El rosal

Este relata lo empece a escribir hace mucho tiempo, lo entrego completo, cambiaron algunas cosas, y sobre todo como ha ido evolucionando mí forma de ver el amor... gracias K, una gran amiga, sin ti no seria realidad.

EL ROSAL

El amor se revela de diferentes formas, aunque no sea siempre, como lo quiera el común de la gente, es el sentimiento mas grande y hermoso que existe, porque sin él la vida no tendría sentido, pero cuando se vuelve posesivo puede hacer mucho daño, pensaba Katia mientras cabalgaba montada en Lorenzo; el caballo que le regalaron sus abuelos cuando cumplió 15 años.

La fiesta fue la mejor, intima  con su familia y unos pocos amigos, Carla estaba entre esas personas, fueron dos días de fiesta, el primer día, sacrificaron una ternera y el segundo, fue de sancocho, las chicas estaban esperando el cumpleaños de Carla y querían que fuera igual de genial. Cada día juntas era una nueva aventura, sin saber que pronto muchas cosas cambiarían.

Esa semana estuvo llena de contrastes; Katia estaba feliz y quería compartir esa alegría, mostrándole a Carla el regalo que sus abuelos le habían obsequiado, la encontró llorando hecha un ovillo entre la paja, se acercó a ella y espero que se calmara para enterarse que era eso que la tenía tan mal.

-Mi papá ya tiene el traslado listo, se va de la  ciudad…van a divorciarse- se le quebró la voz y volvió a llorar, sumida en el dolor, un dolor que  sólo la compañía de Katia podía apaciguar… Carla adoraba a su papá, sentía el alma  destrozada, le faltaba el aire, no podía respirar, el corazón le palpitaba a mil por hora, como si fuera a salirse del pecho, las lagrimas salían de sus ojos sin poder contenerlas, pero aun con esa congoja estaba consciente del abrazo de su amiga, ese calor que le llegaba hasta el alma, llenándola de amor, un amor que nunca había experimentado, ese sentimiento que siempre estuvo con ella  y nunca fue capaz de manifestarlo en voz alta, se dejó llevar por ese calor y puso su mente en blanco, no era capaz de expresar sus emociones con palabras, le era imposible.

Recordó el día que se conocieron, mientras Katia la aferraba aun mas   a su cuerpo para calentarla, no necesitaban hablar solo el estar unidas en un abrazo  las reconfortaba, entorno los ojos y vio como si fuera ayer ese día, el cual les cambio sus mundos. Ella llegó  al colegio donde estudiaba Katia a mitad de año, su padre había sido trasladado, como gerente del banco de esa pequeña ciudad rural, estaban empezando las clases, la profesora la presentó a sus futuras compañeras, era una chica alta, delgada, cabellos rizado negro, ojos marrones  llenos de una ternura picara, acaba de cumplir los 11 años.

Cuando la profesora le indicó cuál sería su compañera de asiento, Carla la saludo tímidamente, la profesora miro a Katia, mientras esta sacaba unos libros, carraspeo un poco, para que la chica le prestara atención

-Katia ella es la niña nueva, como tu eres mi mejor alumna espero que la puedas ayudar a ponerse al corriente en las clases-  la mirada color miel de Carla se posó en  los ojos de Katia, esos ojos vivos y brillantes que iluminaban su rostro, le devolvió el saludo con una sonrisa… desde ahí se hicieron grandes amigas se contaban todo, compartían sus sueños, eran inseparables. Volvió de sus recuerdos, aún estaban abrazadas sobre la paja sin percatarse del tiempo, en un silencio solo interrumpido, por sus sollozos.

El papá de Carla, las encontró  como a las 11:30 de la noche, dos horas después de la amarga noticia que trastocaría la vida de su hija para siempre; estaban temblando de frio, adormecidas, no se habían separado en ningún momento y la  sabana con la que se cubrían, no era suficiente para capear la fría noche.

Katia se hizo a un lado mientras que Eduardo el padre de Carla la abrazaba buscando que reaccionara, la joven estaba pálida, el brillo de sus ojos había desaparecido, no hablaba, el intentaba acariciarla, pero era inútil ella no respondía, tenía la mirada perdida.

-¡Te amo hija! si no te dijimos nada fue para no hacerte daño, tu eres lo mas importante para nosotros, esto no es tu culpa- le repetía una y otra vez su padre.

Tomo a su hija entre sus brazos y las llevo al interior de la casa, para que entrara en calor, frente al fuego de la chimenea; la madre de Carla estaba desconsolada llorando, cuando los vio se apresuró a cubrirla con sus brazos, fuertemente como si hubiesen estado separadas  por meses, frotándole los brazos con sus manos para calentarla.

Katia se sentó en una silla al lado de la chimenea, se sentía como una intrusa en un momento tan íntimo y doloroso, estaba preocupada por su amiga, pero a las vez se sentía culpable por no haberle avisado a sus padres donde estaban, el agotamiento y entrar en calor, la fueron venciendo, sus ojos se cerraban mientras miraba las chispas que salían del fuego, no sabia que decir, el dolor que sentía Carla también le afectaba  a ella, ¿que podía hacer para que su amiga dejara de sentirse así?, desde ese momento se juro que la protegería y siempre estaría a su lado, la diferencia de edades entre las dos era mínima, sólo se llevaban dos meses de diferencia una nació en marzo y la otra en mayo.

El silencio solo fue interrumpido cuando llegaron los papás de Katia, Fernando y Clara preocupados, se apresuraron para abrazarla.

-¿Estas bien, hija?...-pregunto  Clara… Katia solo asintió, ver a su amiga aferrada  a los brazos de su mamá, llorando desconsoladas mientras que su padre estaba de pie al lado de la chimenea observándolas sin decir nada, era un panorama desolador…

  • Bueno ya viene el médico para que revise a las niñas- aclaro Fernando. El padre de Carla levantó la cabeza lentamente saliendo de su ensimismamiento… -Si creo que es lo mejor- respondió casi en un susurro…

-Cuando las encontré estaban muy pálidas y temblando por el frio…la neblina me dificulto encontrarlas - con un tono de escusa en su voz, se veía ojeroso y agotado.

-Pondré a hacer una aromática mientras tanto - dijo Clara… -Te acompaño,-  respondió Eduardo, no podía dejar de observar a su hija mientras caminaba… le tomo unos momentos poder hablar, mientras Clara, ponía el agua a calentar;

-Es un momento difícil, pero sé que Carla lo superará, no es por ella que nos separamos, se  acabo el amor y entre nosotros sólo hay monotonía,- decía mientras sacaba las bolsitas de aromática…

Clara lo miro fijamente, su mirada era tranquila, llena de comprensión, era una mujer muy inteligente y de mente abierta, -Lo sé, pero debes comprender que para tu hija no será fácil asimilarlo se veían tan felices juntos, ni siquiera nosotros imaginábamos que tuvieran problemas, cuando Fernando me lo dijo pensé que estaba bromeando, tu eres un excelente padre para Carla, siempre estas pendiente de ella.

-Lo se Clara ,pero las cosas entre Ema y yo no venían bien desde hace rato, cuando decidimos venirnos para acá, nuestro matrimonio ya estaba en crisis, por un tiempo nos funciono el cambio, Carla conoció a tu hija y se adapto también al colegio, a disfrutar del ambiente campestre; nosotros hicimos grandes amigos, pero de un año para acá, volvieron los problemas no nos entendemos, ya no somos compañía el uno para el otro, parece que somos dos desconocidos que comparten una cama y es momento de ponerle fin a esto antes de que nos hagamos mas daño…

Clara suspiro, bueno veo que ya es una decisión tomada solo deben estar muy pendientes de Carla con el tiempo ella lo entenderá-… volvieron a la sala con la aromática para todos, la bebieron en silencio, mientras el doctor revisaba a las chicas, -Están bien puede que les de un poco de gripa, son chicas fuertes -

-Gracias Alberto por venir a esta hora- dijo Clara… -No es nada, para eso están  los amigos para apoyarse, báñenlas con agua  caliente y eucalipto, póngales también una olla debajo de la cama, para que el vapor les ayude a los pulmones y descansen, que estén abrigadas toda la noche, si  tienen alguna complicación me llaman; bueno debo volver a mi casa…-Te llevo AL -dijo Fernando, le dio un beso a su esposa y le toco suavemente el rostro a su hija… -Nosotras las bañaremos mientras vuelves amor ,te espero…

-Mamá  ¿puedo quedarme lo que queda de esta noche con Carla?-  Clara titubeo, - No se mi cielo, en realidad es tarde para llevarte a casa, pero eso es decisión de los padres de Carla.

-Me parece bien, quiero que te quedes conmigo-, hablo una voz que no se había escuchado hasta ese momento aún estaba quebrada por el llanto, -Quiero que Katia se quede conmigo, ¿puede hacerlo mamá?-, todos se quedaron sorprendidos; Carla llevaba todo el rato sin hablar… Ema la miro sabia que su hija necesitaba tener a su mejor amiga en estos momentos su lado,

-Mejor que se queden todos, es muy tarde, les acomodare la habitación de huéspedes.

-Bueno pondré a calentar el agua con el eucalipto para que se bañen -dijo Clara mientras que Fernando tomaba las llaves para llevar al  doctor, Eduardo reacciono, -Te acompaño para que no tengas que volver solo, además la neblina a esta hora no deja ver nada… bueno ya volvemos espero que te pongas bien- y le dio un beso suave a Carla en la frente, ver tan mal a su hija le causaba pesar  y no aguantaba un minuto mas estar en la casa…

Clara les lleno la tina, se bañaron juntas, fue la primera vez que Katia tuvo total conocimiento de sus sentido, cuando vio a Carla semi desnuda a su lado, aunque se bañaron con ropa interior, pero el top dejaba ver la aureola de sus senos, sus ojos no podían apartarse, sentía que una llama le recorría todo el  cuerpo y le erizaba la piel, Carla la miro sin decirle nada y se  apoyó sobre su pecho, Katia reacciono, ¡era su mejor amiga, por dios! como podía sentir algo como eso, se recrimino, mientras Carla estaba hecha pedazos en sus brazos, y ella solo pensaba en sus senos, se sentía la peor persona del mundo, después de un rato de acariciar sus pieles  con el agua tibia, salieron de la tina; se cambiaron y aunque Katia ya no estaba tan segura de querer dormir con Carla, esta le tomo  la mano y la guio hasta la cama debajo de las sabanas, el vapor del eucalipto era embriagante y nunca supieron si el roce de sus labios sucedió por el vapor, el cansancio o porque estaban tan cerca que fue un movimiento involuntario, a las dos chicas se les paralizo el corazón .

Capitulo 2

Paso un poco mas de  año y medio, desde ese día, las chicas estaban a medio año de  terminar el bachillerato,  de las niñas que se conocieron años atrás habían cambiado varias cosas se habían convertido en unas hermosas jóvenes Carla era la más alta de las dos y aunque tardo en ser la misma de siempre  Katia se encargó de hacerla sonreír cada día. Las clases habían terminado  estaban en vacaciones, cabalgaban a su lugar favorito un pequeño claro, que quedaba en medio de las propiedades donde vivían las chicas, estaba rodeado de eucaliptos, duraznos y pequeños arbustos de fresas y moras silvestres, que le daba un aroma relajante y dulzón a la estancia, un pequeño río que lo rodeaba formando una cascada, al final un pozo lleno de peces que jugueteaban en el agua cristalina; aunque era fría a las chicas les gustaba bañarse ahí en ropa interior, nadie podía verlas solo ellas conocían ese lugar…

Carla llevaba alrededor de 15 minutos, observando a Katia, intentando conocer sus pensamientos; -¿Aun estás pensando en Cesar?-  Katia se voltio lentamente saliendo de sus pensamientos, -no – le respondió con una mirada severa… Carla la observo, sabía que no le gustaba que tocaran el tema.

-Bueno pensé- dijo apartando la mirada y alzando los hombros, -como no has pronunciado ni una sola palabra en todo el camino-… Katia sonrió mirando los arboles, -En realidad estaba recordando cuando encontramos este lugar Cesar es un tema superado -dijo con una melancólica mirada.

-La verdad nunca entendí porque te enamoraste de ese chico, me fui de vacaciones un mes y cuando llegue te encontré en una relación con él,- un tono de reproche se sentía en su voz -y después que te prometió el cielo y la tierra, eligió irse estudiar al exterior, y se consiguió a esa insípida francesa, además no le gustaba nuestra amistad, siempre se molestaba cuando estabas conmigo y trataba de hacerse el importante cuando estábamos los tres, más bien me parecía un fanfarrón.

-Bueno creo que se comportaba así porque sabía que tú eras lo más importante para mí, sentía celos de nuestra amistad y de que yo siempre prefiriera pasar mas tiempo contigo que con él, siempre quiso saber dónde nos escapábamos tu y yo.

  • Pues no se porque se sentía celoso, tu y yo, hemos sido amigas desde que llegue aquí, a él no le gusto dejar de ser tu centro de atención cuando volví de vacaciones, tú también eres lo más importa para mi… -el tono de su voz se dulcifico… -Eres mi mejor amiga- aunque se preguntaba si era solo amistad lo que sentía por Katia, llevaba haciéndose esa pregunta desde el día que supo que sus padres se iban a separar, ahora era Katia la que la miraba intentando descifrar su mirada -Siempre he querido saber quien es el dueño de esa mirada soñadora… -¡nadie!-se apresuro a decir Carla, -deja de decir eso, no hay nadie en mi vida que merezca mi corazón, respondió en forma abrupta, evitando la mirada de Katia.

  • Bueno si tú lo dices, deberías intentarlo algún día,- estuvieron otro rato en silencio… -¿no vas a ir con tu papá estas vacaciones? -mirando dos pájaros que cantaban…- pues aun no se él,..-continuo Carla, -Me dijo que vendría unos días por trabajo así que creo que nos veremos acá, a conseguido otro puesto y va a estar viajando viene hablar conmigo de eso… esperemos a ver que pasa.

Llegaron a su destino, era gratificante estar ahí, los aromas se confundían, haciendo que cada bocanada de aire fuera, como estar en el paraíso, se recostaron un rato, sobre una colcha de lana, mirando el paraíso que tenían ante sus ojos, el ruido de la cascada, les producía un efecto sedante que las relajaba y sin pensarlos se quedaron dormidas con las manos entrelazadas… cuando, despertaron se soltaron rápidamente y sus mejillas se encendieron…

-Encenderé la fogata-propuso Katia, -ok, voy a…darme un baño- Carla se quitaba lentamente la ropa, mientras Katia recogía la madera… los dedos le temblaban y sabia que no era por el frio, respiro hondo y trato de concentrarse cuando logro encender el fuego, no sabia que la calentaba mas esa llama interior que le recorría todo el cuerpo cada vez que veía a su amiga semidesnuda o la fogata…

Carla la tomo de las manos -Ven ´date un baño conmigo, y empezó a quitarle la chaqueta, Katia no reaccionaba, solo podía mirar con la boca abierta ese cuerpo esbelto que tenía frente a ella, hasta que  se quedó mirando esa parte de su cuerpo , el cual no le traía, muy buenos recuerdos… -Me  he dado cuenta como miras… -¡que¡- la respiración Katia se acelero con lo que dijo su amiga… -La herida  sé que aun sientes remordimiento por el accidente y ver la cicatriz en mi cuerpo te angustia-, Carla tenia una cicatriz en el muslo de la pierna derecha y en el tobillo… -¡ahh! eso, si bueno…- los recuerdos empezaron a llegar en cámara lenta… Katia llevaba tres meses con Cesar y este seguía insistiendo en saber el lugar secreto de las chicas.

-Por enésima vez ya te dije que no compartiremos nuestro lugar con tu noviecito- Carla estaba histérica, ¿cómo era posible que ese intruso que se había metido en sus vidas tuviera tanta influencia en su amiga?, se sentía traicionada… -Si lo prefieres a el y le cuentas nuestro secreto, olvídate de nuestra amistad.

Katia no sabia como responder, tenia un dilema muy grande estaba con Cesar y aunque lo quería, pero Carla era la persona que de alguna manera inexplicable le hacía sentir sensaciones muy diferentes que le encendían el cuerpo y el alma. Nunca la había visto tan disgustada…- ¡¡Mira solo lo pensé tal vez sería bueno que incluyéramos chicos en nuestras vidas!-dijo Katia, alzando la voz pero nunca pensó que esta respuesta fuera a tener tantas consecuencias…

Carla montó en su caballo… gritándole que hiciera con su vida lo que quisiera… Katia estaba paralizada cuando reacciono, monto en Lorenzo y se apresuró a seguirla… Carla aceleraba cada vez mas el paso, hasta que el caballo se desboco… aunque la chica ya había adquirido gran experiencia con los caballos; cuando trato de saltar un tronco, perdió el control y se callo, quedando con un pie atascado en el estribo, el caballo la arrastro por un largo trecho, cuando Katia pudo alcanzarla tenía el pantalón roto, estaba toda raspada, llena de sangre y se había fracturado la pierna derecha, aunque las botas de montar le habían protegido el pie se le habían fracturado el tobillo y el peroné.

Katia no sabia que hacer la subió como pudo en Lorenzo, que gracias a ser un caballo de paso, le habían enseñado a inclinarse para que lo montaran, aunque le tomo, un tiempo pero al final logro subir a Carla  de lado, parecía una muñeca de trapo colgando, Katia monto el otro caballo, les faltaba poco para llegar a la casa y no podía ir muy rápido, su amiga estaba inconsciente y le daba miedo que se callera, cuando por fin llegaron su mamá estaban en la casa…

-Hola hija, no te esperábamos tan temprano, ya estoy poniendo la comida, tu padre esta dándole comida a los novillos que llegaron los vas a acompañar… Katia no podía hablar… cuando pudo pronunciar palabra, su madre corrió hacia ella, -amor ¿qué paso?, estas llenas de sangre ¿te lastimaste?-… cuando recupero el aliento -No he sido yo, Carla se cayó del caballo y está muy herida,- señalando a Carla que yacía  en el sofá ubicado en  la entrada de la casa, pálida e inmóvil.

-Ve a buscar a tu padre a los carrales mientras que yo busco la camioneta- le dijo Clara a su hija, esta obedeció sin reparo, monto en Lorenzo y cabalgó lo mas rápido que pudo, su padre al verla puso una gran sonrisa… -¡hey, miren quien viene a ayudarnos!… cuando vio a su hija, la sonrisa se borró de su rostro, ésta estaba cubierta de sangre… -¿Estas bien, qué paso?-… Katia bajo jadeando del caballo.

-Sí… estoy bien- respondió le costaba respirar por la angustia de saber lo delicada que estaba su amiga… -No he sido yo, Carla se cayó del caballo, mamá está preparando  la camioneta necesitamos tu ayuda para llevarla al hospital.

Fernando monto rápido en su caballo y le encargo al capataz que fuera a buscar a la madre de Carla, en el carro para llevarla al hospital, cuando llegaron a la casa, Clara los esperaba con Carla aun desmayada.

-He llamado la ambulancia nos encontraremos a mitad de camino.-  La subieron a la parte trasera de  la camioneta en una camilla de primeros auxilios que tenían para las emergencias… cuando se encontraron con la ambulancia, los paramédicos la entubaron, la llevaron raudos al hospital  paso  siete largas y extenuantes horas en cirugía, le operaron la pierna y el tobillo, el dedo meñique de la mano y le limpiaron los raspones.

La recuperación fue lenta, duro dos meses en el hospital y 6 en terapia para volver a caminar sin cuidado. Katia estuvo todo el tiempo a su lado, solo se separaba de ella para ir a estudiar, le llevaba los deberes para que se pusiera al día, la profesora le daba los apuntes para ello y luego en su casa contrataron un tutor para que no perdiera el curso… debido a eso  Cesar se alejo, le recriminaba a Katia que solo estuviera pendiente de Carla, en ese momento fue cuando decidió irse con sus abuelos al extranjero.

-El roce de unas suaves manos la hicieron volver a la realidad, Carla le tomo el rostro suavemente, -Mi gatito eso no fue tu culpa, no debí, haber reaccionado de esa manera- ¿cómo esperaba que no se sintiera culpable? una lagrima asomo por el rostro de Katia, casi  había perdido ese día, a la persona que mas amaba aunque fuera en silencio… suspiró.

Carla  le quito la camisa sus manos eran tan delicadas, su roce era como sentir la seda, se quito el pantalón y corrieron al  agua, cada poro de su piel se erizo, estaba helada cuando entraron, tardaron un tiempo en adaptarse al frio, cuando se sumergieron, los labios les temblaba, pero era divertido, jugar en  el agua pura y cristalina, los peces jugueteaban con los dedos de sus pies, dejando ver sus variados colores, reían, nadaban, disfrutando de su intimidad algo que nadie conocía, era  su secreto más preciado y que estaría siempre con ellas, en sus memorias cada momento vivido en ese lugar… cuando salieron se acostaron al lado del fuego se envolvieron con una manta térmica, y acostadas sobre ella , se abrazaron y miraron a los ojos, sus miradas solo expresaban ternura, acariciándose mutuamente el rostro, memorizando cada detalle… después de un rato se vistieron, Katia acompaño a Carla a su casa y quedaron en encontrarse mas tarde, para dormir juntas, era rara la noche que no lo hicieran, estaban tan acostumbradas la una a la otra que casi era una necesidad hacerlo.

Capitulo 3

Cuando Katia llego a su casa, sus padres preparaban la cena; era tan romántico verlos disfrutar de esos pequeños detalles… -Hola tortolos, ¿cómo están? espero que la comida este algún día, porque se la pasan  dándose besos  y muero de hambre.

Clara miro a su hija entre divertida y ceñuda, -Esa no es la forma de hablarles a tus padres jovencita, además deberías estar feliz porque nos amamos igual que  el primer día- dándole otro beso a su esposo - Pero bueno ¿cómo te fue hoy?- revolviendo el cabello de su hija.

-Bien mamá, estaba con Carla  la acompañe hasta su casa y su papá estaba ahí ella no lo esperaba aun, le había dicho que vendría a verla y a hablar de su nuevo trabajo, pero no creyó que fuera tan pronto.

Fernando revolvía la salsa de los espaguetis, -Bueno Ema no comento nada, de todas maneras  tú sabes cuánto ama Eduardo a su hija y para él no es fácil tenerla lejos, además después del accidente, se sintió aún más culpable por no haber estado aquí con ella.

Katia sintió un pinchazo en el estómago, hizo una mueca de culpabilidad  sabía que no había sido culpa de Eduardo sino, suya.

-Carla también lo adora, solo le cuesta entender el porque se separaron, esta noche me quedare en su casa y espero que me cuente que paso con su papá.

-Deberías irte a vivir allá, dijo su madre riendo, ya tienes medio closet, en su casa.

-No exageres mamá, Carla también tiene la mitad de su ropa acá, así como un cepillo de dientes, varios peluches, ya saben que nos gusta hacernos compañía en las noches eso es todo,- intentando convencerse a sí misma, ya que en realidad no podía estar  sin ella.

  • Tú has sido un gran apoyo para ella, ha tenido un momentos difíciles uno  tras otro, para sus padres no ha sido fácil tampoco, ella se  alejó  mucho de ellos, por lo menos saben que tu le haces compañía, al pasar del tiempo las heridas sanaran, el matrimonio no es algo fácil y muchas veces confundimos el amor con pasión,- tomo las manos de su esposa y dijo, -El amor es entender que aunque estemos con alguien no podemos esperar que sea como nosotros lo queremos moldear, el amor debe basarse en el respeto mutuo, muchas veces  esperamos que la pareja se encargue de darnos el cariño y el afecto que no nos dieron nuestros padres o que nos llene de las cosas materiales que no tuvimos, a veces se vuele tan impositivo, que se pierde la comunicación entre las dos personas, y esa en si es la base de una buena relación, cuando empezamos a ocultarle cosas a nuestra pareja y  a callarnos verdades, dejando que el otro pase por encima de lo que pensamos, empezamos a crear una barrera, muchas personas se casan cegadas por la pasión y no se toman el tiempo de conocer hasta los mas íntimos pensamientos de su pareja sus miedos, sus expectativas, solo porque la pasan bien y no saben estar con su pareja en los malos momentos, las sensibilidades de cada persona son diferentes y muchas veces, los lastimamos por no tener tacto, cuando llegan a la convivencia diaria se dan cuenta de que se casaron con una persona distinta a la que conocían; por eso es que tu madre y yo tenemos un buen matrimonio, porque aunque tengamos dificultades logramos sobreponerlas hablando, después de que hemos meditado el asunto sin rencor, sin tratarnos mal, conversando- se miraron a los ojos, le brillaban por la emoción de sus palabras…

Katia los miro, los notaba  tan enamorados, ¿era así como ella se sentía con Carla?, ¿o sólo era pasión?  Se moría por darle un beso; ¿en que estaba pensando? Carla era su amiga -Voy darme una ducha para bajar a comer, los dejo para que sigan disfrutando de su amor tortolos-dijo, riendo.

-Está bien hija, no te demores, ya la cena esta lista.

Katia subió, mientras se bañaba recordaba  el roce de las manos de Carla en su piel, el agua tibia recorría su cuerpo. Se seco suavemente y empezó a aplicar aceite de almendras sobre su piel, se vistió con un jean que se ajustaba como un guante a su cuerpo, una camisa azul, manga corta, un poco suelta en la parte de abajo y pegada en la cintura, unos convers y una chaquetilla negra con capucha; busco una manilla que le había hecho a Carla en clase de artística, era de semillas azules y fibra de cáñamo, la metió en el bolsillo y bajo a comer.

La cena esta servida y las pasta estaba deliciosa, sus padres tomaron una copa de vino y ella tomo jugo de uva, hablaron de lo que Katia quería estudiar, tenía muy claro que sería zootecnista o agrónoma, aunque también le gustaba veterinaria, luego decidiría, ya que de todas maneras, sea cual fuera su alternativa a elegir,  sus padres la apoyaban además les gustaba la idea de hacerse cargo de la finca, modernizárla, algo que ya había empezado a hacer su padre, ese sería su proyecto  de vida.

Katia se preguntaba, que quería estudiar Carla sabía que le gustaban las finanzas o el derecho pero aun no se decidía,  y aunque podía estudiar en la ciudad, cabía la posibilidad de que se fuera con su padre, eso la lleno de melancolía, aunque estuvieran a dos horas de camino se separarían, termino de comer, recogió la mesa y ayudo a lavar los platos, mientras pensaba en como seria la universidad, a las persona que conocería si esto la alejaría de Carla o tal vez esa lejanía sería beneficiosa para dejar de sentir esa necesidad abrumadora por ella  termino de lavar los platos, se seco las manos, les dio un beso a sus padres, despidiéndose de ellos, su madre le recordó que al otro día, irían a almorzar donde sus abuelos y que pasarían por ella en la mañana para pasar el día allá, dijo que estaría lista y le preguntaría a Carla y a Ema si irían con ellos, sus abuelos las querían como si fueran parte de la familia, como una hija y una nieta mas y  a ellas les encantaba ir a visitarlos; emprendió su  camino a la casa de su amiga la noche estaba fría, las estrellas brillaban con todo su esplendor y la luna era una enorme bola blanca ,Katia se acordó que alguna vez cuando era niña leyó un cuento que decía que la luna era de queso, caminaba con las manos en los bolsillos, divagando en la fantasía de  ese cuento . Cuando diviso la entrada de la casa se rio de sí misma y se dijo que parecía una niña chiquita, por pensar en esas cosas, se limpio los zapatos y toco a la puerta….

Le abrió la señora Ema dándole un fuerte abrazo, -¿Cómo estas hija?

-¡Bien!,-respondió un  poco sorprendida por la efusividad del recibimiento, -quede con Carla para pasar la noche acá, espero que no le moleste señora Ema, ella pensó que usted estaría toda la noche en el restaurante haciendo el inventario…

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-Bueno mi niña, no hay ningún problema ahora debo volver, ese inventario debe estar terminado cuanto antes, además siempre le alegra que vengas a la casa y le hagas compañía, ella está en su cuarto es mejor que subas, no se encuentra bien, ¿ya comiste, o quieres que te prepare algo?

-No, (aunque la comida de la mamá de Carla era deliciosa, estaba satisfecha y le preocupaba mas saber que le estaba pasando a su amiga), mis padres prepararon la cena y comí antes de venir gracias, con su permiso voy a subir….

La señora Ema le dio otro fuerte abrazo y aunque Katia no entendía porque, lo acepto feliz aunque lo que más le  importaba era llegar a la habitación; cuando se soltó de los brazos de la madre de su amiga subió corriendo las escaleras, tomo aire antes de abrir la puerta… el corazón le palpitaba con tanta fuerza que sentía que se le iba a salir del pecho, abrió la puerta lentamente, escucho…y al entrar  en la habitación, encontró a Carla llorando.

Se acercó a la cama lentamente, se sentó en la orilla  Carla sintió su presencia se giró abrazándose a sus piernas, Katia le retiro el cabello del rostro, sintiendo el contacto con las tibias y húmedas lagrimas que bajaban por el angelical rostro de Carla,  la mirada de su amiga era triste solo la había visto así una vez, el día que su papá se fue de la casa y estuvo tres días llorando encerrada en su cuarto sin comer, Katia no la dejo sola ni un instante, le gustaba dormir a su lado, cuidarla, sentir el aliento de ella  en su cuello, cuantas veces estuvo tan cerca de sus labios, solo a un centímetro casi rosándolos, pero nunca se atrevió a mas, por miedo, como se odiaba por no ser capaz de aceptar lo que sentía.

Carla se quedó quieta, al sentir el roce de las manos en su rostro, se acomodó y atrajo a Katia hacia la cama para que se acostara a su lado, estaban abrazadas mirándose fijamente, Katia le acariciaba la espalda con la yema de los dedos unieron sus frentes y su narices estaban juntas, Carla estaba temblando al sentirla tan cerca, se acerco un poco y ahora sus labios estaban tan cerca, que no pudieron resistir mas la atracción que existía entre ella, sus labios se rosaron, era ahora o nunca, tanto tiempo amándose en silencio, se miraron  profundamente con el mismo brillo que Katia había visto en sus padres, no pudieron más y se dejaron llevar por el amor que sentía la una por la otra, aunque les daba miedo admitirlo.

Se fundieron en un beso  tierno lleno de amor, su abrazo se hizo  más fuerte, empezaron a jugar con sus labios mordiéndolos, dejando que sus lenguas se descubrieran dentro de sus bocas, no querían separarse solo querían disfrutar de ese momento vivirlo intensamente habían esperado por tanto  tiempo…. El tiempo se detuvo a su alrededor y solo existían ellas  y su amor.

La mamá de Carla toco la puerta, las chicas se separaron, pensando que iba a entrar, les dijo desde afuera que si querían comer algo.

-No mamá solo queremos descansar no tenemos hambre-, la escucharon bajar las escaleras, se quedaron inmóviles embelesadas mirándose, no sabían que hacer, después de tanto tiempo descubrir lo que sentían, saber que el sentimiento era mutuo, las dejo sin palabras.

Katia rompió el silencio -¿Estas así por tu papá? no me gusta verte llorar dime que pasa hermosa,- mientras le acariciaba la cabellera negra y ondulada.

Carla la abrazo aun más fuerte, -Gatito no quiero hablar de eso en estos momentos, necesito descansar, quédate a dormir conmigo-, le dijo mirándola con tristeza y sus ojos nublados por el llanto  Katia la besó en los parpados,  sus labios eran suaves y tibios Carla se estremeció, se miraron profundamente Carla acaricio el rostro de Katia con el dedo índice, su piel era tan suave como el terciopelo.

-Quiero que me prometas que siempre estarás a mi lado- cerró sus ojos,  estaba cansada de tanto llorar, se recostó sobre el pecho de Katia.

Katia se quedo contemplando lo hermosa que era, la sabana dejaba ver sus curvas perfectas, mientras se dormía le susurro al oído -Siempre estaré a tu lado cariño por que, te amo….- yo también te amo mi gatito- se durmieron abrazadas y  sin separarse en toda la noche…

EL ROSAL CAP 3

Al otro día Carla despertó primero acaricio el rostro de Katia la beso ¿cuantas veces había deseado  hacer esto? Dormir y amanecer juntas, sin miedos y culpas.

Katia despertó con una sonrisa, puso su dedo en la nariz de Carla acariciándola, -Buenos días hermosa, ¿cómo estas, descansaste bien? Anoche te acune en mis brazos hasta que te dormiste.

-¡Buenos días mi amor!- respondió con una sonrisa,- a tu lado siempre logro descansar gatito.

  • Cariño, ¿vas a decirme que te atormenta?

Carla bajo la mirada y se quedo en silencio mientras las lágrimas caían por su rostro -No llores no me gusta verte así –le dijo Katia mientras la abrazaba-cuando te sientas preparada  me cuentas.

En ese momento la mamá de Carla llamo a la puerta -Katia tus padres han venido por ti, para ir a la  comida  de tus abuelos. Cariño ya son las 9 a.m. y aun no estas lista.

-¡La comida de mis abuelos lo olvide por completo!- Katia se levantó rauda de la cama, le dio un beso a Carla.-¿Vamos esta tarde al rosal amor?; Carla asintió con la cabeza, y de su boca sólo salieron dos palabras :Te Amo

Katia sonrió, -¡Yo también Te Amo, hermosa! vengo por ti mas tarde.

Katia bajó, saludo a sus padres y se despidió de los padres de su chica,  llego a su casa se baño, se arreglo y bajo a desayunar, en todo el día no dejo de pensar en Carla se moría de ganas por verla, y estar a su lado, los minutos se le hicieron eternos.

Cuando iban de regreso Katia le pidió a sus padres que la dejaran en la casa de Carla, sus padres accedieron, así aprovecharían para saludar a Eduardo, al llegar a casa de Carla, lo que vieron los dejó desconcertados, un camión de mudanza estaba estacionado en el frente de la casa, Katia desesperada quería bajarse  del auto en movimiento, su padre se lo impidió –Espera hija ,no te desesperes ya averiguáremos que pasa- le decía mientras terminaba de estacionar el carro, Katia con el corazón angustiado buscaba a Carla desesperadamente.

-Hola Eduardo, tiempo sin verte.

  • Que tal Fernando, tienes razón hace bastante que  no venía  he estado muy ocupado trabajando en la capital, conseguí empleo como gerente de un banco, es un empleo bastante absorbente, ¡hola Clara! tú no cambias sigues tan hermosa como siempre.

-Gracias Eduardo, y tú siempre tan amable.

-¿Dónde está Carla? -

-Hola Katia, ella está en su habitación no ha querido bajar, mejor entremos para tomarnos un café hay algo que tenemos que contarles.

Katia corrió como un rayo, abrió la puerta de la habitación y vio a Carla sentada en la cama llorando –Hola hermosa -dijo sentándose a su lado y tomándole  las manos, Carla la miro tenía un nudo en la garganta no sabia que decirle, anoche había pasado el mejor momento de su vida a su lado, la amaba y ese beso era la confirmación de que ella también sentía los mismo por ella, pero el destino las separaba ¿porque todo era tan injusto? Inspiro para tranquilizarse y así poder hablar, pero las palabras no le salían.

-¡Yo no quiero dejarte¡-le dijo sollozando -esa es la razón por la que nunca he viajado a visitar a mi papá, no quiero irme de tu lado.

Katia no entendía que pasaba -Amor pero si estas aquí conmigo,  ¿fue por lo que paso anoche? ¿por eso te vas?, ¿por eso está el camión de mudanzas afuera?

  • ¡¡No!! Como se te ocurre mi vida, lo que sucedió la pasada noche ha sido lo más maravilloso de mi vida nunca me arrepentiría de haber confesado que te amo- se quedó en silencio por un momento-es por mis padres, mi mamá acepto un trabajo en un crucero como chef, me iré a vivir con papá, el se hará cargo de mis estudios universitarios.

Katia no lo podía creer sentía que el corazón se le rompía en mil pedazos, por eso Carla no había dicho nada  no era justo tanto tiempo ocultando lo que sentían y ahora que lo admitían la vida las separaba.

Carla la abrazo acerco su rostro y luego la beso, quería sentir sus labios, jugar con ellos, empezó a morder suavemente el labio superior de Katia, ésta reacciono y besó con pasión los labios de Carla jugó con su lengua , la abrazo y empezó a recorrer con sus manos cada parte de su cuerpo, quería explorarla saciarse de ella; se quitaron la ropa sin dejar de mirarse, sus senos erectos  pedían ser  acariciados,  Carla se acostó dejando a Katia sobre ella; ésta sacando provecho de su posición pasó la punta de su lengua por el pezón de su chica mientras observaba su rostro transformado por el placer, viajo hacia su abdomen, quitándole los pantalones, la embriagó el olor de su intimidad, quería sentir su sabor,  degustó con su lengua el tesoro oculto de Carla, su  sabor era dulce  y delicioso ,presiono con la  punta de su lengua ese botón que la llamaba y jugó con su lengua sobre él . Carla sentía electricidad recorrer  por su cuerpo de los pies a la cabeza ,Katia lamia y absorbía su esencia ,Carla no soporto más y  la atrajo hacia su boca, unieron sus clítoris y se estregaron en un vaivén de caderas se movían cada vez mas rápido, dándose placer mutuamente rosando sus partes, besando sus senos ,acariciándose los cuerpos sudorosos, los gemidos y jadeos que se escuchaban en esa habitación , anunciaban que el orgasmo ya estaba próximo a llegar, y cuando lo hizo  sintieron como si el alma se les fuera a salir del cuerpo, explotaron en un éxtasis que jamás habían sentido.

Al acabar, se abrazaron, y Katia se acostó sobre el pecho de Carla,  a pesar de haber vivido hace escasos segundos la experiencia más maravillosa de su vida, no podía evitar sentirse desolada.

-¿Cuándo debes irte amor? Preguntó con un nudo en la garganta

-Mañana, hoy solo quiero estar contigo, Te Amo y no importa cuan lejos este siempre te amare y recordare que tenemos un lugar secreto, el cual siempre estará en mi corazón, todo el tiempo estaré pensando en ti-sin darse cuenta se quedaron dormidas.

Por la mañana se levantaron, temprano a Carla le faltaban cosas por arreglar.

Katia quiso aprovechar para darle un regalo; -Amor voy por algo que quiero darte por favor no te vayas sin despedirte, espérame ¿sí?- salió corriendo a su casa, saludo a sus padres y se fue al  establo a ensillar a Lorenzo, lo monto y se fue a todo galope al rosal.

Carla mientras tanto esperaba la llegada de su amada, no quería irse sin despedirse, su papá ya la estaba presionando, parada cerca de la  ventana le dijo: -Papa no puedo irme sin antes despedirme de Katia, no demora mucho esperémosla.

-Está bien, sólo unos minutos más. Ya es tarde,  y el viaje es largo hija.

Katia cortó un ramo de rosas, subió de nuevo en Lorenzo y galopo lo más rápido que pudo, cuando llego a la casa de Carla ésta ya iba saliendo con su papá, se apeó del caballo  tomo a su chica de la mano, llevándola a un lugar apartado, le entrego el ramo de rosas,  Carla las olio cerrando sus ojos, - Gatito, ¡son hermosas! Cada vez que las veas recordare los maravillosos momentos y lo inmensamente feliz que hemos sido, aunque estos hayan sido breves… Te Amo tanto-…Katia la miro a los ojos se acerco y la beso, -Cuidare de nuestro lugar secreto para que cuando vuelvas este lleno de rosas para ti mi vida, Te Amo no sabes cuánto…

El papá de Carla hizo sonar la bocina, ya debían partir, se despidieron con un abrazo, pero sabían que no era un adiós, sino un hasta luego, el amor que sentían las mantendría unidas  a través  del tiempo y la distancia.

EL ROSAL CAP 4

Katia miró de nuevo a la chica que estaba al otro lado de la barra, llevaba toda lo noche sonriéndole con miradas coquetas mientras terminaba su cóctel, le llego una nota la leyó: te espero en el baño.

Mmmm era su señal termino su trago y se dirigió a los servicios del bar, la chica ya estaba ahí la observó, el  cabello lo tenía  oscuro y largo  caía  en ondas sobre sus hombros, ojos negros, tés blanca era una chica hermosa.

Buscaba a Carla en todas sus amantes  deseaba volver a sentir sus labios, sus besos, sus caricias, hacer el amor y despertar a su lado, pero siempre era lo mismo una mujer tras otra disfrutaba de sus cuerpo, su sexo y al final terminaba huyendo  furtivamente de la cama, regresaba a su casa sola y deseando encontrarla en sus sueños.

Katia la beso con pasión y comenzó a jugar con su pelo, quería saciar sus deseos aunque eso no  llenara el vacío que sentía por seguir amando a Carla cerró los ojos y se dejo llevar

Su nueva amante le mencionó que ahí las podrían  ver.

-Entonces, vamos a un lugar más privado-le dijo  Katia con una sonrisa canalla en sus labios.

-No, no puedo dejar mucho tiempo sola a mi amiga

  • No te preocupes conozco a los dueños, en la parte de atrás al lado de la bodega hay un cuarto muy cómodo donde tú y…yo la podemos pasar  muy bien.

Ella asintió entraron por un pasillo, era un cuarto pequeño con una cama sencilla, Katia la sentó en sus piernas y comenzó a besarla se quitaron la camisa dejando al descubierto sus senos, los besó mientras metía sus manos en su pantalón para tocar su trasero, eso le encantaba, lo desabrocho y la voltio para quedar sobre ella, no le había preguntado su nombre ya no lo hacía, prefería decirles mi nena o cualquier apelativo  para  no mencionar el nombre de Carla por equivocación, se quito el pantalón  abrió suavemente las piernas de su amante,  y unió sus clítoris empezó a moverse cada vez más rápido, jadeaban en cada embestida, el placer les invadió y todo acabó, le dio un beso se vistieron y salieron.

La chica la miro, -Oye ¿quieres mi numero?, mi nombre es Tatiana

  • Si claro, intercambiemos números

-Estuvo maravilloso-le dijo la chica- Espero que lo repitamos

-Sí, yo también.

Volvieron a la barra y Katia pidió otro coctel ¡qué noche!, miro la hora 1:20 como se había pasado el tiempo, oficialmente hoy eran 5 años sin verla, brindó por ella y deseó verla de nuevo, terminó su trago y salió del bar, se dirigió a  la casa de Carla se acostó en su cama quería sentir su presencia, su olor, ese que aún estaba impregnado en ese cuarto, donde se confesaron su amor.

Suspiro abrasando al panda (el oso preferido de Carla que le dejo como regalo para que la cobijara  en las noches), manchas, su gato, llegaba a su lado ronroneándole, lo acaricio y se durmieron juntos.

Katia había adquirido los terrenos de la familia de Carla conservando la casa tenia varios cultivos y criadero de caballos, también conservo El Rosal lo cercó con pinos y robles para que ningún trabajador entrara en él, cuando estaba estresada por la universidad y la finca, se refugiaba ahí: -Todo sería tan distinto si estuvieras aquí amor- pensaba.

El día que se conocieron encontraron ese lugar, después de salir del colegio, Katia invito a Carla a montar a caballo, la niña no sabía montar muy bien y el caballo se desboco, Katia la alcanzo como pudo agarro las riendas del caballo deteniéndolo, cuando se dieron cuenta estaban muy adentro del bosque, encontraron este claro, bebieron del arroyo  descansaron en la hierba y desde ese instante  se volvieron inseparables, cuando sembraron el rosal prometieron ser las mejores amiga.

Como habían cambiado las cosas se enamoraron, y cuando por fin se confesaron lo que sentían Carla se marchó con su papá para España.

Katia se sintió traicionada porque no le había contado la verdad se enojo mucho con ella y le dijo que la dejara en paz que la odiaba por no haber sido capaz de quedarse a su lado y haberle ocultado ese detalle.

Desde entonces no hubo más llamadas solo cartas,  Katia adquirió los terrenos con la esperanza de verla, pero no fue así en su lugar apareció su padre, con él le envió una carta y un ramo gigante de rosas, Carla a través de su papa le hizo llegar un gato siamés de ojos azules pelaje café y de patas blancas, le puso manchas, eran cómplices cada noche dormían  juntos y en el día la acompañaba a todas partes como su fiel escudero.

Manchas empezó a maullar, Katia se  despertó lentamente cuando noto que había alguien mas en la habitación, ella pegó un brinco del susto.

-Tranquila mi gatito, solo deseaba verte dormir no quería despertarte - se acercó y le acaricio el cabello.

Katia se estremeció esa  era la voz de Carla, no lograba ver muy bien en la oscuridad, no sabia si era un sueño o era real, pero estaba segura que era su voz.

-Vuelve  dormir mi gatito, lo necesitas, se nota que estas algo tomada hueles a licor mañana hablaremos,.. Abrázame.

Katia no sabia si era un sueño solo esperaba encontrarla en la mañana a su lado, al amor de su vida…su Carla.

EL ROSAL CAP 5

Katia al despertar sintió un cuerpo a su lado, inhalo sintiendo su olor, aferrándose mas a ella coloco su rostro en medio de su cuello besándole el hombro, no era capaz de abrir los ojos le parecía que todo era un sueño y no quería despertar de él…. Carla al sentirla  se giró y le dio un beso en la nariz, sus labios estaban tan cerca y se atraían como imanes, a Katia se le acelero el corazón esto no podía ser un sueño tenia que ser real, rozo sus labios con los de ella abriendo su boca, metió su lengua Carla hizo lo mismo; se fundieron en un beso que llevaban años  esperando saciar, como un  sediento de agua en el desierto.

Se miraron fijamente (cuando amas a alguien solo necesitas mirarla a los ojos para expresar lo que sientes), sus miradas estaban pletóricas de  amor, ternura, pasión sus ojos brillaban intensamente, se tomaron de las manos, sus respiraciones se aceleraron cuando sintieron el contacto de sus manos en el cuerpo de la otra…ese momento  fue interrumpido por el celular de Katia era un mensaje, una de la yeguas iba a dar a luz y el parto se había complicado.

-¡¡Rayos!! ¿Porque ahora? Estaba tan a gustito contigo – le dijo con la voz mimosa

Se levanto tomando a Carla de las manos  -Eres la mujer más hermosa del mundo y quiero estar siempre a tu lado como te lo prometí, pero el deber me llama la yegua que he criado para ti va a dar a luz y debo ir ¿me quieres acompañar?, aunque va a ser raro que me veas en modo doctora.

Carla le rodeo el cuello con sus brazos, -Tu eres la mujer mas maravillosa y responsable que he conocido así que no te preocupes, esta noche seré toda tuya-le dijo con una sonrisa sensual-además se te olvida que yo también viví acá ¿cuantas veces acompañamos a tu abuelo en los partos, cuando nos quedábamos en su finca?

Katia la tomo por la cintura, el solo imaginar que la mujer que había amado por tanto tiempo seria suya esta noche la excitaba, mordió su labio inferior suspirando; -Pues si, que tonta soy solo pensé que después de tanto tiempo se te habían olvidado ciertas cosas amor, vamos para que conozcas a Shesik, tu yegua.

Manchas aun seguía en la cama se despertó remoloneando para que lo consintieran, Carla se acercó y le rascaba la pancita, mientras el ronroneaba.

Katia miraba enternecida esa escena -¿Sabes? manchas no deja que nadie se  le acerque y menos que duerman junto a mí, pero a ti no te pone trabas.

-Recuerda que yo te lo regale, ¿además con quien necesitas dormir aparte de mí?

Katia enrojeció, -Pues,.. Con nadie es solo que el es muy territorial, mejor vamos la yegua ya esta por dar a luz y las cosas están complicadas, tu también amigo ya es hora de trabajar -acariciando a Manchas cariñosamente.

Salieron de la casa de Carla tomadas de la mano, al llegar a los establos, el papá de Katia ya estaba ahí.

  • ¡Hija ¡te esperábamos  hace rato ¿porque  demoraste tanto?

-Lo siento papá estaba en la casa de Carla  ella llego anoche ¿como esta todo?

-Ya la preparamos tendremos que ayudar para que la cría salga, se enredó en el cordón umbilical,- se voltio a mirar a Carla-¡¡ Hola hija!!Tiempo sin verte, me alegra que hayas regresado.

-A mí también me alegra haber vuelto- dándole un abrazo- ¿En qué puedo ayudar?

-Serias de gran ayuda si la consientes, eso la calmara mientras nosotros sacamos a la cría.

Carla hizo lo que le pidió el papá de Katia, se acercó y le acaricio suavemente la cabeza era un  hermoso ejemplar de pelaje blanco,  ojos azabaches, y de magnifica estampa…

Cuando por fin pudieron sacar la cría, la asearon, le dieron leche en un biberón, ya que estaba muy débil y no quería comer, era tan hermoso ver  como empezaba una vida, la cuidaron todo el día, sin darse cuenta se quedaron dormidas con la cría, cuando despertaron ya era de noche, le dieron mas leche y retornaron a la casa de Katia…

Al llegar, la Señora Clara terminaba de hacer la comida. Carla, al verla, le dio un afectuoso abrazo.

-Mamá, vamos asearnos   y cambiarnos antes de cenar

-Está  bien hija, las esperamos no tarden- les dio un beso a los dos en la mejilla.

Subieron al cuarto de Katia… -Amor deje la ropa en mi casa-menciono Carla

  • No te preocupes hermosa yo te presto algo para que te cambies

Carla se desnudó dejando al descubierto unos hermosos y redondos senos,  un abdomen plano y perfecto, se quitó el pantalón y al girar dejó ver un  trasero bien formado y firme, seguido de unas piernas largas, torneadas y elegantes, caminó hacia la ducha de manera provocativa incitando a Katia para que la siguiera .

Katia estaba perdiendo su auto control, con su cuerpo en llamas, se quito la ropa lo más rápido que pudo y entró a la ducha con ella… abrieron la llave, el agua tibia acaricio el cuerpo de las chicas Katia enjabono la espalda de su chica mientras besaba su cuello, Carla de inmediato sintió que sus pezones se ponían

duros llego a su intimidad acariciando su clítoris en forma posesiva, Carla perdió el control y la beso solo quería comerle la boca, luego toco y acaricio de igual manera esa parte de Katia que la volvía loca de pasión, pellizco sus senos los chupo sin miramientos, mientras Carla le comía el cuello , sentían que perdían fuerzas mientras  se apoderaba de sus cuerpos un orgasmo brutal que las dejaba desfallecidas ,una vez recuperadas se miraron a los ojos con infinita dulzura, mientras al unísono se declaraban su amor en forma de dos palabras que abarcaba todo lo que sentían en esos momentos :Te Amo.

La cena transcurrió entre risas y anécdotas de cuando ellas estaban pequeñas… hasta que la señora Clara, de forma inesperada  le pregunta a Carla

-Supongo que has vuelto por mi hija, para nadie es un secreto que las dos se aman

Las dos chicas se quedaron en silencio, Katia sabía que sus padres tenían conocimiento de su tendencia sexual pero nunca lo habían hablado, siempre respetaron sus espacios y ahora su mamá preguntaba eso sin anestesia con tanta naturalidad.

  • No me miren así chicas, es algo normal- mirando a su hija- ¿pensaste que  podías ocultar algo a tus padres jovencita? te conocemos mejor que nadie, fuimos nosotros los que te dimos la vida y tu felicidad es lo mas importante; además los padres de Carla también lo saben, en estos años nos hemos comunicado y siempre hemos sabido que ustedes se aman, aunque nunca quisimos interferir en su relación.

Katia no sabía que responder solo balbuceó -No, es que pues yo ha… -se tomo un minuto para reflexionar, adoraba a sus padres y que ellos la apoyaran en algo tan importante para ella la hacia sentir feliz completa más, si Carla estaba a su lado, le tomó la mano

A Carla la pregunta de la señora Clara la dejo fría nunca había pensado en quedarse, tenia  su vida en España; al sentir la mano de Katia su corazón se aceleró  la amaba pero vivir con ella era un paso muy grande, que el solo pensar en ello le entraba un miedo horrible, más aun en Colombia. Aunque sabía que habían avanzado mucho con respecto a los derechos LGTBI aun había mucha homofobia, no todos eran como sus padres, ella tenia una gran relación con su papá, el sabia que le gustaban las mujeres y pues siempre supo de sus aventuras amorosas.

Tuvo varias relaciones, pero nunca llego a enamorarse de ninguna de sus novias, cuando termino la última de ellas, su papá la convenció para que hablara con Katia, él sabía que ella nunca seria feliz si no resolvía su situación.

El padre de Katia sonrió al ver la reacción de las chicas… -Amor no las presiones Carla acaba de llegar y tu ya las estas casando.

-No sería mala idea podríamos traer a Jairo es notario y  amigo de la familia,  puede hacer la unión civil.

Katia estaba sorprendida -¡Mamá! ¿Y tú como sabes todo eso?

-Hija, ¿no ves la noticias? deberías conocer más sobre tus derechos, además soy abogada tesoro, y trabajo con derechos humanos, mi amor que tu estés tan metida en tu vida y no te des cuenta de todo lo que pasa a tu alrededor no significa que no pase.

  • Es cierto te encierras en tu mundo, con respecto a lo del matrimonio yo tengo mi vida en España, estoy pronta a terminar la carrera.

-Gracias por ayudarme amor, pero creí que venias a quedarte

-Gatito es mejor que escuchemos a tu papá y hagamos las cosas despacio no tenemos afán.

  • Pues, si no hay boda por ahora, ¿les apetece un whisky?, para celebrar tu llegada y el nacimiento de la cría de Shesik supongo que mi hija ya te mencionó que es tuya.

  • Si, y espero que se recupere pronto para poder montarla

Salieron los cuatro al porche de la casa, era una delicia estar ahí, se respiraba paz, la noche estaba imponente, las estrellas brillaban con fuerza. Se sentaron Carla se apoyó en el hombro de Katia mientras ésta  jugaba con su cabello. Se sentía inquieta, lo que dijo la mamá de su novia no dejaba de rondarle la cabeza, casarse era un paso muy importante, llevaban tantos años sin verse muchas cosas ya no eran las mismas, mientras meditaba en ello el agotamiento le paso la cuenta y se quedó dormida.

Katia se dio cuenta, la beso delicadamente en la frente… -Bueno nosotras nos vamos a dormir, Carla  ya se durmió, papá ¿me ayudas a subirla al cuarto?

  • Claro hija, la pobre se notaba muy cansada, no hablo mucho esta  noche-

La subieron  a la habitación, Katia le quitó la ropa dejando suaves caricias en  su cuerpo -Eres tan hermosa princesa, descansa -le dijo en forma dulce mientras le ponía una pijama.

Se acostó a su lado consintiéndola un rato, no podía conciliar el sueño, bajó a la sala prendió la chimenea y se sirvió otro trago de whisky, su papá llegó al escuchar el ruido…

  • ¿Está todo bien hija? ¿Por qué no estás en la cama con Carla? Pensé que era lo que mas deseabas-se sirvió otra vaso de whiskey, sentándose a su lado

  • Si, es lo que mas he deseado, pero ahora que esta aquí no se como serán las cosas ya la escuchaste, su vida esta en España y yo no puedo dejar la finca, además el hecho de casarnos, bueno te has dado cuenta que nunca he tenido una relación estable, la verdad no sé si estamos listas para eso.

-Hija no te preocupes por eso cada día trae su afán no puedes esperar que algo de frutos si no lo has cultivado, además tu mamá es muy exagerada  te ha visto sufrir y pasar de una chica a otra y sólo quiere verte feliz, pero al final eso sólo pueden decidirlo ustedes. Bueno me voy a dormir, tu madre me está esperando y tú deberías hacer lo mismo.

  • Si papá ya voy, que descanses me encanto hablar contigo.- Se quedo un momento mas mirando el fuego hasta que las llamas se extinguieron, subió  a la habitación la suave luz de la luna dejaba ver el cuerpo de Carla éste era perfecto; se metió entre  la sabanas abrazándola

-¿Dónde estabas amor?

-Hey, pensé que estabas dormida y baje a tomar un  trago, porque no tenía sueño.

  • ¿Estas bien?

-Si amor ,no podría estar mejor, por fin estas junto a mí : ¡Te Amo!

  • Esta bien, gatito descansa mañana será un largo día, yo también extrañaba dormir a tu lado, no vuelvas a dejarme sola en la cama, necesito sentir tu calor para descansar y que me abrases fuerte.

-No volveré a hacerlo amor, lo siento no pensé que te darías cuenta te veías tan cansada.

  • Todos estos años lo que mas extrañe fue dormir pegadita a ti-se recostó sobre su espalda y coloco la cabeza de Katia sobre su pecho unieron sus manos.-Descansa cariño, yo también te amo

Los latidos de Carla eran tan suaves que arrullaron a Katia, hasta que se quedo dormida…

Al despertar se asearon y  luego bajaron a desayunar al hacerlo se percataron que había dos maletas preparadas.

-¿Qué significa esto? Preguntó Katia

-Tu papá y yo saldremos de viaje hoy, te hablamos de ello hace rato, supongo que lo olvidaste, estaremos un mes fuera,  tú te quedas con Carla y así prueban lo que es vivir juntas.

EL ROSAL CAP 6

Las chicas se quedaron anonadadas, ¡un mes solas! ¿Que podría salir mal? Carla había convivido con su última novia, pero Katia nunca había tenido una relación seria y menos de convivencia toda era nuevo para ella…

Los días pasaron Katia le mostró los cultivos de flores y fresas, las dos estaban a punto de graduarse, Carla  estaba terminando Administración y negocios internacionales y Katia estaba haciendo el rural de Agropecuaria.

También la llevo al bar, donde conocía chicas y podía tener sexo, en un cuarto que estaba en la parte trasera al lado de la bodega, en una de las salidas al bar se encontraron con Tatiana la última amante de Katia…

Tatiana se acercó tomándola  de la cintura -Hola preciosa, ¿cómo estás? Veo que estas muy bien acompañada-mirando a Carla

Katia se quedó fría no sabía que responder- Hola bien... tiempo sin verte-tomó la mano de Carla quien observaba  a Tatiana fijamente; -Tatiana te presento a mi novia-

-Hola mucho gusto, soy Carla

Tatiana  soltó la cintura de Katia, al ver como la miraba Carla.- Pues cuando te conocí no la mencionaste para nada-dijo, con un dejo de reclamo en su voz

-Veras, es que sólo llego hace unos días

Carla la miro y levanto la ceja -¿por qué le das explicaciones?

Katia se sintió acorralada, sin saber como salir de esta incomoda situación, siempre  imagino que en algún momento se encontraría con alguna de sus “amiguitas”, pero jamás se le paso por la cabeza  que una de ellas le reprochara algo.

-Tatiana se dio cuenta de la incomodidad de Katia- Tranquila querida-riéndose de su cara- estoy bromeando que bueno que estés acá- dirigiéndose a Carla- y le hagas compañía, siempre se le ve sola- volviendo a Katia le dio un beso, y le susurró al oído- cuando quieras vamos al cuarto de atrás y recordamos la noche en que nos conocimos, a mi no me importa que tu novia este aquí, así como a ti no te importo estar ese día conmigo- se despidió de Carla guiñándole el ojo, perdiéndose en  la multitud.

-¿Quién es ella?

-Una amiga que conocí hace poco, aquí en el bar.

-Pues, como te hablo parecía mas que una amiga y ¿que te dijo al oído?

  • ¡Nada!- se apresuró a decir-  solo felicitaciones, por la mujer tan guapa que tengo a mi lado, amor porque no vamos ya para la casa estoy cansada y mañana tengo que ir a revisar a la cría de Shesik.

-Está bien, te acompañare a ver a Taz.

  • ¿Taz?

-Sí, ese es el nombre de mi potro ¿Qué te parece?

-Original como todo lo tuyo, mi amor en realidad todo lo mío es tuyo, no sólo Shesik y Taz.

Llegaron a la casa y subieron a descansar Carla estaba molesta por lo que paso en el bar así que no durmieron abrazadas, ya en la madrugada no se aguantaron mas…

-Hermosa yo no puedo dormir así, teniéndote cerca y a la vez tan lejos- le dijo Katia.

-Yo tampoco puedo, ni puedo pretender juzgarte por cosas del pasado, si tuviste algo con esa mujer esta bien, solo espero que haya acabado.

-Ella  no es nada, solo alguien que conocí en el bar

-Está bien amor- le acaricio el rostro- ven abrázame que necesito estar en tus brazos.

Katia fue la primera en levantarse quería llevarle el desayuno,  a la cama como lo hacia todos los días.

Carla se despertó con el delicioso aroma a chocolate, y huevitos revueltos con jamón acompañados con jugo de papaya.

-¡Gracias amor! siempre sabes cómo hacer feliz a una mujer por las mañanas- le dijo con voz seductora- aunque por las noches también estas muy bien, pero es raro que hoy no me hayas comido a besitos, eres insaciable gatito- la miró con picardía dándole un beso.

-Amor, no podemos demorarnos mucho debemos  ir a ver a Taz

-Sólo cinco  minutos, gatito- atrapándola con sus piernas le acaricio la espalda con las uña muy sensualmente, la  ponía a mil por hora con solo mirarla, con ninguna de su novias se sintió así… unió sus pelvis.

Katia la miro -Amor ya pasaron cinco minutos, si seguimos así nos quedaremos toda la mañana en la cama

-¡Hum! gatito que agua fiesta eres, quiero que me consientas y ¿tu prefieres trabajar?- haciéndole  pucheros.

  • Mmm…yo también quiero consentirte todo el día mi princesa, pero debo revisar a TAZ, te prometo que te lo compensó más tarde.

-Bueno entonces ve tú, yo estoy cansada por la salida de anoche y el encuentro con tu “amiguita”.

-Pensé que me ibas a acompañar

-No después visito a Taz, además hoy te voy a preparar el almuerzo- dándole una nalgada en el trasero, nos vemos más tarde Te Amo

-Eso no me lo pierdo por nada, ¡tú cocinando!, lo tengo que ver con mis propios ojos- burlándose de ella-  YO también te amo- se despidió dándole un beso cargado de pasión y ternura.

Salió rápido para  los establos reviso a Taz, estaba mejor había subido de peso y ya podía dar unos pasos sin caerse, termino y se fue rápido para el pueblo quería darle una sorpresa a Carla, con ella era romántica, detallista; nunca era capaz de pasar mas de una semana con una de sus conquistas nocturnas y con Carla quería compartir la vida entera

EL ROSAL CAP 7

Cuando Katia  llegó a la casa era algo tarde, Carla la estaba esperando con el almuerzo…

-¡Mmm! amor huele delicioso ¿Qué es?

-Es paella, un plato típico Español, hermosa ¿porque te demoraste tanto?

-Tuve que ir a el pueblo por unos suministros-  la besó, sus labios eran adictivos quería besarlos todo el día-  amor traje un postre para el almuerzo espero que te guste

-¿Que sabor es, amor?- le brillaban los ojos, el dulce era lo que mas le gustaba y aunque tenia un cuerpo delgado siempre que podía se daba un gustico

A Katia le encantaba ver esa cara de niña golosa se veía tan inocente, tan tierna

-Dale guapa, que me tienes en ascuas

-¡Uy! te salió el españolete- le dijo riendo- lo deje en el carro, ya lo traigo

Salió hacia el carro y se encontró con Sofía,

-Hola ¡qué haces aquí?

-Hola tú, pelee con mi novia y quiero salir esta noche a divertirme

-Lo siento pero ya tengo un compromiso

  • Para que tú me rechaces debe ser muy importante

-Si lo es, la mujer de la que te hable llego y esta viviendo conmigo

  • Bueno tu siempre has querido el amor de esa chica, compartir con alguien tu vida, pero te digo algo hermosa- acercándose y besándola- las cosas no duran para siempre y en algún momento una de las dos va a buscar a otra persona, si eres tu no dejes que te pillen  jajaja

-Katia la aparto -¿sabes por el momento no me interesa nadie mas y gracias por el consejo, pero yo creo que uno sí  puede entregarse a una persona y ser le fiel.

-Eres una niña todavía y vives de ilusiones, cuando te des cuenta como son las cosas realmente, me darás la razón pregúntate que es la fidelidad, antes de que te estrelles y estés pensando en algo que  solo tú crees, ¿sabes que es lo que quiere ella realmente contigo?-  le dio otro beso y se fue.

Katia se quedo pensativa, ella la presentaba como la novia, pero Carla  la presentaba sólo como una amiga a sus amistades de internet, suspiro… Entro a la casa con el postre de tres leches cubierto de chocolate

  • Estaba en la computadora chateando, ¿tuviste que ir de nuevo al pueblo a buscarlo?

-No solo tuve que atender algo de trabajo, se acercó tomándola por la cintura, esta tarde soy solo tuya y las sorpresas no acaban acá, almorcemos para salir-  aunque  se sentía perturbada por lo que le dijo Sofía, ya había planeado una tarde romántica, después tendría una conversación para esclarecer que tipo de relación tenían…

Carla sirvió, acompañaron la paella con un buen vino y del postre sólo quedaron recuerdos.

-Vamos amor-  Katia tenía dos caballos ensillados afuera, los montaron, le cubrió los ojos con una venda y  guio a los dos caballos, cuando llegaron Al Rosal, le pidió que la esperara un momento

Carla estaba intrigada, el tiempo le parecía eterno, ya quería saber cual era la sorpresa.

-Amor ya te puedes quitar la venda

Carla se quedo boquiabierta había un camino de rosas, con un corazón de pétalos y escrito TE AMO, alrededor antorchas, una carpa, y dentro de ella: sabanas de seda, una botella de vino, fresas, chocolate y aceite.

Katia la ayudo a bajar del caballo, el olor de las rosas era embriagante  -Te dije que te compensaría por no quedar contigo esta mañana.

-Esto supera todas mis expectativas, con razón  demoraste tanto en llegar a comer, Te Amo y ¿ahora que me tienes preparado? Sólo puedo decir soy toda tuya…

Katia le pidió que se quitara la ropa y se recostara bocabajo, luego le dió un masaje en la espalda, bajo por sus piernas, volvió a subir lentamente por su bien formado trasero, la espalda y el cuello, le paso la lengua por toda la columna vertebral, provocando que a Carla se le erizará la piel, le pidió que se volteara.

Carla lo hizo -Me encanta amor, no sabía qué hacías masajes tan buenos, eres una cajita de sorpresas

Katia sonrió –Esto apenas empieza- le puso fresas sobre los senos, el abdomen la pelvis y las piernas, comenzó a quitárselas con la boca mordiendo lenta y suavemente

Carla la tomo del cabello, jalándolo cada vez que su chica mordía alguna parte de su cuerpo, tenia la respiración a mil, estaba tan húmeda, cuando Katia rozo  su pelvis empujo, su cabeza, con firmeza hacia ese lugar

Katia la levanto; el olor que desprendía su sexo era afrodisiaco, ese olor a mujer en celo la excitaba  tanto, pero quería degustar más; siguió por sus piernas.

Carla no soportaba más -¡Quiero que me comas, amor hazme tuya!

Katia la ignoro, coloco chocolate liquido en la vagina, empezó a lamer la combinación de los dos sabores era exquisito, chupo con firmeza

Carla apretó la cabeza con sus piernas arqueando la espalda, el placer invadía todo cuerpo, jadeaba y gemía, por cada lamida que ella le daba

Mientras, Katia  puso su dedo en la boca de Carla para que lo chupara, mordiéndole suavemente el clítoris chupaba y lamia, moviendo su boca en círculos, pellizcando los pezones, la agarro por la cintura poniendo la punta de la lengua en el clítoris moviéndola rápido.

Carla dio un grito ahogado, sentía que el alma abandonaba su cuerpo, llego en forma brutal en la boca de Katia y ésta trago sus  jugos, lamio hasta la última gota de su sexo, se acostó encima besándola; -No me  cansaría nunca de esto Te Amo, eres mi vida- se abrazaron y mimaron mutuamente.

Luego de un rato Katia no aguanto más, lo que le había dicho Sofía le hacía eco en la cabeza. –Carla, ¿qué somos tú y yo?

-¿Como que somos? Le pregunta inquieta

-Eso, ¿somos novias, amantes, o amigas?

Carla no sabía que responder  -Eres mi novia, la mujer que amo.

  • Entonces, ¿por qué no se lo dices a tus amigos?

-Porque quiero llevar las cosas despacio, además no quiero que mi ex se entere aun, ella no lo tomó bien cuando terminamos, viví con ella unos meses…

-¡¡Viviste con tu novia!!- le gritó  apartándose de su lado, sintiendo una opresión en el pecho.

Carla  la miro, sorprendida por su actitud –No entiendo por qué reaccionas así, el día que mi papá vino a firmar las escrituras, mi vuelo se retraso así que le pedí que no te dijera nada, quería que fuera una sorpresa, cuando llegue era de noche y tu no estabas en casa. Me encontré con Camilo me llevo a el bar y ahí te vi comiéndole la boca a dos chicas me dio mucha rabia y tome el primer avión a España… luego de unos días Paola, me propuso que nos fuéramos a vivir juntas, no teníamos nada serio pero yo quería olvidarte, mi papá llego al mes con tu carta y con las rosas algo marchitas, cuando la leí supe que aun me amabas y llame a Camilo, me conto que tu solo estabas con mujeres por despecho, así que cuando termine con Paola mi papá me aconsejo que volviera a buscarte.

Katia se quedó sin palabras, no sabía que su princesa la había visto en sus correrías y ¿por qué Camilo nunca le dijo nada?, bajó la mirada –Yo  nunca he tenido una relación seria con nadie, ese día esperaba verte, tu papá me dijo que estabas muy ocupada para venir, así que  fui al bar a emborracharme…

-Como ya te dije anoche, no soy nadie para juzgarte, solo te pido sinceridad y que confíes en mi, porque sino esto tan lindo que tenemos no funcionara y se convertirá en un infierno.

Katia la miro -Claro que confió en ti, pero también quiero saber en qué se basara nuestra relación.

  • Yo debo volver a España a terminar mi carrera, podemos viajar, chatear y hablar por celular.

-Está bien-besándola en los labios- supongo que por el momento no vamos a casarnos- con un tono de melancolía- nuestros padres estarán muy decepcionados.

-Todo a su debido tiempo gatito, no tenemos afán, yo también quiero estos momentos contigo por el resto de mi vida. Ven, ahora soy yo la que te va consentir, quítate la ropa…

EL ROSAL CAP8

Katia contemplaba a Carla hoy era su última  noche juntas, ella viajaba de regreso a España, lloro un rato pero no quiso admitir que era porque se iba, solo le pidió a Carla que la abrazara hasta que se quedó dormida.

Por su lado Carla sentía una  inmensa tristeza, solo comparable con la primera vez que se separaron, se había  acostumbrado a tenerla cerca, a sentir  su calor por las noches,  la observó en silencio mientras las lágrimas rodaban por sus mejilla.

Evoco la salida que hicieron al bar con Camilo, el mejor amigo de ambas, él era gay declarado, y también  acompañante  de muchas borracheras junto a Katia, por esa amistad que se prodigaban le pidió a Carla que regresara y se dieran una oportunidad.

Katia pidió  un reservado especial solo para ellas, no quería tener más incidentes, con sus amantes, como la última vez que fueron. La decoración hacía honor a los cinco elementos el piso: de madera, las paredes en piedra, una fuente de agua en la pared norte con enredaderas y pececitos de colores, en el centro un empedrado  de 3x3 metros, un circulo en piedras para la fogata, muebles estilo cama ,unidos en forma de L ,la pared sur oriental color negro , cojines blancos y rojos de terciopelo, una mesa de centro para poner los tragos y el computador unido a los parlantes distribuidos por las paredes para programar la música que querían escuchar, el techo corredizo donde se podía ver claramente el cielo, en la pared occidental un mueble en caoba con un sistema de refrigeración, lleno de botellas de whisky, tequila, champagne, vinos, ron, variedad de cervezas rubias y negras, al lado una puerta en pino que daba al

Baño éste, era todo un lujo: el piso era anti resbalante, un orinal con dos lavamanos, el jacuzzi de cuatro  metros de diámetro con ducha incluida.

Quedaron de encontrarse  con Camilo en el parque principal que quedaba a cuatro cuadras del bar, al llegar tomaron  unas cervezas, Carla estaba buscando los cigarrillos y se le escapó un estuche cuadrado en cuero negro.

-¿Qué es eso, princesa?-  Preguntó con curiosidad Katia

-¡¡Oh, le vas a pedir la mano, es una argolla de compromiso!!- cubriéndose  la boca para apagar el grito que amenazaba salir por la emoción

Carla enrojeció… miro a Katia que estaba igual, Camilo las observaba expectante, Carla se acercó a su chica la tomo de la mano y  abrió la cajita, era una fina cadena de oro con un dije en forma de corazón, en su interior una fotografía de ambas, con un grabado y  sus nombres: EL INFINITO ES NADA A TU LADO: KATIA y CARLA -Era una sorpresa, quería dártela antes de irme

  • Está hermosa mi amor, gracias ¿me la pones…?

Carla deslizo su cabello hacia un lado, le temblaban las manos, abrocho la cadena dándole un beso en el cuello, Katia giro su cabeza rosándole los labios, acerco mas su rostro al de ella, Carla la recibió gustosa abriendo sus labios, dejando que la lengua de Katia entrara en su boca, unieron sus lenguas moviéndolas en círculos…

-Bueno, bueno chicas no coman pan delante de los pobres, les dijo Camilo en un tono travieso, guarden algo para más tarde- en eso llego Leonardo, la cita de Camilo,

-Ya estamos completos vámonos - dijo Carla caminando tomadas de la mano…

-Amor, yo también tengo una sorpresa para ti-  guiándolos a una puerta por la parte trasera del bar, se colocó detrás de ella tapándole los ojos, entraron por un pasillo llegaron al reservado, le susurró al oído -Espero que te guste hermosa.

Todos quedaron anonadados -¡¡Oh!!, es como un oasis en el desierto- le dijo Carla, asombrada aun.

-Katia sonrió radiante -¿Entonces, si te gusto? Pregunto ilusionada

Carla le rodeo el cuello -Pues, mi regalo no tiene comparación al tuyo, siempre lo maximizas todo.

  • Quería un lugar único, donde pudiéramos compartir con nuestros amigos, ya que el rosal es nuestro secreto- guiñándole un ojo

-Bueno, a ver ¿qué vamos a tomar? Pregunto, muy animado Camilo

Katia sacó una botella de vino rosado y espumoso, mientras ellos prendían la fogata…

Carla programó la música (electrónica y reggaetón)… abrieron el techo se veían las estrellas y la luna estaba completamente llena, alrededor tenia una luz violeta y azul… se sentaron y destaparon la botella.

Katia  levanto la copa :-Brindo por la mujer mas hermosa de este mundo-mirándola a los ojos- mi vida es tuya, Te Amo Carla Perea, cada segundo contigo me llena de felicidad, sin importar la distancia ni el tiempo siempre serás el amor de mi vida.

-Yo también, Te Amo Katia González, aunque no este contigo físicamente mi mente y mi corazón siempre estarán a tu lado… (Brindaron con la izquierda para que se repitiera)

Camilo y Leonardo salieron a bailar mientras ellas se quedaron ahí, lado a lado mirándose, sus miradas expresaban amor, ternura con algo de tristeza y melancolía, sabían que no se iban a ver en mucho tiempo y sentían el corazón chiquitico, aunque se hicieran las fuertes…

Sonó Dutty love de don Omar y Natty Nattacha .Se fueron a bailar, Carla juntó su entrepierna con la de  Katia, su baile era sensual, lento, movían sus caderas al ritmo de la música; sonó juntos al amanecer ,de J Álvarez, unieron sus pelvis rozándose  suavemente, se miraban con deseo; Katia la arrincono contra la pared tomándola de la muñecas ,le alzó los brazos sujetándolos firmes sobre su cabeza Carla tenia las piernas cerradas con la pelvis levantada, mientras Katia las tenía abiertas ,se movía en semicírculos bajando y subiendo unida a la cadera de Carla mientras de fondo se oía ; Te siento de Wisin y Yandel, Carla la beso soltándose y empujándola sobre el mueble, Katia quedó sentada,  mientras ella movía  sus caderas bailando, la tomo del cabello acercándose a ella . Katia empezó a besarle el abdomen, su chica le abrió las piernas sentándose a horcajadas sobre una de ellas, rosando su clítoris contra la pierna de Katia.

-¡Oh! Mmmm, estoy tan mojada –dijo Carla con la respiración entrecortada

-Yo también, con solo sentir el rose de tu piel me enloquezco- se recostó un poco uniendo el centro de Carla con el suyo, la línea media del pantalón rosaba sus clítoris mientras ellas se movían al ritmo de la música, ahogaban sus gemidos con sus besos.

Carla besó con pasión a Katia, mordiéndole el hombro cuando sintió el orgasmo un calor invadió su cuerpo de forma abrazadora.

Katia la sostenía de la cintura, la apretó más hacia ella clavándole las uñas, sintió una explosión que venía desde lo más profundo de sus entrañas, mordió su labio inferior para no gritar; se quedaron abrazadas, unidas como las piezas de un puzle.

-Contigo he probado el sexo de tantas formas, me siento libre, desinhibida cada vez que probamos nuevas formas de amarnos

  • Eres la única con la que he hecho el amor y cada vez encontraremos nuevas formas de reinventarlo, contigo no existe la monotonía.  Le dijo con la voz tomada Katia

Pasaron el resto de la noche bailando con los chicos, riéndose, contando chistes bebiendo, pusieron masmelos en la fogata para comer, como a las 3 a.m. se metieron al jacuzzi en ropa interior, todos estaban bastante bebidos se salpicaban agua Leonardo se montó en los hombros de Camilo y Carla sobre Katia, se empujaban para ver quien caía al agua primero, cambiaron para seguir jugando… como a las 4:30 salieron del jacuzzi, temblaron al sentir la brisa fría, se pusieron la ropa  secada con el calor de la fogata, las chicas se frotaban las manos abrazándose para darse calor, luego apagaron la fogata y salieron cada uno para su casa.

Las chicas tomaron un taxi, llegaron a la casa, se quitaron la ropa, estaban tan cansadas, que se quedaron dormidas casi de inmediato…

EL ROSAL CAP 9

A las 10 a.m. sonó el celular de Katia, eran sus padres, las chicas se levantaron sobresaltadas por el ruido del aparato

-¿Hola…?- pregunto, aún medio dormida

-Hola hija, llamábamos para despedirnos de Carla, me imagino que ya van camino para Bogotá, ¿a que hora sale el vuelo?

  • Aún  no, ya  que  el vuelo sale a las 7 p.m. debemos estar 3 horas antes en el aeropuerto

-

  • Por tu voz parece que se acaban de levantar, de todas maneras son dos  horas a Bogotá, tienen tiempo suficiente para alistarse, llámennos cuando estén listas, un abrazo las amamos. Chao.

-¿Quién era amor?

  • Mi papá, menos mal que nos llamó o nunca nos hubiésemos levantado, vamos a bañarnos tenemos el tiempo exacto para llegar

-Tengo mucha sed, bebimos demasiado anoche, pero la pasamos muy bien-le dijo mientras le daba un beso.

Katia le acaricio la mejilla -Voy por jugo mientras tú preparas la ropa que usaremos- trajo jugo de naranja y lo tomaron rápidamente estaban sedientas.

Entraron a la ducha, el tiempo les apremiaba, pero no querían salir, necesitaban sentir el cuerpo la una de la otra, como el agua recorría su piel, se enjabonaron en silencio no decían nada solo se miraban, detallando cada centímetro de sus cuerpos, guardándolos en sus memorias, salieron se vistieron, pusieron las maletas en la camioneta de Katia pues, ya era hora de partir.

Carla tomo a manchas en sus brazos arrullándolo, le consintió la pancita;

-Amor cuídalos mucho, por favor- tenía los ojos anegados de llanto

Katia la abrazó –Los cuidare, además sé que muy pronto los volverás a ver, no te pongas triste chiquita (aunque a ella la tristeza le estaba carcomiendo el alma)

Subieron a la camioneta, pasaron por un asadero de pollo para comer algo, necesitaban  recargar energías, estaban en silencio sus miradas lo expresaban todo, amor, ternura, tristeza, miedo… emprendieron el camino a Bogotá donde Carla se embarcaría hacia España, en el Aeropuerto Internacional El Dorado.

  • ¿Sabes? yo vivo en Oviedo la capital del Principado  de Asturias, como a 40 minutos de distancia está, La Villa de Tazones un pequeño puerto marítimo, a orillas del mar Cantrico.

Katia estaba en silencio solo la escuchaba tenia un nudo en la garganta que no la dejaba pronunciar palabra

Carla seguía hablando mientras miraba por la ventana no era capaz de mirarla a los ojos; -Al atardecer llegan las embarcaciones a puerto, similares a aquella de la que habla Hemingway en “El viejo y el mar”- tomó aire le costaba hablar sin que se le quebrantara la voz… -Lo mas hermoso sonlos amaneceres y las puestas de sol invitan a la melancolía y al sosiego; me encantaría caminar contigo de la mano por sus calles empedradas hay una casa cubierta de conchas es muy hermosa podríamosver uno de los más importantesyacimientos de huellas de dinosaurios del Jurásico,de toda Europa… comer salmonete, merluza, mariscos… seria un lindo fin de semana

Katia reunió fuerzas para poder hablar; -Mi amor, se que haremos todas esas cosa- Le dijo, tomándola de la mano

Carla se giró para verla a los ojos -¿Por qué no te vienes a vivir conmigo? Podría despertar cada día a tu lado, arrucharme todas las noches construir una vida juntas…

A Katia  la voz  le salió como un susurro, tuvo que carraspear para subir el tono y fuera audible, -Que más quisiera yo que despertar cada mañana a tu lado hermosa, pero debo terminar de estudiar y la finca es mi proyecto de grado, sabes que mis papás están de vacaciones y yo estoy a cargo, por mi me iría hasta en tus maletas con tal de no separarme de tu lado TE AMO, mi cielo se que pronto podremos hacer todas esas cosas y viviremos ese fin de semana

Carla volvió a mirar por la ventana -Supongo que la vida nos vuelve a separar, debemos terminar de estudiar y después decidiremos si viviremos juntas o no.- Le respondió con la voz tomada.

- Tú eres el amor de mi vida y solo contigo pienso en un futuro, tenemos muchas cosas por vivir, cuando estemos viejitas y aun caminemos de la mano, miraremos al pasado y esta separación solo será una de las miles de pruebas que superamos.

- Yo también TE AMO y se que no importa cuan lejos estemos, el tiempo que estuve sin saber de ti solo sirvió para amarte mas y darme cuenta que cuando estoy contigo me siento completa, realizada, feliz- le dio un dulce beso en la comisura de los labios, no quería que se estrellarán por besarla en la boca.

El resto del viaje estuvo en silencio, lo único que se escuchaba era la música del radio, llegaron a Bogotá a las 3 p.m. debían estar en el aeropuerto a las 5 p.m., tenían el tiempo suficiente para llegar por los trancones es la calle 26, por las obras de Transmilenio… la suerte las acompaño llegaron a las 4:20 p.m. al aeropuerto, se estacionaron Katia saco las maletas, entraron por la puerta de vuelos internacionales, Carla fue a registrarse y a guardar las maletas, cuando un hombre la saludo cariñosamente

- ¡Hola mi niña! tiempo sin verte, tu eres la hija de Eduardo Y Ema.

- Si ¿conoce a mis papás?

Katia se acercó a la fila, al ver que un  desconocido hablaba con Carla

- Claro que los conozco, a ti también desde hace mucho tiempo

Katia llego  donde estaban, cuando pudo verlo bien se dio cuenta que era  un viejo amigo de la familia; -Hola Cristóbal ¿Cómo estás?- Dándole un afectuoso abrazo

- Muy bien mi niña ¿Qué haces por acá?

- Vine a dejar a Carla, porque viaja hoy para España, ¿y tú?

- Tratando de cambiar mi  pasaje, necesito viajar hoy para Madrid, es urgente mi hija tuvo un accidente y mi pasaje esta para pasado mañana a las 8 a.m.

Carla  lo miro, ya lo recuerdo usted fue varias veces a los asados en mi casa, ¿no hay nada que se pueda hacer para que viaje?

-Mi niña el cupo esta completo, lo único seria que alguien me cambiara el pasaje.

Katia se volteó para verla fijamente, con ojitos de perro regañado.

Carla con solo mirarla sabía lo que quería, pensó por un momento, mientras Katia la miraba con ansiedad, en una semana entraba a la universidad y tenía tiempo suficiente para arreglar lo que le faltara…- Señor Cristóbal  yo le puedo ceder mi puesto y tomar el suyo.

La cara de Katia cambió por completo apareció una sonrisa de oreja a oreja y el brillo de los ojos le iluminaban toda la cara.

-¿De verdad hija puedes hacer eso por mí? que DIOS te pague, no sabes cuánto te lo agradezco.

- No tiene nada que agradecer, usted es un muy buen amigo de mis padres y poder ayudarlo para mí es un placer.

-No sabes lo importante que es para mí, les dejare dinero para la estadía de estos días.

- No es necesario, solo esperemos que nos hagan el cambio, vamos a ver

-Buenas tardes señorita, necesito que me haga un cambio de pasajes, el mío esta para el hoy a las 7p.m. y deseo cambiarlo con el Señor aquí presente.

-Por favor, denme sus cedulas, pasaportes y pasajes… señorita Perea su vuelo queda reprogramado para el martes a las 8 a.m.

-Muy amable, gracias. Bueno Cristóbal espero que tu hija se mejore y que tengas un buen viaje.

-Ay mi niña, no tengo como pagarte por lo que has hecho, cuando mi hija este mejor iré a visitarlos.

- Lo estaremos esperando con mucho gusto- Carla, le dio un abrazo despidiéndose.

Katia también lo abrazo, estaba tan feliz porque tendría dos días más con su Carla, lo vieron embarcar, la tomo de la mano y la beso, te tengo para mí  unos días más, ¡DIOS  escucho mis plegarias!.

-Eres una loca encantadora, le dijo riendo, pero amor el martes si debo irme.

- Lo sé, pero tenerte unas horas, unos segundos mas es un gran consuelo .

EL ROSAL CAP 10

Katia tomó las maletas de Carla buscaron un hotel, por la 74 con 9 El Royal, pidieron suites presidencial, tenia un jacuzzi, mini bar (aunque las chicas no querían saber de trago por un buen tiempo la salida de la noche anterior las dejo vueltas nada);  tomaron una ducha caliente, Carla le presto ropa a Katia para que se cambiase, ya que esta no tenia.

Dejaron la ropa en la lavandería del hotel y fueron aun restaurante mexicano que estaba a media cuadra, pidieron un burrito para las dos, un refajo para que las ayudara con los rezagos del guayabo, hablaron de como pasaron la noche anterior del baile sensual que tuvieron, el cual desencadeno un orgasmo monumental.

-Así no se vale mi amor, tú sabes que con nada mas tocarme haces que me humedezca

-  Pues yo no tengo la culpa de que sea irresistible para ti, (mirándola pícaramente) le encantaba ver como Katia se sonrojaba y mordía sus labios

-Eres irresistible, (empezó a jugar con su mano haciendo círculos suaves con su dedo índice) -

Carla acaricio sus piernas por debajo de la mesa con sus pies… se quedaron un rato mas en el restauran disfrutando de la morbosidad de acariciarse, con el restaurante lleno sin que nadie se diera cuenta…

Sonó el celular de Katia

-         Hola hija, tu papá te pidió que nos llamaras para despedirnos de Carla me imagino que hace rato salió su vuelo, no  pudimos despedirnos la llamaremos cuando llegue a España.

-Pues, mami no vas a creer lo que nos paso en el aeropuerto

-

  • ¿Perdió el vuelo?, cuando llamamos ustedes, no se habían despertado, que irresponsable señorita (en tono de regaño)

  • ¡Noo mama!, llegamos media hora antes, lo que paso es que nos encontramos a Cristóbal, el necesitaba viajar de inmediato porque su hija tuvo un accidente, Carla le cambio el pasaje para que el se fuera hoy y ella el martes.

-Bueno mi amor, no quería regañarte se lo responsable que eres, ¿y ella no tenia que llegar a la universidad?

-Pues, mamá como la decisión del viaje fue tan apresurada, solo consiguió pasaje de regreso una semana antes de entrar a clases, así es que todavía tiene tiempo para llegar sin problema.

-¿Qué van a hacer estos dos días que les quedan?

-Nos quedaremos en Bogotá, ya llame a Laura  para que se encargue de la finca mientras no estoy, ella se quedara en la casa, el vuelo de Carla sale a las 8 a.m. debemos estar a las 5 a.m.; desde ahí  me marcho para la finca.

-Bueno hija, un abrazo y besos para las dos, cuídense y que disfruten estos  días, extras, juntas. Buenas noches

-

-Mami los amo, que sigan disfrutando su viaje  a estas alturas ya me pregunto si  soy una hija abandonada, llevan más de mes y medio por fuera, mama Carla les envía saludos.

  • Como crees, que te abandonaríamos- riendo- pero es bueno que extrañes a tus viejos, chao mi cielo.

-Chao mami, saludos a papá.

Katia la miro preocupada -¿se molestaron tus papás porque me quede unos días más?

-No mi amor, ellos te adoran, mi mamá pensó que te había dejado el avión, por eso me regaño, ya aclaradas las cosas, quiere que disfrutemos nuestros últimos días juntas, ¿Por qué mejor no vamos al centro comercial?; queda cerca, con eso yo compro ropa interior para estos días, tu tendrás que prestarme el resto.

-Claro mi cielo, vamos… Pagaron la cuenta y salieron

El centro comercial,  estaba a tres cuadras del restaurante, caminaron tomadas de la mano, bajo una imponente luna llena… cuando llegaron todavía había tiendas abiertas, entraron a una  de lencería, Katia compro un cachetero de encaje rojo un brasier  de media copa, de los que se amarran por delante, también de encaje rojo, (seria una sorpresa para su ultima noche juntas), compro unos cacheteros en algodón negro y morado, unos brasieres que le hicieran juego, medias para el frio… Carla por su parte compro un babydoll negro, de hilo y del mismo color, unas medias de seda negras a la mitad del muslo, pagaron en cajas diferentes para que la una no se diera cuenta lo que compro la otra… fueron a mirar la cartelera y decidieron ver una película de comedia romántica… la sala  estaba llena, estuvieron abrazadas todo el tiempo, jugando son su manos, salieron como a las 11 p.m.; caminaron al hotel, las calles estaban iluminas y llegaron sin ningún contratiempo.

Entraron a las habitación cayeron rendidas en la cama, se acostaron de lado, quedando de frente, sus miradas brillaban y expresaban todo el amor, que sentían la una por la otra, sin decir nada empezaron un baile de pasión con sus lenguas y beso a beso cargados de deseo, sentían que no podían respirar, disminuían la intensidad, para tomar aire, luchaban por  quitarse la ropa, lanzándola en todas las direcciones….

Carla estaba sobre Katia, el corazón le latía a mil, sentía mermar sus fuerzas debido al inmenso amor que sentía por ella, la observo y quedo embelesada, con el brillo de sus ojos bajo la tenue luz que entraba por la ventana, la abrazo colocando su cabeza en el pecho de Katia, el frio hizo que se les pusiera las piel de gallina.

Las chicas se introdujeron bajo las sabanas, Katia acariciaba el cabello de Carla, para que se quedara dormida, mientras que ésta, le acariciaba el brazo.

A la mañana siguiente se despertaron tarde, pidieron servicio a la habitación,  un desayuno ligero: jugo de naranja con tostadas y huevos revueltos…

Caminaron un rato por la ciudad, hasta llegar a un restaurante de comida china, pidieron arroz chico, con te de durazno…Katia  miraba con tristeza a Carla, la nostalgia la invadía, Carla  estaba más tranquila sabía que debía ser más fuerte, de lo contrario no sería capaz de irse, terminaron de almorzar en silencio (un silencio en el cual las dos, sabían que se amaban, pero necesitaban empezar aceptar que  iban a separarse).

Salieron de ahí para el parque Simón Bolívar, alquilaron una canoa, remaron hasta la mitad del lago, se quedaron un rato dándoles comida a los peces, dieron la vuelta y volvieron. Se acostaron,  bajo un árbol de Eucalipto, Katia se sentó contra el tronco, mientras Carla  puso la cabeza en sus piernas, acostándose de  lado, mientras su chica le acariciaba el cabello,  Carla tocaba y acariciaba el abdomen de Katia sólo se miraban , el brillo de sus ojos era cada vez mas opaco, sentían como sus almas empezaban a separarse con cada segundo que pasaba, se daban piquitos tiernos, así estuvieron el resto de la tarde hasta que el frio les se hizo presente y, decidieron volver al hotel.

En el taxi cada una miraba por la ventana, tenían entrelazadas sus manos, no querían soltarse, pero ya se preguntaban qué hacer para poder soportar la separación; al llegar, la ropa de Katia ya estaba en la habitación.

EL ROSAL CAP11

Carla le pidió a su novia que fuera por unas pizzas, mientras ella, supuestamente, preparaba algunas cosas que estaban pendientes

Katia abrió la puerta de la habitación sin fijarse a su alrededor. -Amor la pizza no estaba lista y se demoro una eternidad…. Cuando termino de cerrar la puerta, se sorprendió había un camino de aromáticas velas, busco a Carla, sin encontrarla y decidió seguir el camino, que  llevaba al balcón, donde la esperaba Carla junto a la mesa, en el centro un arreglo de flores y futas, dos platos, copas de vino, velas alrededor, desde ahí se podía ver toda  la ciudad, las estrellas y la luna estaban en todo su esplendor, Carla vestía un vestido negro pegado al cuerpo, el cual marcaba sus hermosas curvas, le llegaba hasta la mitad del muslo, mostrando sus piernas firmes y elegante, el escote era pronunciado dejando ver sugestivamente una parte de sus senos, que estaban notoriamente erectos ,quizá, por el frio, una chaqueta abierta le cubría los brazos y la espalda, su cabello rizado lo tenía suelto, y caía por sus hombros, su carita perfecta, las cejas negras igual al color de su cabello, sus ojos marrones  tenían una mirada que impactaban con un brillo particular, la nariz pequeña pero perfilada, unos hermosos labios gruesos rojos y carnosos, sus dientes perfectos, que dejaban ver una irresistible sonrisa, su suave piel canela, simplemente hermosa…

-¡Ay! tesoro, sólo debías  traer la pizza y demoraste mas de una hora estoy que me congelo- le dijo haciendo pucheros.

Katia estaba sin palabras solo la contemplaba tenia a la mujer mas bella a su lado y en ese momento olvido todo.

-¡Gatito! cierra la boca y ven para que cenemos, remar me dejo con mucha hambre y esta noche apenas comienza- sonriéndole pícaramente

-Est…estas, divina mi amor.

-toma asiento amor, pedí un merlot espero que te guste- sirviéndole una copa, brindemos por nuestro amor.

  • Brindo por ti, por cada segundo a tu lado, quiero compartir el resto de mi vida contigo- no podía dejar de mirarla, casi no probó la pizza, estaba anonadada mirándola, mientras Carla le sonreía, mordiendo sensualmente cada pedazo que comía… La pizza estaba deliciosa crocante, tenía jalapeños y chiles picantes, lo robusto del vino les ayudo a pasar sin ningún problema, tomaron un par de copas, entre risas y miradas picaras, Katia jugaba con la copa acariciando el borde, añorando  la piel de Carla, pensando en el tiempo que habían pasado juntas cuidando de  Taz, las noches frente a la chimenea amándose, como Carla le ayudo a mejorar la administración de la finca, los días en EL ROSAL contemplando las aves, buscando figuras en las nubes, bañándose en la cascada, mientras disfrutaban de sus cuerpos desnudos, la vez que el bribón de manchas salto sobre taz, clavando sus garras en las ancas, Taz se irguió, por el susto, lanzándole una patada con sus patas traseras, menos mal que  manchas era muy ágil y no le alcanzo a pegar, éste huyo a protegerse a los pies de Katia.

  • Ese par son un caso-dijo Carla -pero en el fondo se quieren, yo los encontré varias veces durmiendo juntos en el establo-  calló por un segundo mirando las estrellas -El volver a estar contigo ha sido lo mejor de mi vida, no sabes cuanto te extrañe, cuantas noches desee volver a tener tu calor, tu me haces sentir segura y protegida.

-Provocas lo mismo en mi- bebió un sorbo de vino para seguir- sin ti, sentía un hueco en el alma, cada día me atormentaba, pensando en que estarías haciendo, si me habías olvidado, quien estaría a tu lado, tantas cosas pasaban por mi cabeza y ahora que estas  nuevamente a mi lado,  vuelves a irte- mirando las estrellas sabía que si la miraba a los ojos no podría contener las lágrimas.

Carla le tomo la mano -mírame mi vida.

Katia suspiro conteniéndose para no llorar, sus ojos estaban nublados no se atrevía a buscar   esa mirada que tanto amaba, pero que en este momento la hacia vulnerable.

  • Sabes que  vamos a estar comunicadas- (buscando su mirada, ) sabia cuanto le dolía separarse de ella, ¿quién cuidaría sus noches y alegraría sus mañanas?, ya no la tendría para despertar a su lado, no importaba cuan fuerte fuera la tormenta ella era su luz, todos esto años intentado olvidarla, pero una y otra vez la imagen de su rostro volvía, cuando por fin creyó haberlo logrado con Paola pero al final se dio cuenta que Katia era la mujer de su vida, cuando decidió viajar, solo esperaba verla de lejos, y al verla  entrar a su casa, no se aguanto las ganas de acostarse a su lado, esa noche se dio cuenta que ella también la seguía amando y ahora el destino las volvía a separar, aunque todo  era diferente, no podía evitar sentirse triste …  ¿iras a verme pronto.?

-Que no te quepa dudas tesoro, apenas pueda lo hare, aun no te has ido y ya me muero por estar a tu lado.

Carla se levantó, halándola hacia ella, besándola suavemente, TE AMO,  no me vas a perder solo será un tiempo de separación- le dijo buscando su mirada.

-Lo sé, pero no deja de ser una separación, la ultima me costo 5 años sin ti- pasando saliva para que le salieran las palabras, tenia un sabor amargo en su boca- Simplemente no puedo vivir sin ti.

-Mi amor, yo tampoco puedo estar sin ti, solo te pido que seas fuerte, verte así, me parte el corazón, siento que te estoy haciéndote daño de nuevo, mira cuando terminemos de estudiar decidiremos que hacer, esta vez no va a ser tanto tiempo y ya eres mi novia- tomándola por la barbilla disfrutemos esta noche, rosándole los labios.

Camino empujándola hasta el baño sin dejar de besarla, el jacuzzi estaba listo con burbujas olor a vainilla, Carla se volteó dejando caer la chaqueta, Katia le bajo el cierre del vestido, dejando que sus manos recorrieran   su esbelto cuerpo  desnuda era como una obra de arte, Katia le mordió el hombro; Carla, muy sensual le soltaba los botones de la camisa, tirándola al suelo mientras le mordía el cuello, la rodeo con sus brazos para soltarle el brasier, Katia estaba disfrutando de las caricias, su novia le paso la yema de los dedos por el abdomen, hasta llegar al pantalón, soltó el botón, bajando el cierre se inclinó para quitárselo, paso la punta de su dedo corazón por  el sexo de Katia   haciendo que se le pusiera la piel de gallina, Carla le  quito el cachetero con su boca, cuando termino de desvestir a Katia se levantó tomando sus manos para que le rodeara la cintura, entraron al jacuzzi, el agua estaba caliente y contras tastaba con el frio que hacia fuera.

Carla entro dejando a Katia acostada sobre ella, recorrieron suavemente sus cuerpos, Katia se colocó de lado sobre el pecho  de Carla, ésta tenia la pierna derecha extendida y la izquierda doblada para que fuera más fácil acomodarse, le arañaba delicadamente el cuello y la espalda, mientras Katia pasaba la yema de sus dedos, por la pierna, el abdomen y los senos  de Carla.

Estuvieron así un rato, después Katia se sentó; Carla  le rodeo la cintura con sus piernas abrazándola, dejando su trasero sobre su pelvis, iniciando un baile seductor con sus caderas, en cada embiste se apreciaban esos senos duros y apetecibles que salían del agua, Katia disfrutaba del vaivén de sus caderas uniéndose con las de ella, mientras que le acariciaba los senos, se mordía los labios, la tomo por la cintura, acercándola más a sus caderas; coloco su pierna por encima de la pierna de Carla, quedando en posición tijera, el frote de sus clítoris, mientras sus caderas se movían a un ritmo salvaje, sus gemidos se combinaban con la respiración agitada, Katia la abrazo del cuello , llegaron al orgasmo juntas, sintiendo como sus esencias se convertían en un torrente caliente que les quemaba  como el fuego  aun temblando, se abrazaron, eso era la mejor del mundo después de hacer el amor, sentir la ternura de un abrazo, era una sensación  muy dulce .

-Amor tengo frio y las sorpresas de esta noche no han acabado gatito… salieron y se secaron mutuamente, con suavidad… -Vamos a vestirnos, tengo reservado un lugar muy especial.

  • Hermosa ¿con este frio saldremos? mejor nos quedamos bajo las sabanas, consintiéndonos otro rato. ¿Sí?

Carla la miro con picardía, y le dio una nalgada en el trasero, -Eres insaciable, vístete gatito.

Katia se sonrojo… y se vistió a regañadientes.

Carla puso una venda en sus ojos y la llevo al ascensor -¿confías en mi gatito?

  • Mi vida entera te la confió.

Llegaron al último piso del hotel, era una terraza, había un circulo de velas y al interior de él; pétalos de rosa, un cofre y otra botella de vino… Carla le quito la venda, la tomo de la mano y la llevo al centro del circulo; -Arrodíllate gatito-Katia estaba sin palabras, y solo obedeció.

-A Carla le temblaban y sudaban las manos a pesar del frio que las envolvía, tragó saliva antes de hablar… -Katia te amo, eres la mujer con la que quiero compartir mis triunfos y mis derrotas, mis alegrías y mis tristezas, que estemos juntas para ayudarnos a crecer como personas, apoyarnos y respetarnos, darnos nuestro espacio, sabiendo que nos amamos y que somos dos seres individuales que quieren compartir la aventura de la vida juntas, de la mano sin pasar nunca la una por encima de la otra, dialogando nuestros problemas sin faltarnos al respeto, amarnos el resto de nuestras vidas-  Sus ojos estaban fijos en Katia tenía el corazón acelerado… tomo aire y dijo abriendo el cofre -Estos anillos los compre  antes de irme para España, la noche que nos confesamos nuestro amor no tuve el valor de dártelos y desde entonces los llevo conmigo, pasar este tiempo contigo me ha confirmado que eres el amor de mi vida y no quiero dejar pasar más la ocasión… quiero que esta noche con la luna como testigo nos comprometamos para la vida… ¿quieres ser mi esposa gatito?

Katia no podía creer lo que escuchaba, le temblaba todo el cuerpo y no sabía si era por el frio o por los nervios, sentía el estómago revuelto y algo de mareo que esperaba fuera por el vino, una sonrisa ilumino su rostro y marco los hoyuelos de sus mejillas, -¡¡Siii!!,no hay nada que desee más que ser tu esposa … tu compañera de vida, te amo y construir mi vida contigo es lo que he soñado siempre.

Carla dejo salir el aire que sin darse cuenta estaba aguantando, la felicidad era inmensa  tomo una de las argollas, eran de oro blanco con un corazón que se entrelazaba y formaba el signo de infinito; se lo coloco a Katia en el dedo anular de la mano izquierda; -¿Sabes? Los romanos creían que el anillo debía ir en la mano izquierda y en el cuarto dedo ya que se dice que la vena que se encuentra en éste va directo al corazón, por esa razón le llaman la vena del amor .

Katia hizo lo mismo, -Mi corazón y mi amor siempre te han pertenecido, eres mi gran y único amor, la mujer con la que quiero construir una vida y, que nuestros proyectos se cumplan. Te amo.

Destaparon la botella de vino, Carla había pedido unas mantas para dormir y se las pusieron, estuvieron mirando las estrellas, hablando de los viajes que deseaban realizar, primero recorrer Colombia, luego  Europa, especialmente España, Asia… las dos eran de espíritu aventurero y esa era una de las cosas que más se complementaban; cuando vieron la hora eran las tres de la mañana.

-Vamos esposa mía, debo partir no pongas esa carita el amor que sentimos perdurara más allá de la distancia y el tiempo.

Katia sonrió, -Lo se mi amor, estoy muy segura de que aunque estemos lejos físicamente, estamos unidas por el amor, que es la fuerza más poderosa del universo… lo que me preocupa es como le diremos a nuestros padres que nos hemos unido y no los invitamos, van a pegar el grito en el cielo.

Carla soltó la carcajada, -Después nos encargamos de eso, sé que lo entenderán luego que nos den una buena cantaleta, haremos una ceremonia para todos, ahora vamos a alistarnos tengo que viajar.

Se desnudaron mutuamente y las caricias se hicieron presente… -Detente gatito, que luego no viajo- Katia se detuvo de mala gana,

¡Humm! Está  bien, vistámonos.

Llegaron  al aeropuerto y Carla ya tenía que abordar el avión, antes de entrar a la sala se dieron un beso cargado de pasión y ternura, ante la miradas incrédulas de los pasajeros, algunos se echaron la cruz, como si acabaran de ver al  diablo, otros sonreían con complicidad, para  las chicas nada importaba excepto ellas, se despidieron sintiendo que esta vez todo era diferente, que se separaban temporalmente, pero  compartirían el resto de su vida juntas.

Fin.