EL secreto de mis hijos última parte

Gloria por fin acepta que el amor de sus hijos es el más puro que hay, pero al mismo tiempo sus sentimientos por Álvaro regresan. Entonces solo queda algo por hacer. Decir la verdad de los sentimientos de la mujer y quedar en manos de su novio si acepta o no dicha relación incestuosa.

EL SECRETO DE MIS HIJOS

ULTIMA PARTE

_ TITI TITI TITI

Era el sonido del despertador, eran las 5.30 de la madrugada cuando me levanté de mi cama, sobre ella estaban mis dos hijos completamente desnudos (creo que no hace falta decir que la noche anterior y tal como fue el día antes, habíamos hecho el amor y desde ahora ellos dormían a mi lado). Me incorporé muy despacio, me coloqué una bata de dormir, cogí mi portátil y me dirigí a la mesa, a digitar mi carta de renuncia que iba a llevar horas más tarde a la oficina, de manera especial, presentársela a Álvaro, anunciándole que no solo me retiraba de la compañía, sino también de su vida entera.

Mientras el portátil cargaba los programas, en ese momento encendí mi móvil y como me lo esperaba encontré muchas llamadas y mensajes de audio que Álvaro, me había enviado hacía un día atrás. De todos los mensajes que leí, hubo uno que, si me impactó demasiado, este decía:

Gloria, no sé porque tomaste esa decisión tan radical, después de todas las promesas que nos hicimos, no entiendo porque de la noche a la mañana terminas nuestro compromiso. Recuerda que me presentaste a tu familia, pasé la humillación de que tu hijo me agrediera y encima me dejaste tirado en la mesa, porque fuiste a buscarlos. Yo no me opongo a que como madre te entregues a ellos, sé que jamás voy a competir contra tus hijos, pero por lo menos, exijo una explicación a esta medida que estás tomando. Y si los chicos te lo pidieron en un momento de ira, yo puedo ir y conversar sobre mis intenciones que tengo contigo. Pero por favor, te exijo una explicación. Yo estuve contigo en los momentos que más necesitabas a alguien y no merezco este trato. Y sobre tu renuncia, no la voy a aceptar. Espero pronto me respondas.

Álvaro

Cuando leí el mensaje, en ese instante algunas lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas. En el fondo la misiva tenía razón. Álvaro no se merecía que le haga esto, no era justo que después de un año de haber compartido conmigo nuestras soledades, nuestros cuerpos, nuestro trabajo, ahora lo termine así de pronto, y todo porque llegó una pasión mil veces mejor que la que él me daba. Por un instante dude de presentar mi renuncia y mientras estaba en esa encrucijada, me hija se me acercó, me dio un beso y me dijo

_ ¿Cómo estás mi amor, mi mamá adorada?

_ Yo bien cariño (respondo a su beso) aquí a punto de digitar mi carta de renuncia.

_ Mamá ¿por qué estas llorando?

_ No hija por nada.

Daniela me conocía muy bien, sabía que en el fondo estaba triste y por más que tratase de ocultárselo, conocía muy bien mis asuntos. Entonces le enseñé el mensaje que me había enviado mi ex, y ella al leerlo, pensó por unos instantes, hasta que sentenció.

_ Creo que, en el fondo, él se merece una explicación mamá

_ Si hijita tienes razón. Hoy se la daré

_ Mamá, recuerda que cualquier decisión que tú tomes, yo la voy a respetar. Después de todo, ya sabes cuales son mis sentimientos y las de Pool, por ti.

_ Si cariño, lo sé.

La plática había terminado y, de todos modos, escribí mi renuncia, la imprimí, coloqué en un folder ejecutivo y después de dejar el desayuno para ellos me dirigí a la empresa. Una vez al llegar, y ocupar mi escritorio, Maximina (mi practicante de oficina) me avisó que Álvaro me estaba esperando en la gerencia principal. Me acerqué y fue cuando comenzó toda la recriminación.

_ ¿Por qué Gloria? ¿Por qué terminas nuestra relación?

_ Escucha, este no es el lugar ni el momento preciso, para conversar de este tema.

_ No. Quiero una explicación y ahora mismo.

_ ¡Cálmate! Te pueden escuchar.

_ No me importa. Solo quiero que me digas porque terminas nuestro compromiso.

_ Si vas a estar así, mejor me salgo.

_ Detente Gloria.

_ Antes que nada toma esto. (le doy el documento)

_ ¿Qué es esto?

_ Mi carta de renuncia. Lo nuestro ha terminado y no es justo que siga laborando aquí. Y sobre lo otro de conversar, cuando te calmes, hablaremos. Adiós.

_ Gloria por favor ¡¡No te vayas!!

Salí de la oficina sin decir ni una sola palabra. Una vez fuera, me subí a mi auto, y comencé el regreso a mi casa. Sin embargo, mi celular no dejaba de sonar (ya saben de quien hablo), así que decidí bloquear el número y regresar a casa. Por la tarde mis hijos me invitaron a almorzar y les platiqué lo que había pasado con él. Luego de comer, me pidieron que les espere en la noche, que me darían una sorpresa por el mal momento.

Mientras iba en el carro manejando venia pensando en lo propuesto por ellos y ahora con un poco más de claridad, pensé en que tal vez ambos quisieran hacer algo para que yo más me olvidará de la situación vivida con Álvaro. Llegué a mi casa y esperé que llegase la noche y como a la hora prevista los dos llegaron trayendo una botella de vino blanco.

Los esperé puesto un babydoll un poco erótico que tenía ahí guardado, (bueno pensaba estrenarlo con Álvaro cuando conviviésemos) y me quedaba un poco apretado ya que hacía tiempo que no lo usaba, pero creyendo que me hacía ver más sexy, pues esta ropa resaltaba mis pechos que tanto le gustaban a los dos.

Estaba echada en la cama cuando los dos se me acercaron y me dieron un abrazo, acercando sus bocas y sus cabezas entre mi cuello y mis pechos, los besaba con mucha pasión y les dije:

_ Háganme suya por favor. Háganme la mujer más feliz del mundo.

Me empezaron a agarrar mis tetas, me las descubrieron, luego empezaron a chuparlas muy rico, como ya estábamos los tres desnudos, yo les agarré el pene ya erecto y a la vez el coño ya lubricado de mi Daniela. Empecé a masturbarlos suavemente, mientras ellos se comían las bocas sin cansancio. Luego dirigieron sus labios a mi cara y me comían ahora a mí a besos, mientras yo les seguía masturbando y después dirigieron sus manos en mi vagina y me empezaron a masturbar, al poco tiempo se separaron, mi hijo se puso encima de mí, nos besamos otra vez, sentí su pene encima de mi vientre y ella se ponía encima de mi oca y me enseñaba esa hermosa vagina, a la cual comencé a comer como una poseída. como iba bajando mi lengua hasta tocar su vulva, y entonces me detuve y le pedí a mi hijo que me haga suya nuevamente.

Sin más otro pedido, Pool introdujo su rico pene en mi vagina, no pude decirle nada porque sentí una gran emoción de entre placer y dolor conforme iba entrando, y si a esto sumo el sexo oral y la corrida de jugos de mi hija, ya no podía más de tanto gemido y arrechura, es decir, sentir un coño y una pinga al mismo tiempo, era algo indescriptible y tenía menos de una semana, con ello, pero ya era suficiente para vivir en el néctar del pecado. Después de las primeras penetraciones me tranquilice un poco más y pensé en disfrutar un poco la pinga de mi hijo adentro para después decirle que se quitara, pero no me dio oportunidad, seguía metiéndomela unas pocas veces más y luego eyaculó adentro. Mi hija se acercó y comenzó a lamer e semen que aún quedaba en el pene de su hermano, mientras él me jalaba hacia sus labios morenos y otra vez a devorar mi boca ya colorada por sus ósculos.

Sentí una gran preocupación, pero también un gran placer ya que además de sentir su semen caliente adentro de mí, sentí como su pene tenía unas pulsaciones rítmicas muy muy ricas que me hicieron llegar al orgasmo, (la verdad Álvaro duraba bastante tiempo, pero mi hijo lo hacía mejor) lo abracé muy fuertemente y empecé a gritar que lo amaba, que no había probado algo igual y más cosas. Luego empecé a sentir como escurría su semen, me pregunto que, si no me iba a limpiar, le dije que no, que dormiría así con sus hijos adentro de mí, pero que mañana debería ir por la pastilla del día siguiente.

Pero ahora Daniela quería sentir a su hermano, por ello se echó en la cama y abrió sus piernas poco a poco y ahora era Pool el que le comía la vulva con todo y dientes, mientras yo me acercaba y seguía lamiendo su pene que poco a poco fue recuperando su dureza. Una vez listo, ayuda colocárselo en su vagina de mi hija y ella dio un grito como nunca lo había escuchado.

Ella cogió el pene que se había salido y lo llevó con suavidad en la entrada de su vagina y comenzó a metérsela despacito, yo apenas le podía ver su boca como se mordía sus labios ya que se retorcía de dolor y placer. Pool se movía muy bruscamente dentro de ella, mientras gritaba de placer y yo con mi hijo nos comíamos la boca a montones de besos. Duramos, así como 30 minutos y nada más se había introducido la mitad de su pinga y ella estaba muy excitada y sin pensarlo cogí su cadera con mis manos le moví su cintura y sin pensarlo ayudé a introducírsela más sobre el coño de su hermana.

De repente vi como ella comienza a moverse más rápidamente y mi hijo retira su pene desesperado y empiece a masturbarse Daniela me jala de la cara y en cuestión de segundos, mi hijo dispara una gran cantidad de semen en nuestros rostros, pesé a que menos de una hora, me había llenado la vagina con su semilla. Entre las dos nos besamos y luego los tres nos fuimos a la ducha, para después ver una película e irnos a dormir, completamente desnudos.

Pasaron cerca de tres semanas y en casa la relación entre nosotros era de viento en popa. Sin embargo, no les miento hubo ocasiones que cuando estaba sola, recordaba mucho a Álvaro, y sobre todo me sentía miserable el no haber podido darle una explicación. Entonces esa mañana, mi ex asistente Maximina me llamó diciéndome que mi liquidación ya estaba lista y que solo debía ir a firmar los documentos necesarios y así poder cobrar mi cheque.

Al llegar a la gerencia, observé que la mayoría de mis compañeros me miraban con una seriedad, pero bien especial, y entonces fue cuando lo vi a él, a la cual estaba irreconocible. Tenía la cara pálida, ojeras, se había dejado crecer la barba y el bigote y parecía no haberse mudado de ropa, por lo menos algunos días. Verlo en esa situación paupérrima y más el fastidio de los ex compañeros, solo me hicieron denotar que yo era la culpable de dicha situación. Por ello me le acerqué y le dije que quería hablar con él, al día siguiente por la noche en la cafetería donde íbamos después de trabajar. Cuando escuchó esto Álvaro volvió a sonreír y le exigí que mejorará su aspecto.

En casa no les dije nada a mis hijos, y tal promesa emitida, fui al día siguiente a la cafetería donde siempre frecuentábamos. Él estaba muy elegante, ya aseado y con un rostro más sereno. Nos saludamos y empezamos a conversar sobre lo nuestro y porqué decidí terminar todo. Fue entonces cuando le confesé sobre la relación incestuosa con mis hijos y como ellos ahora eran mis amantes en la cama y que el placer que me daban era incluso superior que al que me dieron mi ex marido y ahora él.

Cuando Álvaro escuchó esto, no podía creerlo, me dijo que tal vez esto se trataba de una broma, pero al ver la seriedad de mi rostro, que no fiaba bromas, comprendió que era verdad lo que le decía. Se quedó mudo por unos instantes y al ver que ya todo estaba aclarado, me levanté para retirarme, pero él me pidió quedarme un poco más, que me tenía que decir algo muy serio

Gloria no puedo creer lo que me cuentas, pero si esa es tu decisión de tener una vida incestuosa con tus hijos no me opongo, es más quiero que sepas que te amo tanto y que por ti estoy dispuesto a aceptar esta vida que estás llevando, solo te pido que vuelvas conmigo, si tú no quieres que volvamos a tener más sexo lo aceptó, pero por favor no te vayas de mi lado Gloria por favor. ERES LA MUJER DE MI VIDA y tú lo sabes mejor que nadie.

No podía creer lo que me estaba diciendo. ¿Estaba dispuesto a vivir conmigo, sabiendo que yo era la mujer de sus futuros hijastros? En realidad, tanto me amaba, que incluso renunciaba a ser hombre, solo porqué quería estar conmigo. Nuevamente las ideas se me confundieron y quise salir corriendo, pero Álvaro me tomó de la mano, me abrazó y no pude resistirme y le di un beso, luego de eso, le pedí que me llevase a su departamento. No hace falta explicar que después de casi mes y medio, nuevamente me hiso su mujer y nuevamente disfrute de su hercúleo cuerpo y de su gran miembro que durante un año me dejaban muy satisfecha cada noche.

Por la noche regresé a la casa y mi sorpresa fue que los encontré a ellos desnudos y haciendo el amor, decidí no molestarlos y me subí a la habitación de él, para descansar. Por la mañana, los reuní y les conté lo que había pasado con Álvaro, que había vuelto a hacer el amor con él, y sobre su deseo de que nos reconciliáramos, a cambio de que me dejase seguir viviendo mi romance con ellos.

Mis dos hijos me miraron y se marcharon sin decir nada. Con ese silencio comprendí que no iban a aceptar dicha idea, y entonces decidí romper definitivamente todo lazo con Álvaro, aunque me doliera en el alma, pero por la noche ellos volvieron y me preguntaron:

_ Mamá dinos la verdad ¿tú aun lo quieres?

_ Chicos ustedes saben que él me apoyó durante mi divorcio y tuve una linda pre convivencia con él, por ello creí que era conveniente hablar y aclarar todo.

_ ¿Lo quieres o no?

_ Si mis amores. Lo quiero, pero eso ya no importa ahora.

_ Mamá lo hemos hablado y hemos decidido …

_ ¿qué chicos?

_ Que, si él te quiere y está dispuesto a que tú seas nuestra amante, aceptamos que retomes tu compromiso con él. Después de todo eres primero nuestra madre antes que nuestra mujer y siempre veremos tu felicidad.

Cuando escuché esas palabras, la lagrimas me ganaron y los abracé con todo el amor del mundo. Luego llamé a Álvaro y le pedí que venga a mi casa, que mis hijos querían hablar con él. No se hizo de rogar y en menos de una hora ya estaba con nosotros.

Cuando llegó les presenté formalmente a mis hijos, pero ahora como un amigo. Luego nos pusimos a brindar y tras conocer la verdad entre nostros, Álvaro confesó que aceptaba cualquier decisión que yo tomase para con ellos. En medio de la plática, Jean Pool me jaló hacia él y Daniela se acercó a besarme, así los tres comenzábamos a comernos la boca, mientras ahora mi amigo, nos observaba atento y sin mover como se dice ni un músculo.

Álvaro observó como mi hijo se puso a mí y me abraza por detrás, mientras que mi hija me abrase por delante. Él no dice nada, pero al ver como ellos me besas suavemente en la boca, lo noto muy asombrado como yo respondo a ese beso. él al momento se la comienza a sobar, por encima de su pantalón.

Yo me dejaba hacer lo que ellos querían, mientras Álvaro seguía tocándosela un rato, para luego bajarse el cierre de su pantalón y salir disparado su pene que, si bien no estaba erecto, pero se veía algo ya duro.

Luego Daniela desabrochaba mi blusa, con sus manos, mientras Pool seguía restregándome su tronco sobre mi culo, encima de mi falda. Yo que estaba muy excitada me dejé hacer todo esto, hasta que sentí que mi sostén salía de mi pecho, dejándome desnuda de medio arriba.

_ ¡¡Oh mama que tetas tan lindas tienes!!

Y al momento, ella comenzó a chupármelas como si fuera una verdadera glotona. Devoraba mis pezones bien erectos, mientras que yo empezaba a quejarme de dolor, mi hijo solo me callaba con sus besos ardientes.

Álvaro seguía tocándose su pene ya totalmente fuera de su pantalón y se había quitado el saco completo junto a la camisa. Pronto mi hijo me bajó la falda, retirando mi braga, y dejándome desnuda, ante la mirada de nuestro invitado. Me comenzó a comer mis nalgas, e incluso lamió mi ano.

_ ¡¡Oh hijo, ayyyyyy, no por favor, mmmmmm !!

Era evidente que yo estaba entregada, pero yo estaba decidida a entregarme a la pasión del momento. Pronto él me cargó en brazos y me llevó hasta nuestro dormitorio, mientras Daniela se quitaba sus ropas de a pocos y me mostraba sus pecho también redonditos y bien perfectos. Mientras Álvaro quien aún no se había sacado el pantalón, nos observaba con una atención indescriptible. Luego mi hija se le acercó e increíblemente con la aprobación de la mirada de mi hijo, comenzó a chupar su pene ya erecto, mi ex, ahora amigo, sólo se dejaba entregar al placer que le daba las mamadas mi hija, mientras Pool hizo lo mismo y arrastró mi boca a su pinga, a la cual, junto con mi hija, comenzamos a chupar sin parar semejantes penes que nos llenaba de placer.

Ambos mantenían unas erecciones de campeonato, y observando a mi hija y a la vez yo, nos mostramos ansiosas y excitadas, Pool también observaba muy excitado la forma en que Álvaro le estaba follando la boca a mi hija. Lo que, si era notorio, era que ambas disfrutaríamos ambas pingas.

Luego de eso, Pool me colocó sobre el sofá, totalmente desnuda, ya que mi hija se le había adelantado es desnudarme y él también ya estaba sin ropa alguna, como al mismo tiempo Álvaro termino por desnudarse totalmente. Luego le dijo a mi hijo:

_ Me permites que le folle la boca a Gloria

_ Adelante.

Sin hacerse de rogar la invitación, acercó su pene a mi boca y comencé a chupar el mástil de Álvaro como una poseída, mientras Daniela hacía lo mismo con la pinga de su hermano, Los dos gemían como dos toros bravos, observando a sus hembras lo excitada que estaban, sin necesidad de recurrir a Yombina y otro estimulante.

Finalmente, el momento de la verdad había llegado. Ambas dejamos de lamer esos penes y entonces, mi hijo se acercó a mí, comenzó a comer mi vagina ya recontra humedecida, mientras mis jugos bañaban la cara de mi amante, y por supuesto la otra putita de mi hija, no se quedaba atrás con mi ex novio. Mi hijo me habría totalmente mis piernas y luego comenzó a metérmela de un golpe, a la cual me arrancó un gemido atroz, pero parecía no interesarle, ya que empezó la bombeaba a toda velocidad. Por momentos me la dejaba clavada bien adentro, contemplando como me tenía bien clavada,  mirándolo con cara de auténtica lujuria, jadiaba, gemía , suspiraba, y mientras le abrazaba sus nalgas con mis piernas, para que la penetración fuera más profunda.

Y por supuesto en simultaneo podía escuchar como Álvaro la estaba cogiendo a mi hija, ya que no solo se escuchaba el contacto de sus sexos humedecidos, también los gritos de mi hija, que eran colmados con los besos que le daba su amante de turno. Ambas no tardamos en tener nuestro primer orgasmo y a estos le siguieron dos más, casi seguidos (Y para colmo ellos dos parecían competir, quien era mejor penetrador que el otro).  Yo ya estaba agotada y entregada, mientras mi hijo aún mantenía una erección fogosa, hasta que, de un momento a otro, estaba acelerando las embestidas, podía que iba a eyacular dentro de mí.

_ ¡¡Oh si ya me viene!!

Me decía, mientras observaba como tensaba su cuerpo y se dejaba ir dentro de mi ser. A esto se sumó que Alvaró comenzaba a penetrar a cuatro patas a mi hija y ella seguía en sus MMMMM, AUHHHH, SI, SÍ SIGUE POR FAVOR. El muy descarado no solo se la estaba cachando, sino que se estaba también corriendo dentro de mi hija. Ambos se corrieron al mismo tiempo, algo que me dejó sorprendida, ya que pensé que solo mi hijo, tenía ese dote, pero me equivoqué. Era evidente que ambos hombres eran unos auténticos sementales.

Nos quedamos en la sala, abrazados uno al otro, ni dijimos nada por el momento y contemplé que la noche parecía no avanzar rápido, hasta que me levanté por un vaso de agua, pero observé que Daniela aun quería más y se acercó a su hermano lo tomó de la mano, y lo sentó a su lado y vi con total asombro que comenzó a coger ambas pingas, para ponerlas duras al mismo tiempo, (que golosa era mi hija me decía para mí)  Después de un rato ambos ya estaban al palo y ella comenzó a comencé ambos penes, mientras que los dos lo disfrutaban, yo me empezaba de nuevo a correr mis jugos, mirando tan rica escena.

Sus resultados dieron frutos ya que ambos en menos de 15 minutos ya estaban de nuevo erectos. Se acercaron hasta ella, mi hijo le separa sus piernas, y acerca su pinga hasta su raja, y su mástil entró en la cavidad sexual como una espada, mientras el pene de Álvaro permanecía en su boca, lamiéndolo como un helado de verano.

_ ¡¡OH SI VAMOS, CACHENME SIN PARAR POR FAVOR!!

Mi hijo comenzó un mete y saca tremendo, bombeándola sin piedad. Ella solo lamía la pinga de Álvaro, pero como en la sala había dos espejos muy grandes, era lógico que disfrutaba verse a través de ellos, siendo cogida por ambos sementales, lo que enceló más a ellos, que comenzaron a penetrarla con gran fuerza, logrando sacarle otro orgasmo. Aun así, continúo bombeándola, hasta que vi que el otro, se acercó y colocó su mástil sobre su culo de mi hija, quien, al sentir los dos penes, como chocaban con su culo y boca, gritaba como una poseída y me di cuenta de que se estaba llegando a un extremo bien grande, fue entonces cuando intervine ya totalmente excitada y les dije.

-          Y PARA MÍ, NO HABRÁ PINGA

Por la expresión de sus caras me percaté que esperaban que les dijera eso. Ambos dejaron a mi hija libre, y luego a la fuerza me empujaron hacia ellos, luego me agacharon para que les lama ambas herramientas y yo quien estaba muy arrecha, después de haber visto como a mi princesa ya la tenían bien cogida, era mi turno. Después de unos minutos, en dónde ellos parecían controlar su líquido seminal en sus testículos, Pool me dijo

_ ¿Estás lista mamá?

_ Si cabrón, estoy lista

Entonces me incorporó y mi hijo se sienta en el sofá principal y de pronto de un tirón me la mete de nuevo en la vagina ya humedecida de tantos jugos que tenía, por lo que al momento de metérmela no sentí tanto dolor. Me cabalgaba sin piedad, mientras Álvaro se acomodó un pie en el mueble y de un tirón me metió su pinga en mi culo. Yo gritaba como una poseída sintiendo esos dos mástiles perforándome ambos huecos sin piedad.

Ambos me seguían poseyéndome como unos endemoniados, mientras mi hija se frotaba el clítoris con sus dedos y me los pasaba por mi boca. Seguían clavándome una y otra vez sus enormes pingas, y encima viendo a mi hija desnuda y masturbarse, esto se mejoró cuando se acercó a besarme en la boca. Mis orgasmos no se hicieron esperar y ya no podía aguantar tanto placer, hasta que sentí que me decían que estaban a punto de venirse, me hicieron un lado (sentí un vacío bien notorio en mi vagina y mi culito) y comenzaron a decir.

_ ¡¡AHHHHHHHHHHHHHH!! ¡¡TOMEN ESTO!!

Y mi hija y yo nos acomodamos, y comenzamos a recibir una doble descarga de leche caliente en nuestras bocas y caras. Después de algunos segundos, las dos comenzamos a lamer esos penes hasta dejarlos limpios y por supuesto, entre nosotras mismas. Luego de ello las dos nos fuimos al baño a ducharnos mientras ellos desnudos comenzaban a conversar. Al volver Jean Pool tomó a Daniela, la besó le dijo algo al oído y luego se fueron a su habitación de él, mientras me decían.

_ Que la pasen bien los dos. Hasta mañana

Comprendí el mensaje que me estaban diciendo, entonces Álvaro se me acercó, me dio un beso, me tomó de la mano y me llevó a mi habitación. Esta vez me hizo suya nuevamente, mientras de arriba se escuchaba los gemidos de esos dos que parecían no cansarse de tener sexo, bueno de todos modos, yo también al igual que mi ex marido, éramos máquinas de follar, y nuestros genes lo heredaron.

Al día siguiente Álvaro se fue muy temprano y regresó cerca de las nueve de la mañana, dónde nos invitó a tomar desayuno fuera, en un sitio muy bonito. Una vez allí comenzó a conversar lo que sería nuestra vida de ahora en adelante y como se manejarían las cosas a futuro. Después el resto del día, cada uno en sus labores, hasta la noche que vino, y nuevamente entre los cuatro tuvimos relaciones sexuales.

Desde ese día las cosas cambiaron en la casa y en nuestras vidas. Durante el día yo estaba con mis hijos y nos entregábamos al amor, al sexo y por las noches me iba al departamento de Álvaro y ya saben lo que me hacía a solas. Cinco meses después Álvaro me pidió matrimonio y mis hijos aceptaron que me vuelva a casar. La ceremonia se realizó con mucha privacidad y luego de ello me fui casi una semana de luna de miel con mi ahora esposo, por unas playas muy bonitas al norte de nuestro país. Al regresar Álvaro les dijo a mis hijos que su departamento, se lo obsequiaba a ellos, mientras él ahora se instalaba en la casa. Y así comenzaba nuestra vida. Durante el día mis hijos eran mis amantes y por las noches, era la mujer de mi esposo, al igual que mi misma rutina la compartía mi pequeña.

Ha pasado el tiempo y hasta ahora seguimos en nuestra vida incestuosa familiar. Y a todo esto, Gerardo el papá de ellos, aun los sigue visitando y en una ocasión, me preguntó cómo fue que los chicos aceptaron que me vuelva a casar, solo le respondí que a nadie contaría el secreto de mis hijos.