora ajustaremos cuentas pendientes…

Laura al volverse se quedó petrificada, ante ella estaba la banda de los Henderson al completo. Desde ese momento no se volvió a saber nada de la comisaria, durante años se había escondido en ese poblado creyéndose a salvo de los Henderson. Ahora se daba cuenta que siempre habían sabido donde se encontraba por la hermana pequeña, Alison. Esta utilizaba otro apellido, y desconocía que fuera la hermana pequeña. Al llegar la noche fue sacada de la oficina del sheriff, llevándola al sótano del salón donde la ataron con cuerdas a la pared amordazada.

Patricia estaba en la casa del sheriff, tenía prohibido salir de ella por Laura. Siguiendo las instrucciones del sheriff, debía permanecer castigada en su habitación. Durante cuatro días había permanecido incomunicada con el exterior, después de la azotaina que le había dado Laura, en presencia del sheriff sabía bien que más le valía obedecer, sobre todo ahora que ya comenzaba a poder sentarse con relativa comodidad, pero la comida se le había acabado y llevaba días sin ver a su Tutora por llamarla de alguna manera. Así que Patricia decidió salir al almacén general y hacer unas compras. Al volver vio que la puerta estaba abierta, se preocupó por lo que fuera a decirle Laura, temía que la castigase por haber salido sin permiso. Dejo la compra en la cocina, y decidió afrontarse con la realidad. Aunque la extraño que Laura no la estuviera esperando cepillo en mano. Subió a su habitación con cautela, supuso que Laura la estaría esperando en ella. Pero tampoco estaba en ella, así que comenzó a desnudarse de aquella ropa que había sacado de un armario, cuando estaba solamente en braguitas, decidió bajar al despacho. Seguramente Laura estaría aguardándola en esa estancia, así que solamente con las bragas de algodón blancas con florecillas de colores, bajo las escaleras temerosa de lo que la esperaba, se acariciaba su trasero rollizo que destacaba sobre la ropa interior, llamando antes de entrar, una voz áspera la autorizo a entrar. Al abrir la puerta se quedó muda, su cuerpo temblaba como gelatina, quien había dentro del despacho hizo que se pusiera a temblar nada más verla.

(Patricia) -. Jo… Jolie…

(Jolie) -. Hola pequeña, no me esperabas, verdad? Ya me he enterado de la mala jugada que le hiciste a mi hermanita Alison. Pero eso lo vamos a solucionar rápidamente, verdad? No me esperaba verte en esta casa, ya sabes cómo me gustas y que sobre todo te portes muy bien conmigo, aunque ahora solo estoy pensando que te mereces un buen castigo, por haber acusado a mi hermana de ayudar a esas aprendices a facinerosas, tienen mucho que aprender esas hermanas, ya me he enterado que no solamente mi hermana fue injustamente castigada por ese bastardo del sheriff, también ellas y tú, estabas en el lote incluida. Así que ahora me voy a encargar yo misma que recibas una buena azotaina, en seguida vendrá mi hermano Frank y se encargara de ti… luego me divertiré contigo en una habitación de esta espléndida casa, la verdad que ese bastardo sabe vivir muy bien…

Patricia vio una cara conocida tras la hermana mayor de los Henderson, la cual acercándose cautelosamente se situó detrás de ella, desarmándola antes de que pudiera darse cuenta de nada.

(Sheriff) -. Así… que tu hermano Frank va a venir a mi casa? Cuanto honor baronesa… o es duquesa? Ah, ya recuerdo… es, la tigresa!!! Sabes tigresa! La única que va a recibir una azotaina, vas a ser tú, y luego el verdugo tendrá sumo placer en pasarte la soga por tu cabeza y ajustártela al cuello para colgarte, cuando el juez te condene a la única pena posible, la horca…

La llamada tigresa ni se había inmutado por la presencia del sheriff, ni se había preocupado ni lo mas mínimo, era tal su entereza que no mostro ninguna expresión, todo lo contrario se puso de pie encarándose con el agente de la ley…

(Jolie) -. Me hace gracia usted, sheriff! Va fresco si ha pensado por un momento que va a poder colocarme sobre sus rodillas, bajarme los pantalones y las bragas para darme esa azotaina, ni en el mejor de sus sueños, lograría semejante hazaña… Bastardo!!!

(Sheriff) -. Es que tú crees que vas a ser diferente a las demás? Tenías que haber visto como se retorcía tu hermanita pequeña. Que te crees, que eres demasiado mayor para que te pongan el culo rojo? Debes de estar rondando los cuarenta y cinco si no recuerdo mal. Cuando estas al margen de la ley, nada ni nadie me lo va a impedir que lo haga… Has cometido demasiados delitos a lo largo de los estados limítrofes, avisare a las autoridades de Topeka y Wichita, allí creo que no te darán una merecida azotaina, si no, que te pondrán una buena soga de cáñamo. Como para librarte de recibir tu merecido, tus tropelías con la ley se han acabado…

(Jolie) -. Que se te lo ha creído usted, salvaje!!! Si, da un paso más hacia mí, no volverá a ver a su ayudante con vida… Sí sheriff, tenemos a Laura su comisaria! Si me pone una mano encima, mis hermanos la darán el pasaporte!

En esos momentos aparecían por la puerta Frank y Blasón, el sheriff tiro del revolver izquierdo, ya que con el derecho apuntaba a la tigresa. El llamado Blasón por entrar confiado se llevó un balazo en la sesera haciendo un baile macabro cayó abatido por el certero disparo del sheriff, el hermano Frank, tuvo apenas unas milésimas para ocultarse con el marco de la puerta, permaneciendo fuera de tiro…

(Frank) -. Sheriff…!!! Más le vale que no cometa más tonterías o mataremos a su ayudante!!! Suelte inmediatamente a mi hermana, o no respondemos de la suerte que corra su ayudante, y lo que hagamos con ella antes…

(Sheriff) -. Manda que la traigan Frank! O tu hermana pasara a mejor vida! Que decides? Donde la tenéis?

(Jolie) -. Eso quisiera usted, saber dónde la tenemos para rescatarla, Frank ni se te ocurra decir donde la tenemos, mejor sería quedar para mañana a mediodía, así habrá tiempo para traerla desde donde la tenemos oculta…

(Sheriff) -. Bien, mañana al mediodía en la calle ante la iglesia… ahora por el bien de vuestra hermana, despejad las calles o le quitare esa sonrisa socarrona de un balazo… a vuestra hermana!!! Y tu mejor que guardes silencio!!! Ahora vamos a salir, vamos a la comisaria… y tu desvergonzada!!! Que haces así en bragas? A ver si aprendes modales para ir vestida por casa! Ahora ve a ponerte algo, luego te ajustare las cuentas en la comisaria por haber salido de casa sin permiso, estabas castigada te recuerdo…

(Patricia) -. Sheriff, que quería que hiciera? Debía salir a comprar, Laura llevaba días sin aparecer y no quedaba nada para comer, me vi en la necesidad de salir. Si voy así…en…bragas… es porque al encontrarme la puerta abierta, creí que había vuelto la Sra. Laura y ella me ha obligado a estar estos días solo en ropa interior, subí a mi alcoba pensando que estaba ella, al no hallarla baje al despacho creyendo que estaría en él, y como creía que me volvería a zurrar por salir sin permiso, me desnude para bajar al despacho, lo demás ya lo sabe usted, sheriff…

(Sheriff) -. Bien, entonces sube a ponerte algo decente, nos vamos a la comisaria. No quiero dejar la posibilidad que te capturen y te puedan utilizar como rehén. No quiero más errores!

En la comisaria encerró el sheriff a la famosa tigresa en una de las celdas, dejándola encerrada. La tigresa se tumbó en un camastro con una sonrisa en sus labios, mientras el sheriff regresaba por el pasillo a su oficina. Entonces cogió de la oreja a Patricia y la llevo por el pasillo a una de las celdas, metiéndola dentro…

(Sheriff) -. Pequeña! Dormirás aquí esta noche. .- Entonces la autoridad se despojó del cinturón canana de sus armas, colgándolas en la pared, también dejo su cuchillo Bobbie. Se acercó a la celda de la tigresa, abriéndola metiéndose en ella y cerrándola desde dentro, luego entre los barrotes arrojo las llaves hacia la celda que estaba Patricia. -. Ahora Jolie, ha llegado el momento de calentarte ese trasero, mañana iras con tus nalgas bien doloridas a la entrega.

(Jolie) -. Sabía que lo iba a intentar miserable, todos los puercos como usted, sheriff son de la misma calaña, pero se va a quedar con las ganas… .- La tigresa se puso en pie delante del camastro, con sus puños cerrados en guardia. Al acercarse el sheriff le soltó un certero derechazo a la mandíbula, que hizo que el sheriff por el golpe empezara a sangrar por el labio, -. Vaya si el sheriff también sangra como los cerdos! Venga, a que espera puede venir de nuevo, le espero aquí…

La autoridad se volvió acercar de nuevo, recibiendo un puñetazo en el rostro de nuevo, ahora fue el puño izquierdo de la tigresa, que acusó el golpe, pues se hizo daño en la mano…por lo visto el sheriff tenia dura la cabeza, volvió a intentar golpear al agente de la ley, pero esta vez fallo el golpe, al esquivarlo el sheriff, momento que aprovechó el, para inmovilizarle en su espalda el brazo derecho, del izquierdo no se debía preocupar, pues la tigresa se había causado ella misma una lesión, se acababa de romper la muñeca izquierda por pretender darle lo más fuerte posible, quedando a su merced… Por primera vez se vieron en los ojos de la tigresa preocupación, estaba en manos del sheriff totalmente indefensa, algo que al parecer el esperaba, por ello había permitido que lo golpeara, para así tenerla a su entera disposición. Mientras que con su mano derecha inmovilizaba el brazo derecho sobre su espalda, con la izquierda la sujeto del cuello debajo de la nuca, apretando ese punto con fuerza. Ello hizo que la tigresa inclinara su cuerpo hacia delante por el dolor, caminando hacia el camastro sin otra alternativa dada la presión sobre su cuello. El sheriff se sentó sobre el camastro obligando a Jolie a echarse sobre su regazo boca abajo sin poder hacer nada por luchar o evitarlo. Soltándole el cuello, una vez la tuvo sobre sus rodillas, metió su mano izquierda bajo su cintura, desabrochando el botón del pantalón y bajando la cremallera. Entonces cambio de mano para pasar a inmovilizar su brazo sano sobre su espalda, y una vez la derecha libre, procedió a bajarle el pantalón a la tigresa, la cual contorsionaba sus caderas intentando dificultar que le fuera bajado su pantalón, pero la fuerza del sheriff quedo patente que era más fuerte que ella. Apareciendo unas bonitas bragas rojas, sobre las cuales comenzaron a caer los primeros azotes firmes y poderosos, iban cayendo a buen ritmo y sin previo descanso, por lo que la tigresa intentaba por todos los medios intentar evitarlo, pero estaba firmemente sujeta, durante varios minutos se alargó la dolorosa azotaina sobre su trasero revestido por sus bragas rojas. Su entereza como la gran facinerosa, que resultaba ser con todo aquel que le acercaba, y de lo que siempre presumía de mujer dura, rápida con las armas, y ser muy peligrosa. Ahora con su trasero en llama viva, que apenas tenía voluntad de agitarse sobre las rodillas para liberarse, y ya hacia minutos que había dejado de patalear con sus piernas, sometiéndose al castigo. Sus bragas fueron bajadas a sus rodillas, sin impedir ni luchar por evitarlo, a pesar de dar apariencia de ser una fémina de carácter fuerte, una vez que le bajo sus bragas acomodándoselas en sus rodillas junto a sus pantalones, el cepillo de madera de fresno hizo su aparición en la mano de la autoridad, que de inmediato empezó la tunda con él. La tigresa comenzó a llorar a los pocos azotes, en la mente del sheriff le pareció inverosímil, que aquella mujer se hubiera rendido tan rápidamente a la azotaina, por si fuera una estratagema para liberarse de la fuerte azotaina, el sheriff no se apiado de ella aflojando el ritmo de la azotaina, todo lo contrario, aumento la intensidad y rapidez a la azotaina siendo está más severa.

La incredulidad de Patricia le parecía imposible, ver como aquella mujer que con su sola presencia la hacía ponerse a temblar de miedo, y ahora, viendo como Jolie recibía aquella azotaina sobre las rodillas del sheriff, no tenía credibilidad lo que estaba sucediendo ante sus ojos, si no fuera porque estos lo estaban viendo por sí mismos. Tan solo unos años antes esa mujer, había abusado de ella cuando aún era una adolescente, por su enérgico carácter que se imponía ante cualquiera, hombres y mujeres la temían. En cambio ahora veía que simplemente era, una don nadie, la escuchaba llorar lastimeramente mientras era castigada por el sheriff. El culo de esa farsante estaba muy muy colorado, debía de arderle enormemente por su manera de berrear y llorar. Cuando por fin ceso la azotaina lloraba desconsolada, el sheriff la retiro de sus rodillas depositándola sobre el camastro boca abajo, llevándose las dos manos a su trasero, y sobándoselo con suavidad se quedó llorando boca abajo.

(Sheriff) -. Quien me lo iba a decir! Es toda fachada y nada más. Ahora tigresita, pues de tigresa no tienes nada, me vas a decir a donde tienen retenida a mi ayudante…Me has escuchado? Y deja de tragarte los mocos, vaya decepción! Y yo que pensaba que me ibas a dar mucha guerra… Dime de una vez donde tenéis a mi ayudante Laura?

(Jolie) -. En…el…sota…sótano…del…sa…salón de Alison… AAAAyyyYYY…

(Sheriff) -. Patricia! Ábreme la celda preciosa!

(Patricia) -. Desde luego sheriff… y gracias por haberla zurrado a esa guarra… Y pensar que hace unos años abuso de mi esa maldita boyera…!!!

(Sheriff) -. Esto te servirá de lección pequeña! Pero aún no he acabado contigo, Jolie. Por la mañana recibirás otra azotaina, y muchas otras que vas a recibir, mientras te tenga en mi poder… Patricia, mírala bien. Si vuelve a ser la de antes avísame, vendré a calmarle esos humos… Voy a liberar a Laura!

El sheriff se volvió a colgar sus armas, revisando que estas salieran con facilidad de sus fundas y recargo sus revólveres de los disparos realizados, salió de la comisaria por la puerta trasera. Minutos después pasaba por delante del salón con sigilo, vio que en la barra estaban los Henderson. Faltaba Forrest el esbirro de los Henderson, dedujo que este debía hacer guardia en el sótano. Por lo que decidió rodear el salón y acceder por detrás, seguramente podría acceder por una de las ventanas del despacho de Alison y así sorprender a Forrest. Miro a través de la ventana, el despacho estaba vacío, con su cuchillo Bobbie forzó el cierre y abrir la ventana, una vez dentro accedió a la puerta que desde el despacho bajaba al sótano, a la entrada del sótano miro por la cerradura de la puerta el interior, sus ojos disparaban chispas por lo que estaba pasando allá adentro, Laura estaba atada en una de las paredes por unas argollas fijadas a la pared, el tal Forrest estaba sobando el cuerpo de Laura, le había rasgado la blusa y bajado el pantalón y las bragas, en esos momentos él se estaba bajando el pantalón para poseer el cuerpo indefenso de Laura, de una patada abrió la puerta al tiempo que lanzaba su cuchillo Bobbie, clavándoselo en el cuello del violador, este no pudo ver quien le había quitado la vida. Libero a su ayudante después de subirle las bragas y el pantalón, no le arreglo la blusa, pues esta no tenía arreglo posible. Laura al ver al sheriff, su rostro sonrió al verle, desmayándose poco después. El agente de la ley, con cariño cargo con su cuerpo poniéndola sobre su hombro, y así subió al salón. Apareciendo ante los hermanos Henderson, que al verlo no tardaron en ir a sus armas, antes de que sus manos rozaran las culatas de sus revólveres, ya había enviado el sheriff tres balas con sus nombres escritos, cuando estos sacaban sus armas, las balas agujereaban sus frentes con tres agujeros limpios, no se enteraron de nada más. Con su ayudante Laura sobre su hombro, paso por delante de los cuerpos caídos, nadie de los presentes intento nada. Minutos después Laura era tumbada sobre la cama del sheriff, depositándola con suavidad por este.

A la mañana siguiente, Laura se había despertado en la cama de su jefe. A su lado estaba Patricia haciéndole compañía, durante la noche la había bañado sobre la cama, para quitar los rastros de haber sido manoseada por el cerdo de Forrest. De fondo se escuchaba llorar a una mujer desesperadamente. El sheriff estaba dando otra azotaina a Jolie, aunque ahora solo estaba dándosela con la mano y berreaba como una damisela.

(Patricia) -. Es el sheriff, está castigando de nuevo a la tigresa. Tanto miedo que nos daba a todas y ha resultado ser una blandengue, tenías que haberla visto ayer como lloraba cuando le saco el sheriff donde te retenían. Que equivocadas nos tenía esa ramera!!!

(Laura) -. Pero… como ha sido posible que viniera tan pronto? Iba a estar fuera al menos tres semanas visitando a las tribus indias…

(Patricia) -. Sí, eso creía yo también. Pero me ha contado que unos indios le avisaron que la tigresa había sido vista en compañía de sus hermanos y el resto de la banda Henderson, dirigiéndose a Spank City Spring´s. Dedujo que podrías tener problemas con ellos y volvió a ayudarte, menos mal que llego a tiempo de evitar males mayores. .- Las dos mujeres salieron hacia el pasillo de las celdas, deteniéndose junto a la celda de la tigresa. Miraban sonrientes como recibía aquella azotaina sobre las rodillas del flamante Sheriff de Spank City Spring´s, como el culo de la tigresa enrojecía cada vez más, además de sus marcas moradas de la azotaina con el cepillo la noche anterior, las dos chicas estaban orgullosas de su spanker y de su jefe.

(Continuará…)