El sable de doble filo
Un chico asiste a seciones psicologicas donde le narra al psico toda la historia de la relacion que mantubo con su antigua pareja, hasta que esta decidio tomar otro camino.
"El sable de doble filo"
La historia que estoy a punto de narrar no me sucedió a mi, sino a uno de mis clientes, creyendo que a pasado el tiempo prudente me atrevo a publicar esta historia, tal como en su momento me la narro el, se las narro hoy.
los nombres son cambiados para protección de los involucrados
Estábamos en el mes de febrero, cuando mi secretaria me avisa que un joven ha reservado una cita para la semana próxima, nada fuera de lo común puesto que la costumbre de mi postura como psicoterapeuta era tratar jóvenes en su mayoría con graves trastornos mentales y cosillas típicas de la adolescencia.
Al llegar el siguiente viernes, mi secretaria me avisa de la presencia del joven al que hice pasar de inmediato a mi despacho, su nombre era Carlos Olmos, contaba con diecisiete años de edad y estaba por ingresar a la universidad el año próximo, era de complexión media, ni muy delgado ni mucho menos lo suficiente para considerarse gordo, poseía rasgos finos sin dejar de ser masculinos, una hermosa cabellera rubia y hermosos ojos azules que combinaban con la misma.
Como es mi costumbre comienzo a clasificar desde su forma de dirigirse hasta su forma de hablar. "simplemente, seguro de si mismo" toma asiento en el diván al mismo tiempo que me dirige un gracioso saludo.
bien, mi joven amigo. A que debo el honor de su visita? le pregunto en el tono mas satinado que mi voz es capaz de lograr.-
Pues vera, yo soy homosexual y no tengo ningún complejo sobre eso, mas bien es, sobre el que era mi novio. Es de el quien quiero hablar. dice el joven cerrando elegantemente sus ojos. me asombro alarmantemente el muchacho, no por su revelación pues es de lo mas normal en este época, si no la arrogancia y frialdad con que lo dijo.
Entonces háblame un poco de ti, y luego sobre el, estas de acuerdo? pregunte sutilmente mientras el tomaba una posición mas cómoda en el diván.
Soy hijo único de una pareja de empresarios que pasan la mayor parte de su tiempo en sus respectivos negocios, dejándome solo la mayor parte de tiempo y consintiendo cuanto capricho tengo sin importar de que se trate, desde que tengo memoria e estado solo, pero el siempre estuvo ahí, para mi, no estoy seguro que sea la razón por la que me enamore de el.
Su nombre es Alex a sido mi vecino desde que tengo memoria, y por supuesto mi mejor amigo, un poco mas bajo que yo, bastante delgado y estetico, su cabello es de color cobre y unos inocentes ojos avellanados, es lo que mas me gusta de el. Es súper sociable, tiene muchos amigos y es un excelente deportista. A pesar de tener una figura como de niña posee una fuerza descomunal que conozco de años, soy un año mayor que el por lo que siempre me a seguido, como aquel juego de la infancia sigue al líder.
Durante la secundaria comenzamos a darnos cuenta de nuestra sexualidad y de la existencia del sexo opuesto, los sueños húmedos y todo lo que sucede en la pubertad. Acostumbraba comprar y bajar películas XXX bajo la excusa de ilustrarme sobre el tema, lo cual mis padres concedían, diciendo; siempre que sea para tu educación. Durante esa época me dejaban mas tiempo solo puesto que había madurado y no necesitaba una pilmama, invitaba constantemente a Alex a quedarse en mi casa para no estar solo.
En una ocasión que se quedo a dormir, puse una de esas películas, la mas cachonda que tenia. De forma inocente me pregunto que había puesto en el reproductor, a lo cual me hice disimulado, ambos nos sentamos en el piso de mi recamara que es bastante amplia para ver el video, al principio era como cualquier película, pero poco a poco las escenas se volvían mas candentes y lujuriosas. creo que no deberías estar viendo esto- dice apenado el pobre de alex no seas mojigato, somos hombres y estamos en la edad de la punzada, o me vas a decir que te da asco o morbo?- el solo volteo la cara hacia al televisor de nuevo, creo que lo hice enojar por que en un rato no dijo ni pió el ojote- yo seguí mirando la película aunque ya me la sabia de memoria y no me provocaba gran cosa, voltee hacia mi compañero, note que estaba súper rojo y que se notaba un bulto de considerable tamaño entre sus piernas, el muy carbón ya se había excitado con la película, pero a mi me paso algo muy extraño, tan solo de verlo ahí, rojo y excitado me puse al mil, tanto que me dolía.
Repentinamente el voltea y me sonrie de una forma infantil diciéndome a ti también se te a parado- si pero de verte. Claro que no se lo dije, al contrario le dije que nos la jaláramos., yo había crecido sin inhibición alguna, así que sin una pizca de pudor me saque al muchacho y comencé a jalármelo en frente de el. Nunca lo había visto tan aturdido con esa ocasión, me provocaba risa para mi adentros, pero el muy caliente no me quitaba la mirada de encima.
Una vez que acabe en mi mano saque algunos pañuelos y me limpie, el había quitado su mirada de mi, tal parecía que había encontrado algo mas interesante en el piso de mi recamara, puesto que no le quitaba la vista, me coloque detrás de el apartando sus brazos, en un rápido movimiento ya tenia su miembro en mi mano y comencé a pajearlo entre sus quejas, pero era tanta su excitación que poco podía hacer para quitarme de el, la tenia pequeña pero bien formada como de unos 15cm para sus 15 años acabaditos de cumplir era de un hermoso color rojizo, empezó a gemir como la puta de la pantalla sentía que de nuevo volvía a recuperar fuerza mi erección, y teniéndolo entre mis piernas mas, podía escuchar sus suspiros de placer en verdad le gustaba lo que estaba haciendo, se llevo su mano a la boca para impedir que lo escuchara, empezaba asentir que realmente me gustaba escucharlo gemir, su cuerpo caliente entre mis brazos, y esa colonia que usaba.
realmente me estaba yendo a otro mundo, incluso pensaba en follármelo en ese momento, al estar viendo la película me vinieron ideas a la mente, como atarlo a la cama y hacerle cosas indescriptibles, casi podía sentir su piel desnuda al contacto con mi manos pero no me duro mucho la inspiración pues no tardo mucho en venirse también, una vez que termino me dio un tremendo golpe con su codo que me dejo un morete tamaño familiar y me quito toda la calentura de golpe también, después me grito ¡¡no vuelvas a hacer eso!!... ha sido de las cosas más ridículas que me han sucedido en mi vida, nos quedamos callados como dos minutos completos, para después comenzar a reír como idiotas. Así fue como se olvido del asunto por el momento. Aunque yo estaba muy lejos de olvidarme del asunto, la verdad es que no me importo que me hubiera excitado con un hombre, ya lo había pensado antes, no estar con el, sino experimentar un poco de todo nos pusimos a hacer no se que después y luego llego la hora de dormirnos. Pero lo que sucedió esa noche fue la prim
Comenzó a sonar el reloj indicando que la sesión había terminado por ese día el abrió los ojos de golpe revelando esas hermosas orbes azules. Intente que siguiera con el relato sin éxito pues el afirmaba que tenia otro compromiso, así fue que solo concertamos otra cita para la semana próxima.
Cuando salio comencé a sentirme de lo más torpe, me había excitado con la sesión de un niño, empezaba a creer que incluso yo necesitaba un psicólogo.