El Sentido Profundo de la Inmortalidad...
Un acercamiento tentativo a la Inmortalidad.
por Cienno
La inmortalidad, un tema tratado desde las más antiguas formas de elemental trascendencia hasta los tiempos modernos y contemporáneos es sin duda fascinante, y hasta cierto punto, poseedor de un extraño embelesamiento. Sin embargo, ese sentido con el que tradicionalmente se le ha tratado no pasa de ser una mero acercamiento prosaico, un vulgar intento de simplificar significados de profundo sentido y halagar la vanidad humana tratando de extender la mediocridad y lacerar con fútiles intentos de explicar lo intangible e incuantificable.
¿Se puede medir la inmortalidad? Esta es la primera disyuntiva en el intento de clarificar la inmortalidad. Podíamos, en su sentido estricto y carente de connotaciones, decir que es no morir, sin embargo, ¿que es morir? ¿el dejar de existir? Esto no explica más allá de nuestras narices. El morir circunscribe al proceso mediante el cual un individuo es concebido como materialmente existente hasta dejar de serlo, es decir, que nosotros podemos interactuar con el o no, pero eso no implica necesariamente que este deje tajantemente de existir, en sentido holista.
Es conocida como una verdad absoluta el hecho de que la materia y la energía no se crean ni se destruyen, solo se transforman; entonces, ¿por que creer que somos creados cuando somos concebidos? Es bien aceptado que al fallecer, sufrimos una transformación, pero esa liminalidad latente es poco esclarecida. Si considerásemos a la muerte no como un evento funesto, sino como todo un proceso existente dentro de otro proceso (la existencia), algo importante cambia el sentido de orientación.
Es aquí donde encontramos el sentido profundo de la Inmortalidad, ya que no es una mera extensión indefinida de la existencia terrenal, sino una etereidad indefinida y de una significación que implica redimensionar el fenómeno, es decir, un intento holista y ontológico que no tome como base al ser humano como patrón, sino a la experiencia humana colectiva como una variable de un conjunto tentativo. Es decir, la inmortalidad va más allá del momento trascendente de la muerte prolongado hacia el infinito, sino también la existencia en la inexistencia, una vacuidad en la permanencia y un principio relativo en un fin aparente. Y no he sido el único que ha reflexionado al respecto, ya que formas alternativas de conocimiento también han planteado posiciones al respecto, desde la cosmovisión Prehispánica hasta el refugio budista, la verdad de la realidad es un tópico inherente, y la inmortalidad, en su sentido profundo, también va ligado a ellas.