El restaurante de la laguna (2)

No sabia q hacer, ayudarla o salir corriendo, no podia moverme.

-Buenas tardes señoritas, les puedo tomar su orden?-

Interrumpió Gustavo, fue uno de esos momentos en los que tenia tantas ganas de abrazarlo por la interrupción tan acertada que había tenido, no quería quedarme en toda la cena con mi cara súper mega roja por aquel cumplido que había tenido Fernanda conmigo aunque lo deseara mucho.

-Si, gracias, yo quiero la ensalada de pimientos en escabeche por favor- le dije a Gustavo para que no demorara tanto con los platillos

-A mi me traes por favor los rollitos de carne con las verduras al vapor- dijo ella, con esa voz que cada que salía de su boca no hacia otra cosa mas que tomar toda mi atención

Cuando se fue Gustavo, empezamos a hablar sobre como nos había ido en el día, yo no quería hablar mucho por que prefería escuchar su voz que aburrirla con mi tan cotidiana vida

  • pues hoy solamente me quede en casa esperando que dieran las 7 para empezar a arreglarme, la verdad no tenia que hacer nada, así que me dedique a hablar por teléfono con mi tío, que desde que le di tu numero por si quería regresar a Los Ángeles no ha dejado de molestarme para saber si he tenido noticias tuyas.-

En ese momento llegaron los latillos que habíamos pedido, dándome tiempo para decidir si le decia lo que había pasado con el o cambiaba de tema y decidí decirle la verdad, al menos la mayoría, así que seguimos con la platica.

-ah! Si? Pues el día que nos conocimos el le había dicho al mesero que si yo quería el me pagaba el café que estaba tomando, pero a mi no me gusta eso, así que solamente le di las gracias y le dije que no, espero que no se haya molestado por eso-

-No, la verdad no creo, lo que si fue que lo dejaste muy impresionado, me dijo que ni en Los Ángeles había visto a una mujer tan perfecta como tu, de hecho menciono que cuando te viera a ver si le podías aceptar una cena o al menos una llamada telefónica, aunque te advierto que se pasa demasiado tiempo en el teléfono, así que como veas-

-pues necesito pensarlo, aunque la verdad no creo que me quite nada el tener una relación cordial con tu tío, y por cierto, como se llama el tan popular tío?-

-Andrés, pues solo te digo que es muy absorbente y que quiere que todo el día estén con el apapachandolo, pero si es de tu gusto adelante, por mi no hay problema-

En el momento que escuche eso de ella quería gritarle que no, que si yo estaba cenando con ella era por que quería estar con ella, no hacer negocios con su tío y mucho menos hablar de el, aunque no se si fueron mis nervios pero cuando ella me empezó a decir de cómo era si tío se escucho enojada y queriendo decirme todos los defectos de el, le cambio la cara en un segundo y si, lo acepto, eso me alegro.

Pero cambiemos de tema, no estamos aquí como para hablar de tu tío, creo que seria más interesante el hablar de nosotras, no lo crees?

si, de hecho creo que seria mejor, la verdad no quiero que esta cena se eche a perder por estar hablando de gente con su mentalidad tan cerrada- dijo ella con un tono de coraje en su voz

No quise empezar a mover, ni siquiera el preguntarle por que le tenia tanto coraje a su tío, preferí que con el paso del tiempo y la confianza que me fuera ganando me dijera el por que, así que empecé a decirle lo cotidiana de mi vida.

Pues mira Fer, por que si te puedo llamar así vedad?

Claro, lo malo es que en tu nombre no hay algún diminutivo, pero no te preocupes algún día encontrare uno que te quede a la perfección

Jajaja! OK, bueno pues no tiene mucho que acabe mi carrera en empresas turísticas y gracias al servicio que me pedían en la escuela en uno de los mejores hoteles del país, me encontré por casualidad a el dueño de la empresa donde estoy y mírame, ahora en mi vida no existe otra cosa que no sean boletos de avión, hoteles, restaurantes, planes tarifarios y todo eso-

Mira que interesante! Pues yo estaba estudiando para pedagogía infantil, pero decidí regresar a México y no he podido encontrar una escuela en donde me gusten los planes de estudio y aquí estoy, tomándome un año sabático.

No se cuanto tiempo había transcurrido, solo se que me sentía tan bien a su lado, no me importaba mas que el poder escucharla y el verla, quería que todo fuera perfecto esa noche, lo malo es que tantos planes que me había hecho en mi cabeza para poder hacerlos esa noche, se me habían esfumado, ella hacia que mi mundo se diera una vuelta total y que mis neuronas solo se ocuparan de poder memorizar todos sus gestos y reacciones, entonces fue cuando me ofrecí a llevarla a su casa, la verdad no sabia si tenia auto, pero yo sabia que no había problema si lo dejábamos en el estacionamiento del restaurante, creo que por fin empezaba a funcionar mi cabeza y no era raro que solo funcionara para tener soluciones o excusas para pasar mas tiempo a su lado.

-ya es tarde, y lo mas seguro es que en tu casa te estén esperando, que te parece si te llevo en el auto, me sentiría mas segura si soy yo la que te lleva hasta la puerta de tu casa-

  • No había pensado en eso, pero esta bien

Así tomamos nuestras cosas, que no eran muchas y nos dirigimos a el auto, al entrar me di cuenta de sus magnificas piernas, me odia pasar todo el día viéndolas, pero no quería que chocáramos por mi, así que solo me dispuse a manejar mientras ella le cambiaba a la radio y tarareaba algunas canciones que yo en mi vida había escuchado.

Llegamos a su casa, grande a comparación de mi departamento y un poco fuera de la ciudad, blanca con una fuente al principio y muy bien iluminada, baje de el auto y fui a abrirle la puerta, sin darnos cuenta ella al momento de salir se tropezó con mi pie y cayo encima de mi, la había sostenido de la cintura, su cabello caía a lado mío y mi corazón palpitaba a mil por hora, solamente nos vimos a los ojos por unos segundos y empezamos a reírnos y la ayude a levantarse.

-No te lastimaste?- Le pregunte en un tono preocupado

-No, parece ser que solo fue un pequeño rasguño en mi rodilla, y mi tobillo como que se lastimo, creo que me tendré que quitar los tacones, así odre apoyar más, pero no creo que pase a mayores- Lo dijo ella con esa sonrisa

Al mismo tiempo estábamos las dos sacudiéndonos y viendo si había pasado algo mas grave, caminamos juntas a la entrada de su casa, a mi me dolía todo el cuerpo, por que habíamos caído sobre el asfalto, pero no me importaba con tal de que a ella no le hubiera pasado nada, la iba sosteniendo de la cintura, para que no hiciera tanta fuerza en su tobillo, llegamos a la entrada de su casa y volteo a verme y me abrazo

Mi mundo se detuvo, solo fue un simple abrazo, pero podía sentirla junto de mi, su calor junto con el mío, su perfume que me embriagaba, su cabeza en mi hombro y sus manos rodeando mi cuello y las mías su cintura, yo soy mas alta que ella, quería que se sintiera como una niña pequeña que necesita que la cuiden y quería que ella sintiera en ese abrazo que nunca la iba a dejar por que a mi me nacía desde que la vi. El cuidarla el resto de mi vida, no se cuanto duro ese abrazo, pero para mi fue lo mejor que me había pasado esa noche, ella se separo muy lentamente de mi quedando a pocos centímetros de mi cara y me vio a los ojos.

-Gracias por venir a dejarme y por cuidarme en el transcurso del auto a la puerta- siempre con esa sonrisa que la caracterizaba

-Las gracias te las tengo que dar yo a ti por permitirme traerte hasta tu casa- le dije sin dejar de mirarla a los ojos y a su boca que deseaba tanto besar.

Hubo un silencio, creo que el silencio mas perturbador de mi vida, por que no sabia que iba a pasar después, ella se empezó a acercar poco a poco a mi boca y nos besamos, un beso lleno de ternura y pasión a la ves, de esos que te dicen tantas cosas que nunca podrías describir pero que llegan a sentirse hasta lo mas profundo de tu ser

-¡¡¡FERNANDA!!!-

Gritaba su tío Andrés, que se encontraba sentado en una de las bancas de el jardín que tenían a lado y poco alumbrado, ese grito hizo que nos separáramos tan rápido, pero yo no dejaba de saborear su saliva, ella se quedo con una cara de susto que en mi vida había visto, se separo muy rápidamente de mi y volteo a ver a su tío, el caminaba hacia nuestra dirección diciendo no se que tantas palabras hasta que de pronto la tomo del brazo.

-¡¡¡NUNCA VAS A ENTENDER QUE NO PUEDES CAMINAR EN LA CALLE COMO SI FUERAS UNA PERSONA NORMAL!!! ¡¡¡ESTAS ENFERMA!!! ¡¡¡NO SE COMO TUS PADRES NO HACEN NADA!!!-

El le gritaba de una forma tan cruel que yo no reaccione hasta que la jalo para llevarla adentro de su casa, ella no podía caminar, tenia lastimado el tobillo y creo que se lo lastimo mas en la caída que tuvo mientras el la jalaba, yo lo único que hice fue seguirla y tratar de ayudarla, pero en el momento que intente entrar a su casa el me cerro la puerta en la cara.

-Perdóname- Fue lo único que alcance a leer de sus labios cuando estaba en el piso.

No pude hacer otra cosa mas que tomar el auto y pensar en todo el transcurso el por que la reacción del tal Andrés