El seminarista

Historia de un seminarista que desarrolla una pasión por su madre.

EL SEMINARISTA.

Antonio desde niño pensó que Dios lo había llamado. Nacido en San Luis Potosí, tierra de catolicismo acendrado, donde llega a fanatismo, siempre tuvo claro que el sería sacerdote. Desde niño sus juegos eran a ser cura. El casaba a sus amiguitos, los confesaba y les daba la extremaunción cuando en sus juegos de vaqueros y ladrones caían heridos. Toda su primaria y secundaria los hizo en escuelas de curas, preparándose para cuando llegara el momento.

Su madre, doña Gabriela, se consideraba feliz por la vocación de su hijo. Para ella era una bendición tener un hijo cura, ya que ella no había podido ser monja. A los 17 años la habían casado a fuerzas con un hombre despótico, que lo mejor que había hecho era morirse a los 5 años de casados, así ella pudo educar a Toñito dentro de las reglas de la santa madre iglesia.

Antonio no era feo, era un jovencito atlético, alto y bien parecido, que vivía atormentado por el pecado. Cuando tuvo una eyaculacion involuntaria durante el sueño, se paso días en la iglesia pidiendo perdón. Nunca se atrevía a ver a las jovencitas y sufría enormemente cuando sus amigos hablaban de sexo. Para el, eso era cosa del demonio.

Entre sus amigos se empezó a correr la vos de que era "rarito" o como decimos en México, puñal, choto, puto, MARICA pues.

Cuando llego el día que ingreso al seminario doña Gabriela sintió que su vida estaba completa. ¡Un hijo cura! Que alegría.

A partir de entonces solo lo tuvo en casa una ves al año por dos meses durante las vacaciones. Cada año Antonio se desarrollaba mas y se había convertido en un mocetón fuerte, pues hacia mucho ejercicio, y alto.

Doña Gabriela, a sus 38 años era una mujer bastante atractiva, que vivía dedicada a su hijo, cuando lo tenía en casa no descansaba por atenderlo, soñaba con el día en que le dieran su primera parroquia, y esperaba estar viva para cuando fuera obispo.

Estas vacaciones, después de 4 años de seminario, Gabriela esperaba que Antonio la acompañara a todas partes. A sus 20 años quería presumirlo con sus amigas, pues los hijos de ellas eran unos botarates, pecadores y dispendiosos, así que preparo la recamara de Antonio para que la pasara bien.

Gabriela no tenia vida sexual, toda la vida reprimida, primero por sus padres, luego por su esposo, y después por ella misma, nunca había sabido lo que era un orgasmo. A veces trataba de autosatisfacerse pero el miedo al pecado la detenía.

Cuando llego Antonio se puso feliz de tenerlo en casa, lo atendía como la niña de sus ojos que era, aunque noto a su hijo algo distante, como un poco melancólico, pensó para sus adentros, así estuvo varios días hasta que se atrevió a preguntarle.

-¿Qué te pasa Antonio? te noto algo raro, como evadido.

-Nada madre son cosas mías.

-¿Y no puedes decírmelas?

-No madre, son cosas de hombres y me daría mucha pena contigo.

Así pasaron varios días más hasta que ella volvió a insistir.

-Bueno Antonio ¿Por qué no me dices lo que sucede?

-Es que me da pena madre, siento que te voy a defraudar.

-Pues si no me lo dices no lo sabremos.

-Madre…..Yo nunca he tenido relaciones sexuales…..si ya se que es pecado, pero tu al menos algunas veces las tuviste. Cuando me ordene voy a jurar castidad para toda la vida y quisiera probar antes de tomar las órdenes.

Gabriela abrió unos ojos del tamaño de un plato y se quedo sorprendida, pero después de un rato entendió que su hijo no dejaba de ser un hombre.

-¿Y que crees que debamos hacer?

-Tú nada, yo soy el que tiene que hacer algo

-Podemos contratar a una prostituta.

-No madre, eso no lo quiero.

-Entonces no veo como, tal vez alguna de esas muchachitas descaradas de ahora se preste a hacerlo contigo, aunque si se entera que era seminaristas, no creo que se atrevan.

-No madre, yo quiero algo especial. Quiero una mujer hermosa, que me haga sentir amor, que la desee, que me atraiga intensamente, quiero alguien comoTU.

-¿Queeee? ¿Alguien como yo? Creo que te equivocas Antonio, el amor que yo siento por ti es amor de madre.

-Eso ya lo se, pero si realmente me quisieras como dices no me dejarías con esta congoja.

-¿Realmente me estas pidiendo que haga el amor contigo?

-No madre, solo te pido que me ayudes a encontrar un modo; ya ves porque no quería decírtelo.

Así pasaron varios días mas donde Gabriela estuvo meditando hasta donde seria pecado tener sexo con su hijo. Repasó pasajes de la Biblia, donde se habla de incesto, y entro en lucha consigo misma, hasta que un día ya no pudo mas, tenia que reconocer que después de las palabras de su hijo se había excitado, que se había acariciado la vagina pensando en el, que lo deseaba. Esa noche decidió enfrentar la situación.

-Antonio, creo que debemos hablar.

-Dime madre, que sucede.

-Estuve pensando lo que me dijiste el otro día y llegué a una solución.

-¿Y?

-He pensado que podemos hacer el amor pero con una condición.

-Cual madre.

-Que cuando tomes las órdenes tú me des la absolución de mis pecados, como comprenderás seria algo que no me atrevería a confesarlo a otro Padre.

Antonio se quedo un poco mudo, era cierto que deseaba a su madre, pero nunca pensó que ella aceptaría tener sexo con el.

-Si madre, yo te daré todas las absoluciones que sean necesarias.

Ya no hablaron mas, simplemente se tomaron de la mano y se fueron a la habitación de Gabriela, los dos temblaban de emoción, pero ya nada podía detenerlos. Se desnudaron uno al otro y comenzaron besándose tiernamente.

-Mi amor, yo no soy muy experta pero aprenderé para acerté gozar.

Antonio salio a su recamara y trajo una película pornográfica, Gabriela no se explicaba donde la había obtenido, pero Antonio le dijo que esa película era la causa por lo que el había despertado a los deseos. La pusieron en la video y se acostaron desnudos a verla.

Vieron como una rubia despampanante le mamaba la verga a un fulano, como este le mamaba la raja, le metía los dedos en ella, la penetraba vaginal y analmente y terminaba en la boca de ella.

Lógicamente que esto los puso a mil y naturalmente se acercaron a un 69, empezaron a olerse, acariciarse y a lamerse mutuamente.

-Mamá, esto es delicioso

-Hay hijo, nunca había disfrutado tanto.

-Me voy a venir mami, me voy a venir.

-Yo también mi vida, ya no aguanto.

Los dos soltaron sus cuerpos. Antonio con un torrente de semen que su madre recibió en la boca, tragando toda la que pudo, y ella en la boca de el, que el disfruto con ahínco.

-Esto es maravilloso madre, nunca pensé que se pudiera disfrutar tanto.

Para Gabriela se derrumbaba toda su vida, ahora entendía que el ser humano necesitaba estos escapes para ser feliz, sabia que no podría detenerse jamás, ahora seria la mujer de su hijo, con absolución o sin ella.

Después de descansar un rato se aprestaron a seguir adelante, Gabriela acaricio el pene de su hijo que de inmediato respondió al estimulo, se puso boca arriba y Antonio se subió sobre ella, ella misma dirigió la verga de su hijo a su raja y con sus piernas, lo empujo hacia adentro. Recibió la estocada en su vagina y empezaron el mete y saca natural.

-Hayy hijo como disfruto, no te imaginas como gozo.

-Tanto como yo madre, esto es la gloria, nunca creí que haría el amor con alguien y menos con mi madre.

Después de un rato a los dos les llego el momento y sincronizadamente tuvieron un orgasmo delicioso que los dejo agotados.

-Te amo madre.

-Y yo a ti mi vida.

Se quedaron dormidos uno en brazos del otro no despertando hasta ya alta la mañana, Gabriela se dispuso a hacer el desayuno en la cocina, donde después la alcanzo su hijo, la abraso por la espalda y besándole el cuello le dijo.

-Gracias madre, me has hecho muy feliz.

-Y tú a mi hijo, y esto no para aquí, tenemos que hacer las demás cosas que vimos en el video.

-Claro que si madre, ya veras como gozaremos.

Desayunaron y se ducharon juntos. Realmente estaban viviendo su momento y no estaban dispuestos a dejarlo pasar, después del baño se fueron a la recamara donde pusieron la película otra ves. Estuvieron repasando las escenas de sexo anal, lo que los excito mucho mientras se acariciaban mutuamente,

-¿Quieres romperme el culo mi amor?

-Si madre, me gustaría mucho.

-Pues hagámoslo mi amor, para eso soy tu madre, para hacerte feliz.

Gabriela se puso boca abajo en la cama y Antonio trajo un bote de vaselina, le embarro algo a la entrada del culo y empezó a meterle un dedo, como vio en la película. Gabriela empezó a disfrutar mucho.

-Siii, mi amor, continua que me gusta mucho.

-¿Lo gozas mami?

-Siii, lo gozo mucho mi amor.

-Yo también disfruto metiéndote el dedo.

-Ya méteme la verga mi vida, la estoy deseando.

Antonio le hizo caso, apoyo la punta de la verga el orificio del ano de su madre y empujo lentamente, poco a poco entro, primero las mitad y después toda, hasta que Gabriela se relajo completamente, empezaron a moverse y al poco rato estallaron en un orgasmo delicioso, ella lloraba de tanto placer y el dudaba de su vocación, las consecuencias serian después, pero eso tal ves se los cuente luego.

¿Continua?

Pacosuarez