El roce hace el cariño
Tuve que pasar tan cerca de mi madre que me rocé con su culo mientras se hacía un café.
Me bebí el poco agua que quedaba en el vaso, justo el programa que estaba viendo el la televisión hizo una pausa de publicidad por lo que decidí ir a la cocina a llenar el vaso de nuevo. La cocina de casa es muy estrecha si hay alguien haciendo algo en el fuego o en la mesa apenas queda sitio, en ese momento estaba mi madre en pijama preparándose un café así que me quedé bajo el quicio de la puerta a esperar que terminase.
- ¿Que quieres hijo?
- Pasar al frigorífico para echarme más agua fría.
- Pues pasa no te quedes ahí. - me puse de lado para pasar por detrás de ella que era la única manera en la que lo podía hacer, hay tan poco espacio que al hacerlo me rocé con su culo, ella ni se inmutó pero yo aún no había puesto la mano en el tirador del frigorífico y ya la tenía dura, llené el vaso de agua y me quede parado pensado como iba a hacer para pasar otra vez y que ella no notara mi erección porque pasar de espaldas iba a parecer raro.
- ¿Otra vez te quedas como una estatua?, estás tonto cielo - me dijo sonriendo. No tenía excusa así que volví a pasar tras ella tratando de no tocarla, pero me fue imposible, volví a rozar su culo y esta vez con la polla dura, lo tuvo que notar si o si.
- Cariño cógeme por favor la leche del frigorífico, que se me ha olvidado sacarla. - No me lo podía creer, ¿de verdad iba a tener que pasar otra vez?, así que traté de evitarlo quejándome un poco.
- Jo mamá tú estás más cerca.
- Deja el vaso ahí y tráemela anda que no te lo tenga que pedir dos veces. - Dejé el vaso sobre la mesa y de nuevo de lado pasé por detrás, y claro, volví a notar su culo con mi polla y justo en ese momento se inclinó hacia delante aprisionándome entre la pared y su culo.
- ¿A qué se debe esto que noto? - me preguntó.
- Es que mamá al pasar me he rozado contigo...
- ¿Y te ha gustado tanto?, soy tu madre - me cortó.
- Lo sé, no se que me ha pasado.- Se irguió, liberándome. - Anda vuelve a ver la tele ya cojo yo la leche.
Con el café en la mano mi madre se sentó junto a mi en el sofá, lo dejó sobre la mesa y me miró a la entrepierna.
- ¿Aún te dura el calentón?
- La verdad es que si mamá - fui sincero.
- Pobre... - metió su mano derecha bajo mi pantalón y me agarró la polla - la verdad yo también me he excitado al sentirla contra mi culo - tras decir eso empezó a meneármela muy despacio.
- Mmm - gemí.
- No se si esto está bien cariño, entre nosotros, pero me puede la excitación. - Me soltó la polla y sacó la mano de mi pantalón. Se puso de pie y se quitó primero la camisa del pijama, yo alguna vez me había fijado pero nunca había visto sus tetas al aire, eran enormes con los pezones también grandes y tiesos.
- Mamá que tetas tienes.
- ¿Te gustan?
- Uff. - Se dio media vuelta y se bajó el pantalón, ver el culo con el que antes me había rozado me excitó aún más de lo que ya estaba, era grande aunque lo tenía aplastado, los más de cincuenta años se le notaban ya a mi madre. Se dio la vuelta con una mano puesta en el coño, acariciándoselo y se puso de rodillas frente a mi.
- Venga cielo quítate la ropa. - inmediatamente la hice caso y me desnudé sin levantarme del sofá. Ella me se separó la piernas para meterse entre ellas, me agarró la polla y comenzó a hacerme una paja lentamente.
- ¿Te gusta hijo?
- Si, y tu mamá me gustas.
- Lo sé cielo, ¿quieres que te la chupe? - sin darme tiempo a contestar empezó a lamerme la polla desde los huevos a la punta hasta que finalmente se la metió entera en la boca y comenzó a comérmela, primero lo hizo despacio pero poco a poco aumentaba el ritmo haciendo que me retorciera en el sofá.
- Aah aaaah mamá vas a hacer que me corra - dicho y hecho, no aguanté más y me corrí en su boca, ella se lo tragó todo menos un poco que le cayó de los labios a sus tetas, se sacó mi polla de la boca y se agarró una teta con cada mano para acercárselas a su lengua con la que recogió mi semen de ellas.
Se puso de pie y fue hacia atrás, levantó una pierna para apoyar uno de sus pies en la mesa.
- Ven cariño. - me levanté del sofá y ahora fui yo el que se puso de rodillas, no podía creer que tuviera el coño abierto de mi madre frente a mi cara, sentí como volvía a endurecerse mi polla, coloqué mis manos apoyadas en sus muslos y acerqué la lengua para lamer su coño suavemente, empecé como con miedo pero tras unos lametones el sabor de sus flujos y el calor que emanaba me animaron a apretar mi boca contra ella y comérselo con más y más fuerza, me cogió por el pelo, miré hacia arriba y vi sus tetas botando al ritmo que yo la comía el coño, ella miraba al techo entre jadeos y gemidos. Me cogió la mano derecha y la llevó hacia su culo, luego soltó la otra también de mi pelo, se agarró y se separó las nalgas.
- Aaah mmm cielo méteme un dedito por ahí.
- ¿Por el culo mamá?
- Sii pero no pares. - Busqué el agujero de su culo con un dedo de mi mano derecha y cuando lo encontré comencé a introducirlo lentamente a la vez que la lamía el coño.
- Mmmm así cielo. - Metí el dedo entero y comencé a moverlo follándola el culo con el.
- Así cariño harás que me corra - esas palabras hicieron que se lo comiera con más fuerza y le metiera un segundo dedo en el culo. Mi madre empezó a jadear como loca, sentí sus flujos, se estaba corriendo en mi boca.
- Aaaah aah mmm aaah mi niño - gritó.
Me separé de ella y me senté de nuevo en el sofá, tenía la cara empapada de saliva y fluidos vaginales, mi madre me limpió con una servilleta que había sobre la mesa y se sentó a mi lado.
- Ha sido genial cariño, lo has hecho muy bien - me dijo dándome un beso en la mejilla.
Aún después de lo que acabábamos de hacer yo sentía algo de vergüenza pero aún estaba muy excitado.
- Mamá me gustaría metértela- dije casi susurrando
- Uff cielo eso son palabras mayores.
- Mamá quiero follarte - me gire para acariciar su cara, acerqué mi boca a la suya y la besé, nos besamos, lleve mi mano a sus tetas para manoseárselas, nuestras lenguas se tocaron, la apreté las tetas y se fue recostando en el sofá hasta quedar tumbada y yo sobre ella con la punta de mi polla rozando su coño aún mojado.
- Cariño si hazlo métemela. - me agarré la polla y la dirigí hacia la entrada de su coño, la empecé a meter suavemente.
- Mmmm
- Mmmm - los dos sentimos un inmenso placer. Seguí empujando hasta tenerla toda entera dentro de ella, apoye las manos en el sofá y empecé a moverme despacio, jadeábamos y yo aceleraba.
- Mamá como me gusta follarte aah aaah.
- Sigue mi niño, aaaah mmmm, fóllame, fóllame. - Hundí mi cara en su cuello para follarla más y más fuerte y más rápido.
- Me corro mamá aaah ahh
- Y yo cielo mmmm aaah córrete conmigo. - Me corrí dentro de su coño a la vez que la mordía el cuello y me quede sobre ella abrazados los dos.
- Mamá te quiero.