El señor Anquela 3

El señor se va de viaje

Desperté pasado el mediodía, solo, pegajoso y desnudo en aquella cama enorme, el sol entraba por la ventana abierta y había una nota en una de las mesitas

"Tengo viaje, a la vuelta acabamos el cuadro, te dejo con Héctor y Julián el guarda para lo que necesites, llegaré pasado mañana. Un beso

Pd: estoy loco por volver a preñarte"

Me desperecé y fui al baño, me demoré en la bañera lavándome a conciencia, quitando los restos de las corridas del señor Anquela, salí, me puse unas braguitas brasileñas de bikini, unas chancletas me di crema y encima me puse una bata corta, toqué el interfono y enseguida contestó Héctor

-Qué desea?.

-Héctor, voy a ir a la piscina, podría llevarme un café allí por favor? Y algo de fruta si es tan amable.

-Por supuesto, ahora mismo

-Muchas gracias

-No se merecen.

Salí de la habitación y bajé hasta salir de la casa y me tiré en una tumbona al lado de la piscina, hacía buen tiempo y quité mi bata, al poco llegó Héctor con mi desayuno, me recorrió con la mirada de arriba a abajo

-Su desayuno

-Muchas gracias Héctor

Lo dejó en una mesita contigua a la tumbona

-Si se le ofrece algo más llámeme desde el interfono de la mesa por favor.

-Gracias, así lo haré - contesté bajando mis gafas de sol y posando mis ojos sobre su bragueta.

Héctor quedó un segundo parado y se fue, qué hombre este, sólo cuando el señor Anquela le Octordenó que me follara la boca la primera noche en el sótano le vi perder la compostura, eso sí, qué manera de perderla!!.

Yo desayuné con calma, podía acostumbrarme a esta vida, tomé el sol un rato y me metí en la piscina cuando noté que el sol me calentaba, el agua estaba perfecta de temperatura, nadé un poco y cuando cansé me salí y me senté en el borde con los pies en el agua, en eso estaba cuando vi acercarse a un hombre vestido en uniforme verde caqui compuesto de pantalón corto, botas de monte, y camiseta de manga corta

-Buenos días- me saludó agitando la mano

A medida que se acercaba más grande se hacía, cuando lo tuve a mi lado su cuerpo me daba sombra y pude apreciar lo grande que era, superaría el 1,90 y su cuerpo musculado los 100 kgs. Sus bíceps, pectorales,... parecían estar a punto de romper la camiseta.

Extendí mi mano y el la tomó ayudándome a levantarme

-Buenos días - le dije mirándole desde abajo- soy…

-Jajaja, lo sé, la nueva "musa" del patrón - me dijo con cierta sorna.

-Sí, exactamente - le dije yo sonriendo

-Va a tener buena producción esta vez, soy Julián, el guarda, suelo estar por la finca -dijo señalando un quad aparcado unos metros más allá - empiezo ahora mi jornada, si luego te quieres acercar al lago avísame y te llevo

Me dio un walkie y se despidió, allí quedé yo mirando a aquel macho alejarse.

Estaba caliente y no solo del sol, tomé mi crema y me unté por delante completamente y llamé a Héctor por el interfono

-Dígame en qué puedo ayudarle?

-Héctor, me da apuro pero… necesito ayuda para que eche crema en la espalda, creo que estoy quemando

-Ningún problema, en seguida estoy allí

Efectivamente, en apenas dos minutos vi aparecer la impoluta figura de Héctor, cuando llegó a mi lado le di el bote de crema y me tumbé bocabajo, él, sin mediar palabra echó un buen chorro de crema en mi espalda, gemí al notar el contraste de la crema fría sobre mi piel caliente y sus manos comenzaron a esparcerla por mis hombros, mi espalda, mi cintura, mis piernas, cada poco echaba un poco más de crema sobre mi piel, yo fui separando mis piernas y Héctor empezó a subir por la cara interna de mis muslos, separó mis braguitas y noté sus manos esparciendo crema por mis nalgas, noté como su respiración se agitaba y yo paré mi culo levantándolo ligeramente, sus manos aprovecharon para bajar mi parte de abajo de bikini y empezaron a untar mi raja y a rozar mi ano dibujando su contorno, así estuvo un tiempo hasta que me giré y vio mi polla empalmada, él se paró como si esperara una orden, vi su entrepierna hinchada y poniendo mis piernas a los lados de la tumbona me acerqué a su cinturón y se lo desabroché, seguí con el resto de cierres de sus pantalones y se los dejé caer, antes de que tocaran el suelo él los cogió, los dobló y los dejó en una silla, entonces vi de nuevo aquel monstruo ancho y cabezón que ya había catado mi boca la primera noche, lo metí en mi boca mientras miraba a sus ojos y veía como su expresión cambiaba

-Héctor, quiero que me folles - le dije mientras volvía a meterme su falo en mi boca

-mmmmmf, no sé… no está el señorrrr

-Dijo que estabas para lo que necesitara no? - y se la lamí de arriba a abajo y pasé a chupar sus huevos

-Siiii, eso... dijo…?

-Sí Héctor, sí y necesito saber cómo se siente tu polla en mi culo

En ese momento algo estalló en sus ojos, agarró mi cabeza con sus dos manos y me empujó hasta pegar mi cara contra su abdomen.

-Entonces primero chupa puta!!!. No te voy ni a dilatar - dijo brusco

Yo tragué como pude ese pene gordo y redondo, él empujaba y sacaba su polla de mi boca mientras su pelo se desmadejaba y el sudor afloraba en su frente, me violó la boca durante diez minutos que me dejaron dolorida toda la cara, cuando la sacó mis babas cayeron y busqué aire desesperado. Mientras me recuperaba Héctor se desnudó, su ropa estaba empapada y me dejó ver su torso también empapado, chorreando, su mirada está perdida llena de furia y calentura.

Me giré en la tumbona bocabajo, separé mis piernas y mirándole le pedí

-Tómame, mi culo es tuyo

Mi cuerpo brilla por la crema, no lo miro, sus manos separan mis nalgas noto la cabeza de su polla pegarse a la entrada de mi ano y empieza a empujar haciendo fuerza en mis caderas, noto como esa broca me abre, mi culo arde abriéndose a la fuerza de su empuje constante, es tan ancho y grueso que agradezco en silencio que no sea más largo, noto como va pasando y grito con la cabeza contra la hamaca

-Aaaah

Él bufa

-Mmmmmf, ya vaaaa.

Su cuerpo se vuelca sobre el mío al empujar los últimos centímetros y lo notó pegarse sudado sobre mí, su pelo gotea sobre mi cabeza y mi nuca y noto mis piernas más abiertas que nunca, entonces empieza el bombeo, sólo da dos folladas suaves haciéndome notar su falo desgarrándome despacio y de repente se separa de mí y me gira, quedo frente a él, con el sol a su espalda, me baja de la tumbona al césped y pone mis piernas sobre sus hombros, mi ano enrojecido y dado de sí sabe lo que viene ahora, no falla, ese proyectil de mortero entra de golpe destrozando mi anillo, haciéndome chillar torturado y me arqueo apoyado en mi cabeza mientras él tira de mis caderas acabando por invadirme completamente, a partir de ahí todo se desboca, mi cuerpo bota y tiembla con los envites de Héctor y su polla, está desatado, mi pene rebota de un lado al otro entre mis piernas sobre mi vientre, gritamos, gruñimos, sudamos, nuestros cuerpos brillan al sol, sus músculos están tensos, mis piernas empujan contra su pecho, sus dedos se clavan en mis muslos y su polla moldea mi ano a su antojo.

-oooh, ooo...oh, me estás rompiendooooo.oo…!!!

-Voy a dejarte abiertaaaa… lo querías?, eh zorra!!!!... No soy el viejo eh?!...bffggg

-Jooooodemee...eee, sigue …. ooooh!!

Él no ceja en su ritmo, mi polla estalla y me corro a chorros sobre todo mi cuerpo, algunos trallazos caen sobre su polla y noto como los mete en mí frenético

-Córreteeeee Héctor…. Joooderr…. Córreteeeee….!!!!

Y Héctor obedece, su leche sale en torrente llenado mi culo, haciendo de crema de alivio, lo noto abierto, dado de sí y su leche cae a borbotones cuando saca su polla de él, me la acerca a la cara, estoy destrozado y pruebo a controlar al monstruo, pruebo a ver hasta donde obedece, a ver si puede pararse.

-No… no puedo más….

Héctor se separa, se coloca el pelo con las manos y se viste con calma pero eficazmente.

Yo estoy tirado en el césped con mi corrida sobre mi torso y la suya en el suelo entre mis piernas, noto el aire en mi ano abierto y me duele todo el cuerpo

-Quiere que le acompañe a la casa?

Le miro sin dar crédito

-No Héctor gracias, eres muy amable

-Si no desea nada más voy a cambiarme

-Muy bien, gracias Héctor

Le veo alejarse caminando despacio mientras yo me tambaleo hasta la ducha de la piscina y me siento bajo el chorro de agua aún sin poder recomponerme.

Cuando recuperé algo de fuerzas me tumbé a secar desnudo como estaba, me puse a la sombra y dormí un poco, cuando desperté fui hacia la casa, comí algo que había por la cocina, no quería molestar a Héctor ni al cocinero y me fui a la cama a echar una siesta, apenas a la media hora me levanté y vi el walkie que me había dado Julián encima de mi toalla, de repente recordé aquel semental lleno de músculos y decidí probar suerte, el día iba muy bien, tomé el walkie pulsé el botón y pregunté

-Julián?

Al otro lado sonó ruido blanco y al poco se escuchó su voz

-Si?. Ya te apetece ir a ver el lago?

Me dió la sensación de que era yo la presa y no el cazador como había planeado.

-Sí, me recoges o voy hasta allí?

-No, en cinco minutos te veo en la puerta y te recojo con el quad.

-Ok, chao

-Corto. Jajaja.

Miré en el armario qué tenía disponible, era obvio que el señor Anquela había dispuesto un ropero pensado únicamente para la exhibición de carne, en este caso de la mía, tampoco me importaba demasiado, buscando encontré unos pantalones de deporte cortos, muy cortos, y una camiseta de algodón también corta que dejaba al aire mi abdomen y mi espalda, me puse un fino tanga debajo, unos calcetines de deporte hasta la rodilla y unos playeros, cogí unas gafas de sol y salí de la casa, al pasar por el hall me crucé con Héctor, nos saludamos y su mano se posó en mi culo al pasar, yo me paré un momento dejándole sobarme y seguí mi camino, en la entrada vi aparcado el quad y en él a mi Thor particular. Me hizo subir en el quad detrás después de darme un casco y arrancamos, iba muy deprisa y el camino tenía sus baches así que aproveché a agarrarme bien a él, palpaba sus abdominales, subí mis manos hasta los límites de sus abultadísimos y duros pectorales, pegué mi cabeza a su espalda y aspiré ese olor a macho y a trabajo al sol.

Cuando llegamos bajamos del quad y vi un lago enorme, con patos y todo, rodeado de árboles, con un embarcadero, era impresionante.

-Te gusta?

-Sí, es increíble.

-Si te asomas puedes ver peces

Me acerqué al borde del embarcadero y me asomé parando bien mi culo y doblando mi cintura hacia delante, noté como los pantalones bajaban y la cintura y la tira del tanga asomaban.

De pronto noté como su cuerpo se pegaba a mí, su entrepierna para ser más exactos, noté su dureza y yo paré aún más mi culo, una de sus manos me agarró y me giró, me encontré frente a su torso desnudo, tremendo, imponente, su cara de mandíbula ancha, barba se tres días y pelo corto moreno con ojos negros me miraba desde arriba, mis manos fueron directamente a recorrer cada línea de ese torso apolíneo

-Me parece que no te interesan mucho los peces-me dijo

Metí mi mano por la cintura de su pantalón y palpé su hombría, para mí sorpresa no llevaba ropa interior.

-Puede que las anguilas sí-le dije apretando ese miembro que ya no me cabía en la mano y aún no estaba alzado ni a la mitad

Él sonrió, me levantó de un tirón y yo enrollé mis piernas en su cintura, me agarré a su cuello y nos besamos, lo hicimos sucio, con las lenguas buscándose y encontrándose, con su boca mordiendo la mía y la mía mordiendo s mentón, sus brazos eran enormes y agarraban mis nalgas, me llevó hasta una cabaña que había al lado del embarcadero, abrió la puerta y me tiró sobre una cama deshecha, luego me enteré que allí pasaba las noches cuando hacía guardia, olía a él, se quitó los pantalones y las botas y fue hacia mí, nos besamos y fue desnudándome, primero la camiseta, que me quitó mientras su boca recorría mi abdomen, mis pechos, sus dientes apretaron mis pezones, ahora uno, ahora el otro, mis manos arañaban su espalda, apretaban sus hombros redondeados, mis piernas estaban totalmente abiertas para poder recibir ese cuerpo enorme entre ellas, siguió lamiendo y chupando mi cuerpo hasta llegar a mis pantalones, los bajó, quedé sólo en tanga y medias de deporte, me descalzó, volvió a subir hacia mi boca, nos besamos y le dije de ponerme encima, fui recorriendo con mi lengua toooooodo ese cuerpo, pecho, abdomen, axilas, brazos, chupaba, mordía, recorrí con mis labios y mi lengua sus oblicuos y llegué a ese pene, a ese falo, a ese monstruo

-No sé si voy a poder con él- le dije mirándole

Él por toda respuesta tomó su polla con una mano haciéndola casi desaparecer salvo la enorme cabeza rosada y circuncidada y con la otra empujó desde mi nuca y yo abrí mi boca lo más que pude preparándome para devorar ese manjar letal.

Fue entrando, fue ocupando cada milímetro de mi boca

-Vas a podeeeeerrr...mmmmmmff

Yo sólo tragaba, notaba arcadas, notaba que me ahogaba y notaba como los ojos se me cerraban a medida que me abría más y más para esa anaconda, no llegaba ni a la mitad, pero ya lo podía más, sus manos agarraron mi cabello y tirando de él me fue sacando su columna de mi boca, mis labios trataban de apretarla y notaba un río de saliva acompañando su salida, me la sacó completamente

-Ahhh- busqué aire, me dolía la cara.

Su polla estaba brillante y rezumando de esa chupada delante de mí

-Quieres más? - me preguntó con su mano acariciando mi pelo

Por toda respuesta puse mi mano sobre la suya y empuje haciendo que mi cabeza se dirigiera de nuevo hacia aquel falo

-Siiiiii… ooooh… que buena.!!!

Y me puse a engullir, a chupar, a lamer todo lo que podía, lo que me entraba, y lo que no, lo recorría con mis labios y mi lengua cuando la sacaba de mi boca, parecía que no paraba de crecer, Dios, cómo iba a meterme eso en el culo?, porque tenía claro que la quería allí dentro, costara lo que costara

Él agarró un bote de la mesita y untó cuatro dedos de su mano, apartó a un lado mi tanga y empezó a dilatar mi ano con dos de ellos, eran gordos, casi como el segundo consolador del señor Anquela, mi culo estaba ya entrenado ese día por la follada de Héctor y enseguida se hizo a sus inquilinos, yo seguía con mi degustación mientras él los giraba dentro de mí buscando abrirme lo más posible. Pronto metió el tercero y yo noté mi culo adquirir un tamaño desconocido hasta entonces, me folló con ellos durante unos minutos y procedió a meter el cuarto, yo grité, eso era demasiado, notaba como me partía en dos, como me desgarraba

-Ahhhahaa….jodeeeeerrr

-Tranquila, mmmmmm…  ya casi estaaassss..

En ese momento su polla se hinchó sin previo aviso en mi boca y estalló, su corrida además de pillarme por sorpresa era un torrente, un tsunami, me atraganté y la saqué de mi boca entre arcadas, cuatro trallazos de lefa salieron despedidos y fueron a caer en las sábanas y su abdomen, era increíble

-Oooooh… que mamadaaaa… qué boca de zorra tienesss

Tomó mi cabeza y me hizo comerme lo que había caído sobre él, lo hice lamiendo esos músculos que me hacían perder el sentido, cuando quise darme cuenta volvió a metermela en la boca, estaba algo más blanda que antes pero aún mantenía su erección bastante bien, él aprovechó para usar sus dos manos para abrir mi culo, tiraba de mi ano, lo untaba en crema, metía dedos en él, lo follaba, los giraba dentro… y yo mientras notaba como la vida volvía en plenitud a esa polla enorme, mi boca la notaba crecer sin parar.

Cuando vio que mi culo estaba más o menos listo me separó de su falo, y aún estando chorreando de babas tomó un chorro de crema y la untó a conciencia subiendo y bajando por ella, me agarró y me colocó a horcajadas sobre él, yo sabía que venía entonces, me preparé lo mejor que pude, estaba deseándolo,me quitó el tanga de un tirón y me fue bajando despacio, clavándome en su polla

-Ooooooooooooooooooooooooooooooh

Hasta empalarme.

Cuando me la tuvo clavada hasta notar su cintura contra mis nalgas abiertas caí hacia delante contra él, su cuerpo de bárbaro me acogió, sus manos acariciaron mi pelo y mi espalda

-ssssshhh ya está, ahora sólo viene lo bueno

Nos besamos y poco a poco fui culeando, moviéndome sobre semejante estaca, apenas me movía sobre ella al principio, su boca me lamía la cara, me mordía, sus manos mantenían mis nalgas abiertas a la fuerza, y poco a poco él también se fue moviendo acompañando mis movimientos, el dolor dejó paso a un hormigueo, a una sensación de plenitud, no quería que saliera nunca de mí, los movimientos fueron in crescendo, puso sus manos en mis caderas, yo las mías en sus piernas me incorporé y él empezó a masturbarse con mi culo, me levantaba y me bajaba sobre su polla sin compasión, como si fuera un pelele, sólo para su disfrute, pero también me volvía loco, su polla me llenaba, me hacía sentirme pleno de placer, notaba su fuerza, sus músculos hinchados del esfuerzo, sus venas, las de su polla marcándose en mi culo como papel de calco.

-oooooh..ooooh.. dioooooooos… sigue….mmmfmm

-Siiiiii, qué coñitooooooo….  Ooooog….Siiii…

-Llénamemmmmm…..hazme tuya…

-Eres del viejoooooo...ooooohmmm

-Soy de tu cuerpoooo….ooooh...soy de quién quieras...mmmm

Mi polla explotó llenándonos de leche a los dos, me temblaron las piernas, se me nubló la vista, no sabía que era capaz de correrme así

-Te voy a llenar de leche….eee…..enteraaa…

-Siiii….hazlo...haz lo que quierasssss

Y me azotó arriba y abajo muy rápido, violentamente y explotó, de nuevo!!!,a litros!!!.

Mi culo no dio para tanto, noté como me llenaba las entrañas, me giró, me puso bocarriba en la cama

-Mmmmfmfff...voy a bañarteeeee

Se meneó su polla sobre mí y salieron seis, siete trallazos más, cayeron en mi cara, en mi pecho, en mis piernas, noté su calor mientras de mi culo salía lava ardiendo contra las sábanas

-Oooooh.siiiiiiii oooooo

Cuando se tensó en su último trallazo todo su cuerpo mostró un tamaño monstruoso, el sudor le perlaba toda su anatomía y de su pene colgaba el último resto de su semilla, se acercó a mi boca y con mi lengua se lo limpié mientras aún temblaba.

Nos quedamos en la cama un rato, yo sobre su pecho, notaba como mi culo peleaba por recuperar sus dimensiones normales, pero había sido un día de estrés para él, y de placer también.

No sé el tiempo que pasó pero el sol ya caía cuando me dijo

-Mejor nos duchamos y te llevo a la casa, Héctor querrá darte la cena

Se levantó y fue hacia el cuarto de baño, vi como ese cuerpo desnudo de dios heleno entraba en la ducha y abría el agua vi como ésta resbalaba sobre su relieve, como brillaba…, me levanté y entré con él bajó el chorro de agua, no hizo falta decir nada, voleó su polla un par de veces, me levantó como en el embarcadero y me la metió de un golpe, me folló agarrado yo con mis piernas a su cintura hasta correrse dentro de mí otra vez, esta vez ya mucha menos cantidad mucho más rápido, entonces sí, nos duchamos, y volvimos a la casa, eso sí, yo sin el tanga que quedó como víctima de la pasión de esa tarde en la cabaña, todo el camino fui agarrando su cuerpo y pegándome lo más que podía a él, ya era casi de noche cuando llegamos, Héctor esperaba en la entrada.