El segundo hombre de mi vida

Por el abondono de mi marido, me entregue a mi segundo hombre de mi vida

Hola mi nombre es Esperanza, tengo 40 años, soy delgada y aun con buen cuerpo, pechos pequeños, piernas torneadas, un culito que hoy en día esta deseable. Conservo mi calidez y calentura de adolescente. Mi vagina se moja por las noches al tener sueños cachondos y por el día por los piropos y palabrotas que escucho al caminar por la calle.

Esta imagen habla más de mí, como verán aun soy cogible y deseable.

Pero voy a tratar el asunto del porqué de este relato. Hace tiempo atrás mi marido era bastante mujeriego, hoy por el tiempo se ha calmado un poco, pero sigue por igual. Bien en ese tiempo éramos más jóvenes y por lo tanto me quedada sola con mis hijas en las noches, yo anhelaba tenerlo junto a mi acariciándome y haciendo cochinadas a mi cuerpo caliente.

Eso no era posible, se fue acumulando el estrés sexual en mi…..debo aclarar que mi marido puso un taller de embobinado de motores, le fue yendo bien hasta llego a contratar a un ayudante, un joven al cual no le di importancia pero como digo se me fue estresando mi cuerpo por la necesidad de tener un macho que me cogiera y satisfaciera. Por lo que un día mi cuerpo no aguanto más y entonces fue cuando al ver al ayudante (que le pondré por nombre Ernesto), lo vi deseable y esa noche entro a mis sueños y lleno ese hueco enorme que llevaba en mi y pude ser feliz, pero mi despertar fue horrible. No tenía ese cuerpo cálido, no tenía nada.

Una tarde comenzó a llover, yo me puse a recoger ropa, cosas que no podía dejar que se mojaran, Ernesto también recogió algunas cosas del taller, pero como arrecio los dos nos mojamos la ropa. Yo subí a mi recamara a cambiarme la ropa, después baje y al ver a Ernesto con la ropa mojada, le dije: ¡Ernesto! Estas mojado, ven, sube a mi recamara voy a buscar ropa seca. Me siguió y busque ropa seca para él, ……por lo pronto quítate la ropa, ………se quitó la playera, ….también el pantalón…pero señora……anda quítatelo….no señora, seguía refunfuñando. Total, al fin se lo quito, su cuerpo delgado y musculoso revivió el sueño que tuve con él, mi vagina comenzó a humedecerse. Tomando una toalla, procedí a secarlo, mientras lo secaba, pensé: ahora es cuando tengo que aprovechar este momento,….lo secaba y al ver su trusa vi que poco a poco se erguía su verga, entonces disimuladamente lo tocaba, el retrocedía o se apartaba pero creo se calentó y se quedó quieto esperando el manoseo. En un momento me abrazo, señora…señora, sentí la verga dura pegada a mí, no espere más y lo bese apasionadamente, me contesto ardiente apretándome por el culo, que rico…que rico Ernesto. Señora, me gusta mucho usted, desde que entre a trabajar con su esposo le traigo ganas, deja de llamarme señora, dime Pera. Si Pera, que rica estas…..pero el momento cachondo se cortó al escuchar a mi hija: mamá, mamá…..nos separamos y tomo la ropa mojada y salimos de la recamara. Aquí estoy hija, estaba dándole ropa seca de tu papá a Ernesto, pues se mojó con la lluvia. ¡ah! Bueno voy servirme algo del refri y a ver la tele. Está bien hija.

Ernesto bajo sin antes darme otro beso cachondo, ……..neto, voy a dejar la puerta de mi recamara entreabierta, te espero a media noche. Neto se quedaba  en nuestra casa en un cuartito que arreglamos para él.

Mi marido había salido a medio día, ese era un signo de que no llegaría, sino hasta por la mañana del otro día. Como a las 22:45 apague las luces, no sin antes cerciorarme que mis hijas dormían, yo me tome un baño para esperar a Neto. Después del baño me perfume con uno especial que mi marido me había comprado para cuando me cogía. Peine mi cabello, secándolo, busque un baby doll color negro que contrasta con mi piel blanca, lo coloque en mi cuerpo sin nada abajo, quería que fuera una entrega inmediata. No paso más de media hora y me quede dormida.

En ese letargo estaba cuando de pronto sentí unas manos que recorrían mi cuerpo ardiente, desperté inesperadamente….quién es? Quién es? Pregunte. Soy yo, Neto, Pera. ¡Neto! Amor, gracias por venir, ven bésame, bésame, hazme tuya, quiero ser tuya. El comenzó a besarme las puntas de los pies, siguiendo hacia arriba, colmándome de besos y caricias. Llego a la altura de mi pubis ya mojado por mis jugos, Pera que rico hueles, hueles muy rico, me embriaga tu aroma de hembra caliente. No se detuvo, siguió hacia mi ombligo, mis pechos sintieron otra boca, mis pezones duros por el placer, llego a mi cuello colmándome de caricias, mis orejas, mis ojos, la frente, mis mejillas, en una palabra me atendió como a una diosa del amor sedienta de besos, caricias y de una verga cálida y dura solo para mí. Para esto ya había tenido dos orgasmos muy ricos pero quería más. Neto sigue, sigue, me haces muy feliz soy tuya, tuya. No respondió solo me indico con sus manos el darme vuelta boca abajo, hizo lo mismo, pero ahí en esa posición se detuvo en mi culo, lo lleno de besos y caricias, abriendo mis cachetitos para besar y lamer mi chiquito. Neto hazme tuya ya, no aguanto más…suplicaba. Mas el siguió hasta mi nuca, abrió un poco mis piernas y se recostó suavemente, sentí su verga dura y caliente posarse en mi hoyito trasero, al sentirlo me vine una vez más y apreté mis cachetitos aprisionando su verga. Hazme tuya Neto, méteme tu verga….la quiero toda…toda…..solo mía.

Me dio vuelta, abriendo mis piernas y se posó en mi vagina besándola y acariciándola, mi clítoris supo de otra boca……mi pucha sudaba de jugos amorosos. Fue entonces que tomo mis piernas, las coloco en sus hombros y poso su verga en mi pucha. Al sentirla ahí, moví acompasadamente mi cadera para ir al encuentro de su verga. Sentí como se fue abriendo centímetro a centímetro hasta llegar al fondo de vagina. Pera, tienes la pucha muy ardiente, me quemas….pero está muy rica. Si amor está muy caliente para ti y será tuya las veces que quieras poseerme. Soy tuya, tuya…tuya. Ahora me movía locamente sintiéndome llena, su verga me llenaba, estaba muy dura. Luego me voltio bocabajo y me la metió, arremetiéndome…..se ayudaba de mi hombro. Después me puso en cuatro con el culo levantado, fue la locura en esa posición, me jalaba de mi cintura, se movía en círculos, yo lo hacía al contrario…………..Pera, pera….tu marido y yo vamos a ser los únicos que llenemos esta pucha ardiente…..si Neto voy a ser de ustedes únicamente, voy a vivir para ustedes dos,….mis dos vergas duras, solo para mí. Me vengo,….me vengo….si amor vente, yo también me vengo…AAAAAAAHHHHHHHHHHHH….soy tuya, tuya…..tu eres mío, mío, solo mío.

Se vino dentro de mí, sentí un chorro abundante, calmando mi sed de sexo………….después caímos los dos desfallecidos. Mientras recuperábamos el aliento, hablamos de los dos prometiéndonos seguir dándonos placer a ambos, todo con mucha discreción. Nos vimos varias veces más en mi recamara cuando mi marido me abandonaba por las noches, hoy en día mi marido no sabe nada de esto, esta es mi confesión secreta.