EL SAUNA y VAPOR del GIMNASIO

La mano de Juan se miraba grande, robusta; de dedos largos y gruesos y el pene de su nieto quedaba sobrando de entre su palma para afuera como una pulgada extra además de su glande grande y colorado.

EL  SAUNA y VAPOR del GIMNASIO

Fernando, mi vecino; llegó una tarde de fin de semana en que no estaba haciendo otra cosa que conectado al internet y chateando a lo bruto con quien sabe que personaje, posiblemente alguien en Turquía ó talvez mi vecino.

Yo estaba súper excitado, por lo cachondo de lo que contábamos en el chat; tenía ya como una hora de estar en eso y en ese instante, la puerta de mi cuarto se abre de un solo y Fernando entra de lo más alegre para decirme, que su padre le había dado de regalo de vacaciones y por buenas notas, una matrícula a un gimnasio muy bueno de aquí de Tegucigalpa y que como era una matrícula colectiva que se compraba en su trabajo, me dijo que podía invitar a otra persona que pudiera acompañarle, para que así; no estuviera solo haciendo pesas y demás.

La invitación me la estaba haciendo a mí, Yo acepté; pero primero lo comentaría con mi padre porque estaba ayudando en el taller y me había puesto un horario completo durante mis vacaciones.

Me dijo Fernando, que podíamos ir antes del trabajo o después del trabajo mío; el gimnasio abre muy temprano dijo, pero también cierra muy tarde, porque allí va mucho ejecutivo que después de sus trabajos hacen algo de ejercicio para botar el estrés del día.

OK, dije a todo eso; me parece estupendo.

Inmediatamente, el Fernando se puso a mi par para revisar las instalaciones del gimnasio; entramos a la página y era un mega edificio, para empezar, todo era puro lujo y todo de última generación, además era una de esas cadenas de gimnasios de que estés en el país que te encuentres, encontraras uno.

Nos pusimos muy entusiasmados y como era temprano aún, decidimos ir en ese mismo instante para estrenar la suscripción.

Fernando no había pensado en ir tan de inmediato, más bien parecía que el premio me lo habían dado a mí y no a él,  le presté una calzoneta y un traje de baño para que fuéramos a la piscina también; de hecho al ser favorecido por mi amigo al invitarme a acompañarlo, sí me había ganado un premio también.

Al llegar al gimnasio nos fuimos directo al área de pesas, un instructor se nos acercó y luego de la presentación nos indicó que las pesas no podían ser utilizadas en el primer día ya que podríamos tener lesiones por esfuerzo repentino, nos indicó que hiciéramos natación, aeróbicos y también que entráramos al sauna y al vapor.

Pues así fue, primero nos dirigimos a la piscina, está en un área techada y los vestidores al par, muy limpio todo, Yo comencé a desnudarme a la par de Fernando y al quedar en bóxers pude apreciar el cuerpo de Fernando y el mío reflejado en el espejo.

Fernando tenía un cuerpo más bien delgado, un poco fibrado por las pesas de cemento hechas en casa por su padre; quien siempre ha practicado muchos deportes y dice que él era como su hijo de delgado y ahora tiene un cuerpo muy bien definido.

Las piernas de Fernando eran sumamente peludas, tenía unas piernas con buenas pantorrillas y sus nalgas eran bien paraditas, unas caderas un poco amplias, al bajarse el bóxer pude apreciar que los pelos no solo cubrían sus piernas y axilas, también cubrían por completo sus nalgas y no era una capa fina, era una capa bien gruesa y tupida que venía a formar una especie de pantalón completo con todo y pechera.

Realmente a Fernando no lo había visto nunca desnudo, bueno del todo;  hasta ese momento, la verdad es que me estaba impresionando.

Que peludo más hermoso que tengo por amigo me dije Yo mismo, ha de haber sido por lo tímido que él era; realmente hasta se sonrojó cuando le dije de lo peludas que eran sus nalgas.

Yo tenía lo mío pero no de esa forma.

Era un oso completo o más bien un osezno, lo digo por la edad, con todo ese pelaje; no pude contenerme y le di una sonora palmada en la nalga, fue rico sentir el pelaje en la palma de mi mano, Fernando solo sonrió a mi gesto.

Baya capa de pelos que te cargas, con todo ese pelo has de pesar un chingo ya mojado. Jajajajjajaa

Pues mira Fabricio, la neta es que no lo noto, pero cuando comenzaban a salir sí que me picaba un chingo.

Jajajajajaj aj ajajajajajajaa

Vale que me corto un poco el pueblo (pelvis) porque la paloma ni se me vería.

Si verdad, es que no puedo depilarme porque se vería muy feo, cada vez que puedo me lo recorto un poco.

Te diré Fabricio; me da algo de pena que me vean el trasero así de peludo como lo tengo.

No pana, nunca te había visto así; bueno, todo en pelotas, pero la neta es que se ve bien; pareces un oso todo cubierto de pelos…

Vez, por eso me da pena que me vean, por la concha Fabricio; me baja la moral que vean lo peludo que tengo las nalgas y el culo.

Ya enfundados en los bañadores nos dirigimos a la piscina y antes de entrar el salvavidas nos indicó que para el uso de la piscina se utilizan solo traje de baño tipo speedo y que por hoy por ser nuevos nos permitirían los tipos calzoneta corta.

Dimos las gracias respectivas y vimos que el mismo salvavidas estaba con uno de esos bañadores tipo speedo y realmente se veía muy bien.

En realidad, algunos 5 chavalos de diferentes edades nadaban y todos los usaban y estaban muy bien; el cuerpo se lucía más.

Nosotros nadamos, en el área onda de la piscina y jugamos como una hora, luego decidimos ir al sauna, ni Fernando ni Yo habíamos estado en una sauna antes; en las pelis había visto una vez que otra cuando entraban los tipos allí.

Cuando nos dirigíamos al sauna directo de la piscina, uno de los chavales entrenadores que habíamos observado en el piso de pesas también entró y como nosotros parecía que traíamos un rotulo en la cara de decía: “NUEVO”, el chaval de más o menos nuestra estatura y de unos 20 años nos dijo que para el sauna y el vapor teníamos que usar las mantas que nos habían entregado y ponerlas como él la estaba usando.

Yo soy un poco torpe para eso de enrollados y de más, tomé la punta de la tela y la sujete con mi mano, el resto como quedara.

Fernando la dobló muy meticulosamente y le quedó como una mini falda muy graciosa y Yo me reí de él, todo un machín con faldita y esas piernotas todas peludas, jajajajaj aj ajajajajajja

De respuesta recibí un puñetazo en el hombro que me quito la risa de la boca y dije muy suavecito, ya, ta bueno; ….. pero que te ves gracioso, lo estas…. Jajajajja

Y entrando rápidamente al Vapor pudimos sentir como la bocanada de vapor de agua pegaba en nuestras caras y la puerta de vidrio se cerraba a nuestras espaldas, no se miraba nada.

Un aroma fuerte a menta inundó mi nariz, era una sensación de ahogo muy rara; sentí la necesidad de respirar más despacio, mis ojos poco a poco se fueron acostumbrando a la blanca penumbra de la habitación, escuchaba un par de voces hablando bajo al fondo del vapor; pegado atrás y a un lado de mi, casi rosando mi raja podía sentir como una protuberancia blanda pero consistente estaba rozando mi nalga, era la verga de Fernando que estaba pegado como lapa a mí.

Fernando con el puño cerrado estaba como apuntando a mi espalda baja, su pié lo sentía rozando mi talón con la su punta y su pecho izquierdo, como lo abultado de su verga; que estaba flácida bajo la tela de su taparrabo se pegaban a mí.

Esa era una situación muy extraña pero deliciosa, nunca me había sentido así, hasta podía sentir como si era Yo el que guiaba a Fernando en un mundo totalmente desconocido por ambos y que Yo era el valiente.

A medida estábamos allí, a mi derecha descubrí la gradería libre de azulejos que se sentían calientitos por el vapor.

Subí a la gradería y me ubique en la segunda arriba, Fernando me siguió; rápidamente mi vista descubrió que las voces venían de un chaval joven y un hombre mayor que se presentaron con nosotros.

Hola, Yo soy Juan y este es mi nieto Cecilio; ustedes son nuevos a esta hora o es la primera vez que vienen? Dijo Juan.

Pues es la primera vez que venimos dijo Fernando, se nota verdad?

No, replicó Juan; es que a esta hora del día, bueno; al gym los que venimos casi nos conocemos todos, como este es un gimnasio privado se sabe cuando entra alguien nuevo, o viene alguien nuevo de otra ciudad.

Sí, dijo Fernando; a mí, mi padre me regaló una inscripción doble y he invitado a mi amigo Fabricio que es como mi hermano.

Los Felicito dijo Juan, a su edad es buenísimo ejercitarse ya que de esta forma se desarrollan los músculos y la agilidad tanto del cuerpo como de la mente.

Yo me salgo dijo Juan, esto está un poco fuerte y ya rato estoy, asumo que tu sales ó te quedas Cecilio? Tú acabas de entrar.

Me quedo abue,

Así que el Cecilio se quedó con nosotros en el Vapor, le preguntamos que hace cuanto venía y muchos detalles, el chaval nos respondió de todo y que venía hacía un par de meses con su padre y su abuelo, que él tiene 16 y que al venir de un colegio del extranjero está como de vacaciones porque aquí las clases ya terminan en unos y en otros falta por comenzar más de medio año.

Sin decir esta ropa va, Cecilio se levanta de su puesto sin el taparrabo y mostrándose sin pudor ante nosotros se colocó debajo de un grifo que no había notado, que es de agua fría; que abrió de un solo para darse un duchazo rápido allí mismo dentro del vapor y al terminar hizo un sonido como aaaaaahhhhhhhh de satisfacción.

Nosotros, nos quedamos viendo como se desenvolvía con toda naturalidad Cecilio desnudo allí dentro del vapor.

Yo no lo había dicho, pero me sentía un poco cohibido al andar con ese taparrabo que sentía ridículo, pero desnudo frente a desconocidos, mmmmm quien sabe.

Cecilio, nos dijo que era bien rico ese cambio de agua fría y el vapor caliente; pruébenlo, les va a gustar.

La verdad ya teníamos como 4 minutos allí y se me antojó, me quité la tela del taparrabo e imité lo de Cecilio, como iba a ser posible que un mocoso menor que Yo me ganara en valentía frente a extraños y además, el único extraño allí adentro era el mismo Cecilio y ya había mostrado todo lo que tenía o más o menos porque el vapor no dejaba ver casi nada.

Mis ojos ya estaban muy bien acostumbrados, ya pude ver la habitación mejor; sumado a que los vapores van disminuyendo y aumentando a ratos automáticamente; en lo que los vapores bajaron pude ver que Cecilio tenía sus piernas abiertas y una la tenía arriba a la altura donde él estaba sentado y la otra abajo, de su entrepierna no asomaba pelos desde mi punto de vista, pero eso sí, su par de bolas y su pedazo de carne era mucho más grande que la de muchos chavales a sus dulces 16, incluyéndome a mí.

Fernando, se levantó pero con su taparrabo anudado; según él ocultando sus vergüenzas con ese pedazo de tela que ya mojado, dejaba a la vista de todos; todo lo que hay debajo.

Desde mi punto de vista, Fernando me mostraba sus ricas y peludas nalgas, bien apretaditas por el lienzo y por delante al voltearse bajo el chorro de agua fría se podía notar el trozo de carne colgando como péndulo, moviéndose al compas de un par de hermosas pelotas que se adivinaban detrás.

No hice comentario para que no se sintiera cohibido, Cecilio salió y dijo que iría a la ducha y luego a descansar un rato a las potronas, que debiéramos hacer lo mismo y luego volver a entrar o entrar al sauna.

Ambos lo seguimos, primero a las duchas, eran unas duchas separadas pero sin puertas, uno si pasaba al frente; podía ver perfectamente a quien estaba duchándose y viceversa.

Allí fue cuando pude notar que el tal Cecilio no solo tenía la pija y las bolas grandes, él era muy grande también.

Si hasta creo que nos llevaba unos centímetros arriba.

Pude notar que sus nalgas eran un poco más claras que el resto de su cuerpo que estaba de un color bronceado suave y sus músculos comenzaban a asomar en desproporción de lo bien desarrollados que tenía los genitales.

Fernando entró a un cubículo y Yo al otro, vi cuando Fernando se quitó su taparrabos y exponía sus ricas nalgas peluditas como peluchito y que ganas me dieron de tocarlas.

Fue una ducha rápida y anudando las telas a la cintura nos fuimos a las bancas a descansar, eran dos hileras de bancas que estaban unas frente a las otras, un grupo de hombres mayores estaba conversando y tomando unos cocteles y refrescos; entre ellos el abuelo de Cecilio y nosotros nos sentamos los tres en el otro extremo y al fondo donde la tv tenía mtv y allí nos agrupamos.

Un camarero se acercó a preguntar si querríamos algo a lo que Cecilio pidió un refresco y nos preguntó: ¿Qué van a tomar ustedes? A lo que agregó: Yo invito.

Y pedimos refrescos igual a él.

Frente a nosotros estaba un tipo de treinta y tantos, con cara de pocos amigos.

Del grupo de hombres mayores, se levantó un señor de unos cuarenta y le dijo a Cecilio que él iba a la piscina y luego a pesas.

Cecilio dijo: Papá, este es Fernando y Fabricio; son nuevos en el gym, hoy entraron.

A mucho Gusto mi nombre es Juan Carlos y soy el padre de Cecilio, hay los dejo; si quieren tomar algo pídanlo y que lo anoten a mi cuenta.

¿Y qué, entramos al sauna ahora? Dijo Cecilio

Ok, dijimos ambos, no habíamos terminado nuestros refrescos y Cecilio indicó que podíamos llevarlos, así fue.-  Primero un regaderazo dijo el chico, luego entramos; este es más diferente o ¿Ya han entrado?

NO, dijimos ambos.

Realmente nos agradaba este chavalo, su cara era de un baby face, cuerpo de hombre con cara de niño, bueno; edad de niño también.

Sus nalguitas no eran muy pronunciadas pero nada feas, se apreciaban suave ya que a medida caminábamos note que la tela del taparrabos se había quedado un poco suspendida en uno de sus cachetes y se notaba muy suave y sin bellos corporales.

Al entrar al sauna, habían otro grupo de hombres, unos jóvenes como nosotros, otros más maduros.

Algunos estaban totalmente desnudos, hablaban de negocios, hijos y de sus amantes sobre todo.

Se paraban, otros salían, entraban, como a los 3 minutos de estar allí solo quedábamos unos 5, entre ellos el Juan, el abuelo de Cecilio y estaba de pié, completamente desnudo y pude observar que la verga a Cecilio le venía de familia.

Su abuelo era un tipo que calzaba grande y eso que estaba en reposo, Juan era peludo como Fernando, Cecilio era lampiño como su padre.

Allí, Cecilio se desnudo también y pude ver que en verdad aquel chaval no tenía ni un solo pelo en el pubis y al levantar sus brazos para acomodar su cabello note que sus axilas estaban limpias de vellosidades también.

Cecilio o se depilaba, o era un lampiño completo.

El encontrarme con tales pensamientos me llamó la atención, nunca antes había estado tan atento al cuerpo de otro tipo que no fuera de mi familia.

Bueno, ni del cuerpo de Fernando me había percatado y eso que éramos amigos de años.

Estaba como saliendo a un mundo nuevo, observando cosas en las que no me detenía a pensar si quiera.

Es cierto me dije, he tenido la experiencia con los chicos del taller…. ¿Pero…?

Esto es diferente.

Fernando, estaba en las bancas del otro costado y entre sus piernas adivinaba el glande de su verga.

Yo imitando a Juan y a Cecilio me quite el taparrabos y le dije a Fernando que se lo quitara y este no quería a lo que agregué: Lo que pasa Juan es que le da vergüenza que le vean las nalgas peludas, jajajajjajajajajaja

Juan, en una pose de hombre mayor como tal; se dirigió a Fernando diciendo: Mira muchacho, Yo soy peludo al igual que tu, también tenía vergüenza de ser tan peludo, me he fijado y tú no tienes pelos en la espalda como Yo, mira!!!!

El señor se volteó y todos pudimos ver que en verdad tenía pelos hasta en la espalda, en las nalgas no digamos y allí aproveché Yo a agregar, si mira Fernando; Juan al igual que tu tienen pelos en las nalgas también.

Sí hombre, no tengas pena; fíjate que pasa lo contrario, la familia del papá de Cecilio y su mismo padre Juan Carlos son lampiños de naturaleza, no les sale pelo excepto en la cabeza, en la de arriba me refiero y se carcajeo de lo lindo, JAJAJAJAJAJAJAJAJA AJAJAJ JA AAAAJAJAJAJAJAJAJ AJAJ AJA

No, ya en serio, a Juan Carlos; la primera vez que venimos le daba pena que lo viera desnudo por no tener nada de pelos, mira a Cecilio, cuando vino aquí el primer día estaba igual y la neta es que es hasta mejor, menos calor y ni modo; los que tenemos más nos aguantamos al igual a los que tienen menos.

Este chaval ya está comenzando en su desarrollo, ABUELO dijo Cecilio, tranquilo chico; ellos son hombres y ya pasaron por eso, bueno; en realidad habrán acabado de pasar por eso o me equivoco.

No, si nosotros terminamos de desarrollar hace poco en realidad.

Ya ves hijo, tú que estabas preocupado y estos galanes están en las mismas tuyas.

A ver Fernando, muéstranos cuál es tu problema de pelos.

Fernando muy seriecito se paró, se quitó su taparrabos y se volteó; mostró sus nalguitas bien ricas y paraditas, luego en un gesto como de infante volteó a vernos por sobre el hombro y dijo:  ¿Se ven horribles verdad?

Juan, muy serio le dijo, no papi, mira; tú tienes un par de nalguitas bien bonitas, paraditas y estirando una mano tocó uno de los glúteos de Fernando y agregó: bien duritas como se aprecian, así que preocúpate cuando estés de mi edad y no hayas hecho ejercicio para que las tengas como las mías, anda tócalas y Juan se volteó frente a todos ofreciendo su trasero peludo para que Fernando lo tocara, Fernando tocó una y luego la otra nalga y afirmó con un sonido y un movimiento de cabeza.

Ok, dijo Juan; aquí no ha pasado nada, ya viste que todos tenemos nuestras dudas, aquí el amigo Fabricio no ha dicho nada, pero al parecer no tiene dudas de su cuerpo.

Bueno, no todo es así dije Yo; me parece que mi pene es muy pequeño y poco grueso.

Juan se rió nuevamente y todos a su par, Yo, era el único que no reía y al ver que no paraban agregué: Figuense que hasta Cecilio que es menor que Yo lo tiene más grande, mucho más grande.

Juan, ni corto ni perezoso estiró su mano y tomó el pene de su nieto con suavidad, como sopesándolo y estirándolo un poco.

La mano de Juan se miraba grande, robusta; de dedos largos y gruesos y el pene de su nieto quedaba sobrando de entre su palma para afuera como una pulgada extra además de su glande grande y colorado.

Cecilio no se movió, se noto un poco nervioso y acto seguido tomó el mío de la misma forma.

Yo estaba paralizado por lo que aquel señor me había hecho, nunca nadie de buenas a primera me había pescado la verga así.

Mira, la de Cecilio solo es un poquito más grande en reposo, mi verga quedada saliendo la cabeza a la mitad de la palma de la mano de Juan y Fernando hasta con la boca abierta.

Todos estábamos desnudos, sentí como la mano de Juan jalaba un poco de mi verga y la sostenía entre sus dedos con delicadeza pero firme.

Pude ver que la verga de Cecilio creció un poquito y que en la mía una pequeña corriente de sangre comenzaba a llenarla.

Juan nos miraba a todos, diciendo: “se fijan como las cosas en ocasiones se miran muchísimo más grandes de lo que son”.

Yo sentí que mi verga me iba a comprometer, ya estaba sintiendo los efectos de esa mano tersa, acolchada y de dedos largos y gruesos, a eso sumado los jalones suaves y placenteros que nos estaba brindando.

Juan, soltó nuestras vergas al mismo tiempo y tanto Cecilio como Yo nos miramos las vergas, ambas vergas estaban morsillonas; era una sensación un poco rara.

Yo estaba avergonzado por haber sufrido una semi erección frente a mis amigos.

Juan, como un sabedor de todo al par nuestro nos dijo; tranquilos chavales, es normal que si alguien te coge la pija y la jala, se te quiera parar.

Nos puso sus manos en nuestros hombros y viendo la verga de Fernando que había crecido también le dijo a Fernando: Tú no tienes que sentir vergüenza tampoco, mírame a mí; Yo también soy humano, soy hombre y la verga también se me quiso parar, o es que estos dos no son una belleza de hombres pues y hay que ver que par de pijotas se cargan…

Jajajajjaja

Eso nos relajó y el momento de intimidad y reconocimiento propio para cada uno nos volcó a platicar abiertamente del tema.

Parecía que todos se hubieran esfumado del gimnasio, nadie entraba en la sauna y solo estábamos nosotros, el calor estaba rico, más bien bajito y eso nos sirvió para que aguantáramos no se cuanto tiempo dentro, a ratos nuestras pijas comenzaban a crecer por lo que estábamos hablando, luego la del otro bajaba y a ratos las cuatro en plena fiesta… eso fue grandioso; una verdadera charla de hombres.

Juan, no nos volvió a tocar a ninguno, pero todo era pura camaradería; nos mirábamos las vergas y comparábamos colores, grosor, forma del glande, posición de los huevos y cosas así.

Cecilio y Yo que éramos los lampiños del grupo, hubo un momento que mostramos nuestros culitos lampiño y casi lampiño en mi caso y Juan y Fernando nos mostraron sus culos peludo y súper peludo.

Salimos los cuatro sin colocarnos las telas esas, directo a la ducha.

Luego de eso nos tumbamos un rato en las potronas a descansar y en vez de anudarnos la tela alrededor de la cintura, solo la colocamos como al descuido sobre nuestras vergas.

¿Alguien quiere tomar algo? dijo Cecilio, lo que tu gustes dije Yo, Fernando igual y su abuelo se levantó, vamos le dijo a su nieto y a medio paso encontraron a un empleado y le pidieron todo, Juan se despidió de nosotros; no dijo a donde iba.

El empleado nos trajo unas bebidas, algunos churros (bocadillos) como decimos nosotros los hondureños y viendo mtv nuevamente pasamos el rato; esta vez fue Fernando el que dijo que deberíamos meternos al vapor de nuevo.

Un solo salto fue necesario para salir los tres en fila india hacia el vapor, los tres íbamos desnudos completamente, las telas que hacían de taparrabos iban en nuestras manos para ponerlas en las calientes lozas del vapor.

Entramos y solo estaba un tipo de unos 25 o poco más, tenía la cabeza rapada al ras, su cuerpo lucia las horas de gimnasio, su piel tenía una serie de tatuajes muy llamativos; de esos tatuajes que llaman tribales,  estaba acostado en la manta que tenía debajo y una pierna recogida no permitía ver su pene.

Nos sentamos uno al par del otro con Cecilio en la parte superior, las telas las estiramos y Fernando decidió colocarse en el nivel inferior; estaba debajo de nosotros y en medio, se volteaba a cada rato para charlar, al parecer le resultaba incomodo estar así puesto que se levantó y quedó a nuestro nivel ya parado.

Se notaba ese pelambre en todo su cuerpo, por el vapor se le pegaba y lo hacía lucir muy sensual, su pene se movía como péndulo a cada movimiento suyo, el tipo que estaba allí se sentó en su sitio y pudimos ver todos que su pene estaba como morcillón; él no se inmutó para nada, tenía sus piernas abiertas y su riata a medio levantar, se veía pesada y gruesa.

Pude notar que los tres lo habíamos visto cuando se sentó y que sostuvimos la mirada en  el objeto que tenía entre sus piernas, sus manos recorrían todo su dorso y su cabeza, en eso estaba Yo viéndole cuando se levantó y pudimos apreciar que en verdad si estaba a medio levantar, se colocó debajo de la regadera dando la espalda a Fernando y abrió la llave, el agua salpicó a Fernando que pegó un pequeño salto y el tipo se disculpó con él.

Fernando le dijo que no había problema, que se sentía bien el agua, que ya la necesitaba él mismo.

¿Si quieres la dejo abierta ahora que termino?, ok dijo Fernando que ahora nos daba la espalda a Cecilio y a mí, sus nalgas paraditas y todas recubiertas de pelos eran una visión.

Cecilio, rió por lo bajo y me señaló con un movimiento de cabeza y de boca el trasero de mi amigo.

El tipo que estaba con nosotros, vio el gesto de Cecilio y se sonrió, nos dijo: “ustedes son malos”, ¿Qué, Cómo? Dijo Fernando; no nada le dijo el tipo como respuesta.

Fernando no había escuchado bien y no sabía a qué se refería el tipo con esa frase.

Pues que aquí nos estamos riendo de tu trasero peludo le dije a Fernando, jajjajaja

MMMM ya quisieran tener un trasero así de lindo y se dio él mismo una nalgada como en son de reto.

Ufff dijo Cecilio, a Fernando solo había que soltarle la cuña un poquito, está hecho un brabucón completo…  ufff

Sí verdad, dije Yo; este cuate ya no le tiene pena a nada.

Penudo (de pene grande)  querrás decir… y se tomó la verga y la estiró haciendo verla muy, pero muy grande.

A papo, dijo el tipo allí, si así andamos y él también se estiró su pene y sí que se veía el inmenso tamaño.

Yo solo atiné a reír con ganas al igual que Cecilio.

El Fernando en cambio se atrevió a enfrentarnos con el culito al aire, nos mostraba el culito peludo y hasta se abrió él mismo los cachetes para que pudiéramos ver completa la raja y el agujerito del ano.

Que por cierto, se veía muy rico.

Cuidado amigo, le dije; mira que esta se despierta rapidito….jajajajajjajajajaja  el otro tipo se rió de nosotros y dijo: “Ustedes son pícaros…” jajajaja  mira que enseñarse las nalgas así y tan peludas que las tiene este cuate.

Yo mejor me voy dijo el tipo, peligroso se me para.

Y Salió, al pasar al lado de Fernando, le palmeó el culo como si nada y Fernando se asustó y luego todos reímos de la ocurrencia.

Al igual que Fernando, Cecilio comenzó a mostrarnos el culito que al par del otro peludo; se veía muy blanco y rosadito al centro del ano.

Yo por instinto me agarre la paloma y la froté en ambos culitos, diré que la sensación de los pelos de Fernando y la carne limpia y lampiña de Cecilio, eran muy distintas pero sabrosas.

La verga en verdad se me puso tiesa y en plan de juego le arrimé el glande a cada uno en ese culito apretadito que tienen ambos y lo depositaba allí unos segundos y luego hacía presión como queriendo metérselos pero estos brincaban, pero se volvían a colocar en posición.

En eso estábamos cuando vimos a través de la puerta de vidrio que estaba empañada de vapor que venía alguien.

Los tres nos sentamos y con las telas nos tapamos ya que todos teníamos una considerable erección y fue en ese momento que pude observar la verga de Cecilio, era una verga inusualmente larga y gruesa, no sé cómo es que se le veía como si no fuera a alcanzar ese tamaño.

La verga de Cecilio aunque no quisiera, se veía grande aún estando tapada con él esa tela que al estar mojada se transparentaba algo.

Por otra parte, Fernando tenía lo suyo también; se le asomaba un poco debajo de todo y eso que sus manos la presionaban para abajo y tapaban una buena parte.

Yo estaba abobado viéndolos que ni me percaté que quien entró fue uno de los señores que estaban en el grupo de las sillas reclinables para descanso.

El señor, saludo al entrar y todos respondimos e instintivamente él se fue a sentar al frente nuestro para nuestra desgracia, me gustó ver la cara de ese señor cuando levanta la vista y mira que los tres estábamos con la verga bien parada; era imposible ocultarlo.

Era un tipo de un poco más de cuarenta y su mano por un auto reflejo se fue a su propia verga y la apretó un poco, asumí que le gustó lo que vio; para provocarlo un poco más, abrí un poco las piernas de tal forma que la verga mía fuera más notoria.

Sus ojos se fueron hacia mi pija de inmediato y su propia verga de un solo creció y eso lo pudimos notar todos.

Era una pija muy chiquita, cabía en la mano del tipo perfectamente.

No se ocultó para nada y comenzó a sobarse, no hizo intento de tocarnos, solo nos miraba directo a los rabos; Yo recogí mi pierna derecha a la altura de donde estaba sentado y de esta forma expuse completamente mi rabo bien parado.

El tipo estaba como embobado viendo a tres chavales guapos como nosotros, todos pajeándose frente a él.

No pasaron ni 5 minutos, cuando el tipo comenzó a lanzar chorros de semen al suelo, daban como a un metro de distancia; quedando en el pasillo entre nosotros y él.

Tras haber acabado, se enrolló su taparrabos y salió casi corriendo, nosotros nos anudamos los taparrabos también y salimos del vapor, cuidando que no se notaran tanto las pijas paradas.

Fuimos a los baños para refrescarnos, estuvimos un rato largo esperando que las erecciones bajaran y luego nos tumbamos a descansar.

Esa idea del gimnasio estaba muy bien, me estaba gustando.

Cecilio y nosotros ya éramos grandes amigos, hasta pajeandonos juntos y hasta con público.

Jajajjaja aja jajaja

Me reía Yo solo y Fernando me dice: “Y este loco, riéndose solo”

No maje, es que estaba acordándome de ese señor en el vapor…

Ufff, eso estuvo fuerte me respondió.

Pero Yo me quede con ganas de seguir jugando dijo Cecilio

Pero hay que tener cuidado, nos puede encontrar alguien; será que uno vigila mientras dos juegan dije Yo.

Y nos volvimos a meter al vapor, no había nadie dentro y las telas cayeron al suelo tras entrar, Fernando estaba parado junto a la puerta y Yo jalé a Cecilio a la par pero subiendo una pierna en las gradas.

Que rico ver a esos dos tan diferentes y sabrosos ambos, uno peludo completamente y el otro súper lampiño; mi verga ya había respondido a un par de toques de mi mano y a eso sumado el hecho de querer puntear a mis dos amigos.

Comencé punteando a Cecilio, que sabroso tocar sus nalguitas duritas y virgo, mi pene tenía un poco de precúm en la punta y me estaba ayudando al deslizarlo por esa raja y cuando punteaba el culito fruncido de Cecilio estiré mi otra mano y toque la peluda nalga de Fernando, este se volteó a verme, nunca creí que estaríamos haciendo este tipo de cosas con Fernando y ahora con nuestro nuevo amigo Cecilio.

Al empujar la puntita en ese culito virgo, podía sentir un cosquilleo que corría desde la punta de mi verga, hasta los pelos de la cabeza; es sabroso estar haciendo picardías con tus amigos y en un lugar público como es un gimnasio.

Le empujaba el glande solo hasta que la mitad entraba en su ano y podía sentir la presión de su esfínter, luego allí mismo donde estaba Fernando me le arrimé y pude hacerle lo mismo, ahora por instinto tocaba el trasero de Cecilio mientras punteaba a Fernando, en eso Cecilio se me acercó por detrás y me estaba punteando a mí.

Que rico trencito teníamos allí, estuvimos jugando así un rato, en lo que sacaba la punta de mi verga del trasero de Fernando, podía sentir como la cabecita de la verga de Cecilio me hurgaba el trasero.

Se sentía delicioso, en esas estaba cuando empuje más fuerte hacia atrás y pude sentir como el glande completo de la verga de Cecilio me estaba entrando por completo, hice un gruñido del dolor y placer que me estaba invadiendo las entrañas.

Me afirmé en el cuerpo de Fernando y más fuerte apretaba hacia atrás y sentirme penetrado por aquel chaval.

Fernando volteó a ver qué ocurría y me vio como me estaba ensartando Yo solo, me besó y abrazó al tiempo que tocaba mis nalgas y las separaba más para ver como ese trozo blanco y grueso de carne me perforaba.

Él mismo se volteó nuevamente y agarrando mi verga se la colocó en su agujerito y se fue empalando al mismo ritmo mío.

Ese tren del amor era riquísimo, era mi primer sándwich sexual.

Qué sabroso es ser penetrado al mismo tiempo que se está penetrando a otro.

El calor era sofocante pero durante un par de minutos más seguimos con ese mete y saca frenético, rebosando el sudor y el placer, Yo fui el primero en acabar y toda mi corrida la deje en el interior de Fernando que al sentir mis convulsiones y gemidos en su espalda se me escapó y jalando de mi cabeza, hizo que me doblara a mamarle a él la pija.

Ahora estaba con una verga en mi boca y otra en el culo, Cecilio no tardó en llenarme de su lechita el rabo.

Lanzó los primeros trallazos en mi culo y saliéndose de mí, pude sentir como me salpicaba las nalgas y la espalda con el resto de su semen que estaba hirviendo al rozar mi piel.

Cecilio se arrodilló detrás de mí y  dándome un mordisco en cada nalga fue lamiendo su propia corrida, disfrutando de su semen.

Fernando al ver todo esto, comenzó a darme su leche, era densa y agridulce, más dulce que agria, era una cosecha sabrosa.

Disfruté con el semen de Fernando, lo trague por completo e inmediatamente me enderecé y le di a Fernando un beso con los últimos vestigios de su corrida para que se probara él mismo, lo sabroso que sabía su leche.

Alguien venía, nos colocamos en las gradas unos segundos y cuando entró el hombre al vapor, los tres salimos espantados del calor que nos procurábamos.

Un regaderazo y junto con Fernando decidimos que era hora de irnos, nos despedimos de Cecilio que también recibió indicaciones de su abuelo para irse y nos despedimos, no sin antes prometer que al día siguiente nos veríamos a la misma hora y en el mismo sauna y vapor.

Mis amigos, espero que les haya gustado; ya saben que eso de los nombres y lugares varían por razones obvias.

A este relato les he cambiado algunos nombres y omitido otros según me lo indicó uno de los interesados.

No olviden escribir y gracias por sus comentarios a los anteriores.

LUDAVAGI

Joanve09@gmail.com

Hasta la próxima…