El ritual
Un paso más hacia mi feminización.
Las imágenes que estoy viendo en el sitio de internet me tienen muy excitado. No estoy viendo pornografía. Estoy viendo los modelos de lencería. He visto varios de ellos y aún no me animo por uno en especial. Después de varios minutos uno llama poderosamente mi atención. Es muy bonito y creo que puede quedarme, sé que no como la modelo pero eso no importa, si yo me siento bien con eso basta.
El precio es accesible. Me pongo en contacto con Luis.
-¡Hola Valeria! ¿Cómo estás?-
-Muy bien Luis, gracias.-
-¡Qué dices linda! ¿En qué puedo servirte?-
-Ay, pues fíjate que entré a tu sitio y vi un modelo de lencería que me gustaría comprar-
-¡Claro que sí! Con todo gusto. Dime qué modelo es y te digo si lo tengo en existencia-
-Es el modelo 781-
-Permiteme. Deja consulto la mercancía disponible. Mientras dime como te ha ido-
-Bien, ¿viste las fotos que tome con el último modelo que me vendiste?-
-Sí, luces bien. ¡Listo! El modelo 781 lo tengo disponible. ¿Deseas comprarlo?-
-Si, por favor. Es muy bonito y el precio me parece accesible-
-Está bien, ¿para cuando lo quieres?-
-Si puedes traerlo hoy está bien-
-Con todo gusto. Aprovechando, tengo unas pelucas que te van a gustar. Te envio las imágenes-
-De acuerdo, quizá me interese alguna-
¡Este amigo si que sabe hacer labor de venta! Logró que aceptara comprar una peluca junto con el modelo de lencería que elegí. Ese mismo día llevó mi pedido hasta la calle en que se encuentra el lugar donde trabajo. Eso es ventaja para mi. No pude ver lo que compré ya que viene empaquetado de manera especial. Tuve que dejarlo en la paquetería de la empresa. Será hasta el día en que salga a "vestirme" cuando pueda apreciar las prendas. Mientras tanto voy a tener que controlar la enorme excitación que siento con solo imaginarme "vestida".
Y llego el día. He decidido alojarme en una de las habitaciones de mi hotel preferido. Me levanté de buen humor. Estoy preparando todo lo que voy a llevar. Debo tener cautela. No deseo que alguien se de cuenta y comience a cuestionarme.
Al fin. Salgo a la calle admirando lo bonito que está el día, cielo azul, despejado. El sol apenas comienza a brindar su calor delicioso. Mientras me traslado a la estación del Sistema de Transporte, observo a la gente que voy encontrando en el camino. Todos serios, preocupados, indiferentes; me siento fuera de lugar ya que en mi interior siento una alegría inmensa, mucha emoción, deseo caminar contoneando mis caderas pero sé que no va a ser apropiado, ni estoy "vestida" y mucho menos llevo puestos mis zapatos de tacón alto.
Al llegar a la Estación detengo mi mirada en una chica que está por comenzar a maquillar su rostro. Es bonita, buen cuerpo, ropa entallada. Me sorprende observándola y lejos de molestarse me dedica una leve sonrisa. Entramos juntos al vagón. No hay lugar disponible y se dirige hacia un extremo del mismo. Yo la sigo y quedo exactamente frente a ella. Sin inmutarse comienza su arreglo. Yo observo cada uno de sus movimientos, quisiera imitarla pero nuevamente me recuerdo que no estoy en lugar adecuado. Después de algunos minutos termina su arreglo. Se ve hermosa, tierna y sensual.
-Al rato que ya pueda hacerlo, me voy a esmerar para verme igual que ella-Pienso.
Al fin llego a mis destino. Encamino mis pasos hacia la calle en que se encuentra el hotel. Comienzo a sentir el acostumbrado nerviosismo. Miro hacia delante y hacia atrás. Hay muy poca gente caminando. Acelero el paso y llego hasta la puerta del hotel la cual se abre de forma automática. Ya estoy dentro. Ahora el siguiente obstáculo: La recepción.
-Buenos días-Digo tratando de controlar el temblor de mi voz.
-Buenos días. Qué tipo de habitación deseas?-
-La que cuesta 220 pesos está bien-
-Con gusto-
Deposito el dinero y a cambio me hacen entrega de la llave de la habitación. La número 111. Primer piso. Decido subir por las escaleras. El elevador hubiera provocado estar a la vista de gente de seguridad o de otras personas que entraran al lugar. La discreción es un factor principal para mi. Camino por el pasillo guiándome con los letreros que indican la numeración de las habitaciones. Llego a la 111. Introduzco la llave, se abre la puerta y entro a la habitación de forma apresurada. Al cerrar la puerta la aseguro y me recargo en ella respirando profundamente. Mi corazón late con fuerza. Aprovecho para observar la habitación y la decoración de la misma: Amplia, tocador y cama grandes, televisor en una esquina, dos sillas y una pequeña mesa circular. Cruzo el pequeño pasillo y a mi izquierda está el baño y un pequeño clóset. Dejo mi maleta sobre la cama y me dirijo al televisor a buscar el canal de adultos que más me gusta.
De nuevo la excitación comienza a embargarme. Lo que veo en el televisor dispara mi erección. Tomo mi maleta y comienzo a sacar todo el contenido perfectamente empacado y distribuido. Primero el paquete que contiene el corset, la tanga y las medias, enseguida los accesorios para el aseo personal y el maquillaje, los zapatos y por último la peluca. Es la primera vez que voy a usarla. Dejo todo sobre la cama. Miro embelesada.
Rompo el paquete y saco el contenido. La tanga es bonita. Extiendo el corsét y resulta que las medias ya están unidas a el, todo va junto. Sonrío pícaramente, ya tengo experiencia para ponerme algo así.
Miro por última vez mi imagen como hombre en el espejo. Comienzo a desnudarme y a ordenar la ropa masculina en el clóset. Tomo los accesorios para el aseo personal y me dirijo al baño. Abro la llave del agua caliente. Cuando ya esta lista me introduzco debajo del chorro, dejo que el agua me acaricie, giro sensualmente y comienzo a recorrer mi cuerpo con las manos. Mis pezones, los costados; llego a mis nalgas, a mis piernas. Repito el movimiento muchas veces. Utilizo la bolsita de shampoo en dos ocasiones. Tomo el jabón y recorro mi cuerpo lentamente, cuando llego al trasero enjabono una mano y la meto entre mis nalgas. Estoy completamente enjabonada. Tomo el rastrillo y lo paso por mis axilas, el pecho, la entrepierna, las nalgas y finalmente toda la extensión de las piernas. Lo hago diariamente por lo que tal acción no dura mucho tiempo. Enjuago todo mi cuerpo. Me encanta ver como brilla mi piel mojada. Mi pene está en erección. También recibe una buena enjabonada y una buena enjuagada. Termino mi baño, tomo la toalla y me seco allí mismo. Cuando termino la enredo a la altura de mi pecho a la manera de las mujeres.
Al salir hay una imagen en el televisor que hace que me detenga para observar con detenimiento. Cuando la escena finaliza me siento aun más excitada, con más deseos de comenzar con mi ritual, el que he realizado durante mucho tiempo y el que me ha provocado intensos placeres.
Tomo la crema y la distribuyo por todo mi cuerpo: primero el rostro, luego los brazos, enseguida el pecho y lo que alcanzo de mi espalda. Llego a las partes que más me encantan de mi cuerpo: mis nalgas, la entrepierna y las piernas. A todas ellas les dedico especial atención. Me fascina sentir la suavidad que proporciona la depilación y la crema corporal; ver la brillantez de mi piel en el espejo. Continuo con el agua de colonia distribuyéndola por las partes ya mencionadas.
Llega el momento. Tomo la tanga, le tela es suave; primero la pierna derecha y enseguida la izquierda; la voy subiendo lentamente disfrutando cada centimetro que de mi cuerpo que es tocada por ella. Es imposible acomodarla de forma correcta por la tremenda erección de mi miembro. Me encanta cómo la parte trasera se pierde enmedio de mis nalgas.
Tomo el corset y lo preparo de tal form que pueda colocarlo de manera sencilla. La parte superior es lo primero que pasa por mis piernas desde abajo, acomodo la media del lado derecho y la subo hasta la pantorrilla, me gusta el dibujo; hago lo mismo con la media del lado izquierdo pero al contrario que la otra la subo por encima de la pantorrilla, y así lo hago con ambas hasta que cubren completamente mis muslos, se ven divinas, tienen un moño en la parte frontal. Siento un ligero calorcito en ambas piernas. Miro momentáneamente el espejo. En el televisor hay una pareja en la cual la chica se encuentra vestida coquetamente, lleva liguero, tanga y medias, esta haciéndole la felación a un chico con un miembro verdaderamente atractivo
Miro nuevamente el espejo y veo cómo comienza la aparición de Valeria. Coloco los senos postizos. Se adhieren de forma sencilla y deliciosa sobre mis pechos.
Termino por colocar la parte superior del corset. Acomodo los tirantes de los hombros. Me embeleso con la imagen que estoy viendo. Doy la vuelta lentamente viendo cómo las prendas se adhieren a mi cuerpo moldeándolo de forma sensual.
Solo faltan los zapatos los cuales me pongo de manera apresurada. Estoy lista. Bueno, casi. Me entretengo un rato modelando frente al espejo haciendo resaltar mi trasero con un sinfín de posiciones.
-¡Qué linda te ves Valeria, será mejor que termines tu arreglo-Me digo en voz alta.
Recordando a la chica con la que me subí al Transporte hace un rato procedo a maquillar mi rostro en el orden de accesorios en que vi que ella lo hacia. Al final no quedé muy convencida de mi aspecto aunque me esmeré mucho. Definitivamente voy a ir a ese lugar en que vi me pueden enseñar a maquillarme de manera adecuada. No importa. Continuo con el ultimo de los accesorios: La peluca. Cuando termino de ponerla la arreglo lo mejor que puedo. También es algo que voy a practicar con ahinco para una próxima ocasión; sin embargo ahora sí me siento lista.
Quedo atónita frente a mi imagen. La peluca me ayuda a realzar mi aspecto femenino Me siento contenta, satisfecha por consentirme de esa forma.
Y ahora sí, lo que sigue: Las fotos. ( Debo aclarar que dejaré de subir imágenes siempre y cuando sea el Administrador de este sitio quien me lo pida ).
Es mi primera imagen. Cada día he dado un paso más hacia mi propia satisfacción. Sé que nunca me veré como realmente se ve una mujer y no es porque no pueda sino porque no es ese mi objetivo, no es mi deseo ser Transexual. Mi objetivo es sentirme bien conmigo misma. No vivo en la clandestinidad ya que la persona que es la más importante para mí sabe de esta situación. Ahora también lo saben Ustedes mis queridos lectores. Mi feminización ha llegado a tal grado que es imposible no continuar en esto.
"¿Quisieras tenerme contigo? Imagina que te acercas a mi y comienzas a acariciarme"
La segunda de ellas. No muestro mi rostro porque como lo dije anteriormente no quedé satisfecha con mi aspecto, sin embargo seguiré avanzando y llegará el momento en que puedas verme por completo. ¿Ves lo coquetos que son los moños de la prenda?
Desde que llegué al hotel y hasta que me fui transcurrieron cinco horas exactas. Cinco horas de dicha para mí. En las cuales sentí una excitación sin límites. ¿Sabías que yo misma soy quien toma las fotos? Tengo algunos secretos para hacerlo que podrían ser de interés para tí.
"Puedo girar las veces que quieras para que veas lo que tengo para ti"
Muchos no van a creerlo pero lo que me anima a seguir con esto son Ustedes mismos con sus comentarios, buenos y malos. El mundo del travestismo lo conozco ya desde hace mucho tiempo pero obviamente en principio no sabia lo que me pasaba y lo peor es que sentía que era la única persona en este mundo con este "problema", si quieres llamarlo así.
"Estoy a la espera de alguien como tú"
Estoy inscrita en varios grupos de Travestis. En ellos nos dan la oportunidad de crear nuestro album de fotos, de escribir mensajes y de recibir comentarios. Los primeros días después de crear mi album en uno de ellos recibí un sinfin de contactos con el deseo de hacer amistad o de conocerme. Los más atrevidos deseaban tener relación sexual conmigo. Sin embargo no me dedico a eso, pero es un halago que tanta gente se interese en mí.
"Todo en mí es natural, bueno, algunas cositas no pero me siento satisfecha"
Nunca había llegado a tanto. Mi cambio ha sido gradual. Cada vez me siento más sensual, más atrevida. Me han dicho infinidad de veces lo bien que luzco y hasta me han pedido que mis imágenes sean más atrevidas, que utilice juguetes, que muestre mayor denudez. Repito que agradezco el interés y lo que juzgue pertinente será lo que haré con tal de satisfacerlos.
"Sé que esta pose te agrada, imagina lo que podrías hacer"
Las poses que utilizo de repente me hacen ver como una "come-hombres" pero aunque parezca lo contrario jamás me he animado a salir con alguien, ni con chicas como yo ni con hombres; aunque les diré que he tenido algunos intentos de hacerlo.
"Me veo sumisa, ¿o no?"
Me sentía con unas ganas inmensas de tener compañía, pero insisto en que ese no es mi objetivo principal. Estaba completamente relajada. La ropa era cómoda, ligera; la tanga incrustada entre mis nalgas no me lastimaba ni molestaba en absoluto todo lo contrario.
"Dime, ¿Te gustaría salir conmigo?"
Lo que sea con tal de lograr una buena imagen. Esa silla estaba algo pesada pero no deseaba desaprovechar la oportunidad de usarla. ¿Sabes? Saliendo de la oficina me voy al gimnasio y cómo puede apreciarse las partes de mi cuerpo a las que más atención dedico son las piernas y los glúteos.
"Soy para tí, si lo deseas"
Me dirigí a otro punto de la habitación y esto fue lo que logré. Es la parte de mi cuerpo que más fascina y por eso me gusta exhibirlo. Me gusta acariciarme lenta y sensualmente.
"Toca si gustas, no me voy a molestar. Solo se tierno y delicado"
Continué las travesuras en la cama. Se me ocurrían muchas posiciones pero veo que necesito con urgencia un trípode o alguien que me tome las fotos. ¿Te animas?
"Me fascina la forma en que me miras"
De nuevo la silla. En ella es donde tengo la más grande de mis fantasías. Es una posición que me atrae demasiado pero necesito de alguien para llevarla a cabo.
"La silla no solo se utiliza para sentarse"
"Otro angulo distinto pero el mismo deseo"
Y asi transcurrieron las horas. De vez en cuando descansaba y volvia a mirar el televisor. Me masturbe en tres ocasiones viendo el televisor y viendo mis imagenes en la camara. He decidido hacer esto regularmente. Mi intención es repetir todas las imagenes en que estoy sin peluca, pero voy a necesitar tiempo y posiblemente ayuda.
Pero todo lo que comienza tiene que acabar y la siguiente imagen fue la ultima que me tomé. Se parece a otras tantas pero esta pose me fascina ya que me deja ver toda mi sumisión; así imagino que alguien esta de pie frente a mi y que yo estoy....bueno, tu sabes haciendo qué.
Espero haya sido de tu agrado este relato. Si no de todos modos te agradezco los minutos que tomaste para leerlo y los que vas a tomar para criticarlo. Cuidense y espero verlos nuevamente. Los saluda Valeria.