El servicio ‘Manitas’

Mientras se la estaba chupando, no dejaba de decirme… ‘Ya comprendo porque no deseabas venir de Madrid, anda que no habría día en que no te dieran polla… verdad, y tus padres los pobres aquí echándote de menos’.

El servicio ‘Manitas’

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar. Os debo confesar que este relato es una confidencia más de mi vida, un desahogo tan verídico como tantos, pues es realmente lo que busco, una manera de vivir y si puede ser disfrutando… mejor que mejor. Donde busco y encuentro, no siempre lo logras, pero hay se encuentra los deseos, pero cuando das con ello, encuentras… perversión, inmoralidad, vicio, depravación, humillación y claro está sexo. Sí luego te viene los remordimientos… a veces, pero en la ducha os debo confesar que dos buenas pajas me hago recordarlas. Es aquí donde me gusta plasmarla, deseando haceros participe de ellas, pues son tan reales como naturales, intentando plasmar como realmente fue, intentando mostrar como disfrute, como satisface a esa otra persona, pues suelo buscar puro morbo.

Hoy os contaré una experiencia que me ha ocurrió precisamente en mi primer año de carrera, donde mis padres decidieron que era hora de independizarme, regalándome de una forma demasiado derrochadora un lugar donde vivir. Sí… fueron demasiado generosos, pues me ayudaron a comprarme un piso, pues no dejaban de decirme que necesitaba un lugar donde poder vivir, aunque no deseaba al menos mi madre que me marchara de casa. Piso que compro en una zona nueva, donde albergaba gente joven con persona mayor, como decía el…

  • “Tienes que tener de todo”.

Donde tras darle de alta al agua y a la luz, contrato un seguro de hogar con una de las muchas compañías que hay, seguro asequible a mi bolsillo y que encima tenía la peculiaridad de tener un servicio de ayuda, servicio que era… ‘El manitas’. Pero debo deciros que, tras mi marcha a cumplir con mi patria, no siendo de otro modo que realizar el servicio militar, mi piso permaneció cerrado al menos el tiempo que estuve en Madrid, solo abriéndolo cuando venía los fines de semana, piso que si era visitado por mis padres a modo de echarle un ojo de vez en cuando. Tras finalizar mi servicio militar, toco volver, pero fue breve, pues les hice saber a mis padres que la carrera la terminaría en Madrid, ya que tendría más oportunidades mirando hacia un futuro. Volviendo a Sevilla cada vez que podía, alternando la casa de mis padres con el piso, donde poco a poco yo ponía un poco de mí.

Como aquel verano, donde decidid remodelar parte del piso, pintar, arreglar persianas, colocar estores, etc., donde mi padre me hizo saber que el seguro del piso tenía una peculiaridad, siendo esta que tiene un servicio de bricolaje, servicio que solicite. Donde acudió en una ocasión un joven el cual era muy apañado y en otra ocasión un hombre de más edad, hombre al cual mi padre le cayó mejor que el joven, pues comentaba que la edad da una experiencia, cosa que estoy del todo a favor y convencido. Tan bien le cayó que le ofreció al hombre un contrato bajo cuerda, denominado de esta manera pues el dinerito se lo llevaría fresco… casi dinero negro, trabajo que este hombre acepto. Este hombre al cual lo hare llamar Oscar a pesar de no ser su verdadero nombre, no dejo de decirme cada día…

  • “Sobre qué hora te viene bien que venga mañana, proponiéndome a primera hora, acudiendo sobre las nueve a nueve y media”.

Hora que me pareció bien, aunque debo de decir que en verdad no vino a esa hora, sino más bien sobre las nueve y cuarenta y cinco a las diez y cuarto, no diciendo yo nada al respecto, pues es verdad, puedo decir que este se marchaba bien tarde. Recuerdo uno de los primeros días en el cual, tras invitarlo a almorzar, pues vi una tontería que se marchara a comer algo por ahí cuando al final tendría que volver. Pues eso, mientras almorzábamos, comenzamos a conversar de cosas normales, continuando por hablar sobre nosotros, pues le extraño que me fuera a estudiar a Madrid cuando en Sevilla también hay facultad de Telecomunicaciones. Tras hacerle saber de mis pareceres, ahora le tocaba contarme el motivo de estar trabajando en Sevilla al ser el del norte de España, dejándome claro que era de la Coruña, que vino a trabajar durante la Expo del 92 y que finalmente se quedó por aquí, alternando en ocasiones con subir a su tierra a modo de ver a su familia. Me conto que estuvo casado y que funciono más por la distancia, teniendo suerte de no haber hijos, pues un matrimonio roto con hijos es lo peor. No me quiso preguntar nada más al hacerme saber que mi padre ya le había puesto al corriente, pero si indago por lo más natural, no siendo esta parte que la que se refiere a mis relaciones. Pues eso, comencé a contarle que en Madrid suelo salir mucho, teniendo una vida muy abierta con muchas amigas con derecho, tipo de vida que aquí es difícil de llevar y que aquí, suelo ser algo más formal.

Los días pasaron y el trabajo aumentaba, pues hacíamos una cosa y sin desearlo salía otras, cosa que supongo que este agradecía por el dinerito que iba a sacar, pero la única contrariedad era el calor. Contratiempo que era difícil de salvar, aquellos que sepáis del calor que hace en Sevilla durante los meses de julio y agosto lo comprenderéis. Bueno pues por esta razón, comencé a ponerme como es lógico y sin mal alguna menos ropa, como por ejemplo unas bermudas o calzonas y sin camiseta, prendas ligeras para combatir el calor. O como aquellas calzonas viejas que tanto me gustan, calzonas que estaban estropeadas y llenas de manchas, cuyo elástico estaba ‘dado de sí’, prenda que me gustaba ponérmela, pero con dificultad que en cada movimiento que hacía, está se iba bajando poco a poco. Era algo que no me importaba nada, quizás fuera porque no le echaba cuenta, no siendo otro motivo que estaba solo o pensar que no era malo. Prenda que cuando esta descendía, quedaba normalmente a medio culo, dejando a la vista en algunas ocasiones mi ropa interior, bueno eso era cuando la llevaba, pues normalmente no suelo llevar prenda alguna bajo las calzonas. La primera vez que este se percató, acabo soltándome…

  • “Escucha, dile a tu padre que la próxima vez que venga… te traiga calzoncillos, pues eso que llevas te hace demasiado femenino, no es prenda para un chico”.

Prenda que no era precisamente un bóxer o unos shorts, sino que iba con un tanga, prenda que me gusta cómo ha día de hoy por ser súper cómoda y ligera. Lógicamente no le respondí precisamente al respecto, pero sí que me disculpé al mostrarle mis nalgas involuntariamente, pues no era mi intención de que me viera. Dos días después o quizás fueran tres, volvió a ocurrir, pero en esta ocasión no llevaba prenda alguna, debido a la sofocante noche que pase, pues nada despertarme me di una ducha y cogí lo primero que tenía a mano, quedándome de esta manera y no pensar mal alguno. Pues eso, cuando llego este, nos liamos con unas estanterías modulares, moviéndonos como es lógico de arriba hacia abajo. Prenda que una vez más que por el movimiento, comenzó a descender por mi cintura, dejando ya a la vista dos dedos al menos del inicio de mis nalgas. Vista que este soltó nada más verme…

  • “Chiquillo súbete el pantalón que vas a producir un ataque”.

Yo con rapidez me lo subía tras pedir disculpa y justificarlo, soltándole que era todo por culpa de esa prenda, prenda que este decía…

  • “No si yo no digo nada, pero a ver si te va a ver alguna vecina, vecina que dado el calor y la falta de carne quiera coger cacho contigo, digo esto como en vez de una vecina es un vecino, hombre que le pongas y que desee descargar contigo… je je je”.

Expresiones que lo tomaba a cachondeo claro está, pues la verdad no pensaba que en sus palabras hubiera mal alguno, o que llevara doble intención, no deseaba meter la pata. Pero la verdad, como estos hechos no eran algo aislado sino casual, estas expresiones se hicieron muy común, no siendo otra cosa de la prenda y de mis mismo al no cambiármela. También es verdad, que yo no echaba cuenta, pues no percibía cuando esta se bajaba, claro está no la controlaba, pues no lo veía mal. Volviéndome este a soltar…

  • “Neno de novo, mentres vou a collerte... vou romper ese cu”.

Respondiéndole yo al no entenderle…

  • “Perdona que has dicho”.

Contestándome…

  • “Perdona, no me he dado cuenta y te lo he soltado en gallego”.

  • “Pero, simplemente te he dicho… ‘Chiquillo otra vez, no vez que vas a coger frio’”.

Acabando por reír al tiempo que me subía mi prenda, pero también es verdad que la prenda en más de una ocasión, acababa por escurrirse sola hasta los pies dejándome con el culo al aire. Ocasiones escasas, pero fueron algunas de esas que estaba sujetando algo que no podía soltar, teniéndome que aguantar muerto de vergüenza ante su cara de asombro. Pero también es verdad que no siempre las provocaba yo, como aquella vez que me estuve duchando, saliendo de la ducha en el momento en que este entraba que este entraba, me quedé inmóvil… fue un momento muy incómodo. No pude taparme… ya que la toalla estaba colgada tras la puerta, no pensé que este entraría sin llamar, mi primera reacción fue tapar mi miembro con mis manos. Pero este en vez de marcharse, comenzó a decirme algo que no preste atención, acabando por soltarme en ese peculiar acento suyo…

  • "Uuuffff!!, que corpo tan pequeno, está a pedir un carallo xenial ... uuummm!!".

Expresión que no quise preguntarle, pues quería que saliera del baño, pero la verdad es que hay cosas que te das cuenta, ya no solo eran miradas o alguna expresión, pues cuando baje la mirada tuve el presentimiento que este tuvo una erección, no siendo por otra cosa que por el bulto de su entrepierna, quedándome pensativo más tarde en este hecho, pues pensé en como coño le tuve que provocar una erección espontanea.

Pero creo dado los acontecimientos las reacciones no se iban a hacer esperar, ocasión como aquella en la cual toco montar la instalación ‘domótica’, instalación inteligente para mi piso. Instalaciones que en su momento estudie y que es la mejor, ya que deseaba que mi vivienda estuviera automatizada, deseaba que un conjunto de aplicaciones y automatizaciones inteligentes, gestionaran el control de mi piso. Ese día como he dicho, me toco colocar unos puntos de automatización inteligente en el techo, puntos donde irían las lámparas a modo de poderlas controlar con cualquier aparato digital. Pues como he dicho, estaba yo subido a la escalera colocando una lámpara, cuando este apareció pues en su momento le preste una copia de las llaves. Debo decir que no estaba, porque fue a comprar unas litronas de cerveza, algo de pan y chacina.

Roce que me hizo sentir como un escalofrió, tuvo que percibirlo al ver como se me erizaba la piel, manos fuertes y maduras que apretaba mis glúteos… uuummm!!. Sintiendo nuevamente como un espasmo, ¡estremecimiento que recorrió toda mi columna vertebral … uuummm!!, pero claro esta no dije nada y continué. Este como si lo hubiera notado, ante mi silencio y quizás aceptación, ¡volvió a descender sus manos hacía mis muslos… uuummm!!, caricias que me estremecieron nuevamente, volviendo a ascender hasta mis glúteos, magreando con fuerza, pero sin realizar daño alguno. Soltándome…

  • “Uuuffff!!... que pedazo de culo más bueno tienes neno”.

Por vergüenza no dije nada, aunque me tenía súper excitado, me mantuve callado, dejando a este que continuara magreando, manos que percibí grandes y fuertes, cuyos dedos gruesos se hincaban en mi piel… ooohhh!!. Dedos de una mano que se alojó entre glúteos… deslizándolos hacia mis genitales, testículos que apenas encontró y que aun así acaricio mi pequeño miembro… uuummm!!, volvieron a descender hasta en la misma línea hasta mi orificio… uuuffff!!. Soltando yo un inesperado e involuntario gemido, quejido que este percibió y que me soltó…

  • “Te gusta… eeehhh!!, cabrona”.

  • “Pues no te imaginas lo que me gusta a mí, ¡ni te hace una idea de cómo me tienes… uuuffff!!”.

Manos que dejaron de magrear mis nalgas y ascendieron hasta la cinturilla de las calzonas, pellizcando estas y tirando hacia abajo, observando como bajo estas no llevaba nada, dejándola caer a mis pies y sacármela. Soltándome…

  • “Veo que tenías mucho calor, mira que no llevar más prenda que esta, te la he quitado para evitar que se volviera a bajar”.

Soltó irónicamente, acabando yo por mirar hacia abajo avergonzado, ¡descubriendo para mi sorpresa y asombro como el bueno de Oscar tenía en su mano… su polla… uuuffff!!, fue verlo y se me hizo la boca agua, pues recorrí espontáneamente mis labios con la lengua, acabando por morderme el mentón superior, expresión que este rápidamente comprendió y que me hizo bajar de la escalera. Soltándome…

  • “He comprendido por tu cara lo que deseas, ven neno… baja que te lo voy a dar”.

Fue un momento de perdición o porque mi cuerpo anhelaba una polla, aunque más que cuerpo lo que lo realmente deseaba una polla… era tanto mi boca como mi orificio. Fue hacerme bajar y ‘obligarme’ a arrodillarme, colocándome su polla delante de mi rostro, pollón que empujo hasta mis labios, cuyo glande comenzó a deslizarlo por mis labios… uuummm!!. Cuya fuerza interior mía luchaba como un jabato por no caer en la tentación, comenzando este a pellizcar uno de mis pezones… ooohhh!!. Fue separar mis labios por el mismo dolor y sentir como su glande se alojaba en mi interior, tome su polla por la base y comencé a chupársela con ansias, sacándola y deslizando mis labios por su tronco hasta sus enormes huevos… uuuffff!!. Este me acariciaba mis cabellos, presionando mi nuca a modo de que me introdujera su polla al completo, cosa que hice a pesar de las arcadas que tuve… ooohhh!!. Mientras se la estaba chupando, no dejaba de decirme…

  • “Ya comprendo porque no deseabas venir de Madrid, anda que no habría día en que no te dieran polla… verdad, ¡mira como la chupas… uuuffff!!, joder que maravilla… aaahhh!!”.

Dice y continua entre gemidos…

  • “Tus padres aquí echándote de menos… pobrecitos, y la zorra de su hijo seguramente ejerciendo de puta por las calles de Madrid, ¡cómo sino hubiera putas suficientes en la capital… ooohhh!!”.

Yo continué chupándosela, volviendo este a soltar…

  • “Como sigas así te voy a llenar el estómago, ¡y no va a ser falta que tomes nada más… uuuffff!!”.

Alzo la vista y puedo ver como este se había despojado de su chaleco, dejando a la vista un pecho velludo… un cuerpo corpulento, volviéndome a decir…

  • “Lo siento no voy a llenarte la boca de leche, no voy a correrme, ya que pienso cogerte y follarte, ¡quiero romperte ese culito que tanto me ha provocado… uuummm!!”.

Fue detenerme, sacar su polla de mi boca y cogerme del brazo, tirándome de mí y llevarme hacia la mesa, dejándome de espalda a él, obligándome a apoyarme, arqueando ligeramente mi trasero hacia arriba, mientras el humedecía mi orificio con algo viscoso. No digo nada… callo, espero su glande en mi culo, ¡polla que noto como su capullo alojarse entre mis glúteos… ooohhh!!, dura y muy caliente, presiona mi orificio y comienza a penetrarme desde detrás, comenzando muy lentamente hasta tenerla dentro del todo… ooohhh!!. Sacándola despacio y comenzara un mete saca infernal, deteniéndose unos segundos que me parecieron eternos, volviendo a embestirme, controlando el ritmos e incluso la profundidad de penetración… uuuffff!!. Postura que el muy cabrón le permitía también estimular tanto mis tetillas como mi propio miembro, miembro al cual tuve que retirar su mano a modo de hacerle entender que no deseaba correrme, pues hacía rato que ya había descargado, pero cosa que el sí hizo dentro de mí, sacándola y dejarme ver como de cargado había dejado el preservativo de semen… uuummm!!. Luego descansamos un rato, no me duche deseaba trabajar con ese olor de macho, olor que era una mezcla de sudor de ambos y sexo, descanso que tomamos algo para reponer fuerza y luego continuamos con el trabajo. Donde este me soltó…

  • “Ponte algo, pues como te quedes así me vas a provocar otra erección, no quedándome otra que volver a follarte”.

Cosa que hice, aunque mi intención realmente era ponerme el tanga, este me hizo una señal con su dedo a modo de hacerme entender que no. Más tarde con la finalización de la tarea, me dijo…

  • “Si quieres mañana me traigo unas cosas y paso aquí la noche, así no tendré que marcharme tan tarde para volver a madrugar para venir, podemos hacerlo así y adelantamos, o continuar hasta ahora”.

Dude unos minutos, acabando por aceptar, quizás más mirando por el trabajo, pues también es verdad que cuanto antes lo acabemos, mejor será. Pero también era verdad es que deseaba dormir del tirón, no habiendo mejor forma que echar una buena sesión de sexo, no teniendo de esta forma problema de encontrar a un semental… uuummm!!. Las noches sucedieron a los días, donde caíamos en la cama con ganas de descansar, pero tras darle la espalda era como una provocación para él, pues cogía y tras metérmela no dejaba de embestirme hasta quedarnos dormidos. Y los días comenzaba con el mañanero, cuyo orificio mío no le daba no tiempo para reposar, dejándomelo bien preparado, por no hablar a lo largo del día. Pues este me cogía como en una de tantas ocasiones. Ocasiones como aquella en la cual estaba subido a las escaleras, ¡comenzó a comerme el culo… uuuffff!!, comenzando a morderme las nalgas mientras me masturbaba por detrás… ooohhh!!, llegando a suplicar que se detuviera ante mi pronta llegada.

Llegando este a entusiasmarse, no dejando de masturbarme al tiempo que me introdujo un objeto, objeto que no fue otro que el mango del martillo… ooohhh!!. Acabando en minutos, descarga que recogió parte con su mano, llevándosela a mi boca a modo de poder saborearla, obligándome minutos después a echarme sobre la escalera, colocándose detrás con su polla en mano… uuummm!!. Miembro que alojo su glande en mi orificio y comenzar a penetrarme, moviendo sus caderas frenéticamente de adelante hacia atrás, mientras me acariciaba, ¡caderas que retiraba lentamente para volverá introducirla con fuerza… uuummm!!... aaahhh!!. En esos días hubo para todo, sobre todo para hablar donde tuve el desliz de contarles algunas cosas mías, tanto mis gustos como vestirme de chica como el gusto sobre tríos. Donde este me pidió…

  • “Te vestiría para mí…”.

  • “Quiero verte de chica, quiero tenerte como hembra en la cama, ¡follarte hasta la extenuación y preñarte… uuummm!!”.

Y bien recuerdo que dudé al principio, pues son cosas que no sueles hacerlo para extraños, aunque lleváramos follando dos semanas, pero una cosa es el sexo y otras realizar mis fetiches delante de otros. Pero finalmente acabé por realizarlo, no me preguntéis el motivo… simplemente le complací, pensé que era excitante como cuando estas con los conocidos de Madrid, pero con la diferencia que le deje claro desde un principio que no soy ninguna travesti, ni una ‘Trans de closet’, ni nada por él estilo. Soltándome este eso de…

  • “Tranquilo no pasa nada, solo buscas la necesidad de expresar tu feminidad mediante esta manera… verdad, por mí está claro”.

Viéndolo con lógica al verlo de esa manera, comenzando por desvestirme y colocarme bien sexy para él, colocándome un tanga de hilo, medias de ligas, liguero, sujetador, falda, suéter, tacones, arregle mis cabellos y finalmente maquillaje, soltando este tras verme…

  • “Ostia puta, menudo bellezón”.

Volviéndome a soltar…

  • “No me jodas que así es como sales por la capital, ¡no me extraña que tengas un tipo de vida más liberal… uuuffff!!”.

Y ver como Oscar se te acerca como ese primer día, día en que me hizo suyo, acercándose con ese brillo en sus pupilas, acercándose al tiempo que me rodeaba mi cuello con una de sus manos. Comportándose como todo un seductor, atrayéndome hacia él, intentando besarme, labios que rehuí pues no suelo besar. Bien recuerdo como este no daba su brazo por torcer, como intentaba besarme hasta que se lo permití, quizás fuera porque dejara de intentarlo. Deje que me besara, sintiendo como me mordía los labios, como su lengua recorría mi boca, sintiendo al mismo tiempo como una de sus manos la colocaba sobre mis nalgas, magreando y presionándome hacia él… uuummm!!.

Os debo asegurar que aquello me gusto… no era para menos, me sentí seducido y pocas veces me sentí tan a gusto, este me embriago y mientras me besaba, no dejaba de magrearme mis nalgas, dejándome bien claro que iba a ser suyo. Observando como yo iba vestido le había puesto todo nervioso, pues apenas atinaba a desabotonar el botón de su pantalón, teniendo que ser yo quien lo hizo, baje la bragueta al tiempo que me arrodillaba, sacando su pollón fuera y lamer su glande, soltando este un sonoro suspiro. Soltándome…

  • “Joder… menudo zorro estas hecha”.

Y acto seguido, tomo mi cabeza con ambas manos, ¡comenzando a movérmela a modo de follarme la boca… uuuffff!!, tragándomela a la fuerza, sintiendo su glande una vez tras otra presionarse contra mis amígdalas… uuummm!!. Cada vez con mayor violencia hasta que un grito me hizo saber que se corría, pues apenas pude saborear su semen, ya que este fue directamente a mi estómago… uuummm!!. No dejando de chupársela, no dejando de lamer a lo largo de su morcillona polla, mirándole pícaramente al mismo tiempo que descendí para chupar sus huevos, lamiendo y llenándolos de babas para acabar por metérmelos en la boca… uuummm!!. Soltándome este…

  • “Putaaaaaaaaaa”.

Continúe hasta que en pocos minutos estaba otra vez lista para un segundo round, pero dando por sentado que este no deseaba mi boca nuevamente, dando por sentado en el momento que me cogió del brazo y me tiro hacia la mesa. Obligándome a echarme sobre la tapa, inclinándome hacia adelante, quedando de espalda hacia él, como claro esta así pretendía, ¡sintiendo como golpea con su miembro mis nalgas… uuummm!!, alojando su polla entre mis glúteos una vez que echa el hilo de mi tanga aun lado, acabando por presiona su glande sobre mi orificio… uuuffff!!. Polla, ¡que poco a poco notaba como iba introduciéndose… aaahhh!!, entrando muy lentamente… uuuffff!!, entrando poco a poco… no podría decir centímetro a centímetro, pues no sabría precisarlo… ooohhh!!. Cuando un último empujo llegue a sentir sus huevos peludos chocar contra mis nalgas, respirando más tranquilo al tenerla dentro… uuufff!!. Pensé…

  • “Joder… ¡se ha hecho eterno!!”.

Y poco a poco comenzó a moverse, ¡penetrándome lentamente… uuuffff!!, haciendo que sintiera todo el placer posible… aaahhh!!, comenzando a acelerar las embestidas… uuummm!!. Acabando este por cogerme del pelo como a una vulgar puta, tirando de mis cabellos hacia el mientras me penetraba, soltándome…

  • “Joder puta, ¡que buen culito que tienes… aaahhh!!, como traga mi polla… uuummm!!”.

Comenzando a acelerar y en cada embestida que me daba, notaba como el borde de la mesa se me clavaba en la piel, siendo un plus este dolor, plus que se sumaba cuando me mordía el cuello o el hombro, eso por no decir cuando me pellizcaba de mis pezones… uuuffff!!. Tardando una eternidad en correrse, follando sin piedad un buen rato, acabando por correrse y dejarme bien abierto y preñado. Acabando por hacerme hacer fotos, fotos que me hizo desde que me vio vestida de zorra, no pareciéndome bien en su momento, pero poco a poco fue parte del juego, acabando por dejarme. Fotos que en verdad más tarde me arrepentí, pues cierto día este me trajo la sorpresa, no siendo otra cosa que traerse a un amigo suyo, amigo y compañero de su entorno, amigo de su edad que como bien sabia me gustaban, amigo que era también activo. Amigo que estaba conforme en realizar un trio conmigo, más aún después de verme en las fotos de su amigo. Fotos muy comprometidas que pensé en jugármela y rechazarlo, pero tras unos comentarios acabé acatando y cumpliendo. Obedeciendo de alguna manera hasta el inicio de un nuevo curso, curso que recuerdo que se inició el viernes 25 de septiembre, aunque no era obligatorio la presentación, me sirvió como justificación para poder marcharme.

Bueno, pues muchas gracias por vuestros comentarios, no es una excusa, pero antes de ser publicado es corregido hasta por dos correctores ortográficos y gramaticales, pero que supongo que quizás tiene fallos como un ser humano. Dicho esto, y por deseando alargarlo mucho más, os dejo y espero que os haya gustado, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).