El sexo con mi profesor maduro marco mi vida.
Desde muy jovencita sentí una gran curiosisdad por el sexo, me gustaba curiosear todo lo que caia en mis manos sobre sexo,aunque lo que menos me seducia en aquel momento eran los jovencitos que revoloteaban a mi alrededor, siempre me gustaron más maduros.
Es la primera vez que me pongo a relatar mis experiencias sexuales, creo que ya ha llegado el momento, quiero compartir con la gente mis gustos y mis escarceos en busca de mi satisfacción sexual, que dicho sea de paso es bastante frecuente. Lo que más me ha gustado siempre han sido los hombres maduros, todos mis "amigos" han sido y son a dia de hoy hombres maduros, al menos 20 años más que yo, me gusta su experiencia y su delicadeza, lo que en ocasoines la naturaleza no permite, ellos le ponen imaginación, he tenido y tengo muchos escarceos fuera de mi matrimonio, tanto fisicamente como via internet, cuando no me puedo escapar a mis diabluras, las hago via Cam, tengo muchos "amigos" con los que paso momentos muy ricos, me encanta desnudarme para ellos frente a la cámara y hacer todo lo que les gusta que haga, ellos me dan tanto como yo a ellos y muchas veces he viajado para estar con mis "amigos". o ellos han venido a verme.
Y sin más preambulos doy paso a mi primer relato.
Soy de una ciudad donde siempre brilla el sol, la luz es más clara y el mediterráneo baña sus costas, soy Malagueña. Nací junto al Mediterráneo y el sol me baño desde el primer momento de ver la luz.
Mi familia siempre me procuró todo tipo de felicidad, yo he sido lo que se puede decir una niña mimada, el orgullo de mis padres, tan rubia, tan blanca de piel y con unos ojos verdes increibles, según mi padre una belleza, a medida que fuí creciendo, mi cuerpo cambió, comenzaron a marcarse mis formas y me convertí en una mujer voluptuosa, con unos pechos divinos y turgentes, que provocaban las miradas de todos los hombres con los que me cruzaba, mi cuerpo tenia forma de guitarra, mis nalgas redondas y respingonas daban paso a unas piernas interminables y bien formadas, tenia un cuerpo hecho para el disfrute del sexo.
Siempre me ha gustado vestirme marcando mis formas, pero sin enseñar, sólo insinuar, es mucho más sexy, se lo pones más deseable a los hombres.
A los 15 años conocí al que tiempo después seria mi marido, un magnífico hombre, con el que llevo casada muchos años, pero de él hablaremos más adelante en otro relato.
Terminados mis estudios secundarios, opté por una carrera universitaria, siempre me ha gustado la Historia, en mi segundo año de carrera, conocí a Tomás (por supuesto no es su nombre real), en ese momento posiblemente pasase de los 50 años, tenia la catedra de Arqueologia en mi facultad, yo apenas cumplia los 20 años, en cuanto le ví me gusto, tenia algo diferente a los jovencitos de la facultad, se le veia muy apasionado, ponia pasión en todo lo que hacia, tenia los ojos negros, el pelo ya peinaba canas pero su cuerpo bajo la ropa te daba a entender que estaba en plena forma física, anchas espaldas y unas piernas bien definidas, pero lo más llamativo resaltaba en su entrepierna.
Desde ese día intenté llamar su atención, no me costo mucho, siempre he sido una muy buena estudiante.
En poco tiempo, me convertí en su ayudante personal, pasabamos mucho tiempo juntos, y poco a poco fuí conociendo y admirando a mi profesor, trabajabamos codo a codo, visitábamos los yacimientos cercanos y recopilábamos la información necesaria para las clases, día a día me gustaba más y más, fantaseaba en como seria follar con él, me imaginaba situaciones sexuales con ese hombre maduro y presumiblemente veterano en esas lides.
Yo ya follaba con mi novio desde casi el principio de nuestra relación, ambos hemos sido muy fogosos siempre, pero yo sin dudarlo mucho más que él.
La primera vez que me follo mi profesor, fué durante un viaje que hicimos a Madrid, tenia una ponencia en la Universidad y me ofreció acompañarlo para ayudarlo en los preparativos, yo estaba como loca, dos dias con sus noches solos él y yo, estaba clara mi oportunidad para poder follar con él.
Los dias previos al viaje fueron frenéticos, entre el trabajo y mis propios preparativos para seducirle. Me fuí de compras, unos conjuntos de lenceria sexy, con unas tanguitas minúsculas que apenas tapaban mi sexo ardiente, lo organicé todo divinamente, ropa formal para trabajar y sexy provocativa para los momentos de descanso. Todo muy bien planeado.
Y por fin llegó el gran día, Tomás pasó a buscarme a casa, esa mañana lucia un sol expléndido, un buen presagio para mis deseos. Me puse un vestido de gasa que se amoldaba a mi cuerpo como un guante, con un estratégico escote que al sentarme en el coche, dejaba una visión muy seductora de mi pecho, lo mismo que la largura de la falda, que al sentarme dejaba una buena porción de mis muslos a la vista, sexy y seductora, dispuesta a seducir a mi maduro profesor.
A las 10 de lamañana comenzó mi aventura seductora, que poco imaginaba que en pocas horas mi maduro profesor me follaria como un loco en el asiento trasero de su coche, pero vamos paso a paso, que me envalo.
Salimos de Málaga a las 10 de la mañana, frente a nosotros teniamos casi cuatro horas de camino, y la primera ponencia a las 6 de la tarde, charlamos de mil cosas referentes a la conferencia de esa tarde y nada me hizo pensar que mi querido profesor ya tenia en mente mi primera gran follada.
Al cabo de 2 horas, paramos en un area de servicio a tomar un café, yo caminaba delante y procuraba contonearme más de lo normal para hacer que se fijase en mi bonito y redondo trasero.
Al entrar en el café, varios hombres volvieron su mirada, el cambio de luz propiciaba una visión muy sugerente de mi cuerpo al transparentarse a través de la gasa de mi vestido.
Mi profesor se percató de la situación y esbozó una picara sonrisa, ahora sé que significaba esa sonrisa, él seria quien disfrutase ese cuerpo joven y ardiente que se vislumbraba bajo la tela. Nos tomamos el refresco y salimos del bar provocando el mismo efecto en aquellos hombres que al entrar.
Subimos al coche y retomamos la marcha, al cabo de unos minutos, Tomás se salió de la carretera y se adentró por un camino bastante bacheado, hasta que paró el coche.
Sin mediar palabra hechó el asiento hacia atrás, provocando que me callese hacia atrás, me quedé quieta, mientras Tomás acariciaba mi escote suavemente y metia su mano para acariciar mis pezones, que de su contacto estaban duros, me acariciaba suavemente una y otra vez, mientras soltaba uno a uno los botones de mi vestido dejando a la vista mis pechos duros y firmes de 20 años, yo estaba encantada de tenerle allí acariciandome una y otra vez, sus dedos bajaban por mi vientre, jugueteaban en mi ombligo, hasta llegar a mi pequeño tanga.
Sus dedos jugueteaban con las tiras de mi tanga, introducia sus dedos y acariciaba mi vello, primero suavemente, después con más fuerza y deseo, yo estaba muy muy húmeda, deseaba sentir su polla dentro de mi, él comenzó a recorrer mi cuerpo con su lengua, primero chupando mis pezones con avided mientras sus dedos buscaban mi clítoris que estaba a punto de estallar, todo mi cuerpo estaba caliente, ese hombre tenia la experiencia que le faltaba a mi novio, sus caricias eran profundas y muy sexuales, tenia la experiencia de un hombre muy vivido y yo era la afortunada que lo estaba disfrutando.
Me quitó la tanga y dejó mi cuerpo desnudo a merced de sus caricias , no hablaba simplemente me acariciaba y provocaba convulsiones de placer en mi cuerpo.
Se incorporó sin dejar de mirarme, abrió la puerta del coche y se bajó, yo no entendia nada, hasta que abrió mi puerta y me invitó a salir del coche, yo accedí y sólo vestida con mis tacones salí del coche, me quedé de pie frente a él totalmente desnuda, Tomás se separó un poco de mi y contempló mi cuerpo desnudo, me tomó de la mano y me tumbó sobre el capo del coche, acariciaba mis pechos suavemente y se recreaba mirando mi cuerpo blanco y desnudo sobre el coche.
Tomó mis piernas y las separó, las elevó hasta colocarlas sobre sus hombros, allí estaba yo, desnuda en medio de la nada, sobre el capo de un coche,frente a un hombre maduro a punto de comerme mi sexo.
Tomás se inclinó y comenzó a lamer una y otra vez mi sexo, yo me retorcia de placer, su lengua lamia y lamia y yo sentia una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, era tal al gustito que sentia, que mi cuerpo se retorcia de placer, no podia ni hablar, sólo retorcerme de gusto, sentia que mi sexo estaba a punto de estallar de placer, la humedad lo invadia, en cualquier momento llegaria la gran corrida, ya notaba el brotar de mis jugos en la boca de mi profesor, cuanto me iba a enseñar mi adorado madurito.
Cuando llegó la gran explosión de mi sexo, quedé rendida sobre el capo del coche, con mis jugos bajando por mis piernas y una sensación de placer como nunca antes había sentido. Me incorporé y poniendome frente a Tomás levanté los brazos y moví mi rubia melena dejandola caer sobre mis tetas duras mientras mis manos las acariciaban lascivamente, estaba desenfrenada, queria mas, queria sentir dentro de mí la polla de mi mentor, me acerqué a él y le puse la mano sobre su abultado paquete, mientras lo acariciaba, él me cogió de la cintura y me giró tumbandome sobre el coche, separó mis piernas y comenzó a tocarme como si de un registro policial se tratase, su cuerpo estaba sobre el mio y sus dedos jugaban entre mi sexo y mi ano, lo estaba lubricando con mis propios jugos, introdujo la punta de su dedo en mi ano suavemente, al notar que estaba virgen dejó de presionar, e inclinandose sobre mi cuello me susurró
-Esto se merece un momento más propicio.
Me levantó y dándome mi vestido me invitó a vestirme y volver al coche.
Cuando estaba recogiendo mi tanga para ponermela, me la quitó y la guardó en el bolsillo mientras mirandome a los ojos me decia.
- Putita mia, quiero que cuando estes conmigo no lleves nada bajo la ropa, quiero pensar al mirarte que tu coño esta dispuesto para mi.
Nos subimos al coche y tomamos rumbo a Madrid, durante el trayecto mi sexo estaba libre y dispuesto para él.
Llegamos a Madrid y nos dirigimos al Hotel, mi sorpresa fué ver que teniamos una sola habitación, tanta maquinación y mi querido profe lo tenia todo planeado.
Subimos a la habitación a ducharnos y prepararnos para la conferencia, no teniamos mucho tiempo, pero si el necesario para darnos una ducha juntos y encender la llama para cuando regresasemos por la noche.
El resto de la historia será para la proxima vez.
MORGANA.