El reto (2)
Javier sigue adelante con sus juegos y llega a prostituirme para goce de varias personas.
Este relato es la continuación de 'El reto'. No es necesario haberlo leído para comprender este aunque si es conveniente. La primera parte la podéis leer aquí:
http://www.todorelatos.com/relato/31861/
I
Después de aquel día todo continuó igual que siempre durante un tiempo. Nos veíamos esporádicamente, pero no hablábamos de lo que había ocurrido aquella tarde. Tan solo Javier, a veces, mientras me follaba o yo se la estaba mamando me lo recordaba con algún comentario. Sin embargo siempre que quedábamos, yo no podía quitarlo de mi cabeza, y venían a mi mente imágenes y sensaciones de aquel día. Imagino que a él le debía pasar lo mismo.
Finalmente Javier propuso otro juego. Ocurrió mientras yo estaba arrodillado con su polla en mi boca. Ese día estaba especialmente dura y el glande parecía a punto de estallar.
-Hoy está muy gorda- dije -Haré que te corras rápido.
-¿Cómo de rápido crees que puedes conseguirlo?- me preguntó.
-Dame tres minutos.
-Tienes cinco minutos- contestó -Si no lo consigues te subastaré por internet para que el mejor postor te folle ante unos cuantos espectadores.
Yo no esperaba algo así de modo que me quedé sin habla mientras Javier cogía su reloj y ponía el cronómetro. El pitido de comienzo me despertó y comencé a chuparle la polla lo mejor que sabía, mis labios y mi lengua la recorrían dejando un rastro de saliva que mis manos se encargaban de extender. A medida que se agotaba el tiempo lo masturbaba más rápido y más fuerte.
-Te quedan dos minutos- dijo de repente.
Yo me levanté y me dispuse a sentarme sobre él, ya que no se había especificado que sólo pudiera usar la boca. Puse su glande en mi culo y empecé a bajar. Lo hice bastante rápido y sin pausa de modo que me dolió a medida que su gorda verga entraba, pero en apenas 20 segundos estaba toda dentro. Entonces empecé a subir y bajar lo mas rápido que podía. Mi respiración era muy fuerte pero él apenas se inmutó.
-Y...Cinco minutos- dijo agarrandome por la cintura y empujándome hacia abajo -Parece que has perdido ¿no?...
Yo tenía su verga entera dentro y no sabía que decir. Me hizo levantarme y subirme al escritorio. Luego sacó la cámara digital del cajón y fue ordenándome diferentes posturas y acciones para fotografiarme. Tras varias fotos se acercó y me ordenó que se la chupara y luego me folló sin dejar de hacer fotos. Finalmente se corrió sobre mi culo y sacó una última fotografía.
-Bueno. Pues pongamos el anuncio- dijo dirigiéndose al ordenador.
Delante de mi descargó las fotos y eligió unas cuantas en las que no se veían las caras. Luego las envió por email a varios sitios donde publicaban porno amateur con el siguiente texto:
'Este es mi esclavo. Como podéis ver tiene un precioso culito para follarlo. Le encanta que se la metan bien adentro. Si os gusta lo que veis no dudéis en escribir ya que estoy dispuesto a ofrecerlo al mejor postor para que lo tenga a su disposición. También habrá un numero de plazas para presenciar la escena. Zona centro. Anuncio serio.
Javymaster@hotmail.com'.
II
Los correos no se hicieron esperar y en una semana ya había más de cincuenta candidatos. Javier los citó a todos en el Messenger un día en concreto y me avisó para que yo también estuviera presente. Fueron conectándose puntualmente y Javier los iba invitando a una sala de chat privada.
-Desnúdate- me dijo, cuando consideró que había suficiente gente en la sala.
Yo obedecí y el empezó a moderar el chat.
No pasó mucho tiempo hasta la primera oferta y a partir de ahí empezó a subir rápidamente. En un momento estaban pujando por 300 euros. Comenzó a salir gente de la sala y entraron otros ya que la sala estaba llena y había gente a la espera. Tras media hora la puja estaba en casi 600 euros y en la sala quedaban apenas diez personas. Javier se acercó al teclado.
Luego me dió una especie de antifaz que cubría casi todo el rostro.
-Pontelo y quédate ahí- me dijo señalando un lugar en concreto. Luego volvió a escribir mientras yo obedecía.
-Les estoy diciendo que te voy a mostrar por la webcam- dijo encendiendo la cámara -Vas ha chupármela y voy a follarte.
Uno a uno fueron conectándose a la cámara. Javier me hizo darme la vuelta y agacharme. Luego me dijo que me acercara para que mi culito se viera bien.
-Ábrete las nalgas y follate con un dedo. Alguien lo ha pedido- me dijo Javier.
Luego me hizo arrodillarme para que le hiciera una mamada. Orientó la cámara hacia su polla para que pudieran verlo y siguió con la subasta. Yo procuré hacerlo lo mejor posible, intentando dejarla bien lubricada.
-La puja está entre dos- me informó Javier -y ya está en 800 euros. Tras una breve pausa continuó -Vaya. Uno ha subido a 1000 de golpe. Creo que tenemos un comprador.
<1000 a la una....1000 a las dos....y a las tres. Adjudicado por 1000 euros a Max> escribió Javier.
-Levántate. Quiere hablar contigo- me dijo Javier.
Yo me puse de rodillas frente al monitor y la cámara.
Obedecí al instante. Javier sujetó su verga mientras yo me la iba clavando poco a poco. Cuando estuvo entera dentro, comencé un ligero y lento contoneo de cadera.
Yo seguí subiendo y bajando sobre la verga de Javier, mientras ellos pactaban las condiciones. El pago se haría en efectivo en el lugar del encuentro y los que quedaban en la sala de chat podían acudir como público. Como despedida Javier les dejó ver como se la chupaba hasta que descargó una enorme cantidad de semen que empapó el antifaz, mi cara y me llenó la boca.
III
El anuncio era para la zona centro y nosotros vivimos en Andalucía, pero Javier lo había programado todo. Teníamos que ir a la boda de un amigo común de Vigo. Haríamos noche en Madrid y todo ocurriría en el hotel, dos semanas después del chat.
En el viaje ni siquiera rozamos el tema. Llegamos al hotel sobre las seis y media de la tarde. La habitación era amplia y bastante lujosa.
-Llegarán a las 7:30- dijo de repente Javier mientras deshacíamos las maletas- Entra en el baño y ve preparándote.
Le hice caso y llené la bañera de agua caliente. Me sumergí y procedí a prepararme como me había ordenado la persona que me había comprado, Max.
Procuré olvidar lo nervioso que estaba y relajarme. No me di cuenta del tiempo que había pasado hasta que alguien llamo a la puerta de la habitación.
-¿Si?- Escuche que preguntaba Javier.
-Soy yo. Abre que se enfría- contestó una voz.
Era la contraseña que Javier había pactado con los del chat. A partir de ese momento empezó a llegar el resto y en apenas diez minutos habían llegado todos. Salí de la ducha y empecé a secarme. Podía oír hablar a Javier.
-Como ya os dije en el chat todos debéis estar desnudos y cualquier prenda, maletín o mochila debe estar en el armario. Prefiero estar seguro de que nadie esconde una cámara.
A esas alturas yo volvía a tener los nervios a flor de piel y no podía controlar un ligero temblor en todo el cuerpo. Se abrió la puerta del baño y entró Javier.
-Es hora de salir- me dijo -Ponte a cuatro patas y sígueme. Mantén la mirada en el suelo.
Como respuesta me limité a obedecer. Él comenzó a andar y yo le seguí gateando.
Enseguida llegamos donde estaban todos. Javier me paseó apenas a un metro de ellos y yo pude contar nueve pares de pies.
Finalmente se detuvo frente a uno de ellos y yo hice lo mismo.
-Bueno Max- dijo Javier -Es todo tuyo.
Yo miraba al suelo sin saber muy bien que esperar. No me había dado tiempo a secarme bien de modo que la piel húmeda acentuaba el incontrolable temblor.
-Veo que tiemblas zorrita- me dijo Max -Sube a la cama y ponte de manera que nuestros amigos puedan ver bien tu culito.
Mientras lo hacia él fue al armario y sacó algo de una bolsa. Luego vino hacia la cama y lo dejó caer ante mí. Era un pequeño bote de lubricante y un enorme consolador muy realista. Una polla enorme donde todos los detalles estaban cuidados al máximo. Debía tener unos 25 centímetros y era tan gruesa como mi muñeca.
-Ahora vas a darnos un buen espectáculo, queremos ver como te follas este consolador....y hazlo bien. ¿Entendido?- dijo Max
-Si mi amo- contesté.
Él estaba junto a mí y aunque no lo miraba directamente podía hacerme una idea de como era. Tenía algo más de 40 años y la polla le colgaba aun fláccida hacia un lado. Era enorme aunque no mayor que el consolador que tenía ante mí. Abrí el lubricante, eché una buena cantidad sobre la punta y empecé a esparcirlo. Seguía a cuatro patas con las piernas muy abiertas y Max aprovecho para coger el lubricante y echarlo en mi culo. Luego me metió su dedo corazón y empezó a follarme lentamente con él. Mis manos recorrían el consolador untándolo completamente. Max metió un segundo dedo y un ligero sonido escapó por mi boca.
-No quiero que reprimas ni un solo gemido- dijo Max - Quiero oírte gemir de placer como la putita que eres. Porque estas disfrutando con esto ¿verdad?
-Si mi amo- contesté mientras me metía un tercer dedo.
Estuvo follandome con los tres dedos unos minutos. De repente los sacó y me volvió a echar un chorro de lubricante. Luego cogió el consolador y lo puso debajo de mí.
-Ahora siéntate sobre él despacio- me dijo apoyando la fría punta de la enorme polla sobre mi culito- Que venga alguien a aguantar esto mientras la zorrita se lo mete.
Alguien lo relevó y Max se puso frente a mí dejando su verga a apenas un palmo de mi cara.
Yo empecé a dejarme caer y fui notando como mi culo iba cediendo y se iba abriendo poco a poco. Abrí los labios para gemir ahogadamente y Max aprovechó para meterme su polla en la boca.
-Empieza a mamar putita y déjala bien dura- me dijo.
Finalmente entró todo el glande y noté como el dolor y la presión disminuían. La persona que sujetaba el consolador empezó a moverlo ligeramente arriba y abajo y tras una pausa continué dejando que mi peso deslizara el enorme rabo dentro de mí.
Yo gemía levemente y la polla de Max había crecido con rapidez. La agarraba con una mano por la base y chupaba lo que me cabía en la boca que era menos de la mitad. Podía oír al resto de personas masturbarse tras de mí.
Por fin conseguí sentarme por completo y empecé a subir hasta arriba y a bajar lentamente.
-Que bien la mamas putita- dijo Max -Me estas haciendo disfrutar de lo lindo. Chicos voy a tenderme para que siga mamandomela, turnaos para follarlo con el consolador.
Max se tendió en la cama y yo levanté mi culito sacando por completo la verga de plástico. Volví a meterme la polla de Max en la boca y casi en seguida varios pares de manos abrieron aun más mis piernas y me penetraron violentamente con el consolador. Se iban turnando y cada uno me follaba con un ritmo y de una manera diferente. Ya no se limitaban a quedarse detrás sino que los veía pasearse alrededor para ver la escena desde todos los ángulos posibles. Soltaban comentarios de ánimo a Max y se referían a mi como 'la putita'.
-Creo que es hora de disfrutar por completo de lo que he pagado- dijo Max tras unos minutos - Echaos hacia atrás.
IV
Todos se alejaron de la cama y se llevaron el consolador dejando mi culito totalmente dilatado. Max se levantó y bajó de la cama.
-Quiero que te tiendas boca abajo con las piernas abiertas- me dijo mientras se dirigía al armario y cogía algo de allí. Luego volvió y puso almohadas debajo de mí de modo que mi culo quedara levantado y expuesto.
-Ven Javier, voy a pagarte lo que acordamos por tu zorrita- dijo Max.
Estaba junto al cabecero de la cama y podía verlo. Tenía en una mano un fajo de billetes de 50 euros y con la otra se masajeaba la polla. Estaba muy hinchada y pude ver que tenía un aro estrangulador en la base para mantenerla así. La erección apuntaba ligeramente hacia abajo por lo que daba la sensación de no estar todo lo dura que podía aunque el glande brillaba y las venas parecían que iban a explotar. Parecía enorme y no pude evitar pensar que en breve me la metería y disfrutaría de mi culito con ella.
-Ponte aquí- le dijo Max a Javier señalándole un sitio delante de mí -Quiero que tu zorra vea como te pago mientras la follo.
Max subió a la cama. Yo no podía verlo pero oía su respiración agitada debido a la excitación. El bulto en los pantalones de Javier demostraba que también estaba excitado. Noté como Max abría mis nalgas y colocaba su verga entre ellas. Estaba muy caliente y resbaladiza y empezó a frotarla entre ellas. Tras unos instantes y sin previo aviso se retiró un poco hacia atrás para embestir luego con fuerza. Su polla se deslizó dentro de mi hasta más de la mitad y un largo gemido escapó de mi boca.
-Mmmmm...Voy a follarte hasta que estés agotado- me dijo -Tu culito sigue bastante estrecho a pesar del consolador.
Luego empujó un poco más mientras me atraía hacia si agarrandome por la cadera. Poco a poco fue penetrándome más hasta que tuve toda su polla dentro de mí. Entonces empezó a follarme con embestidas muy largas. Iba sacándola muy despacio hasta que salía por completo o casi para meterla de golpe hasta el fondo. Muy lentamente fue dando los billetes uno a uno a Javier. Mis gemidos se acompasaban a su forma de follarme. Gemía levemente mientras la sacaba y respondía a su embestida con un fuerte gemido. A medida que me follaba iba regularizando el movimiento. Al cabo de un par de minutos ya le había dado a Javier todo el dinero. Ya no daba fuertes embestidas y sentía su polla entrar y salir con un ritmo muy placentero.
-Se nota que disfrutas putita- me dijo -¿Te gusta como te follo?
-Si mi amo. Mucho- contesté entre gemidos.
-Pues ahora quiero ver como cabalgas sobre mi polla- dijo sacándomela y tendiéndose sobre la cama -Quiero que muevas tu culito lo mejor que sepas y que me dejes al borde del orgasmo. ¿Entendido?
-Si amo- dije mientras me subía a horcajadas sobre el dándole la espalda.
Me introduje su verga sentándome sobre ella y empecé a subir y bajar procurando que sintiera cada movimiento. En esa postura podía ver al resto de personas y la escena era de lo más excitante. Todos estaban masturbándose mientras observaban con lujuria todos mis movimientos. Entonces me propuse ponerlos lo más caliente posible. Incrementé mis gemidos y los miraba alternativamente a la polla y a los ojos mientras no paraba de moverme en movimientos ondulantes sobre la verga de Max. Poco a poco todos fueron acercándose a la cama hasta que estuvieron a pocos centímetros de mí. Se dirigían a mí con todo tipo de frases calientes. Todas sus pollas brillaban húmedas debido a la excitación.
-No puedo más, voy a correrme- dijo de repente Max.
De un empujón me tendió sobre la cama y se echó sobre mí. Sin darme tiempo a pensar me agarró del pelo y me penetró con una fuerte embestida. Luego empezó a follarme brutalmente. No podía ver nada solo sentía su enorme polla, que me parecía más grande y dura que nunca.
-iiToma zorrita toma!!- dijo Max -Siente mi polla hasta adentro.
Una mezcla de dolor y de un placer inimaginable me poseyó.
-Fóllame más fuerte amo, más, más....iiMÁS!!- grité entre profundos gemidos.
Cuando ya no pudo seguir, Max sacó su polla y empezó a descargar su leche sobre mi espalda en espesos y abundantes chorros que parecían no acabar.
Quedé tendido sin fuerzas sobre la cama mientras Max se levantaba. Oí que hablaba con Javier.
-Enhorabuena- dijo Max -Tu putita es una maravilla. Pocas veces he disfrutado tanto.
-Me alegro- contestó Javier.
-Pero hay algo que me sabe mal- continuó Max -Parece que le ha sabido a poco y además nuestros amigos no han probado bocado.
-¿Donde quieres llegar?- preguntó Javier.
-Estoy dispuesto a alquilar de nuevo a tu putita para mí y todos los chicos esta vez- dijo Max mirándome -Aunque esta vez el precio será mucho menor. Ten en cuenta que ya ha sido estrenado. No se diferencia en nada de cualquier otra zorra.
Yo no podía creer lo que oía. La idea de todos ellos turnándose para follarme se agolpaba en mi mente. No pensaba resistirme pero no hubiera podido porque me inmovilizaron entre cuatro por brazos y piernas.
-¿Te crees capaz de satisfacer a todos putita? -me preguntó Max
-Si mi amo- contesté tras una pausa.
-Bien. Decidido entonces. Estará a vuestro servicio hasta que ninguno de vosotros quiera follar más- dijo Javier -Pongamos un precio justo de 300 euros. ¿Conforme?
Max se dirigió al armario y entregó el dinero a Javier.
-Chicos- dijo -Todo vuestro.
En un instante se desató la locura. Estaban todos al límite. A partir de ese momento siempre tuve a alguien follandome. Todos se turnaron para que se la mamara. Todos me follaron, tanto de uno en uno como de dos en dos. Javier y Max también se unieron. Mientras unos me follaban los otros se recuperaban de los orgasmos. Mi culito ya no oponía ninguna resistencia a la penetración, ni siquiera cuando me follaban dos pollas a la vez.
No puedo decir cuantas horas duró. Cuando empezaron a irse los primeros los que quedaban aun estuvieron dos o tres horas follandome.
Finalmente quedé tendido en la cama y tanto yo como las sábanas estábamos totalmente impregnados en semen. No tuve fuerzas para darme una ducha hasta la mañana siguiente.
En ningún momento imaginé que todo desembocaría en una sesión de sexo tan brutal, pero puedo decir que nunca he sentido tanto placer ni he disfrutado tanto como aquel día.