El sexo es un juego (2)

Este es el relato más largo que escribo, espero que os guste.Definitivamente era a ella a la que había buscado durante todo este tiempo, no sabía ni como se llamaba, pero mi corazón, mi cuerpo y mis ojos se habían vuelto locos por ella, por verla, por estar con ella, por acariciarla, por hacerla mí

Entonces nos disponíamos a dar por finalizada la fiesta e irnos a casa, antes de salir por la puerta, miré hacia la barra y vi cómo Amelia me miraba y me sonreía, yo hice lo mismo, la sonreí y me fui para casa.

Esto me ocurrió hace un mes y hoy me ha venido esta frase a la cabeza, todavía no sé si me gustan las chicas o los chicos, todavía no he encontrado a ningún chico que me guste, pero en cambio, si he tonteado con alguna chica alguna noche, pero no ha pasado de ahí, solamente tontear, así que ahora aquí sentada, me he propuesto encontrar la respuesta, el sexo es un juego, y me divertiré jugando :)

Hoy me he levantado feliz, esta noche he soñado con Amelia, la chica con la que tuve mi primera experiencia, me encantó, hace un mes que no sé nada de ella, se me había pasado por la cabeza ir a verla, pero luego recapacitando, pensé que sería una locura, pues yo seguramente habría sido una más de sus conquistas de la noche, así que ahora me encuentro desayunando en la cocina pensando en ella, en su mirada y su sonrisa, deseaba volver a verla, ninguna chica con la que he tonteado este mes me ha gustado tanto como lo hizo Amelia, con ella fue especial, mi corazón y mi cuerpo se revolucionaron con ella, y mi alma se extasió con su pasión.

A mis amigas no las he dicho nada, tampoco se lo he dicho a mi familia, todavía no he encontrado la respuesta a lo que buscaba, por lo que la seguiré buscando sin decir nada, empezaré otra vez esta noche, como cada noche de sábado que salgo, me pregunto, si hoy encontraré las respuestas a mis dudas, mi corazón siente que hoy es el día, ese día que llevo esperando, en el que me enamore.

El día pasó como siempre, fue un día normal en esos que haces un poco de todo y a la vez descansas, llegó la noche y me vestí, me puse unos pantalones ajustados, una camisa con escote y mi cazadora de cuero, mi melena suelta, mis ojos pintados junto a mis pestañas y brillo en los labios, después de vestirme, me puse a pensar a dónde iría, las noches anteriores fui a diversas discotecas, pero había mucho moscón suelto, entonces decidí que hoy iría a una discoteca solamente de chicas, sí, lo había decidido, cogí el bolso y me dirigí hacía ella, hacía un par de semanas me habían dado una tarjeta de una discoteca que cumplía mis requisitos de esta noche, una discoteca con ambiente, sin mucha gente, con pista de baile y buena música.

Cuando llegué, entré y observé como algunas miradas se posaron en mí, me dirigí a la barra, cada vez que me acercó a la barra y me encuentro con una camarera, me acuerdo de Amelia.

Camarera: hola preciosa, ¿qué te pongo?

Mia: algo fuerte.

Camarera: muy bien :)

Ahora que lo pensaba, las camareras eran muy simpáticas, ¿serían siempre así, o lo serían conmigo?

Camarera: toma guapa aquí la tienes, tomate la copa despacio que sube muy deprisa :)

Entonces tomándome la copa y mirando a la pista de baile, la vi, y cuando pasa eso, algo en nuestro corazón se acciona y te enamoras, tu mirada observa aquella belleza bailando en la pista a cámara lenta, con su vestido blanco revoloteando al ritmo de la música, entonces nuestras miradas se encontraron y mi cerebro no pensó, solamente mi corazón, mis piernas se movieron solas, y me fui directa a la pista de baile a encontrarme con ella, enfrente de ella me puse a bailar, ella se acercó a mí, cada vez se acercaba más y más, puso sus manos alrededor de mi cuello, masajeándome el pelo, sus labios se acercaron a mi oreja y me susurró.

chica: bailas muy bien.

Su voz me derritió, y sus manos me encantaron, delicadas y dulces me acariciaban mientras nuestros cuerpos bailaban pegados con la música.

Yo me acerqué a su oreja.

Mia: llevo mucho tiempo buscándote.

Chica: yo llevaba mucho tiempo esperando a que aparecieras en mi busca.

Mia: :)

Bailamos juntas y entonces sucedió, mis manos se posaron en su cadera, ella se acercó a mis labios, pero antes del beso me dijo.

Chica: desde que te he visto me has gustado.

Mia: desde que te he visto he sabido que eras para mí.

Chica: :)

Mia: :)

Nuestros labios se acercaron y buscaron el placer del beso, aquel beso que lo inundaría todo de pasión, fue un beso intenso dónde el tiempo pasó lentamente y el beso, ese beso apasionado traspasó la barrera de mi corazón llegando a lo más profundo de mi interior, entreabrimos los ojos, pero como si nuestras mentes estuvieran conectadas, los volvimos a cerrar para seguir disfrutando de ese beso.

Luego llegó el beso con lengua, íntimo y excitante, muy excitante, mi mano acarició su mejilla, nos enamoramos, nuestras cuerpos se electrizaban con cada roce de nuestras manos, con cada mirada, con cada gesto y nuestros corazones palpitaban a la vez, seguimos bailando, seduciéndonos con las miradas y las caricias, estábamos muy cerca, entonces con su mirada revoltosa y juguetona, su mano acarició mi muslo, acercándose a mi zona íntima, me puso como una moto, definitivamente era a ella a la que había buscado durante todo este tiempo, no sabía ni como se llamaba, pero mi corazón, mi cuerpo y mis ojos se habían vuelto locos por ella, por verla, por estar con ella, por acariciarla, por hacerla mía.

Mia: me he vuelto loca por ti en tan solo un segundo y no sé tu nombre.

Chica: a mí me ha pasado lo mismo, me puedes llamar como quieras, cari, cielo, pero si me quieres llamar Blanca, también lo puedes hacer :)

Mia: (Blanca, la chica de mis sueños se llamaba Blanca, me gustaba como se llamaba), yo me llamo Mia :)

Blanca: ¿y serás mía? :)

Mia: :)

Blanca: te lo habrán dicho más de un millón de veces, estoy segura, pero me apetecía decírtelo.

Mía: eres la primera chica que me lo dice, y la primera que se me insinúa con esa voz tan sexy, preciosa.

Blanca: mmm, me has llamado preciosa, me gusta.

Mía: estoy segura de que te han llamado cari o cielo más veces, así que he optado por preciosa.

Blanca: :), sí, me han llamado así muchas veces, pero nadie me lo ha dicho como tú :)

Mia: no me lo creo preciosa :)

Blanca: :)

Se apoyó en mi hombro y bailamos así durante un tiempo, su sonrisa me enloquecía, ella entera me enloquecía.

Mia: nunca te separes de mi.

Entonces ella se apartó un poco de mí y me miró a los ojos.

Blanca: nunca me separé de ti, ¿sabes por qué?

Mia: ¿por qué?

Blanca: porque te secuestraré, te encerraré en mi casa e incluso si quieres te ataré a mi cama para que siempre duermas junto a mi :)

Mia: mmm...lo de la cama suena interesante :)

Nos reíamos y nos enamorábamos a cada segundo, cada instante con ella era especial, único, ese recuerdo permanecería junto a mí para siempre.

Cuando nos cansamos de bailar en la pista, la agarré cuidadosa y delicadamente de la mano para llevarla a la barra e invitarla a una copa.

Encontré un sitio y nos sentamos.

Mia: ¿qué te apetece tomar?

Blanca: mmm, es una pregunta muy sugerente, ¿qué pasaría si te dijera que me apetece tomarte a ti?

Mia: te diría que es una buenísima elección para más tarde :)

Blanca: entonces la guardaré para luego, ahora me tomaré un gin tonic.

Mia: me parece perfecto ;)

Camarera: hola :), ¿qué te sirvo?

Mia: dos gin tonic por favor :)

Algo dentro de mí se removió cuando la camarera solamente me miró a mí y no a Blanca, pero no era por la camarera, solamente tenía ojos para Blanca en ese momento, era otra cosa, pero ¿qué era?

Cuando la camarera nos trajo las copas, me guiñó un ojo, Blanca se dio cuenta también, por eso su mano se acercó a mi mejilla y acercó mis labios a los suyos, nos fundimos en un dulce beso.

Blanca: te amo, cómo nunca he amado a nadie jamás :)

Mia: :) perdona si me he distraído...

Blanca: mirando a la camarera.

Mia: :) ella no me gusta, solamente que me hace pensar en un tiempo atrás, en una camarera que me dijo una cosa, y ahora me he dado cuenta de que tenía razón.

Blanca: ¿y qué cosa te dijo aquella camarera?

Mia: que yo sabría cuando encontraría a esa persona especial, de la que me volvería loca.

Blanca: ¿ y soy yo?

Me miró con un atisbo de esperanza en sus ojos.

Mia: sí, eres tú la única chica que al mirarme hace que mi cuerpo se estremezca, que tiemble, y que mis ojos nunca quieran separarse de los tuyos.

Blanca: :)

Todo iba perfecto pero nada en esta vida sale como estamos planeando que salga, porque justo en ese momento algo sucede que lo cambia todo.

Una chica llegó, se puso enfrente de Blanca y comenzó a hablarla, estaba muy enfadada, tenía los puños de la mano cerrada.

Chica: hola Blanca, ¿qué tal?, ya te has olvidado de mí, ¿no?, lo que tuvimos anoche no fue especial para ti, ¿no?, cuando me levanté por la mañana ya no estabas, ayer me dijiste que me querías, que era especial para ti, y ahora te veo aquí con esta, lo dijo señalándome con furia.

Blanca: Amanda lo de ayer fue muy bonito y especial, pero.. no me enamoré de ti.

Amanda: ¡pues no haberme dicho que me querías!, (la dio un bofetón)¡te odio!, (yo vi dolor en los ojos de Blanca) la iba a dar otro bofetón, pero yo no podía ver cómo la hacían daño, la agarré del brazo a Amanda y la empujé para apartarla de Blanca.

Amanda: ¿qué te crees que haces? la saltaban chispas en los ojos.

Mia: no voy a permitirte que la hagas daño.

Amanda: :), (miró a Blanca) ¿a esta también te la has tirado no?, ¿también la has engañado?, (ahora me miró a mí) no te creas nada de lo que te diga, es una seductora nata, cuando se canse de ti, se irá con otra, primero te seduce, luego se acuesta contigo y te hace sentirte la persona más especial del mundo, y cuando te levantas por la mañana ya no está, luego por la noche la ves aquí con otra, eso lo hace una y otra vez, yo fui tonta y creí que yo era especial para ella y estaría junto a mí, pero me equivoqué, no cometas el mismo error que cometí yo, y si no me crees, pregúntale a cualquier otra chica.

Mia: no me hace falta preguntarle a otra chica, (entonces miré a Blanca y la pregunté) ¿es verdad todo lo que ha dicho Blanca?

Nuestros ojos se miraron, y pude ver en los suyos arrepentimiento y los míos pedían que me dijera que no, pero no fue así.

Blanca: sí, es verdad todo lo que ha dicho, pero esta vez es diferente Mia, (me agarró del brazo mientras nuestras miradas seguían unidas) me he enamorado de ti, no te vayas, no puedo perderte, por favor, quédate conmigo.

Sus ojos me miraban suplicantes.

Mia: ¿y cómo sé que no me vas a engañar?

Blanca: te amo.

Sus palabras parecían ser verdaderas, sus latidos me decían que era verdad, pero algo dentro de mí me decía que huyera, tal vez el miedo de arrojarme a su amor y luego de que me dejara.

Mia: ese dolor que ahora sientes al perderme es lo que ella sintió cuando por la mañana no estabas a su lado (se lo dije mirando a Amanda)

Blanca miró a Amanda.

Blanca: perdón Amanda, espero que puedas perdonarme.

Amanda: sí, algún día lo haré, pero gracias a ti nada de esto me volverá a ocurrir.

Después de decir eso Amanda, cogió la puerta y se marchó de allí.

Miré a Blanca.

Mia: llevó buscándote mucho tiempo, y hoy había creído encontrar a esa persona especial que hacía cambiar mi mundo entero.

Blanca: y la has encontrado, soy yo.

Mia: sabes una cosa, cuando Amanda a dicho todo eso, mi cuerpo quería salir huyendo, ¿sabes por qué?, porque nadie me ha hecho daño antes, y no quiero sufrir por amor, sé que tarde o temprano sufriré, pero no quiero que sea de un día para otro, si me dejas, serás la primera que me rompa el corazón, pero si me quedo contigo esta noche, es para que estés junto a mí mañana por la mañana y al día siguiente, y que solo tengas ojos para mí, yo te ofreceré lo mismo e incluso más, así que creo que es un trato justo, ¿no lo crees?

Blanca: ¿eso es un sí a que te quedas conmigo?

Mia: sí, pero solamente si me juras amor eterno.

Blanca: te juro amor eterno.

Se abalanzó sobre mí con un beso voraz, ese beso jamás lo podría olvidar, permanecería en mí para siempre.

Después de este momento de atroz desesperación, Blanca y yo nos bebimos las copas y nos fuimos a sentarnos a un sofá que había al fondo, pasando la pista de baile, nos trajeron unos cuantos chupitos, con nuestros corazones a mil y nuestros cuerpos a cien por hora, comenzamos a degustarnos, primero fueron las miradas y los besos, luego los besos ardientes y el deleite de tocar sus muslos con mi mano, subía apretando su muslo, ella se excitaba, y su excitación me volvía loca, me moría por quitarla la ropa y devorarla, los besos cada vez eran más profundos, más intensos y más calientes, cuando ella comenzó a acariciarme el clítoris por encima del pantalón, yo estaba que me subía por las paredes, mi clítoris pedía a gritos un orgasmo, mientras lo seguía acariciando, me mordió el cuello, y eso provocó una inmensa excitación en todo mi cuerpo, mis pezones se pusieron duros con aquel mordisco...mmmm....sssshhhaaaaa, me susurró al oído, estábamos a mil por hora, ya no podía aguantar más.

En cambio ella si podía aguantar más, puse mi mano en su mejilla y busqué sus labios, me acerqué a ellos, miré sus ojos, ella miró los míos, me acerqué un poco más a sus labios, todavía sin rozarlos, ella deseaba ese beso, su mirada me lo pedía a gritos, la sonreí y rocé un poco sus labios, ella quería más, pero yo los aparté, entonces ella me besó salvajemente y ya la puse a cien, ya no podía aguantar, estaba igual de caliente que yo.

Blanca: estoy muy cachonda y muy caliente, ya no puedo aguantar más, vamos...

Me agarró de la mano y me llevó a la salida, cuando salimos me llevó a su coche, era mediano, ni muy grande ni muy pequeño, tenía los cristales de atrás tintados de negro, no se veía nada del interior.

Blanca: me encantaría llevarte a mi apartamento, pero llevó un calentón encima que habrá que solucionarlo antes :)

Mia: sí, la besé, abrimos la puerta trasera del coche, la cerramos y la puse encima de los asientos mientras la besaba, luego nos sentamos y ella se quitó el vestido y sin esperármelo, me arrancó la camisa de golpe, ufff que calor, se quitó el sujetador y se sentó encima de mí, sus pechos quedaron frente mis ojos.

Blanca: te amo.

Mia: yo más.

Mis manos subieron por su cintura y se pararon en sus pechos, Blanca soltó un gemido, mientras mis manos agarraban sus hermosos pechos, mi boca lamió su pezón derecho y terminó mordiéndolo suavemente, ella contestó con otro gemido aaamm, volví a repetir la misma acción con el pezón izquierdo, ella se volvió loca, ella me quitó la camisa y me dijo con voz perversa.

Blanca: quítate los pantalones y hagamos el amor salvajemente, quiero que el coche tiemble :), me besó con pasión.

Blanca se puso a mi lado, me quité los pantalones y el sujetador, yo no me había dado cuenta pero cuando la miré, ya estaba totalmente desnuda.

Blanca: ¿te quitas las bragas o prefieres que lo haga yo? me sonrió pícaramente.

Sin pensármelo dos veces me quité las bragas con rapidez y la besé locamente.

Mia: te amo locamente.

Blanca le dio al botón de la radio y se puso encima de mí, sonaba una música increíble, luego la pregunté por el título de la canción y me dijo que era "A Thousand Years" de christina perri.

Blanca: para que sea más bonita nuestra primera vez.

Se sentó encima mía y nuestros clítoris se rozaron por primera vez, las dos soltamos un gemido a la vez, sus brazos rodearon mi cuello y comenzó a moverse en círculos encima mía, cada roce de su clítoris con el mío nos excitaba a las dos, hacía que el momento fuese único, la amaba, nuestros ojos no pararon de mirarse un solo segundo.

La acaricie el clítoris con la mano, ella respondió con un gemido de inmenso placer.

Blanca: aa, sigue nos pares.

Yo seguí acariciándola, cada vez que cambiaba de dirección la daba un espasmo y me pedía más, yo seguí acariciándola el clítoris pero cada vez más deprisa, ella pedía más y más, yo iba más deprisa, la chupé un pezón, y escuché otro gemido.

Blanca comenzó a moverse más deprisa en círculos, notaba como su clítoris estaba a punto de darla el primer orgasmo, mis dedos se introdujeron en su vagina y comencé a meterlos y sacarlos, estaba muy mojada y estaba al punto del orgasmo, pero yo hacía que lo quisiera más.

Blanca: a.a.a.a.a.a.a.a.a, ya no puedo más.

Moví los dedos más deprisa dentro de ella y luego los saqué de su vagina, la agarré del pelo con fuerza y la acerqué a mis labios mientras su vagina se contraía una y otra vez del placer de aquel orgasmo.

Cuando nuestros labios se apartaron, y nuestras miradas se miraron, sentí que no quería apartarme de ella nunca.

Blanca: te quiero.

Mia: yo más.

Nos dimos un beso de amor profundo, me puso los pelos de punta, mi cuerpo rozando el suyo, ella estremeciéndose de placer junto a mí, nuestras manos entrelazados buscando el mayor placer que podría existir.

Blanca: quiero seguir disfrutando de ti :)

Me besó y su mano se deslizó entre mis muslos hasta acariciar mi vagina, algo dentro de mí se removió, sus dedos comenzaron a jugar con mi clítoris, me sentía extraña, mostrándome vulnerable ante ella, Blanca podía ver en mis ojos mi alma, el interior de mi corazón, ella seguía jugando con mi clítoris mientras se reía y me besaba el cuello.

Blanca: ¿te gusta?

Mia: mmm... me vuelves loca.

Blanca sonrió e introdujo un dedo en mi vagina, yo estaba húmeda, eso la gustó, movió su dedo en círculos dentro de mí, gemí, ella me besó con lengua y mientras sacaba el dedo y lo metía, jugábamos con nuestras lenguas mientras nuestras miradas se abría y se cerraban a la vez, mmm..assshhhh, cuanto placer, quería que llegara ya el orgasmo, pero ella lo prolongaba, mi cuerpo lo deseaba más que cualquier otra cosa en el mundo, se lo supliqué.

Mia: hazme tuya.

Blanca decidió que era hora y movió su dedo más deprisa dentro de mí, de dentro a afuera, luego lo sacó y acarició rápidamente mi clítoris.

Mia: a.a.a.a... aaaaa.aaaa.aaaa.aaa.aa.a

Aquel inmenso placer recorrió todo mi cuerpo con unos cuantos espasmos que procedían de mi vagina, su mano no se apartó de mi vagina por lo que ella también lo sintió, ya no eramos dos personas en el asiento de atrás de su coche, sino que éramos una sola.

Mia: te quiero.

Blanca: te amo.

Nos besamos y dejamos que nuestros cuerpos y nuestros corazones se hundieran en el amor.

Estuvimos besándonos durante un tiempo, luego se apartó de encima mía y nos vestimos, cuando terminamos de vestirnos, me miró y me dijo.

Blanca: vas a ser la primera chica a la que lleve a mi apartamento :)

Mia: y espero ser la última :)

Blanca: :)

Nos subimos en el coche mientras la canción seguía sonando, la tenía en modo repetitiva, para que nunca acabase.

Blanca: no te lo he preguntado en lo que llevamos de noche, y tu a mi tampoco, supongo que será porque no importa, pero aún así me gustaría saberlo.

Yo ya sabía a qué se refería, a la edad, tampoco le había dado ninguna importancia durante la noche, a mi me daba igual la edad que tuviera, me había enamorado perdidamente de ella.

Mia: ¿cuántos años crees que tengo? o mejor, ¿cuántos años preferirías que tuviera?

Blanca: :), me da igual la edad que tengas, siempre y cuando no seas menor de edad. Por otro lado responderé a tu primera pregunta, eres joven, muy joven, pero tu forma de ser, tampoco diría que fueras tan joven, por tu juventud diría que tienes 19 o 20, pero por tu forma de ser diría que tienes entre 21 y 23.

Mia: ¿para ti que edad sería perfecta que tuviera?

Blanca: para mí sería perfecto que tuvieras 23, la misma edad que yo, pero me da a mí que no va a ser la edad que tienes por la cara que me has puesto.

Como decirla a la persona que amas, que eres una cría para ella, que tienes 18 años y que acabas de descubrir gracias a ella que te gustan las chicas, 5 años de diferencia, para mí no suponían nada, y para ella, ¿qué supondría para ella?

Llegamos a su apartamento, o eso supuse, puesto que aparcó el coche y quitó las llaves, me miró.

Blanca: ¿y bien, cuántos años tienes? ¿he acertado en alguna de las edades, entre 19 y 23?

Mia: (la miré a los ojos) no has acertado.

Blanca: dime que no eres menor de edad.

Mia: no, no soy menor de edad.

Ella se sintió aliviada.

Blanca: ¿tienes 24?

Mia: no.

Blanca miró al frente pensativa.

Blanca: tienes 18 años.

Mia: sí.

Blanca me miró.

Blanca: ¿te importa que yo tenga 23 años?

Me quedé perpleja, esa pregunta, no sé a qué venía esa pregunta.

Mia: no, me he enamorado de ti sin saber nada, ni siquiera el nombre, no me importa que tengas 23 o 30, me da igual, solamente me importa que te quiero y ya está.

Blanca: :), no sé cómo alguien que solamente puede tener 18 me ha vuelto así de loca, yo que he estado buscando a chicas con la misma edad que yo o incluso mayor que yo, y resulta que tú apareces de la nada y me robas el corazón con tan solo una mirada, me da igual la edad que tengas, solamente sé que tú me enamoras a cada instante que me miras o me hablas con tu voz, te quiero.

Nos fundimos en un profundo beso de dos chicas total y perdidamente enamoradas.

Salimos del coche y subimos a su apartamento, en el ascensor comenzaron los primeros roces, las primeras caricias, las miradas de complicidad y los primeros besos de pasión.

Salimos dando tumbos del ascensor, me puso contra la puerta de su piso, mientras intentaba abrir la cerradura, me metió dentro y me llevó directamente al dormitorio.

Me empujó hacia la cama y ella se me puso encima, me besaba salvajemente, estaba desatada, me arrancó la camisa otra vez y con sus manos acarició suavemente mi cuerpo, me quitó el sujetador de un tirón y agarró mis pechos entre sus manos, me puso a mil, me quitó el pantalón rápidamente, fue besando mi pierna, llegó hasta mi muslo, siguió dándome besos en el abdomen, que calor teníamos las dos, seguía subiéndome dándome besos, me dio un beso en cada pezón y luego subió por el cuello, me encantaba que me besaran en el cuello, llegó a mis labios y nos dimos un beso con lengua, luego volvió a bajar por mi cuello con besos, de nuevo se detuvo en mis pezones, les dio otro beso, y continuó su trayectoria hacia abajo, pero esta vez no siguió por el muslo, sino que se detuvo en el abdomen y mientras me bajaba las bragas, continuó dándome besos hasta que llegó a la vagina, donde se detuvo y lamió el clítoris una vez, me estremecí y apreté la almohada, luego continuó lamiendo, su lengua jugaba con el clítoris

Y mientras mi cuerpo se contraía cada vez que su lengua me tocaba, metió dos dedos dentro de mi vagina y mi cuerpo se contrajo del inmenso placer que provocó en mí, la amaba, me gustaba cada movimiento que hacía, cada vez fue más deprisa, y mi cuerpo gemía de placer, a.a.a.a.a.a.a.a, tenía muchísimo calor, yo la pedía más y ella me lo daba, hasta que el orgasmo me alcanzó y mi cuerpo tembló, aaa llegó la primera contracción, aaa, luego otra, y otra aaa, y otras más pequeñas, hasta que se acabaron y quedó la satisfacción en mi cuerpo junto al suyo, nos besamos durante un rato y luego cuando ya había despertado del increíble placer proporcionado por ella, decidí que ahora la tocaba a ella disfrutar.

Mia: ahora te toca a ti disfrutar :)

Blanca: lo deseo.

La cogí, la di la vuelta y la puse en la cama, ahora me encontraba yo encima suya.

Nos fundimos en un largo beso.

La quité delicadamente el precioso vestido blanco, me acerqué a su boca buscando su beso, la quité el sujetador mientras la besaba  y mis manos se posaron en sus pechos, mi lengua jugó con ellos, primero uno, lamí el pezón rápidamente, mmm estaba deliciosa, ella gimió de placer, luego mi lengua jugó con él, con la lengua lo moví de un lado a otro mientras mis manos acariciaban su cadera, al final terminé mordiéndola dulcemente el pezón, aquello la encantó, repetí lo mismo con el otro pezón, estaban muy duros, luego fui bajando por su abdomen con  dulces y apasionados besos, la quité las bragas rozándola la piel con la yema de los dedos, luego bese su clítoris, y mi lengua se dedicó a jugar con él, ella gemía de placer, y cuando cogí velocidad, ella comenzó a mover la cadera de un lado a otro, al final explotó en un orgasmo increíble, aaaahhhh..., me acerqué a sus labios y ella acogió los míos entre los suyos con gran pasión.

Mia: te quiero.

Blanca: yo más :)

Mia: :)

Blanca: me he quedado con ganas de más :), ¿y tú?

Mia: siempre tendré más ganas de tí.

Nos besamos y nuestras manos acariciaban cada rincón de nuestros cuerpos, su pierna me atrapó, y nuestras miradas conectaron en un placer infinito, estuvimos besándonos y moviéndonos durante un buen rato, luego nos dimos la vuelta y ella comenzó a moverse encima de mí, nuestros clítoris se rozaban, ella se movía cada vez más deprisa, nuestros cuerpos pedían el ritmo, puso sus dos manos en mi pecho, mi corazón se volvió loco por ella.

Blanca: a.a.a.a.a.a

Mia: a.a.a.a.a.a.a

Blanca: más, más, más.

Mia: sigue, sigue.

Blanca: a.a.a.a.a

Mia: a.a.a.a.a.

Y entonces el orgasmo llegó ella se cayó encima de mí, nuestras manos se entrelazaron mientras vivíamos aquellas maravillosas agitaciones del orgasmo, nos besamos y se quedó abrazada a mí, nos dormimos en aquella maravillosa historia de amor que teníamos, la amaba cómo jamás amaría a otra chica nunca, con ella había sido todo especial, maravilloso e increíble

El sol asomaba por las cortinas e iluminaba la habitación, abrí los ojos y en ese momento me cundió el pánico porque Blanca no estaba conmigo en la cama, busqué con la mirada por la habitación pero tampoco estaba, fui a levantarme, pero hasta ese momento no me había dado cuenta de que mi brazo izquierdo no se movía hacía donde yo quería, algo me lo impedía, miré y resulta que mi mano estaba atada con unas esposas a la cama, me senté en la cama, apoyé los pies en el suelo, miré por la mesilla de noche pero no encontraba la llave, entonces escuché una voz en la puerta y miré, fue una sensación de alivio al verla, no os lo podéis ni imaginar, era Blanca, estaba apoyada en el marco de la puerta, llevaba puesto el sujetador, las braguitas y mi camisa, estaba preciosa.

Blanca: ¿acaso estabas buscando esto?

Enseñó la otra mano con las llaves.

Mia: sí, creo que era eso lo que buscaba.

Blanca: te dije que te secuestraría y te ataría a la cama para que siempre durmieras junto a mí, y la otra razón es para que despertarás junto a mí y no huyeras.

Blanca se sentó a mi lado en la cama.

Mia: ¿ creías que me escaparía a escondidas por la noche?

Blanca: mi corazón me decía que no, pero por si acaso decidí atarte a la cama :)

Mia: :)

Intenté cogerla las llaves, pero ella me lo impidió.

Blanca: primero tendrás que besarme.

Con la mano que me quedaba libre la atraje hacía mi, y la di un beso de mi amor eterno.

Mia: ahora que te he mostrado mi corazón, ¿me das las llaves?

Blanca: te quiero, toma las llaves :), te he preparado el desayuno, es la primera vez que yo se lo preparo a alguien, así que espero que sepas lo especial que eres para mí.

Blanca iba a salir por la puerta, pero antes se detuvo en el cerco y se dio la vuelta.

Mia: ¿me vas a dar la camisa o voy a ir en sujetador por la casa?

Blanca: mmm, no estarías nada mal caminando en sujetador por la casa :), pero si quieres puedes ponerte alguna camiseta que tengo en mi armario.

Acto seguido señaló el armario y se marchó por la puerta, yo me quité las esposas me dirigí al armario a por una camiseta, me la puse y deseé que esta historia no terminara nunca.

Gracias a tod@s por leer este relato, gracias por valorarlo y comentarlo, he estado pensando en continuar la historia si os gusta, me gustaría que lo comentarais.

Muchas gracias por todo, os deseo unas felices fiestas :)