El sexo en toda regla. segunda parte. el acto.
Para eso aceleré mi marcha, provocándole hasta un poco de dolor a la chica que estaba siendo devorada por dos tíos, uno se tragaba sus tetas y otro le rellenaba culo. Contenido totalmente bisexual.
Como ya comenté en la primera parte, habíamos quedado para tomar unas cañas. Nos citamos en un bar cerca de su casa. Marcos iba vestido con una camiseta amarilla bastante ajustada de manera que le sobresalían los bíceps. Llevaba pantalones vaquero pitillo que le daban una forma atlética, ya solo verle volví a recordar el cuerpazo que se gasta el tío. Nuria llevaba unos shorts (tirando a cinturón) tan apretadito que casi se le marcaban los labios vaginales, ahí mismo me hubiera puesto a mamar. De parte de arriba llevaba un top “palabra de honor”, de manera que las tetas quedaban perfectamente marcadas creando uno de los mejor escotes que he visto en mi vida. Solo con eso me bastaba para hacerme une de esas pajas inolvidables. Fue difícil estar centrado con esos cuerpos delante. Pero empezamos a beber y charlamos todo el tiempo riéndonos mucho y pasándolo muy buen. Íbamos por la quinta ronda cuando Nuria me invitó a acompañarles a su casa.
Una vez en su casa nos sentamos en los sofás. Mientras Nuria fue a buscar unas cervezas Marcos me hacia una serie de preguntas que cambiaron totalmente los acontecimientos de esta historia.
-Víctor, ¿te follarías a mi novia?- preguntó sin tapujos.
-sinceramente, la empotraría contra la pared para meterle toda la polla- sin duda dije estas palabras gracias al alcohol.
-(risas) ¿te gusta su cuerpo? Porque a mi no me importaría compartirla- me quedé un poco inmóvil, pero las cañas ayudaron a ser un poco mas lanzado.
-vaya, esto no me lo esperaba. A mi tampoco me importaría-
-¿has hecho esto antes?-
-¿tirarme una tía? claro- respondí seguro.
-no hombre, eso ya lo sé. Me refiero si has hecho cosas con hombre- me quedé perplejo cuando vi la primera señal de que esa noche habría más de un agujero follado.
-no- respondí sinceramente. Pensé que daría más morbo a la situación.
-Entonces creo que me ha tocado ser tu profesor para enseñarte lo mágico que es este tipo de sexo- me anunció Marcos, con otras palabras estaba diciendo que me tocaría hacer todo lo que él me dijera, como si se tratara de uno de mis mejores fantasías. Yo intentaba hacerme un poco el despistado como quien no quiere la cosa. Acepté.
-quiero saber todo lo que tienes que enseñarme- dejé bastante claro a lo que iba. Él se echó a reír como diciendo que nos lo pasaríamos bastante bien. Nuria vino con las bebidas y se sentó. Marcos le informó de lo que acabábamos de hablar.
-Víctor va a ser mi alumno esta noche. Me ha dicho que le pones cachondísimo y que le encantaría follarte sin parar- Nuria abrió los ojos mirándome y sonrió.-va a ser mi alumno y tú serás mu ayudanta, ¿entendido?- los dos asentimos como sumisos.- Víctor, lo primero que tienes que hacer es sentarte a mi lado y jugar con mi bulto (que en aquel momento ya se marcaba un buen rabo bajo sus pitillo). Así hice. Con una mano acariciaba el bulto y con la otra subía la camiseta para contemplarle los abdominales. Sin que él me dijera nada agaché la cabeza para (esta vez en la total realidad) lamerle la zona pélvica. Le seguía la marca de la uve, le rodeaba los abdominales. Le pasaba la lengua por el ombligo y le daba pequeños mordisquitos.
-muy bien. Veo que aprendes rápido. A ver si me la chupas igual de bien- “tus deseos son órdenes” pensé. A todo esto Nuria se morreaba con su novio mientras este le manoseaba las tetas por encima del top. Yo fui directo a desabrocharle los pantalones, primero el botón y luego la cremallera. Llevaba un pequeño slip apretadísimo de color blanco. Junto al bronceado de su piel lo hacía totalmente irresistible. De cada vez estaba más cerca de aquel deseado pene, ahora ya podía ver su forma. Estaba totalmente de lado debido a que no le cabía. No pude esperar más y levanté el slip para liberar aquel monstruoso pene. Se puso erecto rapidísimamente por lo duro que ya estaba. Casi me da en toda la cara de lo grande que era. Lo primero que pensé es que si quería follarme con eso lo pasaría verdaderamente mal. Me olvidé de eso metiéndome lo que pude en la boca. La abrí bien, lubriqué, y comencé a pasar la lengua de arriba abajo. Lamí el glande con la punta de mi lengua, jugando con el agujerito, rodeándolo y mordisqueando suavemente. Con este jueguecito mío Marcos empezó con los primeros gemidos dejando escapar unas cuantas veces “qué bien lo haces, putita mía”. Me gustaba que me tratase así, me ponía todavía más caliente. Ya notaba mi pene cómo estaba preparado para tener una buena sesión de sexo. Le quité los pantalones y los slip para tener más facilidad para comer aquel pollón. Sin pantalones pude contemplar los huevos que tenía, estaban durísimos. Me los metí enteros en la boca. En el interior de mi boca jugaba con ellos con la lengua. Marcos estaba flipando de lo bien que me manejaba con un pene. Los succionaba para darle más placer, ahora los gemidos ya eran más que evidente.
-tengo que decirte algo- interrumpió Nuria- tienes que saber que Marcos es capaz de correrse muchas veces seguidas y con muchísimo semen, creo que su récord son siete polvos seguidos, ¿verdad amor?- su novio asintió con una sonrisa.
-entonces habrá que trabajar duro- respondí yo a su advertencia.-porqué no empiezas corriéndote con una pajilla- le sugerí.
-no sé a qué esperas- respondió él con ganas de correrse.
Mientras le comenzaba a pajear su novia le quitó la camiseta, ahora ya estaba totalmente desnudo, y siguieron morreándose y tocándose. Yo pajeaba lo más rápido posible, quería ver cómo salía el semen de aquel inmenso pene, pero sobre todo me lo quería tragar entero como ya hice en el baño del chiringuito de la playa, lo que esta vez sería su semen de verdad. Notaba cómo se acercaba al orgasmo, le miré a los ojos, el me miraba, yo apretaba, el se mordía los labios. Hasta que naturalmente aquello reventó y salió disparado un chorro inmenso de semen por toda su zona abdominal y parte en mi mano y brazo. Rapidísimamente empecé a lamer todo su torso mojado en semen, lo esparcía por su pectoral y por sus pezones para luego lamerlos con su semen. Donde más había era encima de los abdominales del centro, esa parte me la tragué entera de una lametazo. Había quedado una especie de charquito en el ombligo el cual vacié al cien por cien dejándolo todo bien limpio. Ellos alucinaban de mi limpieza. El me sugirió que, ya que me gustaba tanto su semen, en la próxima corrida lo haría totalmente dentro de mi boca. Encantado por su sugerencia le dije que podía follarme la boca cuando quisiera.
Fuimos a la habitación, Marcos dio la orden de que le tocaba el turno a su novia. Ella se quito los shorts y el tanga casi sin darme cuenta y se sentó en la cama abierta de piernas apoyada en el cabezal.
-come coño- me obligó su novio. A lo que accedí sin resistencia. Me tumbé boca abajo y fui directo al clítoris con mi lengua. Lamía todo lo que podía, labios, clítoris, pubis. Hasta que empecé a meter lengua lo más profundo que podía. Ahora era Nuria quien empezaba a gemir. Mientras, ella le hacía una mamada a su chico. Junto a mi lengua acompañé con un dedo, y con otro, hasta llegar a meter cuatro seguidos. La verdad que tenía un coñito bien abierto. Se notaba que por ahí había entrado una polla como la de Marcos. Lo haces muy bien, decía el tío que disfrutaba de una encantadora mamada de su chica.
-levántale las rodillas- me ordenó Marcos. Y flexionándole las piernas llevé sus rodillas hacia su pecho.-ahora cómele el ano-.
Una vez más hice caso de las órdenes. Lo tenía bien limpio, muy suave, que invitaba a tragárselo. Jugué con mi lengua alrededor del ano, en círculos. Y poco a poco iba introduciéndola. Dediqué un buen rato a tener mi lengua dentro de su culo hasta que separé un poco mi cabeza para que Marcos me sorprendiera con la misma postura que Nuria. Ahora el mío, dijo claramente. Ahí estaba yo con dos anos a los que tenía que dar placer. Era el turno del ano masculino, el cual también estaba limpio y cuidado. Hice exactamente lo mismo que hice con el ano femenino, lo que esta vez los gemidos eran casi ensordecedores. Se notaba que Marcos disfrutaba como nunca de ese beso negro, lo que me invitó a introducirle un dedo, y dos, y tres. Estaba muy apretado pero él me insistía en que siguiera. Con la otra mano metía un dedo por el ano femenino. Los dos estaban muertos de placer y morreándose mientras yo les llenaba los culitos a la par. Ahora fóllate su culo, me obligó Marcos. Pues me coloqué apuntando mi pene durísimo hacia su ano lubricado por mí, de todas formas ensalivé mi nabo para ayudar a la penetración. Introduje la punta y noté como ese agujerito ya había sido perforado antes, no me costó mucho. Aun así estaba lo suficientemente apretadito para propiciar un placer increíble. Le di al mete saca un buen rato, la tía disfrutaba de la follada y su novio nos miraba y se pajeaba, aprovechó para quitarle el top, la única ropa que le quedaba porque no llevaba nada debajo, como aquel día en la playa. Y qué mejor que aquellos pezones con aquellas tetas enormes y redonditas mientras le rellenaba el culo con mi polla.
-¿te gustan?- me preguntaba Marcos mientras las manoseaba-¿quieres un poco?-
Afirmé inmediatamente.
–Entonces, córrete en su culo-
-eso está hecho- respondí convencido.
Para eso aceleré mi marcha, provocándole hasta un poco de dolor a la chica que estaba siendo devorada por dos tíos, uno se tragaba sus tetas y otro le rellenaba culo. Estaba muerta de placer y próxima a un orgasmo, pero yo no aguanté más y me corrí en su interior sin dejar que saliera una gota. Fue una corrida larga, como la de Marcos hacía unos instantes. Una vez le rellené el culo de mi semen su novio le ordenó que acercara su ano a su boca. Ella estaba de cuclillas y él se puso debajo mirando hacia su culo. No sabía muy bien qué iban a hacer hasta que él dijo: ahora. Entonces ella empezó como a apretar para que saliera el semen que le acababa de meter tras mi corrida en su ano. Comenzó a caer un hilillo de leche blanco que duró un buen rato. Todo fue directo a la boca de Marcos que lo esperaba impaciente debajo. Ya solo por esta escena se me puso erecto de nuevo el pene. Él se tragó todo lo que salió de ahí dentro sin dejar gota. Pasaron unos minutos que aprovechamos para descansar.
-¿qué prefieres que uno te la meta por el culo y otro por el coño o prefieres todo al mismo agujero?- preguntó Marcos a su novia.
-me apetece uno en cada agujero- contestó tranquilamente Nuria.
Marcos me miró con cara de ya sabes lo que te toca. Tú te encargarás del coño, me mandó. Entonces nos colocamos de la siguiente manera: yo me senté apoyado al cabezal, Nuria se puso encima de mí mirándome, así como se colocó ya se metió mi pene, finalmente Marcos intentó metérsela por el culo. Una vez así dejamos que ella se moviera para que las pollas que estaban dentro de su cuerpo cumplieran con su función. Ella estaba exhausta, estaba sudada y roja por el calentón que llevaba encima. Ya le tocaba llegar al orgasmo, el cual deduje que no le quedaba mucho rato. Su novio intentaba ayudar un poco con la penetración. Yo la verdad estaba un poco relajado porque hacía poco que me había corrido, aun así estaba disfrutando de la escena por lo que mi pene estaba semi erecto. Ahora la chica ya estaba en su punto álgido rozando el orgasmo. En su zona genital se encontraban líquidos de todo tipo. Los podía notar con mi pene. Todo ello se juntaba con los restos de mi corrida en el interior de su culito y creaba un ambiente propio del paraíso del sexo. Había dejado de gemir para gritar como una posesa, su novio aceleró el ritmo para darle el orgasmo que se merecía. Yo por mi parte le apretaba los pezones creándole todavía más excitación. Se puso a cabalgarnos de una manera descomunal, se manejaba perfectamente con dos pollas en su interior. En ese instante se le había puesto una cara de putita que hacía que me excitase de nuevo. Gritaba y gritaba sin parar mientras se corría. Aquello era el orgasmo del siglo. Se agarraba duramente a las sabanas y mirando al techo no dejaba de suplicarnos que siguiéramos follando. Al poco rato se deshizo de nuestras pollas que salieron como si nada de lo abierta que se encontraba en ese momento y se tumbó de lado para relajarse un poco. Marcos fue al baño y yo aproveche para deshacerme totalmente de mi ropa.
Al ver que Marcos tardaba más de lo normal decidí entrar por si pasaba algo. Nuria seguía reposando en la cama. Cuando entré vi el cuerpo entero de mi amigo de espaldas, me quedé contemplando ese culito redondito el cual había estado comiendo hacía poco rato. La verdad que tenía una forma excelente, atlética. Se giro al oírme entrar y me invitó a pasar. Solo estaba lavando un poco los jugos de mi novia, me dijo. Puedo facilitarte el trabajo, me ofrecí. Así me senté en la tapa de wáter y él se puso frente a mi acercando su pene un poco flácido a mi cara. En ese estado me pude permitir meterlo entero en la boca. No solo el pene sino que también los huevos. Ahora tenía todo su órgano en mi interior, casi ni podía mover la lengua. Poco a poco se fue hinchando todo a la vez lo cual me excitó demasiado. Cuando vi que aquella polla ya se convertía en algo descomunal la liberé. De nuevo tenía esos veinte centímetros para mí. Iba tragando lo que podía, cada vez un poco más hasta que casi llegué a tenerla hasta alcanzarle los huevos. Al rato de estar jugando con su nabo, Marcos paró y me dijo que ya era la hora de follarme la boca. Encantado por su orden me dejé hacer. Él me cogió por la nuca y comenzó un mete saca increíble con mi boca. Movía la cadera delante atrás con el fin de poder meter el máximo que pudiera. Yo disfrutaba de ser su juguete en ese momento. Aquello ya hizo que estuviera tan cachondo como para empezar a masturbarme. Me pajeaba mientras el novio de la chica que me acababa de follar me metía toda su polla en mi boca para, como me pidió al principio, llenármela de semen. Estaba disfrutando tanto de ese momento no cerré los ojos ni un instante para poder mirarle la cara de satisfacción. El de vez en cuando me miraba apretando los dientes.
-¿te gusta cómo te lleno la boquita con mi polla?- me iba preguntando. Con aquel monumento dentro de mi boca no podía responderle pero con la mirada le dejaba bien claro lo que me ponía aquella situación. De repente hizo un cambio brusco de ritmo. De follarme la boca a toda hostia sin parar, ahora metía un pollazo y se quedaba quieto. Asi lo hizo unas cuantas veces hasta que al fin comenzó a salir semen a borbotones que se fue repartiendo por toda mi boca hasta no poder más y salirse por mis labios. Iba tragando lo que podía, el momento era demasiado excitante para pensar con claridad. Seguía pajeándome porque quería acabar en el mismo momento que Marcos. El seguía moviendo su polla dentro de mi boca para acabar bien esa follada y que no desperdiciara nada de su leche. Finalmente saco su pene y me mandó abrir la boca. Le mostré como tenía todo su semen esparcido por ahí y me lo fui tragando ante su mirada lasciva. A todo esto no conseguí correrme en ese momento por lo que se agachó frente a mí y me levantó las piernas para comerme el culo. Con su lengua jugó con mi ano al igual que yo les había hecho a los dos minutos antes. Añadió unos cuantos dedos. No iba con mucho cuidado la verdad, hacía una presión enorme casi metiéndome los cinco dedos a la vez. Se notaba que me estaba preparando para meterme su pollón. Métete en la bañera, me obligó. Fui directo ahí y me posicione como el dijo: apoyado con las manos en la pared y sacando el culo. Estaba perfecto para que el me pudiera follar el culo sin problemas. Sentí la puntita en el ano y me puso a cien por hora. Ya solo eso me dilató todavía más. Hizo un movimiento inconsciente hacia atrás como buscando que me la metiera de una vez por todas. Así lo hizo, y no fue algo delicado no. de un solo golpe me partió en dos totalmente. Y se quedo ahí dentro un buen rato. El me agarraba las caderas para que yo no pudiera escapar. Hasta que comenzó la follada de mi vida. Me entraron unos sudores de placer por todo mi cuerpo. Aquello era un mar de sensaciones que todas juntas entre sí hacían que se convirtiera en una sesión de sexo inolvidable. Cambiaba de ritmos pero el que más le gustaba era hacerlo a cien por hora y gritando como un poseso. Me estaba destrozando pero a la vez no quería que parara. Seguramente me correría con el dentro. En el momento menos esperado paró y la sacó. Me sentí vacío en ese momento. Fue una sensación rara, estaba a medias. Vamos a la cama, insistió. Recuperé la esperanza de que su follada no había acabado. Otra vez en la habitación se tumbó boca arriba y yo me senté encima de su polla mirando hacia él. Ahora mandaba yo, así que me hice de su polla mi juguete, por lo que no me lo pensé dos veces al metérmela entera de una sola vez, y me quedé así como el hizo justo al principio. Estando así comencé a jugar con sus pezones y a lamerle el torso. Inesperadamente se acercó Nuria y se metió mi polla en su boca. Yo mientras empecé a cabalgar sobre la polla de mi amigo. Solo con mi movimiento estaba siendo follado por Marcos y a la vez le follaba la boca a su novia. Le propuse que se pusiera en la misma posición que la mía mirándome hacia mí y que se metiera mi polla. Fue un poco complicado pero conseguimos crearnos un pedazo trío increíble. Solo hacía falta que cabalgara yo para que la polla de Marcos entrara y saliera por mi culo y a la vez podía follarme a Nuria. Ahora sí que sí que estaba llegando mi corrida, y lo podría hacer en el coño de la novia del tío que me estaba follando. La tía se lo estaba gozando, al rato me di cuenta de que su novio le estaba metiendo un dedo por el culo. Sus tetas operadas saltaban y se movían perfectamente, de manera que se les quedaba una forma muy follable. Ahora estábamos los tres gritando y gimiendo por el placer que nos proporcionábamos. Nuria y yo recibíamos por los dos lados por lo que estábamos en una burbuja que se hinchaba y se hinchaba. Se estaba calentando ahí una bomba que al explotar podría romper todos los cristales de la habitación. Yo aceleré el ritmo al notar próximo mi orgasmo. Nuria ya comenzaba a soltar flujos por todos lados y a la vez gritaba que se corría. Esto ya impulsó en mí el ultimo ingrediente para explotar. Comencé a soltar semen dentro del coño de Nuria sin dejar de cabalgar a Marcos. Ella por su parte se estaba corriendo en un orgasmo que casi la dejo sin voz y a nosotros sin tímpanos. Por lo visto marcos sintió lo mismo porque en un momento dado comencé a sentir un flujo caliente dentro de mi culo, se me estaba llenando el culo de semen de Marcos. Hubo líquidos por todo. Las sabanas estaban empapadas. Nosotros también. El olor en inmenso. Ya había perdido las cuentas de las corridas y comidas y folladas. Aquello fue una brutalidad de sesión de sexo.