El Salvaje - 10

- Mis primas I - Cuando tras mucho pensarlo decido que el follarme a mi prima Begoña no sería muy buena idea, creo que me encuentro en los morros con el otro frente abierto que desconocía y del que me “habló” Joanna

El Salvaje – 10

-  Mis primas I -

Si bien en un principio con mis primas las cosas no fueron muy allá, con Sofía empezaron a mejorar desde el día en que le conté que había visto a su novio con otra, aunque supongo que también ayudo el hecho de saber que ella misma también le había engañado con un compañero de universidad, y nadie se había enterado de nada. Desde ese momento, también mi relación con mi otra prima, Begoña, había ido mejorando, aunque mucho más lentamente que en el caso de Sofía, mas como si fuese a remolque de esta, que por ella misma.

Sobre su grupo de amigos, con Joanna y obviamente, con Trini, también me llevaba bien, especialmente con Joanna. Desde la noche celebre en que me tuvieron bailando sin parar hasta casi matarme de cansancio, con todos ellos mejoro en muchos enteros, especialmente con las chicas, que desde ese instante no me dejaron para nada tranquilo, y no precisamente para tener sexo conmigo, que ojala. El problema que me surgió después de esto con mis primas, ocurrió cuando estas se enteraron de que me estaba follando a su amiga Trini y que en la universidad me veía habitualmente con Joanna, ninguna de ambas cosas les hizo la menor gracia a ninguna de ellas.

Aunque si note una diferencia en ambas, mientras que Sofía permanecía mas o menos pensativa, Begoña por el contrario sí que parecía realmente cabreada en todos los aspectos, al extremo de ser como un elefante en una cacharrería conmigo y con Trini. Pero en espacial cada vez que coincidíamos o simplemente con que alguno mencionase al otro. Además también estaba lo de mi tía, si se llegaban a enterar de eso alguna de las dos, entonces sí que tendría verdaderos problemas con ellas, a todo esto, diré que si bien muchas cosas las comprendía, no es que terminase de entenderlo del todo, que conste.

Por si fuese poco tras mi última conversación con Joanna esta me había soltado en la cara que en realidad, todo el problema de Begoña conmigo es que se moría de ganas de follarme, lo cual era genial del todo. Pensando en todo esto y una vez controlados mis iniciales instintos de facilitarle las cosas, pensé que quizá mi mejor opción será tratar de hablar con Sofía y ver de que ella controlase a su hermana, pues desde luego con esto que dijo Joanna, mi tía quedaba descartada… En medio de todo este caos, reconozco que en realidad lo que de verdad me gustaría hacer, es follarme hasta hartarme a Begoña, pero intuía por todo lo que ya sabía que quizá no fuese ninguna buena idea… lo dicho, para mí era todo un caos.

El viernes de esa semana se anularon mis dos últimas clases, por lo que me marche antes de tiempo a casa, no esperaba encontrarme allí con nadie, y la verdad es que ni me fije, ni mire si lo había. Sabía que tanto Matilde como Kini ya se habrían ido, lo que no sabía es que estaría allí mi prima Sofía pese a ver su coche, algo nada extraño pues la mayoría de las veces ella y Begoña se iban juntas en el mismo… Me fui a mi habitación directamente, me puse unos pantalones cortos y una camiseta, luego me dirigí a la cocina a por algo de beber, pues tenía sed, y al entrar me quede parado junto a la puerta, sorprendido por lo que estaba viendo.

Allí se encontraba mi prima Sofía terminando de beberse lo que parecía un vaso de zumo, lo que me sorprendió de verla allí fue su indumentaria, por toda ropa llevaba un tanga que color blanco, sin sostén, camiseta o cualquier otra prenda, bueno si, llevaba sus zapatillas abiertas de andar por su habitación cuando se iba a acostar, pero nada más. Lo cierto y que puede que no me creáis, es que no reaccione ante su cuerpo desnudo, ni era el primero que veía, ni sería probablemente el último. A ver como os lo explico, digamos que por mi paso por diferentes tribus el ver a una mujer haciendo “algo” en una casa, choza, cabaña o como sea con únicamente una prenda tapándole su sexo, no me resultaba extraño de ver. En esos instantes esas imágenes fueron las que se concentraron en mi mente, manteniendo cualquier relación u observación de carácter sexual lejos de mi cabeza en esos instantes.

Cuando me vio tras terminar de beber, lejos de sobresaltarse, cubrirse o cualquier otro movimiento de los que podríamos denominar como “normal” en esa situación en la civilización occidental, se limitó a darse la vuelta, dejar el vaso dentro del lavavajillas y dirigirse a mi según avanzaba hacia donde me encontraba…

  • Hola primo, que suerte que hayas venido tan pronto, si tienes un minuto me gustaría que vinieses conmigo a mi habitación, quiero hablar contigo… -termino de decir justo al pasar a mi lado.
  • ¿Y no podríamos hablar aquí? –pregunte un poco confuso dándome la vuelta para seguirla con mi mirada.
  • No, me has pillado arreglándome para esta noche, tengo aun que pintarme las uñas de los pies y todo eso, ven a mi habitación… para que hablemos mientras lo hago…
  • Pero…
  • Tranquilo que prometo no tratar de comerte –se rio.
  • De acuerdo, te sigo…

El problema es que ver como el culo de mi prima se movía ante mí, como contoneaba sus caderas, con el modo en que la tanga le quedaba y el cuerpo que se gastaba, poco a poco empezó a hacer mella el cambiar los ojos como hasta ese instante la estaba viendo. Empecé a verla con excesiva rapidez como una mujer preciosa que andaba ante mi medio desnuda y que me llevaba hasta su habitación, que estaba muy buena, sin olvidarnos, de que tardaron también poco en aparecer mis ganas de follármela pese a ser mi prima. El caso es que cuando entre tras ella en su habitación, ya llevaba un más que medio empalme considerable, poco me faltaba para que este fuese total y absoluto. Para colmo, mi prima cuando se sentó en un sillón que tenía para el ordenador, no es que ayudase mucho que dijésemos, pues se colocó de forma que uno de sus pies quedase sobre el asiento, listo para poder pintarse las uñas del mismo tal y como digo, pero en cambio, esa posición dejaba perfectamente a la vista toda su entrepierna, únicamente tapada por la escasa tela de su tanga blanco. La imagen desde luego, en esos momentos, a mis ojos ya había perdido por completo toda su inocencia…

El caso es que tomo la posición, recogió un frasquito con lo que debía de ser el pintauñas pero sin embargo, tras agitarlo simplemente se apoyó sobre su rodilla mientras me miraba fijamente. Espere paciente hasta que decidió empezar a hablar, por mi parte decir que me estaba sorprendiendo un poco el modo en que aquel pequeño trozo de tela blanco situado entre sus piernas atraía mi mirada, me costaba trabajo no fijar mi vista sobre ello, sin mencionar que para el instante en que empezó a hablar ya estaba completamente empalmado…

  • La has liado buena primo, lo sabes, ¿verdad?
  • ¿Con que? –replique tratando de no pillarme las manos.
  • Con que va a ser, con lo de Trini…
  • Pues no sé porque, ninguno de los dos tenemos pareja, que según creo es lo que de verdad traería problemas de enterarse esta. Entiendo que es amiga vuestra y yo soy vuestro primo, pero no veo razón para que os cabreéis por ello.
  • Entiendo que así debería de ser, pero la realidad es que no lo es, por lo general no le suele gustar a casi nadie que la familia se “mezcle” con las amistades, al final eso puede traer problemas si no van bien las cosas…
  • Ya, eso lo puedo entender, pero Trini y yo solo follamos… no somos nada, bueno ella amiga vuestra y yo primo, pero nada más.
  • Mira Iván, a mí me da más o menos igual, pero a Begoña no, y la tienes muy, pero que muy enfadada. Si te vuelve a pillar en una de esas, las cosas se pueden poner muy feas con ella, especialmente para ti, nos estábamos llevando todos genial, por eso quería hablar contigo de esto, para que dejes a nuestras amigas tranquilas…
  • ¿Y no se mosquearía también si entrara aquí ahora mismo? –pregunte, pues no entendía que me advirtiese mientras estaba ante mi casi desnuda.
  • Posiblemente, pero estamos solos y no creo que tu no estés acostumbrado a ver a una mujer con los pechos al aire por lo que has contado de dónde has estado viviendo, ¿o no?
  • Pues no, pero no creo que Begoña lo tomase así… y aquí no creo que sea tampoco normal…
  • Ella no esa aquí, estoy yo y no me importa, de modo… -me miro sorprendida- ¿Qué haces?
  • ¿Yo?, ya lo ves, ponerme también cómodo, tampoco es la primera vez que estoy así ante una mujer en tu situación, y dado lo que has dicho, no creo que te importe, ¿o no?… -replique decidiendo echarle cara.

En cuanto me dijo aquello, por mi mente cruzo una idea que puse en práctica de inmediato. Sin cortarme ni medio pelo me quite la camiseta y de un solo tirón me baje el pantalón corto junto con la ropa interior, quedándome literalmente en pelotas, eso sí, con la polla completamente tiesa apuntando hacia mi prima. El único problema es que para entonces mi polla estaba ya empezando a lubricarse con el líquido preseminal, la posición y como estaba mi prima cada vez me tenía más cachondo. Sofía tenia los pezones completamente erguidos y en la tela blanca de su tanguita se apreciaba una mancha de humedad que parecía estar creciendo a ojos vista…

  • Joder Iván, ya te vale tío… mírate como tienes la polla, te podías cortar un poquito, ¿no? –me medio reprendió sin quitarle ojo a mi pene.
  • No sé porque, estoy casi exactamente como estas tú, mira tus pezones y como tienes de mojado el tanga… Estamos los dos igual de cachondos…
  • Y que pretendes, ¿qué follemos los dos? –pregunto en un tono que pretendió ser sarcástico.
  • Eso tú veras, yo por mi parte ya dije que me gustaría follar contigo pese a ser mi prima, y cada vez más, me pone muy cachondo el hecho de que lo seas… Por eso digo que eres tu quien tiene que decidir si tienes algún problema con ello –replique poniendo mi polla ante ella.

Mientras hablaba me había acercado a mi prima, quedándome justo ante ella, con mi polla cimbreando ante su cara, a escasa distancia de su boca que estaba entreabierta y respiraba por ella como si jadease. Sus ojos de pronto se clavaron en los míos mientras se levantaba a su vez, su cara se acercó a la mía y quedo a escasos centímetros. Vi que con un simple movimiento podría juntar mis labios con los suyos en el acto, de hecho estaba tan pegada que mi polla estaba prisionera entre ambos, con el glande apoyado sobre su estómago y sus pezones clavándose en mi pecho, apenas nos separarían dos centímetros… Entonces Sofía volvió a hablar, pudiendo oler su aliento con un leve aroma a menta y fresas…

  • Pues ahora mismo, creo que eres tu quien decide que pasara… ¿Qué vas a hacer primo?
  • Yo sé que me gustaría hacer –replique mientras la sujetaba por las nalgas apretándola fuerte contra mí, haciéndola sentir por completo mi polla e su estómago-, pero no tengo muy claro si tu querrías o no salvo que este muy claro…
  • Pero está muy mal… -se interrumpió para lamerme los pezones y darle al final un mordisquito en el derecho- que sea la chica quien dé el primer paso… -terminó gimiendo en mi oído como si fuese una gata.
  • Prima eres consciente de que si damos el siguiente paso vamos a terminar follando los dos y no pienso dejar que te eches atrás, ¿verdad? –le susurre al oído.
  • Y tú que si das ese paso, vas a tener que demostrarme porque Trini esta tan salida contigo, y que espero mucho de ti, ¿verdad primo?
  • Eres una caliente primita… -le mordí el lóbulo de la oreja.
  • No, lo que soy es muy puta… me voy a tirar a mi inocente primito… me has puesto más cachonda de lo que nunca haya estado…-jadeo en mi oreja a su vez…
  • Lo primero que voy a hacer es comerte ese coño chorreante que tienes… de puta… -dije al final sin atreverme mucho a ir por ese camino, pero que sin embargo pareció calentar aún más a Sofía, quien sufrió un estremecimiento al escucharme.
  • Cómetele cabrón… venga cerdo… cómeme el chocho… llámame puta, zorra… lo que quieras… pero devórame… haz que me corra…

Decir que terminamos ambos sobre la cama creo que resulta innecesario. Según dije lo de su coño se tiró sobre la cama abriéndose bien de piernas, quitándose en medio de la caída el tanga, que no se ni como no se descuerno, y para terminar, me pidió que se lo comiese extendiendo sus manos hacia mi mientras se me ofrecía completamente impúdica. Ni me lo pensé, metí mi cabeza y puse en el acto mi boca a trabajar, menos de cinco segundos después de haber empezado a lamer, las manos de Sofía se cerraron sobre mi cabeza y por su boca empezaron a salir lindezas, me llamó de todo menos guapo mientras jadeaba, gemía, chillaba o se retorcía…

Estuve un buen rato trabajándole su rajita con mi lengua, con cuidado de no dejar de lado su clítoris mientras que mi dedo índice le perforaba suavemente su coñito, pero en el mismo instante que el segundo dedo se introdujo en su interior parecieron empezar a entrarle las prisas. Tiro de mi pelo con fuerza haciendo que abandonase el trabajo de mi boca sobre su coño. Con voz completamente tomada y entre gemidos, me "ordeno" que lo dejase, que subiese hacia arriba y se la metiese, que quería mi polla dentro de una "puta vez", que estaba demasiado caliente para seguir con esos juegos y quería correrse con mi polla dentro de su coño. En realidad no llegue a hacer nada, se ve que como tardaba mucho en subir, entre otras cosas por entretenerme besándole el estómago, los pechos, etc., se lo debió de tomar por la tremenda pues una vez que estuve ya a su altura cerro sus piernas como cepos sobre mi cintura tomándome por sorpresa, haciéndome luego rotar sobre ella para quedar debajo.

Me gustaría poder decir también que me folle a Sofía, pero sería mentir, la realidad fue que me folló ella a mí. Una vez me tuvo debajo de su cuerpo, me agarro la polla con una mano apuntándola hacia la entrada de su coño, para de seguido dejarse caer sobre ella de golpe, metiéndosela hasta el mando de una sola sentada. Si a ella le debió de doler por el quejido de dolor que emitió, a mí no fue menos, me hizo algo de daño por la brusquedad y el modo en que se la metió. Espero unos segundos a acostumbrarse, después de eso puso sus manos sobre mi pecho, apoyándose en ellas cada vez que se alzaba y volvía a bajar sobre mi polla a la vez que hacia leves rotaciones con su cadera mientras que mis manos jugaban en todo momento con sus erguidos y endurecidos pechos... Todo esto lo realizábamos de forma suave y delicada, hasta un momento dado en que Sofía pareció descontrolarse por completo. Sus caderas empezaron a aumentar el ritmo de su follada, comenzaron a moverse de modo más rápido y brusco, alzándose un poco más cada vez mientras sus manos presionaban más mi pecho para sostenerse.

Llego un instante en que su ritmo de cabalgarme era totalmente frenético, al punto que tuve que abandonar sus pechos para sujetarla por su cintura y evitar que se cayese pues incluso sus manos habían abandonado mi pecho para situarse sobre mis piernas al echarse ella hacia atrás y aumentar aún más el ritmo... En todo este tiempo si bien ella me estaba poniendo a caldo, no es menos cierto que me pidió que hiciese lo mismo, que la tratase en todo momento de puta, zorra, guarra, etc. Confieso que era algo en lo que creo que no fui excesivamente prodigo pese a sus peticiones, pero que por contra lo que yo pensaba, posiblemente fue esa reticencia la que logró que cada vez que un insulto de calibre salía por mi boca ella se excitase a casi el triple.

Sofía alcanzo un orgasmo bastante intenso sobre mí, cayéndose de lado con los ojos prácticamente en blanco, momento que yo aproveche para hacerla tenderse a mi lado y recuperar mi posición sobre ella. En cuanto vi que recuperaba otra vez su "espíritu" pensé en hacer algo que me enseño Esperanza, la amiga de mi tía, o más bien, que una de las últimas veces me surgió casi de casualidad y prácticamente la volvió loca del todo. Situado entre las piernas de Sofía me moví para sujetarla por los tobillos, abriéndola de piernas toda la longitud que me daban los brazos, clavándole de seguido mi polla de nuevo en su coño, diciéndole a la vez que pensaba romperla el coño a base de pollazos hasta conseguir que sangrase por él. El caso es que mientras que la mantenía con las piernas forzadas al máximo, con todos los músculos de sus piernas tensos y tirantes, le pegaba caderazo tras caderazo, metiéndole la polla más profundo de lo que antes la había tenido, por los ruidos de mis pelvis chocando contra ella se podía decir que parecía que de verdad trataba de romperla el chocho.

En la posición que la mantenía además no era capaz de hacer fuerza suficiente con las piernas como para desalojarme de la posición, incluso no era tampoco capaz de agarrarme con las manos, se veía impotente, obligada a sufrir aquel ataque sin poder hacer nada de nada para remediarlo o impedirlo. En un momento dado mi polla chapoteaba en sus jugos cada vez que entraba y salía de su interior, el que le llamase constantemente perra, furcia, golfa, que le pensaba romper el culo luego también, etc., aun le ponían más salvaje, llevándola mas al extremo, gritándome incluso que sí, que le rompiese el chocho, el culo e incluso la boca a pollazos si quería, que era mi puta, mi perra, etc. Al final me corrí en su interior, al sentir mis lecherazo en su interior también ella alcanzo un orgasmo devastador, quedando yo derrengado sobre ella, con sus brazos sobre mis hombros mientras jadeábamos justo al oído del otro por el cansancio. Yo seguía entre sus piernas y ella con ellas flexionadas a cada lado mío, sus labios buscaron los míos en cuanto recupero el resuello...

  • Casi me matas cabrón... me ha faltado poco para que me diese algo cuando has empezado a follarme así... ¡¡¡Pero Dios, ha sido una autentica pasada!!!
  • ¿Entonces estas satisfecha? -jadee aun cansado en su oído.
  • ¿Satisfecha? Si, ya lo creo, pero te aseguro que quiero más de esto mientras andes por aquí -entonces se rio, para añadir de seguido-, con razón Auri estaba así de enfadada con lo de su mad... -se calló en el acto.
  • ¿Qué Auri estaba qué? -alcé la cabeza un poco sobresaltado para mirarla a la vez que preguntaba.
  • No nada, cosas mías... -me sonrió Sofía.
  • De eso nada prima, tu sabes algo y quiero que me lo digas... ¿Auri que? -me eche a un lado medio sentándome, poniéndome muy serio.
  • Joder vale, pero a ella nada de que te lo he dicho, ¿vale? Nada Iván, nada, ¿de acuerdo?
  • Si, está bien, no le diré nada -repliqué.
  • Pues eso, que Auri te vio un día follàndote a su madre en su casa y se le escapo. El único motivo por el que no se ha tirado a por ti como una loba en celo es por eso, por si su madre se enterase de que también ella follaba contigo...  -dijo Sofía como si eso fuese lo más normal del mundo.
  • ¡¡¡Joder, joder, joder!!!, vaya problema, a ver ahora que hago... -dije pasando mis manos por la cabeza preocupado.
  • Pues nada, porque tú no sabes nada, ¿te quedo claro, verdad?
  • Que si joder, que sí, que no se nada. Pero es un problema que sepa lo de su madre... ¡¡Joder!!, como se lo cuente a su padre veras la que se va a liar... -dije verdaderamente preocupado, pues hasta ahí sí que llegaba.
  • Pero que tonterías dices Iván. Joder tío, que no eres el primero que se tira la madre de Auri, que esa es más puta que las gallinas por mucho que parezca doña recatada.
  • Ya, pero es su madre... y su padre...
  • Tío de verdad, no te enteras. Su padre se los pone a su madre tanto o más que está a él, y Auri lo sabe de sobra, ya les ha sorprendido a los dos en más de una ocasión en plena fiesta con otros solo para joderles, y claro, para sacar algo de beneficio de paso. Tu por eso tranquilo, y créeme que si Auri no está follando contigo también es porque estas tirándote a su madre y no le interesa que se complique su vida, sino dudo que solo estuvieses follàndote a Trini. Por cierto, una cosa primo...
  • ¿Sí?
  • No te voy a decir que de esto nada a nadie porque sé que eso lo sabes de sobra, pero te advierto, procura que mi madre no sepa que te estas follando a una de sus amigas, porque podrías tener un problema muy, pero que muy serio con ella. Ándate con cuidado cuando te juntes con la madre de Auri para follar...
  • Ok, vale, así lo hare...
  • Que cabrón, te tienes que estar hinchando a follar, y parecías medio idiota cuando llegaste. Venga vete, que tengo que ducharme para poder arreglarme, además, que Begoña y mi madre tienen que estar ya casi al venir. Pero primo una cosa...
  • Si, dime Sofía...
  • Esto no termina aquí, quiero más... me gusta como follas y me da un morbo que no te digo el hacerlo contigo... primo...
  • Claro prima... cuando quieras, te vuelvo a romper el coñito...
  • Jajajajaja, veremos... ya buscare otro momento para repetir... venga, ahora vete...

Y si, evidentemente me fui de allí con toda mi ropa, lo primero que hice al llegar a mi habitación fue meterme directamente en la ducha, estaba entrando en esta cuando escuche la puerta de la calle de la casa, lo que quería decir que alguien acababa de llegar, y solo podía ser o bien mi prima Begoña, o bien Tía Inés. En cualquier caso entendí que nos había ido de los pelos, apenas hacia tres minutos que había llegado a mi habitación cuando una de las dos había entrado… Me sonreí, pues aunque por poco no la jodemos bien jodida, todo había salido bien, pero que muy bien con mi prima Sofía… y evidentemente opinaba como ella, también yo quería repetir la follada… Empecé a darme cuenta de que con Sofía acababa de abrir el frente que según me dejo caer Joanna tenía pendiente… No pude evitar recordar también aquello que me dijo de “no asustarme… todavía”, y con aquella maldita entonación que me ponía los pelos de punta.

Lo cierto es que el modo en que se comportaban las mujeres “civilizadas” al follar hacia que él hacerlo con ellas me estuviese encantando sobremanera, es que no os hacéis una idea de la diferencia en general de comportamiento con todo lo que yo había conocido hasta el momento… Era casi como de la noche y el día…

CONTINUARA