El secreto de papá 2 - pagando deudas

Incesto padre e hijo. Pietro tendrá que pagar la deuda que tiene con los haitianos, pero aun no tiene el dinero.

EL SECRETO DE PAPÁ 2 - PAGANDO DEUDAS


Desperté muy tarde aquel 25 de diciembre, los rayos del sol daban directamente a mi rostro, estaba empapado de sudor ya que el clima estaba a 32 grados, aun medio adormitado sentía una molestia en mi ano que me causaba dolor, mi padre intentaba meter nuevamente su verga en mi ano, yo me quejé, mi esfínter anal aún estaba hinchado por la noche anterior.

_ Auu Luis que haces me está doliendo?

_ Aguántate un poquito, a papi le gusta jugar – me respondió jadeando en mi oreja.

Estábamos de cucharita cubiertos de sudor, a pesar del dolor y de la estreches producida por la inflamación, su pene entró, dejé que mi viejo me volviera hacer suyo, a pesar de la molestia, no estaba tan convencido de querer seguir y yo me seguía quejando pues el ardor y el dolor era más grande que anoche, las fisuras tampoco ayudaban.

_ Si te duele mucho te la saco.

_ No, dale sigue, yo aguanto.

_ Joder así me gusta, recibirás el amor de papá que nunca te he dado.

Luis seguía introduciendo su verga, pensé que el dolor iba a desaparecer como anoche, pero no hacía más que aumentar.

_ Que rico se siente, tenes el orto todo hinchado y aprietas más, me voy a venir rápido.

Los quejidos se me salieron casi involuntarios, y papá me puso su bóxer impregnado de sudor y olor a bolas en la boca, sentí algunos vellos púbicos también.

Luis se olvidó que apenas anoche fue mi primera vez por atrás, que ni bien entró toda, me comenzó a follar de manera intensa y un tanto agresiva.

La tela en mi boca ahogaban mis gritos, pero la saqué.

_ Ayyy!! Ayy!! Ayy!! Uffff me duele – gritaba.

_ Te duele? Te la saco entonces – dijo palmeándome las nalgas.

La sentí como una amenaza, pero decidí seguir.

_ No, no la saques, me gusta.

_ Ohhh Pietro, aguantas como todo un macho

Las embestidas eran más fuertes, se había vuelto un poco loco de paso ya que me jalo del cabello.

Al rato me comenzó a masajear el rabo haciendo que se me ponga tiesa, ahí recién me sentí excitado y empecé a disfrutar.

_ Hijo eres un buen nene

Esos halagos me alentaban a seguir aguantando la verga de Luis, mi ano se llegó acostumbrar y el dolor era menos.

Me puso de perrito y volvió a meterla, pero está vez de golpe ya que estaba abierto sin embargo el dolor volvió a presentarse en menos magnitud.

Me nalgueaba como quería, pero no eran dolorosas, me jaló del cabello para atraer mi cabeza a su boca y besarme, como la posición para el beso era incomoda, solo nos manchamos de babas que lamiamos con nuestras lenguas.

_ Au papi, Au papi – salía de mi boca.

_ Te gusta hijo? ¿Te gusta que tu papi te folle a pesar del dolor?

_ Me encanta papi.

La verdad era que está segunda vez me gustó de la mitad para adelante puesto que al principio me dolió, pero aguanté para complacer a Luis, supongo que es normal.

La cantidad de sudor que transpirábamos hacia brillar y resbalar nuestros cuerpos daba la impresión de que nos hubiesen tirado un balde con agua de lo mojados que estábamos.

_ Grita lo que quieras Pietro, nadie nos va a escuchar – decía mi padre.

No hacia falta que me lo diga pues yo gritaba de placer y dolor por instinto.

_ Aguanta un poco amor, ya falta poco para correrme.

Esa palabra sirvió de batería para seguirlo aguantado.

Supe que ya se iba a venir cuando aumentó mucho más la velocidad y  jalo mi cabello nuevamente como si estuviese montando un caballo, en total fueron aproximadamente 6 chorros de leche que soltó dentro de mi ya que esas fueron la cantidad de veces que jaló mi pelo.

_ Ufff, mffff, Ahggg, mierda que rico – bufaba mi padre como un toro.

Yo apenas agarré mi verga y la masturbé por unos cuantos segundos y me corrí, apretando más mi esfínter.

Sentí a Luis como en un trance, cuando sacó su verga me jaló hacía él haciéndome acostar en sus brazos y axilas peludas las cuales lamí y saboreé por puro morbo, descubriendo que me gustaba el olor a sudor cuando follaba, luego nos besamos y me quedé acostado en su pecho, con el cuerpo caliente, mojado y pegajoso, esperando a que la temperatura corporal se regule por si sola.

Y como se costumbre encendimos un cigarrillo.

_ Fumar después de coger es maravilloso – comentó contento.


Mierda, nunca imaginé lo que me había estado perdiendo todos estos años, mi hijo Pietro aguantaba como todo un campeón, y tiene un culo precioso, lo mejor de todo es que fui el primero y es solo mio.

La colera que sentía todo este tiempo era porque deseaba a Pietro desde el fondo de mi ser y yo no lo quería reconocer, lo que mi padre hacia con sus hijos quedó marcado en mí y creció conmigo hasta tener deseos irrefrenables que me amargaron la vida, solo espero que él ni yo nos arrepintamos.

Lo tenía pegado a mi pecho mientras me fumaba el cigarro que compartíamos, su actitud para conmigo desde la noche anterior cambio completamente, lo tenía más dócil, más tranquilo, lo había dominado, no era soberbio, pasaba su mano por todo mi cuerpo velludo.

_ Nunca pensé disfrutar así contigo Pietro.

_ Yo tampoco, nunca me habías tratado con tanto amor.

_ Lo sé, perdóname si te hice sentir mal, solo que no quería aceptar el deseo que tenía por ti.

_ ¿Entonces siempre me quisiste?

_ Siempre lo he hecho, solo que vivía amargado por desearte tanto, no quería ser como mi padre, pero sin darme cuenta me fui convirtiendo en él.

_ Lo sé, te entiendo Luis, sabes yo también siempre te he querido, solo que como me insultabas yo guarde resentimiento hacia ti.

_ De ahora en adelante todo cambiará Pietro, te prometo que nuestra relación mejorará.

_ Me agrada la idea.

_ Hijo, solo prométeme por favor que nadie se enterara de mi secreto, está demás decirte que pasaría si alguien se entera.

_ No te preocupes papá, te prometo que nunca diré nada a nadie, no estoy dispuesto a perderte otra vez, ahora que tengo tu cariño.

_ Gracias hijo, sin embargo, nuestro trato en casa será igual que siempre, claro que los insultos quedaran fuera.

_ Me parece buena idea.

Vimos la hora y ya eran casi las dos de la tarde, Pietro miró su teléfono y tenía varias llamadas perdidas de su mamá.

_ Mierda, le dije a mamá que te buscaría para terminar de arreglar y ya tengo miles de llamadas de ella.

_ Joder ahora que recuerdo, ayer te fuiste de boca con eso, y ahora no tengo idea que hacer para que me perdone.

_ Enserio con eso si te pasaste. Embarazaste a tu nuera papá.

_ Ni me digas, ya buscaremos una solución.

_ Bueno creo que tenemos que irnos de aquí.

_ Espera Hijo, antes dime, ¿Quién te dio esos videos?

_ No te molestes por favor, pero le ofrecí más dinero al haitiano a cambio de tu secreto.

Evidentemente me moleste por lo que había hecho.

_ Pietro no me jodas, has puesto tu vida en riesgo, salimos de una para que te metas en otra. ¿De dónde conseguiremos el dinero?

_ Lo se Luis, lo siento enserio, pero tenía tanta rabia que no vi reparos en buscar el modo de joderte la vida, y bueno ellos me dieron el disco y bueno.

_ Disco? ¿ Y dónde pusiste ese disco?


Justo en ese momento papá me hizo acordar del disco que baje de mi habitación y que planeaba enseñarle a todo mundo.

_ Mierda, lo olvidé en la mesa.

Luis se alertó.

_ Puta madre, ve volando a casa y mira si aún está ahí, ojalá nadie lo haya agarrado.

Nos vestimos sin siquiera bañarnos.

_ Joder somos bien parecidos- me dijo dándome un beso.

Sali rápidamente la cola aun me dolía y subí a la moto, llegué a casa, busqué por toda en la mesa, por toda la sala y no había nada, mi hermano no estaba en casa, ni su mujer, ni el hijo de ella, solo estaba mi madre en su cama.

_ Hijo gracias a Dios te estuve llamando, te viste con el infeliz ese – preguntó preocupada.

Yo respondí con toda la naturalidad.

_ No encontré al cobarde por ningún lado, sino respondí fue porque estuve en casa de mi novio – mentí.

Al contrario, había pasado la mejor noche con mi padre haciéndome el amor.

Tenía que ser muy sutil al preguntarle por ese disco sino ella podría empezar a sospechar.

_ ¿Ma, todo bien? Anoche no pasó nada más después de que me fui.?

_ No hijo, con lo de tu padre no estoy bien, es un maldito miserable.

_ Lo siento mamá, arruine todo, no debí ..

_ No Pietro, ya está con esto ya todo se acabó.

_ Sea lo que sea que vayas hacer te doy mi total apoyo mamá.

_ Gracias hijo.

_ Más bien? ¿Qué hiciste anoche mamá?

_ Ah bueno pues no mucho, después que te fuiste estuve preocupada, y comencé a beber, y arreglar las cosas.

En ese momento me alerté.

_ Ah recogiste la mesa? Me la hubieras dejado a mi para yo hacerlo.

_ Descuida hijo, tú sabes que soy una fanática de la limpieza y no me costó nada poner todo a la basura así que ni al caso.

_ O sea botaste todo a la basura.

_Si hijo, ¿Por qué? Había algo tuyo que no debía tirar.

_ Si, el reloj que me dio mi novio de regalo, lo deje en la mesa – mentí otra vez.

_ Ah no hijo no había ningún reloj, solo un cd y unas cuantas cosas más.

_ Un ¿cd?

En mi mente pensé lo peor.

_ Si, pero también lo tiré.

Me sentí aliviado al escuchar eso.

_ ¿era tuyo?

_ No mamá, ni idea de quien haya sido… Bueno ahora sigue descasando.

Dejé a mi mamá en su cama fui a mi habitación y le escribí a mi papá, para que entrara a casa.

Fingimos una discusión para no levantar sospechas y luego subió a su habitación, discutió otra vez con mamá solo escuché que se metió a bañar.


El desgraciado de mi marido llegó como si nada hubiese pasado, quería gritarle a los 4 vientos lo que había descubierto, no solo lo de anoche pero no lo hice, incluso llegó bien campante después de haberme engañado con Pilar.

_ Eres un cerdo Luis, primero tratas mal a tus hijos, luego te coges a tu nuera y va tener un hijo tuyo.

_ Por favor, Martha, deja tu drama, la conversación que tuvimos ayer fue suficiente – dijo quitándose la ropa.

_ Encima me eres infiel y bien fresco no quieres que te diga nada.

_ Soy hombre ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me aguante? Si tu tan solo esperas a que te rueguen para tener sexo.

_ Pero acaso no he sido buena esposa y madre, no merezco que me pagues de esa manera, si yo hiciera lo mismo como te pondrías.

_ Pero yo no solo vivo de amor, ¿acaso no sabes que para que las relaciones perduren necesitan de sexo?

_ Eres un perro miserable, espero que todo lo malo que hayas hecho y hagas  se te regrese – dije pensando en lo que vi.

_ Lo que tu digas, ahora déjame voy a bañarme en paz.

_ Te vas a arrepentir de todo, solo espera nada más.

Sa metió a bañar y me volví a acostar, me aguanté las ganas de decirle que se su sucio secreto, quería decirle a alguien, incluso a las autoridades, pero no podía.


Pietro se sintió aliviado de que su mamá haya botado el cd, ahora que su padre y él tenían una buena relación no se hubiera perdonado que lo hubiese metido en problemas por su descuido.

Estando en su cuarto se desnudó y se tiró a su cama mirando al techo, se sentía tan feliz y lleno de vida, no se sintió mal por haberle sido infiel a su novio, total era igual de sin vergüenza que su padre, aunque si sentía un poco de remordimiento por su madre, era una buena mujer, aunque de todos modos su papá le era infiel.

Ahora poniéndose a pensar se sentía raro, siempre era él, el activo, incluso se había jurado que jamás ni una verga entraría por su culo, era todo un macho dominante, pero no se detuvo a pensar que la única persona que le entregaría su virginidad era a su padre, y se sentía bien al saber que otro macho lo dominaba.

Se tocó el ano aun estaba lastimado e hinchado, fue al baño y botó toda la leche rememorando lo ocurrido, y sin pensando lo volvió a desear, quería probar nuevamente verga, pero aun estaba un poco adolorido.

El tiempo transcurrió con normalidad, la relación que tenía con su padre era tan buena que se había olvidado de un pequeño detalle, que aun mantenía una deuda con el haitiano.

A Luis le costó esperar a que su hijo se recuperara de su primera vez, cada vez que tenían la oportunidad te darse sus arrimones, Pietro se negaba ya que aun no estaba preparado físicamente y eso le encantaba, su hijo no era de esos fáciles que entregaban el culo tan rápido, en su mente se había formado el juego del gato y el ratón, que en cualquier momento volvería a caer.


Después de ese día, comencé a desear a Pietro mucho más de lo normal, lo miraba mientras caminaba por la casa y me entraba un hambre voraz por comerme ese culo redondo y durito que tiene, aprovechaba cualquier momento sin que nadie nos viera para arrimármele y restregarle mi paquete en sus nalgas, mientras él se estremecía y doblegaba.

Habían pasado apenas tres o cuatro días, una tarde estábamos en la cocina no había moros en la costa y empecé mi juego, me restregaba en sus nalgas y hasta intentaba meterle el dedo por el culo, pero él se negaba, eso me desesperaba, pero a la vez me volvía loco el hecho que me haga esperar, se volteó para escapar, y lo tomé del cuello levemente.

_ Me estás volviendo loco por hacerme esperar – dije volviendo a intentar a meterle un dedo en el culo.

_No Luis, para aun estoy lastimado, no quiero – me decía él.

Ese jueguito hacía que me excitara mucho y me puse un poquito brusco, le seguía tomando del cuello, lo besaba y me apretaba las nalgas mientras el estaba pegado a mi pecho negándose. Tanto mi verga como la de él estaban bien paradas.

_ No Luis por favor, suéltame – decía haciéndose el difícil.

Sabía que me gustaba eso y me provocaba.

Justo en ese momento llegó mi hijo Rolando.

_ Déjalo papá, - gritó Rolando.

Yo empujé a Pietro inmediatamente y el se golpeó en un estante de la cocina.

_ Rolando no pienses algo ….

_ ¿Qué? ¿Que no quieres que piense? ¿que lo estabas asfixiando?, carajo pensé que solo eras homofóbico y no un maldito asesino.

Joder, que alivio, mi hijo creyó que lo estaba asfixiando, yo le seguí la corriente.

_ Tú no te metas Rolando, tu hermano es suficientemente grande para defenderse, además no lo iba a matar, no seas imbécil.

_ Ah no? ¿Entonces que?

_ Le estaba dando su merecido por provocarme y por portarse mal.

_ Si que eres un completo gilipollas Luis, no pareces que fueras nuestro padre, primero insultas todo el tiempo a Pietro, luego te coges a mi mujer y la dejas embarazada y luego intentas matar a tu propio hijo.

Aunque me convenia, el plan en que se estaba poniendo Rolando ya me estaba enojando mucho.

_ Rolando ya está, no pasa nada – decía Pietro.

_ No Pietro, yo debería matarlo por tocar a mi mujer y por todo lo que este infeliz nos ha hecho pasar como familia.

_ A ver, hazlo, Rolando, se hombre por una vez en tu vida….. – le grité provocándole.


Mi hermano llegó en un mal momento, pero menos mal no vio todo lo que estaba pasando sin embargo pensó que Luis me estaba asfixiando, cuando llegó me volteé automáticamente, y tarde mucho en que la erección se me bajara para poder voltear y estar de frente nuevamente.

MI padre incitaba a Rolando a que lo golpeara.

_ Por lo menos el marica de tu hermano se defiende y sabe golpear, pero tu mírate, siempre asolapado – le dijo mi padre.

Rolando no se aguantó más y se fue a los golpes a mi padre, asestándole uno en el rostro, sin embargo, Luis no se quedó atrás, y le arrojó uno en la boca del estomago y otro en el pómulo, haciendo que mi hermano se encoja y tosiera por el golpe.

_ Luis, déjalo en paz – dije a mi padre.

Tras todo el escándalo bajó mi madre enterándose de lo sucedido.

_  Hay que ser bien cara dura para hacer lo que haz hecho y encima golpear a tu hijo – le gritó.

_ Tú no te metas Martha.

_ Pues si me meto, porque todos somos los afectados por ti Luis, no tienes sangre en la cara, deberías largarte – dijo mi mamá.

_ No te preocupes Martha en que se va soy yo – dijo mi hermano subiendo las escaleras.

La discusión siguió con Martha y Luis, al cabo de unos minutos subió entro Bruno preguntando por mi hermano.


El joven Bruno que era hijo de Pilar e hijastro de Rolando subió apresurado a la habitación de su padrastro.

_ Bruno ¿qué haces acá? Deberías estar con tu madre.

_ Vine a verte para…

_ Por favor Bruno ya todo está decidido, la relación con tu madre ya se acabó después de lo que hizo.

_ ¿Yo sé que hizo algo muy grave, pero yo que?

_ Bruno, lo siento, yo te he tomado mucho cariño, eres un buen muchacho, pero yo no soy tu papá

_ Lo sé, pero yo si te considero como tal, este tiempo que hemos vivido juntos te he tomado mucho cariño, y te quiero Rolando.

Bruno se acercaba lentamente a su padrastro.

_ Joder Bruno ven para acá – dijo Rolando dándole un abrazo .- Enserio yo también te quiero pero no puedo quedarme aquí, y hacer como si nada hubiese pasado.

Todo esto se decía mientras seguían abrazados.

Bruno se despegaba lentamente de Rolando y le besó el cachete y muy sutilmente cambió a su boca, intercambiando un beso por leves segundos

_ ¿Qué haces? – dijo empujándolo al piso.

Bruno se paró y salió corriendo. Rolando salió en su tras.


Luis estaba fúrico y salió de casa, subiendo a su moto se fue, sentí que debía seguirlo y así lo hice, al cabo de unos minutos él se dio cuenta e hizo que lo siguiera hasta un motel, pagó, entró a la habitación y yo lo seguí.

Nada más yo entrar me beso fuertemente sin dejarme opción a hablar, ni respirar.

_ Te voy a hacer mio – dijo tocando mis nalgas.

_ Por favor, papá, aun no, hablemos – dije intentando separarlo sutilmente.

_ No carajo, acaso no ves como traigo la verga – dijo llevando mi mano a su paquete.

No dio tampoco plazo a contestar e hizo que me arrodillara, se sacó la verga e hizo que me la metiera a la boca hasta el fondo, haciéndome chuparla hasta atragantarme.

_ Ohh joder, que rico la mamas hijo.

Las babas caían por mi camiseta y el guiaba el ritmo de la mamada tomándome del cabello.

_ Ya no aguanto más – dijo.

_ Papá por favor aun no – dije.

No me hizo caso me arrojó a la cama boca abajo y el se puso en mi encima, haciendo fuerza en mi pantalón logró bajármelo lo suficiente como para exponer mis nalgas, puso bastante saliva en la entrada de mi ano y colocó su pene.

Yo me resistí e intenté poner fuerza para liberarme, pero la fuerza de Luis era predominante.

_ Si, has fuerza, niégate, que voy a disfrutar hacerte mio así no quieras.

Como Luis me tenía muy bien dominado y sin más fuerza para soltarme decidí dejar hacer lo que él quiera.

_ Despacio por favor, papá – pedí.

Luis volvió a escupir en mi ano y haciendo presión con su verga introdujo de un solo golpe el glande, haciendo que pegue un fuerte grito.

Yo me moví por el dolor.

_ Ahhh mierda que rico – dijo en mi oído.

Sin embargo, yo seguía gritando mientras me la metía toda.

Cuando ya tenía sus huevos bien pegados a mi culo se quedó quieto un momento para decirme guarradas al oído.

_ Te voy a hacer mi putito, hijito.

Yo solo gemía.

_ Te voy a reventar el ano.

Luis se quitó su propia camiseta y se bajo un poco más su pantalón ya que no se lo había sacado, así que no estábamos completamente desnudos.

Se comenzó a mover penetrándome con fuerza, para ese momento felizmente el dolor ya se estaba yendo.

_ Me voy a cobrar por todos estos días que me hiciste sufrir sin tu culo – decía mientras me follaba.

Yo ya no ponía resistencia y solo me dejaba coger, parando el culo como mi novio hacía conmigo cuando me lo follaba.

_ Siii, aprendes rápido no putito?

Sus huevos peludos rebotaban en mi perineo.

_ Te gusta hacer el amor con papi?

_ SI papi me gusta mucha – dije jadeando.

Me estuvo cogiendo así por un rato, pero luego se detuvo, ordenándome quitarme el resto de ropa y colocándome a cuatro patas sobre la cama, él se desnudó también, subió a la cama y poniéndose detrás me la metió sin contemplación alguna.

_ Ah mierda papá

_ Aguántala hijo.

Luis me hacía gritar con cada embestida que me daba, mis nalgas estaban completamente rojas, traté de girar mi cabeza, pero él con su mano hizo que la pegara a la cama mordiendo la almohada con el culo bien levantado y mi verga rebotando de un lado a otro.

Me follaba como si estuviera desfogando toda la colera contenida. Se levantó y ahora me follaba con las rodillas semiflexionadas y me volvió a jalar del cabello como si tuviera las riendas de un caballo.

_ Como me encanta esta posición.

De esa manera su verga entraba directamente y chocaba con mi vejiga, haciéndome doler, me tocaba aguantar como buen macho.

La verdad es que, para haber sido mis primeras veces, me había gustado mucho porque mi padre cada vez iba aumentando su rudeza conmigo sin llegar a ser agresivo.


Amaba que Luis me aguantara a cuatros patas siendo que tiene muy poca experiencia en el sexo anal.

Se sentía delicioso y extraño a la vez, era muy parecido a mí, en el look con el cabello largo y crespo, barba, tatuajes, buen cuerpo, pero no tenía vello corporal, más que el púbico y el axilar.

Le comencé a tocar la verga, había aguantado como un campeón y lo mínimo que podía hacer por mi nene era ordeñarlo para que bote su leche como su culo lo estaba haciendo conmigo.

Sus gritos de dolor y placer inundaban mis oídos y eso hacía que le diera más duro pues me excitaba escucharlo.

Su verga grande empezó a expulsar su semen haciendo bufar a mi hijo como un toro macho y mientras eso sucedía me aferré a su cintura y aceleré más la penetración hasta dejar de respirar y le dejé toda la leche dentro, embistiéndolo cada vez que tenía un espasmo.

El cabello se me vino a los ojos y me lo corrí con la mano, estaba mojado de sudor.

Mis piernas temblaron y fui sacando lentamente mi pene para no sacar nada de semen, y fui a lavarme la verga que aun estaba grande pero flácida, me mojé la cara y regresé a acostarme al lado de mi hijo.

_ Gracias hijo, eres genial – dije recuperando el aliento.

_ Joder papá casi no tienes piedad con mi culo – dijo él.

_ Lo siento nene, pero no he descargado estos días.

_ No te creo, ¿tú? ¿Aguantándote las ganas de follar?

_ Aunque no lo creas hijo, tengo una obsesión con tu culo que solo imaginarme se me levanta la pinga.

Giré y me puse en su encima besándolo.

_ Te quiero mucho hijo.

_ Yo también papá.

_ Tal vez esta no sea la típica relación de padre e hijo, ni una manera adecuada de demostrártelo, pero no dudes que te amo nene.

_ Siempre moría por un abrazo tuyo, pero ahora tengo más que eso y me encanta, no quiero que se acabe nunca.

_ No lo dudes Pietro.

Lo bese nuevamente, nuestras barbas amortiguaban los raspones, le chupaba las axilas y el también las hacia con las mías.

Luego de un rato nos dormimos abrazados a pesar del calor.


Pietro despertó empapado de sudor su papá aún seguía dormido y lo tenía abrazado en forma de cucharita, apartó su brazo y vio su celular, tenía un mensaje.

“Más vale que vayas consiguiendo el dinero, dentro de pocos días se vence el plazo”

Pietro se sobresaltó, recién se había acordado de los haitianos, dentro de una semana se vencía el plazo y aun no tenía el dinero.

_ Amor ¿Qué haces? – preguntaba Luis adormitado.

_ Nada papá, estaba viendo el celular. Ya es tarde, debemos ir a casa.

_ Mierda, por mi me quedaría contigo toda la noche a follarte el culo.

_ A mi también me encantaría papá, pero recuerda que aún falta adaptarme.

_ Lo se hijo.

Pietro fue al baño a botar la leche y dieron una buena ducha, luego se secaron y se vistieron para salir, primero uno y después de un rato otro.


Llegó el año nuevo, las cosas habían mejorado por casa o al menos eso parecía.

Pietro estaba un poco nervioso, no había conseguido todo el dinero aun le faltaba, pero no quería darse a notar.

Toda la familia se había reunido en la casa de campo del papá de Luis, pero Pietro y su familia no fueron, prefiriendo quedarse en casa.

Inesperadamente en la tarde llegó Alicia la esposa de Héctor quien era hermano menor de Luis y con quien se llevaba mejor.

_ Alicia ¿Qué sorpresa? – dijo Martha.

_ Hola, Martha, querida ¿Cómo estás?

_ Bien, pero no te quedes ahí, pasa.

_ Gracias, Martha me di una escapada, todos se preguntan porque no fueron a la reunión.

_ No estamos pasando por un buen momento, así que personalmente no tenías ánimos.

_ Entiendo, y ¿Luis? ¿Pietro?

_ Bueno Pietro en su cuarto y Luis en el jardín.

Mientras Martha atendía a la visita, Luis y Pietro aprovechaban el momento de distracción para hacer algo arriesgado.

_ No papá, mamá está en casa – decía Pietro al mismo tiempo que era manoseado por Luis.

_ Por favor, Luis, no te hagas de rogar, mi verga pide a gritos tu culo.

_ Ya sé, pero mamá está en la sala.

_ Si y está entretenida

Luis convenció a Pietro y en pequeño momento ya estaba con el short abajo preparado para que su padre le meta la verga.

_ No hagas mucho ruido – recomendó Luis.

Pietro se sostuvo de unos estantes estirando los brazos y empinando bien el culo, su padre lo follaba por atrás mientras le tapaba la boca con la mano.

_ ¿Ay, Martha ahora que recuerdo, podrías prestarme tu computadora? Necesito enviar unos mails importantes.

_ Si claro querida, úsala, en lo que yo traigo un vino del almacén.

Martha dejó sola un momento a Alicia y se dirigió al almacén para sacar uno de los vinos que tenía ahí, al irse acercando se percató de jadeos provenientes del lugar.

Miró hacía atrás y los lados aproximándose lentamente, cuando estaba bastante cerca, mira por la puerta que estaba medio abierta y se tapó la boca, sollozando.

_ Oh hijo, no sabes cuanto te amo – decía Luis.

_ Ah, Ah, papi, yo también te amo.

_ Eres muy obediente con papá

_ Si papi siempre te daré el culo para que me quieras más.

En ese momento Martha tuvo un flashback de Pietro llorando porque su papá lo había regañado.

_ ¿Qué pasa hijo porque lloras? – preguntaba una joven Martha.

_ Mi papá no me quiere, me grita.

Martha abrazó a su hijo.

_ No te preocupes hijo, nunca dejes de quererlo, más bien sigue portándote bien con él para que le demuestres que eres un buen niño.

Martha salió de su recuerdo y dejó el lugar de la misma manera en que llegó, en silencio.

Al volver con Alicia, la encontró llorando, y sonidos de gemidos que salían de la computadora.

En ese momento recordó que nunca había sacado en cd de ahí.

_ Martha ¿qué es eso?

_ Alicia yo te puedo explicar.

_ ¿Explicar qué? Esa atrocidad, que están haciendo con mi hijo, Héctor y tu esposo, están ahí.

Alicia estaba hecha un mar de nervios y lágrimas.

_ Alicina por favor cálmate.

_ Como me pides que me calme, son apenas unos muchachitos y están haciendo esas aberraciones.

_ Yo sé que es difícil de procesar, pero…

_ Pero nada en este instante me voy – dijo Alicia sacando el disco. – Tengo que ir a denunciar eso.

Como el almacén estaba un poco alejado y con los jadeos de ambos hombres no se escuchaba lo que pasaba en la sala.

_ Alicia no.

_Apártate Martha, tú también eres cómplice.

Alicia empujo a un lado a Martha botándola en un mueble.

La mujer salió por la puerta, y apresuradamente Martha la detuvo jalándola del brazo.

_ Que me sueltes te digo Martha.

_ Alicia piénsalo, muchas personas, incluso tu esposo saldrá perjudicados.

_ No me importa, a mis hijos nadie los toca.

Martha abrumada por todas las palabras que decía Alicia y sin pensarlo dos veces la arrojando frente a un auto que pasaba a toda velocidad por la autopista, arrollándola.

Alicia gritó fuertemente mientras era arrojada, el auto se dio a la fuga, pero desde lejos alguien desde un carro miraba lo sucedido.

Al escuchar el fuerte grito Luis y Pietro dejaron de coger y salieron para ver lo que sucedía.

Martha recogía el cd y lo guardaba, no le dio tiempo de romperlo.

_ Martha ¿Qué pasó? – preguntó Luis.

_ No lo sé, ella iba a cruzar y un auto pasó a excesiva velocidad y la arrolló.

Pietro llamó rápidamente a una ambulancia y a los pocos minutos se la llevaron.

Luis y Martha fueron también al hospital en la moto de Pietro pues la de Luis estaba averiada.

Pietro decide ir en taxi, caminó rápido unos metros y justo cuando estaba por tomarlo, el carro negro de los haitianos lo intercepta, obligándolo a subir a punta de pistola, llevándolo por rumbo desconocido.

El auto que vio cuando Alicia era atropellada decidió seguirlo.

Llevaron a un descampado a Pietro, uno de los haitianos con rastas puso su arma en la cabeza de Pietro.

_ ¿Dónde está mi dinero? – preguntó Pierre.

_ Te lo iba a entregar solo que tuve un pequeño contratiempo – mintió Pietro.

_ Mientes, y no me gustan las mentiras, se que no lo tienes.

A Pietro ya no le quedaba más remedio que ser honesto.

_ Trate de conseguirlo, enserio solo que no pude y … - se excusaba Pietro bastante serio.

_ Mierda sabía que no debí hacer trato con un mocoso.

El de rastras presiono el cañón en la cabeza de Pietro, pero Pierre en su idioma criollo haitiano dijo que bajara el arma, y que salieran del auto.

_ Pierre enserio lo siento, si me das más tiempo yo..

_ Mejor es que te quedes callado, estoy pensando.

Pietro se impacientó por el tiempo que el haitiano se quedó en silencio.

_ Ya sé, pero ¿Cómo decírtelo?...... Mmm Hace tiempo que no me follo un buen culo y…

_ Perfecto, yo te puedo conseguir los mejores, tengo un par de amigas que están buenísimas – dijo Pietro.

Pierre se rio.

_Déjame terminar….. Si quiero un buen culo, pero tu culo.

_ ¿Qué? – se alarmó Pietro. – Estás bromeando verdad?

Pierre le acarició el rostro a Pietro y lo acarició.

_ No, mírate, tienes un lindo rostro, y una cola preciosa.

Pietro se dio cuenta que no era una broma por la manera en que Pierre lo miraba.

_ Pierre yo no puedo hacer eso, si quieres te consigo alguien más, pero yo no.

_ Ese será el pago por el dinero que me debes.

_ Pero …

_ Pero nada, si no atente a las consecuencias.

Pietro se quedó callado.

_ Te doy hasta mañana para que me des una respuesta, no puedo esperar mucho tiempo.

Pietro no dijo nada, y estaba a punto de bajar.

_ No espera, yo te traje, yo te regreso.

Prefiero caminar.

_ Bromeas niño? Estamos muy lejos.

Tenia razón estaban demasiado lejos y Pietro en realidad no tenía ganas de caminar.

_ Bueno, llévame al hospital.

Los otros subieron y Pierre arrancó el auto, llevando a Pietro al hospital que le había indicado en el camino.

_ Ya sabes, tienes hasta mañana – dijo Pierre antes de irse – Llamas y me das una respuesta.

Al entrar apareció su abuelo, intercambiaron unas palabras y fueron con Luis y Martha quienes estaban hablando con el doctor.

El pronóstico era reservado, Alicia estaba grave producto de los golpes del accidente. Martha tuvo un fuerte cargo de conciencia.

Pietro se encerró en su cuarto ni bien llegó sin ganas de probar comida, no tenía el dinero y el haitiano quería una respuesta mañana, si se negaba ya sabía las consecuencias, pensó en su madre, en su padre y hermano. No durmió en toda la noche y al despertar ya tenía una decisión tomada.

_ Alo? – dijo cuando Pierre le contesto.

_ Me tienes una respuesta?

_ Si.

_ Y que decisión has tomado?

_ Está bien, acepto.

_ Pero dame una semana para prepararme mentalmente.

_ Joder, me la pones difícil…. Te doy 2 días, ni uno más, quiero mi pago ya.

_ Dale está bien.

_ Ahora yo también tengo una condición.

_ Cual?

_ No quiero ningún pelo en tu vello rostro, ni en ningún otro lado, si los tuvieras en la cola, será mejor que te los quites…. Ah y no te olvides limpiarte bien la cola por dentro.

A Pietro no le cayó nada bien eso, pues le gustaba su barba principalmente.

_ De acuerdo.

_ Entonces dentro de dos días, a las 4 de la tarde, en los Álamos.

Después de esa conversación se cortó la comunicación.

El corazón de Pietro estaba muy acelerado y nervioso, pero hizo caso

Una noche antes tomó su máquina de afeitar y se afeitó todo el rostro quitándose la barba, las axilas, el vello púbico y con un poco de dificultad el de la cola, quedando completamente lampiño, sin ningún pelo en el cuerpo. Verdaderamente tenía un rostro muy lindo pero la barba le hacía ver mucho más guapo y sexy. Se fue a bañar y al salir se aplicó un poco de loción para suavizar la piel del rostro.

Llegó el día pactado, una hora antes, se realizó una buena lavativa, dejando bien limpio su recto, se bañó y se vistió con una de esas camisetas de gym manga ancha blanca, un short que se le ajustaba al trasero y el paquete de color negro y unas zapatillas blancas, con unos lentes de sol negro, se amarró el cabello, y se colocó un piercing de color negro en la oreja derecha.

Alistó también en una mochila condones y lubricante.

Pietro parecía un modelo, sus brazos perfectos trabajados en el gym, y unas piernas gruesas, todo su cuerpo con tatuajes, le daban el aire de un hombre sexy.

Salió con cuidado, felizmente nadie lo había visto para que no le preguntaran por su cambio, tomó su motocicleta y condujo hasta la dirección acordada, llegando a la hora exacta, dejó estacionada su moto y bien asegurada, el auto negro de Pierre ya lo estaba esperando.

Mientras caminaba sus piernas le temblaban, en su mente solo estaba, llegar a donde lo lleve, hacerlo y luego irse.

Subió y Pierre estaba con ropa deportiva, que le permitían mostrar sus brazos y piernas que también lucían muy bien.

_ A dónde vamos?

_ Espera, ya verás.

Esa respuesta hizo que Pietro se ponga más nervioso.

Después de manejar unos minutos, llegaron a una cancha de baloncesto, en ella estabas sus dos secuaces que estaban jugando.

Pietro sintió un poco de miedo.

_ Espera ¿Qué hacemos aquí?

_ No habrás pensado que iba a dejar mis amigos sin probar tu rico culo.

_ Oye no habíamos acordado eso.

_ No estás en condición de reclamar nada, así que baja del auto que te los voy a presentar formalmente.

_ Muchachos, les presentó a Pietro – dijo Pierre.

_Pietro él es Claude

Señalando a de rastas, quien traía solo un buzo sin camiseta, él era un poco más alto que el resto, 1.80 tal vez, las rastas las tenía amarrados, brazos largos, pero se notaban marcado y fibrado, también más delgado, pero con sus cuadritos en el abdomen, y también el más joven con solo 27 años.

Claude extendió la mano y Pietro también se la dio.

_ Este es Leandre.

Señalando al de cabello corto, también estaba sin camiseta, tostándose más bajo los rayos del sol, tenía puesto un short de deporte, era de cuerpo un poquito más ancho que el anterior pero también un poco más agraciado de rostro, tenía una ligera perilla en la barbilla, debía medir 1.77 de estatura, y tenía 30 años.

Leandre también extendió la mano.

Pierre era el más ancho en cuerpo de todos, brazos grandes y musculados, se le notaba una ligera panza a diferencia de los otros que eran planos de abdomen. Él tenia 35 años y media 1.80.

Los tres hombres poseían tatuajes en su piel morena.

Pierre hizo que diera una vuelta en mi posición.

Los comenzaron a hablar en su idioma.

_ Que dijo? – preguntó.

_ Que tienes un bonito culo, y quieres reventártelo – respondió.

Pietro miro sus entrepiernas y miró que eran grandes pues estaban medio morcillonas.

Pierre los hizo subir al auto y comenzó a manejar, llevándolo a las afueras de la ciudad, y al cabo de 45 minutos llegaron a una cochera grande, había bastantes autos, bajaron y entraron a la casa.

La casa estaba amoblada, se notaba que vivían bien, una sala de estar perfectamente amobladas.

_ ¿Quieres algo? – preguntó Pierre.

_ Un trago.

El jefe le ordenó a Claude que le sirviera un trago y Pietro se lo tomó de una vez.

_ Tranquilo, no te apures.

_ Empezamos de una vez? – preguntó Leandre que ya se estaba comenzaba a sacar la verga.

_ Préstenme el baño un momento – pidió Pietro.

Le enseñaron el baño y Pietro entró, se miró al espejo.

_ Diablos en que me he metido – maldijo.

Se lavó en rostro y tomó aire, salió y los tres hombres estaban sentados, con sus respectivos tragos, Pierre en medio, a su derecha Claude y a su izquierda Leandre, los tres estaban con la verga parada pues sus prendas estaban levantadas.

_ Arrodíllate – ordenó Pierre.

Pietro obedeció.

_ Sácanos la verga y chupa.

El muchacho bajó las prendas de cada uno sintiendo un poco de asco, sin embargo, un olor característico de verga sudada le llegó a la nariz, y le gustó, primero se puso la verga de Pierre en la boca y saboreo, excitándose y se la metió a la boca, Pierre emitió sonidos de gusto.

_ Muchacho que rico la chupas – aclamaba.

Pietro chupaba la verga negra del jefe que media 23 cm, mientras que con las otras dos manos masajeaba las vergas de los otros, luego cambio a la verga de Claude que medía 25 cm, al saborearla se volvió loco, pues el sabor le encanto, sabía a sudor, pero estaba limpia.

Claude también bufaba del gusto, pues Pietro comía las vergas hasta donde el podía pues eran muy grandes, luego de varios segundos siguió con la verga de Leandre quien la tenía más grande de todos pues le media 26 cm, con esa verga Pietro se entregó pues tenia sabor a sudor y a semen reseco.

Pietro se quitó la camiseta, y seguía chupando, alternándose las vergas gordas, negras y grandes, se quitaron todo y se sentaron en el mueble.

Pietro también se quitó toda la ropa, dejando ver su piel clara y blanca.

Pierre dijo que se de la vuelta y se acercó para abrirle las nalgas, se prendió al ver el ano rosado de Pietro, quiso ser el primero en chuparlo.

Pierre se levantó de su lugar, e hizo que Pietro se arrodille para seguir mamando las vergas de sus amigos, para que el jefe en su tras comience a chuparle el culo al muchacho.

Pietro chupaba la verga de Claude quien con sus manos hizo presión en la cabeza del chico para que se la comiera hasta el fondo, al principio se resistió luego fue cediendo, logrando el cometido, tras una fuerte arcada, la pinga del haitiano traspaso su garganta quitándole la respiración hinchándole las venas de la frente al muchacho.

Pierre por su lado disfrutaba cada centímetro de su ano, no solo lo lamia, sino que también restregaba su rostro en todo su trasero, la situación era muy morbosa.

Leandre, hizo lo mismo que Claude, forzó a Pietro a que se comiera todos sus 26 cm, lográndolo con mucho esfuerzo, la piel blanca del chico se tornó roja.

Pierre y Pietro quedaron de rodillas frente a frente y se besaron, el jefe comía toda la boca del muchacho como si no hubiera un mañana.

_ Te ves tan lindo sin barba – dijo Pierre.

Claude lo levantó y lo besó también así mismo Leandre no perdió oportunidad, todos se turnada para besarlo. Mientras uno lo besaba en la boca, otro le besaba el torso, y otro las nalgas y así hasta que no quedó ninguna parte de su cuerpo por besar.

Pietro se sentía tan excitado que su verga botaba grandes cantidades de líquido preseminal.

_ Ponte en 4 te la vamos a meter – dijo Pierre.

Antes Pietro de su mochila sacó los condones y lubricante.

El jefe se rio.

_ Nosotros no usamos nada de eso – dijo.

_ Pero…

_ Shhh, tú solo ponte en 4 – dijo guiándolo al mueble.

Pietro hizo caso al ponerse en 4, Leandre y Claude se turnaron para chuparle el culo y lubricarlo con bastante saliva.

Pierre se colocó en su tras y puso la cabeza de su pene en el ano de Pietro y presionó, la chupada de culo había sido tan buena que el glande entró haciendo que el chico gritara levemente de placer.

_ Se nota que a tu culo le gusta la verga, mira nada más como se la come – dijo Pierre.

Pietro no hacía nada más que gemir, el hombre se la metía despacio, pero sin parar, Claude se subió al mueble y se sentó en el respaldar metiéndole la verga en la boca del muchacho ahogando sus gemidos, Leandre le besaba el cuello y la cara.

Pierre comenzó a arremeter contra el culo de Pietro, sus bolas se balanceaban de un lado a otro, la pinga se sentía como un pedazo de hierro caliente que entraba y salía sin parar.

_ Que buen putito eres – decía Pierre.

Pietro no decía nada porque su boca era ocupada por la verga de Leandre esta vez.

Claude hacía que arqueara bien la cintura.

El jefe le dio el turno a Claude, que ansioso comenzó a clavar a Pietro.

_ Ohhh que rico – dijo.

Claude comenzó a follarlo con un poco más de fuerza y Pietro comenzó a quejarse un poco más.

_ Ay, Ay, Ay, ouuu – decía.

Los demás se reían al escuchar como Pietro pujaba y se quejaba.

Luego tocó el turno de Leandre que siendo un poco más brusco se la metió de una sola estocada, Pietro se quejó y quiso librarse, pero los demás no lo dejaron, el hombre siguió clavándosela por un buen rato.

La verga de Leandre era la que más le dolía, pero el hacia todo su esfuerzo para aguantar.

El pene de Pietro que estaba parado se comenzó a desinflar.

Luego de un rato por fin se detuvieron, Pietro respiraba por fin.

Le ordenaron que se acueste de costado en el sofá, puso su cabeza en el regazo de chupándole el pene a Leandre y Pierre levantándole una pierna le metió la verga.

Los movimientos perfectos de Pierre hicieron que la verga de Pietro se volviera a parar, Claude tomó una de las manos del chico e hizo que lo masturbara mientras esperaba con ansias su turno otra vez.

Y así se turnaron, agarrándolo en todas las poses, Pietro gritaba de dolor y pedía un descanso pero no hacían caso, se habían vuelto locos con el chico.

Lo tenían de perrito con las nalgas bien paradas, Leandre se la clavaba rápidamente.

_ Ay, Ay, duele – decía Pietro.

_ Aguántate de ya llevas buen monto pagado – decía Pierre.

Pietro intentó separarse, pero Claude no lo dejo, lo jalo fuertemente de la cintura y lo penetraba con más fuerza haciendo que el muchacho se retorciera buscando una forma que ya no le doliera, solo cuando el activo se cansó lo soltó.

Claude se acostó en la alfombra e hicieron que Pietro se sentara encima de él, luego Pierre en su tras, el chico se asustó.

Pero cuando quiso reaccionar Pierre ya se la estaba metiendo.

_ Más vale que te relajes o te va a doler más.

Pietro se intentó relajar y sentía como su esfínter se dilataba más pero le dolía un poco, está vez fueron más delicados y se movían a un ritmo moderado, tanto que volvieron a excitar al muchacho y su pene volvió a erectarse.

Los negros disfrutaban uno por uno el culo blanco de Pietro y este después del dolor que había experimentado comenzó a agarrarle gusto al sexo fuerte brutal pues su pene se mantenía erecto.

Esta vez era él quien pedía más fuerte, los negros lo complacieron, uno a uno lo clavaba piernas al hombro, al mismo tiempo que chupaba las otras dos vergas.

El sudor de los tres negros que estaban en su encima se acumuló en su pecho.

Luego se acostó boca abajo y uno por uno empezó a eyacular dejando su semen en el ano, primero Claude, luego Pierre, y finalmente Leandre.

Sin embargó sus vergas aun seguían semi erectas, y nuevamente Pietro se puso en cuatro para que lo penetraran, al hacerlo los haitianos batieron toda la leche que tenía dentro formando una especie de pasta blanca.

Pasaron horas desde que comenzaron a follar, cuando ya todos estaban cansados, Pietro se arrodilló ante ellos, volviendo a chupar su verga que esta vez estaba con el sabor del semen batido, y los cuatro al mismo tiempo empezaron a correrse, Pietro en el suelo largó grandes cantidades de semen acumulado en sus bolas, y los negros en su cara, manchándola por completo, y mezclándose con el sudor que caía de su frente.

Pietro jadeaba y su cuerpo estaba rojo por completo.


Martha se encontraba en el hospital ansiosa y con mucho miedo.

_ ¿Por qué tan nerviosa Martha? – preguntó Cesar.

Martha no se percató que su suegro llegaba y tomó por sorpresa la pregunta.

_ No estoy nerviosa, estoy preocupada, Cesar.

_ ¿segura?

_ A que viene todo esto?

_ Porque se me hace muy raro que tu no siendo muy allegada a Alicia, estés muy nerviosa y hasta llorosa.

_ Pero es una persona, y no puedo evitar sentir por ella y su familia.

_ O acaso no será que tú la empujaste contra ese auto.


Justo aquel día del accidente, yo iba llegando segundos antes, pero me detuve aun estando un poco lejos y vi como mis dos nueras forcejeaban, y luego Martha la arrojó contra el primer auto que vio.

_ Que cosa dices Cesar?

_ Te vi Martha.

_ Fue un accidente estábamos forcejeando y..

_ La arrojaste contra el primer auto que cruzo.

Martha se vio descubierta.

_ Por qué lo hiciste Martha?

_ No se que estás hablando Cesar, yo..

_ Ah no, entonces que es esto.

Yo le enseñé el video que grabé en el preciso instante que Martha arroja a Alicia.

_ Dime por qué la arrojaste o te denuncio con la policía.

_ No te diré una mierda, así que lárgate.

_ Bien tú lo buscaste.

Me di media vuelta para irme.

_ Se tu sucio secreto.

Me volteé para encararla.

_ Que cosa dices?

_ Que lo sé todo Cesar. Los niños, la casa de campo, tus hijos, tus nietos, todo.

No supe que decir.

_ Solo tomé a Martha fuertemente del brazo y la jalé a rastras al estacionamiento.


Llegaba de comprar un café para Martha y vi que mi padre, jalaba del brazo a Martha. Fui rápidamente a detenerlo.

_ Que tienes con mi mujer papá?

Martha lloraba.

_ Lo sabe todo – dijo él.

Se me revolvió el estómago con solo escuchar.

_ A que te refieres con todo.

_ Aquí no podemos hablar, vamos a tu casa que está más cerca – dijo mi padre.

Seguía jalando a Martha, pero lo detuve, fuimos al estacionamiento del hospital y mi subimos al auto de mi padre, él manejo hasta mi casa.

Al llegar bajamos y al percatarnos que no había nadie comenzamos a hablar.


_ Ahora sí, dinos que sabes maldita sea – gritaba Cesar eufórico.

Martha no hizo caso y se fue de la presencia de los hombres.

_ Martha maldita sea, que cosa sabes? – decía Luis siguiéndola.

Fue y regresó del almacén con una caja que estaba muy bien escondida y sacó varios cd, poniéndolos a reproducir en una computadora.

Luis y Cesar se miraron.

_ ¿Cómo obtuviste estos videos Martha? – interrogó Cesar gritándole.

Martha no respondía.

Cesar irritado se acercó y le dio una cachetada.

Luis se interpuso.

_ A mi no me pones una mano maldito cerdo asqueroso, violador – le gritó Martha.

Luis intentó poner en calma a su mujer, hablándole más suave.

_ Martha por favor, dinos como obtuviste esos videos.

_ Los tenía Samara, el día que murió.

_ ¿Tú la mataste? – preguntó mi padre.

_ No, un día anterior a que ella muriera, me llamó y dijo que había descubierto algo horrible, al día siguiente en la casa de campo nos vimos en la colina, me enseño todo y yo intente hacerla entrar en razón porque quería denunciarlo, forcejeamos, pero ella tropezó y cayó.

Martha le entregó la cámara de video que grabo lo que dijo Martha, avalándola.

_ Y Alicia casualmente vio un cd con un nuevo video donde están varios de ustedes – dijo ella.

_ Video? ¿Pero cómo? Preguntó Luis.

_ Encontré un cd hace una semana, no sé de dónde salió, lo vi y olvide de sacarlo que la computadora, cuando Alicia vino se le ocurrió utilizarla para enviar unos mails y lo vio todo, yo intente detenerla, pero forcejeamos y sin pensarlo la arrojé al auto.

Luis no podía creer que el secreto que tantos años había guardado ahora estaba al descubierto.

_ Así que, si piensas entregarme a la policía Cesar, solo recuerda que te he salvado el pellejo y la carrera dos veces.

Cesar entró en razón.

_ ¿Por qué lo hiciste? – preguntó Cesar.

_ Por mi familia, sé que Luis es un hijo de puta con sus hijos, pero no quería que se vaya a la cárcel.

_ Joder, gracias, Martha – dijo Luis.

_ Si bien es cierto no quise que te vayas a la cárcel, pero tampoco lo hice precisamente por ti Luis, pensé en Pietro, y se que a pesar de lo mal que te has portado con él, te quiere.

_ Gracias de todos modos, y créeme que yo también quiero a mi hijo.

_ Ah si y por eso lo has tratado como basura todo este tiempo?

_ Si Martha, porque no quería hacerle lo que viste en el video.

_Pero al final lo hiciste verdad?

_ No te entiendo?

_ Yo los vi ese día en el almacén teniendo relaciones.

Cesar escuchó lo que dijo Martha y miró a Luis.

_ Tú y tu padre son unos depravados asquerosos.

_Basta Martha, dejemos de eso a un lado, tenemos que pensar en Alicia.

_ No es obvio? Tiene que morir.

_ Pero Martha que dices?

_ Por favor, Luis, tú y tu padre ya son unos delincuentes depravados, asesinar a una persona no les costará nada. ¿Verdad Cesar?

_ Esperemos que Alicia se agrave y muera en el hospital para no tener que llegar a eso – dijo Cesar.

_ Y si se recupera?

_ Yo me encargaré, destruyan esas pruebas.


Después de la cogida que me dieron los negros haitianos la deuda estaba saldada, me dejaron en el lugar que me recogió Pierre, luego cogí mi moto, y manejé a casa, aun con la cola adolorida por la follada brutal que me dieron.

Al entrar encontré a mi madre, mi abuelo y mi papá, bastante tensos.


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