El SECRETO DE PAPÁ
Relato de incesto
_ Pietro despierta, es hora de levantarse, tenemos un compromiso – decía mi madre entrando por la puerta.
_ A yer creo haber dicho que no iré
_ Por favor cariño, harás enfadar a tu padre.
Justo en ese momento entraba, Luis, mi padre, por la puerta de la habitación.
_ Carajo Martha, nada de estar rogando – dijo – Levántate de una puta vez o te saco a palos de la cama.
_ ¿Para qué quieres que vaya? ¿eh papá?, ¿Para que vean que somos una familia feliz? - dije yo sentándome en la cama.
_ Pietro, no empieces con tus ironías.
_ Ya dije, no quiero ir.
Mi papá se acercó amenazante tomándome de la cara fuertemente.
_ Me vale madres lo que tú quieras, aquí se hace lo que yo diga.
_ Pues a mí tampoco me importa lo que tú quieras papá. Así que déjame dormir – dije retirando mi cara.
Mi padre sabía que era en vano insistir con ello ya que yo nunca hacía lo que me pedía, y nunca daba mi brazo a torcer, es por eso que se fue.
_ Te espero en el carro, Martha.
_ Ya voy amor, dame unos minutos y bajo. Avísale a Rolando y Pilar – dijo mi madre.
Mi mamá intentó convencerme hasta que finalmente lo consiguió. En realidad, si quería ir, solo que me gustaba darle la contraria siempre a papá.
El compromiso al que íbamos era el cumpleaños número 54 del abuelo, militar de profesión y general de rango, aunque el abuelo tiene un carácter difícil de tratar y con mi padre era un hijo de puta, - como lo es él conmigo, por cierto -, con sus nietos es más cool.
Mi padre arrancó el auto y se fueron adelante, yo tomé mi motocicleta pasando a recoger a mi novio a su casa y fui tras ellos encontrándonos finalmente en la casa de campo del abuelo. Tenia un gran lago y una bonita cabaña, rodeada de muchos árboles.
Mi familia estaba compuesta por mi madre de 36 años, mi padre de 37, mi hermano Rolando de 25 años, su esposa Pilar de 28 y su hijo Bruno de 14 años que fue producto de un embarazo no deseado cuando era muy joven, y yo Pietro de 20.
Al llegar mi padre como siempre dio ciertas recomendaciones de como comportarnos. Amaba controlar a todo mundo, todos le hacían caso, menos yo.
_ Que ganas de controlar a todo mundo, Luis.
_ Que hace este marica aquí - dijo dirigiéndose a mi novio .
_ Luis por favor baja la voz
_ Yo lo invité papá .
_ A caso tu no te ibas a quedar en casa.
_ Ya no, quise ver como te jode el abuelo.
Mi padre se enfadó.
_ Escúchame bien pinche joto, te vas a comportar o sino te parto la madre.
Mi madre le movía el brazo a mi padre, avisándole que el abuelo se acercaba.
_ Y escúchame bien Pietro, ni se te ocurra hacer ninguna jotería en este lugar, aquí eres heterosexual, tu gusto por morder almohadas la dejas en tus cuatro paredes. Y eso también va para tu noviecito.
_ Cuantas veces quieres que te diga que yo soy el activo en la relación.
Luis me ignoró. Recién mi familia se había enterado que era bisexual y que me diga eso hacia que me molestara.
_ ¿Cómo esta señor Cesar? – dijo mi madre.
Mamá llamó la atención de todos cuando saludó al abuelo, y todos hicimos lo mismo, mi padre lo hizo muy secamente.
_ Abuelo casi que ni te reconozco sin el traje militar - dije yo.
_ De vez en cuando es bueno andar sin el uniforme, hijo – respondió
Mi abuelo estaba con ropa deportiva resaltando un buen físico a pesar de la edad que tenía.
Fuimos a la parte trasera de la cabaña que colindaba con el lago, ahí estaban todos los invitados, tomando tragos y comiendo carne a la parrilla.
Mi padre y mi abuelo se acercaron a dos señores, colegas de mi abuelo.
_ Señores, les presento a mi otro hijo, Luis.
Los señores miraron a mi padre de pies a cabeza, Luis era distinto en apariencia a sus hermanos.
_ Caray Cesar, no sabíamos que tenias otro hijo.
_ Lo se, este es un hijo que tuve producto de una aventurilla con una sirvienta por eso no lo presentaba muy a menudo.
_ Cuando no tú Cesar, eres tremendo.
_ ¿ Y a que te dedicas Luis? – preguntó uno.
_ No me digas, viendo tu apariencia eres una especie de cantante de rock – dijo el otro .
Mi padre era alto y de cuerpo bien trabajado, tatuajes por todo el cuerpo, barba y utilizaba el cabello largo y ondeado que le llegaba casi a los hombros.
_ Ya quisiera el cabroncete. Es obrero de construcción – dijo el abuelo .
Mi padre se cabreó porque se dio cuenta de las intenciones del abuelo de dejarlo en ridículo.
_ Venga ya y porque no le das algún puesto en alguna de tus empresas.
_ Porque esos puestos son para los lame botas de mis hermanos – respondió mi padre.
_ Además en mi familia, nos ganamos las cosas por nuestros propio esfuerzo, no disfrutamos la riqueza de otros – dije yo metiéndome a la conversación. – Verdad abuelo?
_ Así es hijo, en eso tienes razón. Tu padre ha preferido ganarse las cosas por si solo, pudo haber tenido una buena carrera en el ejército pero prefirió esforzarse en ser albañil – respondió el abuelo sarcásticamente.
Mi abuelo me presentó y así también lo hizo con mi hermano por lo cual los dos señores se sorprendieron.
_ Es que el pendenciero se cogió a una sirvienta cuando era mocoso, y bueno salió mi nieto Rolando – dijo mi abuelo.
_ Eso es verdad. Gracias papá por obligarme a coger a esa empleada – dijo mi padre de manera irónica.
_ De nada cabrón, gracias a eso te gustan un chingo las viejas, llegué a pensar que eras maricón en esa época.
Mi padre estuvo a punto de estallar con los comentarios de mi abuelo, yo quería reírme en su cara.
Mi madre presionó el brazo de mi padre y lo apartó de ese lugar.
_ Un placer conocerlos señores iremos a saludar a los demás - dijo mi madre.
Fuimos a saludar a los demás, por momentos éramos el centro de atención ya que mi padre y yo nos veíamos igual, utilizábamos el mismo look.
Hablamos con todos los hermanos de mi papá, el tío Rodolfo, José, la tía Lucía, Penélope, y demás familiares.
Por un momento nos dispersamos, yo me fui a nadar al lago con Piero y algunos de mis primos, los más pequeños tenían curiosidad por mis tatuajes, no dejaban de preguntar por las imágenes plasmadas en mi cuerpo.
Una joven mujer iba caminando, alejándose de la reunión, se veía preocupada y nerviosa, se detuvo en un punto donde nadie pudiera verla; una persona la seguía al parecer se habían citado en ese lugar.
_¿Qué paso Samara? anoche que me llamaste te escuchabas muy preocupada? – preguntó otra persona.
_ Es que no sabía a quién llamar, esto es horrible.
_ ¿Pero qué cosa has visto?
_ No sabía a quién contarle, pero a ti te tengo confianza y tenemos una gran amistad.
_ Gracias por la confianza. Dime ¿Qué sucede?
_Está bien, pero te tengo que advertir que lo que va a ser muy perverso.
_ Dale de acuerdo.
_ En esta cámara de video hay varias grabaciones en las cuales aparecen gente muy cercana haciendo cosas horribles.
_ Me estás causando mucha intriga Samara, venga ya enséñame.
Samara sacó la cámara de su bolso y la encendió colocándole el primer video.
El video mostraba a personas que como bien dijo la mujer, conocidos, eran bastante cercanos haciendo cosas atroces, conforme avanzaba el video se dieron cuenta de la magnitud del problema y así fueron pasando todas las grabaciones, adelantándolas porque no los podían ver todos completos, solo querían cerciorarse que conocían a cada una de las personas que aparecían ahí. Finalmente, las grabaciones se detuvieron.
Samara lloraba.
_ Yo lo siento mucho, ahí también se ve a ….
_Por favor, no lo digas, aun no lo creo – dijo la otra persona.
_ Ayúdame, tenemos que denunciarlo.
_ ¿Denunciarlo? Destruiríamos a toda la familia.
_ No importa, eso se tiene que pagar con cárcel.
_ Tu padre está involucrado en esto. ¿ A caso no te importa?
_ Si me importa, pero mi padre siempre ha sido un ser despreciable, incluso con sus hijos, tiene que pagar.
_ Yo se pero el los quieres, muy a su manera pero lo hace. Primero habla con él, seguro tiene una explicación.
_ Mi padre no quiere a nadie, además, sabes cómo es él, me quitaría los videos y me obligaría a irme del país. Yo quiero ir directo con la policía.
_ Esta bien. Vamos a calmarnos primero. Tenemos que pensar con la cabeza fría.
_ Si tienes razón.
_ Dime hay más videos? O has sacado alguna copia?
_ Hay más videos en discos y no, no he sacado más copias.
_ ¿Dónde están?
_ Los tengo en el bolso, esta mañana los traje porque tenía pensando hoy mismo entregar estos videos a la policía.
_ Pero Samara piénsalo, son tu familia, no puedes hacer esto. Si esto es una venganza en contra de tu padre, está bien, pero vas a arrastrar al resto que no te ha hecho nada.
_ ¿Estás escuchando lo que dices?
_ Yo no puedo hacer esto Samara, yo no lo voy a permitir – dijo muy seriamente .
A raíz de esa respuesta Samara comenzó a forcejear la cámara.
_ Si no puedo contar contigo, entonces lo haré todo por mi cuenta
_ No hagas algo de lo que puedas arrepentirte Samara, muchas personas saldrán afectadas
_ No me importa, más me preocupa mi conciencia y si no denuncio no podré vivir en paz. Y Por fin mi padre de alguna u otra manera pagará sus malos tratos.
La cámara cayó al suelo y producto del golpe comenzó a grabar, el ángulo era de abajo hacia arriba y por la posición se pudo grabar todo lo que en ese momento sucedería.
Samara intentó agacharse para recoger la cámara, pero la otra persona la detuvo.
_ No Samara espera, reconsidéralo.
_ No puedo creer que quieras defender esa atrocidad. ¿Y aun así te vas a golpearte el pecho siempre a la iglesia?
_ No estoy defendiendo nada, pero hay veces que es mejor guardar silencio ante algunas cosas.
_ No podrás convencerme, yo ya estoy decidida – dijo Samara dándose la vuelta . - Igual si no me das la cámara aquí tengo el bolso con más videos.
Samara estaba decidida a irse, pero la otra persona la tomó del brazo.
_ Te lo pido por favor recapacita, no puedes hacer esto.
Ambas forcejeaban, Samara intentaba liberarse, pero era sujetada fuertemente, la chica no escuchaba palabras, estaba decidida, logró liberarse bruscamente sin embargo desafortunadamente trastabilló con la rama de un árbol cayendo por un pequeña colina golpeándose el cuerpo en el trayecto y cuando hubo llegado al final impactó su cabeza fuertemente con una roca de considerable tamaño provocándole la muerte al instante.
_ ¡SAMARA! - gritó la persona con la que había forcejeado.
La persona en cuestión miró a todos lados muy nerviosa, bajo la colina con mucho cuidado para ver si Samara estaba con vida, pero confirmó lo evidente, sin más remedio recogió absolutamente todo del lugar, se llevó la cámara de video y los cd's que estaban en el bolso de Samara y se marchó, dejándola inerte en la tierra.
El cabrón de mi padre lo volvió a hacer, como siempre no se contuvo para joderme en delante de sus amigos. Vi la cara de Pietro que no se podía contener la risa, ganas no me faltaban de golpearlo.
Después de ese disgusto fuimos a saludar a los demás, mis medios hermanos estaban sorprendidos de verme pues casi nunca comparto con ellos, y como me llevo mal con mi padre pensaron que no llegaría.
Tomamos unas cervezas y aproveché también para dar un chapuzón en el lago. Me quité la ropa y solo me quedé en bóxer que me marcaba el paquete grande y redondo.
Pasarían un par de horas cuando los gritos de una empleada alertaron a todos.
_ ¿Que pasa Gertrudis? ¿Que gritos son esos? – dijo mi papá.
_ La señorita Samara -decía la mujer llorando.
_ ¿ Que pasa con mi hija?
La mujer no paraba de llorar.
_ Gertrudis cálmate y habla – le exigió Rodolfo.
_ La señorita Samara, está muerta.
Todos quedaron impactados por lo que escucharon.
_ ¿ A caso estás loca? – preguntó mi padre .
_ No señor, Pancho la encontró por roble grande, hace un momento y me vino a avisar.
Mis hermanos, mi padre y yo fuimos a ver el cuerpo, y efectivamente se trataba de Samara. Alguien la había asesinado.
A un año del incidente, un desperté como de costumbre, estaba sudando, ese verano era demasiado caliente y hacía mucho calor, tomé la sabana que estaba en el suelo y sequé mi cuerpo desnudo, empezando desde mi frente, recorriendo mi ancho tórax y bajando por mi abdomen hasta detenerme en mi pubis; las gotitas del sudor se enredaban en mi mata de pelos y me detuve.
Volví a arrojar la sabana a un costado, y se apoderó de mí el morbo que siempre me caracteriza, llevé mi mano derecha, frotando y sobando mis huevos sintiendo lo húmedo del sudor, para luego llevarme la mano a la nariz aspirando mi propio olor, mi pene grande y gordo fue creciendo, posteriormente retraje mi prepucio y con la punta de los dedos extraje la baba que salía por la uretra, masturbé escasos segundos mi pinga y nuevamente atraje la mano hacía mi nariz, me encantaba y excitaba mi propio olor, a sudor y líquido seminal, me sentía como todo un macho viril.
No pude con mi genio, me levanté de la cama, y me puse un short sin ropa interior, mi erección formaba una carpa en la prenda, llamé a mi novio para decirle que estaba en camino a follarle el culo tan rico que tiene, él encantado aceptó.
Me planté frente al espejo a contemplar mi figura, mi cuerpo es trabajado por el gym, ancho de la espalda y tórax que se va estrechando por la cintura, soy muy egocéntrico y me gusta admirar mi físico, recogí mi cabello pues lo uso largo y salí de mi habitación con la camiseta en el hombro, bajé las escaleras y cuando estaba a punto de salir, la voz gruesa de Luis, mi padre me interrumpió el paso.
_ ¿A dónde vas? – dijo mi padre secamente con su voz gruesa.
Yo no hice caso y me coloqué la camiseta.
_Hey marica, ¿qué vas de sordo o qué? – preguntó Luis insultándome.
He de decir que mi padre y yo no nos llevamos bien, él nunca fue cariñoso conmigo, ni se comportó como un papá, lo único que recuerdo siempre fueron regaños y gritos en casa. Su comportamiento conmigo empeoró desde que me encontró follando con mi novio en la sala y se enteró que yo era bisexual.
_ ¿Y a ti que te importa?, si no respondo es porque no hablo con capullos – dije yo respondiéndole mal
Al escuchar eso apresuradamente Luis me cierra la puerta, sentí su presencia atrás de mí, lo hice enfadar.
Volteé y me encontré con un cuerpo macizo, alto, mirándome con evidente rabia.
_Escúchame bien ojete, desgraciadamente soy tu padre, y cuando yo te hable te quedas callado.
_Y ahora escúchame tu a mí, gilipollas, el hecho que seas mi maldito padre, no te da derecho a joderme la paciencia cada vez que te salga de la polla. Sabes que no me voy a quedar callado – le contesté yo desafiante.
Luis llevó su mano y apretó mi cuello.
_Te estás ganando tremenda paliza puto de mierda.
_Dame el primer golpe y no saldrás limpio de esta.
_ Vaya si lo que tienes de marica, lo tienes de insolente. Vamos a ver si como aguantas pollas en el culo, aguantas mis puños.
Luis me amenazaba, pero nunca lograba concretar nada, sabía que si hacía algo yo respondería y terminaría golpeándolo también.
Yo me libere del aprisionamiento.
_ No me importaría si sales o si no vuelves, pero da la maldita casualidad que hoy día tu madre llega a casa y todo está un desastre ¿por eso te pregunto a donde vas, hijito – dijo lo último con sarcasmo.
Intente abrir la puerta después de escucharlo decir eso, pero él seguía bloqueándole.
_ Pero es tu desastre, no el mio, el que debe de limpiar eres tú, además ya quedé con Piero para ir a su casa.
_Aun sigues con ese otro marica. Dejar a una chica buenísima como Marina por ese marica.
_ Si aún sigo con Piero, ¿Cuál es tu maldito problema?, ahora con tu permiso o no me tengo que ir, ponte a un lado.
_ Vaya, estás muy apurado para que te metan la polla al culo.
Hervía mi sangre cuando hablaba de esa manera, después de eso solo aflojó la mano y abrí la puerta bruscamente
_ Para tu información hijo de puta, yo soy el maldito activo, yo cojo, no me cogen – salí diciendo y azotando la puerta.
El mismo pleito era todos los días, Luis buscaba cualquier pretexto para intentar humillarme de cualquier manera, pero yo le hacía frente, agarré mi moto y fui directo a casa de mi novio.
**
Pietro, mi hijo, cerró la puerta de golpe, y me dejo con un sin sabor en la boca, estaba hirviendo en cólera, ese muchacho provocaba que lo estrangulara por su comportamiento.
Soy homofóbico y desde que me enteré que mi hijo era marica, me volví loco, claro que nunca había tenido ningún tipo de afinamiento con él, sino que no podía concebir la idea de que me había salido un hijo homosexual.
Decidí relajarme y me dejé caer al sofá, solo tenía puesto mi bóxer ya que recién despertaba, esa mañana no tenía ganas de nada, Romina, mi amante me escribía al celular, pero no respondía, las mujeres pueden ser muy intensas cuando no les respondes.
Me deshice de mis calzoncillos y comencé a rascarme los huevos peludos, automáticamente la polla se me puso tiesa, mi verga medía aproximadamente 23 centímetros, de un grosor bastante considerable, soy como un lobo peludo y viril, a mis 37 años he tenido un gran número de mujeres a mi disposición gracias a mi físico, soy alto, de contextura gruesa, abdominales muy marcados, brazos bastante anchos y pectorales duros como rocas, todo cubierto por abundante vello corporal.
Bajaba y subía mi capullo de la verga, el sonido de la piel húmeda hacía eco por la sala, rápidamente el sudor comenzaba a asomarse por mi frente y el cabello largo que usaba molestaba mis ojos, busqué una liga y amarré mi cabello para continuar con el acto, pero fue interrumpido por un sonido en la puerta, que se repitió por tres veces, no hice caso y de repente se empezó a abrir.
Mi padre entró por la puerta, llevaba puesto su uniforme militar.
_ Vístete, tenemos que hablar – dijo mi padre.
Me vio desnudo y no se inmutó
_ Cuantas veces te he dicho que toques y te quedes afuera hasta que te habrá la puerta – dije yo comenzando a enfadarme.
A mi casa yo entro cuando se me salga de los webos.
_ Pero carajo, yo vivo aquí y mientras lo haga te esperas afuera como cualquier persona, así seas el puto general del ejército o el maldito presidente – le respondí molesto.
_ Y si vives aquí, ¿Por qué mierda no le cambias la cerradura? O esperas que yo también lo haga, pero que se puede esperar de un parasito como tú.
Mi padre es un tremendo hijo de puta también, pero sus comentarios no me afectaron.
_ ¿A qué has venido? – pregunté de mala gana.
_ A que me firmes estos documentos.
_ Estás demente si piensas que voy a firmar algo sin leer.
_ Mira tú, si tenías cerebro.
_ Habla anciano, que cosa quieres.
_ Con estos documentos te sedo esta casa, acciones en la fábrica y otras cosas más.
_ No te la creo, ¿Qué estás tramando?
_ Tengo cara de estar bromeando.
Me puse de pie y recibí los documentos, leí rápidamente y efectivamente, mi padre me estaba adelantando mi herencia.
_ Tanta bondad no es común en ti, ¿Qué estás tramando?
_ Después de la muerte de tu hermana, pedí de favor a uno de tus hermanos, que elaborara mi testamento y colocara la repartición de bienes por partes iguales, y en ninguna línea figurabas tú.
_ No me sorprende, siempre han sido mezquinos igual que tú.
_ Y bueno como tú eres un pobre diablo que no tiene nada y que solo vives de trabajos eventuales, quiero hacer esta caridad contigo.
_ Como siempre tú, viviendo de humillar al resto.
_ ¿Desde cuándo aquí tan sensible?
_ Sabes que no lo soy.
_ Por eso tengo una consideración especial contigo – dijo mi padre.
_ Por favor viejo, tú no quieres a nadie.
_ Yo no estoy hablando de sentimientos. ¿Vas a firmar o no?
_ No. El firmarte ese documento aceptaría que me someto a ti, a tu voluntad, y sabes que jamás haría algo así, además toda tu fortuna la has amasado de tus negocios ilícitos.
_ ¿Ilícito? ¿tú diciendo eso? Y bien que disfrutas de la mercancía - dijo callándome la boca – Y no seas nenaza que no he venido a eso.
_ No te creo.
_ Solo estoy siendo justo, porque a pesar de todo eres mi hijo, y no te dejaría en la calle.
_ Pero no evitaste que me echaran del ejército.
_ Ese incidente fue tu culpa, y da gracias que evité que te metieran a la cárcel. A veces hubiera querido que fueras más como tus hermanos.
_ Ellos son unos lame botas, pero tampoco los culpo, todo es tu culpa, gracias a tu “entrenamiento militar”.
_ Gracias a eso tus hermanos y sus hijos son mejores a comparación que tú y Pietro, definitivamente a ti te hizo mucha falta.
_ Por eso me libré de ti cuando pude, no quería acabar como mis hermanos, y tampoco quería que Pietro se viera involucrado.
_ Por eso tu hijo es como tú, desobediente, rebelde, te falta el respeto y te trata peor que basura.
_ El trato es mutuo eh, prefiero eso a tener a haber tenido que dejar su educación en tus manos.
_ Pero a ti que más te da, si tú no quieres a nadie ¿o me equivoco?
_ Dejemos esa conversación aquí.
_ Fírmame estos documentos, y deja esa tonta teoría conspirativa contra ti.
Llegué a casa de mi novio y estacioné la moto, justo su madre abrió la puerta y me saludó
Entré saludando, su padre estaba en la sala, me saludó muy amablemente.
_Hey Pietro, que gusto verte – dijo el señor Fernando.
Los padres de mi novio son buena onda conmigo, aceptan la preferencia sexual de su hijo, y a mí me tratan como de la familia.
_ ¿Vienes a ver a Piero? – preguntó lo evidente.
_ Si así es Fernando ¿Puedo subir?
_ Si claro, estás en tu casa.
Los dejé en la sala y comencé a subir, pero Fernando volvió a llamar mi atención.
_ No me lo hagas gritar tanto – dijo arrojándome un condón.
Me sonrojé y sonreí nerviosamente, no me acostumbraba aun a que sus padres sean tan mente abierta.
Entré a la habitación de Piero, mi enamorado, y lo encontré de perrito sobre su cama, quebrando la cintura, mi pene automáticamente se erectó formando la carpa en mi short, me saqué toda la ropa y caminé hacía su culo, no emitimos palabra alguna y lamí su agujero, olía a limpio y se lo chupaba con más ganas hasta dejar el ano completamente rojo y dilatado, listo para la penetración.
Se giró y comenzó a oler mi pene y mis webos.
_ Me encanta tu olor a bolas – me dijo metiéndose los testículos a la boca.
Yo me hacía ligeramente hacia atrás, chupó suavemente mis dos testículos y luego se metió mi verga a la boca, despacio y de a pocos, yo estaba en la gloria, Piero era muy bueno mamando y sabía como me gustaba, cuando mi verga chocó su campanilla, él ahuecó la garganta tragándose todos mis 20 centímetros, electricidad recorrió la cabeza de mi pinga, su nariz quedó pegada a mi vello púbico.
_ Tú papá me dio este condón – dije mostrándoselo.
_ Si supiera que siempre me preñas cada vez que me follas – contestó él.
_ Y hoy no será la excepción – dije .
Piero detuvo la mamada de verga que me estaba dando y volvió a darme la espalda de perrito, mi pinga bien parada apuntó directamente a su ano.
_ ¿Te la clavo de una?
_ Si dale, estoy muy excitado.
Piero tomó una almohada y la puso bajo su rostro.
Tomé un poco de aire y de manera muy veloz le metí mi verga hasta la mitad, automáticamente el mordió la almohada y pegó un grito ahogado, sin dejarlo descansar introduje la otra mitad hasta que mi pubis chocó con sus nalgas.
Él respiraba fuertemente, lo jalé del cabello hacia mí, y reemplacé la almohada por mis labios.
_ ¿Te culeo duro? – pregunté.
_ Si, muy duro – respondió.
Yo obedecí, hice que volviera a colocar su rostro en la cama y comencé a follarlo de manera tal que sus nalgas sonaban con cada embestida, el solo se dedicaba a gemir cada vez más fuerte, sin importarle que en la planta de abajo se encontraban sus padres.
Ninguno de los dos daba tregua, los efectos del calor y la agitación hicieron lo suyo, nos obligaron a detenernos un rato, descansar unos segundos, secarnos el sudor y cambiar de posición.
Comenzó a cabalgarme de una manera exquisita, su verga que también tenía un buen tamaño rebotaba junto con sus bolas lampiñas en mi abdomen, su ano se abría y cerraba con los sentones.
Podía sentir como su ano apretaba mi verga cada vez más provocándome sensaciones eléctricas por todo el cuerpo, si seguía así me iba a hacer terminar en cualquier momento así que lo levanté y salimos de la cama, para pararlo frente al espejo y poniéndome detrás de él lo volví a clavar.
Su cara pegada al espejo y yo en su tras clavando mis manos en su cintura y sosteniéndole fuertemente para que mis embestidas no lo muevan de su lugar, él se masturbaba a la par que yo lo penetraba.
El espejo se empañaba por la respiración agitada de Piero, mientras que la mía se entrecortaba cada vez más pues lo estaba follando tan fuerte y duro que contenía la respiración para no detenerme.
Pasaron varios minutos y escuché el sonido de satisfacción de mi novio al eyacular, eso fue un aviso para mí y solté todo mi esperma dentro de él.
Saqué mi verga se su culo, un poco de semen salió de su interior, él se enderezó y se paró frente a mí.
_ Te ves muy sexy con ese cuerpazo lleno de tatuajes, sudando y con el cabello largo – dijo mi novio.
_ Lo sé – dije yo sonriéndolo y tomándolo en mis brazos. - Estoy muy enamorado de ti .
_ Yo también amor..
_ Finalmente firmé los documentos que mi padre trajo y cuando se fue recibí una llamada de Mariana, una chica de 18 años, hija de una especie de socio que es mi jefe en la construcción donde soy el maestro de obra, la muchachita se me regalaba a todo momento y como es natural en mí, yo no me hice de rogar, me citó en su casa y finalmente me la cogí de todas las formas posibles haciéndola gritar como una perrita en celo, pero no contaba con que su papá, se enteró a los pocos minutos, ya que me había visto entrar a su casa por las cámaras que tenía en su domicilio.
Caminaba por la calle triunfante, como si el acto que había cometido horas antes fuese una hazaña, o bueno, para mi si lo era, cogerse a la bella hija del dueño de la obra en la que trabajaba era algo que disfrutaba, nadie se me resistía, eso elevaba mi ego; alto, sexy y fornido como un lobo, aspecto rudo y mirada penetrante, aunque tengo que reconocer que un poco desaliñado.
Iba ensimismado en mis pensamientos, recordando como Mariana se arrodillaba a mis pies para chuparme la verga, solo recordar hacía que se excitara nuevamente, sin embargo, me percaté que un auto negro me estaba siguiendo, y me detuve en seco.
_ ¿Qué mierda quieren? - pregunté con voz gruesa y muy serio .
De la camioneta descendieron tres hombres de piel morena, los tres eran altos, pero uno resaltaba de los otros, vestía de sport elegante, buen calzado y accesorios, cabello corto, ligeramente panzón, los otros dos, eran delgados pero fibrados y marcados, vestían solo ropa deportiva, uno tenia rastas en el cabello y el otro rizado corto, además que su piel era adornada por varios tatuajes que se notaban muy poco por el color de su piel.
_ Arreglar ciertas deudas pendientes – dijo uno con acento marcado. - Quien al parecer era el jefe.
_ Joder, Vargas me mandó a sus perros – respondí yo.
Yo los conocía. Eran los haitianos.
Uno de los dos que estaba detrás del hombre que habló, dio un paso al frente como haciéndole frente pero el jefe lo detuvo.
_ Venga ya, díganme que quieren, no tengo todo su maldito tiempo.
Yo todo el tiempo me mostré agresivo.
_ Ya te lo dije, vinimos a cobrar la deuda que tienes con Vargas.
_ ¿Ese hijo de puta está loco? Yo no le debo nada.
_ Violaste a su hija, creo que le debes mucho.
_ Ella se me ofreció.
_ Eso no es lo que él piensa.
Me planté duro en mi lugar y comencé a apretar los puños.
_ Además, ahora que Vargas está furioso contigo, también queremos el dinero que me debes de regreso.
Yo sonreía de manera desafiante.
_ Mal nacido de porquería
Yo que tú cerraría la boca, porque el que está en deuda eres tú, no te ponga faltoso – mencionó el hombre calmado . ¿Cuándo me vas a pagar lo que me debe? – preguntó el hombre.
_ Yo a ti, no te debo nada, perdiste el derecho de cobrarme cuando me condonaste la deuda al convertirte en perro de Vargas.
_ No te perdone la deuda, solo la aplacé.
El líder hizo un gesto y el de rastas me agarró por la espalda para sujetarme, pero me liberé rápidamente y le asesté un golpe en la cara, el otro esquivó uno de los puños, y me logró dar un puñete en la boca de estómago, haciéndome que pierda ligeramente la respiración, pero aun así daba pelea, pues he de mencionar que soy bueno para los puños, pero me lograron sujetar.
El jefe sacó su teléfono celular y llamó a Vargas poniéndolo en altavoz.
_Vargas ya lo tenemos – dijo el hombre moreno .
_ Muy bien, ahora mátenlo.
_ Yo que tú, no haría eso Vargas – dije Yo – Aun después de muerto te puedo joder.
_ Te atreves a amenazarme después de violar a mi hija.
_ Tu hija se me puso en bandeja, sabes como es ella.
_ Para mi sigue siendo una niña.
_ Tú me matas y rápidamente le llegará a la policía un video tuyo y sabes a lo que me refiero.
Vargas se quedó callado.
_ No lo maten – ordenó Vargas a través del teléfono.
Yo reía victorioso.
_ Ya escucharon perros – les dije tratando de soltarme.
_ Asegúrense de mandarlo al hospital – Dijo– Y yo que ti Luis, no mandaría ningún videíto después de esto, si sabes lo que te conviene – agregó – Te espero a trabajar la próxima semana, si puedes – finalizó sarcásticamente Vargas cortando el teléfono.
El moreno sonrió mostrando los dientes blancos.
Yo soy un excelente peleador pero el número de contrincantes me sobrepasaba así que era de esperarse el resultado, afortunadamente una patrulla de policía se acercaba por el lugar, y los tres hombres emprendieron la huida.
_ Quiero mi dinero para el próximo mes – dijo el moreno antes de irse.
Los policías intentaron ayudarme, pero no me deje, me levanté, al parecer no me habían hecho mucho daño, pero fui muy adolorido a casa.
Al entrar a casa, mi mujer, Martha que ya había llegado, pegó el grito al cielo.
_ Ya cálmate mujer, y trae el botiquín para que cures.
Cuando entró mi esposo me asusté de gran manera por lo que vi.
_ ¿Quien te hizo esto? – pregunté yo muy nerviosa.
_ Es mejor que no preguntes, ve y trae el botiquín.
_ ¿Dónde esta Pietro?.
_ Me escribió antes que yo llegará a casa y me dijo se fue a casa de Piero, hace buen rato – dije llevando el botiquín.
_ Es cierto lo olvidé, vaya marica es tu hijo.
_ No hables así de tu hijo, ni por que estas lastimado cambias un poco con él.
_ Dejó a una chica buenísima y se metió con ese marica.
_ Marina podrá haber sido muy guapa y todo, pero era muy hueca y superficial, sus razones habrá tenido además desde que está con Piero el ha cambiado totalmente.
_ Seguro no se la cogía bien, claro al ser marica le ponen más los hombres…. y la verdad hubiera preferido que sea un delincuente a que un maricon – sentenció mi homofóbico esposo.
Yo de cólera restregué con alcohol la herida en la ceja de Luis y este se quejó.
_ Te escucho y no lo creo Lucho, me decepcionas totalmente, ni porque estás herido dejas de hablar mal de tu hijo.
Era muy común que Lucho tratara mal a su hijo, desde que era muy pequeño nunca fue cariñoso con él, y la cosa empeoro cuando se enteró de sus preferencias sexuales, pero no me importa yo lo amo tal cual es, aunque sea muy parecido a su padre en carácter sé que es un buen chico.
Intenté ayudar a mi marido a levantarse, pero era muy pesado yo sola no iba a poder, decidí esperar a Pietro para llevarlo a la habitación, aunque me iba a costar convencerlo, al cabo de un par de horas regresó.
Pasé una buena tarde en casa de Piero, sobre todo porque descargué mis bolas, pero él ambiente al llegar a mi casa no era igual, nada más llegar cambié de ánimo totalmente.
_ Hola, mamá, ¿Qué gusto verte? – dije.
_ Hola hijito – dijo dándome un beso en la mejilla – Te extrañe mucho.
_ Yo también, mamá – respondí – Y a esté ¿Qué le pasó?
Vi a mi padre tirado en el sofá y un poco herido, sinceramente sentí satisfacción de verlo en estado.
_ No sé tampoco me quiso decir, pero seguro alguien le pegó, ya ves que tu padre se anda metiendo en puros problemas.
_ Métete en tus asuntos – dijo él.
_ Le pregunté a mi mamá no a ti.
_ No provoques a darte la paliza que no te di en la mañana.
_ Si claro, así como se la diste a los que te dejaron así.
A decir verdad, mínimo debieron haber sido 3 los que los golpearon, ya que con uno o dos, él se hubiese defendió muy bien.
_ Hijo quiero pedirte de favor que me ayudes a llevarlo al cuarto por favor.
_ Ni lo sueñes mamá, no pienso ayudarlo en nada. Dile a Rolando
_ No necesito ayuda de nadie, yo puedo perfectamente solo.
Luis intento pararse del sofá, pero no pudo, el dolor en la pierna, los brazos y costillas se lo impidieron.
_ Por favor hijo, hazlo por mí. Tu hermano está trabajando.
Después de pensarlo unos minutos accedí, luego mamá tuvo que convencer también a Luis, que al principio al igual que yo se mostró reacio, pero accedió al ver que no lograría nada por sí solo.
Se apoyó en mí y caminamos con cuidado a su habitación.
_ Por lo menos te habrás bañado después de coger con tu marica – dijo molestando.
_ Sigue jodiendo y te suelto aquí mismo para que te termines de romper los huesos.
_ No creo que serias capaz de hacerle eso a tu amado padre - dijo con sarcasmo.
_ Tengo más cariño por el perro que por ti – dije.
Dejé a mi padre en su cama y fui a mi habitación, traté de despejarme, me quité la ropa que estaba sudada y me metí a la ducha.
Esos hijos de puta me habían dejado más lastimado de lo que creía, pero lo estaba soportando, lo único que me jodía enormemente era que en ocasiones Martha me tenía que ayudar para ir al baño y poder orinar, no me podía mover mucho.
Pasó un corto tiempo, aunque los golpes ya iban mejorando y disminuyendo la inflamación aún seguía necesitando ayuda para orinar ya que en el brazo derecho tenía un cabestrillo, llamé a Martha, pero no estaba en casa, decidí esperarla, pero ya había pasado una hora y la vejiga ya me explotaba.
Intenté pararme, pero por hacer un movimiento un fuerte dolor recorrió por mis intercostales, y me quejé, justo en ese momento pasaba Pietro quien llegaba de la calle.
_ ¿Qué pasa? - preguntó secamente.
_ Nada que te importe – le respondí.
_ Es tu pedo, Luis.
Pietro se fue directo a su cuarto, yo intenté moverme otra vez, pero volví a sentir el dolor, no quise quejarme, pero el dolor era más intenso. Pietro escuchó nuevamente y regresó a mi cuarto.
_ Te juro papá que no es un placer para mi pero acepta la ayuda, no te cuesta nada – me dijo seriamente.
_ Ven – le dije.
No me quedó de otra que aceptar verdaderamente quería levantarme y no podía hacerlo solo, Pietro me ayudó y me dejó sentado.
_ Llévame al baño - le dije casi ordenándolo.
Me llevó despacio, sinceramente no me gustaba nada de esto, pero me contuve.
_ Ahora vete.
Cuando me dejo en el baño intente sacarme la verga para orinar pero con una mano era casi imposible.
_ Mierda! - exclamé.
_ Quiero orinar y no puedo sacarme la verga. ¿Dónde mierda se ha metido su madre? - dije de colera.
_ Ahora vuelvo – dijo Pietro.
Al cabo de unos segundos mi hijo volvió con unos guantes de latex, y se dirigió a mi entrepierma.
_ ¿Hey que haces marica?
_ Estoy intento ayudarte.
_ Y una mierda, un tío y mucho menos un marica va a tocarme la verga.
_ Escúchame bien papá, para mi no es divertido esto, y no lo hago por ti, lo hago por mi madre, y si no quieres pasar por eso nuevamente entonces la próxima vez que te pongan un pañal – dijo sarcásticamente
No me agradaba la idea, pero tuve que aceptar, ya me urgía ir al baño.
Pietro me bajo un poco el short, y metió la mano al bóxer, sentí la textura fría del látex y de seguro mis testículos se arrugaron un poco, apuntó al baño y solté el chorro de orina, me sentí liberado. Cuando terminé guardó mi verga.
_ ¿Te gustó tocar mi verga? Cierto marica?
_ No seas degenerado, Luis. – me dijo él.
_ Que va, si aquí el degenerado eres tú, marica y ofreciéndote a ayudarme a orinar para tocarme la verga.
_ Esto me gano por ayudarte, si tanto te jode, entonces no vuelvas a quejarte como nena la próxima vez.
Mi papá sabía como sacarme de quicio, era muy disconforme con todo, ahora sacó que lo había ayudado por otras intensiones. La verdad es que lo ayudé solo por ser amable, vamos que le tengo nada de cariño pero tampoco soy tan culero como para dejarlo a su suerte, no soy como él.
La única verga que he tocado a parte de la mía pues es la de mi novio, y hacerlo con mi padre me ha causado mucha incomodidad, así haya tenido puesto los guantes.
Pero una sensación extraña llego a mi.
Desde que me declaré bisexual el único chico que me ha alocado sexualmente es mi novio, pero estar en esta situación con mi papá me ha dejado muy extraño. Y digo extraño porque no se como describirlo.
Al abrirle el bóxer llegó a mi ese olor a bolas, a sudor que tenemos todos los hombres en los webos sobre todo cuando tenemos los testículos peludos. Cuando el olor es mío, a mi me pone, nunca me había imaginado que el de otro hombre me pondría, y peor aun el de mi padre.
La cara se me comenzó a calentar, y solo deseaba que terminara para salir de esta situación tan incomoda.
Cuando terminó, me fui directo a mi habitación.
Y así pasaron los días, cuando no podía mamá ayudar a mi papá, lo hacía yo, al principio me daba corte, pero luego extrañamente esperaba que me pudiera ayuda, aunque lo hacía de mala gana.
Había notado que cuando que cuando yo estaba fuera de casa, Luis le pedía ayuda a mi hijo, así que decidí salir todos los días con la finalidad de que padre e hijo se lleven un poco mejor, tal vez así naciera un sentimiento de agradecimiento de Luis hacia Pietro, y lo trataría mejor.
Siempre procuraba dejarlos solos, ya que Rolando trabajaba, Pilar de igual manera, y Bruno estaba en la escuela.
El experimento dio resultado, pude notar cierto cambio de actitud. Luis insultaba menos a su hijo.
Mi esposa comenzaba a salir con más frecuencia y me quedaba solo en casa, no me quedaba más remedio que pedirle ayuda a Pietro, quien era el que llegaba primero después de la universidad.
Y así siguieron pasando los días, los guantes de látex que utilizaba se habían terminado y no le quedo más remedio que en esa ocasión usar la mano, yo también tuve mis reparos, pero ya me había acostumbrado a que me ayudara.
Estaba solo en ropa interior, y realizaba el mismo procedimiento de siempre, me sacaba la polla, yo orinaba y luego la guardaba.
A decir verdad al principio me rehusaba porque pensaba que Piero al ser marica iba a excitarse viendo mi verga, pero me di cuenta que no sin embargo de un momento a otro mi pinga comenzó a reaccionar cuando mi hijo la tocaba, se ponía medio morcillona, llegaba a incomodarme.
A la cuarta semana ya me sentía bastante mejor, incluso ya hacia algunos ejercicios de rehabilitación con la ayuda de Pietro que aunque no me sentía cómodo con que me ayudara pues aun le tenia ciertas reservas ya que nunca habíamos tenido una buena relación.
En una ocasión Pietro se ofreció a ayudarme, y acepté, yo estaba con bóxer en la cama ya que hacia mucho calor, yo le decía como hacerlo pero de un momento a otro comenzó a dolerme parte de las ingles automáticamente Piero me sobaba.
Al parecer habíamos hecho mal el ejercicio y le empezó a doler la ingle del lado derecho a Luis y sin pensarlo empecé a frotar la zona, no podía evitar que mis dedos tocaran otras partes, mientras más frotaba por momentos alcanzaba q los testículos y de un momento a otro toda mi mano amasaba los gordos huevos de mi padre.
Su verga crecía en el interior y la palpe con la mano, se puso dura.
Miraba a Luis, pero sus ojos estaban cerrados, impulsivamente me atreví a más y metí mi mano dentro, me erizó la piel al sentir con mis manos el calor que emanaba su verga, sentir sus bolas peludas provocó en mí, deseos que nunca antes había tenido.
La cabeza de su pene salió del bóxer, se veía gordo y rojo, una gota grande de precum salía por la uretra, el olor inundó mis fosas nasales y se me hizo agua la boca, mi cerebro mandó una sola orden, saborear esa verga no importando que nunca antes lo había hecho; bajé un poco más la ropa interior dejando toda su verga al descubierto que casi le llegaba al ombligo.
Tragué saliva y me acerqué, primero pasé mi lengua y aluciné con el primer contacto, eso me animó a más, la tomé con la mano y la metí a mi boca, mis papilas gustativas disfrutaron aquel sabor, a húmedo, sudor, y salado, mi lengua recorrió cada rincón recogiendo el sabor que me terminó volviendo loco, tan loco como para meterme la mitad de la pinga de mi padre a la boca.
Actué por instinto, no sabía como chupar un pene, solo sentía que lo disfrutaba.
Cerré los ojos instintivamente, el sentir que me tocaban en esa zona después de varios días, me había excitado, la mano de Pietro entro en mi ropa interior y mi piel se erizó, mi verga comenzó a palpitar cada vez más, me estaba dejando llevar.
En ese momento no reparé en que me estaba tocando un hombre, solo me concentré en el calor que estaba sintiendo.
De un momento sentí como mi verga era liberada de su prisión, sentía hervir mi miembro como una estaca caliente que la única manera de ser apaciguado era descargando mis huevos llenos de leche.
La lengua de Pietro comenzó a jugar por mi glande, tuve un espasmo que aguanté, hacía tantos días que no tenía actividad sexual que ya quería eyacular y así lo hice, me corrí no reparando la boca de quien era.
De pronto varios golpes fuertes en la puerta se escucharon, me hicieron salir del trance y empujé bruscamente a Pietro.
_ Nunca vuelvas a hacer eso maldito marica – dije tomándolo del cuello.
Le arrojé un puñete mientras lo amenazaba.
Me acomodé los webos y salí de la habitación para ver que sucedía.
Los azotes en la puerta me despertaron y salí de ese limbo, cuando me di cuenta Luis me había pegado una fuerte cachetada en el pómulo y me tenía del cuello amenazándome.
Todo fue tan bizarro que no reaccione, mi cerebro no emitía orden alguna para hacer, más que recordar a cada instante el olor y el sabor de lo que había probado.
Después de varios segundos entre a la realidad y fui en su tras, cuando abrió la puerta, tres hombres de piel morena entraron abruptamente.
_ ¿Como mierda dieron con mi casa? – preguntó mi padre molesto .
_ Fue muy fácil – respondió el jefe.
_ Hijo de puta – dijo mi padre a punto de golpearlo.
Los otros sacaron dos armas de fuego, y cada uno nos apuntó, haciendo que nos quedáramos quietos.
_ Vengo por lo que me debes
_ Estas imbécil o que? Me has dejado inútil por varios días, no tengo el maldito dinero.
_ Creo que fui bien claro cuando te dije que quería mi dinero – dijo el sacando un arma también.
_ Hey espera, ¿ Que haces ? – dije acercándome lentamente.
Los otros me apuntaron a mi quitando el seguro de su pistola, y me quede quieto otra vez.
_ Vamos bastardo, dispárame – le gritaba mi padre acercando su cabeza al arma.
Los sujetos nos tenían acorralados no podíamos hacer nada.
El que tenía apuntando a mi papá estaba a punto de jalar el gatillo y sin meditarlo les grite:
_ Yo te voy a pagar, no dispares.
El hombre me escuchó y se dirigió a mi.
_ ¿Estás seguro?
_ Si, dime cuanto te debe mi padre .
_ Pietro tú no te metas- me gritó Luis.
_ Tú te callas, ahora el trato es con el – dijo el moreno .
_ ¿dime cuando es lo que te debes?
_ Dos mil dólares.
_ Yo te los pago, pero dame tiempo.
_ Bien, pero esta vez será el doble por hacerme esperar.
_ ¿Qué? ¿Estás loco?
Al decir eso volvió apuntar a Luis. Entendí lo que quiso decir.
_Okey está bien, de acuerdo, te pagaré 4 mil dolares.
_ Trato hecho, espero el dinero el próximo mes.
El tipo me dio una tarjeta con su número diciendo que lo llame cuando obtenga el dinero.
_ Si no me llamas vendré y los mataré a ambos.
_ Pietro, no les des ni un maldito centavo – me gritó Luis .
_ Si no me paga el dinero, de paso tu familia sabrá tu secretito y luego te mato.
_ Hijo de puta – le dijo mi padre.
Después de todo el altercado los tres hombres se fueron, no sin antes recordarme el pago.
¿Qué mierda has hecho? – le grité al gilipollas de Pietro.
_ Te acabo de salvar el culo – contestó él.
_ No era necesario maldita sea, lo tenia todo bajo control.
_ Te iban a matar imbécil y de paso me mataban a mí también y quien sabe si después se irían contra mamá y Rolando.
_ Mierda - Grité yo_ Ahora tenemos que conseguir ese maldito dinero.
_Quienes son esos tipos?
_ Son unos haitianos que trabajan de perros falderos de alguien que conozco.
_ Y ¿por qué les debes?
_ Eso no es de tu incumbencia.
_ Si yo voy a pagar tu deuda, mínimo tengo que saber porque les debes.
_ Ese es tu problema por no mantener la boca cerrada, marica.
_ Pero bueno, es una deuda de juego..... Apuestas.
_ Okey.... Que era ese secreto del que hablo ese tipo- preguntó cambiándome totalmente la conversación.
_ Joder pues eso, lo del juego, no quería que nadie se enterara. Algo tonto y simple.
_Ah pues te quedaste muy callado como para que sea algo tonto – dijo él - Sonó como si fuera de importancia.
_ No te salgas del tema, ahora lo importante es conseguir el dinero – dije llevando la conversación por otro lado.
Después de sacarlo de contexto puse fin a la conversación haciéndole hincapié que no dijera ni una sola palabra.
Discutí con mi padre por bastante tiempo sobre lo ocurrido, haciendo planes de cómo conseguir ese dinero.
No me tragaba el cuento que mi padre me había contado, aquel secreto no tenía nada que ver con una adicción al juego y tenía que averiguarlo.
Por ese momento olvidamos lo sucedido.
Pasarón los días y Luis ya estaba recuperado incluso volvió a su trabajo en la construcción, nunca más me menciono lo que había pasado aquel día en su habitación, sin embargo, el recuerdo me embargaba y me excitaba, y también le había empezado a agarrar odio a mi padre, si antes le tenía rencor ahora ese mal sentimiento había aumentado.
Faltaban pocos días para que el plazo que me habían dado los haitianos venciera y aun no completaba el dinero, Luis me trajo una parte, pero yo no había conseguido la mía, aun así le dije que todo ya la tenía, no quería que me sacase en cara nada, así que sin pensarlo llamé, pues tenía un plan, que con suerte me funcionaría.
Aló - contestó con un acento bastante marcado.
_ Ya tengo el dinero.
_ Dentro de una hora, en los Álamos.
Me alisté un poco nervioso, llegado el momento fui al lugar indicado, miraba de un lado al otro pero no llegaba, hasta que pasado unos minutos se estaciono un auto negro.
Mi celular sonó.
_ Sube al auto negro – dijeron a través del teléfono.
Dejé la moto bien estacionada y asegurada y subí al vehículo.
Eran los mismos que irrumpieron en mi casa, de inmediato el jefe me pidió el dinero.
Yo nervioso entregué el sobre y lo abrió.
Antes de que dijera algo, yo hable.
_ A decir verdad aún falta parte del dinero.
_ Pero te dije que me llamaras cuando lo tengas completo.
Uno de sus secuaces sacó su arma.
_ Guárdala - ordenó su jefe.
Sentí un alivio cuando dijo eso, luego les hablo en su idioma, y los dos bajaron del auto.
_ Si me atreví a venir es porque quiero que veas que quiero cumplir con el trato, pero...
_ Pero necesitas tiempo – dijo él quitándome la palabra de la boca.
_ Si, pero quiero proponerte otro trato.
_ Aun no me pagas lo que me debes y quieres otro trato.
_ Si, puedo conseguirte el dinero que falta y más.
El hombre rió.
_ Niño será mejor que bajes del auto y consigas lo que falta para no meterte en problemas.
_ Escucha lo que te voy a pedir por favor.
_ Por lo menos eres más educado que tu padre. Te escucho.
_ Quiero saber cuál es ese secreto que tiene mi papá.
_ Como que va a ser un poco difícil, por no decir imposible.
_ te ofrezco 2 mil dólares más.
Se produjo un breve silencio.
_ Que sean 4 mil.
_ Es demasiado.
_ Entonces baja del auto
_ Hey, dije que es demasiado pero no imposible.
_ Ya sabes que te sucederá si no consigues el dinero verdad.
_ Lo se.
_ De acuerdo.
_ Perfecto. Ya que tenemos nuevo trato dame un mes más.
_ ¿ Tienes como pagar 6 mil dolares?
_ Si y No me importa el precio que sea, quiero saber ese secreto que tanto asusta al hijo de puta de mi padre – dije con un poco de colera.
_ Pareces de palabra así que acepto el trato.
_ Bien pero antes que digas algo, quiero pruebas, fotos, videos, lo que sea, que lo que me vas a decir es verdadero, sino olvídate del dinero.
_ Eso es sencillo, pero si no me pagas, tu padre y tú aparecerán muertos debajo de un puente.
Odiaba que me amenazaran.
_ Esta bien. Llámame cuando tengas algo.
_ Necesitare un poco de tiempo. Hoy es uno de diciembre, exactamente para el uno de enero quiero mi dinero.
Bajé alegre del auto por haber logrado un nuevo trato pero pensando en como conseguir el dinero, sin embargo valía la pena saber que tanto escondía Luis.
Después de aquel día casi ni volvimos a cruzar palabra Piero y yo, más que para darle mi parte del dinero que faltaba.
De todos modos iré con él, el día pactado para pagar ese dinero, tampoco soy tan hijo de pita y dejar que vaya solo con esos mal nacidos.
Hoy llegué tarde a casa, luego del trabajo fui a tomar unas cervezas con gente de la construcción, ya era de noche y todos estaban en sus respectivas habitaciones, escuche a mi hijo Rolando y a su mujer discutir como siempre.
_ Tiene el carácter muy débil, no sabe como dominar a una mujer – pensé .
Fui a mi habitación para luego tomar un baño, mi mujer ya estaba durmiendo, al salir de la ducha escuche un azote en la puerta de mi hijo, Pilar salió llorando.
Me anudé la toalla a la cintura y salí del cuarto bajando por las escaleras, encontré a mi nuera en la sala llorando.
_ Otra vez llorando – dije sin ninguna pena.
_ Si otra vez Luis, no es tu asunto – dijo parándose para irse.
Pilar y yo llevábamos casi un año siendo amantes.
Yo me acerqué muy pegado a ella y la rodeé con mi brazo por la cintura.
_ Necesitas tu dosis de un hombre de verdad.
_ No estoy de humor Luis, déjame en paz – intentó separarse ella.
_ Te voy hacer cambiar de opinión con mi verga dentro de ti – dije quitándome la toalla.
Mi verga ya estaba completamente dura y sus manos la masturbaban mientras nos besábamos.
_ Ya vez como un macho de verdad te puede dominar.
Pilar estaba completamente sumisa y solo se dejaba llevar, al cabo de pocos minutos ya estaba comenzando a desnudarse sacándose la blusa.
_ Por favor Luis, aquí, no, estamos en la casa.
_ Entonces ven.
La llevé a un pequeño almacén que estaba saliendo al patio de casa por la cocina, nadie podía vernos en ese lugar.
Ella rápidamente se termino por desvestir.
_ Hay que hacerlo rápido.
_ Chúpame el pene – ordené .
_ Me sentí en una caja de madera y ella se agacho a chuparla la pinga. La tomé del cabello y la hice comer mi pinga hasta el fondo, se ahogo y me lo hizo saber, de seguro lagrimeaba pero como estaba oscuro no se podía ver sus ojos.
La adrenalina nos obligaba a hacer todo rápido, casi nunca lo hacíamos en la casa y teníamos que terminar cuando antes, me volví a parar y la arrinconé contra una repisa vieja, me arrodillé y comencé a pasarle mi lengua por su vagina que ya estaba mojada, me encantaba chupar un buen coño depilado y suave.
Pilar gemia suave como una perrita, me paré detrás de ella e introduje mi pinga, y sus gemidos se hicieron un poco más fuertes y se los cayé con una mano después de un rato de estarla cogiendo por la concha quise intentar por el ano pero sabia que no se dejaría, así que desistí de la idea.
No pude dormir pensaba y le daba vueltas en todo, por un lado el trato con el haitiano, y por el otro lo sucedido con mi papá, me excitaba y me odiaba por eso.
Era de madrugada me levanté de cama y bajé a la cocina a tomar algo helado, luego me senté un rato en el sofá de la sala y a me percaté de una toalla mojada, junto con una blusa en el suelo, lo cual era muy extraño, me paré y verifique si no había nadie alrededor, vi la puerta que daba al patio abierta y me acerqué para cerrarla pero alcancé a oír ruidos en el almacén, eran voces.
Trepé con cuidado un pequeño muro para poder alcanzar una ventana rota y vi a mi padre de espaldas cogiéndose a mi cuñada. Mi hermano era tan buena persona que no se merecía eso.
Quise enfrentarlos pero mejor me fui del lugar, fui a mi habitación, me vestí y salí para casa de mi novio, cerrando fuertemente la puerta para que los amantes me escuchen.
Escuchamos la puerta de la calle cerrarse, Pilar se alarmó y se asustó, quizó safarse pero no la deje, y aceleré la penetración hasta dejarle mi leche adentro.
_ ¿Quién habrá sido? – preguntó Pilar.
_ No se -dije saliendo con cuidado.
Como no había llevado la toalla salí completamente desnudo sigilosamente pero no había moros en la costa, todo estaba normal.
_ Tal vez alguien salió de frente y no se percató de nada.
_ Es muy peligroso hacerlo en casa, la próxima vez no volverá a suceder.
_ siempre dices eso pero no te resistes.
Ella no dijo nada y buscaba su blusa mientras yo me sentaba en el sofá.
_ Y tú no te puedes rebajar esos pelos del cuerpo, la barba o cortarte el cabello, no se, pareces un perro peludo.
_ Así me gustó y así me voy a quedar,
_ A mi no.
_ Pero bien que te comes mi verga peluda.
_ Sabes que? Adiós.
_ Espera, no me vas a decir ¿Por qué llorabas?
_ Como si te importara.
_ déjame adivinar, mi hijo no te coge bien.
_ No, es eso, solo que yo quiero tener un hijo de él, solo que no quiere, y no quiere hacerme el amor en mis días fértiles.
_ ¿ Y hoy estabas fertil?
_ Si, pero no me queda de otra que tomarme la pastilla – dijo yéndose y dejándome solo.
Pasaron los días y cada vez le tomaba resentimiento a mi padre, solo faltaba la cereza del pastel que era aquel secreto que tanto quería saber, pero no podía negar que deseaba volver a hacer lo de aquella vez así pasaron varias semanas y justo la noche buena del 24 de diciembre recibo una llamada.
_ Ya tengo lo que me pediste – dijo el haitiano a través del teléfono.
Sentí que me había sacado la lotería con aquella noticia
_ Que esperas envíamelo por el wsp.
_ No, tengo un cd será mejor que nos veamos donde la otra vez.
_ No me jodas, es noche buena, dentro de poco es navidad.
_ Las quieres si o no.
_ Dale, ya mismo salgo para allá.
Llegué al lugar, y volví a entrar a su auto como la vez pasada esta vez estaba sin sus empleados.
_ ¿Y donde está? - pregunté ansioso.
Sacó el disco de la guantera del auto.
_ Antes de dártelo tengo que decirte que tienes que verlo completamente solo y no lo compartas con nadie más.
_ ¿Tan turbio es?
_ Ni te lo imaginas chaval – dijo dándomelo.
Parecía que tenía un tesoro en mis manos con el cd.
Quería salir corriendo de inmediato en ese momento y reproducir lo que contenía ese disco.
Abrí la puerta del carro.
_ Feliz navidad – dijo el haitiano.
_ Feliz navidad para ti también ….. ¿Cómo era tu nombre?
_ Pierre.
_ Feliz navidad Pierre y gracias, y descuida tendrás tu dinero.
Comenzó a llover un poco, ya faltaba como una hora para navidad y aún tenía que pasar por mi novio a su casa, esa noche cenaríamos con él en mi casa.
Llegamos a casa, al parecer mi madre había llegado a un acuerdo con Luis y no iba a molestar por esa noche.
Le pedí de favor a mi hermano que entretuviera a Piero en lo que yo subía a mi habitación, y me alistaba, no podía dejar para después el contenido de ese disco, prendí mi computadora y se automáticamente se comenzó a reproducir un video.
Comenzaron a correr las primeras imágenes, Luis estaba sentado en un sofá, con el cabello recogido, y llevaba lentes, una camiseta sin mangas que dejaban ver sus brazos fuertes, y pantalones cortos, interactuaba con el camarógrafo quien le hacía preguntas personales, a lo cual respondía con información totalmente falsa y además que imitaba el acento argentino.
_ ¿ Cómo te llamas?
_ Varo Valencia.
_ ¿Edad?
_ 40
_ Te ves muy joven.
_ ¿Varo tenes hijos?
_ Sí, tengo dos, un varón y una mujercita.
_ y ¿ dónde están ellos en este momento?
_ Mi hija esta con la madre visitando un familiar enfermo allá en Argentina y el chico está aquí conmigo, de hecho dentro de poco regresa a casa.
_ ¿entonces sos casado?
_ SI – dijo enseñando el anillo.**
_ ¿Qué edad tienen tus pibes?
_ Ya están grandes
_ Me preguntaba si nos podes presentar al pibe.
_ Si, claro, cuando vuelva de los estudios..
_ Genial, entonces en lo que llega contame más de vos.
Luis decía cosas totalmente falsas, los minutos corrían y el camarógrafo interactuaba más con mi padre.
Varo veo que tenes varios tatuajes, podes mostrarlos.
Con respuesta afirmativa, Luis se quitó la camiseta, mostrando y contando los tatuajes se contaron como 20 y dos grandes en la espalda
_ Son varios y también sos bastante peludo.
_ Si che, y eso que no has visto en las piernas.
_ Queres mostrar?
_ SI seguro.
Se quitó también la parte de abajo dejándose el bóxer, en total se contaron como 15
_ Vaya si que sos amante de los tatuajes.
_ Si, desde muy pibito.
_ Y que me dices de tu estilo, esa frondosa barba y la melena que te cargas
_ No se, solo un día decidi dejarme crecer el cabello y la barba para ver que tal me quedaba y me gustó, así que ya son varios años que llevo este estilo.
El timbre sonó.
_ Ese debe ser mi hijo, déjame y le abro la puerta
_ Pero no te vas a poner nada.
_ No que va, está acostumbrado verme así.
Un muchachito de pelo castaño y cabello ondeado bastante guapo entro por la puerta.
Se saludaron con un beso en la boca.
_ Mira hijo te presento un amigo.
_ Hola, soy Diego un gusto – dijo el camarógrafo.**
_Hola Diego soy Rodrigo, el hijo de Varo – respondió.**
_Che tenes un muchacho muy lindo, te felicito.
_ Claro boludo, salio al papá.
_ Lo que que me llamo la atención es como se saludaron.
_ Lo hacemos siempre, es una costumbre.
_ Tu esposa no te pone problema.
_ No para nada, siempre lo hago, cada vez que nos saludamos le doy un pico en la boca.
_ Pero eso fue más que un pico eh, fue un beso.
_ Bueno no te niego que cuando no está su mamá somos más cariñosos.
_ ¿Amas mucho a tu padre? - preguntó Diego.**
_ Si demasiado
_ ¿Por qué lo amas?
_ Porque es re groso conmigo, nos queremos mucho, jugamos como amigos, y cuando estamos solos en casa dormimos juntos.
_ Eres grande Varo.
_ Y dime que a que cosas juegan.
_ Al fulbol, , al play station, en fin muchas cosas y …. - se detuvo.
Se acercó al oído de Luis y le dijo algo que el camarógrafo no entendió.
_ ¿Qué dijo el pibe?
_ No nada es algo personal entre él y yo – dijo riendo.**
_ Pero va somo amigos todos, cuéntenme.
_ Ya dale Rodri contale a Diego.
_ Pero prometes que no le vas a decir a nadie.
_ Si claro, todo quedará entre nosotros..
Luis estaba sentando al lado del muchacho, ambos estaban muy pegados y la verga de mi padre se notaba un poco morcillona.
_ Bueno este juego lo hacemos cuando mamá y mi hermana no están.
_ Y de que trata.
_ Primero papá y yo nos besamos en la boca, luego le doy besitos en el pene y me la meto a la boca
_ Y ¿Por qué te la metes a la boca?
_ Porque así se puede poner dura, para que luego me la pueda meter por la cola.
_ Pero contale que te hago antes de meterte mi pene a la cola.
_ La chupa la cola como no tenes idea..
_ Oye Rodri y no te duele cuando tu papi te hace eso?
_ Si me duele un poco, pero cuando me deja mucha saliva en la cola para que resbale y ahí ya no me duele.
_ Y que sentis cuando tu papi te la mete por el culito?
_ Siento que me ama, de hecho si dos personas hacen el amor es porque se aman verdad?
_ Tenes razón, y a qué hora juegan este juego.?
_ En las noches - respondió Luis.**
_ Se ve muy interesante, pero no me podes mostrar ahora, es que en la noche ya no voy a poder quedarme.
_ No que va eso es algo privado.
_ Porfa quiero ver, suena muy interesante.
_ Bueno, preguntale a Rodri, yo hago lo que el me diga.
_ ¿Qué dices Rodri, me enseñas?
_ mmm Que decis papá.
_ Si tú quieres.
_ Si quiero, llevo muchas ganas desde que la mañana
_ Bueno entonces a quitarte esa ropa
Luis ayudó a quitarle la ropa a Rodrigo quedándose en ropa interior.
Los dos iniciaron besándose, el camarógrafo inició con un plano cerrado enfocándolos a los dos, y luego un plano abierto tocándose, la mano de Rodrigo, jugaba con la verga de Luis que ya estaba completamente dura desde hace un rato la mano casi no cerraba en la pinga de mi padre.
_ Besame y chupame la verga – le dijo Luis al oido.**
Rodrigo obedeció y ayudando a sacar el bóxer de su supuesto papá besó la enorme verga del hombre que suspiraba al contacto con la boca.
Se la comía hasta donde podía y eso era suficiente para él, mientras chupaba con sus manos jugaba con los huevos peludos y luego se los metía a la boca también.
_ ¿Te gusta la verga peluda de papá?
_ ujum – dijo con la boca ocupada.
_ No te incomodan esos pelos.
Negó con la cabeza.
_ Amor queres que te chupe la cola ya?
_ Si papi
Ven apoyate en el respaldar del mueble dale.
Rodrigo se sacó el calzoncillo, se puso como su papá le indicó.
Luis comenzó con los suyo y su lengua jugaba en el ano haciéndolo gemir.
_ Veo que te gusta mucho ROdri.
_ Mi me gusta mucho.
_ Te gusta sentir la lengua de papá en la cola?
_ Si, la lengua, la barba, su pene, todo.
_ uyy Entonces ¿ya queres que te meta su gran verga por la cola?
_ Si ya la quiero, papi metela ya.
Luis se movió y reclino más el sofá pues era de esos que se transformaban en cama, el hombre se acostó con la verga bien erecta.
_ Ya sabes hijo, sentate encima moviendote en circulitos para que no te duela.
Rodri obedeció, y lentamente se fue sentando en el pene de su padre, hasta que no entró más toda estaba dentro.
El chico se movía bien y Luis lo gozaba, el hombre emitía sonidos bastante gruesos y fuertes mientras que el nene suaves y delicados.
Diego enfocaba en plano cerrado la manera en que el pene se introducía en el ano de Rodri, luego los enfocó en un plano general.
_ Uff ROdri te moves como un campeón, también la tengo dura.
_ Pueden hacer de perrito.
Los dos asintieron, ROdri se puso en cuatro y Luis en su tras, hecho saliva y la metió despacio, los movimientos eran suaves y la metía hasta el fondo, haciendo gemir fuerte al muchacho.
_ Disfrutas mucho a tu hijo.
_ Muchisimo - respondió Varo.**
_ ¿Lo queres mucho?
_ No lo quiero loco, lo amo, con decirte que disfruto haciéndole esto a él que a su madre.
_ Y me doy cuenta de eso loco.
Rodri se aferraba al sofá con la cabeza muy pegada al cuero.
_ ¿Papi podemos hacer mi pose favorita? - preguntó después de un rato recibiendo.**
_ Si dale bebe.
Rodrigo se acostó del todo boca abajo y Varo se acostó encima de él aplastando su cuerpo sin dejar de penetrarlo besándolo en el proceso.
Diego hacía varios enfoques por todos lados, no quería perderse ningún ángulo.
_ ¿Te aguantará si le das más duro?
_ Si claro.
_ Nene te voy a dar fuerte aguántame.
ROdri dijo que si ahogadamente.
Paró la cola y Varo se separó de él apoyándose con sus brazos por los lados.
El hombre embestía de manera violentamente mientras el otro gritaba y separaba las nalguitas.
_ Papi me orino, me orino.
_ Mierda me vengo – dijo el hombre.**
Varo sacó su pene y eyaculó en el ano de su hijo y luego la volvía a meter, mientras DIego lo enfocaba.
_ Papi me orino siento que me orino.
EL hombre lo volvió a poner en cuatro y sin sacar su pene siguió penetrándolo hasta lograr que el chico expulsara su esperma liquido seguido de poca orina acompañado de sonidos bastante femeninos.
Diego guio la cámara para grabar esa hazaña.
Respiraban ambos entrecortadamente.
Cuando se recompusieron Varo salió del sofá, se puso de pie y Rodri se arrodilló ante él chupándole nuevamente la verga.
_ Che y todavía te la limpia. Que buen hijo.
Varo asentía sonriendo y llevándose el cabello hacía atrás.
_ Loco hace rato que la tengo re dura mirando todo esto, dejarías que tu pibe me la chupara un ratito y así me corro.
_ Si dale.
El camarógrafo sacó su verga blanca y se la dio a chupar a Rodri que encantado se la metió a la boca, luego de unos minutos Diego eyaculó en toda la cara del chico, embarrándosela toda de semen.
Luego la cámara enfocaba a Rodri y botando la leche de su papá mientras este le abría las nalgas.
Finalmente, el video cerraba con un plano de la cara del nene embarrado de semen y al fondo se oían las voces que avisaban discreción del supuesto padre.
Pietro no podía creer lo que acababa de ver, al finalizar se reprodujo otro video, el cual el adelantaba pues ya había visto demasiado, en los otros videos el rostro de él y otros adultos estaban borrados, pero creyó reconocer más voces.
_ Cariño, ya apúrate, ya casi son las 12 – le avisó Martha tocándole la puerta.
_ Ya voy mamá.
Pietro sacó el disco y salió de su cuarto con el disco con la intensión de reproducirlo en delante de todos para que se dieran cuenta la clase de persona era Luis.
Pero al bajar vio a su madre, sería un golpe terrible para ella, no podía hacerle eso, no a ella, así que intentó controlar su rabia.
_ Que bueno que ya estás aquí Pietro porque Rolando y yo tenemos algo que decirles – dijo Pilar.
Rolando tomaba copa tras copa de vino.
_ Rolando y yo después de tanto intentar, vamos a ser papás – soltó mi cuñada.
Ante la noticia todos se pusieron contentos, aunque mi hermano no lo parecía tanto, seguía tomando vino, incluso se veía incomodo con las felicitaciones.
_ Eso hay que celebrarlo, Martha por favor sirve vino, tenemos que brindar por la llegada de mi primer nieto – ordenó Luis.
Mi madre y mi novio se encargaron de servir las copas.
_ Amor toma una copa de vino – dijo Piero.
Piero actuó tan natural que no reparó en que a Luis le podía molestar.
_ ¿Amor? – interrogó Luis.
_ Por favor Lucho, no hagas problema – pidió Martha.
_ No Martha, quedé en llevar la fiesta en paz por hoy, siempre y cuando que este par de maricas se controlaran, no voy a permitir mariconadas en mi delante, en mi casa – dijo Luis molesto.
_ Por favor papá, Piero no lo hizo por molestar – intentó suavizar la situación Rolando pero estaba un poco alcoholizado.
La sangre de Pietro estaba comenzando a hervir, una cosa más que diga Luis y el muchacho explotaría.
_ Por favor nada Rolando, nos voy a permitir que este par de asquerosos maricas pervertidos se hagan de cariñitos en mi casa, no en mi delante.
Esa fue la gota que derramo el vaso y Pietro se le paró en frente a su papá.
_ ¿Pervertido? ¿Me llamas a mi pervertido Luis?, Eres un maldito hipócrita.
_ A yo, acaso tienes algo que decirme – dijo Luis plantándole cara.
_ Tengo muchas cosas que decir Luis. Te las das de muy moral y correcto, de buena persona, pero tratas a tu mujer como una basura, nada de lo que haga ella te complace, y además eres capaz de llamarme pervertido y depravado cuando te coges a la mujer de tu hijo, y como esas tengo muchas cosas más que decirte – le gritó Pietro.
Todo los presentes quedaron mirando a Pietro de manera sorpresiva.
Entonces el hijo que estas esperando es de mi padre – pregunto confundido Rolando.
_ No mi amor Pietro está enojado por eso está hablando cosas que no son – dijo excusándose .
_ Pietro hijo que estás diciendo – preguntó Martha llorando.
_ ¿Y quieres que diga más? – decía Pietro retóricamente.
Padre e hijo hervían en ira, Luis le metió un puñete a Pietro en el rostro, pero este se lo devolvió haciéndolo retroceder.
_ Ya basta – gritó Martha.
Piero en su tras detenía el brazo de su novio.
_ A puesto que el hijo de Pilar es tuyo
Las miradas eran firmes, ambos se querían asesinar.
_ como siempre la has cagado maricon.
_ Feliz navidad! – felicitó sarcásticamente Pietro.
El ambiente estaba tensionado, Martha por un lado llorando, y por otro Rolando subió a discutir con Pilar a su recámara.
Pietro sin pensarlo dejó el cd en la mesa.
_ Piero vamos.
Los novios salieron por la puerta, estaba lloviendo, subieron a la moto y se fueron.
_ Bruno sube a tu habitación – ordenó Luis.
El adolescente obedeció.
_ Martha hablemos.
Martha sentada y más calmada tomaba una copa de whisky.
_ Dime si eso es verdad Luis.
_ Olvida lo que dijo Pietro.
_ Dime si es verdad! – gritó
_ No, solo lo dijo porque estaba enojado
_ No te creo, eres un mentiroso infeliz!
_ Tú hijo es el infeliz, nos hecho a perder la navidad.
Martha se paró y cacheteó a su marido.
_ Eres un falso hipócrita, aquí el único que hecha a perder todo eres tú, ahora vete que quiero estar sola.
Era poco más de media noche y Luis no podía ir a algún lado a pasarla, solo atinó a ir al almacén y tomar una vieja lámpara que estaba encima de un estante, al tenerla en sus manos se cayó una caja de zapatos, donde habían varias cartas, las recogió y leyó una.
La carta decía:
“ Hola, soy Pietro, no se porque estoy haciendo este tonta carta, la maestra dijo que cada uno de nosotros escribiera aquello que no nos atrevemos a decir, y bueno supongo que está bien, tal vez es una manera de despejar la mente.
Quiero decir que me gusta Marina, solo que aun no me atrevo a decirlo aunque actúe indiferentemente delante de ella.
Por otro odio a mi padre….. No a quien quiero engañar, quiero a mi papá aunque el es muy gilipollas conmigo, nunca me ha tratado como a un hijo, y la verdad es que si me pusiera a enumerar las veces que me ha tratado mal pues nunca terminaría esta carta, pero lo que puedo rescatar de él, es que me gusta su estilo, y aunque es frio con su familia en ocasiones eso es bueno ya que parece que no le teme a nada, a veces quisiera que me diga que también me quiere al menos una sola vez.
Pietro Solari 5to secundaria.
Luis se sintió abrumado como si algún cargo de conciencia cayera sobre él, dejo la carta en su lugar y se fue.
A los pocos minutos llegó Pietro.
_¿Donde está?
_ No lo se, solo salió sin decir nada.
_ Perdóname mamá solo es que….
_ Descuida hijo, no fue tu culpa.
Pietro se agarró la botella de whisky y bebió más de la mitad.
_ ¿ a donde vas? – preguntó Martha viendo que su hijo iba a salir .
_ Aun no he terminado con él.
Martha se alarmó y pensó lo peor.
_ Hijo no, déjalo, no vale la pena.
Pero Pietro no le hizo caso, volvió a salir y subió a la moto, manejando bajo la lluvia que caía estrepitosamente, a los pocos minutos lo encontró, su moto estaba estacionada afuera de la construcción donde estaba trabajando.
Entró prendiendo la linterna de su celular mirando bien por donde pisaba, subió a un segundo piso, y lo vio sentado en un colchón que utilizaba la persona que se quedaba a cuidar el lugar.
_ ¿Qué haces aquí? – preguntó Luis.
_ Aun no he terminado lo que tengo que decirte.
_ No quiero escucharte.
Luis ya no era tan agresivo con Pietro, algo había cambiado.
_ Pero yo tengo mucho que decirte…. Se tu secreto Varo Valencia.
Al escuchar que Pietro dijo ese nombre, Luis volteó a mirar a su hijo.
_ ¿Qué cosa dijiste?
_ Que se tu sucio secreto Varo.
Luis se puso de pie.
_ No se que estás hablando.
_ Che, vos me vas a decir que no se lo que estoy hablando, sos boludo – dijo imitando el acento argentino.
La luz de la lámpara que Luis había llevado dejaba ver el rostro desencajado del hombre.
_ Mírate te deje callado por segunda vez.
_ Cállate y no vuelvas a decir eso.
_ Está vez me vas a escuchar Luis. Siempre me insultas y me dices que soy un maricon y un degenerado cuando tú eres peor.
_ Pietro será mejor que regreses a casa.
_ No Luis, no me iré a casa, necesito sacar todo lo que traigo dentro desde hace muchos años.
_ Me desprecias por ser maricon cuando tú tienes los mismos gustos que yo.
_ No sigas hablando y vete.
_ Siempre me trataste como la peor porquería, me hiciste sentir menos.
Luis por primera vez comenzó a sentir remordimiento, sentía que su hijo tenia razón, la única porquería era él, y en un acto de sinceridad aceptó las cosas por primera vez.
_ Tienes razón Pietro, tú ganas, aquí el degenerado soy yo.
_ Toda una vida esperando a que me digas un solo te quiero, pero nunca lo hiciste al contrario recibí malos tratos, y regaños. ¿Por qué Luis?
_ Así me crio tu abuelo.
_ Ah si? A ese chico del video le decías que lo querías, a uno desconocido y yo que soy tu hijo nunca ¿Por qué Luis? Por que maldita sea – le gritaba Pietro acercándose.
_ Lo hice para protegerte carajo, a ti y a tu hermano, los hice para protegerlo a ambos.
_ Protegernos de que?
_ De mi, de mis malditos deseos carnales, de TU ABUELO.
Ambos se quedaron cayados frente a frente.
_ Sabes que es lo peor de todo Luis. Qué sentí envidia de como lo tratabas.
_ Solo era una estúpida actuación.
_ Aun así, hubiera deseado yo ser aquel en el video.
Luis no se esperaba que Pietro diga eso
_ No sabes que estas diciendo.
_ Se perfectamente lo que digo, te acuerdas ese día cuando te chupe la verga.
_ Ya lo había olvidado – dijo Luis mintiendo .
_ Yo no, desde ese día no paro de pensar en eso, tu olor y ese sabor, nunca antes había sentido algo así.
La verdad es que Luis tampoco había podido olvidar aquel suceso, al contrario, toda una vida soñó con que su hijo le haga eso.
_ Cállate maldita sea – le gritó Luis agarrándole del cuello de su camisa .
Los dos se quedaron mirando intensamente con la respiración agitada y sin poder con la tensión ambos al mismo tiempo acercaron sus bocas para besarse frenéticamente, sus lenguas se entrelazaban compartiendo saliva.
_ No Pietro, no esto no está bien, será mejor que vayas a casa – le decía Luis separándose.
_ No lo niegues, deseabas esto tanto como yo, ahora no me puedes mentir. No me desprecies.
Pietro tenía totalmente la razón, su padre toda una vida deseaba tener ese tipo de contacto con su hijo.
La poca fuerza de voluntad que le quedaba a Luis fue vencida luego de escuchar esas palabras y volvió a besar a su hijo, está vez con mucha más pasión, de la boca pasaba al cuello, Pietro se dejaba llevar.
_ Hazme lo que le hiciste en el video.
_ No me pidas eso Pietro, no podría – contestó Luis sin dejarlo de besar.
_ Lo deseas tanto como yo, por favor.
Luis se detuvo.
_ Perdóname por esto – dijo .
Luis desabotonó lentamente la camisa de su hijo, botón tras botón, quitándosela de cada brazo y posteriormente dejándola caer al suelo.
Admiró un momento su cuerpo bien formado y tatuado.
_ Mírate Pietro, ya eres todo un hombre, como me arrepiento de haberme perdido verte crecer.
El hombre besaba cada milimetro de piel del cuello, y del pecho de su hijo.
Pietro también hizo lo mismo con la camisa de su padre, saco cada botón mientras lo miraba deseando estar desnudos completamente. El cuerpo de Luis era más grande y definido con el vello corporal por todo su torso.
Pietro lo beso de la misma manera que su padre hizo, la diferencia que sus labios eran raspados por los pelos ásperos.
El muchacho comenzó a bajar la mano posándola en su entrepierna mientras que el hombre le tocaba las nalgas duras y redondas.
_ Quiero saborearla otra vez – le susurró al oído.
_ Es toda tuya – respondió
Pietro dejó los labios de su padre y fue bajando, besando cada rincón del cuerpo hasta quedar arrodillado frente a su paquete lo miraba a los ojos mientras desesperado quitaba la correa y el botón del pantalón. Se encontró con la ropa interior que guardaba su dura anaconda para luego sacarla rebotando en su rostro pues estaba doblada pegada a su muslo dejándole el rostro mojado con liquido preseminal.
_ Deseaba tanto este momento – dijo excitado y olfateando desde el pubis hasta las bolas peludas.
Luis esperaba ansioso a que su hijo se metiera el pene a la boca.
Y cuando Pietro empezó a chupar, Luis emitió un largo suspiró.
_ Ahhhhhh
Pietro saboreaba la verga como un becerro desesperado, tenía poca experiencia haciendo eso, pero aplicaba como a el personalmente le gustaban las mamadas, tenía cuidado de no lastimar con los dientes.
Luis sujetó del cabello largo a su hijo y comenzó a ejercer presión haciendo que su verga traspasara la campanilla de Pietro alojándola en lo más profundo de su garganta, el muchacho no se esperaba eso y ante la falta de aire por un acto colocó las manos en cada muslo del hombre obteniendo respuesta segundos después, a su salida grandes cantidades de saliva acompañaron la verga, una vez Pietro tomó aire la operación se volvió a repetir, el chico estaba tan encantado de volver a chupar la verga de su padre que optó por dejarlo hacer con su boca lo que quisiera, Pietro mamó aquella verga hasta dejarla sin el sabor característico.
Tanto los vellos púbicos como la barba de Pietro quedaron mojados por la salivación, Luis levantó a su hijo y compartió los fluidos restantes con un profundo beso, esparciendo la saliva por la barba de ambos.
_ Fóllame Luis, méteme la verga como en el video.
_ Estás seguro? ¿Ya lo has hecho antes por ahí?
_ No seria mi primera vez, pero estoy completamente seguro de que quiero que lo hagas tú.
_ Entonces vamos a ese colchón.
Luis llevó de la mano a su hijo hacía el colchón y se sentaron en él, primero se quitaron el calzado y luego los pantalones, quedando completamente desnudos, Pietro de costado le dio la espalda y Luis en su tras con la pierna levantada sobre la de su hijo y el pene entre sus nalgas disfrutaban del momento.
El padre se frotaba en la cola del hijo sin dejar de besarse, luego hizo que este último se pusiera boca abajo, recorría con su lengua cada rincón de la nuca y la espalda hasta llegar a las nalgas duras y redondas, mordía con cariño cada lado, dejándole una pequeña marca, su marca, dentro de pocos minutos serian suyas para siempre.
Pietro separó sus nalgas y con la poca visión que tenía vio que los pliegues anales estaban intactos, nadie más había tocado a su hijo, y el hecho de saber que él era el primero hizo desearlo más.
Primero lo besó como si de una boca se tratase, luego lo chupaba y succionaba, el esfínter se iba hinchando a tal punto que palpitaba, evitó meter algún dedo puesto que quería que lo primero que entrara fuera su verga, lubricó por varios minutos el ano hasta que ya no podía más, quiso entrar de una vez por todas.
_ Voléate y mírame – le pidió a su hijo.
Lo besó nuevamente.
_ Levanta las piernas.
_ Me la vas a meter así?
_ Si, quiero ver tu rostro cuando mi verga este entrando.
_ ¿Quieres?
_ Si, si quiero.
Luis puso un poco de saliva en su verga y colocó la entrada de su pene en el ano, antes de comenzar a hacer fuerza para que entre le quitó unos cabellos que estaban en su rostro, Pietro sin nunca antes haber tenido una verga tan cerca de su ano tuvo deseos irrefrenables que nunca antes había sentido.
_ Hijo, quiero pedirte perdón por la manera en que te he tratado todo este tiempo.
_ Es la primera vez que te escucho decirme hijo.
_ Es porque eso eres, mi adorado hijo.
_ Está bien, te perdono papá.
_ Gracias amor – dijo besándolo.
Luis comenzó a meter su verga y era obvio que el primer intento fue doloroso para Pietro sin embargo solo emitió un pequeño quejido y cerró los ojos.
El papá puso cuanta saliva salía de su boca para poder lubricar la entrada, y con un poco más de fuerza logró encajar la puntita del grueso glande, Pietro se aguantaba el dolor.
_ Te duele mucho.
_ Puedo soportarlo – dijo agitado.
Luis hizo pequeños movimientos de mete y saca y cada vez la cabeza del pene se abría paso en el esfínter anal.
_ No te aguantes, gime.
Pietro que se enguantaba para no quejarse, lo comenzó a hacer pues sentía dolor e incomodidad, pero no quería decirle a Luis que parara pues iba a soportar cualquier cosa con tal de sentir el amor de su padre dentro de él.
Su ano ardía, el tiempo le pareció una eternidad y apenas iba entrando la mitad del glande, Luis besaba a su hijo para disminuir el dolor, y el muchacho descubrió que efectivamente los besos en la penetración distraían y disminuían el dolor así que se besaron a loco, luego de varios minutos Pietro tenia todos los 22 cm de verga de su progenitor adentro.
Se quedaron quietos por unos minutos, sus cuerpo calientes y un poco húmedos por el sudor que comenzaba a salir.
_ Joder papá, esto duele mucho.
_ Tranquilo solo es los primeros minutos, no quiero salir todavía.
_ Lo se, yo tampoco quiero que salgas.
Luis hizo que su hizo extendiera los brazos y morreó las axilas.
_ Voy a empezar a moverme – dijo.
_ Si papi hazlo.
El padre comenzó el mete y saca, primero de manera lenta y suave, el muchacho a pesar del ardor que sentía en el ano comenzaba a sentir un placer indescriptible.
_ Eres genial, nunca imagine sentir este placer.
_ Lo mejor de todo es que soy el primero hijo.
_ Si papá, a mi también me encanta que sea así.
Pietro se aferraba al cuerpo de su padre, apretaba tanto la yema de los dedos que quedaban marcados en su espalda, el cuerpo velludo comenzaba a hacer fricción.
Luis se enderezó y colocó las piernas de su hijo en sus hombros, pero antes se sujetó el cabello largo y ondeado que se le venía a la cara, comenzó a subir la intensidad de la penetración, y Pietro gemía más, vio que su hijo también tenía el pene grande excitado lo comenzó a masturbar haciendo que por poco se corra.
Afuera la lluvia había comenzado a caer por montones sin embargo ellos no se percataron de nada, adentro estaban en otro mundo.
Las piernas de Pietro cayeron de su posición.
_ Te cansaste?
_ Si un poco.
_ Cada vez que te canses con una pose solo dímelo y nos acomodamos a la más cómoda para ti.
_ Está bien papá.
Volvieron a ponerse de costado, Pietro dándole la espalda fue penetrado por Luis subiendo su pierna por encima de la de él, lo rodeó con sus brazos, uno por el cuello y el otro a la altura de su pelvis y lo embestía haciéndole sonar las nalgas.
_ Mfff, ahhhhhh,, ufffff, ahhhh – se le escuchaba gemir a Pietro.
La verga de Pietro era rodeada por la mano de su padre simulando una penetración, recibiendo placer por ambos lados.
_ Estás bien apretadito hijo.
_ Te gusta papi.
_ No sabes cuanto.
El pene de Luis chocaba directamente con la vejiga de Pietro haciendo que este grite un poco más fuerte de los normal.
_ Te duele mucho?
_ No papá tu tranquilo solo disfrútame.
Pietro sentía un poco de dolor pero no quería que su padre parara pues comprendió lo que sentía su novio Piero cuando cogían, que a pesar del dolor no quería que se la saquen.
Luis se detuvo nuevamente para recobrar el aliento, pero quedándose conectado a su muchacho.
Le indicó que se moviera lentamente hasta quedar boca abajo y él encima, no se la quería sacar por nada del mundo.
Pietro levantó un poco más la cola y se estiró las nalgas, como si ya supiera que hacer y mordiendo el colchón era cogido por su padre, que era considerado con él y tenía cuidado de no hacerle doler más de lo normal.
Luis aumentó más el ritmo chocando con más fuerza la vejiga de su vástago, Pietro comenzó a sentir una serie de sensaciones e impulsos que se concentraban en la punta de su verga y aumentando más los gritos eyaculó, el padre al sentir el esfínter apretaba más, incrementó la velocidad y casi perdiendo el aliento derramó su esperma dentro de la cavidad rectal de su muchacho.
Dejó caer su peso encima de él respirando y suspirando en su oído.
Se formó un silencio incómodo.
En los veinte años de vida que tengo, nunca imagine estar así con mi papá, toda la vida esperé que me abrazara y me dijera que me quería pero lo que acabamos de hacer sobrepasa ese sentimiento, y también me gusta, desde que descubrí que me gustaban los hombres nunca vacilé en el rol sexual, soy activo siempre, nunca quise otra cosa, sin embargo con mi papá es distinto, si está es la manera de demostrar que mi papá me ama, pues encantado me entrego cada vez que el quiera, solo espero que no se arrepienta.
Llevaba toda una vida evitando todo tipo de afecto con mis hijos para no caer en esta situación, porque sabía que no iba haber marcha atrás, pero Pietro logró vencer esa resistencia y no quisiera que se terminara nunca, amo a mi hijo, y siempre quise demostrárselo pero no quería trasgredir ese amor de padre e hijo y convertirlo en otro cosa, aunque finalmente está noche me dominó, ahora pienso recuperar todo el tiempo perdido con Pietro.
_ ¿Qué pasa? – preguntó Luis rompiendo el silencio.
_ Es que no quisiera que luego te arrepintieras y me vuelvas a tratar mal como antes.
_Te prometo que eso no sucederá.
_ Me lo juras papi.
_ Te lo juro hijito.
_ Ahora voy a sacar mi verga, te va a arder un poco.
_ No te preocupes papá, dale.
Luis sacó su pene y como es natural de un primerizo salió manchado con restos de semen, sangre y heces. Pietro también se levantó.
_ Ahora como nos limpiamos? – preguntó Pietro.
Luis lo guio a un baño que aun no estaba terminado y se metieron a la ducha llevando la linterna.
Luis entró rápidamente bajo el chorro de agua para lavarse.
_ ¿Qué pasa? – preguntó Pietro.
_ Es que me manchaste un poco.
Pietro se avergonzó.
_ Pero no te preocupes no sabíamos que esto iba a suceder, la próxima vez que hagamos el amor ya podrás limpiarte con anticipación.
_ ¿Quieres que haya próxima vez? – preguntó Pietro.
_ Si, me encantaría que se repita, no una sino muchas veces más.
Pietro se abalanzó a besarlo mientras caía el agua sobre sus cabezas. Tomaron un jabón que estaba a un costado y se lavaron limpiándose muy bien, ambos se tocaban los penes.
_ La tienes igual de grande que tu padre – comentó Luis.
_ Me mide 20 cm y a ti? – preguntó curioso Pietro.
_ 22 cm
_ Mierda, con razón me ha quedado ardiendo el culo, si que es bastante grande y gruesa.
Ambos rieron y terminaron de lavarse.
Se sentaron en el colchón húmedos pues no había toalla, y encendieron un cigarro cada uno.
_ Papa te puedo hacer una pregunta?
_ Si hijo, dime
_ Por qué me dijiste que querías protegerme de mi abuelo? – preguntó extrañado.
Luis suspiró.
_ Es una tradición muy pervertida de tu abuelo, hace muchos años cuando yo era adolescente descubrí cogiéndose tu tío Carlos
_ Que fuerte. ¿Y no lo hizo contigo?
_ Lo intentó, pero cuando lo iba a hacer yo no quise, me resistí, le dije que me gustaban las mujeres y que no era marica, primero me dio una paliza porque el no se considera así, luego para probarlo me obligo a follar con una empleada que teníamos en casa mientras el observaba.
_ Ah, la mamá de Rolando.
_ Joder, si que estaba loco el abuelo. Pero por qué hacía eso?
_ Porque según el es parte de un entrenamiento militar, supuestamente para que los subordinados obedezcan a sus altos mandos, por eso lo hacía con mis hermanos.
_ Mierda, nunca me imagine eso del abuelo.
_ Tu abuelo es un tremendo hijo de puta.
_ Y luego que pasó?
_ Luego afortunadamente dejo de intentarlo, pero se seguía cogiendo a mis hermanos, y luego a los hijos de ellos.
_ Lo que me cuentas parece sacado de un expediente criminal. _ Y tú? ¿Como es que iniciaste en eso?
_ No se eso creció conmigo, supongo que ese gusto y esos deseos fueron heredados de mi padre, simplemente un día descubrí que me excitaba la idea de cogerme un hombre como mi padre lo hacía, pero no lo quería hacer con ustedes, por eso lo hacía con los hijos de mis hermanos.
_ ¿Te puedo decir algo?
_ Que cosa?
_ Ahora que lo pienso me hubiera gustado que tú me follaras desde antes, así me evitaba sentir la ausencia de un padre.
_Si lo hubiera hecho hubieses crecido sometido por mi, y no serias el hombre que eres ahora, mira a mis hermanos, mi padre los controla a todos, tu abuelo respira y ellos ya les están lamiendo las botas.
_ En eso tienes razón, supongo que gracias.
Se quedaron conversando de la terrible infancia de su padre hasta que se durmieron.
Mientras que padre e hijo recuperan el tiempo perdido Martha recogía la mesa de la cena que no se sirvió encontró el cd que Pietro había dejado.
_ De donde salió esto – se preguntó
Lo dejó a un lado para verlo en su computadora después de terminar de ordenar.
Eran las tres de la madrugada cuando se sentó en la silla de la PC, reprodujo el disco y esperó a que cargara, automáticamente apareció el mismo video que su hijo Pietro miró, se llevó la mano a la boca mientras caían sus lágrimas.
_ Dios mio, otra vez no, por favor – dijo sollozando
....
Volví a escribir gracias por leerme.
Cualquier cosa escribir a mi correo sexualesr@gmail.com