El Secuestro

Que harias si te encontraras en una situacion en donde eres una presa... atadas tus manos y vendado sus ojos. Asi estaba Wax Milton, un chico de colegio quien fue secuestrado por un sujeto desconocido... Descubra que va a pasar... y lo bueno, tendras una gran sorpresa al final de la historia.

EL SECUESTRO

Cuando abrió sus ojos, se dio cuenta que no se veía absolutamente nada. No tardó a que se debía. Un lienzo estaba ocluyendo su visión. ¿Qué estaba pasando?... Cuando intentó mover sus manos para quitar la venda de sus ojos, vio que éstas también estaban atadas, por encima de su cabeza. Seguramente por el soporte de la cama o algo parecido ya que estaba acostado. Hizo un movimiento brusco para ver si se soltaban, pero no… Sin duda, sus manos estaban ligadas con una esposa.

  • Dios, ¿qué está sucediendo? – pensó intentando hacer otro tipo de movimiento, pero sólo provocaba más dolor en sus muñecas.

-¿Qué ha pasado? – razonó ansiando recordar algo, pero su angustia y su desesperación no lo dejaba.

  • MALDICION – mordió su labio inferior para no gritar. Su respiración se volvió irregular y corta como si el propio aire del lugar estuviese dañando sus pulmones.

¿Cómo había llegado en tal situación?...

No recordaba nada

¿Cuándo tiempo ha pasado?

Solo recordaba que estaba caminando hacia su colegio. Como había tomado el bus equivocado (eso me paso varias veces -_-x), lo había dejado a unos cuadros lejos de su destino. Maldiciendo, empezó a caminar… encima el clima no lo ayudaba, estaba apunto de llover… y… nada

  • Tranquilo, no te desesperes – susurró como si aquietara su propia mente. Lo primero es estar tranquilo para poder razonar la situación en que se encontraba. Bueno, la verdad no necesitaba mucho para razonar (obviamente estaba acostado en una cama, atado sus manos y vendado sus ojos)… Pero quería recordar cómo había llegado hasta aquí… y por quienes

De repente, unos ruidos hicieron que saliera de sus pensamientos. Ahora que no podía contar con sus ojos, se concentraba al máximo en la agudeza de sus oídos. Sonaba como si alguien estuviera abriendo la puerta y tras el paso, cerró sin hacer mucho ruido. Luego se escuchó que se acercaba a su lado.

-¿Quién es usted?... ¿Por qué me trajo aquí? – preguntó con una voz que no expresaba miedo, pero si algo de angustia.

Escuchó una risa por parte de su oponente, pero no eso que carcajea para burlarse de alguien, sino más bien por escuchar algo ingenuo.

No tenía ni la menor idea de quien era el sujeto y con qué objetivo haya traído a ese lugar… Pero no perdería su cabeza, no debía mostrarle su miedo o sino estaría perdido. Como dice el refrán: la fiera ataca primero a las presas que lo temen... Y no lo dejaría, no lo dejaría que lo intimide, que pierda el juego por temer a un oponente, oponente que ni siquiera lo conoce… Siempre ha sido orgulloso, y no dejaría de serlo ahora por estarse así.

-¿Y que más puede ser? – dijo el sujeto irónicamente.

  • Secuestro… - dijo a baja voz, pero lo suficiente que oyera su oponente.

  • Si… - y escuchó otra risa.

Dios, eso no estaba pasando con él

¿Un secuestro? ¿Por qué? Él no pertenecía a una familia millonaria ni mucho menos de importancia política. Ni siquiera tenía vínculos con alguien importante, muchos menos con grupos mafiosos… Él venía de una familia muy común y simple, hasta diría de rango humilde para no decirlo pobre. No tenía nada a su favor para que lo secuestre y lo tenga así, acorralado con un preso.

-¿Por qué? – preguntó esta vez con una voz furiosa.

Seguramente haya equivocado de la victima confundiéndose con otra persona. Si, seguramente

  • Por razones obvias – dijo el sujeto sentando en el estribor de la cama - ¿y cómo te llamas?

¿Qué? ¿Está preguntando su nombre? ¿Acaso los secuestradores no averiguaban todo antes de realizar el trabajo?... De la familia, los vínculos, el manejo de dineros… hasta los últimos detalles para que el plan salga a la perfección.

  • Wax, Wax Milton – dijo casi sin aliento. Ya no estaba seguro si saldría vivo, pues por parecer, el sujeto no estaba interesado por el dinero. Al menos, si fuese eso, no elegiría a él como la víctima

  • Wax… Un nombre muy interesante… - dijo el sujeto tocando delicadamente la mejilla del joven quien reaccionó con miedo, esquivándose.

Escuchó otra risa, pero algo más intensa que antes.

  • Y decidme Wax, ¿cuántos años tienes? – preguntó.

Hubo un silencio. De verdad, no podía notar nada de maldad en su voz, incluso diría que fuese de alguien con buena bondad. Como esos que ayudan a los demás sin pedir nada a cambio.

  • 16… - contestó, algo titubeando.

No sé por qué rayos estaba respondiendo todo lo que le preguntaba, pero tampoco no quería averiguar su suerte si lo dejaba enfadado. Es mejor seguir el corriente y esperar pacientemente la oportunidad para escapar.

  • Buena edad – y esta vez, le tocó su cabello – ¿y que tal va en tus estudios?

Dios, ahora le pregunta de su vida como si fuesen viejos amigos… ¿Qué diablos está pensando este sujeto?

  • Ahora estaría en el colegio estudiando sino fuese por cierta persona – respondió Wax con cierto disgusto.

  • Si… tienes razón, pero…- y se agachó más para acercarse a su oído – te puedo enseñar cosas que el colegio no te enseña

Y sintió que algo húmedo invadiendo su oreja.

-¡Qué asco! ¿Qué estás haciendo? – gritó moviendo bruscamente su cabeza.

  • ¿No te gusta? – preguntó su oponente sujetando su cara en sus manos – pensé que fuera tu punto débil

¿Qué diablos estaba hablando? ¿Punto débil?... Wax estaba totalmente confundido.

  • Veo que a ti no te gusta que te laman los lóbulos… si es así, tendré que buscar otro punto… y eso significa que debo explorar todo tu cuerpo… me encanta la idea… - y soltó otra risa.

  • ¿Qué diablos estás pensando hacer? – preguntó dando otro movimiento brusco para ver si podía intimidarlo, pero nada.

Ágilmente desbotonó la camisa dejando abierto su tórax que movía caudalosamente a ritmo de su respiración.

  • ¡Ya basta!... ¿Qué estás haciendo? – gritó Wax intentando poner algo de resistencia.

Pronto sintió su húmedo labio en su piel, que rozaba en cada parte de su cuerpo como si saboreara un sabroso bocado.

  • Exquisito como se ve, dulce, suave, pero sobre todo, inocente – decía el sujeto mientras mordisqueaba el pezón – siempre elijo la mejor

  • Ya basta, por favor, déjame – dijo Wax soltando un gemido de dolor – por favor no me lasti

Y lo calló con un beso, pero no duró. Se alejó bruscamente llevando su mano en su labio. Había partido

  • Uh… veo que tienes carácter – dijo el sujeto limpiando la sangre que brotaba en su labio partido – eso me gusta, me gusta cuando alguien se resiste… porque se pone más divertido.

Sintió escalofrío al escucha su comentario… ¿Qué está pensando este sujeto? De nuevo sintió su húmeda lengua recorriéndose por su tórax.

-¡Ya déjame! – y siguió gritando, pero le escapaba algunos gemidos.

Su cuerpo empezó a reaccionar ante tanto estímulo. De verdad, el sujeto era todo un experto. Sabía en donde debía colocar, a que intensidad y frecuencia.

  • Por favor, ya basta – esta vez suplicó. No sabía hasta cuando podía atajar sus instintos.

  • Tranquilo, déjate llevar – dijo el sujeto besando suavemente su mejilla – te prometo que será muy BUENO

Cuando sus manos rozaban en sus puntos vitales, Wax no pudo sostener algunos gemidos. Divertido, el sujeto siguió con su tarea. Bajó paulatinamente la cremallera de su pantalón que encerraba la viviente arma que empezaba a manifestar su vitalidad.

  • Veo que estás divirtiendo – dijo el sujeto acariciándole suavemente, sintiendo como la cosa crecía cada vez más.

  • Ya basta, por favor – protestó Wax desesperadamente.

-¿Por qué?.. – y se rió – si tu cosita quiere más atención… - y esta vez se puso su mano dentro del bóxer para sujetar su duro sexo. Al oír cómo gemía su presa, el cazador se puso contento. Masturbó con una mano, mientras que la otra se ocupaba de quitarle el resto de su ropa dejándolo completamente desnudo.

  • Ah… ah… - gemía Wax con su mejilla sonrojada.

  • Si… así, gime, grita… quiero oír tu voz

Wax sintió que en esta vez algo húmedo cubría su sexo y que lo succionaba suavemente. ¡Dios!... ¡El tío lo estaba haciendo un sexo oral! No era la primera vez que tenía. Ya había acostado con algunas de sus compañeras, pero ningunas de ellas eran tan buenas como lo está haciendo este sujeto.

  • No… basta… voy a correr - dijo el chico moviendo la cadera.

Cuando estaba a punto de chorrear, el sujeto abandonó su tarea dejando a Wax muy resentido.

  • No quiero que corras aun – y luego de una pausa, continuó – quiero que corras dentro de mí.

Antes que Wax dijera algo, sintió que el sujeto se ponía por encima de su pelvis y que su peso caía directamente en su sexo.

-¿Y qué haces? – preguntó Wax con la cara adolorida.

  • Lógico… Intento meter tu polla por mi culo – dijo el sujeto entrecortado.

Y como lo esperaba, Wax sintió un fuerte apretón en su sexo.

  • Uh… duele – manifestó el sujeto gimiendo – tu polla es muy grande

  • Ya basta… - dijo Wax todo sonrojado, pero ya era tarde. El sujeto dejó caer todo su peso. Ambos gimieron de dolor. Cuando vio que el dolor era más tolerable, el sujeto empezó a moverse, subiendo y bajando en sobre su polla.

  • Ah… si, así es… si… - decía mientras movía bruscamente.

Wax sentía una ola de placer en sus venas en cada sacudida. Era como si estuviera a punto de llegar el máximo placer que uno podía experimentar en su vida. Si, como si llegara al paraíso… más allá entre la vida y la muerte

  • Vamos, sigue así – dijo el sujeto besándole en sus labios.

Animado, Wax también empezó a mover su pelvis. Y pronto sincronizaron el ritmo.

  • Si… sigue así, Wax… Si, eres el máximo

Sintió ganas de correr.

  • Ya vengo… ah… - dijo Wax en su total trance.

Y contrayendo sus músculos, Wax empezó a expulsar su líquido esencial en su entrada.

  • Ah… si, más – suplicaba el sujeto.

Wax sintió que algo pegajoso mojaba su tórax. Seguramente, el sujeto también tuvo su clímax.

  • Eres fabuloso, Wax – y se besaron como si tuvieran ganas de comerlo uno a otro.

Y luego el sujeto se derrumbó a su lado aspirando profundamente.

  • Y ahora, por lo menos me puedes decir tu nombre – manifestó Wax con una voz exhausta.

  • Y si… me llamo… - y le quitó la venda

Fin de la primera parte

NOTA: AH!!!! MIERDA, POR FIN TERMINE!... He empezado a escribir esta historia hace más de 3 meses. ¿Pueden creerlo?... ¡Hace 3 meses!!!... Y recién he terminado. Personalmente me costó mucho (muchísimo) ya que no es mi estilo. Puesto que a mi me gusta escribir historia de fantasía. Pero veo que a las gentes (algunas) les caen mejor la de las circunstancias reales. Bueno, no podemos asegurar que suceda algo así en la vida real, pero quien sabe… En fin, quieren saber ¿por qué he finalizado así la historia?... pues, aquí viene mi chiste… hasta el último momento no he rebelado la identidad de este misterioso sujeto porque ustedes tendrán el honor de elegir quien será… si, es como una especie de votación on line. Dependiendo del resultado, pienso escribir la continuación, por eso, todo depende de ustedes… así que ¡voten!

La pregunta es: ¿Quién es el Sujeto Misterioso?

Opción1: Un pervertido desconocido

2: Su padrastro

3: Un padre/una cura/un pastor (un religioso)

4: Un marciano (¿?)

5: Un travesti

6: Su profesor del colegio

7: Su amigo/su compañero

8: Su tío

9: Su hermano/su hermanastro

10: Un cantante/un actor famoso

11: Un deportista/un luchado de sumo (¿?)

12: Un fantasma (¡!)

13: Otros… (Especificar)

14: No me gusto la historia, mejor no sigas

Dejen sus respuestas en los comentarios… ¡colaboren todos!