El sepelio de mi antigua vecina
El sepelio de la ex vecina trae recuerdos a su hija y al hombre que de joven las ayudaba a cuidar el césped y era recompensado por ello.
El sepelio de mi antigua vecina
July Olson fue mi maestra de sexto curso en la escuela secundaria, así como mi vecina de al lado de casa... Tenía una hija cinco o seis años menor que yo, con quien hablé muchas veces.
Había visto el aviso de su defunción en el periódico y, dado que ella era una antigua vecina, pensé que debería presentar mi pésame a sus hijos por su muerte... Así que fui al funeral.
Ella no fue sólo una vecina y maestra, fue mi primera aventura sexual y quien me inició en el sexo.
Sentado en la parte de atrás de la iglesia, mis pensamientos fueron interrumpidos por las palabras del clérigo:
- "Me han pedido que les extienda una invitación para reunirnos todos en la residencia de la Sra. Olson después del funeral."
No había planeado ir a su casa, simplemente ir al servicio religioso, presentar mis respetos y marcharme... Pero, como había tan poca gente, me sentí un poco obligado... Así que al terminar el oficio religioso, subí a mi coche y conduje hasta mi antiguo barrio.
Aparqué frente a la casa de July y contemplé todo por primera vez desde hace muchos años... Allí estaban la casa donde pasé mi infancia y la casa de July... Excepto porque los árboles eran más viejos o faltaban, parecía una distorsión del tiempo... Me dio una sensación de nostalgia.
Recuerdo que poco después de que los Olson se mudaran al vecindario, el esposo de July falleció... Mi padre sugirió que me ofreciera para cortar el césped de su casa, no por dinero, sólo por ser buenos vecinos... Y yo lo hice durante todo el verano... Tenía entonces dieciocho años recién cumplidos años y esperaba tener un verano divertido antes de ir a la Universidad... Poco sabía yo cuánta diversión tendría.
Caminé hasta la puerta principal y estaba a punto de llamar cuando ésta se abrió.
- "¡Hola! Soy Mark Sullivan... Vivía aquí al lado.”
Una chica alta y delgada, estaba frente a mí... Se parecía mucho a July ahora que la recordaba.
- "Sé quién es eres... Por favor, entra."
Tanto el interior, como el exterior, estaba llenos de recuerdos. Prácticamente nada había cambiado en los veintidós años desde que estuve allí.
"Soy Jessie, la hija de July... Puede que no me recuerdes, pero yo si te recuerdo... Tú cuidaste a mi hermano y a mí un par de veces, además de arreglar el césped."
"Lo recuerdo... Tenías alrededor de doce años en ese momento... Siento la pérdida de tu madre", tartamudeé.
“Gracias, Mark... Ella murió sin sufrir... Toma asiento, por favor.”
Me senté en un sofá y Jessie se sentó a mi lado.
Pareces un poco incómodo... Relájate... Lo sé todo" me dijo mirándome de arriba abajo.
"¿A qué te refieres?", le pregunte desconcertado.
"Sobre mi madre y tú... Ella nos lo contó todo sobre lo vuestro", respondió ella.
"Lo siento... Yo no sé qué decir."
"No es necesario disculparse... Ella hablaba sobre los 'viejos tiempos '... Nunca mencionó tu nombre, pero yo lo sabía... Cuando comenzó yo estaba un amargada... No piensas en tu madre haciendo ese tipo de cosas, especialmente con el chico de al lado, pero entonces, ¿de qué otra manera estaríamos hablando aquí?"
"Estoy bastante avergonzado... Quizás debería irme."
"No lo estés... Por favor, quédate... Me gustaría hablar contigo sobre mamá cuando el resto de los invitados se hayan ido."
Después de aproximadamente media hora, los otros invitados se habían ido y Jessie volvió a mi lado.
- Quieres una bebida?"
Asentí y ella regresó con un vaso de whisky con hielo.
- "Espero que no te importe el whisky de malta... Es todo lo que bebía mi madre... Y es todo lo que hay en la casa... Ahora, cuéntame todo sobre ti y mi madre."
Bebí lentamente, saboreando el whisky, mientras recordaba el pasado.
- “Todo comenzó de manera bastante inocente... Fui a cortar el césped, ella salió y me dijo:
- 'No puedo pagarte... Al menos, ahora no.’
- “No tiene que hacerlo, señora July... Mi padre no me dejaría aceptar ni un centavo por ayudarle, cosa que hago muy gustoso.
- ‘Bueno, cuando hayas terminado, entra en casa’ , me dijo sonriendo con picardía.
Y cuando terminé, subí los escalones de la entrada y fui a tocar a la puerta... Antes de que mis nudillos la golpearan, se abrió... Allí estaba ella.
- ‘Entre, joven señor Sullivan... Déjame traerte algo de beber.’
Se sentó frente a mí, sorbiendo su whisky mientras yo me tragaba una Coca-Cola y unas galletas... Esto se repitió aproximadamente un mes... Cortaba el césped y luego tu madre me daba una Coca-Cola y unas galletas por mi ayuda.
Un día, me preguntó si podía ayudar en la casa y le respondí:
- “Claro, pero no puedo aceptar dinero.”
Me atrajo hacia ella, aplastando mi cara contra su pecho... Eso que me hizo, me excitó mucho... Se me puso tiesa y tu madre debió haberse dado cuenta... Supongo que ese día pudo haber comenzado temprano con su whisky.
- ‘Qué chico tan querido... Sé cómo puedo pagarte’, dijo con voz baja, casi para sí misma.
Bebiendo mi bebida, continué contándole historia a Jessie.
- "July, tu madre, me preguntó si tenía novia... Le respondí que no, tal vez un poco demasiado rápido.”
Mirándome a los ojos, me dijo:
- ‘Me imagino que crees que eres demasiado tímido con las chicas.’
- “Yo ... yo ... supongo que sí”, le respondí tartamudeando.
Entonces ella desabotonó los botones superiores de su vestido, dejando al descubierto una buena parte de su escote y me dijo:
- ‘Creo que podemos resolver ese problema.’
No pude evitar mirar... Recuerdo que tenía unos pechos magníficos.
- “Cogiendo mi mano, la metió dentro de la abertura de su vestido... Sus pechos estaban llenos, suaves, cálidos... ¡Yo estaba en el cielo!... Había visto pechos en las revistas de mi padre, pero nunca antes había tocado uno... Fue muy excitante para mi.”
- ‘¡Adelante!... Siéntelos’, me dijo.
- “Yo tenía ambas manos dentro de su vestido... Sus pezones apretados por mis dedos... Pensé que iba a correrme en mis pantalones cortos... Luego de estar palpándole durante un tiempo sus pechos, me apartó las manos y, después de prometerme que no se lo diría a nadie, desnudó su pecho y me pidió que se los besara y chupara... Y yo lo hice... Suavemente, claro.”
- ‘Chúpame los pezones... Primero uno, luego el otro’ , jadeo excitada.
- “Continué besando sus pezones hasta que me emocioné tanto que me corrí en mis pantalones... Con mi excitación la había estado follando la pierna mientras me amamantaba con su pecho... Ella sabía lo que me había sucedido... Vio la vergüenza en mi rostro y me sonrió, diciéndome que lo había hecho a propósito.”
Tomando mi rostro entre sus manos, me dio un apasionado beso en los labios.
- ‘Corre a casa... Límpiate... Y recuerda que no se lo debes decir a nadie’, me susurró antes de subirse el vestido y abrocharse los botones.
Jessie se rió de lo que le estaba contando con todo el detalle que recordaba y me dijo:
, "Bueno, eso que me dices de tu primer encuentro sexual coincide con lo que mamá nos contó... ¿Y la siguiente vez, que pasó?"
- "Parece que estás disfrutando de lo que te cuento", le dije tomando otro sorbo de whisky.
No obtuve respuesta, sólo una sonrisa irónica mientras ella quitaba la mano que tenía puesta en mi muslo y la deslizó por debajo su falda... Observé en silencio mientras ella comenzaba a frotarse su entrepierna.
- "Dime más cosas."
Sin dejar de mirar su falda, comencé de nuevo a contarle:
"Bueno, la siguiente vez que corté el césped, me invitó a tomar un refresco y las galletas, claro, sólo que esta vez no llevaba un vestido sino unos jeans ajustados y una blusa ajustada, desabrochada hasta la mitad del ombligo... Por supuesto que la estaba mirando excitado."
"¿Como ahora me estás mirando como me toco el coño?", me dijo Jessie.
Me sonrojé, pero seguí explicándole todo para calentarla más.
- "Recuerdo que tu madre se levantó de la mesa de la cocina, se desabrochó la blusa y se descubrió el pecho... Casi me atraganto con las galletas... Me preguntó si me gustaba lo que estaba viendo, como si no fuera eso, obvio”... Me dijo:
- ‘Disfrutaste besándolos el otro día... Adelante, disfrutalos un poco más’.
“No podía creer mi suerte... Todos mis amigos, en aquellos años, tenían las revistas Playboy de su padre para masturbarse, pero yo tenía un par de tetas reales, perfectamente redondas, suaves y cálidas.”
“Mientras chupaba su pezón derecho, ella acunó mi cabeza y gimió suavemente... Después de unos momentos, me preguntó si quería aprender más sobre el cuerpo de una mujer... Por supuesto dije que sí, y tu madre me sugirió que fuéramos arriba, donde se desnudó para mí y se estiró en la cama.
Luego, abrió las piernas, mostrándome 'su gatito ', como ella lo llamaba, cubierto de una maraña de pelos de color rojo anaranjado... Con los ojos muy abiertos, vi como deslizaba un dedo hacia arriba y hacia abajo por su raja... Luego curvó su dedo y desapareció dentro de ella... Se lo metió en el coño... Estaba hipnotizado... Luego, sacó el dedo, resbaladizo con sus jugos y me lo ofreció.”
Con el dedo debajo de mi nariz, preguntó:
- ‘¿Puedes oler mi flujo de lo caliente y excitada que estoy?’
- “Como comprenderás, espiré su esencia femenina... Nunca antes había olido nada parecido... Era dulce, almizclado y me hizo temblar la polla... Presionó el dedo contra mis labios... Los abrí y dejé que deslizara el dedo contra mi lengua... Fue un sabor dulce y picante que nunca olvidé... Me encantó... Le chupé el dedo hasta que estuvo limpio... Me preguntó si quería un poco más... Asentí con la cabeza y deslizó, de nuevo, su dedo hacia adentro y hacia fuera de su coño, volviéndolo a recubrir con su esencia.”
- ‘Tendrás que quitarte la ropa’, me dijo.
“Cómo comprenderás también, Jessie, si tu madre me hubiera dicho que saltara por la ventana, lo habría hecho... Pensé que era la mujer más hermosa del planeta... Así que rápidamente me desnudé, me arrodillé en la cama y esperé a lo que vendría después.”
“Esta vez fue ella quien se chupó el dedo en la boca... Luego se inclinó y me besó, metiendo su lengua en mi boca, dejándome saborearla en su lengua... En aquellos momentos pensé que era una gran suerte tener a tu madre para disfrutarla sexualmente.”
“Ella cogió mi cabeza entre sus manos y me arrastró hacia su pubis y me dijo:”
‘ Besa mi gatito... Lámelo... Saboréame... Mete tu lengua dentro... ¡Eso es! '
Recuerdo que el olor del coño de tu madre era intenso mientras mi lengua recorría sus labios vaginales... Ella en todo momento me sujetaba mi cabeza apretada contra su coño mientras me guiaba para darse el máximo placer.
Recordando esto, Jessie, cómo esa era mi primera vez, mi técnica fue muy amateur, pero el entusiasmo que puse lo compensó con creces... Tu madre me decía:
‘ Ahí arriba está mi clítoris... Chúpalo... Suavemente... Sí... Sí... ¡Así!... ¡Ahí!... ¡Oooh!... ¡No te detengas !’, me dijo.
“Recuerdo que gemía retorciéndose debajo de mí... Luego escuché que dejó escapar un gemido mientras su cuerpo se ponía rígido y poco después, se relajaba.”
“No tenía idea de lo que le había hecho, pero obviamente a ella le gustó... Tiró de mi cabeza subiéndome a nivel de su boca... Nos besamos de nuevo... Metió su lengua profundamente dentro de mí y nuestras lenguas jugaron entre sí... Al final, ella terminó lamiendo su flujo que había soltado en mi cara, limpiándomela.
- ‘Ahora es mi turno, contigo... ¿Recuerdas lo que hiciste el otro día?... Pues vamos a hacer eso de nuevo, sólo que esta vez, te corres en mi boca.’’, me dijo.
Escuché esas palabras recordando cómo me corrí en mis pantalones, y haciendo que me tumbase en la cama, y dándome besos por mi cuerpo hasta que llegó a mi polla.
- “Tu madre me agarró el tronco de mi polla y le dio un apretón... Recuerdo que pronto apareció una gota de líquido seminal en la punta y ella se pintó los labios con él antes de ponerse a succionar mi glande... Gemí y mis ojos se cerraron por el intenso placer que me estaba dando.”
- 'Abre tus ojos y mira cómo te lo hago' , me dijo entre chupadas.
Me puse una almohada detrás de la cabeza mientras ella me la chupaba de nuevo, esta vez hasta el final... Su nariz se enterraba en mi vello... Me dijo:
- ‘¡No te reprimas!... ¡Quiero que te corras en mi boca!'
Segundos más tarde de recibir su orden, solté un torrente de semen caliente y pegajoso, que ella tragó sin derramar una gota... Me dio mi primera mamada y recuerdo que fue espectacular.
Dejando que mi polla desinflada se deslizara entre sus labios, dijo:
- '¡Eso estuvo delicioso... Me gustó mucho hacértelo!'
Luego, se deslizó hacia arriba por la cama y me besó de nuevo, dejándome probarme a mí mismo por primera vez... Era salado, un poco amargo, pero como a ella le gustaba, no lo rehuí... Sintiendo mi consternación, tu madre me susurró:
- 'Es un gusto adquirido... Te acostumbrarás y las chicas te querrán por eso.’
Un gemido de Jessie interrumpió mi explicación... Su mano estaba ahora dentro de sus bragas... Sus dedos se agitaban y estaba muy nerviosa... Se estaba masturbando delante de mí, sin pudor alguno.
- "¿Por qué no vamos arriba al dormitorio?... Puedes hacerme a mí lo que pasó después con mi madre, en lugar de contármelo... Me has puesto muy caliente con la explicación tan detallada."
Subimos escaleras arriba, al dormitorio de su madre... Miré alrededor de la habitación y luego por la ventana hacia la calle.
"Jessie, es como si el tiempo se hubiera detenido... Prácticamente nada ha cambiado", le dije.
"Había un gran árbol en nuestro patio delantero. Cuando mamá quería follar, nos enviaba afuera... Mi hermano Billy me ayudaba a subir y yo trepaba al árbol, espiándolos a los dos."
Sorprendido de que nos hubiera estado mirando, me volví para decir algo y encontré a Jessie desnuda, estirada en la cama... Su ropa esparcida por todo el piso... Abrió las piernas y me indicó que fuera a ella... Me aflojé la corbata, me quité la camisa, me quité los zapatos y los pantalones en un tiempo récord... Agarré su pie, lo besé y chupé sus dedos.
- "¿Mi madre te enseñó eso?" dijo, abriendo las piernas un poco más, dándome una mejor vista de su coño pulcramente recortado.
Asentí con la cabeza mientras iba besando sus piernas hasta llegar a entrepierna.
- “Debí haberme perdido esa parte algún día que no subí al árbol!" dijo ella sonriendo... Podía sentir el calor de sus muslos contra mis oídos mientras lamía sus labios vaginales con la punta de mi lengua.
Me detuve un momento... Miré a la cara de Jessie e inhalé profundamente, absorbiendo el olor de su coño, y llenando mis pulmones con ese olor tan personal.
Luego, me sumergí en la hendidura de su coño, aplastando mi nariz contra su clítoris mientras metía mi lengua profundamente, probando por primera vez, a la hija de la que fue mi maestra.
Rodeando mis brazos alrededor de sus muslos, abrí sus labios vaginales y le di un beso largo, terminando con la parte plana de mi lengua contra su clítoris.
"¡Mi madre me dijo que aprendías rápido!" dijo, frotando su hueso púbico contra mi cara.
"Ella era una buena maestra!", le susurré entre lamidas.
Sentí las manos de Jessie en mi cabello mientras ovalaba mis labios alrededor de su clítoris, prodigándolo con movimientos de lengua.
Al mismo tiempo, deslicé mi mano izquierda debajo de sus nalgas, pasando mi dedo entre sus nalgas e le metí mi dedo dentro de su orificio anal... Jessie gimió y se retorció sobre el dedo invasor.
Sin descansar en mis laureles, le metí un segundo dedo dentro... Su reacción fue pegarse más a mí mientras untaba mi cara con sus flujos.
"¡Oooh!... ¡No pares!... ¡Me estás dando mucho placer!"
Metí ahora dos dedos en su coño y los curvé contra su punto G... Levanté la cabeza por un momento y le dije:
"¡Tu madre me enseñó a realizar varias cosas al mismo tiempo!"
"¡Oooh!... ¡Me voy a correr!... ¡Estoy muy cerca!... ¡Sigue, por favor!... Haz que me corra."
"¡Con mucho gusto, Jessie... Con mucho gusto!"
Chupé su clítoris de nuevo en mi boca mientras batía mis dedos en su coño empapado.. De repente se puso rígida, gimiendo:
- "¡Oooh... Síííííí”, mientras su orgasmo se apoderaba de ella.
Tan rápido como había llegado, se fue... Sacando mi cara de su coño, me besó, chupando su propia esencia de mi lengua.
- "¡Fóllame!... ¡Te necesito dentro de mí, ahora... ¡Como lo hiciste con mamá mientras yo miraba desde el árbol!"
Nuestro frenético emparejamiento sólo duró uno o dos minutos antes de que ella volviera a correrse... Sus piernas estaban rodeando mi torso para que se la metiera lo más profundo posible... Cuando su orgasmo explotó, pasó sus dedos por mi espalda mientras mordía mi hombro.
Todavía con mi polla incrustada firmemente en su coño, me di la vuelta para poder mirarla a los ojos mientras comenzaba a bombear de nuevo, sintiendo su tensión a lo largo de mi polla.
- "¡Oooh... Eres muy malvado" dijo sonriéndome.
Levantando la mano y jugando con sus pechos, le respondí:
- "Sólo intento hacer mi trabajo lo mejor posible."
Jessie comenzó a girar sus caderas... Su malvada sonrisa se extendió por su rostro y me dijo:
"Quiero que me hagas algo que con mi madre nunca hiciste."
"¿Qué cosa?"
"Para empezar, correrte dentro de mí."
Podía sentir sus músculos vaginales ondulando a lo largo de mi polla, instándome silenciosamente a hacer lo que me pedía.
- "Sé que mamá quería que lo hicieras, pero verse atrapada en una aventura con un ex alumno habría arruinado su carrera, por no mencionar quedar embarazada."
Miré hacia donde nuestros cuerpos estaban unidos... Vi su vello púbico pelirrojo mojado por sus jugos y mi polla resbaladiza por estar también mojada por esos mismos jugos.
Deslicé una mano hacia su clítoris y comencé a masturbarlo... Su rostro se mostraba feliz mientras trabajaba su clítoris y la follaba con golpes largos y profundos.
Tirando de ella hacia mí, aplastando su pecho contra el mío, chupé su labio inferior, mientras movía mis caderas tratando de entrar más profundamente con mi polla dentro de su coño... Besé su cuello, moviendo ambas manos en su culo para atraerla más hacia mí.
Sabía que ambos estábamos cerca de corrernos cuando le susurré:
- “Prepárate porque estoy a puntos de empezar a soltar chorros de semen dentro de tu coño.”
Jessie, al escuchar mis palabras, comenzó a temblar desde lo profundo de su coño e irradiando el tembleque hacia sus extremidades... Su nuevo orgasmo la sacudió hasta la médula.
- "¡Oooh!... ¡No pares!... ¡Síííííí!", gritó mientras su coño se apretaba con fuerza alrededor de mi polla.
Gruñí mientras mi polla escupía chorros de esperma cálido y pegajoso en lo profundo de ella, una y otra y otra vez.
Jessie se derrumbó encima de mí, sin aliento, apretándome con fuerza mientras las olas del orgasmo retrocedían.
"Uff... Esa follada que me has dado ha sido muy intensa."
"Me alegra que te gustase... Antes me dijiste, 'Para empezar....' ... ¿Qué más tenías en mente?", le pregunté, acunando su cabeza contra mi hombro.
Cuando papá vivía, solía comerle el coño después de follarla... Eso a mí siempre me pareció muy excitante, pero mi ex marido pensaba que era un acto sucio y nunca me lo quiso hacer.”
"Tu ex era un idiota... Creo que es hora de mi almuerzo", le dije mientras la empujaba sobre su espalda.
Con mi polla colgando sobre su cara, me sumergí entre sus piernas... Aunque July, su madre, nunca me enseñó esto, había sentado las bases... La mayoría de las veces, después de chupar mi polla y correrme en su boca, el semen lo impregnaba todo... Ella siempre me pedía besos que sabían a semen... Entonces, para mí no era muy difícil follar y luego comerle el coño, seguido, por supuesto, de besos en sus labios para que Jessie también tuviera el sabor de mi semen.
Mientras yo le lamía y limpiaba su coño, Jessie chupaba mi virilidad flácida, lamiendo los restos de nuestra follada, mientras yo recogía el semen de lo más profundo de ella y lo bebía... Entre mis dedos dentro de su coño para extraer el semen y mi lengua, Jessie no tardó mucho en gemir constantemente con mi polla alojada en su garganta.
Sorprendentemente, tampoco tardé mucho tiempo recuperar mi erección.
Chupando su clítoris mientras buscaba su punto G la tenía retorciéndose, suplicando que le diera más corridas.
- "¡No pares!... Hazme correrme... ¡Por favor!" suplicó, con sus palabras amortiguadas por la presencia de mi virilidad en su boca.
Dejando que el tronco de mi polla se deslizara de sus labios y saliera fuera de su boca, me rogó que la follara ‘ como una perra en celo’ .
Me aparté de ella y vi como se ponía de espaldas a mí ofreciéndose moviendo su culo... Me puse detrás de ella, apunté mi polla a su abertura vaginal y se la metí con mucha facilidad.
La cogí por sus caderas y comencé a penetrarla profundamente en su coño con golpes cortos y mis bolas golpeando contra ella cada vez que nuestros cuerpos se juntaban.
Me miré en el espejo que había sobre el tocador y la vi sonreír ante su reflejo... Le devolví la sonrisa al espejo, viendo sus pechos rebotar y tambalearse mientras la follaba con fuerza.
- "¡Fóllame como si fuera la última vez que lo hagas!" gruñó ella.
Redoblando mis esfuerzos, golpeé con más fuerza cada vez que me pegaba a su cuerpo, agarrando sus pechos, uno en cada mano.
- "¡Oooh!... Sííííí!... Qué bien me jodes" gritó Jessie.
Agarré un puñado de su pelo con una mano mientras mordía su pecho con la otra, acercándome rápidamente a mi orgasmo.
- “Joder... Que follada tan buena me estás dando" volvió a gritar Jessie mientras su cuerpo se apretaba y su coño me agarraba la polla.
Yo no quería correrme todavía porque quería seguir disfrutando, así que aguanté su tercer orgasmo sin correrme.
Luego me senté contra las almohadas, invitándola a sentarse frente a mí... La grieta de su culo era un lugar de anidación para mi polla todavía desenfrenada.
La envolví en mis brazos, besando su nuca... El placer del orgasmo que le había dado comenzó a retroceder cuando mis manos se desplazaron hacia sus pechos, ahuecándolos suavemente... Mis pulgares e índices rodaban y estiraban sus pezones.
"¿Tú que tal te lo estás pasando?... No te corriste", me dijo Jessie.
"Me reservo para más tarde", respondí dándole mordiscos en el lóbulo de la oreja.
Jessie intento coger mi polla pero yo se lo impedí abrazándola con un brazo mientras le tocaba el coño con la otra mano... Jessie giró su cabeza y nos besamos mientras mis dedos se deslizaban por los labios de su coño justo antes de meterlos en su interior.
“Mmm!... Eres muy malvado... Ya empiezas de nuevo a calentarme", gimió en mi boca cuando nuestras lenguas chocaron.
No has visto nada todavía", le respondí, abriéndole el coño con un par de dedos.
Su respuesta fue retorcerse contra mis dedos invasores mientras ellos se curvaban y empujaban metiéndose dentro de su coño y mi palma de la mano masajeaba suavemente su clítoris.
- "Córrete para mí... Quiero tu cuarta corrida", le susurre al oído.
Los dedos de mi otra mano retorcían y estiraban sus pezones.
Volviendo la cabeza para darme otro beso, me dijo:
"Si quieres, haz que me corra."
"¡Me encantan los desafíos!", le respondí mientras pellizcaba y estiraba su pezón con una mano y con la otra le frotaba su cálido y húmedo coño.
"¡Oooh!... ¡Qué gusto me estás dando!", me dijo Jessie.
Seguí mi asalto, mordiéndole el cuello mientras la abrazaba fuerte... Cuanto más se retorcía, más fuerte la sujetaba... Sus gemidos se hicieron más fuertes y más largos.
- "¡Por favor!... Haz que me corra... No pares... No pares ", suplicó antes de que sus gemidos se volvieran cada vez más incoherentes.
Finalmente, ella se puso rígida... Podía sentir su coño tratando de ahogar mis dedos mientras ellos batían sus entrañas... Mi palma de la mano estaba empapada con sus jugos mientras se agitaba tratando de escapar de la intensidad de su orgasmo... No me detuve... Seguí hundiendo y frotando su coño, mientras estiraba sus pezones duros como guijarros... Fui implacable... Continué hasta sacarle otro nuevo orgasmo... Sería su quinta corrida.
"Soy dueño de tu coño, Jessie... Soy dueño de él... Y haré lo que quiera con él", le susurré.
"¡Oooh!... ¡Oooh!... Para, por favor... No puedo más... Estoy agotada", me suplicó tratando de escapar.
Reduje un poco el ritmo antes de sacar mis dedos empapados de flujo del coño devastado de Jessie, para llevárselos a sus labios... Sin que se lo dijeran, abrió la boca, saboreándolos, chupándome los dedos.
- "Buena chica", le dije, soltándola.
Permaneció abrazado a mí por un minuto mientras los últimos restos de su orgasmo disminuían... Cuando se recuperó, me sonrió diciendo:
- "Ahora es mi turno... Quiero escucharte suplicar... Voy hacer todo lo posible para ocupar el lugar que tenía mi madre... Quiero que disfrutes mucho más conmigo y me entregaré totalmente a ello siempre que me lo pidas."
Y sin más, cogió mi corbata, me la ató entre las manos y luego la ató a la cabecera quedando inmovilizado... Le dije:
- “No lo dudes... Va a ser así... Quiero disfrutar mucho contigo y preñarte para mí... Preñarte muchas veces... Ahora hazme disfrutar hasta darme la mejor corrida de esta noche... Entrégate totalmente a ello”
Y así fue lo que sucedió... Y aún continuamos juntos y enviciados.
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