El Robo de mi Auto

Les narraré la historia de cuando fui secuestrado por 4 jóvenes asaltantes que pretendían robar mi auto y lo que tuviera para darles, y vaya que sí recibieron algo más.

EL ROBO DE MI AUTO

Les narraré la historia de cuando fui secuestrado por 4 jóvenes asaltantes que pretendían robar mi auto y lo que tuviera para darles, y vaya que sí recibieron algo más

Pasó que andando de juerga por la ciudad, en un alto y por estar totalmente descuidado no advertí cuando un tipo se acerco a mi ventanilla y tras preguntarme sobre no se qué, apuntándome con su arma me ordenó correrme al asiento de alado y abrir los seguros de las puertas, ante el miedo de que me dispara le obedecí y casi de inmediato abordaron el auto 4 jóvenes y el auto arrancó a toda velocidad.

Ya sobre la marcha entre el copiloto y los dos de atrás me pasaron al asiento trasero pero no me dejaron sentar sino que me ordenaron acostarme entre ambos asientos, la posición era bastante incomoda y quede con la cara sobre los pies de uno de ellos. Todo esto había transcurrido en medio de toda clase de insultos y golpes, aunque en la incomodidad de ese auto no alcanzaban a propinarme golpes tan duros sino más bien zapes y cachetadas, y aunque no practico el masoquismo no puedo dejar de confesar que tal situación me estaba poniendo un tanto excitado, y eso en parte porque los tipos aquellos estaban bastante bien, se sentían fuertes y de buenos cuerpos, su vestimenta no era como de vagos y la verdad no olían mal sino más bien algo perfumados.

Como mi cara daba de plano sobre los pies de uno de ellos, el parecía ser el más joven y cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, pues era de noche y ya había tomado rumbo fuera de la ciudad, pude percatarme que el chavo no llevaba calcetines y como sus pantalones se encontraban algo subidos pude ver sus pantorrillas bien formadas y con un precioso vello semirrizo que me empezó a poner muy cachondo, así que me animé y puse mis labios sobre el empeine de su pie y le di un ligero beso, él trató de patearme pero obviamente le fue imposible por lo que solo atinó a darme un empellón con su pierna.

Me contuve un rato pero decidí volver a intentarlo y esta vez lo hice más descaradamente, él intento pegarme nuevamente con el mismo resultado pero además me dio un buen manotazo sobre la cabeza, lo que tomé de pretexto para acercar nuevamente mi boca su pie y esta vez darle una lamida, él me grito: que pretendes puto infeliz, deja de estarme chingando!, los otros de adelante que supuse eran los mayores por sus voces y los líderes: le preguntaron que pasaba, y el chavo les dijo lo que estaba haciendo, ellos rieron fuertemente y dijeron: mira nada más, así que cazamos un joto de mierda, como ven? Y de seguro ya se está poniendo caliente! Haz que te chupe los dedos de tu pie y tú; dirigiéndose al otro joven que iba del otro lado, propínale unas buenas nalgadas al joto para que sepa quien manda aquí y quienes serán sus amos, si quiere ir de puto ya sabrá lo que le espera.

El tipo de alado río fuertemente y comenzó a darme unas buenas nalgadas a lo que yo respondí quitándole los zapatos al otro para empezar a cubrírselos de besos y lamerle los dedos, este chico me los empezó a ofrecer abiertamente, por lo que supuse le estaba gustando bastante esto, el otro dejó de nalguearme tanto, quizá se cansó o le dolió la mano, pero yo deslice mi mano hacia él y empecé a sobar su pierna así que él me la jaló hacia atrás, cosa que me causó dolor pues me la torció, pero puso mi mano sobre su paquete y este hecho hizo que hubiera valido la pena el dolor pues pude sentir un buen paquete que ya se empezaba a sentir bastante abultado, así que empecé a sobar ese bulto y mis dedos empezaron a buscar como bajar el cierre del pantalón para sacar aquello tan rico que luchaba por salir de su encierro, éste otro joven les dijo a los de adelante: miren que ya busca su comida este puto, ya me la está sacando. Luego le indicaron al chavo que le chupaba los pies: ya dale de chupar tu verga al puto maricón para que se vaya preparando a lo que le va tocar al desgraciado; así que rápidamente se desbrochó y saco una muy buena verga de unos 16 cm. bastante gruesa y con una linda cabeza, me jaló del pelo y me plantó sobre su pito el cual ya estaba bastante húmedo de precum, el cual gustoso y sin perder tiempo empecé a saborear, también pude olerlo y aunque olía a pito, olía riquísimo a verga de joven limpio, lamí también sus güevos y note que eso le complació mucho pues sus dedos que se enredaban en mi pelo se aflojaron y ya solamente mantenía su mano sobre mi cabeza y indicándome el ritmo de mamada que quería.

Mientras el otro resumía bastante precum por su pene y mis dedos se deslizaban fácilmente por la cabeza de su nabo, yo trataba de hacerlo con mucha suavidad, hasta que no aguantó y tomándome por el pelo tiró de mi cabeza hasta su polla la cual empecé a lamer viciosamente tratando de tomar todo el precum que le escurría y sabía delicioso; el chavo primero le reclamó por haberle quitado a su mamador diciéndole: me lleva cabrón ya estaba por venirme y me lo quitas ya ni chingas culero, deja que me siga mamando que ya me vengo y te lo paso, así que el otro dándome una guantada me quitó de su verga y volví a la primera entusiasmado por lo que acaba de oír, retomé la mamada haciéndola más intensa para recibir esa venida que se aproximaba, mientras el chavo me decía sigue puto sigue putito ya te vienen los mocos, te los tomas todos cabrón! Si los dejas caer o los escupes te madreo hijoeputa,eh! Ya, ya ahí van, y una buena venida me echó en la boca, yo la empecé a tomar y otro chorro y otro hasta 5 trallazos de leche riquísima, de chamaco caliente, entonces vi su rostro, el cual no le había podido ver bien, era en realidad un chiquillo, con cara de niño bonito, pero eso sí bien dotado, y sus piernas eran dos postes bien duros y musculosos y velludos, su verga se alzaba portentosa entre ese mata de pelo rizo, que chico tan lindo se acaba de venir en mi boca, yo me encontraba extasiado.

Traté de exprimir hasta la última gota, pero el chico se empezó a quejar y me alejó de su pene, chupé sus huevos pero igual me retiró, creo que de verdad tuvo una de los mejores venidas de su vida y de momento estaba más que satisfecho, el otro tipo que se encontraba a lado tomándome de la cabeza, y esta vez ya sin tirar de mi pelo me dijo: si quieres más lo tienes acá, ven y empieza a mamar aquí, ésta también es tu verga, anda puto lámela rico que te voy dar lo mismo para que te lo saborees putito, anda empieza ya; no me lo ordenó dos veces como un becerro de año me abalancé sobre esa otra hermosura de herramienta un poco más larga y gruesa que la anterior, el tipo se sentía un poco mayor de edad, probablemente unos 19 con una voz un poco más ronca y sentía sus manos y piernas igualmente más fuertes, incluso su olor era más de macho, pero no por ello menos excitante, de hecho me estaba calentando más con él y eso trataba de hacérselo saber con mi mamada la cual estaba procurando le fuera lo más intensa posible para lograr una más abundante corrida, pasaba mi lengua por toda la base de la cabeza, luego bajaba por el tronco hasta llegar a la base y de ahí a los huevos, luego me iba por un lado y empezaba a chupar nuevamente el tronco de lado hasta llegar otra vez a la cabeza, ésta vez me la tragaba lo más que podía apretando mis labios para simularle una penetración, cuando hacía esto él gemía y sentía como tensaba sus piernas y silbaba: así, así, otra vez mi rey, hazlo rico mi putito, hazlo más papacito, esto aunque lo decía muy bajito me hacía saber que su trato hacia mi iba cambiando, ya no había tanta agresión; sin embargo los muchachos de adelante se percataron de lo que éste decía y volteando el copiloto le reclamó: ora cabrón que ya te estás enamorando del puto o qué; y éste le contesto: para nada güey no mames, lo que pasa es que el muy puto lo hace muy rico, de veras! Verdad tú, le preguntó al chavo, el cual iba casi recostado todavía disfrutando su venida, a lo que solamente alcanzó a responder: sabe lo que hace el maricón, hagan que se las mame ya verán les va gustar.

Volteándose hacia el frente sólo dijo: ya vera cuando lleguemos, te juro que le va a gustar; yo pensaba si aquello era una amenaza o una promesa para mí, sólo deseaba que si me iban a golpear no fuera muy fuerte o que si me iban a matar fuera rápido y sin dolor, pero temía que me torturaran y fueran sádicos conmigo.

De cualquier forma seguí mamando aquella deliciosa tranca lo mejor que pude y en un momento dado el tipo alejó mi boca de su verga y me dijo abre bien güey ahí te van, y saque la lengua lo más que pude y un certero y fuerte chorro entro por mi boca casi hasta mi garganta, y siguieron otros tres casi igual de fuertes y después me dejó nuevamente seguir mamando, el sabor era más intenso que el anterior y el semen más espeso pero a su vez mucho más abundante, pude dar varios tragos y seguir disfrutando de su sabor y seguir mamando un buen rato más, después bajé a sus huevos y los lametee por un buen rato, él se relajó y tan sólo medio acariciaba mi pelo, el otro chico casi iba dormido y yo sobándole la verga a ambos y de vez en cuando dándoles pequeños lengüetazos para chupar las gotas de semen que aún alcanzaban a salir, el auto seguía su camino hacia mi destino