El Señor del Teléfono 3 - El final

Soy la Dra Muñiz, psicóloga. Cometí un error grave en mi profesión, tuve sexo con un paciente y la pague muy caro. Acá el final del relato

El señor del teléfono III – El final

Luego de mi experiencia de sumisión en mi propia casa con Suárez, mi cabeza estaba bastante “revolucionada”. Mis actitudes y lo que sentí al hacer eso me confundían por completo. Llegue a un punto donde empecé a sentir que lo que me decía el señor del teléfono era verdad, que era una puta. El haber sido infiel a mi marido con un paciente, el haber sido sometida por dos hombres el mismo día sin conocer a ninguno de los dos, el haber sido manoseada por cinco desconocidos en un lugar sucio y que me haya gustado al punto de desear ser cogida por ellos y el ser dominada y sometida en mi propia casa, me daban las pautas claras, por mas que quisiera taparlo, que todo había sido real y yo lo había disfrutado.

La siguiente semana intente llevar una vida normal, tratando de dejar de lado todo este tema. Pero bueno, como siempre, lo que me esperaba estaba muy lejos de mi pensamiento. El miércoles mi marido me comento que tenía que viajar el jueves por tema de trabajo y estaría afuera hasta el sábado y me pidió que asistiera a la fiesta que daba su empresa. Yo le dije que iría sin problemas, que no se preocupara. El jueves temprano el salio para aeroparque y yo me dirigí a mi consultorio, como siempre. Los padres de el iban a buscar a los chicos y se quedarían con ellos hasta el domingo. Todo fue normal ese día. El viernes me desperté, tome una ducha y me fui al consultorio. Al llegar me encontré con Martha, mi asistente:

  • Buen día Martha
  • Buen día Doctora
  • Alguna novedad?
  • Si doctora, la esta esperando un señor en la habitación, creo que empieza hoy con las sesiones.
  • Bueno Martha, me prepara un café y me lo lleva?
  • Si doctora.
  • Gracias

Tome la correspondencia como todos los días y me dirigí a la habitación, donde realizo las sesiones de terapia con los pacientes. Abrí la puerta y  quede paralizada: Suárez estaba en el sillón esperando. Si, Suárez, el mismo que me domino y sometió en mi propia casa. Me lo quede mirando y el igual, me miro, sonrió y me dijo:

  • Que tal doctora, como esta?
  • ……..bie…….bien…….que se le ofrece?

No me respondió, solo saco su celular del bolsillo, llamo a alguien y cortó. Se quedo mirándome de arriba abajo, entonces mi celular sonó:

  • Doctora, buenos días, como le va?
  • Se…..señor, como esta? ( estaba aterrorizada, esto no me lo esperaba, no en mi consultorio, ya era demasiado, pero después de lo que paso en mi casa, nada me tenia que extrañar)
  • Doctora, como vera Suárez esta ahí. Calculo que le trae buenos recuerdos ajajá!!, así que arregle una visita inesperada para usted, creo que usted no se esta tomando esto de forma seria, así que mejor se lo hacemos repensar. Es simple, hoy no hay tareas de mensajería, solamente esto: quedas a las ordenes de Suárez, el te manda, vos obedeces sin peros, estamos? Y no te preocupes por tus pacientes, ninguno va a ir hoy, eso se arreglo. Disfruta putita, y después pensa ajajá

Me dejo sin habla, me había sorprendido en serio. Así que ahí quede, esperando que me hable o diga algo. El me miraba, se frotaba la pija y me miraba.

  • Bueno puta, sin vueltas, sacate todo, quedate en corpiño y tanga, apurate.
  • Peroo…señor, este es mi consultorio, acá no, por fav….
  • Shh, nada de peros puta, sabes que pasa sino obedeces, así que no opines ni pienses, obedece y punto. Estamos?
  • …………si señor……

Obedecí, casi temblando, era la primera vez que me pasaba esto, ahora si que el miedo era miedo. Sin opción alguna, me saque la ropa y quede en corpiño y tanga. El me miró y me ordeno que me arrodillara en el piso. Lo hice, el se acercó, se bajo el cierre y me dio la orden:” chupa ” así de simple. Mire la puerta de la habitación que estaba cerrada, rogando que Martha no entrara y me viera así, di vuelta la cara, abri la boca y empecé a chuparle la pija a Suárez. A partir de ese momento me volvió el alma al cuerpo, el gusto de su pija, el olor, todo eso me hizo tranquilizar de alguna manera; y mi cuerpo empezaba a dar señales de placer: mi concha se humedecía, mi pezones duros y mi culo latía, señales de que en verdad disfrutaba lo que estaba pasando. En un momento sonó su celular, el atendió, dijo 2 palabras y colgó, me miro y sonrió; segundos después lo mire y el estaba mirando la puerta, oí que se abría la puerta y mire, en ese momento el corazón se me subió a la garganta: Martha estaba parada ahí, y se acerco; yo, con la pija de Suárez en mi boca, mirando, sin moverme, helada, inmóvil por completo:

  • Hola amor, la estas pasando bien? Dijo Martha
  • Si mi vida, muy bien. La verdad tu jefa resulto flor de puta, sino mira, en tanga y corpiño, arrodillada y chupándome la pija, jaja. A ver puta, saluda a mi esposa, Martha..

Mi cara en ese momento reflejaba mi ser, ojos bien abiertos, boca bien abierta, no podía creer lo que estaba pasando, Martha, mi asistente, esposa de Suárez y encima encontrándome arrodillada, en ropa interior, chupándole la pija al marido.

  • Ho…hola Martha….
  • Jaja, tu cara, por dios ajajá, bueno, escucha atentamente, yo me voy a ir, tengo cosas que hacer, así que quedas con mi esposa, y la obedeces a ella, es tu jefa, pero mejor, ella te lo va a explicar ajajá.
  • Espera, antes de irte, tomate un café conmigo, tengo que hablar con vos por lo de esta noche.
  • Bueno, 5 minutos amor, estoy algo retrasado.
  • Si, a ver, como te voy a llamar: Puta?,Basura?,Sucia?,Estúpida? Mmm, tengo que ver como te voy a llamar, pero mientras, anda a la cocina y prepara café para mi y mi marido, dale, pero anda sin corpiño, algunas cosas van a cambiar por acá, dale, apurate!!!

Sin emitir palabra alguna, me saqué el corpiño y me fui a la cocina dejándolos a ellos 2. En la cocina me quede y pensé: “ Y ahora?? Ya había asimilado de alguna forma el juego de Suárez y el señor del teléfono, pero ahora era una mujer la que se sumaba al juego. Pensé que a lo mejor, al ser mujer, seria distinto, quizás hasta mas comprensiva. E inmediatamente me di cuenta que ya no pensaba en esto como algo desagradable, me preocupaba mas el nuevo integrante. Hice el café y volví a la habitación, les di ambas tazas y me quede ahí, esperando.

  • Sentate en el piso y escucha. A partir de ahora, algunas cosas van a cambiar acá. Primero, me vas a llamar Señora Martha, me hablas con respeto y me obedeces en todo lo que te diga. Vas a seguir atendiendo a tus pacientes con normalidad, eso no se modifica, pero cuando quedemos solas, vas a quedarte en ropa interior y vas a venir a mi escritorio, te arrodillas y me vas a preguntar si preciso algo. Voy a llamarte como me de la gana, así que estate atenta. Ahora tirate boca abajo en el piso y pajeate, voy a despedir a mi esposo, puta.
  • Si Señora Martha.

Ella acompaño a su esposo hasta la puerta, mientras yo hice lo que me pidió, me tire boca abajo en le piso y empecé a pajearme. Ella volvió y me dijo:

  • Mira vos, mi jefa, tan fina cuando habla y camina, tan distinguida, ahora tirada en el piso, semidesnuda y pajeándose, que puta asquerosa que sos, das asco, pero me vas a servir para entretenerme un rato, jaja.

Martha es una mujer de 42 años, morocha, pelo enrulado, con buen cuerpo, pero ahora estaba mostrando algo mas, su carácter, bastante dominante y duro. Se sentó en el sillón que yo uso habitualmente, se saco el pantalón quedando en camisa y tanga bastante ajustada. Abrió sus piernas de par en par y me dijo que le prendiera un cigarrillo. Lo hice, se lo di y en voz seca me ordeno que me acercara en 4 patas y empiece a besarle la entrepierna, despacio. Ella tomo su celular y llamo a alguien:

  • Seguí así sucia, besa despacio. Acabo de llamar a una muy buena amiga, ella me va a ayudar a explicarte como es esto. La voy a pasar bien a costa tuya.
  • Si Señora Martha.

Al rato sonó el timbre, ella me dijo que me vista y vaya a abrir. Lo hice y fui. Era una mujer de unos 30 y pico, muy linda, alta, rubia, muy fina y muy bien vestida. Pasamos a la pieza. Se saludaron, rieron y Martha le explico como era la situación. La mujer, de nombre Erica se dio vuelta y me miro, volvió a hablar con ella. Yo seguía parada sin saber que iba a pasar, hasta que Marta me dijo:

  • A ver puta, desnudate, dale.
  • Si Señora Martha
  • Ahora me voy a sentar acá y voy a disfrutar, vos obedecela a ella. Estamos?
  • Si Señora Martha

Me desnude y quede ahí. Erica me miro, se me acerco y sin decir nada empezó a tocarme, a besarme el cuello, mis pechos, a pasarme la mano por la concha. Me estaba calentando mucho. Ella camino, se alejo y empezó a sacarse la ropa, quedando con un body de cuero negro. Tenia un cuerpo increíble, la mire y me pregunto “ Te gusta?. Yo no le respondí nada, ella se río y fue al baño. A los cinco minutos apareció, me tomo de la mano y me llevo al baño:

  • Bueno linda, acá se acaba la amabilidad. (Y me dio un sopapo en la cara, y otro, y otro)
  • Pero, pero…..
  • Callate putita, arrodíllate acá, dale

Señalo el inodoro, dentro había dejado su mierda,  la llamo a Martha diciéndole que venga y le trajera su herramienta. Yo estaba arrodillada frente al inodoro, y por como venia la mano empecé a imaginarme lo que vendría. Martha entro al baño con unos guantes de limpieza. Ella se los puso y pidió a Martha que me agarre de los pelos y sostenga, Erica tomo su mierda con las manos y me la empezó a refregar en la cara. ” Dale puta” me decía “Dale que esto te va a encantar, puta asquerosa…. Me lleno la cara de mierda, yo apenas podía respirar del olor, pero esa sensación volvía a invadirme otra vez….placer puro, por dios, me estaba gustando, dios mío, era una puta, bien asquerosa, bien puta.

Después de dejarme la cara llena de mierda, Erica me metió en la bañera, me hizo arrodillar, ella se paro delante de mí abriendo sus piernas y empezó a mearme. “Ahora te toca lavarte, jaja, puta…… esto te mereces, jajaja. Martha miraba y se reía, lo disfrutaba…… igual que yo. Cuando termino, salio de la bañera y me dijo que me duchara: “Sacate el olor a mierda y meo sucia…” mientras salían las 2 del baño.

Después de ducharme, volví a donde estaban ellas. Me ubicaron de rodillas contra la pared y me dejaron ahí. Hablaron un rato hasta que Erica se tuvo que ir. Se despidieron y Martha me ordeno que la acompañe hasta la puerta, así como estaba, desnuda. Lo hice y volví. Martha se volvió a sentar en el sillón y me ordeno que fuera en 4 patas y esta vez le chupara la concha. Así me tuvo un buen rato, hasta que me dijo que me fuera, que por ahora no me quería usar más. Me vestí y me volví a casa.

Llegue, me duche, me hice un café y pensé. Mi cabeza no daba mas, porque me comportaba así? Pensaba, no podía encontrar respuesta alguna, la única que me venia a la cabeza era que, como me decía el señor del teléfono, era puta, pero definitivamente no cedía a esa idea. Mire mi reloj, eran cerca de las 19.30 y me acorde de la fiesta de la empresa de mi marido, así que tranquila, empecé a preparar la ropa que me iba a poner.

Como toda mujer, tarde en elegir, pero al fin me decidí: me puse un vestido rojo, como hacia frío elegí un par de botas negras, un suéter y un piloto negro. Espere hasta las 21 y salí.

El salón quedaba en la zona de Palermo, llegue con la invitación y entre. Un lugar lindo, iluminado, con las mesas preparadas y una lista con las personas invitadas ya con lugar en cada mesa. Al dar mi nombre al recepcionista, este me indico que el salón quedaba abajo, en el subsuelo. Me acompaño y me llevo hasta ahí. Pase un cortinado rojo y me indico mi mesa. Estaba poco iluminado, con mucho rojo en la decoración, poca luz y un escenario con micrófono. Así que me senté y espere. Comenzaron a llegar los invitados y se iban acomodando. Era poca gente y en mi mesa todavía no llegaba nadie. Al cabo de un rato alguien se acerco a mi mesa y me toco la espalda, gire y sinceramente no podía creer lo que estaba viendo: Suárez y Martha, más atrás, Bruno (el paciente con el que tuve sexo en mi consultorio) No entendía nada, nada de nada. Se sentaron en la mesa y sonrieron entre ellos. Martha me dijo, todavía falta alguien más que tenes que conocer. Yo no sabia que hacer, hice el ademán de retirarme, pero Suárez me tomo del brazo y me hizo sentar. “Tranquila me dijo, ahora viene lo bueno”. A los pocos minutos llego la persona que faltaba, un hombre grande, algo mayor (quizás unos 45 años) y se presento:

  • La doctora Muñiz, usted es la esposa de Nicolás?
  • Si, un gusto en conocerlo
  • Soy el señor Marco, y ya me conoce doctora……por teléfono.
  • Usted? Es??……….es!!…….
  • Si putita, si, soy yo. Además de ser el señor del teléfono soy el presidente de la compañía. Suárez, a quien ya conoces, es apoderado de la empresa, su mujer Martha y Bruno, el jefe de tu marido y hermano de Martha.
  • Ah, p….. (Quede sin palabras, con la boca abierta, no podía de ninguna forma entender, nada, absolutamente nada me hacia reaccionar en ese momento).

Toda una sorpresa resulto esa reunión, y recién empezaba. Durante la cena ellos hablaron como si nada, yo ni siquiera pensaba en la comida y por eso no toque bocado. Solamente pensaba:” los jefes de mi esposo, me enrede con los jefes de mi esposo, me cogieron los jefes de mi esposo!. No tengo salida alguna, estoy atrapada, no hay excusas ni reclamos, nada

Después de cenar, seguían hablando hasta que Martha le dijo a Marco:”Es hora no?. Marco me miro y me dijo:

  • Doctora, todo esto empezó con su infidelidad, ese fue el puntapié de todo. Pero, esa no fue la causa, sino una consecuencia de lo que usted esconde. Cuando le dije que usted es una puta, veo que jamás reaccionó, no fue la infidelidad en si, sino hubiese sido con Bruno, habría sido con otro cualquiera. Usted encontró respuesta de porque al ser dominada por nosotros le termino gustando? Porque a usted le termino gustando no?
  • Si (ya no sentía la necesidad de ocultar que me gustaba la onda de ser dominada por extraños, me excitaba y sentía placer al hacerlo, así que directamente escuchaba cada palabra que me decía Marco y si, acertaba en todo)
  • Vio, entonces, no me equivocaba al pensar que usted era una puta
  • No, es cierto (termine aceptando eso, Marco tenia razón, era una puta)
  • Bien, entonces, vamos a sacarle el jugo a esto (sonreía mientras me decía esto)

Marco le hizo una seña a Martha y esta me llevo de la mesa al baño. Allí quise comentar con ella mi charla, a lo cual ella me dio un sopapo y me dijo:

  • No te confundas puta barata; que Marco te haya dicho eso no significa que puedas hablarme así nomás, estamos, yegua?
  • Si señora Martha, perdón (el juego seguía, así que yo hice lo mismo)
  • Bien, sacate el vestido, el suéter, quedate en tanga y con las botas, dale
  • Si señora Martha.

Quede en tanga y con las botas, como ella me lo pidió. Se acerco a mí, me agarro de los pelos y me apoyo contra la pared, empezó a pasarme la mano por mi concha, que estaba húmeda y me dijo:

  • Tanga turquesa y botas negras, ja, te vestís como toda una puta reventada eh? Preparate sucia, ahora viene el show…ah, y recorda esto, en algún momento de la noche te voy a romper bien el culo, estamos? Y me vas a pedir por favor que lo haga, estamos?
  • Si señora Martha.

Martha me tenía apoyada contra la pared y me sujetaba de los pelos. A que se refería con eso de que ahora empezaba el show? Bueno, ya estaba por averiguarlo. Suárez entro en el baño, me miro y me dijo:

  • Bueno puta, ahora vas a hacer lo siguiente: Cuando Marco te llame, vas a entrar directo al escenario, sin hablar y vas a obedecer en todo lo que el te diga, estamos?
  • Si señor, pero se fueron todos de la reunión?
  • No puta, están ahí, esperando conocer a la esclava de la noche. Portate bien porque están los compañeros de trabajo de tu marido, estamos?
  • Como?? (Martha me tironeo de los pelos y me dio un sopapo, y entendí la señal) Si señor, como usted ordene.

Bueno, en ese instante me hele por completo. Estaba asimilado el juego amo y esclava con ellos, pero con gente que conocía a mi marido!!! No, por dios!!! ahora si que esto se había descontrolado mal para mi. Pero ya estaba jugada, yo misma acepte lo que Marco me dijo, no había vuela atrás.

Marco me llamo y entre, tal como me ordeno Suárez, y me fui al escenario. Con la cabeza gacha camine y sin poder evitarlo escuche algunos comentarios de la gente: “ Esa es la mujer de Nico? – “ Ah bueno, pobre Nico, pero que puta !”. Esas fueron las exclamaciones, y llegue al escenario:

  • Señores, esta es la puta de la noche. Algunos la conocen, es la esposa de Nicolás….ya recuerdan?  Psicóloga, muy fina al hablar, distinguida, y bueno, al final demostró lo que es… y creo que hoy la van a conocer un poquito más jaja. Puta, saluda a la gente
  • Ho…..hola, bue..nas noches
  • Es un poco tímida, jaja. Pero bueno, empecemos, esta sucia va a ir mesa por mesa, a saludarlos y ustedes, hombres y mujeres pueden manosearla. 5 minutos por mesa. Dale puta, anda..

Y asi lo hice, empecé a ir a las mesas donde los saludaba y en la mesa, además de insultarme y decirme todo tipo de barbaridades, me manoseaban. Hombres y mujeres, sin distinción, me metían mano en la concha, el culo, etc. En una mesa donde había mujeres, estas me manosearon, me agarraron de los pelos y me sopapeaban todas, al tiempo que me decían: “ Puta de mierda, Nico es un buen tipo, y vos lo recagas asi, puta!! ” . Y así pase por todas las mesas. Al final volví al escenario. Marco eligió 10 personas, 5 hombres y 5 mujeres, y les pidió que esperen a un costado. El se abrió la bragueta, saco la pija afuera (grande, de largo normal, pero bien gorda) me llamo y me ordeno que le chupe la pija ahí nomás. Lo hice, y mientras chupaba, el le pidió a las demás personas que subieran al otro salón, y pidió encarecidamente, que nada de lo que había pasado ahí se comentara afuera, sino iba a tomar serias represalias. La gente obedeció y se fue de ese salón. Marco me pidió que me levantara y Martha me llevó al baño otra vez. Me ordeno que me pusiera en cuclillas en un baño, el más sucio, me ato las manos a un toallero y yo quede ahí. Antes de irse me dijo:” Ahora te van a usar los compañeros de tu marido, no te niegues a nada, esta claro? ” a lo que respondí como siempre. Las personas que Marco eligió fueron pasando, hombre y mujer. Yo los conocía, algunos estuvieron en casa cenando, otros por mi marido que me los presentaba. Los hombres me miraban y exclamaban “ Que puta, siempre pensé que estabas buena, pero nunca pensé en encontrarte de esta manera, chupa, dale putita ” y las mujeres, eran más zarpadas, aparte de putearme, sopapearme, tironearme de los pelos, escupirme, algunas me meaban. Fueron 20 minutos de soportar lo mas bajo que existía, porque? Porque eran personas que me conocían. Pero al fin, terminaron de pasar y paso un buen rato antes de que Martha me venga a buscar. Ella vino, me desato y me llevo fuera del baño.

  • Vestite puta, dale..
  • Si señora Martha.
  • Ahora vamos a empezar el final de esta noche.

Salimos y nos esperaba una camioneta, me subí junto con Marco, Suárez, Martha, Bruno y Erica (a esta no la había visto de entrada, pero ahí estaba) y partimos. Un rato después estábamos en la puerta de mi casa. Yo no emitía palabras, nos bajamos y entramos a casa. Martha llevaba la voz de mando:

  • Bueno puta, estamos en tu casa, desnudate y anda a preparar café para todos, dale sucia
  • Si señora Martha

Fui a la cocina, y para ser sincera, ya no me preocupaba mucho si los vecinos veían algo, igual estaba todo cerrado. Erica me fue a ver a la cocina, cuando gire para verla, estaba con tanga y corpiño de cuero, bien ajustado, se acerco y mientras me metía las manos en la cola y en la concha, me decía en voz baja:” Cuando quieras, vení a visitarme a mi casa, te quiero coger toda linda, estas muy putita así, recaliente, con la conchita mojada y el culito mojado también, te quiero reventar todos los agujeros, tengo un juego de consoladores para usarlos con vos, perra ” El manoseo y las cosas que me decía me calentaba mas, ya estaba colorada y Erica lo sabia, se reía al verme así:” Que puta asquerosa, estas para clavarte mal sucia ” y se fue.

Volví con la bandeja con café, apoye la bandeja en la mesa ratona y me quede ahí parada. Todos estaban en ropa interior. Martha estaba con un conjunto blanco y los hombres en slip. Martha repartió las tazas de café y saco la bandeja. Me miro y me ordeno que me pusiera delante de ellos, en cuclillas, abriendo las piernas y que me fumara un cigarrillo. Así lo hice, me puse en posición y me prendí un pucho (como para tratar de tranquilizar un poco mi calentura). Cuando termine de fumar, Suárez se levanto, con la pija parada y puso música. “Baila puta..” me dijo Martha – “baila y calentanos a todos, dale!!” Así lo hice, desnuda, en el living de mi casa, me puse a bailar para cinco personas que me dominaban, me usaban. Y baile, use la calentura que tenia encima y empecé a contonearme al ritmo de la música. Y surgía efecto, bailaba como toda una gata de boliche, movia el culo, me agachaba, me pasaba las manos por el pelo, me apretaba las tetas y las nalgas, y la gente se calentó. Martha se levanto, me agarro de los pelos y llamo a Bruno y a Erica, y me llevaron a la cocina:

  • Puta de mierda, estas caliente?  Querés pija? Vas a tenerla sucia!!! Dijo Martha mientras me agarraba de los pelos

Erica agarro el tacho de basura, saco la bolsa de adentro y la puso en el piso, abierta. Martha me tomo de la nuca, me hizo poner en 4 y me metio la cabeza en la bolsa.

  • Ole basura, tu aroma, dale, ole. Bruno!! Metesela….esta servida para vos

Y Bruno no espero, me la metió por mi concha húmeda y empezó a cogerme ahí. El bombeaba, cada vez mas rápido, Martha y Erica me sacaban la cabeza, me refregaban la basura en la cara, me sopapeaban y me la metían de vuelta en la bolsa de basura. Bruno acabo en mi espalda, Erica me agarro del brazo, me hizo levantar y me llevo al baño. Ahí me metió en la bañera, acostada, ella puso su concha en mi cara y empezó a refregármela: “ Chupa sucia, chupa ” se paro, me sacó de la bañera y me hizo poner en 4 patas con la cabeza mirándola a ella; Apareció Suárez y sin mediar palabra, me la metió en el culo y empezó a bombear. Yo alcance a gemir, pero ni tiempo tuve ya que Erica me agarro de los pelos para que levante la cabeza y en mi cara, me meo. Suárez bombeaba fuerte, Erica termino de mearme y me sopapeaba, me ponía shampoo en la boca, Suárez la sacaba, me la metía en la boca para que la chupara y se formaba espuma en mi boca, igual sentia el gusto a pija, shampoo y mi culo, una mezcla muy rara.

Suárez acabo en mi culo, me sacaron del baño. Mi estado era bastante calamitoso, desnuda, despeinada, boca abierta con espuma, ojos idos, culo y concha húmedos y abiertos, chorreando leche. Me dejaron en el pasillo del living hasta que Marco vino, me ordeno que subiera a mi pieza gateando, me lave y lo espere ahí. Al ratito, el llego a la pieza, me miro y me dijo que me acostara en la cama boca arriba. El se desnudo y subió encima mío, se sentó en mi pecho y me mostró la pija, dura, gorda y me la metió en la boca; Empezó a moverse, metiéndomela en la boca, mientras me hablaba, me insultaba en tono de voz muy caliente. Yo estire los brazos hacia atrás, agarrándome de la cabecera de la cama. El me la sacó de la boca, me miro y me dijo que levantara las 2 piernas y me las junte en le pecho (patita al hombro) entonces tomo una cuerda, me ato una de mis rodillas, me paso la cuerda por detrás de mi cabeza y la termino atando en la otra rodilla. Estaba atada, con mis rodillas a la altura de mis tetas, pero abierta de piernas. El se puso encima mío y me fue metiendo la pija hasta el fondo:

  • Te gusta así puta?
  • Si señor
  • Sentila hija de puta, sentí mi pija adentro tuyo
  • Ahhh, si señor, si, la siento adentro
  • Mmm, si puta, asi, sentila sucia,sentila
  • Ahhhhhhhh, si señor, siiiiii……. (Marco empezó a moverse mas rápido, me estaba cogiendo fuerte y rápido, y mi calentura exploto)
  • Te gusta puta, te gusta?
  • Siiii señor, por favor, sigame cogiendo asiiii……………..ahhhhhh…dios, como me gusta……..ahhhhhhh, dame pija, dame pijaaa…… (empecé a gritar como desaforada)
  • Grita que sos una puta, dale, grita yegua!!
  • Siii señor, siiiii….SOY UNA PUTAAAAA!!! Siiiii, dios mio, me encanta, señor, por favor, mas fuerteeeee!!

Ya no me importaba si los vecinos escuchaban, es más, la idea de que me pudieran escuchar me calentaba más. Martha llego con una cámara y me filmaba, preguntandome cosas:

  • Te gusta como te coge Marco puta?
  • Siiii, me encanta, me encanta……ahhhh dios, me esta matando….me encanta…ahhhhh dios, dios…………….
  • Coge mejor que tu marido?
  • Siiiiiiiiiiiiiii, coge mejor que mi marido…siiiiiiiiiiii

Marco me la saco y me enlecho la cara. Quede muerta, sin aliento, me recogió como un animal. Se levanto y llamo al resto, estaban el, Bruno, Erica y Martha. Me extraño que Suárez no, pero no le di bolilla, ya no me importaba nada. Entonces Martha abrió su bolso y saco un cinto con un consolador bastante grande (un arnés, el famoso cinturonga) me miro y me dijo:

  • Te acordás lo que te dije en el baño del salón?
  • Si señora Martha (ella me dijo que en algún momento de la noche me iba a romper el culo y yo le iba a pedir que lo hiciera)
  • Bueno, llegó el momento

Me puse en 4 en la cama, Erica y Bruno me tomaban de ambos brazos para que no me moviera y Martha se coloco el cinturón con el consolador, me escupió en culo y empezó a metérmela.

  • Ayyyyy, Señora Martha, mi culo…………ayyyyyyyyy
  • Callate sucia, esto te lo mereces por ser tan puta y sucia!!!!
  • Si señora Martha
  • A ver puta, pedime, dale
  • Señora Martha, por favor, rómpame el culo señora Martha, por favor (casi llorando lo dije, mezcla de dolor y excitación, quería que me rompiera el culo enserio)

Y así lo hizo, me enterró el consolador en el culo y empezó a moverse. Me estaba destrozando el culo, me daba fuerte, me sopapeaba las nalgas mientras Bruno y Erica me sostenían. Después de un rato, Martha me saco el consolador. Sentí que mi culo quedo destrozado, para afuera. Bruno acabo de vuelta y me largo la leche en mi cara, al igual que Marco. Martha me tomo de mi cabeza y me pregunto:

  • Te gusto puta?
  • Si Señora Martha
  • Te gusto que te hayamos cogido en tu casa, en tu cama matrimonial?
  • Si Señora Martha
  • Te cogimos mejor que tu marido puta barata?
  • Si Señora Martha

Yo quede sentada sobre mis piernas, con el culo apuntando a la puerta de la habitación, Erica me filmaba y en la mesa de luz podía ver lo que ella filmaba. Estaba echa un desastre, con la cara llena de leche chorreando, los ojos idos, despeinada, transpirada y con el culo bien abierto, salido para afuera, toda una puta, pero bien puta. Entonces Martha vino de atrás mío y dijo:” Bueno, todo lo que dijiste se lo tenés que explicar al el ” y me hizo girar mi cabeza y mirar hacia la puerta. Ahí, en ese momento, todo el placer, la calentura, la excitación desapareció, dejándome totalmente muda; Mi marido parado en la puerta al lado de Suárez. El me miraba atónito, sin palabras, con cara de no creer lo que veía y a la vez con cara de asco hacia mí. Me quería morir ahí mismo. Es inexplicable la sensación. No había forma de explicar ni excusar eso que el veía. 2 mujeres semidesnudas y 2 hombres totalmente desnudos en la habitación, y yo en el estado deplorable, desnuda arriba de la cama.

Ellos se vistieron y se fueron, mi marido se armo un bolso con algo de su ropa y también se fue, sin decir nada. Yo tampoco podía hablarle. Estuve toda la noche llorando, había perdido lo que mas quería, mi familia. Quede destruida, esa semana estuve sin salir de casa, sin ir a trabajar, no podía ni quería reaccionar. Una semana después intenté volver al trabajo, llegue a mi consultorio, estaba Martha. Yo pensando que la situación vivida había cambiado todo, llegue como si nada, pero Martha me hizo recordar que todo seguía. Me hizo desnudar a sopapos, tuve pacientes amigos de ella que me cogieron en mi consultorio, y la verdad, a esa altura nada me importaba. Visite a Erica, también me cogió. En fin, el juego seguía, pero a mi ya no me excitaba como antes. Así que deje de ir al consultorio y me fui a la casa de mis tíos en Córdoba.

Ya pasaron casi 2 años de todo eso. Mi marido se fue a vivir solo, no me pidió el divorcio, pero lo veo muy poco, únicamente cuando viene a buscar a los nenes. Yo volví y me instale en un barrio de Capital. Tengo mi consultorio y mi casa arriba. Llevo una vida normal, trabajando y de a poco voy asumiendo mi pasado. De Martha no supe mas nada, al igual que Bruno, Suárez y Erica. En fin, trate de borrar mi pasado y todo lo que me ate o haga recordarlo.

Lo único que no deje ni elimine fue mi celular, no se porque, a lo mejor por los contactos de mis pacientes. Lo cierto que de vez en cuando el celular suena…..y yo lo atiendo:

  • Si, la Doctora Muñiz?
  • Si, ella habla, quien es?
  • Hola putita…..soy Marco, nos vemos hoy?

FIN