El sacrificio, merecio la pena
Tras todo el ejercicio realizado durante la noche anterior desperté con una agradable sensación de bienestar
Tras todo el ejercicio realizado durante la noche anterior desperté con una agradable sensación de bienestar en la cama de mis nuevos amigos, yo estaba entre ellos dos, Albert tras de mí y su mujer de cara hacia mí acariciándome el pecho suavemente, y suavemente fue bajando a mí ombligo a mí pubis y de ahí yo esperando me recrearse con mi miembro paso a mi cadera y empezó a masajearla de tal forma que mi pene se puso erecto entonces fue cuando ella se centro en mis testículos y en mi pene, fue entonces cuando reclamó la atención de Albert diciéndole mira Carlitos ya tiene ganas de más fiesta, el sin decir nada me puso la mano sobre la cadera que ella había acariciado hacia breves instantes y comenzó a soplarme suave detrás de la oreja y darme besos en la nuca me preguntó muy suavemente ¿mocito te apetece?, yo asentí con la cabeza, las manos de su mujer me mantenían muy muy caliente, él se dio la vuelta y tomó el tarro que tenía sobre la mesita para comenzar a trabajar mi agujerito con esa crema, introduciendo su dedo cómo adelantado de su pene y en esa postura de costado comenzó a penetrarme yo sentí un ligero escozor pero ningún dolor ya solo placer, mi pene totalmente erecto fue dirigido por su mujer a su vagina formando así conmigo el relleno de un sándwich podría decir que no sabía que me daba más placer si ella por delante o el por detrás, pero para ser sincero el recuerdo más grato es el placer que él me dio por detrás.
Estuvimos así un largo rato sin prisas con muchas caricias y susurros cariñosos al oído hasta que el llego de forma bastante escandalosa, yo tarde aún un poco más, y lo que no tengo claro es si su mujer llegó.
Con mi pene dentro quedamos un ratito tumbados y ya dijo ella, será hora de que nos preparemos para desayunar nos levantamos, nos pusimos las camisolas que estábamos utilizando esos días como atuendo y comenzamos a salir de su caravana en cuanto se empezó a hacer ruido con los cacharros en la cocina montada en el exterior, se abrió la puerta de la auto caravana y comenzaron a salir primero los chicos Pedro el pequeño, andaba raro y el mayor Luí tenía unas ojeras que parecía un zombi detrás salieron mis padres mientras desayunamos intercambiaron comentarios los adultos y desde luego que mis padres no se lo habían pasado nada mal dijeron que en primer lugar mi padre penetro al mayor con el fin de que descargarse y así cuando se pusiese a follar a mi madre tuviese más aguante acto seguido mi padre se dedicó al menor de los hermanos no concretaron el número de penetraciones que disfruto pero por como andaba debieron de ser muchas y fuertes.
Una vez acabamos de desayunar la madre de pablo lo llevó a su caravana después supe que para aplicarle un ungüento que le aliviase sus entrañas.
Mi madre se sentó a mi lado y me preguntó que qué tal lo había pasado, que si me había dolido mucho y yo la dije que la primera vez mucho no, muchísimo pero qué las demás no me dolió nada y cada vez me gustaba más. La mañana paso entre juegos y risas por la playa con los balones, la raquetas..., durante la comida Albert comento que si querían mis padres en la siesta me daría un repaso y que ya estaría listo, pero intervino mi madre y dijo que no que ya casi mejor la siesta la pasaba con ellos.
Yo estaba muy nervioso porque quería con mi padre estar a la altura......
Y hacerlo disfrutar tanto como lo había visto disfrutar con mi amigo el día anterior. Debo de decir que la primera vez con mi padre fue maravillosa la delicadeza que tuvo para conmigo mi madre quitando importancia ah como saliese que lo importante era que yo me había sacrificado por él, pero realmente quedó muy satisfecho. Como yo a mi madre la había dicho qué Alber me untaba con una crema ella después de comer se la había pedido y todo resultó muy bien